Autor: Andrés PENA GRAÑA
sábado, 24 de junio de 2006
Sección: Leyendas
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LA RELIGIÓN CELTA DEL NOROESTE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA Y SU INFLUENCIA EN EL PRESENTE CRISTIANO (POR ANDRÉS PENA GRAÑA) Iª PARTE
Señalando la relación del dios de la rueda solar como psychopompos conductor de los muertos en su aspecto decadente o solsticial, “del segundo paso del sol”, estableceremos en el ámbito geográfico celtoatlantico objeto de nuestras autopsias el celebratorio piaculum de la expulsión del invierno en las bandas indoeuropeas. Pero antes tenemos que hablar de la Religión Celta.
POLIFUNCIONAL PANTEÓN CELTA
La divinidad que más veneran es Mercurio. Sus estatuas son las más numerosas, ven en él al inventor de todas las artes, considerándolo como el guía de los viajeros en los caminos y el que tiene el poder para otorgar las mayores ganancias monetarias y favorecer el comercio. CÉSAR B. G. VI. 17.
Dumézil observó que los dioses del panteón indoeuropeo reflejan una estructura social trifuncional [A diferencia del común de los escoliastas dumezilianos, solo consideraremos convencionalmente que la primera función está relacionada con el gobierno y el sacerdocio. La segunda con las actividades derivadas de la guerra y la tercera función representaría todo aquello relacionado con el más allá, la muerte y la renovación, y en consecuencia con la base del sistema, el mundo agrario. Se suele aceptar que cada una de estas funciones llevaría asociado un grupo de dioses característicos pero esto no sucede en la religión Celta.]. Haciéndose según parece el hombre sedentario en torno a actividades agrícolas y ganaderas, lo que sucede en el Neolítico, cuando por primera vez tuvo algo que guardar, grano o ganado, se hizo al parecer también ladrón y precavido. Surgirían así en las sociedades tres niveles jerárquicos verticales: los que logrando vivir sin trabajar viven del trabajo ajeno, nobles y sacerdotes enseñoreando la ciudad o el territorio; los defensores y ladrones, es decir, los soldados; y los que labrando la tierra y cuidando el ganado alimentan a todos. La religión y los mitos desde el Neolítico corresponderían a esta realidad, con un trasfondo de preocupación de supervivencia después de la muerte para disfrutar de los bienes y de la posición conseguida en vida, o para mejorar esa posición en ultratumba.
Aunque a lo largo del tiempo los cambios sociales pudieran, o fueran susceptibles de provocar alteraciones en los mitos y aún en la religión, lo cierto es que las religiones no suelen reflejar –tal vez el Islam es una excepción- la realidad social de sus actuales creyentes o practicantes ni en sus contenidos ni en su praxis, remontándose estos inveterados usos a siglos, sino a miles de años de antigüedad. Contra la opinión de Blanca GARCÍA FERNÁNDEZ-ALBALAT, jactarse de encontrar o detectar cualquier problema que presenta una sociedad que nos ha endosado sueños heredados de los tatarabuelos, pretender que vetustísimos mitos, traspasados generacionalmente a lo largo de los siglos y de los milenios, puedan expresar, o reflejar, los ecos o la realidad social de los creyentes que, en un tiempo dado de esta larga vigencia, los ilustran y transmiten, es ilusorio. [F92 el texto lleva una imagen con este pié: Vexillatio y mesnada medieval gallega, los señores-guerreros a caballo y sus campesinos-soldados a pié. Ilustración realizada bajo mi dirección por la ilustradora de temas históricos Eva Merlán Bollaín. La estructura social es clientelar pero no ‘trifuncional’]
Se conviene en que los dioses de la primera función, a veces una pareja antitética, son ordenadores y administradores del Cosmos, correspondiéndose en el plano político y temporal, esto es el la treba con la función del rey y del sacerdote. El dios creador, “Buen Padre”, “Luminoso”, “Todopoderoso” tendría como contrapunto al dios desestabilizador, terrible y sombrío (1); los Dioses de la segunda función son fuertes, animosos y violentos, invocados como Segos “Victorioso” en el combate como el Santiago Matamoros, hijo del trueno, para los cristianos de la Edad Media. Los de la tercera función, más complejos, vendrían a ser teóricamente, aunque esto sea inaplicable para la religión celta (2) los dioses que acrecen, del amor, de la regeneración, de la naturaleza viva que se renueva y aumenta, de la salud, de la enfermedad, de la muerte y del más allá.
El modelo funciona muy bien en general, permitiendo distribuir por temas o funciones, como los libros en las espaciosas estanterías de una biblioteca, dioses y divinas categorías, pero en el baúl del autoritario régimen de patronato y clientela Celta la trifuncionalidad solo encaja “a presión”, reduciéndose, al igual que en la arcaica Roma las funciones, como un fragmentario pasaje de Festo al que aludiremos al hablar del origen del sistema feudal atlántico lo muestra, esencialmente a dos, descansando el sistema en tiempos de paz y en tiempos de guerra en la vertical relación mutua de derechos y obligaciones establecida entre los señores o propietarios y los granjeros o dependientes.
Careciendo este sistema de una clase o casta exclusiva de la segunda función la relación horizontal inter pares, entre iguales, se deriva del éthos caballeresco en el caso de los señores y de de una consuetam rationem de usos y costumbres en los no señores. Llegado el caso ante una alarma, en tiempo de guerra, toda la sociedad, el Grád Túaithe, los grados de la sociedad laica de una treba, los habitantes, las gentes, “gentes” “población” sin más, los que se encuentran en edad militar, los reservistas, y las mujeres y los niños, si hacen falta comparten y sobrellevan el común destino de la treba: ardidos caudillos e intrépidos capitanes sobre sus caballos los señores propietarios; empuñando las espadas o tomando las lanzas con virtud, arrojo, y heroísmo de soldados sobre sus firmes pies los colonos granjeros, tras todos jaleando las esposas y los hijos. Manteniéndose inalterado este modelo durante cientos sino miles de años, en los mitos celtas los dioses sí parecen reflejar esta aparentemente ambigua ordenación. [f 93 foto con este pié: Coloso bracaraugustano ¿Un dios Tonante Celta o un moderno San Juan?]
Los dioses celtas han sido transmitidos, como en Cabeço das Fraguas, Lamas de Moledo, etc. (3), por la no siempre precisa interpretatio epigráfica celtorromana, y a menudo interpretados por la no menos aturdida interpretatio lingüística (3). En las fuentes, a través de la mirada e interpretatio romana nos han llegado fragmentariamente descritos los dioses celtas: Iuppiter/Taranus, Essus y Vulcano en los textos de los Comentarii de Cesar (4), definidos con lo que DOTTIN denomina “physonomie incompléte, sinon inexacte” (5), o en unos versos de Lucano de los Commenta Bernensia. Taranus, Júpiter/Taranis el viejo dios indoeuropeo del rayo y del fulgor (6), aparece en la interpretatio celto-romana como Iuppiter Taraunucus mencionado según Jan DE VRIES, entre otras, en una inscripción de Scardona en Dalmacia (7), como I.O.M.Tanaro (8) en una inscripción del 168 d. C. proveniente de Chester, y como Taraunucus en dos inscripciones de Godranstein (9), cerca de Landau, y de Böckingen (10), junto a Heilbronn, ambas en Alemania, por citar solo algunas. [F94 foto con pie: Dios británico con su maza]
Mucho mas compleja que la cristiana, sino similar, intentaremos demostrar que existe una Trinidad celta incluyendo a un Dios Padre indoeuropeo, montaraz y tempestuoso, dios del trueno, del rayo del fulgor y de la tormenta al que conoceríamos por sus epítetos temáticos Oll Atair, Dagda, y por topónimos relativos a los montes que le sirven de morada o donde se le han dedicado santuarios, como Larouco, Ládicus, Candamo, etc. en España. Es el Poeninus, en los altos pasos alpinos de la Galia y el Uxellinus en Austria" (11).
POLIFUNCIONAL SOBERANÍA CELTA ( Y CRISTIANA)
La llamada función soberana, verticalmente de arriba abajo, se deja sentir como una fina lluvia empapando en el sistema piramidal celta a todas las demás funciones sin que este tipo de estructura social celta permita un adaptable panteón, específico para cada una de las tres funciones clásicas dumezilianas. Aún existiendo etnias que se pudiesen considerar celtas, lenguas celtas y una arqueología institucional específicamente celta, el mundo céltico, no está necesariamente restringido a aspectos “étnicos”, “lingüísticos” o “arqueológicos”. Este término, concebido ampliamente como un concepto cultural (MEGAW & MEGAW), responde a una forma de vida, a un muy equilibrado modelo organizativo territorial, a “Territorios Políticos Autónomos” muy estructurados internamente sobre un entramado clientelar de mutuas obligaciones, de señores y campesinos, bajo un mando cierto solo limitado por el compromiso solemne del noble rey en el momento de su entronización de ejercer con justicia, rectitud y respeto a las leyes divinas y humanas el gobierno y la dirección de la tribu. Del mantenimiento en la tribu de este compromiso, fiscalizando el poder real con poder de excomunión o de execratio, se encarga un alto y cultivado abate. Este aserto no niega a cada ámbito jurdisciccional definido por el santuario ni la particularidad de estos dioses celtas circunscrita las situaciones a cambiantes de una sociedad viva, ni cierta funcional especialización puntual señalada, explicitada o restringida por los correspondientes epítetos compartidos en ocasiones por una misma divinidad, ora Marte, ora Júpiter, ora Apolo, como Lug, Lugh, Lugos, Leud, Lleu “Luminoso dios”; Mabon “divino joven”; Grannos “Granate”, “Brillante como la grana”; Belenos “Blanquísimo” “Brillantísimo” “Bellísimo”; Cocidius “Guerrero” o más prob, del w. coch “Rojo” al que los romanos en Bitania comparaban a Marte; Segos “Victorioso” o “Sujetador”; Brian “Fuerte”, etc., etc., señalando A. ROSS que “aunque los dioses celtas no formaron un único linaje de deidades como sus bien organizados equivalentes griegos y romanos, estos tenían ciertas áreas definidas de influencia” (12). e-risamos (cf. Brigamos/Breamo) “altísimo”
El divino temor o la reserva y afán del mundo céltico por evitar la banalización de lo sacro en manos impías o inexpertas, pudo haber sido responsable de que, aún practicándose todavía quizás inconscientemente en el presente cristiano, percibamos distantes y confusas unas creencias que pudieran en realidad sernos muy próximas. Acrecentando esta bruma o desconcierto nuestra ignorancia de que intensificando probablemente una deidad o panteón único la religión celta pudiera responder en el fondo quizás, verborum inmoderatio, a una concepción teológica “teista trinitaria” vel quasi monoteísta no muy alejada de la elegante, sutil, moral y enaltecida, concepción trinitaria de nuestro monoteísmo Católico y Cristiano, salvando claro está las distancias.
La religión no es percibida igualmente por dos teólogos, ni por dos personas, ni siquiera al nivel popular. Era frecuente en Galicia hace veinte años encontrar a personas de setenta y ochenta años que sostenían que esta o aquella virgen estaba casada con este o aquel santo. Y aunque la catequesis obligatoria debería haber terminado con todo esto, existe en la manifestación de la religiosidad o de la piedad popular entre los feligreses de las parroquias gallegas, una tendencia a instituir extrañas parentelas entre sus santos y los santos de los pueblos y parroquias vecinas, como lo señala Risco:
“Outras veces, as irmás son detemiñadamente as imaxes, que poden sere do mesmo santo, incluso da Nosa Señora. Na leenda do Monte Faro dise que apareceron alí tres Virxes irmás; unha pidéu que a puxeran nunha parroquia do concello de Rodeiro, perto do monte Faro, que foi Santa María do Río; outra para fora do concello; e otra, que é a que está no cume do Faro, pois pidéu que a puxeran no máis outo, coa intención de ver ás súas irmás, e así o fixeron” (13) [F95 foto con pie: Santísima Trinidad con la Sagrada Familia en un altar de la catedral de Braga. Cuatro distintas representaciones de un único Dios].
Tal vez haya sido este tipo de fenómenos los que variaron la inicial concepción monoteísta que C. JULLIAN (14) tenía de la religión celta, sus iniciales presupuestos imaginando “que las confusiones entre determinados dioses galo-romanos venia dada por la existencia de un dios prerromano plurifuncional” y que abandonando esta idea se inclinase:
“Por una visión de la religión céltica compuesta de grandes divinidades ampliamente adoradas que compartían el culto con otras entidades de carácter más privado y localizado, la unidad religiosa habría podido existir en un principio propugnada por los druidas que se habrían erigido en conservadores de la tradición […] junto a los grandes dioses de la teología oficial, coexistirían divinidades locales o regionales de diverso tipo y, también, entidades religiosas menores de carácter privado o familiar” (15). [ F96 foto de Matres del Ärqueologische Park (Germ) con este pie: Joven en febrero, en la fiesta del Imbolc la primavera o la Candelaria; mujer grávida pero capaz de competir con ventaja en una carrera contra los caballos y virgen madre en agosto (Lugnasad) y en noviembre, en invierno (Samain) una poderosa vieja constructora del paisaje y de los megalitos tres personas distintas de una única y excelente divinidad].
En palabras de JULLIAN: 'L’histoire religieuse de tous les peuples est celle d’une lutte entre le dieu des prêtres et le dieu de chacun' (16)..
Lo vio, lo cuenta y lo ilustra también RISCO: “[…] isto somentes representa a natural contradicción que atopamos decote na mente humá. A devoción apégase á imaxe material. Tal é a causa de que a xente sexa tan apegada ás imaxes vellas e non queira de boa gana santos novos. En Mundíl (Celanova) ao trataren unha vez de trager un santo novo, os veciños protestaron dicindo que deixaran quedar o que había, poilo novo non iba favorecer ós emigrantes” señalando también como los devotos “van tocar na imaxe con rosarios, escapularios, medallas; refregan os panos nos pés e no corpo do santo, bícannos despois con moito respeto e gárdanos con coidado” (17), recoge como procuran el contacto con la imagen “levando as andias na procesión ou indos collidos ás fitas atadas á imaxe” y sobre todo como “Ás veces maxinan parentesco entre os santos ou entre as súas imaxes. Na Limia din: San Juan de Reiriz/ San Pedro de Sabaríz/ San Andrés de Guillamil, / Santa Marta de Ortigueira […] /, San Martiño de Candás,/ Santa Cristina das Maus,/ e San Adrián de Zapeáus, / todos sete eran irmaus” (18).
Lo vio, y lo cuenta también a su manera, aunque desde otra perspectiva Jan DE VRIES en sus 'remarques préliminaires' a su obra Le Religión des Celtes:
'Il convient d’examiner ensuite en quoi consistent les sources et comment elles se prèsentent. Nous avons des renseignements fournis par les auteurs classiques, romains en particulier, et aussi des récits héroïques traités comme des légendes ayant trait à l’époque mythique originelle, donc fortement déformés, et dans lesuels sur bien des points on devine un fond mythique. Nous possédons également un certain nombre de documents archéologiques qui nous renseignent quelque peu sur le culte gaulois, mais surtout une grande quantité d’inscriptions et d’images de l’epoque gallo-romaine (19). Il est évident, dès l’abord, quedes sources de nature si variée ne sont pas sur le même plan. La même méthode ne peut pas être mise en oeuvre pour expliquer une légende et pour esploiter une image. Jusqu‘à nos jours, les savants se partagent la confiance surtout aux auteurs romains, confiance dans les documents imagés; les seconds sont les plus nombreux, dans l’ensemble, parce que dans les images, c’est le peuple celte lui-meme que a exprimé ses croyances. Mais même ainsi, nous aurons à prendre position dès le début, car on ne peut pas mêler des choses aussi différentes. Dans notre monde chrétien, nous trouvons à la fois un dogme établi et un certain nombre de coutumes populaires qui sont loin de correspondre à ce dogme. Ceci nous incite á être prudents à propos de la religion des Celtes' (20). [F99 foto de Nehalennia. Leiden Rijks Museum van Oudheden].
Siendo abismal la distancia que habitualmente separa la formación teológica del seminario, plasmada en los difíciles libros de teología, el profundo significado de una misa en un latín incomprensible hasta hace poco oficiada o celebrada de espaldas al pueblo, se comprenden las sui generis interpretaciones de la religión oficial realizadas por los campesinos, las formas rurales de formular su devoción, su piedad y su culto, de intentar dar significado a todo lo que se ignora, provocando la hilaridad los curas de las parroquias. Pero aun existiendo estos usos y formas religiosos, aún en definitiva componiendo la expresión corporativa y personal de la religiosidad popular, aún constituyendo los pilares en que descansan las creencias de los fieles, porque los campesinos de determinadas aldeas crean que hay tres vírgenes que son hermanas a nadie se le ocurre, negar, el carácter monoteísta del Cristianismo pese a su esencia trinitaria, y mucho menos que esta religión posea un muy definido y bien estructurado corpus doctrinal.
Sería posible que por este camino REINACH, habiéndose creado falsas expectativas o ideas de la Religión Celta considerase, aún aceptando que varias tribus se pudiesen acoger a la tutela de un mismo dios, no como pan célticas “sino divinidades locales, de poca importancia adoradas por ciertos pueblos que habitaban entre el Sena y el Loira” (21) [(21) REINACH 1908, I, 208-210. ex Juan Calos OLIVARES PEDREÑO op. cit., p. 145], a las divinidades Teutates, Essus y Taranis citadas por Lucano y los Commenta.
Si VENDRYES, según OLIVARES: “finalmente se decidía por adjudicar un carácter local a las divinidades celtas mencionadas en las dedicaciones” (22), LAMBRECHTS -según lo refiere también el mencionado OLIVARES PEDREÑO sin decidirse él tampoco por una u otra autopsia - percibiría claramente ya como:
“[…] El gran número de epítetos de dioses conocidos que variaban de tribu en tribu no impide que éstos aludieran a grandes divinidades comunes a todas ellas […]. Para él estos epítetos tópicos son comunes a todos los pueblos y épocas, por lo que se trataría sólo de adaptaciones locales de una cosmogonía y de una teología estructurada por los druidas. La gran cantidad de representaciones escultóricas de un mismo tipo de divinidad descubiertas por todo el occidente europeo sería una clara demostración de que, a pesar de la variedad de denominaciones, existían divinidades adoradas simultáneamente por varios populi” (23).
Finalmente, nos interesa destacar una reseña de OLIVARES: “MAC CANA criticó también las posiciones ‘localistas’ afirmando que este aspecto de la religión celta se había exagerado en exceso obscureciendo la estructura esencial de la misma. En primer lugar incidía en que los múltiples nombres de divinidades conocidas no necesariamente implican una multiplicidad de dioses, como ya había planteado ROSS, puesto que unas mismas deidades podían ser conocidas según la región con diferentes denominaciones. Por otra parte, la adscripción local de muchos de estos dioses tampoco debía indicar la carencia de entidades de amplia difusión y significación” (24) [ f100 dibujo con este pie: Ilustración de Narón, Vexiloloxía e Heráldica dibujos de A. ERIAS, y J. R. FERNÁNDEZ ilustrando nuestro promptema de elementos simbólicos de la religión celta asociados a la Soberanía].
Veremos a lo largo de estos papeles como el Territorio Político Autónomo Celta, la tribu, es en tiempos de paz, Trebad (25), un mundo institucionalmente muy complejo dirigido por nobles hombres y mujeres (26) que mimando a sus bebés hasta que cumplen seis o siete años, los abandonan luego, dándolos en fosterage, o adopción, a sus vasallos para que los adiestren en el servicio, la disciplina y el valor. Las trebas “tribus” suelen estar desunidas y enemistadas, es el alto precio que hay que pagar por ser celta, pero como vislumbraremos en estas hojas todas las trebas comparten una común cultura, instituciones y religión, posiblemente saturando un clero pan céltico de un común contenido sociopolítico y religioso, por encima de las rivalidades tribales de las civitates/populi, “trebas” o “toudos”, a cada uno de los centenares sino miles de territorio políticos autónomos habitados por los celtas.
Es por encima de las tribales divisiones, con instituciones de inspiración teocrática, con dogmas unitarios, con un férreo y estrecho control vertical por parte un clero jerárquico y colegiado, con su estructurado cuerpo teológico, penosamente aprendido en un dilatado espacio de tiempo (27) por los aspirantes al sacerdocio, donde la Religión Celta y tal vez un clero pancéltico juegan su papel. La existencia de este control por parte del clero -sirvan como paradigma nuestros papeles intitulados “El matrimonio del soberano encarnando a la Tierra o Tribu con la Diosa madre” (PENA 1994); la acomodación del sistema social a las ferias estacionales expresadas a través de una religión, etc.-, los dogmas posiblemente establecidos en concilios universales similares a los que, puesto que Cristo no inventó tal tradición, forzosamente hubo de heredar la iglesia Católica, aprendidos desde la niñez en verdaderos seminarios por los destinados a la carrera eclesiástica, conforman el armazón o la coherencia ideológica del sistema céltico. [F101foto de un cartel de cine. Druidas. Con este pie: Cartel anunciador de un film de tema céltico]
Es fundamentalmente en la praxis de una religión institucionalizada, donde la diosa Madre se funde con la Treba en una unión mística, donde si el rey es generoso las vacas dan leche, donde el ejercicio de la soberanía participa de la divinidad, comulga con ella, y se expresa el orden social, lo que une, conecta y constituye lo Celta en cuatro ferias religiosas estacionales. Por eso, y Cesar sabría muy bien de que estamos hablando, para dominar y debilitar a los Celtas se hacía obsesivamente ineludible eliminar sus altos vinculantes cónclaves ínter tribales, asesinar a los más sabios y destacados druidas y sacerdotales jerarquías y destruir el núcleo de la iglesia celta.
LOCALES UNIVERSALES, TRIBALES UNIVERSALES
Sabemos que, aún refrendándose en miles de antropónimos, Fátima y Lourdes son advocaciones marianas cimentadas en los topónimos de sus capillas o santuarios y que no son dos personas distintas, pese a estar separadas por miles de Km. Pero consideramos a “La del río Sena” Sequana, y a “la de Coventry” a [Asociada al agua, a los ríos, y al termalismo o fuentes con propiedades curativas. Probablemente la Vi-vianna, la Dama del Lago derive de una Co-vianna o Co-ventina, y sea también la esposa de Merlín Gw-end (-ol)- oena =Coventina, posiblemente identificada por los romanos con Mnemosyne ( Nimue es otro de los nombres de la Dama del Lago) [Asociada al agua, a los ríos, y al termalismo o fuentes con propiedades curativas. Probablemente la Vi-vianna, la Dama del Lago derive de una Co-vianna o Co-ventina, y sea también la esposa de Merlín Gw-end (-ol)- oena =Coventina, posiblemente identificada por los romanos con Mnemosyne ( Nimue es otro de los nombres de la Dama del Lago)]. Coventina como diosas y no como categorías divinas ora recibiendo su nombre del santuario local, en el Sena, ora en el Muro de Adriano posiblemente en Coventry o en Carrawburg [La romana Brocolitia]. De la misma manera Mars Albiorice, podría no ser [Mars] Albiorix “Rey del Mundo” o “[Marte] rey de los Albiones” sino Marte de los *Albiorigos, como Bituriga, etimológicamente -riga “Reina” “de la vida” > bitu”, lo pudo haber sido de los Bituriges y aún podría ser nuestro Vestio Allonieco, el Vestio de los Allóns o Allones.
Este desconocimiento del verdadero alcance de la Iglesia Celta, de una religión esclarecida arqueológicamente, esto es desde la evidencia que nos llega de resultas de la praxis popular, pero no desde el seno del corpus teológico en el que, como veremos, se habría podido inscribir, lastra la comprensión de su observancia.
Viene siendo tópico el imputar a cada tribu sus propios dioses basándose esta atribución únicamente en el inveterado habito local de los celtas de designar, pars pro toto, ocultando intencionadamente su nombre, al omnipotente Dios, politécnico por definición, con el epíteto temático alusivo al específico arte o industria por él desenvuelta en una concreta situación o lugar. Dicho epíteto aparecería muchas veces acompañado del topónimo de la finca o del santuario donde es venerado. Podría ser este el caso de Bandua Veigebreaegus (28) que significa, seguramente, “El que ata” Bandua, seguido “do castro [de Rairíz] de a Veiga” (Ourense), el lugar donde fue hallada el ara con la inscripción de este dios, de Veigebreaegus. Es probablemente el caso de “El que ata [Bandua] de Lanobrica “la ciudad fortificada de [San Cibrán] de Lás” Bandua Lanobricae apareciendo un altar o ara con esta inscripción a 1 Km. del mencionado oppidum o citania (29); y lo sería también de “El que ata” de Longobriga, hoy lugar de Longroiva, Meda (Beira Alta, Distrito de A Guarda, Portugal) Bandua [L]oncobric[a], sin duda alguna de conservarse completa la inscripción aparecida en ese lugar (30), etc.
Señala Juan Carlos OLIVARES PEDREÑO la hesitación entre los que sostenemos como LAMBRECHTS que la religión Celta “partía de una divinidad o tríada divina con múltiples atribuciones de carácter general que al contacto con el politeísmo romano se habría descompuesto en diversas divinidades con una funcionalidad más concreta y definida” (31), o como HATT quien siguiendo a LAMBRECHTS mantenía en cambio que la preexistencia de “divinidades plurifuncionales de contornos poco definidos” se habría producido épocas anteriores a la conquista romana de la Galia (32).
Aunque un budista, o un hinduista no lo tengan por que saber, los cristianos católicos reconocemos inmediatamente que Divina Pastora, Inmaculada Concepción, Ascensión, Asunción son apelativos (33), o son atributos de la Virgen María y no son cuatro divinidades adscritas a cuatro determinadas funciones. Los católicos sabemos, y por eso se los ponemos –o se los poníamos antes de que sobreviniera el prodigio vanessizador - a nuestras hijas, que los anteriormente mencionados ginepónimos proceden de estos atributos o categorías divinas de Nuestra Señora, pero no se puede saber fuera del sistema. [F 102 foto de un bronce. Dea Artionis Artio es epíteto intesificativo del carácter real de la Diosa].
Por la misma razón un cristiano ignora si responden o no al fenómeno aludido “Boand” (34) el Río Boine “siempre lleno” según una etimología popular de los Métricos Dinsenchas (35) aunque en realidad el lingüista piensa o sabe que proviene de ie. Bó Vinda “la vaca blanca; Tailtiu, “Tierra”; Artionis la “de los Osos” de los Helvetios y de los Galos”, Brigantia “la fortificada ciudad”, Arduínna, “la Alta o Elevada”, la hispana Ataecina Turobrigense “La Noche” de Turóbriga o las Matres Gesahenae y Gavadiae referidas por sendos topónimos germanos (Rödingen). [F 103 foto de la pintura prerrafaelista “la Luz del Mundo”]
Un cristiano, en principio, no podría saber si las arriba mencionadas categorías divinas, responden a una única o a varias diferenciadas divinidades paganas, pero no vacilaría al aseverar que los mencionados Fátima, Lourdes, Chamorro, son todos ellos antropónimos marianos, referidos a una común Virgen María, tomados de los lugares donde se erigen sendas basílicas y una ermita. Un católico sabe que Dulce Nombre, Dolores y Soledad son antropónimos intencionadamente tomados de marianos epítetos temáticos pero podría no saberlo un budista o un chaman ignorando la práctica y los usos de la religión católica. Fuera de la religión Celta no tiene por que comprenderse que los topónimos Araugelensis, Veigebraecus, Isibraegus, y Etobrigo podrían responder, y seguramente respondan, al fenómeno reseñado en la 'toponimia mariana'.
Cuando hablamos de la Virgen de Chamorro (36), tomando en la Tierra de Trasancos su nombre de un dominante monte llamado Chamorro (Serantes, Ferrol), algunos pueden saber que posiblemente significando “Monte Pelado” el topónimo aludiría a una heredad calva o rocosa, donde erigieron en la Edad Media sobre un grupo de enormes rocas graníticas un santuario Mariano, a un lugar donde el Lunes de Pascua la Tierra de Trasancos celebra una concurrida romería; otros sabrán que una de las grandes piedras sobre las que se asienta ese santuario, decorada profusamente con insculturas de círculos concéntricos y con cazoletas, los motivos más antiguos de los petroglifos gallegos, fue probablemente una “mesa de ofrendas” o un outeiro, “altar,” del Neolítico final. Conociendo todos muy bien el marco cultural en el que se encuadra el santuario de esta patrona ferrolana de los marineros, a nadie se le ocurriría echar mano del análisis etimológico para considerar a la Virgen de Chamorro una divinidad propia de las “cabezas rapadas” o skin heads (37)..
Por la misma razón la venerada Virxe da Renda de Combarro, Poio (Pontevedra), en un santuario similar no es, una divinidad femenina encargada de cobrar los impuestos. La observancia de nuestra fe no circunscribe, pese a la adjetivada recomendación, en una pastoril “tercera función” al Buen Pastor, al Cordero de Dios, y a la Divina Pastora, pero no nos queda ningún pagano que nos pueda decir si Bó Vinda “vaca blanca” sería o no encuadrable en el redil de la llamada “tercera función” [foto con varias imágenes realizadas para la tesis de licenciatura de Pena Graña leida en 2001 y depositada para pública consulta – tesina convertida por nuestro loco ‘trasniño sumicio’ Mobbing’neng en 2002 en una deconstructiva TAPA, - lleva el pie: Os Lares Viales, axentes psychopompos moi populares en Galicia, responden a interpretatio celta, callaico-latina dos animais que aparecen representados no caldeiro de Gundestrup: o can, o galo, a serpe… có cristianismo o can foi asimilado a San Roque, sinalando o seu hábito de peregrino ainda hoxe o antigo carácter pelegrin do Lar Vial].
Un cristiano ‘de a pié’ sabe que hablamos de Jesucristo Nuestro Señor, y no de cinco divinidades distintas, cuando decimos Luz del Mundo, Cristo Rey, Verbo Divino [kai eis en prosopon kai mian hipostasin tou theou Logou tón dio autou anagomenon fiseon], Santísimo Sacramento o Sagrado Corazón de Jesús (38), y que el Padre y el Hijo con el Espíritu Santo, son tres personas distintas de un único dios (39), etc. pero no tenemos por que echar de ver que respondiendo a un similar principio el burbujeante Bormanus, el distribuidor Nuada, el atador Bandua, el atronador Taranis, el luminoso Lugh, el buen dios Dagda, el “prise rapide” Dianchet; pudieran no ser siete dioses, sino siete epítetos temáticos, o, aún, siete distintas personas o personalidades apuestas a un mismo dios.
Veremos como la religión Celta articulándose a través de epítetos temáticos expresa elevados conceptos teológicos, santos y divinos misterios, no funcionarialmente o trifuncionalmente, a la manera de los estructurados panteones grecorromanos, ora adjetivando ciertas propiedades como las de las aguas termales Bormanus “burbujeante”, etc., ora resaltando aspectos fundamentales la divinidad, así Maponus “el jovencito”, Toutioríx “el Rey de la Tribu”, Rhiannon “gran Reina”, Moritasgus “venido por el mar”, ora localizando solares o claras virtudes y categorías divinas Grannos “el Granate” Bellenos “el brillante”, ora psychopompos aspectos propios de lugares de peregrinación y de santuarios como San Andrés de Teixido o el monte de Donón, etc., Setanta “Caminante”, Ogmios “el del Camino”, Viverobrego posiblemente “El de elevada fortaleza”, de modo comparable al cristianismo, en un coherente dogmático y teológico corpus o sistema doctrinal.
