Autor: alevin
jueves, 28 de septiembre de 2006
Sección: Historia
Información publicada por: alevin
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El Iberismo, ¿un desencuentro historico?
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Dedicado al Druida Balsense, portugués, que me inspiró la idea.
En una encuesta reciente realizada por el diario portugés "O Sol"intentaba mostrar que la mayoría de los portugueses no deseaban la unificación con España, en cambio tambien surgía el dato de que un 96%reconocía que esta unión sería beneficiosa para Portugal.
Ver Foro en :http://www.celtiberia.net/articulo.asp?id=2240
En mi opinión esta actitud no es mas que el reflejo de la desconfianza con que ambas naciones se han mirado a lo largo de la História, mayormente desde el lado portugués, siempre receloso de las intenciones de su vecino español, lo que incluso le ha llevado a buscar sus alianzas tradicionales en un país tan lejano como Gran Bretaña, pero con buena marina, ya que por tierra la única opción que tenía era España, de la que siempre desconfió.
Todo empezó en 1128 cuando el primer rey portugués, Alfonso Enriquez, lograba el reconocimiento de su independencia por parte del rey de León, Alfonso VII, en circustancias un tanto forzadas. Pero a lo largo de la Historia se presentaron dos momentos importantes en los que los dos países podrían haber unificado su andadura.Uno de ellos si se hubiese efectuado el matrimonio entre Alfonso V"El Africano" y la infanta Isabel(futura Isabel I La Católica), rechazado por esta última en favor de Fernando de Aragon(¿Le atraia más la juventud del aragones que la madurez del ya viudo rey portugués?), con lo que la consecuencia inmediata fué el que Castilla se vió asociada a los conflictos de Aragon en el Mediterraeo e Italia en lugar de a la política expansionista oceanica de Portugal.y una pregunta se me viene a la cabeza, ¿que habría pasado con Colón?.
El otro momento culminante fué cuando, tras la muerte del rey Sebastian en la batalla de Alcazalquivir, las cortes portuguesas , en 1581, reconocen como rey a Felipe II, reino heredado por su hijo Felipe III y por su nieto Felipe IV bajo el que Portugal vuelve a alcanzar la independencia tras la batalla de Villaviciosa, en 1665.
A partir de entonces la relación de los dos países continua dandose la espalda o incluso con franca agresividad, aún cuando les debería de haber unído el haber tenído un enemigo común en Napoleón. Pero es , durante el