CÉSAR, ilustrando, por primera vez la interpretatio romana que se extendería luego a la plástica asimiló al suyo propio el panteón celta de la Galia dándole su equivalente romano a cada dios galo [F105 foto El fúnebre, decadente y solsticial Mercurio Celta con su paredros, Rosmertha sosteniendo la serpiente con cuernos de cordero (Pb. agnus ex corruptio linguae Agni “fuego del Sol”) anunciando el retorno de la luz].
“El dios de más culto es el Mercurio; de este dios son las imágenes que abundan más; lo consideran como inventor de todas las artes; este es para ellos el guía de rutas y caminos, al que consideran que tiene el máximo poder para ganar dinero y proteger el comercio. Después de el adoran a Apolo, Marte, Júpiter y Minerva. Sobre estos dioses tienen casi la misma opinión que los demás pueblos: que Apolo cura las enfermedades; que Minerva inicia en los trabajos manuales; que Júpiter es el soberano de los dioses y que Marte preside las guerras. La mayoría de las veces, cuando han decidido librar una batalla, le ofrecen el botín que capturen; cuando han vencido, le sacrifican los animales capturados y lo demás lo depositan en un solo lugar” (40). [Diciendo a continuación que los Druidas les enseñaban a los galos su origen divino, tal vez una creencia platónica de los celtas en el origen divino del alma] “Todos los galos dicen ser descendientes de Dispater y afirman que esto se les ha ido transmitiendo por los Druidas” (41).
Mucho más compleja que la cristiana, aunque probablemente de trasfondo análogo, en el seno de la religión Celta, creemos que conociéndose siempre, como ya hemos visto en otro lugar, por sus epítetos temáticos Oll Atair, Dagda, o por los nombres alusivos a los montes que le sirven de morada, topónimos, como Larouco, Ládicus, Candamo, etc. en España, Poeninus, en los altos pasos alpinos de la Galia y Brixianus en Brescia, Uxellinus en Austria (42) o, como aún hacemos hoy recibiendo el nombre del lugar en que se les venera y se le han erigido o dedicado santuarios (43), existe una trinidad celta presidida por el montaraz y tempestuoso Dios Padre indoeuropeo, del trueno, del rayo del fulgor y de la tormenta.[F106 foto de IuppiterTaranis con este pie La Rueda del Dios Celta representa al Sol. La Rueda Solar uno de los signos más antiguos de la Humanidad, muchas iglesias románicas gallegas representan en lo alto de su fachada principal el monograma solar, escogido por los primeros cristianos como crismón aparentemente por contener la i “iota” y la “ji” X iniciales de Ihesu Christo,]
Para LAMBRECHTS : ‘L’uniteé multiple du grand dieu gaulois nous paraît être le phénomène primordial. Ce ne sont pas de nombreuses petites divinités locales qui se sont confondues en des dieux panthées à l’époque romaine, mais c’est un grand dieu celtique assez indéfini et impersonnel qui, par le contac avec le monde gréco-romain, s’est dissous en de nombreuses divinités à la nature spécialisée. Tel est le résultat qui semble découler de nos recherches’(44).
Taranus, Júpiter/Taranis el viejo dios indoeuropeo del rayo y del fulgor (45) aparece en la interpretatio celto-romana como Iupiter Taraunucus mencionado según Jan DE VRIES, entre otras, en una inscripción de Scardona en Dalmacia (46), como I.O.M.Tanaro (47) en una inscripción del 168 d.C. proveniente de Chester, y como Taraunucus en dos inscripciones de Godranstein (48), cerca de Landau, y de Böckingen (49), junto a Heilbronn, ambas en Alemania, por citar solo algunas.
Las opiniones aclaratorias al texto de Lucano (50), transmitidas por sus copistas en las glosas o Commenta Bernensia (S. IV) sobre esta divinidad causaron cierta perplejidad a Jan DE VRIES (51):
“Merurio en lengua gala se denomina Teutates, y es honrado por ellos con sangre humana. Los galos aplacan así a Teutates Mercurio: colocan a un hombre boca abajo e introducen su cabeza en un recipiente para ahogarlo. Esus Marte es aplacado de este modo: cuelgan a un hombre de un árbol hasta que se desangra. A Taranis Dis Pater le sacrifican quemando hombres en una hoguera.
Distintas versiones se encuentran en otros autores. Teutates Marte es aplacado con sangre horrible, bien porque los combates se hacen bajo la protección de este dios, o bien porque los Galos acostumbran a sacrificar hombres tanto a él como a otros dioses. Creen que Esus es Mercurio, en tanto que es adorado por los comerciantes Creen que Taranis Júpiter es a la vez el más grande de los dioses celestes y el que preside las guerras. Antes era habitualmente aplacado con cabezas humanas, pero actualmente se contenta con ganado” (52).
MAC CANA (1983, 24-44) considera a Taranis y al romano Júpiter como dioses atmosféricos. Para Jan DE VRIES (53) “la racine est *taran 'tonnerre'; cf. airl. Torann, kymr., y brit. Taran”la asociación con Júpiter de este nombre no ofrecería dudas. Por su parte H. D´ARBOIS (observa el ‘fomoriano’ carácter de este dios que él contrapone a los Thuata De Danann, “los dioses de la vida, del día y del sol” al incluir al tonante en el grupo de los “dioses de la muerte, de la noche y de la tormenta” (54) [F 107 foto de un dibujo de Eva Merlán dirigida por Pena Graña intitulado A celebración dos maios no castro de Vilasuso. Se ve una procesión con coca o tarasca, arbol de maio, y padres e hijos ‘alumeando o pan” en los campos o leiras].
Miranda GREEN (55) hace lo propio por su lado, atribuyendo al resultado de la interacción entre lo Celta y lo Romano la emergencia en la plástica de ‘a hybrid sky-god’, señalando para este “ dios del cielo híbrido” Jupiter-Taranis celto-romano dos principales tipos de iconografía en la primera “puede - aunque en la iconografía clásica Júpiter nunca aparezca como una divinidad solar- ser representado como un dios del sol con su Celta rueda solar”, mientras que la segunda principal representación iconográfica de esta divinidad “muestra al dios como un vencedor sobre el demonio […] Triunfando sobre lo negativo, las fuerzas ctónicas”. - usualmente un anguípedo, un monstruo tricéfalo, una serpiente o un dragón, que representa las fuerzas diabólicas del invierno, el frío, la noche el pecado y la muerte (56).
El nexo entre ambos grupos iconográficos, según lo piensa Miranda GREEN, vendría representado por la rueda solar habitualmente relacionada con el pujante aspecto del conquistador dios del cielo (57). Por nuestra parte antes de verlo (PENA GRAÑA 1991) en un texto de Prisciliano (ex Orosio) que pasaremos a analizar a continuación, penosamente reducido ahora, aunque desempeñando todavía su principesco papel, a un sexual acosador de mujeres [Conectado a la popular canción infantil gallega, donde el hecho de que llueva y haga sol se vincula a la reaparición del demoníaco acosador pinchando con los alfileres que transporta en una caja el trasero de las despavoridas damas.(Pena Graña 1991)] y aún, para deleite de nuestro lingüista, en un demonio húmedo, diremos que es perfectamente conocida la existencia en la antigua Gallaecia, recibiendo los epítetos de sus elevadas cumbres Ladico, Candamio, Anderiu de este dios soberano del rayo y del fulgor asimilado a Iuppiter, hijo de Saturno y Rea, homólogo de la divinidad etrusca Tinia, dios de la Luz y de los meteoros.
El Júpiter Galaico Romano que hace más de una década asociamos al epíteto irlandés Dagdae, “Padre de todas las cosas” “Oll-Athair” y a Nuado, mejor que Nuada, etimológicamente prob. “que coge o alcanza con esfuerzo” de pertenecer su nombre a la raíz *Neu-d (58) “sujetar”, “alcanzar”, “coger con esfuerzo” quizás habiendo perdido un brazo (59), repuesto luego por una prótesis de plata Airgetlam “Brazo de Plata” (60), tiene una compañera, una radiante virgen de la luz y de los meteoros, de inmaculado aspecto claro (61) similar a la arcaica divinidad indoeuropea Iuno Lucina, llamada probablemente en el mundo celta Brigantia (62) de quien tomaría posiblemente el nombre nuestra comarca de Bergantiños.
Fue en el pasado pagano la pareja gala compuesta de Succellus “El buen Golpeador” y Nantosuelta literalmente “sinuoso torrente” representada él con un bastón rematado en un martillo, ella con una casa en lo alto de su bastón (63), a menudo en los relieves y monumentos galo-romanos como los de los mediomatricios (Metz, Francia) compartiendo la corona y la diadema (64), aún con las ollae o calderos (Doubs, Besançon entre los sequanos) (65, expresivos de la briugaid atlántica y con sombríos elementos psychopompos como el cuervo, la manzana, cesta de frutas o el perro propios de otros epítetos como Rosmertha y Ataecina. [F 108 ilustración con este pie de página “El buen Golpeador” y Nantosuelta., Succellus (Sarrebourg Metx, aparece con su martillo y Nantosuelta con las puertas de la casa de Hades].
Es posible que el clero celta -como lo hace ocasionalmente también el clero cristiano y muchas otras religiones- respondiendo a las exigencias de las diferentes personalidades o aspectos de lo que creemos podría constituir la concepción teísta trinitaria de una única y polifuncional pareja divina, acostumbrase a no nombrar directamente a esta pareja, ora por motivaciones dogmáticas, (por ejemplo no tomar en vano el nombre de Dios) ora por resultar ello para quienes tenían una dilatada formación en los misterios de la Fe (66), teológicamente irrelevante, y que para referirse a la presumiblemente divina y trinitaria pareja en determinados aspectos o funciones, la jerarquizada iglesia Celta, como lo hacen en el seno del Cristianismo los teólogos de la curia católica, hubiera desarrollado toda esa serie interminable de epítetos, categorías y aún de topónimos formalmente distantes y solo aparentemente distintas
La divina pareja formada por la luminosa virgen y por el chorreante atronador, que habría dejado entre los Trasanci o Trasancos (trebónimo posiblemente tomado a comienzos de la dominación romana, por la treba -tal vez Artabri >Tartares-, de los antiguos Ártabros pues Trasancus, como el posible Lapatius del que a su vez tomó su nombre, cambiando para ello el que tenía antes, la treba de los Lapatiancos), sería un antropónimo su huella en el monte Esperón (Sedes), uno de los tres montes (67) de la Tierra de Trasancos en cuyo interior, una gigantesca cueva sostenida por una trabe de oro, se genera para el imaginario popular constantemente el enorme caudal de un río subterráneo.
El Monte Esperón (68), Sedes, Narón, (A Coruña) toma su nombre de su peculiar modelado, viendo Monteagudo que posiblemente deba su nombre a su forma de espolón (de ie. *Spaura, espuela, al. Sporn), de pata de ave. El legendario río subterráneo del Esperón “gardando o tesouro de sete imperios” desembocaría según la tradición en el fondo del mar cerca de Pantín. [lustración F 109, f 110 dos dibujos con Leyendas de Mouros gallegos vistas por la ilustradora Eva MERLÁN BOLLAÍN]
A media ladera, en la falda del Monte Esperón, se encuentra la Fonte de A Moura, un manantial de aguas con propiedades anticonceptivas (69) y a menos de 1K, de ese monte hay un lugar, otrora una arboleda, conocido en Narón como “O 13”, donde desde tiempo inmemorial cada 13 de diciembre, día de Santa Lucía, se viene celebrando la feria más importante de la Tierra de Trasancos. El campo donde tiene lugar esa antigua feria se encuentra presidido por una capilla bajo la advocación de la mencionada santa de la que se dice un refrán que los Carmina Gadelica aponen a Bride o Brigantia: “por Santa Lucía amingoa a noite e acrece o día”. Para Fernando ALONSO ROMERO –amable comunicación personal- “ese refrán tiene sentido si tenemos en cuenta que es anterior a la reforma del calendario que hizo el papa Gregorio XIII con la bula “Inter gravissima” el 24 de Febrero de 1582, con la cual se suprimieron 10 días del calendario para corregir el desfase que llevaba el calendario Juliano. De manera que ese 13 de diciembre coincide en realidad con el 23 de diciembre, fecha efectivamente en la que ya crecen los días”. Una santa del siglo IV cuyo culto se extendió en el siglo VI, toma el lugar de una divinidad celta que nace, como Cristo, rejuvenecida, en el solsticio invernal, seguramente Brigantia, de la que tomaría su nombre la Terra de Bergantiños, y en el presente cristiano santa Brígida de Irlanda o de Kildare, Santa Bride de Escocia, asociada a la virgen María “Mary of the Gael” y a la trinidad (70), implorada como “radiant flame”, reina del fuego, simbolizando el calor del sol (71), invocada aún hoy diariamente en las Higlands en el centro de la casa , la “lareira”, donde se enciende el fuego del hogar. Es la Berg o Bergusia de la Galia, la esplendente doncella celta, madre y también reina fo cheabhar agus fo chuan “entre el cielo y la tierra” que preside el nacimiento de nuestras primaveras, el arte y la belleza, y de dudarse su polifuncionalidad desempeña también su brillante papel en la denominada “tercera función” protegiendo los cultivos (72).
En una ocasión, como iniciación al grado de escolástico dumeziliano, mea culpa, me aproximé a la convencionalmente llamada “primera función” teóricamente representada por la soberanía partiendo, fue, seguramente, la primera vez que se hizo en España, aunque luego nos siguieron en silencio, de dos canciones infantiles, constando también paralelos en Portugal, una muy popular en Galicia, procede de la Tierra de Trasancos, la otra es probablemente la más conocida y tradicional canción infantil de España (73).
Tanto la canción gallega: “cando chove e máis fai sol vai o demo para Ferrol, pinchando o cu das mulleres cunha caixa de alfinetes” (75).
Como su equivalente castellana: “¡Qué llueva! ¡Qué llueva!/La Virgen de la Cueva/Los pajaritos cantan/Las nubes se levantan/ ¡Que sí! ¡Que no! ¡Que caiga un chaparrón! […]” (76).
Al igual que los cuentos y las viejas historias de la niñez, profundamente grabadas en nuestra párvula memoria, las canciones infantiles, nunca se olvidan. Pero no estuvieron siempre en manos de los niños. Hablándose de reedificar con “estacas y huesos” el Puente de Londres ¿escondería la inocente canción infantil un horrible recuerdo del pasado? (77).
“London bridge is falling down, falling down, build it up with stiks and bones, my Fair Lady” El puente de Londres se está cayendo, reedifíquelo con estacas y huesos mi bella señora”
El sentido una pueril canción popular inglesa ha puesto a algunos etnógrafos británicos tras la pista de posibles sacrificios indoeuropeos con víctimas humanas, tal vez realizados para conferir solidez, enterrando bajo los cimientos a los ejecutados, a las edificaciones (78) [(78) Con este fin aún en nuestros días bajo grandes construcciones de hormigón, en ciertos lugares de África subsahariana (Preston BLIER 1987) y de América supuestamente jóvenes víctimas desaparecerían, en sacrificios fundacionales, incluso en las ciudades. Los cananeos alzaban sobre victimas humanas sus torres defensivas]. Iuppiter Elicius es el hacedor de la lluvia equivalente a Zeus Náƒios, raíz *snau (79), el fluyente, el chorreante que L. MONTEAGUDO GARCÍA (80) habría relacionado con la categoría divina Nabia. Este dios es el soberano del mundo y preside la asamblea divina, correspondiéndole la defensa y sostén del estado, al impedir con su poder Iuppiter Status la entrada en el país del ejército enemigo.
Junto a él se encuentra una gran deidad itálica e indoeuropea originariamente de la luz, de la mujer grávida y de la unión legítima, Iuno, correspondiente con la Uni etrusca tanto en la función de esposa como en su aspecto radiante, personificando también Iuno Lucina o Lucetia con su templo en el Cispio (81), la luz del cielo.
Era Juno también una diosa de la fecundidad lo que la hizo muy popular entre los pueblos de Italia, Iuno Caprotina. El folklore que rodea a la fuente en la falda del Esperón, aunque representa un aspecto negativo de la fecundidad, de la que hablamos más abajo, hay que ponerla en relación con esta diosa, así como la gran feria del 13 de diciembre de Sedes, estrictamente ligada a la luz y al solsticio de invierno.
El quid para deducir el significado teológico de las mencionadas coplillas infantiles de la Península Ibérica se encontraría en el Commonitorio de Paulo Orosio concretamente en una posible carta de Prisciliano que cita Orosio.
El Commonitorio nos muestra la situación religiosa de Galicia en las primeras décadas del siglo V, Es bien sabido que el éxito, expansión y pervivencia del priscilianismo entre los campesinos está estrechamente relacionado con la habilidad sincrética del obispo gallego de Ávila, su capacidad de integrar armónicamente el cristianismo y la vieja religión de la Gallaecia, algo alterada ya en el bajo imperio por la influencia de la romanización, pero seguramente sólo superficialmente. En este contexto, la carta de Prisciliano que OROSIO inserta en el Commonitorio tiene un valor excepcional porque nos muestra este proceso y a su vez nos permite entender el sentido de las canciones infantiles relacionadas con la lluvia con las que comenzamos. Paulo OROSIO, el célebre historiógrafo gallego, en una carta a San Agustín nos expresa los términos precisos de esta integración poco tiempo después de que se produjese, dice que Prisciliano enseñaba que:
El alma que fue nacida de Dios, salía de cierto depósito (promptuario) después de prometer ante Dios que ella lucharía, incitada por las instrucciones de los ángeles: a partir de aquí descendiente por ciertos círculos es capturada por los príncipes malignos.[Los grandes pensadores de la antigüedad clásica deben mucho al antiguo acervo cultural indoeuropeo. Viejas historias escuchadas ante el fuego a las mujeres de la casa y a los siervos domésticos se grababan en el subconsciente de un niño. Cuando Platón habla de que tras su caída del Cielo, las almas son prisioneras de un cuerpo y olvidan su vida anterior, da forma a una vieja, arcaica y común creencia indoeuropea que desde Oriente vuelve a Grecia, Platón recoge una vieja creencia común] […] y según la voluntad del príncipe victorioso es introducida en diferentes cuerpos, y a cada uno de estos les asigna un documento de registro (chirographum), donde aseguraba que la materia prevalecía. Afirmaba que este documento lo había deshecho Cristo y clavado en la Cruz por su pasión, tal y como Prisciliano dice en una de sus cartas. He aquí la primera sabiduría: Que se entiendan las naturalezas de las virtudes divinas en los distintos tipos de almas, y la disposición de los cuerpos. En ella se ve que el Cielo está ligado a la tierra, y parece que todos los principados del siglo se ven obligados a superar las disposiciones de los santos. Pues en primer lugar está el círculo de Dios con el documento de propiedad divina de las almas que se mandarán a la carne que fabricada por el consenso de los ángeles de Dios y de todas las almas guardan los patriarcas quienes al contrario se encargan de la milicia personal, y dice Prisciliano otras cosas. Narra también que: son miembros del alma los nombres de los patriarcas porque Rubén está en la cabeza, Judá en el pecho, Leví en el corazón, Benjamín en las piernas [este esquema aparece reproducido sin ningún cambio en el célebre mapa de Colón y en casi todos los libros actuales de astrología] […] y así sucesivamente. Al contrario, en los miembros del cuerpo están dispuestos los signos del cielo, esto es: Aries en la cabeza, Tauro en la cerviz, Géminis en los brazos, Cáncer en el pecho, etc. [Ahora (pensamos, a pesar de la opinión de Chadwick) aparecerá el Dios castreño de la primera función el viejo dios asociado por los galaico-romanos a Iupiter y su esposa. La vieja pareja sobrevive en el cristianismo, son aceptados, siguen manteniendo sus funciones celestes: ella de fertilidad, él dador de lluvia y de señor de la tormenta; pero Iuppiter está asociado ahora al mundo del cuerpo carnal lo que parece tener un matiz negativo mientras Cristo ocupa el círculo más alto donde están las almas, y tras hacer una referencia a la predestinación] […] (Prisciliano) quiere: que se entienda que las tinieblas son eternas y de ellas salió el príncipe del mundo. Y esto mismo se confirma en un libro que se titula Memoria dos apóstolos, cuando parece que el Salvador fue interrogado en secreto por sus discípulos, muestra luego que de la parábola evangélica salió el sembrador a sembrar la simiente (Mat. XIII, 23) no fuese bueno el sembrador afirmando: no fue bueno el sembrador porque si fuese bueno no sería negligente y no tiraría la simiente al lado del camino, ni en pedregoso ni en sitio inculto. […] [Continúa] Quiere que se entienda con esto que el sembrador esparció las almas capturadas como le pareció. Se dicen además en este libro muchas cosas del príncipe de la humedad y del príncipe del fuego, quiere que se comprenda que todo lo bueno que se hace en el mundo se hace por arte y no por la potencia de Dios. Dice pues que es una virgen cierta luz (la diosa de la primera función, asociada al monte que equivale en romana a Iuno), a la que Dios, queriendo dar la lluvia a los hombres muestra al príncipe de la humedad quien al querer subir para cogerla, cansado suda y hace la lluvia. Y al ser rechazado por ésta con sus bramidos produce el trueno.
[La pareja femenina de este dios asociado a Júpiter por los indígenas quizás fuese la “excelente virgen y ninfa de los danigos Nabia Corona” que aparece junto a Júpiter en la inscripción de una tarifa de sacrificio en Marecos (Portugal), su nombre está relacionado con la raíz *Snav (fuyente, chorreante)]. Por este texto quizá podamos relacionar este dios de la Gallaecia de la primera función con el celta Nuado a su raíz *Neu-d tiene, como ya dijimos, el significado de alcanzar con esfuerzo. De todos modos creemos que sirve para probar la existencia de un cristianismo muy particular en Galicia, celta, donde dos religiones conviven por adicción introduciéndose el cristianismo en la hebra preexistente, y nos induce a pensar también que se construye sobre una estructura religiosa preexistente que llegará hasta la Edad Media sin grandes cambios y reconocible en las diócesis luego arciprestazgos que se corresponden exactamente con el espacio territorial de las civitates/populi y perviven largo tiempo (82).
Dice pues (Prisciliano) que es una virgen cierta luz (la diosa de la primera función, asociada al monte que equivale en romana a Iuno), a la que Dios, queriendo dar la lluvia a los hombres muestra al príncipe de la humedad quien al querer subir para cogerla, cansado suda y hace la lluvia. Y al ser rechazado por ésta con sus bramidos produce el trueno.
En nuestras canciones infantiles previsiblemente una radiante virgen podría ser acosada de modo ostensible por Taranis el “Atronador” un aspecto o epíteto del celto-romano, mostrando como en Galicia sobreviven con inusitada intensidad buena parte de las tradiciones de un remoto pasado, permeables al análisis de la Mitología Comparada, prácticas religiosas y creencias indoeuropeas de la protohistoria posiblemente celtas, protegidas por la tenue epidermis cristiana, como lo que denomina Mircea Eliade “un fósil viviente”. No sería disparatado asegurar que en el seno de una milenaria estabilidad organizativa, buena parte de esa estructura interna de la treba reflejada en la religión Celta, en su sociedad, en muchos de los mitos, y aún en la mayoría de los usos jurisdiccionales o económicos, habría sido acaso fielmente conservada integrándose o acomodándose de algún modo en un presente cristiano.
EN EL CIELO COMO EN LA TIERRA [f111 foto del calendario de Coligny]
Harto conocido es que dividiendo al menos en dos periodos el año solar, los celtas distiguían en él una época clara, la luz, el verano el primero de mayo o Beltane y una época obscura, el invierno, Samhain el primero de noviembre, división que se mantuvo largo tiempo como han señalado numerosos autores (83) y como por succesio acontecía todavía en la Europa de la Edad Media (LE GOF) y de la Edad Moderna (GONZALO CORREAS). Un completo estudio deste tema pode verse en GONZALEZ REBOREDO et alii (84). Pagani son los habitantes de un pagus, de una aldea los campesinos conservadores y supersticiosos por naturaleza. Conservadores porque se apegan mucho a las viejas tradiciones pensadas por un mundo aferrado a la vieja reja del arado y a sus viejos y entrañables usos esencialmente agrícola “la fiesta de la lactación de las ovejas” “el Magosto o asado de las castañas”, a las costumbres creadas funcionalmente y transmitidas con la propiedad de la tierra a lo largo de cientos sino miles de años, etc., y supersticiosos porque ajenos a los vaivenes de las ciudades adaptan mal o usan indebidamente las diferentes formas y usos religiosos importados y reglamentados por la religión oficial, ora del imperio romano, ora de los reinos y de los reyes, ora de los filósofos. Para un cristiano urbano de la antigüedad tardía, y S. Martiño de Dumio en De correctione rusticorum lo muestra muy bien, los Pagani representarían la resistencia a la iluminación por la Fe, aldeanos condenados por ignorancia y tozudez a la pérdida de su alma, rozando las tinieblas y la perdición obstinados en unas prácticas inspiradas por el demonio, o supersticiosas, que vienen a ser lo mismo. Cuando estudiamos todo tipo de fuentes ora textuales, historiográficas y epígráficas, ora artísticas, diversas representaciones de las divinidades, para aproximarnos a la “castreña” religión de la Europa Atlántica de la Edad del Hierro, no hay que olvidar esto, poniendo todo ese material en relación con la etnografía comparada.
Es específicamente celta la cuatripartita división del año en periodos inaugurados con grandes solemnidades o Ferias de noventa días. Noventa días son los que separan la víspera de Todos los Santos, la mayor fiesta celta, Samhain, festividad del “año nuevo”, celebrada el primero de noviembre de la Candelaria, el Imbolc o fiesta de la lactación de las ovejas celebrada el primer día de Febrero; noventa días separan la Candelaria de la segunda mayor fiesta del año celta Celebrada el 1º de Mayo: la Beltené; y noventa días separan a esta fiesta del fuego del 1º de Mayo de la gran fiesta de la comida y la hartura, la Lugnasad el 1º de Agosto, trasladada en virtud de la reforma del calendario gregoriano en España al día 15 del mes, y celebrada en Galicia en infinitas romerías donde asume la comensalía un importante papel. Estos periodos de noventa días no coinciden con los equinoccios o con los solsticios pero sí con la percepción física de la naturaleza, la llegada (1º de mayo) o partida (1º de noviembre) del ganado a las brañas, o con la percepción física del año (85) como la aparición de la leche en las ovejas y la inauguración de la temporada de pesca (1 de febrero) o de la fructificación de la tierra (1 de Agosto). [F 114 foto de un impresionante círculo lítico o causo uetero (Calcolítico asociado a grandes cistas) en las brañas y turberas de O Xistral (Lugo) similar a los de Dartmoor].
El año nuevo celta comenzaba no en el 21 marzo como en Roma (86), sino, marcando el primer día del invierno en el Samhaín “Final del Verano” (en gaélico escocés Samhuinn y en galés Nos Calan Gaeaf “Víspera de la Calenda de Invierno”) llamándose Fiesta de Todos los Santos “Hallowmas” con la llegada del Cristianismo por lo que la noche anterior se llamó la Víspera de Todos los Santos en ingles “All Hallows eve” o “Halloween” o “Hollantide”, mientras que el día 2º de noviembre o Día de Difuntos, se consagró al culto de las almas benditas del purgatorio, en Irlanda se celebraba la fiesta principal del calendario en Tara, lugar donde estaba el trono del Alto Rey y centro sagrado de la tierra. Apagándose ritualmente todos los fuegos del Irlanda, se esperaba a que los druidas lo encendieran en el outeiro sagrado de Tlagchtga situado doce millas al noroeste de Tara considerado el lugar de enterramiento de la hija del gran druida Mogh Ruith, Tlachtga.
[F115 ilustración tomada de Patrice Brun mostrando el área cultural Atlántica]
En el Área Cultural Atlántica, como se puede ver en la ilustración, coloreada por nosotros, de Patrice BRUN, conformada por acumulación y por contacto mutuo, posiblemente desde el Neolítico se dividía, y de alguna forma aún se divide, el año no por los solsticios sino por el comienzo del verano el primero de mayo (87) y por el comienzo del invierno el primero de noviembre, con dos subperiodos de 3 meses lunares o 90 días, el primero de estos subperiodos el 1º de febrero, día de la Candelaria, de la lactación de las ovejas “cando casan os paxariños”. Es también como ya apuntamos el día de Santa Brígida de Irlanda, la implorada como “radiant flame”, reina del fuego, simbolizando el calor del sol, aún hoy, diariamente en las Higlands en la lareira “el centro de la casa donde se enciende el fuego del hogar,” Santa Bride de Escocia, asociada a la virgen María “Mary of the Gael” y a la Trinidad correspondiente con la Berg o Bergusia de la Galia.
Esta politécnica esplendente doncella celta, madre y también reina fo cheabhar agus fo chuan “entre el cielo y la tierra” preside el nacimiento de nuestras primaveras, el arte y la belleza, y ejercita también su brillante papel en la denominada “tercera función” de Dumézil, protegiendo los cultivos (88) Es -aún compartiendo con la corona y la diadema (89) [(89) Grünwinkel, cerca de Oberseebach en el museo de Karlsruhe; ESPÉRANDIEU, volúmen alemán, nº 352, in GREEN “The divine marriage” Symbol and Image in Celtic Religious Art, 1989 p. 47-61)], las ollae o calderos (Doubs, Besançon entre los sequanos) (90).expresivos de la briugaid atlántica -y aún psychopompos sombríos elementos (recordando que también se le podría llamar Rosmertha o Ataecina) como el cuervo, la manzana, cesta de frutas o el perro- probablemente la pareja gala compuesta de Succellus “El buen Gopeador” y Nantosuelta lit. “Sinuoso torrente” representada a menudo en los relieves y monumentos galo-romanos como los de los mediomatricios (Metz) con un bastón él, rematado en un martillo, con una casa ella coronando su bastón (91). El segundo subperiodo se celebraba el 1º de agosto o Lugnasad, correspondiente con nuestra “Santa María de agosto”, solemnidad desplazada con la reforma juliana del calendario, a mediados del mes. (F 116 Triptico de Isenheim de Matías Grunevald, ca. 1510 lleva este pie: A él le conviene crecer pero a mí disminuir Convertido en añal Agni el bendito Sol (dying god y rising god) representado en el cristianismo por un doblete de Cristo y San Juan . El grial simboliza la muerte del gannus sol crepuscular).
Pero la concurrencia de las célebres hogueras de San Juan, la más popular entre todas las fiestas del fuego que se celebran en la cuarta parte del Globo Terráqueo con el solsticio de verano implica que de algún modo, los pueblos de Europa, y también los celtas regulaban igualmente su calendario por la observación del Sol. Como fija coincidiendo con la luna nueva hoy la entrada de la cuaresma que duraba un mes y medio lunar el clero cristiano, fiesta en la que se pagaban los impuestos a los señores y los diezmos a la iglesia en el mudo indoeuropeo, tal y como hemos dicho correspondía a los clérigos, y los calendarios celtas de Coligny y de Collique confirman este aserto, armonizar la conjunción de los meses lunares del calendario agropecuario con los solsticios y los equinoccios del años solar. (F 117 Antiguo grabado de Stonehenge]
Pese a la tintura cristiana del día de San Juan, la Mitología Comparada, ha establecido la relación del paráclito con Jano, y aún que el origen de esta celebración remontándose a un tiempo muy remoto, nos permite imaginar a los primeros pueblos europeos Atlánticos sedentarios, a nuestros ancestros, continuamente pendientes de las luminarias celestes, de la luna que regía el paso de los meses y de las semanas, sirviendo para ajustar el Calendario. Para Fernando ALONSO ROMERO, habría dado DIODORO cuenta del más antiguo de estos ajustes anotando que en una isla del norte, posiblemente en Stonehenge, había un templo redondo dedicado a Apolo. Dice DIODORO que en este templo se observaba el curso de la luna y […] [menciona] el ciclo lunar de 19 años, puesto que la luna tarda 19 años en volver a aparecer por el mismo lugar":
También se dice que el dios Apolo visita la isla cada 19 años, período de tiempo en el que las constelaciones de los astros hacen una revolución completa; por eso el período de 19 años es llamado por los griegos “el año de Metón”. Con motivo de esta aparición el dios toca la cítara y danza sin interrupción durante la noche desde el equinoccio de primavera hasta la salida de las Pléyades, congratulándose de sus propios éxitos. (DIODORO DE SICILIA, Biblioteca Histórica, II, 47) (92).
La luna, el mes lunar sinódico de 30 días, que es el tiempo que invierte la luna (29, 53 días) en retornar exactamente a la misma fase, juega en el calendario un importante papel. Baste recordar que la palabra calendario proviene de la misteriosa palabra Calo solemnemente proclamada al comienzo de cada mes, siete o nueve veces, para ajustar el calendario, indicando las calendae (el primer día del mes lunar), cuantos días llevaban los idus (el día de la luna llena) y nonae (cuarto menguante). Entre los indoeuropeos, compartiendo incluso un mismo nombre y alcance, como lo ha recordado recientemente el indoeuropeista da Sorbona Eulogio LOSADA BADÍA, el mes [the month, ille mens], y la luna [the moon, mené, etc.], son una misma cosa. Sirviendo primordialmente los unos y los otros como mensura, regla, medida, términos todos sinónimos, estando según numerosos autores emparentados no ya con ese semáforo celeste provisto de fases luminosas que es la luna, sino también con ese formidable instrumento de medir que es la mente, cuya raíz quizá también resida según lo piensa Eulogio LOSADA BADÍA, en la palabra hombre (la. hom/en, inglés s. man/p. men), así como en su hasta hace poco tiempo principal instrumento de medir: la mano, siendo en fin “El hombre la medida de todas las cosas (93)”.Con el sol y la Luna completaban las estrellas el ajuste del calendario, sobre todo las Pléyades, como recientemente ha recordado Fernando ALONSO ROMERO “conocida en Galicia como “a galiña cos sete pitiños, todos de ouro”, la gallina y los polluelos de oro: [f 118 f 119 Reproducción de un punteado que representaría según Pena Graña a las Pléyades en la Estela funeraria de Ategua, y a su lado una foto astronómica de Las Pléyades por David Malín. UK Schmidt Telescope, © Anglo Australian Observatory/ Royal Observatory, Edimbourgh].
Para Fernando ALONSO: “Según LEHMANN-NITSCHE, la Gallina, y también la Gallina con los pollitos, es el nombre popular de las Pléyades en Francia, Italia, Alemania, Inglaterra, Dinamarca, Checoslovaquia y Rumania” (94) “[…] Debido a la precesión de los equinoccios se sabe que la aparición de las Pléyades marcaban ya el equinoccio primaveral en el año 2300 a. C., lo que nos permite suponer que también desde esa época se pudieron utilizar las Pléyades como marcadores principales del ciclo anual para conocer el comienzo de la primavera y del otoño, y por consiguiente, la temporada de caza, pesca y navegación, así como la fecha adecuada para realizar las diversas actividades agrícolas y pastoriles que necesariamente debían efectuarse en determinadas épocas del año (RAPPENGLUECK, M. 1997, 217)” (94).
Fernando ALONSO ROMERO (95), muestra también la relación entre las Pléyades y la figura de A Moura (96) y, según lo veo, esta idea se confirma arqueológicamente apoyándose en el hecho de que en el interior del monumento funerario de la reina longobarda Teodolinda se habría depositado una espectacular bandeja de plata dorada con la gallina y sus siete pollitos ¿por qué se colocó tan extraño objeto en el interior de la tumba de una reina? [F 120 foto de la gallina con los siete pollitos de la tumba de la reina Teodolinda de la Catedral de Monza Símbolo psychopompos de las Pléyades depositadas en una tumba real longobarda].
Tal vez mucho antes la misma idea, y muy posiblemente similar intención, habría movido a representarcon un misterioso punteado en las estelas del Sudoeste de la Península Ibérica, concretamente en la estela de Fuente de Cantos, Badajoz, aparecida (97) al arar con un tractor en el lugar de El Risco, a un lapicida de la Edad del Bronce, según observo yo, cinco cazoletas cuidadosamente dispuestas junto a un estilizado guerrero y su militar panoplia.
La figura humana representada en la mencionada estela de Fuente de Cantos con su casco de cuernos, su espada, su escudo redondo, su lanza y su biga o carro de guerra de dos ruedas y tiro de dos caballos, tiene un equipo guerrero casi de sabor micénico, respondiendo a una representación heroizada del difunto como un verdadero héroe de la Ilíada. Pero observándose que en la composición de todas estas estelas del Sudoeste, extremeñas, andaluzas y portuguesas, figura siempre representado también un espejo y un peine, objetos no destinados, como hemos visto ya, al aseo personal, sino a la psicopompa Moura.
Valida nuestro análisis arqueológico comparativo y la interpretación arqueológica de la representación de estos puntos y de su posible significado arqueológico inscrito en el promptema de la Moura la exhaustiva relación etnográfica atlántica demostrada de manera totalmente independiente por Fernando ALONSO ROMERO entre las Pléyades y la Moura y la relación establecida por el mismo autor en la etnografía gallega entre las Pléyades, la gallina con los polluelos de oro y la Moura.
Creyéndola concluyente, demostramos en la larga duración científicamente con una 'prueba real' no solo el funcionamiento del promptema aquí considerado, sino también la validez de nuestro análisis acumulativo -quizás el método más seguro posible para la comprensión y desciframiento de la evidencia arqueológica- con la extraordinaria concordancia en la disposición de los puntos o cazoletas cuidadosamente dispuestos, de arriba abajo y de izquierda a derecha, entre la lanza y el guerrero, junto al espejo, en la estela de Fuente de Cantos y la disposición en el cielo de las Pléyades establecida por la espléndida fotografía en color, con tres filtros, cada uno de media hora de exposición, tomada por David Malín (98) con el UK Schmidt Telescope, exactamente, de arriba abajo, con mayor brillo de fondo las estrellas de las Pléyades: Merope y Electra a la izquierda, Altlas, Alcione y Maia a la derecha, según y como también, aunque no he visto ni conozco esos papeles, convergente o recientemente lo podrían haber observado ya (amable comunicación de Martín ALMAGRO) otros autores.
De un modo similar a lo que sucedía en el resto de los pueblos indoeuropeos, los científicos celtas: astrónomos, matemáticos, poetas y hombres sabios, eran, quizás por precisarse en la ciencia mucho tiempo libre para pensar, miembros del clero. El Sky Line de la orografía gallega posibilita el cálculo astronómico desde cualquier observatorio sin necesidad de instalaciones en altura como Stonehenge o como el Recinto Megalítico dos Almendres en el Alentejo, demandadas por las tierras llanas, y las mesetas aplanadas donde no hay referencias, como los dos montes llamados A Bailadora, que señalan los puntos de inflexión solar, el baile del sol en el horizonte.
El petroglifo de Laxe das Rodas, conteniendo un posible calendario solar y lunar estudiado por Fernando ALONSO ROMERO muestra posiblemente en el registro arqueológico la existencia en Galicia de este clero especializado en el cálculo astronómico de amplio alcance, como lo confirmaría el hallazgo recientemente en Outeiro do Xoviño de un nuevo petroglifo conteniendo seguramente otro de estos calendarios astronómicos, testimoniando el ansia con la que seguían nuestros antepasados el curso del cielo, y su astucia para calcular los años “bisiestos” y los meses intercalares permitiendo el encaje de los meses lunares con las estaciones solares. [F 122 foto del petroglifo de Laxe das Rodas con eomentario: Cuando se tienen puntos de referencia solares (montañas) en el horizonte, solo se necesita una mesa y tablas de cálculo para confeccionar el calendario. Calendario solar y lunar de Laxe das Rodas].
Ante el frío y la noche invernal, ante una inmensa indefensión, los que nos precedieron, como lo piensa Frazer, al prender en la Tierra sus luminarias y con ellas, de nuevo la lámpara agonizante del Sol en la débil mano celeste del “dios de la rueda solar”, fueron capaces de pensar revitalizantes mecanismos con una luz y con un calor terrestres, aminorando el aparente declinar del Sol (considerado en el cielo como un luminoso disco ígneo transportado en la mano divina o en un carro, el carro solar, conducido por el dios tirado por ciervos, bueyes o caballos, y concebido en el ocaso como conducido en una copa o barca sobre el mar a su isla Occidental) fortaleciendo y reconduciendo sus débiles pasos decadentes.
Conmemorando las cacharelas (99), o hogueras que para avisar a la Virgen María del nacimiento de su hijo hiciera el padre del Bautista, las hogueras de la festividad cristiana de San Juan, tienen como contrapunto en Galicia el llamado Tizón de Nadal que conmemora en el solsticio de invierno la llegada de la “Luz del Mundo” el nacimiento de Cristo, según la frase: “Conviene que yo descienda para que Él ascienda” atribuida a San Juan por los teólogos medievales. [F 123 foto de Carro solar nórdico, conteniendo un posible calendario. Representa al sol que cada atardecer toma su navío funerario y se dirige a una brumosa isla del Atlántico]
Tal y como lo muestra el comparatista de la Universidade de Santiago, Fernando ALONSO ROMERO, explicando de paso el complicado mecanismo de encaje del calendario solar y lunar en el ciclo agropecuario anual, nuestros abuelos los Celtas, heredarían de sus abuelos neolíticos, los constructores de megalitos, la costumbre de dividir con una serie de festividades el año en una estación clara, el Verano, y una estación obscura el Invierno. En la creencia, no por extendida menos errada, de que el pastoreo precede a la agricultura, consideraba Frazer que estas fechas, poco relevantes para el laboreo del campo, eran fundamentales para el ganado, el verdadero fundamento de la riqueza campesina, porque como lo muestran los chamados “curros vedros” o causos veteros, cercados circulares de origen ora Neolítica, de tierra, como O Redondo, en Foz, o A Lagoa, en Narón, ora Calcolítica, o de piedra, como o Curro de Santo Tomé (O Xistral), bien defendidos (causos veteros), en mayo, era, posiblemente, cuando se llevaba el ganado a las brañas (posibl. latín verania), a los pastos de fresca hierba, y es en noviembre cuando se decidía la vuelta del ganado a la seguridad y al calor del establo.
Aunque no parece imposible que el valor tan grande del ganado mayor en la antigüedad fuese el que hizo que nuestros ancestros los celtas dividieran el año en dos mitades, y que siendo esencialmente pueblos pastores (p. e. domo Vacoeco = “Becerra”, “Tenreiro”) los celtas, manteniendo costumbres ancestrales, celebraran que su ganado marchaba a las brañas a comienzos del verano y que se volviera a estabular a comienzos del invierno, somos de la opinión, como también lo sostiene Frazer, de que la razón de las celebraciones de las fiestas de los mayos, tanto como la celebraciones de las fiestas de los difuntos podrían responder, dentro de la más pura tradición de la intencionalidad simbólica Celta, al hecho de que la división celeste del año, en consonancia con los solsticios y con los equinoccios, venía precedida en el Atlántico por lo que se llama una “división terrestre”, de acuerdo con el principio de la percepción humana del verano y del invierno, pues el primero de mayo y el primero de noviembre en el Atlántico marcan claros momentos de viraje climático, anunciando mayo la rica vegetación estival, las promesas de los venideros frutos con la llegada del calor y de las flores, mientras que noviembre augura, si es que no lo trae puesto, el frío y la oscuridad del año invernal, donde solo junto a la lareira “se hace el día cuando llega el fistor (el narrador de cuentos)”. [F 124 foto de 'causo vetero' calcolítico. Enorme círculo de piedras del Xistral, Lugo, similar a los de Dartmoor]
La noche del 31 de octubre comenzaba el año nuevo celta como se celebra aún en la isla de Man, el año nuevo celta celebra la muerte de la tierra, el tramo temporal y espacial de gran peligro con tres meses: noviembre, diciembre e enero, fuera del tiempo. Marcando desde tiempo inmemorial la transición del otoño al invierno esta noche semeja ser, por lo que hemos visto en los precedentes parágrafos, la noche en la que las almas de los finados revistan a sus familias y hogares calentándose en el escano o banco situado junto al fuego de la lareira consumiendo los alimentos espléndidos que con cariño y para honrarles tienen preparados los parientes [F 125 Una segunda foto de 'causo vetero' calcolítico. Enorme círculo de piedras del Xistral, Lugo, similar a los de Dartmoor].
TRINITARIO MONOTEISMO
Viendo ya en el año 1991 la peculiar organización socio política vertical o jerarquizada de la treba/civitas/ territorium, articulada en torno a las aldeas, habitadas por una rural y desigual población de granjeros-soldados, que denominando Isidoro, vici et castella et pagii (ORIGENES XV, 2, 11), definía como ii sunt qui nulla dignitate civitatis ornantur sed vulgari hominum conventu incoluntur et propter parvitatem sui majoribus civitativus adtribuntur, cuestionábamos [Y de nuevo hicimos los propio en 1995 sosteniendo entonces que la estructura de Territorios Políticos Autónomos basados en el clientelismo multilateral, en la dependencia familiar, y en presupuestos políticos y religiosos con honda raigambre, se expresaban, en el contexto de una organización Celta y Atlántica, institucionalmente por el compromiso matrimonial entre el soberano y la Tierra o Diosa Madre, que era una sola divinidad expresada en múltiples tríadas y categorías divinas], para el estudio de la religión Celta, su difícil encaje en la rígida y ordenada estructura trifuncional de DUMÉZIL, sive potius de sus escoliastas, cuando no la inaplicabilidad, del modelo (PENA 1991, 156 ss. ¿Unha estructura trifuncional?). Sostendremos ahora, con algunos años más y lecturas, que como en el crisol donde se ha fundido una amalgama, la “primeira función” relacionada con el gobierno y el sacerdocio se infiltra por todas partes en las otras dos de manera tal que no sin sonrojo sería aplicable el trifuncional modelo dumeziliano sobre esa mixtura fundida. Paradójicamente, si modelos queremos buscar podríamos explicar mejor la religión celta apelando a nuestra representación del Credo Católico, trinitario-monoteísta.
La triple faz se representa en la Europa Atlántica de Hispania, Galicia, Portugal, Andalucía, de Islas Británicas (Escocia e Irlanda) y en las Galias en múltiples soportes, incluso en las monedas, significativamente en bloques de piedra cuadrados, en piezas arqueológicas no muy grandes, de unos 27 centímetros de alto que aparecen en gran número, tal vez con una función parecida a nuestros “petos de ánimas” gallegos, conteniendo en cada una de sus caras en bajorrelieve, las barbuda faz triple, de rizada cabellera, una siempre de frente flanqueada por dos caras idénticas de perfil, a derecha y a izquierda. [F 126 foto de tricefalo galo con capa y cabeza de cordero en la mano]
Apareciendo en Reims, Noreste de la Galia, muchas de estas representaciones, se pueden ver en el Museé de St. Rémi donde frecuentemente se asocian a estas cabezas un gallo y la piel o la cabeza de un cordero, motivos presentes -como sucede en un relieve de Soissons (ESPÉRANDIEU nº 7700)- en numerosas iconografías de la triple faz. La celta sociedad del tricéfalo, nos lo muestra ocasionalmente acompañado de Rosmertha, con el cordero y el gallo, propios de las representaciones atlánticas del “Mercurio Celta”. Estos motivos a menudo nos hacen identificar esta tricefalia exclusivamente con Mercurio y los aspectos psychopompos de este dios. La implicación del “segundo paso del sol”, correspondiente a la “Segunda Persona” de la Trinidad Celta, con determinadas exteriorizaciones psicopompas, habría permitido, aunque de manera totalmente inconsciente, a J. C. BERMEJO asociar con indefinidos ambientes y representaciones psicopompas relacionados con nuestros cruceiros en Galicia el llamado hermatena de Amorín. En el tricéfalo o la triple faz, se encarnan según lo iremos desarrollando, “tres personalidades”, “tres aspectos del sol” y “tres pasos”. De estos tres pasos del sol, solo uno se relacionaría en probidad con el psychopompos y crepuscular Mercurio o Hermes celta: el “segundo paso”.
Refiriéndose, como lo señala J. C. OLIVARES PEDREÑO, al tipo de divinidades que componían el panteón Celta LAMBRECHS:
“[…] Estableció que los Celtas anteriores a la conquista romana habían conocido una divinidad o tríada divina con múltiples atribuciones de carácter general que al contacto con el politeísmo romano, se habría descompuesto en diversas divinidades con una funcionalidad más concreta y definida. De este modo, después de la conquista, dicha entidad habría sido confundida con diferentes divinidades romanas, por no existir una que por sí sola fuera capaz de reemplazarla. Esto explicaría por ejemplo [dice OLIVARES PEDREÑO] lo que para LAMBRECHTS son confusiones entre Marte y Mercurio” (100).
La cabeza humana de triple faz, es una rancia representación iconográfica de esta tríada divina, asociada ya en la metalurgia lateniana y en los “Campos de Urnas” a símbolos solares (101). Aunque procedente de horizontes muy anteriores a la dominación romana, es durante este período cuando incrementándose en la Céltica Atlántica, sobre todo en la Galia, el testimonio de modelos iconográficos de mucho detalle, la cabeza de triple faz empieza a mostrársenos coligada con conocidos elementos simbólicos y significativos. Estos elementos: el gallo, la cabeza o la piel de carnero, etc., devienen inequívocos atributos privativos de otras imágenes del panteón romano-céltico, permitiéndonos esta circunstancia elaborar un promptema, revelar el carácter monoteísta-trinitario y tri-personal de la religión celta y aún, en sus líneas básicas, su funcionamiento para el área cultural celto-atlántica que nos ocupa. [F 127 Santa Ana triple hispano-flamenca. Foto Valladolid ca 1500-1525]
TRICÉFALO
Intentaremos demostrar ahora como es muy probable que la representación de la triple cabeza responda a tres independientes personalidades de un único dios [Como lo habría visto, aunque solo parcialmente, Miranda GREEN 174]
Los celtas solo no han rendido culto a las piedras o a los ríos, ni directa o conscientemente a la luna o al sol, y es posible, que en el fondo, o bajo la forma, la religión Celta ni siquiera haya sido, en realidad, politeísta como, ante la enorme proliferación de complejas y dispares representaciones iconográficas de divinidades -que, como las galas y germánicas, nos muestran catálogos como el de E. Espérandieu, el primero en realizar una sistemática investigación entre 1907 y 1947 (102). Sobre las estatuas galas-, cabría suponer que lo percibía el pueblo y como aún nosotros lo pensamos habitualmente.
OLIVARES PEDREÑO recoge como para LAMBRECHTS “el gran número de epítetos de los dioses conocidos que variaban de tribu a tribu no impide que estos aludieran a grandes divinidades comunes a todas ellas. Para él, estos epítetos tópicos son comunes a todos los pueblos y épocas, por lo que se trataría solo de adaptaciones locales de una cosmogonía y de una teología estructurada y perfilada por los druidas. La cantidad de representaciones escultóricas de un mismo tipo de divinidad descubiertas por todo el occidente europeo sería una clara demostración de que, a pesar de la variedad de denominaciones, existían divinidades adoradas simultáneamente por varios populi” (103).
Las representaciones y programas iconográficos de los relieves muestran aspectos intensificativos de cada una de las tres distintas facies o personas de un solo dios, mostrándonoslo ora como bebé primorosamente atendido por su triple madre, Matres, como vital, fecundador, bello, joven hijo adolescente, brioso, pendenciero, victorioso y salutífero Grannus, Belenos, Maponus, Bormánicus, Segos, etc., ora como el solsticial, decadente y psychopompos Mercurio o Hermes conductor celta con su gallo y con sus llaves de la puerta del Hades. [F 128 foto de las famosas Matres de Vertillum. Velrtault. Borgoña]
Si sobre una única divinidad de carácter solar y trinitaria asociada de manera simbólica a un carnero (104)
(Agni, el sol que deviene Agnus Dei), el por excelencia luminoso Lug, irradian determinadas virtudes (105), o epítetos de la pujante divinidad solar, si ante su propio ocaso, la puesta del sol, se manifestase luego como intachable victima y como oficiante de su propio sacrificio, como el galo leñador Essus, cortando voluntariamente los maderos del árbol donde se habrá de colgar y de auto infligir en el costado la mortal lanzada. Si pasease el aspecto solsticial del Dagda con su maza, de Sucellus con su martillo (106), o con doble hacha y con sus perros; si es Oengus o Mananán con su copa, y aún la versión vernácula de la copa de oro en la que el solsticial y psychopompos griego Hermes navega cara a su isla occidental en el Océano.
Si descendiendo del lignum tras su expiración, y posterior tumulatio, al reino de las tinieblas y de los muertos, reaparece luego posiblemente como Don “el oscuro” o como Damach [“rico en huéspedes”], en Irlanda en su morada de ultratumba Tech nDuinn, o como el Da Derga banqueteando en su salón Bruiden del Más Allá, en el ambiente que tal vez nos ilustran los bajorrelieves de una placa en piedra caliza del monumento funerario de Pozo Moro (Chinchilla de Monte Aragón, Albacete) del Museo Arqueológico Nacional (Madrid), en lo que podría ser la mas antigua representación plástica del tema. Si fuese posiblemente Manawyddan mab Llyr su equivalente galés, el galo Cernunnos, Silvanus o Esus, y aún el Dis Pater galo del que nos habla Cesar y el galaico Vestio Alonieco, etc. Si ello fuese así, podría resultar aberrante o poco exacto considerar en este teatro, como lo hizo la interpretatio romana, politeísta la religión Celta, en la medida en que, aunque es impertinente y peregrina la comparación, en atención, ora a la profusión de de lugares de culto y de representaciones icnográficas de nuestros santos, ora a la bella hiperdulía de la Santísima Virgen (107), ora sobre la base de la coexistencia de un indivisible y único Dios, expresado en el misterio de la Santísima Trinidad, con tres distintas personas, sería desatinado considerar al Cristianismo, una de las más elevadas religiones monoteístas de la Tierra, politeísta.
TRES ES UNO
El Sol parece haber sido algo importante para los celtas, para su ciclo anual, para el calendario, y las percepciones que este ciclo ocasionaba, son, a mi modo de ver, la base de la religión celta. En la Celtiberia los tres pasos del sol se personificaban en las monedas, como lo muestran los ases que representan en su anverso una cabeza viril, con el casco a derecha y una palma delante, mientras que, en el reverso, incorporan un sol antropomorfizado con tres pies y la leyenda ILDuRIR (MAN. 594; 582) (108), o, acuñadas con alfabeto latino la leyenda FLORENTIA y la misma cabeza viril con casco a derecha ante palmas, reiterando en el reverso el disco solar con tres pies –interpretado en los catálogos como ‘triscela’- correspondiéndose exactamente con el mismo emblema solar que figurando los tres pasos del sol, tomaría después la Isla de Man- y el epígrafe FLO-REN-TIA, agrupadas de tres en tres las letras a su alrededor [Del mismo lugar proceden dos semis uno de ellos presenta en el anverso cabeza viril con casco a derecha, delante ley ibérica ILDuRIR y el reverso una Victoria con escudo, delante una punta de lanza –un símbolo solar en la mitología celta- y detrás la palma (MANM. 596), y un semis que presenta en el anverso cabeza viril con casco a izquierda, delante ley ibérica ILDuRIR y el reverso la misma Victoria con escudo, delante una punta de lanza y detrás la palma (MAN. 600)]. En otras monedas celtibéricas el tríscel se substituye por un toro bajo un radiante sol, reiterando también la idea de FLORENTIA. No es nada nuevo que por su potencia sexual el toro aparezca asociado al sol como símbolo de fertilidad, ni que por este motivo, como veremos, fuese el toro sacrificado en las ceremonias demarcatorias y de toma de posesión territorial que siguen a una entronización real Celta, garantizando la prosperidad y el crecimiento de los frutos en el territorio o en el espacio jurisdiccional demarcado. Por otra parte las figuras que encarnan al Toro con tres cuernos, como el famoso Taruos Trigaranus del monumento Nautae Parisiaci de París del Musée de Cluny, el toro tricornio del Musée Archéologique de Dijon procedente del santuario de Beire-le-Châtel o el tricornio de Glanum de St-Rèmy-de-Provence fueron ya asociados por Miranda GREEN, tanto a elementos alusivos a la fertilidad como al diós solar, y al claro aspecto de la soberanía, de la luz y de la salud, de celta Apolo.
Aún sin comprender la unitaria esencia de la religión celta, la mitóloga de Gales Miranda Green, ha detallado el concierto y la conexión entre el dios celta del sol y del cielo. Otros muchos estudiosos (F. ALONSO ROMERO) enfatizaron la antigüedad del simbolismo iconográfico que rodea al Sol y a la rotatoria rueda solar, muy pródiga ya en la Prehistoria europea del periodo Neolítico y de la Edad de Bronce (GREEN 1995:164-5). Las ruedas se asocian tanto al dios que la porta, como al carro en el que con ella viaja el dios por el cielo, o a las naves, copas o calderos funerarios que recogen el disco solar que prosigue, seguido muy de cerca por una Santa Compaña de almiñas, su decadente curso hasta el Más Allá (PENA), señalando GREEN como, no en vano, es el Sol por excelencia el símbolo de la esperanza de la resurrección del alma tras la muerte y de la cada día reiterada promesa de la vida en el Más Allá (GREEN 1995: 53).
En los petroglifos de Valcamonica, en el norte de Italia, nos encontramos ya, seguramente, con unas tempranas y complejas series de asociaciones religiosas junto a claras simbologías solares, ruedas y toros, y aún claras escenas de surcado con bueyes y arado, alusivas, no a los rutinarios trabajos del campo, sino como más abajo veremos, a unos complicados rituales de toma de posesión circunambulatorios y demarcatorios de un territorio, como el trazado del pomoerio de Rómulo en Roma, que posiblemente tendrían lugar a continuación de la consagración o entronización real (109).
En los petroglifos escandinavos ostentando soles con rayos podomorfos, nos encontramos con una idea parecida, precediendo e indicando el decadente sol, cuyos rayos se convierten en pies, huellas que señalan, como diciendo ¡sígueme!, el camino a los barcos que cargados de almas parten en busca del paraíso, y aún personificando no a la manera clásica de un Caronte timonel del navío funerario, sino a la manera de nuestro San Cristóbal, solares psychopompos agentes que caminando ligeros sobre el mar, sobresaliendo del agua casi todo su cuerpo, portan, sobre sus hombros los henchidos barcos de fervorosas almas hasta el paraíso. [F 129 foto de Alicia Paz Súarez-Ferrín, procedente de una iglesia gallega, mostrando un San Cristobal marino con nave Hanseática, y un mar plagado de peces]
GREEN señala una expansión de las representaciones artísticas de las ruedas solares en el registro arqueológico durante el Bronce Final, momento en el que fueron claramente ofrecidas a los ríos, colocadas sobre las tumbas o presentadas en numerosos santuarios como el de época augustea y altoimperial de Villeneuve- au-Châtelot (Aube) (110), aflorando allí muchas de estas ruedas del sol de plata y de bronce, o en el importante centro Borgoñón de culto, Alesia, en donde asociadas posiblemente a un singular depósito votivo en el que, de nueve en nueve, se agrupaban más de doscientos potitos o pequeñas ollas de barro cocido dentro de lo que pudo haber sido un templo o una capilla de madera, salieron a la luz numerosas miniaturas de ruedas solares (111). A menudo es una pequeñez la que nos da la clave. F130 foto de dos petroglifos escandinavos, arriba, una nave larga con dos prótomos de caballo? y con seis remeros es transportada sobre los ombros por un gigante sobrenatural, abajo, en una nave similar el gigante dios transporta 38 almas], [f 131 reprodución de un grabado de Bascoi Pérez (1954 Vol I p 111) que muestra el típico ramo de 'teixo', tejo, de los romeros de San Andres, cubierto por pequeñas ruedas solares confeccionadas con miga de pan. Hoy estos ramos han desaparecido]
A estas representaciones habría que sumar como señalaron D. F. ALLEN (112) y GREEN las ruedas de carro que sin duda tienen también un carácter solar y la eventual grafía solar de las rosáceas, de los trisceles, de los círculos concéntricos, de los motivos decorativos en ‘S’ en el arte y en las monedas celtas. Habiendo también señalado como la armería celta se decoraba con los motivos de la rueda solar, dice GREEN “Both chariot-wheels and sun-signs” -serían- “perhaps as apotropaic, good-luck talismans” (113) [(113) cf. J. LE GALL, Alésia archéologie et histoire, 1963; J. LE GALL, Alésia, 1985, pp 41-4]. Este tipo de ruedas, como señala BASCOY elaborándose en san Andrés de Teixido con miga de pan endurecida, muy populares hace cuarenta o cincuenta años en Galicia, utilizándose junto a pequeñas representaciones de aves (as almiñas) para decorar el ramo de los romeros, pero hoy han desaparecido ya.
La divinidad solar puede mostrarse en paredría. Hace años tuvimos ocasión de hablar de estas parejas refiriéndonos a Santa Lucía (PENA 1991), al solsticial dicho “por Santa Lucia amingoa a noite e acrece o día” (113) asociándola entonces a Iuno Lucina una vieja divinidad indoeuropea de la luz y de los meteoros, a una canción infantil “que llueva que llueva la virgen de la cueva […]” y a una noticia que Paulo Orosio habría insertado intencionadamente en su Commonitorium de errore Priscillianistarum et Origenistarum a San Agustín. Vimos entonces como teniendo los celtas, como han señalado multitud de autores, una única divinidad femenina, esta se habría adaptado a un sistema trifuncional y aún multifuncional desdoblándose frecuentemente en tríadas, el trío de las Macha, el trío de las Morrigan, el trío de las Brigit, etc., tal como habitualmente las representa la iconografía de las Matres.
Tal vez estos femeninos tríos, representando a una virgen, a una madre y a una vieja, se corresponden con sus masculinos paredros, expresados estos, por ejemplo, como la tríada de los tres fothad, vástagos trillizos de Irlanda, evocadores de los tres pasos del sol: Aen-dia “único dios”, el pastor nacido al atardecer; Tren-dia “fuerte dios”, el conductor de carro nacido a medianoche; Caen-dia “brillante dios”, nacido al amanecer (114) Belisama, esto es “Brillantísima”, “la más brillante de todas” que aparece en la toponímia francesa (en Blesmes y en Belleme), un papel en nuestro esquema trinitario, no trifuncional, un aspecto pujante, brillante y solar, “del primer paso”, de la Soberanía, previsiblemente compartido con su hijo, o con su hermano, o con su esposo, coincidente ahora con el sol matutino o primaveral “Belenos”, y aún podría ser verosímil que el epíteto sirviese (MARKALE, GREEN, etc.) en la época Galoromana para señalar a la Minerva gala, una diosa victoriosa de la Guerra, posiblemente similar a la galaica Navia Corona y que, además, con esta pareja divina pudiese en Irlanda estar relacionada la Beltené la fiesta del primero de Mayo.
Consecuencia de la potencia germinativa del Sol, son frecuentes las asociaciones del dios solar con un fecundo jabalí (115), con un león o –como lo vemos en una placa del caldero de Gundestrup- mas a menudo con toro, un *Tarvos. Entre los celtas se hizo popular su imagen con un triple atributo, usualmente tres cuernos, extendiéndose desde las islas británicas hasta Holanda y Yugoslavia (116), representándose tal vez por última vez en Europa en una iglesia románica de la Coruña, del siglo XII. Miranda GREEN, en un minucioso estudio del toro de los tres cuernos, señala su popularidad en la Galia entre los Lingones y los Sequanos sobre todo, detectando cierta relación de la naturaleza del animal con la prosperidad. La iconografía de un toro de triple cornamenta en Moulins se asocia a una divinidad portadora de cornucopiae y GREEN cree reencontrarse con esta idea en una imagen del Museo de Langres donde un dios es flanqueado por dos toros de triple cornamenta y por corderos “asociados a la fertilidad en el mundo celto-romano” (117) y como lo vemos nosotros, también se señala una doble alusión solar del dios expresada por el toro tricornio y por los corderos. F132 [reprodución de un viejo grabado representando al Tarvos Trigaranus de un bajorrelieve de los Nautae de Paris]
TARVOSTRIGARANUS
El contexto en el que aparecen representados los toros de tres cuernos es, recalca Miranda GREEN, siempre benevolente, nunca de lucha o amenazador, estableciendo la autora importantes asociaciones que nos ayudan ahora a dibujar el promptema para comprender el sentido y el alcance de su culto. Señala GREEN que los toros pétreos del santuario de Beire-le Châtek del Musé Archéologique de Dijon “están asociados con un radiado díos que puede ser, posiblemente, con poderes oraculares, el Apollo Celtico, dios del sol y de la salud” , idea que vería reiterarse en Provenza en los motivos decorativos de círculos concéntricos usualmente interpretados como símbolos solares presentes en el cinturón que lleva toro de bronce de Glanun, aunque, la mitóloga de la Universidad de Gales, estima que el cetro de bronce de Willinghan Fen (Cambs) [Curiosamente estos lazos son muy antiguos registrándose arqueológicamente a finales del tercer milenio "2200-2100 a. C. en Alaca Hüyük (E.N.E. de Ankara, Turquía)] constituye una evidencia más poderosa de los lazos del toro de tres cuernos con el díos de la rueda solar. Piensa GREEN que apareciendo el toro de tres cuernos en dos tumbas, una de un niño en Colchester, y otra en una necrópolis francesa de Cutry, en contexto funerario, existiría cierta relación simbólica de la imagen con el Más Allá.
Sube, declina, y retorna por el Otro Lado y nos alegramos al verlo de nuevo. El Sol nace y muere imaginado en su trayectoria, en el transcurso de un día y nace y muere también en el transcurso de un año. Las doce horas de día y las doce horas de noche se corresponden también, no por casualidad, con los doce meses del año. Su enorme potencia lo hizo, como hemos visto, asociarse a un fecundo jabalí, a un León y , circunvalando el orbe tripartito desde el amanecer al mediodía, desde el mediodía hasta el ocaso, y desde el ocaso hasta el orto, a un toro, *Tarvos que perdiendo entre los celtas el natural sentido de toro solar, lo mantendría en la idea del Tarvostregaranus, en su origen “toro de los tres pasos en el cielo”, como lo revelan inequívocamente los textos védicos (118), tarvos tribhih kraman-os, aunque una etimología popular galorromana asociara, luego, la voz, corrupta ya, a tres limícolas o garzas, trigaranus, a tres cuernos trikeratos, y aún a tres cabezas tricefalos.
Jan DE VRIES (119), observó como en 36 casos estas figuritas de toros con triple atributo se emplearon como un talismán o como un colgante, destacando como su favoritos entre este grupo al toro de Avrigney (Haute-Saône); un hermoso bronce de Martigny-en-Valais y, asimismo, un pequeño exvoto de Dorchester encontrado en la citania de Maiden Castle, ahora con los bustos de tres personajes femeninos, posiblemente las Matres, cómodamente instalados en el lomo del solar animal.
Una iconografía desarrollada, a nuestro parecer, como claro resultado de una re-interpretatio mítica, sicut barbarismus unius verbi corruptio, donde los tres pasos, pasan a ser tres garzas y, luego, tres mujeres, que Miranda GREEN asocia con las tradiciones vernaculares irlandesas, donde “las garzas podrían representar mujeres, y en ese contexto”, añade, “el toro de Maiden Castle, con sus tres amazonas, podría aclarar el asunto” (120). Las mujeres del toro de Maiden Castle podrían ser las Matres, la trinidad celta compuesta por la madre del sol y por sus nodrizas que el cristianismo celta irlandés asociaría con la Virgen, madre de Cristo y con sus nodrizas Santa Brígida y Santa Ita.
La idea del Tarvos/Trigaranos celta se reiteraría en la simbología de las monedas ibéricas o celtibéricas, acaso de inspiración griega, representando al sol como triscel con tres pies, motivo aún hoy conservado en la vexilología y en la heráldica de la Isla de Man. [F 133 reproduzco el escudo de la isla de man con su divisa "Quocumque jeceris stabit"].
Expresando el triscel según lo pensamos la circunvalación del Orbe Tripartito por el potente Sol, representado como un Toro solar que dando tres pasos, Tarvostrigaranus, de *trin kraman-os, san. ‘trin kraman’, ‘tribhih kramaih’ o ‘trivikramah’, “toro de tres pasos” (121),circunda o circunvala el mundo enseñoreándose del Orbe Tripartito, en el primer paso (Caen-dia) abarcaría y tomaría posesión del cielo, en el segundo paso (Aen-dia) recorrería y tomaría posesión del mar, y, viajando al Hades, al Sidh o al Alén, penetraría y poseería [las profundidades] de la tierra en el tercero (Trend-dia). Perdiendo entre los celtas y en el mundo indoeuropeo en general, con el paso del tiempo, la palabra el sentido originario, su primigenio significado únicamente se conservó en los textos védicos.
En dos relieves de París y de Trieste la imagen de un toro se asociaba a tres garzas o limícolas. El uno, el monumento conservado en el Musée de Cluny llamado Nautae Parisiaci de Nôtre Dame, París del s I a. C. [CIL XIII, no. 3656], de esta ciudad, que examinaremos luego varias veces con detalle, es un pilar, dedicado en tiempos de Tiberio a Júpiter por una sociedad de marineros parisinos, decorado con varias placas en bajo relieves conteniendo un profundo programa iconográfico. En una de estas placas reproducida en la ilustración de la página 143, bajo el epígrafe Tarvostrigaranus, se representa el toro. Señalaremos como, reforzando, a nuestro juicio el sentido psychopompos del programa iconográfico, uno de los paneles del monumento funerario de los Nautae se dedica por un transportista o batelero mediomatricio llamado Indus a Mercurio y a Rosmertha (122).
TRISCEL: EL SOL DE TRES PASOS
En el país de la cada vez más amplia “charca universal” y en la Galicia de nuestro pan de cada día, antes de ayer, unas 300 tuneras o goliardescas canciones del siglo XIII Encontradas en 1803 en el monasterio benedictino de Beuern (Baviera, Alemania)], que por Beuern, el lugar del hallazgo, se denominan Carmina Burana por obra y gracia cierta Consellería de la Xunta de Galicia, su exclusiva representante, se convirtieron en una, pero que muy gorda, y aún diva, doña “Carmiña Burana”, célebre cantautora, letrista e inesperada creadora de la canción gallega, si ayer mismo el periódico travistió con paternizada leche en alma pater la alma mater, hoy es el entrenador de fútbol quien realiza el milagro de la transmutación de los anteriores “pecadillos” pecata minuta en delgadísima patata “pataca miuda”. F 134 reproduzco un página de la Revista del Seminario de Arqueología y Etnología Turolense con las mencionadas monedas granadinas figurando el sol de los tres pasos, f 135 ibid.]
No sería de admirar, en este reinterpretativo contexto, que no definiendo ya las palabras las propiedades de las cosas, como MAX MÜLLER lo demostró, contundentemente, aunque tampoco, como es comprensible, se le presta la debida atención –cuando no se le hace rechifla-, que con trigaranus [Etimología también propuesta para el solar tricéfalo Gerión], perdiéndose el sentido originario del lenguaje, una popular galorromana etimología asociara las tres limícolas, patos o ánades, mejor que garzas a la solar idea inicial del toro cuando el ya oscuro *trin-kraman-os no significaba “tres pasos”, naciendo con trikeratos el toro de los tres cuernos sin más complicación representándose en los pequeños colgantes y bronces votivos, y aún el toro tricéfalo, representado con las tres cabezas. Ignorando el fenómeno reseñado, Miranda GREEN, destaca sin embargo la importancia del tricornio en Inglaterra (Willingham Fen; Cookham, Berkshire) y en Francia (en Besançom) por un lado y reinterpreta la presencia en el lomo del mencionado toro tricornio de bronce plateado del siglo IV d. C. de los tres bustos femeninos, advirtiéndonos que aunque tomado por separado el simbolismo iconográfico de la pieza parece totalmente opaco, podría contextualizándose con otras formas de triplismo iconográfico asociadas al toro como es el caso de las tres garzas tener algún sentido.
Para GREEN en la polisemia de la triplicidad del cuerno cabe la intensificación de un potente símbolo de fertilidad o de destrucción, pues –pars pro toto- “la multiplicación de la esencia de la criatura y de su fuerza es una vía natural para aumentar su potencia sexual” (123). Esta autora comprende la simbología intrínseca del toro (124), que no solo reverencia su gran poder, virilidad e invencibilidad, sino que también le relaciona con las buenas cosas de la vida, con el sol, con la abundancia y con los atributos inequívocos de la salud, añadiendo a continuación “Pero el toro tiene un lado sombrío, y puede proteger a los muertos en el viaje al Mas Allá, porque tiene un talante oscuro y psychopompos” (125). El toro tricornio -como también lo vio Miranda GREEN- formaba parte del ajuar funerario de tumbas celtas europeas, en ocasión de niños. [F 136 ilustración recogiendo una posible representación andaluza del dying god celta con palma de martirio y del Sol de los Tres Pasos]
Si concebido como tres pasos del sol, uno del cielo, otro del mar y otro de la tierra, a través del circunambulatorio viaje del Tarvos por el Orbe Tripartito expresaban los celtas su idea del día y del año solar, con su mitad clara y su mitad obscura, si lo dicho hasta ahora, o lo a continuación expuesto, fuese, como creemos, verosímil, esta representación aclararía un concepto muy importante del mundo Celta e indoeuropeo, el significado del triscel, plástica y contundentemente expresado en las monedas celtas andaluzas donde vimos figurarse con tres pies al radiante sol dando los “tres pasos” (126), y nos facilitaría la clave interpretativa de la intención y posible sentido de las casi cuarenta efigies que en la céltica representan al toro, permitiéndonos ver como, aún perdido el significado originario de trigaranos ‘tres pasos’, pues popularmente ya la opinión y la etimología galoromana, como en 1875 lo señalara DE WITTE (127), lo asociaba a las tres grullas, garzas o limícolas, no habría ocurrido lo mismo con su valor de uso, preservándose su función solar y psicopompa (128).
Se relaciona el Taruostrigaranos al espectacular despliegue iconográfico de las mencionadas placas con bajorrelieves del monumento, donde se representa, la tríada mencionada por Lucano:
“También vosotros que al despiadado Teutates creéis calmar mediante un cruel derramamiento de sangre, al horrible Aesus el de los salvajes altares, y a Taranus, cuyo culto no es mas suave que el de la Diana Escita” (129).
Apareciendo en los tres versos del poema Farsalia en la primera mitad del siglo primero d. C., con sus nombres locales de Teutates, Esus y Taranis, como ilustrando las deidades halladas por el ejercito de Cesar en la Galia, en Tréveris se calca de nuevo la misma triada: la escena del toro ahora bajo las ramas de un árbol con tres garzas o limícolas preside la tala por el divino leñador del que podría ser quizás un sauce o un abedul. Para el pasado pagano celta, el simbolismo del árbol es la esencia de su Fe, como para el presente cristiano lo es el simbolismo de la cruz. La elección del Árbol de la Vida y la posterior confección con el de los maderos en que el dios portador de la rueda solar, mostrando la voluntaria aceptación, non invitus, de la muerte será no colgado (de modo similar a Odín), como por una posible deturpación de los Commenta habitualmente se piensa, sino clavado. F 137 [viejo grabado de Esus, cortando el árbol de la vida con su propia hacha, de una placa de los Nautae Parisiaci, encontrada en 1711 bajo Notre-Dame París]
Adelantamos ahora la gran intuición de GREEN, sosteniendo: “El simbolismo del árbol y del leñador es curioso. Hay un elemento acuático en la imaginería, dado por el sauce y las aves de las marismas. Pudiera ser que el Árbol de la Vida, con su fuerza de eterna regeneración, estuviera representado” (GREEN 183-184).
Su aserto es bien cierto, y aún a riesgo de anticiparnos un poco, señalaremos como nos cuenta en su Otia Imperialia Gervasio de Tilbury que tras la expulsión del paraíso el Árbol de la Vida (130) fue arrancado, proyectado fuera de sus muros y encontrado por Abraham, quien hincando en su huerto de Jerusalén una ramita o esqueje de dicho árbol escuchó una voz del cielo propagando que en la madera de ese árbol moriría el que (con su resurrección) redimiría al mundo.
Un carácter psychompompos del tarvostrigaranos aunque le pasara a este autor inadvertido, fue también, según lo pensamos, destacado inconscientemente por J. VENDRYES al señalar la circunstancia, ininteligible para él, de la aparición en una perdida comedia de Filemón (Ca. 262 a. C.) citada por Ateneo [XIII, 57], del Tarvostrigaranos en este contexto: [f 138 representación de un toro solar en una moneda CI "gallega" según Murguía [ curiosamente lleva la leyenda Biriganten, cuando en época de Murguía no se leía el signario ibérico]
Despachando el rey Seleuco Nicator [como presente] un tigre a Grecia, “deberíamos”, dice Filemón, “enviarle de reintegro un Therion Trugeranom”, con lo que la cómica escena no deja de tener su negro humor, al corresponder posiblemente al malintencionado presente del tigre, interpretado como encubierta amenaza mortal, con un Therion Trugeranom es decir, con un psychopompos toro para que acompañe ¡en el viaje hacia el Otro Mundo! al dadivoso rey Seleuco [El héroe solar Trecaranus, doblete latino de Hércules, sirve en Roma para explicar míticamente el origen institucional del diezmo de Dios y de los Reyes, un relato ya ininteligible en Origo Gentis Romanae, VII y VIII donde obscuramente en el asunto se entremezclan Gerión, Hercules y el episodio del robo de los bueyes por Caco: VI. 1 Eo regante forte Trecaranus quidam graecae originis, ingentis corporis et magnarum uirium pastor, quia erat forma et uirtute ceteris antecellens Hercules appellatus, uenit eodem. 2 Cumque armenta eius circa flumen Albulam pascerentur, Cacus, Euandri seruus nequitiae uersutus et praeter cetera furacissimus, Trecarani hospitis boues subripuit ac, ne quod esset indicium, cau
VII. At uero in Libris Pontificalium traditur Hercules, Ioue atque Alcmena genitus, superato Geryone, agens nobile armentum, cupidus eius generis boues in Graecia instituendi, forte in ea loca uenisse et ubertate pabuli delectatus, ut ex longo itinere homines sui et pecora reficerentur, aliquamdiu ibi sedem constituisse. 2 Quae cum in ualle ubi nunc est Circus Maximus pascerentur, neglecta custodia, quod nemo credebabur ausurus uiolare Hercules Praedam, latronem quendam regionis eiusdem, magnitudine corporis et uirtute ceteris praeualentem, octo boues in speluncam, quo minus furtum uestigiis colligi posset, cudis abstraxisse. 3 Cumque inde Hercules proficiscens reliquum armentum casu praeter eandem speluncan ageret, forte quadam inclusas boues transeuntibus admugisse atque ita furtum detectum. […]” Tito Livio, Origo Gentis Romanae, VI, 1-7; VII1-3].
Eric PIRAT, ilustra los tres pasos del sol en la India védica con unos ejemplos de textos brahmánicos alusivos “a esta correspondencia de los pasos del dios con los mundos y, de forma más general, a la proeza que el recorrido divino constituye. En el transcurso del acto conclusivo de los ritos de la Luna Nueva y Llena el sacrificante tiene que dar tres pasos, donde, murmurando ciertas fórmulas [f 139 foto de un cuadrifaz (Neribtum? Tell Ischall, ca. II milenio a. C.] sobre probable cordero solar indicando que a principios del primer milenio AC también en Oriente, Agni, el fuego, pudo pasar a representarse sobre un cordero. Visto de frente siempre se ven tres caras]
(ŚBK 2.8.4.5-9) “[…] quien sacrifica quiere de esta manera propiciarse a los dioses mediante el sacrificio que consiste ya en recitar estrofas, ya en pronunciar fórmulas, ya en verter libaciones. Una vez se les haya propiciado. Piensa ser admitido entre ellos y, una vez admitido entre ellos camina hacia ellos. Ahora bien Vishnu es el sacrificio y es quien realizó esta progresión a favor de los dioses; es esta (tierra) la que el pisó mediante su primer paso; luego este espacio, y mediante su tercer paso el cielo. […] y (el sacrificante hace) este (recorrido) pronunciando (primero):
‘Vish–nu ha dado un largo paso en la tierra […] (131). luego: ‘Vishnu ha dado un largo paso en el cielo […](132). "De él (= el mundo celestial) es desposeído tanto quien nos perjudica como aquél a quien perjudicamos’ […] Y (el sacrificante hace) este (recorrido pronunciando (primero): Vishnu ha dado un largo paso en el cielo escandiendo la jagatī. De él es desposeído tanto quien nos perjudica como aquél a quien perjudicamos’. Luego Vishnu ha dado un paso en el espacio (133), escandiendo la Trishtub. De esto es desposeido tanto quien nos perjudica como aquél a quien perjudicamos’. Por último: ‘Vishnu ha dado un largo paso en la tierra escandiendo la gāyatrī (134). De esto es desposeído tanto quien nos perjudica como aquél a quien perjudicamos’; y añade: ‘(es desposeido) de este alimento, de esta referencia’ pues el alimento está en esta (tierra) y ésta es la referencia (o el apoyo). A continuación se gira hacia el este, pues la región de los dioses es la oriental. Se gira (hacia el este) (134), pronunciando: ‘Hemos ido al sol’ Cuando dice: ‘Hemos ido al sol’, quiere decir ‘hemos ido a los dioses’ (Y a continuación): ‘Nos hemos hecho de luz’. Con esto quiere decir: ‘Nos hemos colocado al lado de los dioses’. Luego levanta la mirada hacia el Sol […].
El “primer paso primaveral” el amanecer, del día y del año, comienza con el nacimiento de la Luz del Mundo el día 25 de diciembre, según la nueva fecha instituida en el siglo IV, y finaliza en las fiestas solsticiales desde el fuego de mayo hasta San Juan. No deja de admirarnos, sin pretender penetrar en los insondables misterios de la Fe y de las divinas disposiciones, cuanto del mismo modo que por la intervención del Espíritu Santo concibió en pleno solsticio solar invernal la santísima Virgen María al Hijo de Dios, Nuestro Señor, Lux Mundi, naciendo el día 25 de diciembre. Teniendo innúmeros santos y santas cristianas reputado origen solar o concordancia solsticial, como San Lorenzo, a quien por representar y contener quizá los huevos como encarna el sol, la promesa del renacimiento y renovación de la vida, asaron en una parrilla echando no leña al fuego sino cáscaras de huevos pues, según una popular opinión, al santo las llamas le hacían cosquillas. Sucede algo parecido con San Sebastián, Con Santa Comba, con San Silvestres y con Santa Lucía, de quien recoge el dicho popular gallego “por Santa Lucía amingua a noite e acrece o día”, y aún, según el Tractatus de Incarnatione del teólogo jesuita Joannes PERRONE en el solsticio invernal fueron concebidos y nacieron de un común modo Jesús; Budha: Budha natus est ex Maia, quae imaginationis dea est, ex mente, ex voluntate Virgine, et sine complexu carnali, quemadmodum filii Pandavarum apud Bracmanes per auriculam ex sole, ope orationis magicae et sine complexu virili nati fuiste scribuntur […](135). F 140 foto del Pantocrátor de San Climent de Taüll, Lleida, con leyenda "ego sum Lux Mundi" y comentario: La Luz del Mundo nace el 25 de diciembre]
Zoroastro: “Que sa mére eut une vision par un ange, et que, se étant éveillée, elle connut quèlle était grosse [...] ibid. PERRONE (1846 :132) ; Simón Mago: Ego (Simón) sum prima virtus, qui semper et sine initio sum. Ingressus autem sum in uterum Rachel (Matris meae) natus sum ex ea ut homo [...].
El benefactor dios solar Indo-iranio-romano Mitra que se mantuvo en celibato durante toda su vida; y hasta el buey Apis como lo refieren AELIANO(134). Pomponio MELA (134), o HERODOTO […] nascitur autem (Apis) ex vacca, in quam incidens coelestis fulgor conceptionis causa fit predicto (Apidi) […] (134). Entre muchos ejemplos más.
FLORENTIA EL PRIMER PASO AUGURAL DEL DIOS CELTA
Se suele hablar de Belenos recordando su “Claro”, “Bello”, “Brillante” y “Resplandeciente” nombre, el luminoso aspecto que habitualmente con cierta comodidad se asocia a la “tercera función” dumeziliana, una función relativa para nuestra percepción o concepción polifuncional de la monoteísta-trinitaria religión celta, correspondiéndose, ora con un díos de la medicina, ora, por sus connotaciones solares, con un muy interesante díos germinativo del “ primer paso del sol”, al que nos referiremos en su momento con más detalle, transfigurado luego por la interpretatio cristiana en multitud de santos, convertido en Francia posiblemente en San Bonet, tal vez en Galicia en San Sebastián y aún en San Lorenzo, pero sobre todo, conservándose indemne la concepción trinitaria celta en la iglesia Católica por la fácil asimilación de aquella de los misterios de la concepción, del nacimiento, de la pasión y de la resurrección de Jesús. Según lo estudiamos, en base a una evidencia que no viene ahora al caso, todo indica que los Celtas creían también que fuera del tiempo y aún probablemente sine complexu carnali una humilde virgen campesina habría concebido milagrosamente, del Buen Dios, del “Dagda” un benefactor hijo, llamado entre otros numerosos epítetos Mabón ap Modron “Hijo de Madre”, posiblemente Essus y posiblemente en la interpretatio celto-romana Apollo Grannos “reluciente como la grana”, etc., o simplemente Belenos, “el brillante”, nombres todos de un mismo solar y luminoso deus objeto en su infancia de las atenciones y cuidados infantiles de las Matres.
Las monedas andaluzas posiblemente granadinas, tal vez inspiradas en modelos griegos, con la inscripción ibérica o celtibérica ILDuRIR o con la inscripción latina FLORENTIA contienen unas representaciones del “sol de los tres pasos”, con imágenes que nos evocan al actual escudo de la Isla de Man. Los Tres Pasos del Sol son a un tiempo el significado y origen que el triscel, claramente explicitado por los textos védicos, de los tres pasos del Sol que imaginado en su trayectoria matinal sube, declina en el crepúsculo, y por la noche retorna por el Otro Lado. El sol, Agni “Fuego” en los textos védicos (135), nace y muere, en el transcurso de un día pero también, nace y muere, en el transcurso de un año. Es el brillante héroe solar, el joven Sol: [F 141 Foto de anverso de moneda granadina acaso con posible representación del joven dios solar con palma de martirio], f 142 estatua bajoimperial romana del Museo Vaticano representando a Jesús como Agnus Dei o como Buen Pastor]
“A Él, al buen Agni, se le adora y se le purifica todos los días como un caballo vigoroso. Como Arushá (el Sol brillante), e hijo de Dyaus (el Cielo) Rig-Veda IV, XV, 6-,
El bendito “Fuego”, Agni, lat. Ignus, i, por corrupción del lenguaje cedió su lugar a un Agnus, un cordero. Pero no es un añal cualquiera: el “Agnus Dei qui tollis pecata mundi” heredero de lo que pudo ser su patrimonio originario: “Adoremos a Agni (el fuego) el hijo de Dios, de Dyaus (Diváh sisus), el hijo de la fuerza, Arushá, la brillante luz del sacrificio” Rig- Veda V, XLIX, 2; cambiando todo para seguir igual, en cualquier caso, la confusión Agni/Ignus/Agnus es, como se dice en el argot futbolístico de nuestra tierra, ‘pataca miuda’ (sic).
Así el joven brillante héroe solar, el Agni (136), hijo de Deva, de Dios, el naciente sol que elevándose como poderosa llama en el verso védico quitaba el mal del mundo, se convierte por deturpación del lenguaje (136, con el tiempo, en un corderillo destinado al sacrificio cuando el viejo mito en el largo viaje de las fábulas, ¿en su paso de la India a Europa? perdió su prístino frescor y sentido.
Y por este Camino de Damasco, – o como diría nuestro amigo del H2O, por el Valle de los Lamates, “Ancom Lamaticom” - de conversión del Agni,“fuego”, en Agnus, “cordero”, recibieron nuestro San Juan y el propio Jesucristo sus atributos solsticiales compartiendo ambos la simbología solar y el común destino del sacrificial añal, siendo, en cualquier caso víctimas inocentes. Agni, el fuego bendito y lleno de virtudes, persiste todavía en Galicia en nuestro Leño de Navidad o “Leño de Nadal”.
El fuego [Y las aspersiones de fuego] se exhibe en las grandes luminarias de San Juan. “Conviene que descienda yo para que ascienda Él” son palabras atribuidas al Bautista por el clero medieval. San Juan, como Jano, representa el primer paso del sol naciente (Caen-dia), el del salutífero Apolo Apollinem morbos deppellere,” del esplendente, reluciente como la grana, sol germinativo, Apolo Grannus, al que en las Ardenas, como lo recogió FRAZER, padres e hijos, alumbrando los árboles frutales y las sementeras con “fachos” o haces de paja encendidos (137), oficiaban las “Grannas Mias” y los “Grannos Mios”, ceremonias equivalentes a los ritos gallegos de “Alumear o Pan”.
ALUMEAR EL PAN DE APOLO GRANNUS
(RESUMEN y recapitulación. Para Miranda GREEN el fuego es agente purificador [Es el Agni “fuego” de Dyaus, convertido por deturpación en el Cordero de Dios o Agnus Dei o, que quita el mal del mundo] y de las cenizas surge una vegetación nueva y fértil (138), siendo este y no otro el significado de los fachos y de las ceremonias o rituales ígnicos de “alumear” según todos los estudiosos. Estas celebraciones atlánticas expresan el sentido del verso sánscrito de los vedas reseñando el poder purificador del Fuego de Dios, del Agni Devai, del Ignus Dei y, aún, posiblemente por la aludida alteración del lenguaje, del inmaculado Agnus Dei. En el invierno estos rituales no tendrían sentido ya al no crecer nada siendo para los europeos del hemisferio norte un tiempo muerto o en imperio de la nieve, del hielo y de la noche. Este tipo de ceremoniales prolongándose hasta la fiesta de San Juan, solsticio de verano, donde el fuego es también el elemento protagonista, se integran en lo que habitualmente llamamos el ‘Ciclo de Mayo’ (aunque en el mundo Celta comienza propiamente este ciclo el 1º de Febrero con la Candelaria, cuando en los países celtoaltánticos le vuelve la leche a las ovejas y se inaugura la temporada de pesca), comprensivo del pujante, augural y aumentativo aspecto del sol, desde la floración hasta la aparición de los primeros frutos. En la época clara del año tenían lugar las fiestas celtas de los fachos o de los humeantes y chispeantes haces de paja, encendiéndose en Europa, y especialmente en la Europa Atlántico numerosos fuegos. El origen de esta fiesta Celta del Iº de Mayo (139) es la llamada Beltaine o Beltené. “las hogueras de Bel”, tal vez no hayan celebrado los celtas que habitan los promontorios atlánticos con tanto esplendor su fiesta solar del fuego, de los maestros del fuego y de los elementos atmosféricos [cf. Françoise LE ROUX- Christian- J. GUYONVARC`H. "la Sociedad Celta 1991, p. 196] como en Galicia donde esta fiesta llamada ‘Véspora do Primeiro de Maio’ se esperaba con gran expectación hasta no hace mucho tiempo según señalando como “en tiempos pasados y hasta hace relativamente pocos años, en algunos lugares de Galicia la víspera del primero de mayo los campesinos se reunían en la plaza a toque de ánimas, encendían una gran hoguera y bailaban alrededor. Después según lo refiere Ladislao CASTRO PEREZ (140), “recorrían los sembrados con teas encendidas sacudiendo la ceniza sobre ellos” (141). El fuego es para los celtas un agente de limpieza, un purificador Miranda GREEN 1999 1995:52 por eso Agni, quita el mal, el pecado, del mundo y por deturpación se dice del Cordero de Dios o Agnus Dei qui tollis pecatta mundi. [F 143 Dibujo de Eva Merlán, dirigida por pena representando idealmente la celebración de los mayos en un castro de Narón] [fin del RESUMEN]
Acostumbrábamos los celtas ribereños del Atlántico prender fuegos ritualmente por la fricción de ramas de roble (carballo), turnándose para este menester como lo vio FRAZER tres veces tres personas puras, o tres veces nueve personas, teniendo por seguro que si alguno de ellos fuere convicto de asesinato, de adulterio, de robo, de parricidio o de otro impío crimen o proditio, no sería capaz de encender este fuego, y aún, en el caso improbable de que el indigno pudiera avivarlo, perdiendo este fuego todas sus virtudes de nada le fructificaría y aprovecharía. Comenzaba así nuestra fiesta del Primero de Mayo o, como hemos visto, de los fuegos, en gaélico llamados de Bel-tené, “los fuegos de Bel”, raíz esta que, significando blanco, hermoso, puro, se conservaría en Galicia en numerosos topónimos y, aún, probablemente en el hidrónimo Belelle, río que desagua en Neda (A Coruña) al que desde antiguo se atribuían propiedades albicantes motivo por el cual se lavaban en Neda las sábanas de lino de los oficiales de marina y aún las velas, también de lino, de los navíos de línea fabricados durante el S. XVIII en los Reales Astilleros de Ferrol. La mejor descripción de esta fiesta de los fachos de Maio es la de Vicenti del año 1879 (ex Ladislao CASTRO PÉREZ, 1999:199):
“Desde el punto mismo en que las parroquias del círculo tocan a las ánimas comienzan a aparecer en los montes luces aisladas, cuyo número va aumentando a medida que adelanta la noche. Al primer canto del gallo las luces descienden hacia la llanura, viniendo de los cuatro puntos cardinales, primero poco a poco, más aprisa luego y con rapidez vertiginosa por último. En el Valle se juntan y detienen un instante miríadas de ellas formando un conjunto verdaderamente fantástico, y después, subdivididas en infinitas fracciones, danse a correr por los sembrados hasta que amanece el día [...]. No hay palabra que pueda dar idea de lo maravilloso y aún pudiéramos decir infernal espectáculo. Entre el rastro del humo y chispas que dejan las teas de paja -fachuzos-, descúbrense a veces las figuras humanas que al sangriento parecen encarnados demonios y oyese una confusa algarabía de cantos inauditos cuyo ritmo y cadencia no tienen traza de pertenecer al mundo […]. Nada saben los ancianos de esta antigua costumbre maravillosa por más que afirmen ser un conjuro para alejar a los gusanos del trigo (142) que empieza a espigar en ese tiempo, o “para consagrarlos a fin de que no lo perjudiquen”. Ello es que al llegar la noche del 30 de abril [precediendo entre los Celtas, como entre nosotros, la noche al día, se considera la noche de la víspera ya en el cómputo del 1º de Mayo (143), en la Beltené, los labradores preparan sus teas, las encienden, júntanse con los vecinos al punto de la medianoche en el centro de la vega y después, a todo correr, comienzan su peregrinación de aparecidos. Los labriegos de cada lugar dan primeramente tres vueltas en de rededor de las heredades propias, sacudiendo sobre ellas las chispas [faiscas] de sus fachuzos, y pasan en seguida la velada haciendo lo propio en las ajenas […]. He aquí lo que van cantando sin interrumpir su carrera, ni sus inflamadas aspersiones: ‘Alumea o pan/ aluméao ben/ alumea o pan para o ano que ven./ Alumea o pai; cada grao un tolodán./Alumea o fillo, cada gran un pan de trigo’. El aire es lúgubre, sostenido y, como dirían los músicos, sfogato. Los hombres modulan tristes y fuertemente la primera copla, y los niños, con voz aguda, pero no menos quejumbrosa, repiten las otras a manera de estribillo” (144).
En la Auvernia según lo describe FRAZER, aunque adelantándose aquí esta celebración al lunes de pascua acaso por la influencia de la iglesia:
“Cada villa, cada aldea, cada rueiro, cada lugar y cada casa aislada tienen sus figos o hogueras [...] Cuando llega la noche las encienden luego de bailar al rededor de ellas y de saltarlas proceden a la ceremonia de las Grannas Mias. Un Granno Mio es un facho (haz de paja) atado al extremo de un palo. Cuando la luminaria está medio consumida los presentes encienden los fachos en las brasas y los llevan a las leiras de los vecinos a los campos e a las huertas y a todos los sitios donde hay árboles frutales. Cuando marchan cantan lo más fuerte que pueden:
Granno mo mio-Granno mi amigo- /Granno mon Pouère - Granno mi Padre-/ Granno mo Muére- Granno mi Madre-( Pasan luego los fachuzos ardientes bajo las ramas de cada árbol cantando: Brando brandounci -Facho alumbra-/ Tsaque brantso -cada rama-/ In plan panei -una cesta plena-
Y todavía añade FRAZER:
“[…] En algunas villas la gente también corre a través de los campos cultivados y sacude las centellas y las cenizas de los fachos en el suelo”, mostrando que esta costumbre celta estaba muy extendida por la Europa Atlántica, concluyendo que los investigadores convenían que el Granno a quien iban dirigidas las invocaciones de las Ardenas, prestando su nombre a esta celebración ígnica realizada con los fachos, pudiera bajo su epíteto Granno no ser otro más que el celebre solar dios celta de la rueda”. [F 144 ibid. Dibujo de Eva MERLÁN BOLLAIN dirigido por el autor, en el que se reconstruye el ambiente de la Beltené en el Castro de Vilasuso, con base etnográfica actual y el recurso de la Etnografía Comparada]
Granno es el resplandeciente Sol escarlata, brillante, “de color granate, reluciente como la grana, el rojo”, al que los romanos identificaron en su interpretatio con Apolo, la solar divinidad, un Apolo Celta de quien Mathews reseña como los galos consideraban que la cuna de su madre, la Letona Celta, estaba en Gran Bretaña. Este Apolo Grannus aparece refrendado por numerosas inscripciones de Francia, de las islas Británicas y del Danubio (145). El benéfico dios, recordado aún hoy en los rituales celtas de alumear de Galicia, sería rápidamente, ya en el siglo II, identificado en la interpretatio cristiana con Cristo, el Hijo del Dios Padre y de la Virgen María e interpolado incluso en los evangelios apócrifos, posiblemente por el clero celta, recién convertido de Asia Menor. Así en el Milagro del grano de Trigo el capítulo XII, del Evangelio apócrifo de Santo Tomás (146).
Este editor señala que el Evangelio de Tomás es para muchos autores, aunque Orígenes lo considerase un simple evangelio no inspirado, un texto Gnóstico; San Ireneo, opinando que era usado por los marcosianos, lo utilizaría parcialmente. Mientras Eusebio lo clasifica como herético e Hipólito de Roma nos informa que lo usaban los Naassenos “una secta del siglo II esencialmente gnóstica”. Estaban al tanto de este evangelio Atanasio, Timoteo Presbítero y Nicéforo [Ibíd. p 255]. Propiamente coincidente el ciclo de floración de mayo a junio con las grandes luminarias, es el primero de los tres ciclos de fiestas agrarias, precediendo al “Ciclo de Las Cosechas”, de julio a octubre, marcadamente de acción de gracias y, por ende, exaltatorio de la gastronomía, tan caro a los gallegos, siendo los tres meses restantes, claro está, como lo ha Señalado L. CASTRO PÉREZ (1999: 200, ss), de exceptuarse las áreas olivareras, el tiempo del sueño y de la muerte de la Tierra, el sueño también del sol. Un tiempo correspondiente al verano de las antípodas, y en lectura mítica al ocaso del sol, anunciando su muerte y temporal estancia en el Otro Mundo dejando el orbe todo en las tinieblas (Tren-día) pero, como contrapunto, llenando ahora las tinieblas con su luz y a los muertos de certidumbre en su esperada resurrección (147).
EL SEGUNDO PASO DEL SOLARDIOS CELTA ES EL DEL SANTO GRIAL
At the end of the year 1927 a very interesting volume by Mr. J. S. M. WARD, entitled “Who was Hiram Abiff? (148), was given me by my husband. [F 145 foto con la impresión de un sello cilindro de nefrita del periodo Acadio, ca. 2200 a. C. Muestra al dios Ea con su visir Usmu de dos caras, Shamas desaparece? entre montañas con Ishtar a su izquierda]
This book contains, among other illustrations, reproductions of two seals of about 2,500 B. C., now in the British Museum, and illustrated in “The Babylonian Legend of the Creation”, pp. 18 and 19. According to Mr. WARD [op. cit. 25] “They depict (although officially described as “Shamash the Sun God rising and setting”), more probably representation of the descent of Dumu-zi into the Underworld and his subsequent coming forth by day. In the first the god is seen sinking into the underworld amidst what seem to be pine-cones, one of his emblems (cf. Attis) out of which grave springs up a young tree. Over the dying Cod stands the Goddess, who is dropping into the open grave an “ear of corn”, for so the Museum authorities describe it, but to my mind it is much more like a pomegranate, the well known emblem of fertility and “Plenty”. In either case is clearly planting the seed. An Attendant god is releasing an eagle, which among many Syrian nations was released at the emblematic burning of the God, to signify the ascent of his soul to Heaven. Near by stands a God holding a Bow in his hand, one of the best known emblems of the Great Mother, behind whom is a lion, another of her emblems, one under which she was peculiarly associated with Ishtar.
The other seal, which is of about the same date, depicts Dumu-zi (or alternatively Shamash) rising from the Underworld. Two attendant Gods are supporting two pillars, or possibly doors which are surmounted by lions. In Either case the pillars or doors no doubt represent the gates of the Underworld being withdrawn. The lines of fire suggest the funeral pyre of the God; while the eight- pointed stars are the recognised emblem of Ishtar. The fact that there are two of them remind us that she was Goddess of Venus, both as the Evening and as the Morning star and it was when Venus rose in the East, i.e., in the mooring, that the time for the proclamation of the resurrection of Tammuz had arrived.” While not agreeing in every detail with Mr. WARD, I was immediately struck by the resemblance between the death of Dumu-zi or Tammuz as he is more generally called, and the of Lleu (or Llew) in the Mabinogi of Math vab Mahtonwy, one of the Four Branches of the Mabinogion. A closer examination convinces me in my belief the story of Llew, as we have it, is but another version of the “Dying God”, known elsewhere as Tammuz, Adonis, Attis, etc.” (149).f 146 ibiden otro sello cilíndrico mostrando la salida del sol por oriente.
Essus, según Joseph VENDRYES grieg. Eus,y skr. Asura (150), tal vez “El Bueno” podría tener un carácter solar diying god de sir James FRAZER, expresado el segundo paso del sol con un mito en el que el dios aparece cortando con un hacha los tablones de su propio tormento o tal vez el astil de la lanza con la que se habría ocasionado a través del costado una herida en el corazón, o del madero en el que non invitus sed propia voluntas según parece habría sido colgado (o clavado) tal vez para que la tierra prospere y la vida florezca con la proclamación luego con su reaparición de su gloriosa resurrección y renovado dominio diario y anual sobre el cielo la tierra y el mar. Del Árbol de la Vida tomaría el Dios solar los maderos de su pasión y una hasta perfecta que clava en su corazón [F 147 reproducción de una placa de arcilla de 11 cm. Periodo Paleobabilónico ca. 2000-1600 a. C. (Tubub Tell Kafajeh), mostrando a un guerrero dandole una puñalada al Dios solar representado con un solo ojo].
Entre los Celtas, dando la vida por sus amigos, non invitus, cortando con su propia brosa o hacha el Árbol de la Vida, talando los maderos en los que iba a ser sacrificado, para que la Tierra, el país, renovara sus frutos a los hombres su deliberada muerte y posterior retorno, el solar dios crepuscular celta Essus si la idea fuese tolerable aceptaría intencionalmente y de buen grado su muerte, hecho lo suficientemente trascendente de por sí para que la plástica celta, expresamente, lo representase cortando el Árbol de la Vida con su propia hacha.
Al primer paso del poderoso sol del mediodía elevado en lo más alto del cielo, sucede el segundo paso crepuscular o decadente del descenso (Aen-dia) hasta que el moribundo sol se embarca en su ocaso en la nave funeraria para iniciar la occidental singladura en una naveta que los griegos convirtieron en copa, una barca tal vez llamada en griego arcaico kalix (151), o depas por las dos asas que presenta una aúrea naveta troyana de época micénica, posiblemente similar a la que Helios (153) y aún Hércules, en una ocasión tomándosela prestada:
“Pisandro en el segundo libro de la Heraclea dice que la copa en la que cruzó Heracles el Océano era del Sol y que la recibió Heracles de Océano” (154)
Simbolizando luego la introducción en el Cáliz de la Hostia el descenso de Cristo a su sepulcro, florece así para los celtas que disfrutamos de los privilegiados promontorios o finisterres atlánticos, testigos cada atardecer de unas espectaculares y encendidas puestas de sol y de su postrero verde rayo, antes de desaparecer tras el océano, custodios a la postre del mito del Santo Grial [Que resplandece desde tiempo inmemorial en el escudo y antigua bandera Galaica.], expresión del descenso del sol, reluciente como la grana, cada atardecer, del sol entrando en su naveta, en su nave, en su caldero o en su copa para emprender el marino cursus diario y anual por un Orbe Tripartito rodeado de agua. Descenso (155) que origina el mito griego de Endimión y entre los celtas un innumero anecdotario, incluyendo la percepción cesariana de la hiperdulía del psychopompos Hermes celta; la multitud de agentes fúnebres que en el Atlántico cortejan al alma en su camino hacia el paraíso; Ávalon o Solstición, la Ciudad Amurallada con su jardín y con su Árbol de la Vida; historias también de Caza Salvaje, de la Mesnié, y de la Sociedade do Oso, y como no, de los Lares Viales. [F 148 Foto de una placa del caldero de Gundestrup, Dinamarca, que muestra a la mesnada acompañando al muerto (Pena Graña Atenea n1 10, p 35. Ferrol 2002) hasta la puerta del Hades].
ESSUS ¿UN JESÚS CELTA?
“We know from a number of Babylonian hymns which were used at the annual lamentation which the people of Babylonia made when the death of Tammuz was solemnised that Dumu-zi is the spirit of Vegetation, particularly of the corn. This corn by being planted in the womb of Mother Earth dies, but hereby a plenteous harvest is produced and throughout the sacrifice of the corn spirit mankind is saved. The children of Mother Earth thus begotten, i.e. the ears of corn, become her ‘lovers year by year and suffer the same fate by being planted in the earth again. [...] [...] the prosperity of the land was held to be dependent upon the virility of the King. When the crops failed or the flocks ceased to be productive it was believed the king’s strength was failing, and he had to die, usually a violent death, his soul being transferred to a vigorous successor before it had been seriously impaired by remaining too long in an enfeebled body. By slaying the man-god his worshippers could, in the first place, make sure of catching his soul as it escaped and transferring it to a suitable successor, and, in the second place, by putting him to death before his natural force was abated, they would secure that the world should not fall into decay with the decay of the man-god. The manner of death differed: some times he was strangled, sometimes clubbed, sometimes he was hanged on a tree” (156) [(156) WILLIAMS, Mary, “The ‘Dying God’ in Welsh literature”. ob. cit. pp. 174-5. cf. FRAZER, The Golden Bough, IV, “the Dying God, p.17 sqq. Abridged edition. 264ss.] [Foto de Orfeos Bakkikoss. Representado de modo similar a Cristo Crucificado en un cilindro sello de hematita del s. III d. C. Berlín].
Esus encarnaría entre los galos la idea del díos que voluntariamente acepta su muerte y la vence luego, renaciendo victorioso de entre los muertos, escena representada en bajo relieve de Trèves donde, está presente un toro, y ya sabemos ahora lo que eso significa y sobre el árbol talado hay tres ánades. El Aen-dia, solar dios crepuscular Essus (si la idea es tolerable) aceptando intencionalmente y de buen grado su muerte, hecho de por sí lo suficientemente trascendente para que la plástica celta expresamente lo represente con su propia brosa o hacha, non invitus, talando voluntariamente del Árbol de la Vida los maderos en los que iba a ser clavado, no colgado, y luego alanceado en el corazón, para que con su deliberada muerte y posterior resurrección la Tierra, la Treba, el Teuta, el país, renovara sus frutos y se confortasen los hombres en la promesa cierta de la inmortalidad (157) [foto del Políptidco de Gante de Van Eyck que representa al Cordero Místico].
Essus, joven brillante héroe solar, comparable al Agni (158), Fuego (159) hijo de Deva, “Dios”, el pujante sol naciente que elevándose como poderosa llama en el verso védico quitaba el mal del mundo, iluminando la vida ejemplar del galileo, forja la simbología que el cristianismo atribuye al cordero añal destinado al sacrificio (160), cuando en el supuesto largo viaje de la India a Europa ¿o acaso de Europa a la India?, el brillante Agni, hijo de Deva, víctima inocente de su sacrificio anual, le habría legado sus atributos del año solar, el agnus, tanto a San Juan como a su doblete solsticial, desde el siglo IV, el propio Jesucristo, compartiendo ambos su común simbología del cordero. Entre los germanos Odín, dios solar solsticial, crepuscular conductor de muertos, señor del fantasmal ejército del Otro Mundo, sucesor de Tyr, que representa el cielo con su azul capa y su único ojo, el ojo del sol que todo lo ve, tras dar en su juventud el otro ojo en prenda a Mimir a cambio del derecho a beber del delicioso manantial de la sabiduría -gusta de saberlo todo aún costándole un ojo de la cara el siempre politécnico díos solar-, de modo similar fue, según el poema Hávamál, ahorcado en el Árbol del Mundo (161).Odín se colgó directa y voluntariamente del árbol sagrado de Yggdrasill:
Se que pendí nueve noches enteras/ del árbol que mece el viento [Yggdrasil] herido de lanza y a Odín ofrecido/-yo mismo ofrecido a mí mismo-/ del árbol colgué del que nadie sabe/de cuales raíces arranca (162)
Y tomando Odín una rama de Yggdrasill, la partió y fabricando con la madera sagrada el asta perfecta se infringió con ella un mortal lanzazo en el costado (163) y se le llama el ‘Señor de la Horca’ y la ‘Carga de la Horca’, dedicándosele, en atención a su tormento, en lo que se conocía como gawargjand ina dauÞau y se puede traducir como “el tormento del lobo” (ex Luis LERATE) (164), las ejecuciones en Upsala, colgando a los que iban a ser ejecutado de un árbol y alanceándolos. [F 149 representación de una segunda placa del Esus leñador, bajo simbología del Tarvos Trigaranus]
Sin duda alguna Ulfilas el traductor de la Biblia al Alemán intencionadamente quiso asociar, y asoció, a Ihesu Christo clavado en la cruz con Odín, traduciendo: “Cristo sufrió el tormento del lobo hasta morir colgado en la cruz”, presentando el sacrificio de Cristo de modo didáctico para que el pueblo concibiera el significado teológico de la crucifixión, como gawargjand ina dauÞau, esto es, Cristo ‘sufrió el tormento de lobo’ hasta la muerte colgado de la cruz, señalando Mary R. GERSTEIN como aún en el poema Hêliand (El Salvador), de principios del siglo IX, refiriéndose a la crucifixión se emplean formas paganas de castigo (165).
Según lo colegimos, y, estando esta idea desenvuelta magistralmente en la Mitología Comparada de MAX MÜLLER, lo coligieron otros autores del siglo XIX, con el testimonio de su vida y de su sacrificio ejemplar, pues nada hay mas grande y generoso que el dar la vida desinteresadamente por los amigos, el solar díos celta Essus nos ofreció con su resurrección la promesa de victoria sobre la muerte, facilitando la interpretatio por los paganos, y el ennoblecimiento, de la nueva religión impuesta por la Roma decadente en el siglo IV a la Gallaecia Antigua y al Atlántico: El Cristianismo.
LEÑO DE NAVIDAD
Melcart of Tyre was adopted by the Greeks under the name of Hercules. According to their fables when he felt the pain fot the poisoned cloak eating into his flesh –witch cloak, be it noted, was sent him by his wife an donned by him when about to offer a sacrifice- he climbed on a to a pyre of oak-trees and persuaded his friend, Philoctetes, to set fire to it. His soul then ascended in a cloud while the thunder crashed overhead. An annual festival held in Tyre in January commemorated this event, and was called “The Awakening of Hercules”. We thus see that not only was there a dramatic representation of the death of the God but also of his resurrection [Mary WILLIAMS. ob. cit. 181-2]
Conservamos todavía en Galicia, en muchas aldeas, un íntimo y persistente fuego invernal llamado Leño de Navidad o “Leño de Nadal” nacido en este contexto solar de muerte y de resurrección del año y de la vida. En ciertas bisbarras “comarcas” de Lugo, como lo refiere Vicente RISCO, mucha gente cree que en la “Noite de Nadal as árbores dan volta coas raíces para arriba e as ponlas para abaixo, collendo substancia para dar froito no verán" (166). El Leño de Nadal, extendido también por toda Europa, consiste en un gran tronco, usualmente de roble que encendiéndose el día 24 de Navidad arde ininterrumpidamente hasta Reis, “Reyes Magos”. En la Terra de Trasancos esta tradición popular gallega se disipó un punto, al prohibirse el leño en un Sínodo Mindoniense, en la diócesis de Mondoñedo-Ferrol, de 1541 por su obispo Fray Antonio de Guevara (la versión gallega es nuestra):
Constounos pola visita (dice el propio obispo) que a noite de Nadal botan un grande leño no lume, que dura ata ano novo, que chaman o tizón de Nadal, e logo para quitar as quenturas dan daquel tizón. E como sexa rito diabólico e gentilicio anthematizamos, e descomulgamos, e maldecimos, a tódalas persoas que de aquí en adiante usaran desta superstición; e máis e allende esto, os condenamos en cada dous mil maravedís e que un domingo na misa maior fagan unha penitencia pública [La traducción del castellano al gallego es licencia del autor. Con todo no tendrían excesivo éxito las censuras episcopales pues como dijimos los gallegos vivos e mortos no solo se reúnen en torno al bendito tizón junto a mesas bien dispuestas, también los gallegos de la diáspora desde hace unos años se reúnen virtualmente en un chat llamado “tizón de Nadal”]
Estas raras proscripciones, sin mucho efecto, desafortunadas aunque comprensibles, no ocultan lo admirable que resulta observar como el clero paleocristiano y cristiano atlántico establecíó una positiva comunicación y tendió puentes, integrando el cerne, “lo esencial” de la espiritualidad antigua en la nueva, ligando el solar y bienhechor pasado pagano de Essus, con el presente cristiano de nuestro Redentor Jesús, Hijo de Dios y Luz del Mundo, manteniéndonos indemne y sin ninguna perturbación, este clero cristiano - heredero afortunado, en más de lo que se piensa, del no menos admirable, clero pagano- aquella esperanza admirable de resurrección en la carne, que, casualmente, la vieja religión celta compartía con la nueva triunfante religión.
TRÁNSITO VERTICAL Y HORIZONTAL DE LAS CATEGORIAS DIVINAS PSYCHOPOMPAS CELTAS Y DE LAS ALMAS EN EL SEGUNDO PASO CREPUSCULAR DEL SOL
De los tres pasos del Sol, por el Cielo; por el mar; y por la Tierra hasta el Mundo Inferior, de este segundo paso (Aen-dia) heredaría su lado oscuro el toro psychopompos “de los tres pasos”.
Al primer paso del poderoso sol del mediodía, elevado en lo más alto del cielo, sucede un segundo paso crepuscular y decadente: El moribundo curso del sol en el Atlántico, su decidido y colorista descenso hasta la nave, cascarón, cáliz, o copa –todo, de flotar y contener al ilustre pasajero, vale-, iniciando en ella una occidental singladura para descansar en su isla o en su caverna antes de reiniciar, ya en el tercer paso, su descenso hacia el Erebo y sus ríos subterráneos y su retorno al oriente. F 150 [Foto de una cópa Atica que muestra a Heracles cruzando el Océano en el caldero del dol. Olpe ático de figuras negras, del siglo VI a. C.] [f 151 foto de dos petroglifos de Boglösa, Suecia, el uno Muestra al sol radiante entrando en la nave, en su atlántica singladura hacia el ocaso, el otro muestra al sol poniente con rayos podomorfos, a barcos con almas y psychopompos animales]
Es esta nave, la que, según mi convicción, habrían los griegos, como contrapunto a la pesada barca pétrea de los celtas, convertido en una marinera copa, al repensar sus mitos del segundo paso o del ocaso del Sol, o -como lo habría podido expresar el egregio MAX MÜLLER – al recrear su geografía mítica del ciclo de Endimión en el Occidente, desplegando todo ese aparato propio de la cosmografía de la antigüedad repleto de tópicos y de referencias míticas.
Lo que pudo haber sido y fue, como lo muestran los petroglifos escandinavos, una nave, una naveta funeraria como la aparecida en una tumba de Troya de 600 gramos de oro de 23 quilates, con dos asas, cuya visión frontal recordaba a su descubridor, Heinrich SCHLIEMANN (1874, lám. 202-204) al depas anphikypellon o copa de dos asas, un depas, de la Ilíada, devino, por la forza del sino, en una copa o cáliz y aún en un orondo caldero. Ambos, muy marineros recipientes, son el batel en el que Helios, y aún el esforzado Hércules, tomándoselo prestado en una ocasión, emprende su marino cursus, cada atardecer. [F 152 ilustración de varios dioses romanos, a la derecha figura un mercurio cinocéfalo, tomada del libro de Jean SENZNEC. Los dioses de la antigüedad en la Edad Media y el renacimiento. Lleva este pie: El perro y la serpiente psychopompos del caldero de Gundestrup se asocian en el Mercurio Celta pagano antepasado de San Roque y de San Cristóbal]
El espectacular descenso del sol -y no menos espectaculares derivaciones míticas en la geografía antigua-, fue analizado desde numerosos ángulos por F. MAX MÜLLER refiriéndose en su Mitología Comparada extensamente al mito de Endimión y su pernocta en la caverna Latmia, y a inagotables mitos indoeuropeos semejantes. En la dramatización de este descenso participaron siempre numerosos actores, los paganos Hermes o Mercurio, los Lares Viales; los cristianos San Andrés de Teixido, San Roque o San Cristóbal, los jóvenes cofrades indoeuropeos de la Caza Salvaje, de la Mesnié, de la Sociedade do Oso (Pena 1992) y los carnavales de Europa, son sólo una muestra.
Las principales ocupaciones del héroe solar Hércules, sus Doce Trabajos se refieren al curso del sol a través de los signos del zodíaco, un ejemplo o un eco de las preocupaciones estacionales, de las tareas y afanes, mes a mes, de los soldados-granjeros indoeuropeos en sus granjas o en sus explotaciones agropecuarias a lo largo del año. En el último de sus encargos, el decimosegundo, toca al héroe visitar en su último viaje el Alén, el Hades, el “Mas Allá” y llevarse consigo a Cerbero, esto solo podría acontecer, como se ha señalado ya, tras su muerte y su incineración en la pira. Para MAX MÜLLER:
Otra puesta magnífica del sol nos aparece en el mito de la muerte de Heracles. El doble carácter de Heracles como dios y como héroe es reconocido aún por Herodoto, y algunos de sus epítetos indican de sobra su carácter solar […]: en su último viaje, Heracles, como Kéfalos, camina de Oriente a Occidente. Consuma su sacrificio a Zeus en el promontorio Kenaeon de Eubea, cuando Deyanira (dâsya-narî = dâsa -patnî) le envía su fatal túnica, de allí Heracles pasa a Traquis y al monte Oeta donde se halla su hoguera [y el manzano antecesor del jardín de las Hespérides]; el héroe es pasto de las llamas, y se eleva a través de las nubes hasta el asiento de los dioses inmortales, a partir de ese mismo momento se vuelve inmortal, y se casa con Hebe la diosa de la Juventud. La túnica que envía Deyanira al héroe […] es el vestido que en los Vedas “tejen las madres para su brillante hijo”; son las nubes que se elevan del agua, y rodean al sol como una sombría vestidura. Heracles trata de arrancársela; su ardiente esplendor traspasa la oscuridad que crecía […] se ve al héroe moribundo que desgarra su propio cuerpo, hasta que ese cuerpo brillante se consuma en un incendio general. Su última amante es Yole, que representa probablemente las nubes del anochecer, coloreadas de tintes violáceos […]”(167).
No son ajenos a la dramatización del descenso del sol, entre las cosas que es lícito mencionar, elementos muy explícitos del cristianismo así la introducción de la hostia en el cáliz que en nuestra fe Católica simboliza el descenso de Cristo a su sepulcro, da pié entre los celtas del Atlántico, al nacimiento de la bella historia de José de Arimatea y a la Demanda del Santo Graal que “los del cáliz”, los callaicos, acaso coincidiendo la etimología popular medieval gallega con la etimología popular o de la geografía sagrada de la Antigua Grecia, posiblemente, desde inmemorial, tiempo lucen para gloria de España y de Europa, en el escudo de su noble y leal Reino de Galicia.
Testigos del poderoso instrumento que resulta la Etnografía Comparada para la Arqueología, están nuestros Lares Viales -estudiado magistralmente su benefactor papel de los vivos, de los viajeros y de los comerciantes en la interpretatio de la Galicia romana por Fernando ACUÑA CASTROVIEJO en unos papeles de los que somos deudores (168), especializados también en actividades psicopompas, en tránsitos horizontales, estrechamente relacionados, por ganarse su sustento en la Galicia prerromana asistiendo a los difuntos, custodiando a las almas por caminos llenos de peligros, con la fantasmal la Santa Compaña o Estadiña. [F 153 Detalle del panel central de un extraordinario triptico del museo del prado de la Baja Edad Media, con un San Cristobal, lleva un niño Jesús con Orbe Tripartico, correspondiente a los tres pasos del sol, y en cada partición se figura, 1º el Cielo con el sol y la luna, 2º el mar con dos peces, 3º las entrañas de la tierra. En su cinturón lleva dos almas, y en su mano izquierda porta una gigantesca rueda de molino. A sus pies múltiples especies de peces. Su báculo remata en cuatro cinco hojas de hiedra intensificando su carácter sychopompos].
Fueron zoocéfalos conocidos desde la remota antigüedad, con su origen Atlántico en los animales que figuran en la mesnie representada en una placa del caldero de Gundestrup: el perro (como el Can Cerbero que, previniendo catastróficas consecuencias, impide la entrada a los vivos en el Hades o la salida de los muertos al mundo de los vivos, o la Perra Peregrina de los gallegos), la obscura serpiente y el claro gallo que con su canto agudo anuncia el alba, ambos atributos del Hermes o Mercurio ( y conjuntamente base del “basilisco” del bestiario gallego), animalitos por influencia romana o cristiana transformados en humanizados agentes psychopompos y en benefactores santos, hoy desafectados en algunos lugares del orbe católico por un sector de la curia embebido de laicismo, aunque, iuvante Deo, siempre protegidos en Galicia por la Iglesia. El perro, la serpiente, el gallo, los conceptos que estos animales simbolizan, son en Galicia atributos de los más populares santos del país: El bendito San Roque, uno de los más justamente queridos y venerados santos, aparece representado siempre, en Galicia, como un peregrino, unas veces con la cruz de san Andrés en su sombrero, otras con las llaves de San Pedro, habitualmente con las vieiras de Santiago, no pocas veces, a un tiempo, con las tres insignias de los principales itinerarios de peregrinación de la cristiandad, Roma, Santiago y San Andrés de Teixido (169); el bonachón, San Pedro, calvo, cegato y despistado se representa con sus llaves, es tal vez el Pedro Chosco, reminiscencia del Lar Ceciegaeco, luego desvirtuado por los cuentos infantiles y convertido en el zoqueiro, que cierra los parpados de los niños colgándole en ellos zuequitos de madera para que se duerman y se les diga luego -¡vaite levar Pedro Chosco!; o como el Gigante San Cristóbal, sobresaliente conductor y reputado Lar Vial, siempre representado como el gigante que lleva sobre sus hombros a Cristo niño, portando en su mano el orbe tripartito -con el cielo estrellado y su sol y su luna en la partición del primer paso; con el mar y sus peces en la correspondiente al segundo paso, y con la tierra en la partición del tercer paso-. Conservando en nuestros días, San Cristóbal, aunque motorizada, su vigente función, otrora se afanaba recogiendo en las playas, en las llamadas por este motivo en la documentación de la Graña de Brión de Sobrado de los Monjes “Arenas del paraíso”, una a una, a las remolonas almas que, por llegar tarde, frustraron su viaje en la barca del Alén, y colgándolas ahora sobre sus espaldas, o entre su cinturón, camina presuroso con ellas en pos del navío, hundiendo sus santos pies hasta el fondo marino sin que el agua, en virtud de su gigantesca estatura, le sobrepase las rodillas, y posibilitando como el marino dios Atho en los petroglifos finlandeses su llegada a buen puerto, alcanzando, recomponiendo, y asegurando, el fantasmal pasaje del barco de los muertos, les da a los desventurados una segunda oportunidad.
Es con todo San Cristóbal un agente bastote, sin duda menos fino que otros psychopompos gallegos como el larguirucho y delgado caballo llamado o Diaño Bulreiro [Que suelta repentinamente las almas que transporta en los acuíferos cuando, estornudando una de ellas, las demás le responden ¡Jesús! cómo es costumbre], pues a menudo se le van cayendo al agua, accidentalmente, algunas de las almas que transporta en su sobrenatural mudanza, aunque, lanzándoles al agua una formidable y pesada rueda de molino que lleva en su brazo, singular salvavidas e intensificación celta del sobrenatural poder del vial Lar, presto las socorre, las alza casi sin detenerse de las gélidas aguas del Atlántico, y las reacomoda y reconforta en la seguridad y calor de su fuerte cinturón. Si fuese aceptable lo hasta ahora dicho, expresando en realidad a los ojos del clero letrado, no del pueblo, una única divinidad celtoatlántica, celeste, clara, brillante, un alto concepto monoteísta de la religión, su descomposición, posiblemente en contacto con Roma, habría dado pié a las polisémicas, politécnicas y polifuncionales categorías divinas solares de esencia trinitaria visitadas. [F 154 Foto de un relieve en San Remy que muestra a la Trinidad celta galorromana: Apolo (el primer paso pujante del sol en el cielo), Mercurio (el segundo paso decadente del sol en el mar), Cernunnos el dios Juez de los infiernos con sus cuernos que promete la resurrección (el tercer paso bajo tierra)].
Ilustrando lo contenido en los precedentes parágrafos, la personalidad trinitaria o triple de un único dios estaría, en su aspecto masculino, representada por una tríada o trinidad, por tres personas distintas de un solo dios verdadero, visible en el famoso relieve del Museo de San Remy de Reims: por Cernunnos, encarnando el tercer paso solar (Tren-dia), representado como un Mouro gallego con su saca de monedas de oro, Juez sentado en majestad en el trono al que solo se accede tras la muerte, en el Alén, “Mas Allá”, patentizando con los pies cruzados su dignidad real [Conviniendo a un Diying God hacerse rey antes de morir para aumentar aún más el wergel o valor penal de su sacrificio] La presencia bajo el trono de Cernunnos del solar toro y del psychopompos rebeco o ciervo atan el sacrificio y descenso del sol, la palma de su martirio, con la idea de florentia, de “prosperidad”, de vida significando los cuernos la esperanza nunca defraudada de resurrección (170). Cernunnos aparece en San Remy entre el solar, pujante, brillante y salutífero Apolo con su lira, representando el primer paso (Caen-dia), y el decadente Mercurio con el nocturno gallo del segundo paso solsticial (Aendia), que en su agudo canto también contiene una potente promesa de amanecer.
TERCER PASO DEL DIOS SOLAR. EL DESCENSO A LOS INFIERNOS:
El crepuscular “tercer paso” entre los celtas Atlánticos, es el paso del dios de la rueda solar, mudando de aires, al Otro Mundo dejando el orbe todo en las tinieblas. Luciendo ahora los espinosos atributos de un ciervo o de un rebeco, substituyendo ahora por una serpiente su solar cordero, aunque eso sí conservando pars pro toto los cuernos esta serpiente posiblemente del solar, y aún ignico, Agnus Dei, el muerto dios irrumpe como cornudo dios en el Más Allá (171), en el dominio de los muertos, tal vez anunciando con estos cuernos la promesa de una pronta resurrección y renovación anual. Su estacional estancia infernal, podría estar dedicada a la recepción o al juicio de las almas, según lo parece mostrar el caldero de Gundestrup.
Sostiene Miranda GREEN que en Samhain y “desde noviembre comenzaba una época de luto ritual por la muerte del verano y un momento de gran peligro, límite entre dos periodos, en que el tiempo y el espacio quedaban temporalmente congelados y las leyes normales suspendidas” (GREEN 1995: 62]). En una jornada solar las doce horas del día y de la noche se corresponden con los doce meses, teniendo posiblemente su correspondencia con las cuatro estaciones del año el matutino ascenso del sol, la primavera; el mediodía el verano; el sol crepuscular de la tarde, el otoño: y el sol del Otro Lado, es decir la noche, el invierno. Así como reflejo del sueño o de la muerte del sol los cuatro meses que van de de noviembre hasta el primero de febrero, reflejando el sueño de la tierra, (L. CASTRO PÉREZ 1999: 200) serían también el momento de la disolución o de la debilitación de las fronteras entre este mundo y el Otro Mundo, el gallego Alén.
REVITALIZANDO LA LUZ
Sesgando momentáneamente el hecho de que los Celtas del Área Cultural Atlántico que se pueden ver en la ilustración de Patrice Brun, coiné cultural conformada lentamente por acumulación y por recíproco contacto entre pueblos vecinos desde el Neolítico, dividían el año no por los solsticios sino por el comienzo del verano el primero de mayo y por el comienzo del invierno el primero de noviembre, es evidente el hecho de que el nacimiento de Cristo el 25 de Diciembre en es solsticio de invierno y la coincidencia de las célebres hogueras de San Juan, la más popular entre todas las fiestas del fuego, celebrada en la cuarta parte del Globo Terráqueo por los pueblos de Europa, con el solsticio de verano implica, como lo pensaba Frazer, que los fundadores de esa fiesta regulaban también su calendario por la observación del sol.
En su nuevo estado el dios solar, substituyendo posiblemente su solar añal del “primer paso” por la ctónica serpiente, aponiéndole los cuernos del cordero al sólo aparente reptil sombrío de la muerte y la oscuridad, conservaría intacta la promesa de una nueva vida. Exhibe ahora el dios unos ostensibles y espinosos atributos, insensatamente atribuidos luego, en la literatura cristiana, a una infidelidad del divino paredros. Desautorizamos esta corta visión, pues portando también los mismos atributos su pareja femenina, idénticas astas de un ciervo o de un rebeco (pos. “el de Reva -sic-”?), distinguidos conductores de almas; bien al contrario los cuernos, portándolos ambos tan digna y ostensiblemente, encarnarían una idea de promesa o compromiso fiel, con la resurrección primaveral, tanto del muerto dios padre solar cuanto de la muerta madre tierra. Anunciando o encerrando los cuernos renovados con cada primavera el final del duro invierno europeo y la esperanza de resurrección y de resurgir de la naturaleza. La benéfica serpiente con sus cuernos de carnero anuncia también la esperada venida de la luz del sol. Tal es la majestad y el poder del aparente infernal dios, coronado de espinosos atributos, como se representa en algunos relieves y en la placa del caldero de Gundestrup, que sentado como un rey (172), cruzando las piernas en su trono, recibe y aún juzga a las almas, en este mi Código Leonardesco –y quien quiera gato puede quedarse con el gato, siempre que no piense que le dan liebre- durante su invernal estancia temporal en el Otro Mundo (173), atiende en fin todas aquellas sus ocupaciones ajustadas al tercer paso solar, funciones, si se nos permite el forzadísimo cotejo, quizás comparables a las que el día del Juicio Final, con ingenuidad, la iconografía medieval apone, no por casualidad, a un Cristo en su trono, sentado en Majestad, también Rey y Juez, compartiendo una similar simbología animal, los tetramorfos.
HALLOWEEN, SAMAIN, VÍSPERA DE TODOS LOS SANTOS
Coincidente con la catastrófica muerte de la tierra, y con el declinar solar, se habrían producido quizás ya con anterioridad al comienzo de la Edad del Bronce en todo el ámbito indoeuropeo una serie de ceremonias protagonizadas por las cofradías de los jóvenes y marciales guerreros indoeuropeos, por unos mozos, andantes aventureros, de entre 14 y 22 años de edad, unos rituales de expulsión del invierno y de las fuerzas de la oscuridad, consistentes en unas determinadas procesiones o mascaradas que tenían como protagonistas a estos mozos armados, luciendo mortíferos estandartes o banderas de trapo con figuraciones de cobras, de pitas do monte “urogallos”, de caballos, de jabalíes, de perros, etc. y ocasionalmente disfrazados con pieles de animales, de lobos de osos, etc., pretendiendo representar un sobrenatural ejército fantasmal, o aproximarse a esta idea. Fingiendo ser ellos la salvaje Mesnada del Otro Mundo, de O Alén, entraban en las casas, arramblaban con la comida y hacían gala de una gran licencia sexual. El proceder de estos jóvenes constituye la génesis de los carnavales europeos.
La iglesia aceptaría, según J. R. JONES, la celebración del año nuevo de los celtas y su fiesta en honor de los difuntos designando, en el siglo IX, el primero de noviembre como día de Todos los Santos y, en el siglo XII, al día siguiente como día de difuntos. El clero intentó trasladar, en ocasiones sin éxito, a las iglesias la tradición de enviar la comida para los difuntos, perviviendo esta costumbre todavía hoy en algunos lugares de Galicia. Este trasfondo sería, en la diócesis de Mondoñedo, centro de la censura de su obispo el inquisidor humanista Fray Antonio Guevara en unas célebres Constituciones Sinodales, algunas ya visitadas, del siglo XVI (3 de mayo de 1541):
“[…] hallamos costumbre en muchas partes de este nuestro obispado que en los mortuorios que hacen, y en el día de los difuntos, que es al otro Día de Todos los Santos comen y beben y ponen mesas dentro de las iglesias y lo que es lo peor, ponen jarros y platos encima de los altares haciendo aparador de ellos. Ordenamos y mandamos que ninguno sea osado en los semejantes mortuorios y honras y días de finados comer ni beber en las iglesias, so pena que pague cada uno dos ducados y el cura que lo consiente cuatro” (174) [f 155 foto de un Santo bretón aplastando al anguípedo que representa a las fuerzas de la oscuridad]
Ilustran estas reprobaciones un hecho incontestable: cuando la Iglesia se conserva en manos de clérigos del país versados en las costumbres locales, integra o reasienta las tradiciones, concretamente, en el caso de estas honras a los difuntos, trasladándolas al templo desde la casa y, luego, desde el templo desplazándolas al camposanto anexo; pero cuando el clero es extraño a las prácticas del país, o un humanista, las costumbres locales son a menudo incomprendidas o perseguidas (175). Este desencuentro tuvo lugar en el siglo XVI impidiendo un hombre extraordinario, el mencionado obispo franciscano de Mondoñedo Antonio de Guevara, inquisidor y humanista en Valencia y Granada, obispo de Guadix, etc., una inocente y honda manifestación de la espiritualidad popular gallega, amoldada a la forma secular de vivir en el Atlántico europeo subjetivamente el cristianismo, integrada perfectamente en la más ortodoxa tradición cristiana. El Cristianismo Celta, es el resultado de una feliz y sensata integración que enriqueció y aún reforzó la estructura de la Iglesia Católica con valiosos elementos de la espiritualidad del pasado pagano, en un, siempre controlado, proceso donde los elementos adoptados o tolerados en ningún caso habrían podido entrar en colisión o vulnerar ningún dogma, pilar o creencia esencial de la nueva religión triunfante.
Hay que decir en descargo del gran humanista don Antonio de Guevara, obispo de Mondoñedo, que, aún equivocándose de pleno persiguiendo nuestras tradiciones con amenazas y con castigos, obraba sin duda con buenas intenciones, creyendo estar ante el eco de credos de procedencia judía o morisca, ante supervivencias de prácticas de moros que, como entonces se pensaba de manera errónea, y ahora lo pretenden nuestros huéspedes, supuestamente habrían ocupado Galicia. Por este camino de desencuentros habrían hoy desaparecido totalmente del acervo europeo antiquísimas costumbres de inapreciable valor etnográfico de no haber sido por la actuación providencial de los niños y de los mozos de las aldeas y las villas, quienes asumiendo la continuidad de las celebraciones llenaron de alguna manera el espacio que las mencionadas prohibiciones habían dejado vacío.
Con disfraces inocentes de fantasmas, de pícaros diablillos, de pavorosos animales que diezmaban los campos y el ganado, o de esqueletos, portando encendidas las tradicionales calabazas que en áreas de Pontevedra llaman calacús, los niños fueron paulatinamente dulcificando sin darse cuenta la personalidad de los seres obscuros del Otro Mundo y suplantando, como habrían suplantado a su vez sus ancestros de las cofradías de guerreros indoeuropeos, a sus difuntos antepasados, recorrían, una por una, las casas de las aldeas donde les aguardaban -y les aguardan aún en muchos sitios de Galicia- las mesas puestas llenas de carne, de pan, de vino, de larpeiradas, “dulces y golosina”, freixós [Son una especie de crêpes, diferentes a las filloas, salados o dulces, una exquisitez que se consume sobre todo en época de carnavales en la diócesis de Mondoñedo-Ferrol] , y aún pichones (176), agasajos que estos muchachos hacían desaparecer, metiéndolos al punto en el interior de las bolsas que llevaban para consumirlos, más tarde, con tranquilidad, en sus casas. La enmascarada compañía infantil portadora de calabazas y de disfraces, se detenía únicamente según es costumbre, para cantar unas canciones de agradecimiento por los regalos y por las golosinas, o de escarnio, en caso de que los tacaños hospederos (sería aquí más apropiado emplear el término “anti-hospederos”) no les abriesen la puerta, marchando axiña con la misma diligencia con la que habían entrado. De esta tradición forma parte el aún vigente Aguinaldo que recoge RISCO: [F 156 Fragmento de una pintura de Carlos AFONSO, asesorado por el autor , que muestra a unos niños disfrazadose en Samain a la puerta de un castro de Narón. A ambos lados del Atlántico celebramos costumbres milenarias]
“Tanto os que na noite de Nadal, como na dos Santos Reis, andan cantando polas portas van pedindo o aguinaldo ou as estreas: Deanos o aguinaldo, / anque sea pouco: / un touciño enteiro / e a mitá do outro […], e cando non llo dan botan verdadeiras cántigas de maldizer, unhas veces tradicionás: esta casa é de palla, / esta casa non val nada […]; ou como a que cantan nas de Reis: Cantámosche os Reises, / guedellas de cabra, / cantámosche os Reises, non nos deches nada […] e outras veces improvisadas e alusivas ás persoas da casa” (176).
Inveterada tradición, también prohibida, por fortuna sin éxito, basándose en las razones arriba mencionadas, por el obispo de Mondoñedo:
Nos constó por la visita que el Día de Todos los Santos y al dia siguiente de difuntos andan todos los mozos de la feligresía a pedir por las puertas y les dan pan y carne y vino y freixós (crepes) y pixóns (pichones) y otras cosa, y que piden así los hijos de los ricos que los pobres; y por ser más este rito gentil que cristiano, ordenamos y mandamos que, de aquí en adelante, ningún mozo vaya aquellos dos días de puerta en puerta a pedir sino que el beneficiado el rector, el primiclero y otro que nombrare la feligresía pidan aquel pan y todo lo demás que les dieren lo repartan en la iglesia el dia de los finados entre los pobres y necesitados, so pena que el padre o la madre que enviaran a su hijo a pedir aquellos días pague mil maravedís.
El Ciclo de Inverno, terminando en la Candelaria el 1º de febrero, tiene en Galicia como señalara RISCO, dobletes en Noche Buena, en Año Nuevo, el 1º de Enero, en “Os Santos Reis” o Reyes el 6 de Xaneiro, y en los carnavales herederos de los rituales de expulsión del invierno de las cofradías indoeuropeas. Con los niños celto-atlánticos, los de la fachada occidental de la Península Ibérica, con sus calacús, “calabazas” en la mano, celebran la Víspera de Tódolos Santos, en inglés All Hallows Eve ou Hallowe’en, y el día de difuntos, compartiendo ambas orillas del océano una común tradición celta. Contra lo que sostienen algunos medios, participan legítimamente de las tradiciones milenarias celtas de sus comunes antepasados, conservadas de alguna manera desde sus primigenias formas hasta el siglo XXI, no están importando ninguna extraña tradición del “American Way”.
NOTAS
(1) Pero en el mundo céltico el papel social que desempeñan en la guerra el rey y el druida, hacen que la primera función absorba la segunda, y aún la tercera, puesto que en su entronización el rey se vincula, “se casa” con la Diosa Madre, encarnación de la treba y del país, y esta unión garantiza, dependiendo de su recto gobierno, la lactación de las vacas y de las ovejas, la fertilidad de los campos y la abundancia de frutos en los árboles]
(2) Pues también aquí esencialmente muchos aspectos de la tercera función son asumidos por la primera p. e, Mars Coso, Cos/Iovi
(3a) Inscripciones nunca anteriores a la segunda mitad del siglo II d. C.
(3b) Es el caso de la invención en inscripciones con teónimos celto-romanos expresados en textos epigráficos celto-latinos de una lengua llamada “Lusitano”, como demostré en 1995 (Pena 1995), y confirma ahora el cuadro epigráfico evolutivo de Monteagudo García, con datación absoluta en base a los miliarios de las letras epigrafiadas en las inscripciones latinas [a excepción claro está de la letra “p” que en los epígráficos fragmenta , “pedacitos” de la perdida inscripción Arroyo del Puerco que, misteriosamente, precedería en cuatro siglos a resto de las demás letras, 'como lo ha establecido sin ningún género de dudas en un erudito, preciso y minucioso estudio VILLAR'
(4) G. WISSOWA Archiv für Religionwissenschaft, XIX, 1916-1919, pp.1-49
(5) G. DOTTIN Manuel pour servir à l´etude de l´antiquité celtique, 1906, p. 224
(6) PENA 1991:156-162
(7) CIL III 2804
(8) CIL VII, 168
(9) CIL XIII, 6094
(10) CIL XIII, 6478
(11)Miranda Jane GREEN Celtic Myths, British Museum, 1993, trad. es. Mitos Celtas. "El pasado legendario". Akal, Madrid. 1995, pp. 53
(12) Anne ROSS Druidas, Deuses e Heroes na Mitoloxía Celta. Trad. Colect. Ancoradoiro. E. X. B. Pág. 98 y 99.
(13) “Ó aparecer no monte, os dunha parroquia, chamada Santa Eulalia, quixéronna levar mais ela non quixo ir, decindo que estaba cansa e, ademáis, que pertencía a Sant-Iago de Requeixo (Chantada), polo cual é ésta a que lle fai a festa, anque a capela sirve de lindeiro entre as provincias de Lugo e Pontevedra. Denantes de chegar a Ela hai unha fonte milagreira, e a xente dí que a fixo a Virxe cando viña visitar ás súas hirmás, chegando o burro que a levaba con moita sede. Ela petóu no chao cunha vara que traguía, facendo xurdil-a auga”. V. RISCO “Liturxia popular” in Hª de Galicia I, p. 365.
(14) Histoire de la Gaule, vol.II. Paris 1909
(15) Cf. OLIVARES PEDREÑO, op.cit. 146.
(16) Ibid., op.cit. 146
(17) Vicente RISCO, “Etnografía, liturxia popular”, in Historia de Galiza dirixida por Ramón Otero Pedrayo: A Terra O Home-I p. 364
(18) “Seguramente a base dunha idea semellante formouse nas beira do Miño a leenda dos cinco ou dos sete Santos irmáus: San Felipe, San Pedro ad Vincula ou San Fins (?), San Marcos, San Mamete U San Domedio, Nomedio ou Amedio, cecais san Mamede e San Telmo, aos que algunhas veces engaden San Tomé e Santa Tecla, ou Trega. A leenda refire que San Telmo, bañandose no río, afogóu, e os irmáus dedidiron rescatar o corpo, e, para elo rubiron cada un ó seu picouto, dos que hai arredor do Miño. Para abesullalo cando viñera a aboiar, e puxéronse onde hoxe están as eirexas ou ermidas respectivas. San Marcos era o que estaba máis perto do río, máis como iba canso, quedou durmido e, namentras, pasou polo río abaixo o cadavre de San Telmo, que non parou deica o val de Louro; como o corpo santo botaba moita luz, os outros irmáus vírona, e os que acodiron os primeiros foron San Fins e San Domedio, que o recolleron e sepultárono en terras de Tuí. Na versión en que son sete, non figura San Telmo, e figura, en troques, San Xulián (ou San Xiao), o do Monte Aloia, mailo nome do santo que se afogou no río non se sabe, e din que se perdeu no mar. Diste detalle quíxose tirar un vencello coa leenda de San Brandán. ibi. p. 365
(19) Cf. G. DOTTIN, 'La religion des Gaulois', in RHR XXXVIII, 1898, p 136, sur l’insuffisance des sources concernant la religion des Celtes
(20) Jan DE VRIES Le Religión des Celtes 'remarques préliminaires ' II
(22) 'Il résulte de ce rapide examen des dédicaces répandues à travers le monde celtique que ce qu’elles fournissent avant tout, c’est une nomenclature de divinités locales. Même en écartant celles dont la celticité est douteuse, on obtient un ensemble imposant, mais qui prouve seulement l’abondance et la variété des cultes locaux. Il en se dégage de cet ensemble aucune vue générale sur les conceptions religieuses des Celtes. On en trouve même pas trace de grandes divinités qui eussent été communes à tous les peuples celtiques. C’est comme dieux locaux ou incorporés à des dieux locaux que Mars ou Mercure ont été honorés'. [VENDRYES, 1948, 248] ex Juan Carlos OLIVARES PEDREÑO ibid. p. 145
(23) in OLIVARES PEDREÑO Op. cit. p.144. LAMBRECHTS, 1942, 177ss
(24) MAC CANA 1983, 22 “indeed one can not but reflect that if the Celts were monotheists at hearth, then they were remarkably sucesfull in disguising this, for not merely have they fractured their single godhead into a multiplicity of aliases, but they have also invested some of these with a convincing air of individuality” ibid. 23, in OLIVARES PEDREÑO. Op. cit. p.146
(25) Trebad es en Irlanda un mundo pacífico de propiedad privada y de posición social, de diademas, de viriae, de torques, de cetros de mando, de casas de baños y salones de banquetes, de briugaid y briugú con humeantes calderos, de caballos de mulas, de varas de justicia, de bueyes, vacas, de aperos de labranza, de rentas, de diezmos, de servicios, de ferias, de romerías y de servicios religiosos oficiados por un clero muy jerarquizado, especializado y sabio. No falta el contrapunto de picotas, de horcas, de bandas y correrías de enfants terribles solteros. En tiempos de guerra las mujeres administran las tierras, el ganado, los siervos y los bienes, familiares, en ausencia de Trebad, tras la bandera tribal, frente al enemigo, los hombres son una puntiaguda, acerada y desnuda voluntad.
(26) Con capacidad de actuación jurídica, no postergadas, accediendo incluso sin ningún problema a la soberanía, y la dirección del ejército en ausencia de línea hereditaria masculina
(27) Que, descansadamente, permitiría hoy obtener en cualquier universidad de la CE al menos cinco licenciaturas
(28) IRG IV 85
(29) Corregida la lectio por B. GARCÍA FERNÁNDEZ ALBALAT. Guerra y religión en la Gallaecia y Lusitania Antiguas. Edicións do Castro. 1990, p. 31]
(30) Fernando Patricio CURADO: Fich. Epigráfico, 11 (suppl. de Conímbriga), 1985, nº 44 in B. GARCÍA. Guerra y religión... Edicións do Castro. 1990, p. 31
[31) OLIVARES PEDREÑO p. 145
(32) Según lo vé OLIVARES, pensaba HATT que los Celtas adoraron un único dios masculino no en la época inmediatamente anterior a la conquista romana, sino en época pre-celtica, en torno al Bronce Final (1800-800 a. C.) HATT, 1989, 24-25
(33) Pierre CATTELAIN y Caude STERCK Des dieux celtes aux dieux romains. Editions du CEDARC. Treignes, Belgique, 1977 p. 37, han destacado entre las dificultades que complican el estudio de la religión de los galos el hecho de que no conozcamos realmente sus nombres sino una retahila de apelativos o epítetos temáticos:
'D´une part, les dieux gaulois n´avaient pas de nom (ou du moins leurs noms devaient être si chargés de puissance qu´ils étaient étroitement secrets) et ils n´étaient designés que par des épicléses, c´est-á-dire des titres ou des surnoms honorifiques, un peu comme si les noms de Jésus ou de Marie avaient éte frappés d´interdit dans le catholicisme, el que ces figures návaient pu être désignées que comme 'Le Christ', 'Notre Seigneur', 'Dieu le Fils', 'Le Verbe fait Chair', et 'laVierge', 'L´étoile de la Mer' , 'Notre Dame de ceci ou de cela' […]"
(34) Un episodio explica un curioso sistema de notación, utilizado hasta nuestros días en la música Celta de las Islas Británicas Boand era la esposa del Dagda Mor en Irlanda, una deidad de los Túatha De Danann (la raza clara y divina de Irlanda). Cuando Boand dio a luz al primero de sus hijos, el arpa participó con su música en los gritos del parto y por eso al primer hijo se le llamó Goltray “la música del grito”, luego cuando nació el segundo hijo, el arpa tocaba marchas y aires alegres y por eso al segundo hijo se le llamó Gentrais, la música de la risa, cuando nació el tercero de los hijos, el arpa tocaba un aire lento suave y dulce como una nana, por ello el tercer hijo se llamó Suantri, música de adormecer (o de curar)
(35) Eduard GWYNN. Metrical Dinsenchas, 1925 vol 3
(36) Probl de cala>cla> cha, “pelado” y morro “montículo”, “elevación”
(37) Los castellanos derrotados en la batalla de Aljubarrota motejaban despectivamente de chamorros “cabezas rapadas” a los gallegos que, junto a los portugueses, luchaban en el bando vencedor
(38) Ut qui Vulnera D. N. I. C., hodie devote columus. [...] aliud autem est vulnus lateris, ut in eo haereamus quod propius cor attingit, nisi latus ipsum vulneratum, et ideo hunc cultum probavit Ecclesia, quia etsi, includantur hae partes vulneratae in objecto quod est corpus Jesu, specialem tamen habent mysticam significationem [...] in, J. PERRONE Praelectiones Theologicae, vol.III, p.216. Madrid, 1846
(39) Ego in Patre et Pater in me est; Ego et Pater unum sumus: Exivi a Patre, et veni in mundum; iterum relinquo mundum, et vado ad Patrem; Descendi de coelo, non ut faciam voluntatem meam, sed voluntatem ejus, qui misit me Patris in J. PERRONE Praelectiones Theologicae, vol.III, p.212. Madrid, 1846
(40) Caesar BG, 6, 17: Deum maxime Mercurim colunt. Huius sunt plurima simulacra, hunc omnium inuentorem artium ferunt, hunc uiarum atque itinerum ducem, hunc ad quaestus pecuniae mercaturasque habere uim maximam arbitrantur. Post hunc Apollinem et Martem et Iouem et Mineruam, De his eandem fere quam reliquae gentes habent opinionem: Apollinem morbos depellere, Minervam operum atque artificiorum initia tradere, Iouem imperium caelestium tenere. Marte bella regere. Huic, cum praelio dimicare, constituerunt, ea quae bello ceperint plerumque deuouent: cum superauerunt animalia capta immolant reliquasque res in unum locum conferunt”
(41)Ibid. BG, 6, 18 Galli se omnes ab Dite Patre prognatos idque ad Druidibus proditum dicunt. No deja de ser significativo que el gran historiógrafo galaico de la antigüedad tardía, Paulo Orosio en un despacho a San Agustín, el célebre Commonitorium, parezca aun reiterar este aserto de Cesar, diciendo que Prisciliano enseñaba que: El alma que fue nacida de Dios, salía de cierto depósito (promptuario) después de prometer ante Dios que ella lucharía, incitada por las instrucciones de los ángeles: a partir de aquí descendiente por ciertos círculos es capturada por los príncipes malignos
mostrándonos los términos precisos de la fusión en la Gallaecia de la religión Celta con el cristianismo, el resultado de la integración promovida por el clero priscilianista, tal vez legatario de la facies anterior, posiblemente poco tiempo después de haberse producido
(42) Miranda Jane GREEN Celtic Myths, British Museum, 1993, trad. es. Mitos Celtas. "El pasado legendario". Akal, Madrid. 1995, pp. 53”
(43) Todas estas personas divinas adscritas generalmente a un topónimo alusivo a un específico santuario, “Ládico” Candamo”, “Larouco”, ocasionalmente un específico hidrónimo Sequana (Sena), Navia, etc., a un locativo que suele aparecer tras el epíteto divino, p.e. el Bandua Veigebreaegus, “El Atador del Castro de A Veiga” *veige-brigh-aeco
(44) LAMBRECHTS, 1942, 184
(45) PENA 1991:156-162
(46) CIL III 2804
(47) CIL VII, 168
(48) CIL XIII, 6094
(49) CIL XIII, 6478
(50) I, 440 ss Tu quoque laetatus couerti proelia, Treuir et nuc tonse Ligur quondam per colla decore crinibus effusis toti prolate comatae et quibus immitis placatur sanguine diro Teutates horrensque feris altaribus Esus et Taranis Scythicae non mitior ara Dianae. “Tú también, tréviro, estas gozoso del cambio de escenario de la guerra, y lo mismo tú, ligur, ahora rapado, antaño sobrepasando a toda la Galia Cabelluda con tus melenas derramadas graciosamente por la nuca; y vosotros los que aplacáis con víctimas terribles al cruel Teutates y a Eso, pavoroso en sus salvajes altares, y a Táranis, cuya ara no es menos atroz que la De Diana Escítica” (usamos la traducción de A. Holgado. Madrid, 1984, 98-94 ex J. C. OLIVARES PEDREÑO “Los dioses célticos en el occidente europeo y el panteón hispano” RAH 2002 p.144)
(51) 'D´une part on nous dit (les Commenta Bernensia) que Taranis est Dis Pater, et quón brûlait en son honnerur des êtres humais dans des récipients en bois, dáutre part il est, en tant que praeses bellorum un Jupiter; jadis on lui sacrifiat les têtes d´etres humains, mais on ne lui offre plus que des animaux'. 'Les Dieux des Celtes' in La Religión des Celtes pp.70, traduit de l’alemand par L. Jospin, Payot 1984 [edic. 1977]
(52) ZWICKER, 1904, 51-52: Sanguine diro Teutates horrensque feris altaribus Esus. Mercurius lingua Gallorum Teutates dicitur, qui humano apud illos sanguine colebatur. Teutates Mercurius sic apud Gallos placatur: in plenum semicupium homo in caput demittur ut ibi suffocetur. Hesu Mars sic placatur: homo in arbore suspenditur, usque donec per cruorem membra digesserit. Taranis Ditis Pater hoc modo apud eos placatur: in alueo ligneo aliquod homines cremantur. Item, aliter exinde in aliis inuenimusl Teutates-Mars sanguine diro placatur, siue quod proelia numinis eius instinctu administrantur, siue quod Galli antea soliti ut aliis deis huic quoque homines inmolare. Hesum Mercurium credunt, si quidem a mervatoribus colitur, et praesidem belloreum et caelestium deorum maximun Taranin Iouem adsuetum olim humanis placari capitibus, nuc uero gaudere pecorum.
(53) ed. de 1984, pp. 70-71
(54) H. D´ARBOIS DE JUBAINVILLE Le cicle mythologique Irlandais et la mythologie celtique. Traducción Alicia Santiago, edición española Edicomunicación s.a, 1996 p. 73
(55) “There is little pre-Roman evidence for a solar god represented in human form. Scultures depict warriors bearing talismanic wheel-pendants on their Celtic cuirasses and helmets represented on the Arch at Orange show similar solar amulets. But these are human images attesting the use by earthly warriors of the sun-talisman. More likely to be divine are the motifs depicted on Armorican coins which sometimes bear the image of a human head with a sun-weel in the hair. The most evocative evidence for a free Celtic weel-bearing sun god appears on the gundestrup’s Cauldrom, where a small figure of an ocolyte offers a large cart-or chariot-wheel to a divine being. An interesting point about this scene is that the sun-god’s attendant wears a bull-horned helmet identica to those associated with solar amulets on the Arch at Orange” (cap. 4, p. 116) señalando a continuación al hablar la autora de The Romano-Celtic lord of sun and sky “As a result of Roman and Celtic interaction, there emerged a hybrid sky god, owning a great deal to the concept and imaginery of the Roman celestial and father-god Jupiter but betraying the presence of a Celtic deity in partial Roman guise. When an epigraphic dedication exists on these composite imgages, the divinity invoked is always called by his Roman name; there may, occasionally, be a Celtic surname attached to That of Jupiter- Taranis or Tanarus for instance, but never associated with an anthropomorphic image”. In Symbol and Image in Celtic Religious Art. “The male image”, Routledge. London and New York, 1989 chap. IV The Romano-Celtic lord of sun and sky pp.117 y The Romano–Celtic lord of sun and Sky pp.18
(56) En el Rig Veda, Indra el dios guerrero tiene un amigo, un aliado y camarada que siempre está con él: Vishnu. Cuando Indra tiene que luchar contra el Tricéfalo Vrtra, Obstructor de las Aguas del Mundo, su camarada, el “dios de largos pasos” mediante la tripartición del orbe prepara el terreno definiendo el campo operatorio, el famoso Orbe tripartito, de la lucha final y la victoria del dios Indra contra Vrtra.
'Ayant obtenu trois pas (trin kraman) Vishnu, le dieu aux trois pas (trivikramah), Visnu, le dieu aux trois pas (trivikraman), revêtit une forme miraculeuse et, avec trois pas (tibhih kramath), prit possesion des mondes, Avec un pas, il ocupa la terre entière, avec un second, l`atmosphère êternelle, le ciel avec le troisième [...] alors Indra, s’apprêtant à tuer Vrtra, dis : Ami Vishnu, fais très larges pas ! Ciel, fais place, et que sur toi s’êtale la foudre. Â nous deux nous allons tuer Vrtra et faire couler les rivières : sous la poussée d’Indra puissent-elles aller leur chemin'
(57) “Even in instances where overt Celtic elements of symbolism are missing, images of Jupiter may still display celticism in the style of image. A bronze statuette from the Rouen area depicts the Roman God with his eagle, but with a stylized face and hair, and wearing Gaulish clothes. Even more unclassical is the bronze figure of a Celtic peasant, in a heavy hooded coat, whose only attribute is a large thunderbolt, an emblem unequivocally tied to Jupiter. ibi. Miranda GREEN 1989 Symbol and Image […] IV p. 117
(58) J. POKORNY Indogernanisches Etymologisches Wortenbuch. Berna, 1959, p. 25. cf. tb. Meyer-Lübke Romanisches Etymologisches Wortenbuch. Heildelberg. 1925
(59) Tras ser sanado por el hijo del gran médico Dianchet, Miach, el brazo de Nuada, este fue restaurado como Rey de los Túata De, en Tara
(59) Sanado por el hijo del gran medico Dianchet, Miach, el brazo de Nuada, este, sin tacha física, fue restaurado como Rey de los Túatha Dé, en Tara.
(60) Epítetos intensificativos del poder del dios en el sistema celta donde el dios tuerto es el que mejor ve, la mujer embarazada la que más corre, el barco de piedra el que mejor flota, la rueda de molino el salvavidas más seguro, etc
(61) Acaso contrapunto de Ataecina, o de Leto “la noche”
(62) Divinidad de la soberanía celta posiblemente conserva una raíz, alusivo al monte *Brix. que ha dado origen a numerosos topónimos, y nombres de tribus celtas como la civitas de ese nombre cuya capital era Isurium Brigantium, y aún a confederaciones de tribus como la más populosa de la Britania organizada por la reina Cartimandua (43 al 70 d. C. cf, Tácito Annales), convertida en la provincia romana de Britania Secunda y luego en un reino una federación de tribus con un rey dominante, del clan o dinastía de Coes Hen “el protector” , John KOCH ha intentado traducir dos stanzas del poema Y Gododdin leyendolo como “As […] Brigantia rose, ascending towards the sky” (A. 58) y “the man who […] went down in to […] Brigantia was slain on a spear shaft” (A. 71) John KOCH The Gododdin of Aneirin: Text and Context from Dark Age North Britain, Cardiff, University of Wales press, p. 107
(63) Como el pequeño grupo de Sarrebourg de 34 cm. de base), del Musée Archeologique de Metz (GREEN, M. “The divine marriage” Symbol and Image in Celtic Religious Art, 1989 p.48) o también con una cornucopia, patera y jarra, (como en Dijon. Musèe Archéologique de Dijon. De 39 cm de base)
(64) Grünwinkel, cerca de Oberseebach en el museo de Karlsruhe; ESPÉRANDIEU, volumen alemán, nº 352, in GREEN “The divine marriage” Symbol and Image in Celtic Religious Art, 1989 p. 47-61)] ) [(65) ESPÉRANDIEU ns. 4566; 5564; 5752, ibid.
(66) Otro gallo cantaría en la vivencia popular de la Fe, en el fenómeno religioso pensado, o vivido, por la población inculta e iletrada, no siendo infrecuente todavía en Galicia, sobre todo en el mundo rural, hace 50 o 60 años encontrar personas mayores que creciendo antes de 1936, ajenas, como hoy, a la enseñanza obligatoria que incluía la asignatura de religión, excluidas de las virtudes del Concordato firmado entre la Santa Sede y el gobierno de Franco, y no habiendo asistido prácticamente a la escuela, pensaban que la Virgen del Carmen, iba a visitar a la Virgen de los Remedios y a la Virgen de los Dolores, para luego salir las tres, de paseo; que la madre de la Virgen, Santa Ana nació de una herida de la pierna de su padre, previsiblemente San Roque, y que determinadas santas estaban casadas o prometidas con determinados santos, etc.
(67) Los otros son el Monte de A Lagoa, en cuya cima hemos encontrado el primer cercado para ganado Neolítico que ha aparecido en Galicia; y el Monte de Ancos en cuya cumbre se encuentra un castro habitualmente asociado a Ardóbriga [Adobrica]
(68) En Narón, en la feligresía de Sedes, hay un hermoso monte llamado Esperón (o Asperón) por su aspecto. Su nombre no lo recibe de su asperantia o escabrosidad, ya que es muy redondeado y por la cara sur llamada “A Moura” presenta un acceso muy fácil, siendo casi un paseo llegar a la cima donde se encuentran montones de piedras apiladas por el hombre. Por su falda norte, visto desde el camino que sube al planalto de Nenos donde se haya una importante necrópolis tumular del Neolítico, el monte parece inmenso y majestuoso, con una perfecta forma cónica.
(69) El monte Esperón tenía la interdicción de encender fuego en él creyéndose que de hacerlo se propagaría por debajo de la tierra incendiando toda la comarca, hasta que hace unos años, la acción recuperatoria de unos vecinos celtómanos –y los excesos de los celtófobos no justifican los excesos de los celtómanos al frente de nuestro pedagogo Filgueira, se inventaron en el a Festa de A Luz, encendiendo gigantescos fachos o haces de paja en el solsticio de invierno. La tradición sostiene que cuando se hace la roza, el fuego se propagaba por una serie de galerías subterráneas que desde el Esperón llegaban hasta los ‘Montiños da Moura’ (mámoas de Nenos) e incluso hasta la Pereiruga (monte y castro situado al SE. que domina el Valle de Pedroso). Dicen los viejos que en la cueva más grande de este monte se esconde una gran trabe de oro que se puede ver un día al año por San Juan. M. Iuniano Iustino Epitoma XLIV, 3,6, hablando de la Gallaecia dice también fue rica en oro y plata, y además con frecuencia con el arado sacan trozos de oro, en los confines de este pueblo está el Monte Sacro al que se considera pecado (nefas) violar con el hierro; pero cuando la tierra se abre por un rayo, lo que es cosa frecuente en estos sitios, se permite recoger el oro descubierto como un don de Dios
(70) Bride, Bride comes in! / thy welcome is truly made, / Give thou relief to the woman, and give thou the conception to the Trinity! Canción popular, amable comunicación de nuestro amigo Andrew Bryce
(71) I will build the hearth/as Mary would build it. / The encompassment of Bride and of Mary/ guarding the hearth guarding the floor, /guarding the household at all.” ex Andrew Bryce
(72) cf. Carmina Gadelica “Bride put her finger in the river/ On the Feast Day of Bride/ and away went the hatching mother of the cold”, también en clara alusión al sosticio de invierno se dice de ella “From Brigid’s feast day onwards the day gets longer and the night shorter”. En la Víspera del Día de Santa Brígida “Là Fhéill Bhrìghde” la vieja del invierno la Cailleach, que en Galicia se llama “A Vella”, viaja a la isla donde tiene un manantial de juventud que la vuelve doncella convirtiéndola al amanecer en “Bride” (comunicación personal de mi amigo Andrew BRYCE)
(73) A. PENA GRAÑA Narón un Concello con Historia de Seu. Vol. I, 1991. Ed. Sotelo Blanco. P 157-172
(75) “Cuando llueve y hace sol/va el demonio para Ferrol/pinchando el culo de las mujeres/con una caja de alfileres” posiblemente conserva una raíz, alusivo al monte *Brix
(76) Aunque mostrando ya, según lo hemos expuesto en 1991, al analizar esta la letrilla gallega, de la Tierra de Trasancos, la descomposición de una pareja divina cuando por la acción de la iglesia sobre una creencia del pasado pagano una divinidad tonante se transformó en el presente cristiano en un acosador demonio, estas inocentes cantilenas, según lo pensamos en 1991, serían los últimos 'démas' de la divina sinergia de la indoeuropea y probablemente celtica pareja, manteniendo la esquiva la virgen de la luz y de los meteoros y la “chorreante” manifestación el soberano dios equipolente a Zeus Naƒios [con digamma] o a Júpiter Elicius todavía esos trazos habitualmente enmarcados en la llamada “primera función” duméziliana . A este dios soberano ligado, como lo vio LEITE DE VASCONCELOS, al rayo los habitantes de Gallaecia lo interpretaron tras la conquista con Júpiter. Es el Iovea Celiobrigo bajoimperial al que los lamáticos sacrifican en Lamas de Moledo un redañoso o rollizo puerco provinciano “radom porgom”
(77) Aunque en el mundo Ibérico se ha señalado que los enterramientos infantiles hallados en el interior de las casas como Castellet de Bernabé (Llíria, el cap de Túria) pudiesen ser sacrificios fundacionales, pues no eran incinerados, sino inhumados, y a los fundamentos se les ofrecen víctimas enteras, hay que pensar que este tratamiento puede deberse a que los bebés menores de un año, no integrados en la sociedad, participaban de una distinto tratamiento funerario
(79) J. POKORNY Indogernanisches Etymologisches Wortenbuch. Berna, 1959, p. 972
(80) Noticia amablemente comunicada por el profesor.
(81) IUNO LUCINA AEDES: El templo edificado en 375 B.C. (Plin. NH xvi.235) en un lucus consagrado a la diosa desde tiempo inmemorial (Varrón LL v.49, 74, La introducción de este culto se le atribuye a Tito Tacio (Dionys. iv.15). El templo se encontraba en el Cispius (Varrón, LL v.50), al noroeste de Torre Cantarelli, en cuya vecindad aparecieron las inscripciones relativas al culto (CIL vi.356-361, 3694-3695, 30199; BC 1888, 394; 1889, 40; Mitt. 1889, 281). Un quaestor, Q. Pedius, reedificó el muro (CIL vi.358: locavit . . . murum Iunoni Lucinae . . . eidemque probavit). Se contaba (Dionys. iv.15) que Servio Tullio había dispuesto que los regalos a los niños recién nacidos se depositasen en el tesoro de es templo que en el año 190 a.C. fue destruido por un rayo (Liv. xxxvii.3.2). En el se celebraba el 1º de Marzo el festival anual de las Matronalia (Fest. 147). In extracto de un articulo of Samuel Ball Platner en pp288-289 (as A Topographical Dictionary of Ancient Rome, London completed and revised by Thomas Ashby. Oxford University Press, 1929
(82) cf. Andrés PENA GRAÑA 1991 Narón un Concello con Historia de Seu vol. 1
(83) Miranda GREEN, F. ALONSO ROMERO, J. CARO BAROJA, entre muchos otros
(84) GONZALEZ REBOREDO et alii Entroido en Galicia 1987, p. 18.
(85) The principal fire-festivals of the Celts, wich had survived, though in a restricted area and with diminished pomp, to modern times and even to our own day, were seemingly timed without any reference to the position of the sun in the heaven. They were two in number, and fell at an interval of six months, one being celebrated on the eve of May Day and the other on Allhallows Even or Hallowe’en, as it is now commonly called, that is on the thirty-first of October, the Say preceding All Saints’ or Allhallows’ Day. These dates coincide with none of the four great hinges on which the solar year revolves, to wit, the solstices and the equinoxes. Nor do they agree with the principal seasons of the agricultural year, the sowing in spring and the reaping in autumn. For when May Day comes, the seed has long been committed to the earth; and when November opens, the harvest has long been reaped, and even the yellow leaves are fast fluttering to the ground. Yet the first of May and the first of November mark turning-points of the year in Europe; the one ushers in the genial heat and the rich vegetation of summer, the other heralds, if it does not share, the cold and barrenness of winter. Now these particular points of the year, as has been well pointed out by a learned an ingenious writer [E. K. CHAMBERS. Oxford, 1903], while they are of comparatively little moment to European husbandman, do deeply concern the European herdsman; for it is on the approach of summer the he drives his cattle out into the open to crop the fresh grass, and it is on the approach of winter that he leads them back to the safety and shelter of the stall. Accordingly it seems not improbable that the Celtic bisection of the year into two halves at the beginning of May and the beginning of November dates from a time when the Celts were mainly a pastoral people, dependent for their subsistence on their herds, and when accordingly the great epochs of the year for them were the days on which the cattle went forth from the homestead in early summer and returned to it again in early winter [in Eastern Europe to this day the great season for driving out the cattle to pasture for the first time in spring is St. George’s Day, the twenty-third of April, which is not far removes from May Day[...]] Sir James FRAZER “The Fire Festivals of Europe. 6 The Halloween Fires”. The Golden Bougth IV 222-3
(86) Confirmando este aserto nuestro en Galicia el que San Martín de Braga, en el siglo IV de nuestra consideraba de necios celebrar la entrada del año en enero y propusiese celebrarla en marzo
(87) El 1º de Mayo, o Beltaine o Beltené, literalmente “el fuego de Bel” fiesta ligada al Apollo Belenus y a su socia Belisama, “El Brillante” y “La muy Brillante” respectivamente, de la Galia, norte de Italia y Nórico (Austria), Ausonio de Burdeos nos habla de santuarios en Aquitania dedicados al culto Fébico, Tertuliano describe su culto (Apologéticus 24, 7) en los Alpes Noricos (Apologeticus 24, 7) y Herodiano (Historia del Imperio después de Marco, 8, 3.6) menciona el culto de Belenos en Aquileia en el Norte de Italia, y equivale al Bile Irlandés A él corresponden verosímilmente epítetos como Bellatucadros “El más brillante” el “dios cornudo” del Norte, etc., indicando posiblemente el aspecto solsticial del dios de la destrucción y de la guerra que transporta a los muertos en barca a las “divinas aguas” de Danu para que renazcan en el Otro Mundo. Posiblemente se corresponda en los Mabinogi con el rey Beli Mawr en la Historia de Lludd y Llefelys
(88) cf. Carmina Gadelica “Bride put her finger in the river/ On the Feast Day of Bride/ and away went the hatching mother of the cold”, también en clara alusión al sosticio de invierno se dice de ella “From Brigid’s feastday onwards the day gets longer and the night shorter”. En la Víspera del Día de Santa Brígida “Là Fhéill Bhrìghde” la vieja del invierno la Cailleach, que en Galicia se llama “A Vella”, viaja a la isla donde tiene un manantial de juventud que la vuelve doncella convirtiéndola al amanecer en “Bride”. (Andrew Bryce)
(90) ibi. Espérandieu ns. 4566; 5564; 5752
(91) Como el pequeño grupo de Sarrebourg de 34 cm. de base), del Musée Archeologique de Metz (GREEN GREEN “The divine marriage” Symbol and Image in Celtic Religious Art, 1989 p.48) o también con una cornucopia, patera y jarra, (como en Dijon. Musèe Archéologique de Dijon. De 39 cm. de base.
(92) Fernando ALONSO ROMERO 'La gallina y los polluelos de oro' in Anuario Brigantino, 2002, n 25, p.64”
(93) Eulogio LOSADA BADÍA: Los Orígenes de hombre, 1998.
(94) (LEHMAN, NITSCHE, 1923, 84) in ALONSO ROMERO quien señala también como “El la Inglaterra del siglo XVII las personas cultas utilizaban el nombre de las Pléyades, mientras que el pueblo, según PURCHAS en su obra Pilgrimage (1614), prefería el de la Gallina y los polluelos” (That constellation, called by the vulgar the Hen and the Chikens, and for the learned Pleiades) (Oxford English Dictionary, 1961). En Bulgaria el nombre más común de las Pléyades es el de ‘la Gallina Clueca y los Pollitos’. Se tenía en cuenta su aparición en primavera debido a su importancia en el calendario pastoril, (KOLEV, D. et al. 1997, 72). También en Inglaterra los ajustes en el Calendario se podían efectuar con la observación de la primera aparición e las Pléyades que coincide con la llegada del mes de mayo (KRUPP, E. C. 1979, 33)”. Fernando ALONSO ROMERO “La gallina y los polluelos de oro” in Anuario Brigantino, 2002, n 25, p. 64.
(94) Fernando ALONSO ROMERO “La gallina y los polluelos de oro” in Anuario Brigantino, 2002, n 25, p.66.
(95) “A finales del siglo XIX publicó Murguía en su obra Galicia la creencia que existía en la comarca de Bergantiños, es decir en el territorio que se extiende por el occidente de la Coruña hasta la ría de Laxe, una gallina con pollos de oro o dorados que salían diariamente de una caverna y que tras un corto paseo regresaban al interior de su guarida. Cuando por casualidad alguna persona conseguía verlos, descubría como la gallina se transformaba en una hermosa doncella, que exhibía sobre una mesa a la entrada de su cueva una serie de objetos entre los que había unas valiosas tijeras. Contaban que la dicha joven invitaba al que la había descubierto a que cogiera lo que más le agradase de su tienda. Pero debía evitar coger las tijeras porque se seguirían de ello grandes daños (Murguía, m. 1982, I, 25). “Se trata de un mito que con ligeras variantes todavía se conoce en diversas localidades de Galicia, de Portugal y de Asturias. En A Fontella de A Beillosa, en Santa Mariña das Fragas (Campo Lameiro. Pontevedra), hay una gallina que pone huevos de oro, pero está guardada por una serpiente, que en realidad es una moura encantada que todas las mañanas sale al exterior con una flor en la boca. Cualquiera que se arriesgue a darle un beso en la boca devolverá a la moura su aspecto humano y recibirá como premio a su valor la gallina de los huevos de oro, y se le mostrará también el camino para llegar a un aposento del castro de Anduriña en el que hay una viga de oro (Rodríguez Figueiredo, M. 1973, 254)” in “La Gallina y los Polluelos de Oro” ALONSO ROMERO AB nº. 25, 2002, p. 68.
(96) “Nos falta por comentar la relación de la gallina con la moura. Sabemos que unas veces es la moura la dueña de esa fabulosa gallina, mientras que en otros relatos es la propia gallina la que se transforma en moura. Debemos tener presente que la figura de esa hermosa mujer que espera ser desencantada tiene muchas semejanzas con la Fairy o hada del norte de Europa, no sólo en las descripciones de su aspecto, sino también en los argumentos de los relatos. Sin embargo, no conocemos ninguna leyenda en las que la fairy aparezca relacionada con nuestra mítica gallina y sus polluelos. Recordemos que tampoco en la versión gallega más antigua que se conoce sobre esa gallina, se menciona a ninguna moura, se habla simplemente de un hato de gallinas con pollitos”. In ALONSO ROMERO AB nº. 25, 2002, p. 68. Para nosotros esta confusión vendría dada por el común carácter psicopompo de la Moura que viene a este mundo a buscar marido, para llevárselo al Otro Mundo sometiéndolo a una prueba encubierta y de la constelación de las Pléyades o de la gallina de los polluelos de oro] por lo “que tendrían un carácter posiblemente psychopompos derivado del hecho de ocultarse en otoño y resurgir en la primavera”. Amable comunicación personal.
(97) Martín ALMAGRO (1966), 122-124 y lámina XXXVII
(98) F 121Anglo Australian Observatory/ Royal Observatory, Edimbourgh
(99) Palabra posiblemente muy antigua, como nos comunica Luís Monteagudo, García con una raíz que significa probablemente apilar, amontonar, leña en este caso]
(100) Juan Carlos OLIVARES PEDREÑO Los dioses célticos en el occidente europeo y el panteón hispánico. p. 145-6
(101) E. SPROCKHOFF, ‘Central European Urnfield culture and Celtic La Tène: an outline’ in Proceedings of the Prehistoric Society, vol. 21, 1955, pp. 257-82
(102) El arqueólogo Emil ESPERANDIEU publicó la obra Inscriptións latines de la Gaule Narbonnaise
[(103) P. LAMBRECHTS, Contribuitions à l’étude des divinités celtiques. Brugge 1942, 177 ss. ex Pedreño
(104) “[...] this link is further enhanced by one Reims Stone (ESPÉRANDIEU 3669) were Mercury appears in full Roman guise on one surface and on another is the three faced-image. That three was a definite association between Mercury and the Celtic triple-face in northern Gaul is indicated bay a relief from Paris Where a triple-faced god (ESPÉRANDIEU nº 3137¸ LAMBRECHTS, op. cit. Fig. 11) holds a ram head in one hand and Mercury’s purse in the other, and is accompanied by the classical god’s emblem of goat and tortoise. Even more interesting in this context is a stone from Malmaison where a depiction of Mercury and his Celtic consort Rosmerta is surmounted by a bearded triple faced image (Espérandieu nº 3756), the relative positioning perhaps implying the pre-eminence of this multiple form in this region. So in certain instances in North-east Gaul, the triple-faced god is linked with Mercury in his Graeco-Roman or Celtic form. Thus allying the Celtic triple-deity with the role of prosperity assumed by the Celtic Mercury. It would be misleading to take it for granted that the image was itself that of a Celtic Mercury (THEVENOT, 1968, op. cit., fig.11). The fact that the Malmaison iconography portrays Mercury and a separate triple-faced image shows their distinct identities. What we appear to have is an acknowledgement that in some instances there were links between two deities, that the tree-faced form sometimes merged with and took on the two functions of the Celtic Mercury and on another occasions was simply an associated divine form” (GEEN1989: 174). Las representaciones de la Triple Faz se encuentran también en la Galia oriental, en Nimes (Provenza) y en Condat (la Dordoña), entre las tribus de lingones, y treveros, (GREEN 1989: 171-72)
(105) Que, como se viene haciendo en Galicia y en el resto de Hispania, nada tienen que ver claro está con los topónimos o nombres en genitivo indígena –aeco, Coso Oenaeco, Vestio Alonieco, etc., sino que son el nombre del lugar donde se les rinde a estas divinidades culto, p.e. Bandua Lansbrica, Bandua [protector] de Lansbriga “La ciudad fortificada del plano” hoy la Citania de San Cibrán de Lás o del lugar donde se localizan sus santuarios y outeiros]
[(106)Para Miranda Green 1989 “The divine marriage”, Symbol and image in Celtic Religious Art, cap 3, p. 49 “The association of hammer and double-axe is an interesting one, repeated on other iconography; for example an altar from Carpentras in southern Gaul [CIL XII, no 1179] bears a hammer on one side an a double-axe on the other. HATT [J. J. HATT, ‘“Rota Flammis Circumsepta” A propos du symbole de la roue dans la région gauloise’, Revue archéologique de l’est et du centre-est, vol. 2 1951, pp. 82-7] suggests that both hammer and double-axe may be a thunderbolt symbols. What may be more significant is that, as a double-edged weapon, the double-axe could be a symbol of something facing or looking both ways –up and down- thus providing a link between upper and lower worlds and demonstrating the god’s dominion over both [M. J. GREEN, The Wheel as a Cult-symbol in the Romano-Celtic World, 1984, p. 183]”
(107) Mencionada la Madre de Dios, con más de veinte temáticos epítetos en el rosario: Casa de Oro, Arca de la Alianza, Puerta del cielo, Estrella de la mañana, Salud de los enfermos, Refugio de los pecadores, Consuelo de los afligidos, Auxilio de los cristianos, Reina de los ángeles, Reina de los patriarcas, Reina de los profetas, Reina de los apóstoles, Reina de los mártires, Reina de los confesores, Reina de las vírgenes. Reina de todos los santos. Reina concebida en gracia, Reina elevada al cielo. Reina del Santo Rosario, Reina de la familia, Reina de la paz, etc.
(108) Francisco BURILLO MOZOTA KALATHOS 13-14. Revista del Seminario de Arqueología y Etnología Turolense. Colegio Universitario de Teruel. ilust. Nos. 1178 (As. CU. MANM. 594), 1179 (As. CU. MANM. 582), 1180 Semis (MANM 596), 1181(MANM. 600), 1182 (MANM. 602), 1183 (G. 149 y 1183A TERUEL 1993-95, p. I. 189
(109) La exhibición de numerosas representaciones solares en Valcamónica ha sido enfatizada por Miranda GREEN “The Camunians linked the sun with fertility, with cults involving animals and the dead. The sun was venerated here from the later Neolithic and reached is apogee during the Bronce Age. Celtic Camunians portrayed the sun image as an arbiter between fighters and temples were depicted ornamented with solar motifs” (GREEN 1995:164-5)
(110) J. PIETTE 'Le Fanun de la Villeneuve-au-Châtelot (Aube): Etat des recherches en 1979', in Mémoires de la Société Archéologique Champenoise, vol. 2, 1981, pp 367-375
(111) ex GREEN 1995: 164
(112) D. F. ALLEN, “Some Contrasts in Gaulish and British Coins” in Celtic Art in Ancient Europe P.-M. Duval y C. F. C. HAWKES (eds.), 1976, pp. 265-82
(113) Dicho comparable al que se le apone a Santa Brígida “from Brigihid’s feastday onwards the day gets longer and the nigth shorter” significando sin duda que la santa trae la luz porque su fiesta se celebra el dia 1 de febrero seguida de la Candelaria “Candlemas Day” el día 2 de febrero. Santa Lucía y Santa Brígida comparten muchas cosas. En Là Fhéill Bhrìghde “La víspera del día de Santa Brígida” la vieja del invierno, la Cailleach, viajaba a su sobrenatural isla en cuyo bosque estaba un milagroso manantial de la juventud, cuando se percibían las primeras luces del alba, la anciana bebía del agua que brotaba de la roca y se transformaba en Bride (nombre con el que se conoce a Santa Brigida en Escocia) la bella joven cuya blanca vara reverdece de nuevo la tierra, mientras otras versiones escocesas sobre el origen de la primavera refieren que la bella joven era una prisionera de la Vieja Caillech durante el invierno en su nevado escondrijo de Ben Nevis liberada por el hijo de la Cailleach mientras su anciana madre trataba de impedirlo desatando tormentas. Sobre las andanzas de esta vieja en Galicia donde hasta el Arco Iris lleva su nombre “Arco da Vella” cf. el amplio trabajo de Fernando Alonso Romero “A Moura Constructora de Megalitos”
(114) Coír Anman, 220, ed. de Whitley Stokes, pp, 376-7]. Podría indicarnos la divinidad bajo el epíteto galo superlativo Cf. comparativamente Bel “blanco”, *Beliso “más blanco”, *Belisamos “blanquísimo” con *uer” alto” *uer-iso “más alto” *u
(115) Tammuz era el hijo del dios del sol Baal y como su padre era cazador, el día empezaba cuando Tammuz era matado por un jabalí, entre los celtas Culhwch significa cerdo, Culhwch o Gwyn ap Nud es en Gales el rey del Otro Mundo y el Señor de la Caza Salvaje, es como un Hércules sometido a trabajos para obtener la mano de Olwen que significa “Sendero Blanco”. Gwyn hijo de Nud de Glastonbury (Nodens, en Bretaña rey de la salud pariente del irlandés Nuadhu) es un rey un abductor ligado con la guerra y a la muerte.Twrch Trwth era en la mitología celta un rey convertido por sus pecados en jabalí, entre sus orejas guardaba un peine, unas tijeras y una navaja de barbear, reclamadas por Yspaddaden, para cazarlo Gwyn necesitaba la ayuda de Mabon ap Modrom, “Hijo de Madre porque “fue apartado de su madre cuando solo contaba con tres noches, y no se sabe dónde el puede estar ahora, ni si está vivo o muerto”
(116) Miranda GREEN “Symbol and Image in Celtic Religious Art pp. 180-184
(117) Miranda GREEN “Symbol […]” p.180.
(118) Eric PIRAT, “Mitología Védica” in Mitología y Religión del Oriente Antiguo III Indoeuropeos, obra colectiva Colección Estudios Orientales editada por G. DEL OLMO LETE sobre los tres pasos del sol muestra unos ejemplos de textos singularmente el comentario de un ritual dado por el ŚBK 2.8.4.5-9 donde el oficiante, en el transcurso del acto conclusivo de los ritos de la Luna Nueva y llena, tiene que dar tres pasos murmurando ciertas fórmulas]
[(119) Keltische Religion. W. Kohlhammer Verlag, Stuttgart. Ed. francesa de 1984 pp. 185 La Religion des Celtes, Payot. Paris traducida del alemán por L JOSPIN
(120) Miranda GREEN considera, "dentro de la más pura tradición literaria céltica" que las aves se transformen en mujeres, y tras recordar que "la Literatura Irlandesa y Galesa hablan de pájaros mágicos, en ocasiones agrupados en triadas." (in Symbol and Image in Celtic Religious Art pp. 183) señala una serie de casos de claras connotaciones con el más allá, de la visión del Paraíso, con su música celestial y sus manzanas doradas de la inmortalidad, GREEN señala una serie de casos de claras connotaciones con el más allá -que a los gallegos se nos antojan muy familiares siendo el caso de San Ero de Armenteira-, como el de la diosa Irlandesa Cliodnu que "tenía tres aves de brillantes colores, que se alimentaban de las manzanas de la inmortalidad", cuyo canto adormecía a los hombres. En este sentido GREEN observa que el relato anterior "es una historia paralela al cuento galés de los pájaros de Rhiannon que otorgaban la alegría y el olvido por siete años (ibid. Symbol and Image… p.183)"
(121) Eric PIRAT, sobre los tres pasos solares aporta un ritual dado por el ŚBK 2.8.4.5-9 donde el sacrificante, en el acto conclusivo de los ritos de la Luna Nueva y llena, da tres pasos murmurando ciertas fórmulas “[…] quien sacrifica quiere de esta manera propiciarse a los dioses mediante el sacrificio que consiste ya en recitar estrofas, ya en pronunciar fórmulas, ya en verter libaciones. Una vez se les haya propiciado. Piensa ser admitido entre ellos y, una vez admitido entre ellos camina hacia ellos. Ahora bien Vishnu es el sacrificio y es quien realizó esta progresión a favor de los dioses; es esta (tierra) la que el pisó mediante su primer paso; luego este espacio, y mediante su tercer paso el cielo. […] y (el sacrificante hace) este (recorrido) pronunciando (primero): ‘Vish–nu ha dado un largo paso en la tierra escandiendo la (estrofa) gāyatrī de esto (el mundo terrestre) es desposeído tanto quien nos perjudica como aquél a quien perjudicamos (= queremos perjudicar)’; luego: ‘Vishnu ha dado un largo paso en el cielo escandiendo la jagatī. De él (= el mundo celestial) es desposeído tanto quien nos perjudica como aquél a quien perjudicamos’. Y así se traslada a esos mundos. El método de proceder o referencia es este (= el Sol) que arde allí arriba. Sus rayos son los (difuntos) piadosos, y la luz que se desprende más allá es, bien Prajāpati, bien el mundo Svarga (“solar”); (así que el sacrificante, a fin de trasladarse a dichos mundos), adopta este método y toma esta referencia. Por esa razón, es como si se fuera. Pero luego, le es preciso volver abajo, si quiere sacar albuna instrucción de lo de aquí. Por eso tiene que volver abajo desde allí arriba. Los dioses, dejando (a los demonios) una puerta de escape, en tiempos primordiales, victoriosos, consiguieron (estos mundos) y fue primero el cielo (el que consiguieron), luego el espacio; para acabar, los (dioses) expulsaron a sus rivales de esta (tierra) que les había servido de (último) refugio. De igual manera, dejando (a sus enemigos) una puerta de escape, el (sacrificante), victorioso, situado en el origen, obtiene (estos mundos); y es primero el cielo (el que obtiene), luego el espacio. Para acabar, expulsa a sus rivales de esta tierra que les ha servido de (último) refugio. Esta referencia (o apoyo) que la tierra constituye le sirve de base al final del sacrificio en la medida en que la duración de su vida humana se haya aquí. Así es. Y (el sacrificante hace) este (recorrido pronunciando (primero): Vishnu ha dado un largo paso en el cielo escandiendo la jagatī. De él es desposeído tanto quien nos perjudica como aquél a quien perjudicamos’. Luego Vishnu ha dado un paso en el espacio escandiendo la Trişţub. De esto es desposeído tanto quien nos perjudica como aquél a quien perjudicamos’. Por último: ‘Vishnu ha dado un largo paso en la tierra escandiendo la gāyatrī. De esto es desposeído tanto quien nos perjudica como aquél a quien perjudicamos’; y añade: ‘(es desposeído) de este alimento, de esta referencia’ pues el alimento está en esta (tierra) y ésta es la referencia (o el apoyo). A continuación se gira hacia el este, pues la región de los dioses es la oriental. Se gira (hacia el este) pronunciando: ‘Hemos ido al sol’ Cuando dice: ‘Hemos ido al sol’, quiere decir ‘hemos ido a los dioses’ (Y a continuación): ‘Nos hemos hecho de luz’. Con esto quiere decir: ‘Nos hemos colocado al lado de los dioses’. Luego levanta la mirada hacia el Sol. Es este el método que sigue, esta la referencia que toma. Eric PIRAT, “Mitología Védica” in Mitología y Religión del Oriente Antiguo III Indoeuropeos, obra colectiva Colección Estudios Orientales editada por G. del OLMO LETE. Barcelona, 1998 p. 392-293. cf. tamem vero “Nemo ascendit in coelum, nisi qui qui descendit de coelo filius hominis, qui est in coelo: Descendi de coelo […] Hic est panis de coelo descendens […] Ego sum panis vivus qui de Coelo descendi […] Si ergo videritis filium hominis ascendentem, ubi erat prius? […] Scio unde veni, et quo vado. Vos de deorsum estis, ego de supernis sum [Johannes. VI, 38; 41, 50 y 63; VIII, 14 y 24, etc.]"
(122) Miranda GREEN. Symbol and Image in Celtic Religious Art. Edit. Routledge. London and New York.1989 p.185
(123) Miranda GREEN “Symbol and Image [...]” p.182
(124) Miranda GREEN “Symbol and Image [...]” p.149-51
(125) Miranda GREEN “Symbol and Image [...] p.182
(126) cf. Revista del Seminario de Arqueología y Etnología Turolense recoge unas monedas que representan claramente al sol dando tres pasos, de una forma similar a la actual bandera de la Isla de Man. Se describen así: As A/. Cabeza viril con casco a der. Delante palma. R/. Tríscela (es en realidad un disco solar representado con los rayos, los ojos, la nariz y la boca, y tres pies con sus dedos en forma de triscel) ley ibérica superior ILDuRIR MAN. 594; 1179 (24-13 grs.) A/. Similar R/. Similar (pero ahora el disco solar aparece representado rodeado claramente por una corona que representa los rayos, sin variar el resto del dibujo con los ojos, la nariz y la boca, y tres pies con sus dedos en forma de triscel); 1180 Semis. C U. (8, 2-6 grs.) A/. Cabeza viril con casco a der. Delante ley ibérica ILDuRIR R Victoria con escudo, delante punta de lanza [que debe ser interpretada, pars pro toto como un símbolo del sol, el dios solar, como “dying god” muere voluntariamente auto infringiéndose una lanzada [la punta de lanza sería al dios solar lo que la cruz a Cristo o a Orfeo] detrás (de la victoria) palma; 1180 Semis CU. (8,2-6 grs.) A/. Cabeza viril con casco a der. Delante ley ibérica ILDuRIR R/. Similar MAN. 600; Semis. CU. (4,5 grs.) A/ Estrella [En realidad se trata claramente del sol] y creciente. Ley ibérica ILDuRIR. R. SIMILAR [Ahora la punta de lanza del reverso, instrumento con el que muere el dios solar aparece relacionado con el creciente lunar y con el sol]. MAN. 602. En la misma lámina se representan dos acuñaciones similares a las anteriores ahora con la leyenda latina Florentia II. Acuñaciones con leyenda latina FLORENTIA. 1183 Dupondio? CU. (23,6 grs.) A/ Cabeza viril con casco a der., delante palma. R/. Triscela. Alrededor FLORENTIA, G. 149; 1183ª Dupondio. CU. A/ similar, delante letras VP? R/ Similar. KALATHOS 13-14, Revista del Seminario de Arqueología y Etnología Turolense. Colegio Universitario de Teruel. Teruel 1993-95. I. 189 nn. 1178
(127) DE WITTE, R. A, 1875, I, p.387, “fue el primero en suponer esto”, dice Jan DE VRIES autor que nos remite [p. 186 sub nota 3] a TOUTAIN, Cultes, III, 1921, p.284; CLEMEN, Relgesch., I, 1926, p.317 (no afirmativo) y a GUIRAUD, Mythologie
(128) Que nos sería posible reconstruir -como lo viera en cambio DUMÉZIL (Idées… 1969, 72) para el solar Vishnu que aparecería como, trinipada de tres pasos, tridatu “de los tres cimentos”, urukrama de largos pasos- de las múltiples autopsias de los textos védicos sobre el orbe tripartito
(129) Que reclamara a Agamenón la víctima inocente de su hija Ifigenia, los versos en cuestión son “Et quibus inmitis placatur sanguine diro/ Teutates, horrensque feris altaribus Aesus, /Taranis Sciticae non mitior ara Dianae”. Cf. De Bello Ciuili V, 444-446]
[(130) Lignum autem uite talis erat nature quod si de illo gustasente diutius uixissent, etiam pos pecatum Gervasio de Tilbury Otia Imperialia, I. 14 Este aserto, y referencia a un simbolismo de la muerte, de la resurrección y del paraíso, podría ser compatible con la idea, ciertamente (pues no sería exclusivamente lingüístico el parecido del Essus celta con el Ihesus cristiano) demasiado aventurada y peligrosa, de que con la tala del Árbol de la resurrección y de la vida, posiblemente la tala del leño de su martirio, el divino Essus nos mostraría que va tanto hacia una muerte, non invitus, voluntariamente aceptada, cuanto a la promesa implícita de su resurrección tras su muerte, no casualmente, sobre el lignum del Árbol de la Vida. Por otra parte, para GREEN "el simbolismo en las dos piedras es idéntico y seguramente Essus y Tarvos deben estar representados aquí en Trieste aunque no son mencionados [...]" (p. 183). El carácter benefactor y psychopompos del Tarvos Trigaranus, como vemos, parece bastante seguro.]
[(131) El sol ascendente del primer paso [‘escandiendo la jagatī. escandiendo la (estrofa) gāyatrī de esto (el mundo terrestre) es desposeído tanto quien nos perjudica como aquél a quien perjudicamos (= queremos perjudicar)’]. Eric PIRAT, “Mitología Védica” in Mitología y Religión del Oriente Antiguo III Indoeuropeos, obra colectiva Colección Estudios Orientales editada por G. del OLMO LETE. Barcelona, 1998 p. 392-3
(132) Y así se traslada a esos mundos. El método de proceder o referencia es este (= el Sol) que arde allí arriba. Sus rayos son los (difuntos) piadosos, y la luz que se desprende más allá es, bien Prajāpati, bien el mundo Svarga (“solar”); (así que el sacrificante, a fin de trasladarse a dichos mundos), adopta este método y toma esta referencia. Por esa razón, es como si se fuera. Pero luego, le es preciso volver abajo, si quiere sacar albuna instrucción de lo de aquí. Por eso tiene que volver abajo desde allí arriba. Los dioses, dejando (a los demonios) una puerta de escape, en tiempos primordiales, victoriosos, consiguieron (estos mundos) y fue primero el cielo (el que consiguieron), luego el espacio; para acabar, los (dioses) expulsaron a sus rivales de esta (tierra) que les había servido de (último) refugio. De igual manera, dejando (a sus enemigos) una puerta de escape, el (sacrificante), victorioso, situado en el origen, obtiene (estos mundos); y es primero el cielo (el que obtiene), luego el espacio. Para acabar, expulsa a sus rivales de esta tierra que les ha servido de (último) refugio. Esta referencia (o apoyo) que la tierra constituye le sirve de base al final del sacrificio en la medida en que la duración de su vida humana se haya aquí. Así es]. Eric PIRAT, “Mitología Védica” in Mitología y Religión del Oriente Antiguo III Indoeuropeos, obra colectiva Colección Estudios Orientales editada por G. del OLMO LETE. Barcelona, 1998 p. 392-3
(133) El sol descendente, crepuscular, psychopompos
(134) El sol descendiendo a la tumba, al interior de la tierra, penetrando en el Otro Mundo
(134) Completándose el ciclo diario con la salida del sol, y el anual con el renacimiento en el solsticio invernal
[(135) ex Joanne PERRONE Praelectiones Theologicae tomus III pp. 132-134. Ed. El Católico, calle de las Infantas, nº 8 Madrid, 1846
(134) Hist. Anim. Lib. XI, 10
(134) De situ Orbis, lib. I cap. 2, 7
(134) III, 28
(135) A Agni “La jeune mère porte l’enfant royal mystérieusement caché dans soin sein [...] la reine l’a enfanté ; car d’une antique fécondation c`est le germe qui s’ est développé ; je l’ ai vu à sa naissance, quand sa mère l’a mis au monde. Oui, j’ai vu ce dieu aux couleurs brillantes [...] el j’ai répandu sur lui l’onction immortelle [...] je l’ai vu s’avancer de sa place tout resplendissant [...] des ennemis avaient rejeté au rang des mortels celui qui est le roi des êtres et le désire des nations [...] que ses calomniateurs soient confondus » Vêda, V, 2. Dice ‘Emile BURNOUF « Cette jeune reine, qui est appelée ‘la dame du peuple’est le plus souvent nommée par son nom vulgaire, c’est l’aranî, c’est-á-dire l’instrument de bois d’où le feu se tire par le frottement ». In « Unité des Rites » La Science des Religions, Maisonneuve et Cie, Libraires.Éditeurs. Paris1872, pp. 252-3.
(136) Es, como dijimos, este un universal fenómeno, que es necesario reiterar, conversor en Galicia de los pecata minuta en un solo y menudo tubérculo “pataca miuda”, de la nutricia madre alma mater en “paternizada leche” alma pater, de los Carmina Burana, por la visible, famosa y audible diva “Carmiña Burana” imaginada por el despistado conselleiro], el fuego [Por lo que respecta al Leño de Nadal, costumbre extendida por toda Europa, encendiéndose el día 24 de Nadal pudiendo arder hasta Reis, “Reyes Magos” recordemos que en la Terra de Trasancos se apagó algo esta tradición popular gallega al prohibirse en la diócesis de Mondoñedo-Ferrol en un Sínodo Mindoniense de 1541, por su, reiteradamente mencionado, obispo Fray Antonio de Guevara .Con todo no tendrían excesivo éxito las censuras episcopales pues los gallegos vivos e mortos se reúnen no solo en torno al fuego del bendito tizón junto a las mesas bien dispuestas, sino que incluso los gallegos de la diáspora desde hace unos años se reúnen virtualmente en la Web en un chat llamado “tizón de Nadal”. Las tan desafortunadas como comprensibles prohibiciones no deben ocultar lo admirable que resulta el observar como el clero paleocristiano atlántico fue capaz de tender un puente, estableciendo una positiva comunicación integradora de la espiritualidad antigua en la nueva, ligando al solar y bienhechor pasado pagano de Essus, con el presente cristiano de nuestro redentor Jesús, Hijo de Dios y Luz del Mundo, manteniéndonos indemne, sin ninguna perturbación, este admirable clero cristiano la esperanza de resurrección en la carne que la vieja religión celta compartía con la nueva triunfante religión, y en esta confianza, con la esperanza puesta en la inmortalidad los cristianos del Atlántico nos adentramos sin temor a través de los nuevos siglos y de los nuevos milenios
(136) Este tipo de fenómenos constituyen el origen del mito para F. MAX MÜLLER
(137) “Os fachos propiamente celtas acéndense sempre no vrao, serven para que das cinzas que desprenden xorda a vida vexetal e por extensión a animal. A forma de realizalos podia ser a) Cacharelas: prendidas nun outeiro onde se poidesen ollar as máis das leiras da aldea. (Argalo, Caamaño, Cuntis, Entíns, Ortoño; Pontecesures, Roo[…]); b) Arbre e cacharela, no medio do lume chantábase unha árbore da que penduraban silvas, xestas e toxos secos (Bugallido, Calo, Herbogo […] etc); c) Fachuzos: cando cada labrego percorría as leiras abenzoándas (Iria Flavia, Padrón, Ponte Cesures, Ribasar…), d) Laradas, Pequenas fogueiras, unha por leira, que fan os viciños nas súas leiras (Augas Santas…) in C. GONZALEZ PÉREZ 1987:141-142”[…] “En Entíns a máis de leña queimaban as roupas e zapatos vellos que había na casa. ..En Ró (Serra de Outes, os fachuzoa púñanse nas esquinas das leiras. En Argalo ao redor da caharela puñan varios palloteiros (medas de cañotos de millo)… en Ribasaros fachuzos atábanse na puntadun pau para que esparexeran millor as faiscas…En Asados os fachuzos ammarrados a unha corda facíanse xirar para que caisen as faiscas nas leiras. (Idem. Ibidem p148)"
(138) Miranda GREEN Mitos Celtas 1995 p.52
(139) Conf. el celebrado trabajo de MURGUÏA El Folklore Español, Instituto de Antropoloxia aplicada Madrid 1968 p 17
(140) “El I de Mayo: Druidas y Santos” in Actas do Iº Congreso de Estudios Celtas, Ferrol 1999 pp.198-199
(141) ibid. Citando a VICENTI 1987; FILGEUIRA VALVERDE 1927; TABOADA CHIVITE 1972 e 1982; RODRIGUEZ LÓPEZ 1974; BOUZA BREY 1982 cf. también GONZALEZ PÉREZ 1987, 139
(142) El fuego es para los celtas un agente de limpieza, un purificador Miranda GREEN 1999 1995: 52
(143) A la una de la madrugada del 1º de Mayo, por ejemplo, es de noche, pues la noche precede al día que no empieza, dependiendo del mes y la latitud, hasta las seis, las siete, las ocho de la madrugada, etc.
(144) Para Ladislao CASTRO PÉREZ, in Actas do Iº Congreso de Estudios Celtas “Esta ígnica ceremonia se documenta en la vega de Padrón, es decir en Iria Flavia- muy cerca de Santiago de Compostela-, y, con similares características en otras áreas de Galicia como Arousa, Noia. O Val do Lérez, Cuntis, Amaia, O Barbanza, etc., presumiéndose hace tres o cuatro siglos su extensión, claro está, por toda Galicia. (Cf. C. GONZÁLEZ PÉREZ 1987:139)”. “El I de Mayo: Druidas y Santos” pp.198-199, Ferrol 1999
(145) In Auvergne fires are everywhere kindled on the evening of the first Sunday in Lent. Every village, every hamlet, even every ward, every isolated farm has its bonfire or figo, as it is called, which blazes up as the shades of night are falling. The fires may be seen flaring on the heights and in the plains; the people dance and sing round about them a leap trough the flames. Then they proceeded to the ceremony of the Grannas-mías. A granno-mio [Curiously enough, while the singular is granno-mio, the plural is grannas-mias] is a torch of straw fastened to the top of a pole. When the pyre is half consumed, the bystanders kindle the torches at the expiring flames and carry them into the neighbouring orchards, fields, and gardens, wherever there are fruit-trees. As the march they sing at the top of their voices “Granno, mo mío […]” That is “Grannus my friend, Grannus my father, Grannus my mother”. Then they pass the burning torch under the branches of every tree, singing, “Brando, Brandounci […]” that is “Firebrand burn; every branch a basketful!” In some villages the people also run across the sown fields and shake the ashes of the torches on the ground. In G B. J. FRAZER “The Lenten Fires. The Fire-Festivals of Europe” IV, pp. 111-2
(146) Nos dice: 1. Otra vez, en la época de la siembra, el niño salió con su padre a sembrar trigo en su campo, y mientras su padre sembraba, el niño Jesús sembró también un grano de trigo./2.Y, una vez lo hubo recolectado y molido obtuvo cien medidas y llamando a la granja a todos los pobres de la aldea les repartió el trigo y José se quedó con lo que aún restaba. Y Jesús tenía ocho años cuando hizo este milagro. In José Mª KAIDEDA Los Apócrifos y Otros Libros Prohibidos. Madrid, 1992, 316 y 317
(147) El importantísimo Evangelio de Nicodemo narra la dramática entrada de Jesús en los infiernos. En los capítulo XII y XIII. Capítulo XII “Entrada triunfal de Jesús en los infiernos”
(148) J. M. WARD, Who was Hiram Abiff?, Baskerville Press, Ltd, London, 1925
(149) WILLIAMS, Mary, “The ‘Dying God’ in Welsh Literature”. Revue Celtique. Vol. XLVI, 1929
(150) Joseph VENDRYES La Religion des Celtes, Paris 1948 p. 263
(152) Pudiendo venir de aquí la carga ideológica sobrevenida en la denominación griega Kallaicoi y aún el nombre de Galicia, que según la tradición y la etimología popular medieval provenía de la palabra cáliz, como lo muestra su escudo
(153) Refiere Sir James George FRAZER como “The ancient Greeks believed that the sun drove in a chariot across the sky; hence the Rhodians, who worshipped the sun as their chief deity, annually dedicated a chariot and four horses to him, and flung them into the sea for his use. Doubtless the thought that after a year’s work his old horses and chariot would be worn out. From a like motive probably the idolatrous kings of Judah dedicated chariots and horses to the sun, and the Spartans, Persians, and Massagetae sacrificed horses to him. The Spartans performed the sacrifice on the top of Mount Taygetus, the beautiful range behind which the saw the great luminary set every night. It was as natural for the inhabitants of the valley of Sparta to do this as it was for the islanders of Rhodes to throw the chariot and horses into the sea, into which the sun seemed to them to sink at evening. For thus, whether on the mountain or in the sea, the fresh horses stood ready for the weary god where they would be most welcome, at the end of his day’s journey” The Golden Bough, Ch. 5 §3 The Magical Control of the Sun. 1922
(154) Peisandros en deutero Heracleias to depas, en o diepleusen o Heracles ton Oceanon, einai men fesin Heliou, labein d auto par Oceanou
(155) Cf. sobre el tema Jonathan Z. SMITH, "Dying and Rising Gods", Encyclopedia of Religion (New York, 1987), 4:521-27; Drudgery Divine: On the Comparison of Early Christianities and the Religions of Late Antiquity (Chicago 1990), chap. 4; Mark S. SMITH, "The Death of Dying and Rising Gods in the Biblical World", Scandinavian Journal of the Old Testament 12 (1998): 257-313, Lucinda DIRVEN, "The Author of De Dea Syria and His Cultural Heritage", Numen 44, 2 (1997):153-79
(157) This grove and sanctuary [of the priests of Nemi, the kings of the Wood) were sacred to Diana. In this sacred grove there grew a certain tree round which at any time of the day, and probably far into the night, a grim figure might be seen to prowl. In his hand he carried a drawn sword, and he kept peering warily about him as if at every instant he expected to be set upon by an enemy. He was a priest and a murderer him and hold the priesthood in his stead. Such was the rule of the sanctuary. A candidate for the priesthood could only succeed to office by slaying the priest, and this he could not do until he had plucked the bough of a certain tree in the grove: as long as the tree was uninjured he was safe from attack. Having slain him the murdered retained office till he was himself slain by a stronger and a craftier. The trees of which the grove was composed were oak trees. The oak tree was the sacred tree among all Aryan peoples, dedicated to Zeus, Jupiter, Thor, etc., all gods of the sky, thunder, and rain as fertilizing agents. Mary WILLIAMS. ob. cit. pp. 175-6 (ex FRAZER, The Golden Bough, I, “The magic art” 1 ss. Abridged ED. 1 ss.
(158) El sánscrito Agni, el fuego “A Él, al buen Agni, se le adorna y se le purifica todos los días como un caballo vigoroso. Como Arushá (el Sol brillante), e hijo de Dyaus (el Cielo) Rig-Veda IV, XV, 6; el brillante héroe solar el sol joven es fuego lat. ignus, i “fuego” por corrupción del lenguaje pasó a ser un agnus, un cordero añal. “Agnus Dei qui tollis pecata mundi” “Adoremos a Agni (el fuego) el hijo de Dios, de Dyaus (Diváh sisus), el hijo de la fuerza, Arushá, la brillante luz del sacrificio” Rig- Veda V, XLIX, 2; la confusión Agni/Ignus/Agnus.
(159) El Leño de Nadal, responde a una costumbre extendida por toda Europa. Se en la noche solsticial el día 24 de Navidad ardiendo hasta reyes. Sus cenizas tienen grandes virtudes. Hoy se ha convertido en un pastel de Navidad, una delicia gastronómica
(160) Sin duda como venimos reiterando por corrupción del lenguaje. Este tipo de fenómenos constituyen el origen del mito para F. MAX MÜLLER aunque habitualmente son malentendidos
(161) “Si nos remitimos a la mitología de los antiguos escandinavos, y más precisamente a su cosmología, vemos que la tierra está compuesta por tres recintos: Asgard, la morada de los dioses; Midgard, el mundo de los hombres, y Utgard, lugar de residencia de los gigantes, es decir, de las fuerzas hostiles, del caos. Todo alrededor de la tierra se extiende el océano en el que vive la serpiente de Midgard (Miđgađsormr). La coherencia del conjunto está asegurada verticalmente por Yggdrasill, el árbol cósmico, y horizontalmente por Midgardsorm, llamada a veces “Lazo de la tierra”. El Apocalipsis (Ragnarök) sobreviene cuando desaparecen todos estos lazos y las fuerzas del caos, al no verse ya detenidas por ninguna barrera, parten al asalto del mundo de los dioses. Claude LECOUTEUX. “El recinto sagrado” in Demonios y genios comarcales en la Edad Media. Título original Demons et Génies du terroir au Moyen Age (1995). Traducción de Plácido de Prada. Barcelona ed. 1999. p.116].
[(162) Edda 138 in Edda Mayor Hávamál “Los dichos de Har”. Traducción y Edición de Luís LERATE. Alianza Editorial, p. 43. 1986]
(163) Señala Mary WILLIAMS a este respecto como “Attis who was the son and also the lover of Cibele was, according to one legend, killed by a board, but another declared he unmanned himself under a tree and bled to death (Servius [in VIRGILIO Aeneida, ix, 115] however, significantly says that the wound was not self-inflicted). Obr. cit., p. 181]
[(164) Mary R. GERSTEIN “Warg in literary texts: Germanic Warg: The Outlaw as Werwolf”. 1. Christ and Odin. “I have stressed that Wulfila rendered the condemnation of Christ as gawargjand ina dauthau Crhist was be-warged to death, hanged on the cross. The analogy between the crucified Christ and the hanged criminal neither begins nor ends with Wulfila, of course. Earlier Christian writers saw the death of Christ as an antitype to that of Absalom (2 Samuel 18: 19-17): both are hanged and stabbed with spears. This mode of death is identical in form with the symbolic death of the Gmc. God Wodam/ Odin, who hangs in the world tree, pierced by a spear. There can be no doubt that the iconographical identity of C[(171) Estos cuernos tendrían su pronto encaje mítico en el tema internacional de la infiel esposa: “Math proposes to appoint his niece Aranrhod as his new foot-holder, but when she is required to step over a wand as a test of her maidenhood, he fails dismally. She drops a yellow-haired boy-child, who goes off into the sea forthwith and is later named Dylan Eil Ton “Son of Wave”, and something else which is not them named but which turns out to be a boy who is eventually called Lleu Llawgyffes. Aranrhod swears that her son will never have a name, not bear arms, nor have a wife of mortal race, and the tale tells how Gwydion by his cunning and magic circumvents her interdiction, and in particular how he creates for Llew a wife from the flowers of the field. But Blodeuwedd, as she is called, proves to be more beautiful than virtuous, and soon she has a lover in Gronw Pebyr and together they plot Llew’s death”. Proinsias MAC CANA. The Mabinogi. University of Wales Press. 1992, 27-28],hrist and Odin, the fact that both undergo symbolic death as accursed outlaw, as warg, paved the way for the conversion of the Gmc. Peoples to Christianity. In Myth in Indo-European Antiquity. Edit. Gerald James LARSON. University of California Press. Berkeley Los Angeles London 1974 p 140 -Tomo estos ejemplos de de Luís LERATE
(165) Según Mary R. GERSTEIN “The series 5334 ff. Is representative: 5334: galgon rihtum ‘erect a gallows’; 5336: bôm an berge ‘tree in the mountain’; 5337: quelidun an krûcie ‘tortured on the cross’; 5340: bittra bendi ‘bitter bonds’ (referring to the nails that pierce Christ). Despite references to crucifixion and nailing, it is the binding of Christ which is stressed almost incessantly in the Holland; for example, 4929: ligo-bedium ‘limb bonds’; 4930: fitereun ‘fetters’; 5356: an simon haftan ‘held by the rope’ ”. Warg in literary texts: Germanic Warg: The Outlaw as Werewolf. 1. Christ and Odin. In Myth in Indo-European Antiquity. Edit. Gerald James LARSON. University of California Press. Berkeley, Los Angeles London 1974 p 140. Ex Luís LERATE
(167) Mitología Comparada. Traducción de Pedro Jarbi, Edicomunicación. 1998, p. 80”
(168) I CNA, 2, 1971, pp. 353-357
(169) Que en el retablo de San Pedro y de San Pablo (antes de 1512) en la capilla del Arcediano de la iglesia de Santiago de Betanzos que con su báculo y hábito de peregrino, posiblemente con Santa Ana a sus pies, señalando una gran herida sobre su muslo, lleva en su cabeza el gorro de peregrino con las llaves de San Pedro, la vieira o venera del apóstol Santiago, y la cruz de San Andrés
(170) “According to Sir William RAMSAY [Enc. Brit. XIth ed., 1911) vol. 21, 544, Phrygia; FRAZER, op. cit. v, 286.]”- Dice Mary WILLIAMS- “The Phrygians enacted the story of the birth and life and death: the earth, the Mother, is fertilised only by an act of violence by her own child; the representative of the god was slain each year by a cruel death, jus as the god himself died” obr. cit. 201
(171) Estos cuernos tendrían su pronto encaje mítico en el tema internacional de la infiel esposa: “Math proposes to appoint his niece Aranrhod as his new foot-holder, but when she is required to step over a wand as a test of her maidenhood, he fails dismally. She drops a yellow-haired boy-child, who goes off into the sea forthwith and is later named Dylan Eil Ton “Son of Wave”, and something else which is not them named but which turns out to be a boy who is eventually called Lleu Llawgyffes. Aranrhod swears that her son will never have a name, not bear arms, nor have a wife of mortal race, and the tale tells how Gwydion by his cunning and magic circumvents her interdiction, and in particular how he creates for Llew a wife from the flowers of the field. But Blodeuwedd, as she is called, proves to be more beautiful than virtuous, and soon she has a lover in Gronw Pebyr and together they plot Llew’s death”. Proinsias MAC CANA. The Mabinogi. University of Wales Press. 1992, 27-28
(172) Habiendo pervivido en la iconografía gallega medieval esta costumbre de cruzar las piernas los reyes, o de señalar el carácter real cruzando las piernas, como lo muestra el Tumbo A de la Catedral de Santiago. La entronización del diying god es necesaria porque incrementa ostensiblemente el valor penal, el werdgeld de su sacrificio y el valor penal de la redención. Es posible que no lo entendamos nosotros, pero, seguramente, el director de una compañía aseguradora lo puede comprender perfectamente.
(173) Esto claro está sería apreciable únicamente en los llamados Evangelios Apócrifos, así el Evangelio (apócrifo) de Nicodemo describe el espanto de las potencias infernales ante la presencia (en el Infierno de Jesús): “Nos has vencido. ¿Quién eres tú, a quien el señor envía para nuestra perdición? ¿Quien eres tú, tan pequeño y tan grande, tan humilde y tan elevado, soldado y general, luchador admirable bajo la forma de un esclavo? Rey de la Gloria muerto en una cruz y vivo, puesto que, desde tu sepultura, has llegado hasta nosotros ¿Quién eres tú, en cuya muerte tembló toda criatura, y fueron conmovidos todos los astros, y que ahora te muestras libre entre los muertos, y turbas a nuestras legiones? ¿Quién eres tú, que redimes a los cautivos, y que llenas de luz a los que están ciegos por las tinieblas de sus pecados? Evangelio (apócrifo) de Nicodemo XXII, 2
(174) cf. OGANDO VAZQUEZ, J. F. 1979 Boletín Auriense IX, pp. 265-281
(175) Incomodo que no parece producirse hoy, cuando el déficit de clérigos y de monjas del país, lo compensa la iglesia ecuménica, con la proliferación vocacional de los clérigos y de las monjas de África y de América, herederos estos, aparentemente más sensibles con nuestras tradiciones, de nuestro inconmensurable patrimonio eclesiástico español. Felicitas temporum. (176) cf. OGANDO Boletín Auriense IX, pp. 265-281; JONES J. R. RDTP XXV, 1969, pp. 53-66
(176) Para Vicente RISCO En Portugal, ainda chaman a esto as xaneiras, en lembranza da antiga festa pagá das Calendas de Xaneiro, en que andaban enmascarados con cabezas de boi e adornando as casas con ramallosa, cousa que foi prohibida polo Concilio de Lugo: Non liceat iniquas observationes agere kalendarum neque lauro aut viriditate cingere domos. Istes costumes semella que duraron polo menos en Portugal, deica o século XVI. Hemos ver como as testas de boi como carantoña consérvanse no noso Entroido, e o enfeitar as casas con verdura e froles aínda se fai na noite de San Xoan. Historia de Galiza I, “Etnografía. Ciclo de Nadal” 1962, p. 606
Andrés PENA GRAÑA, es doctor en Arqueología e Hª Antigua, arqueólogo e historiador del concello de Narón e investigador del Instituto de Estudios Celtas con sede en la Real Academia de la Historia y en la Fundación Federico Maciñeira.
Estos papeles forman parte de un capítulo del libro “Treba y Territorium. Génesis y desarrollo del mobiliario e inmobiliario arqueológico e institucional de la Gallaecia” publicado (edición electrónica) en Santiago en 2004 por el Servizo de Publicacións e intercambio científico de la Universidad de Santiago. ISBN 84-8750-450-X. © Andrés Pena Graña
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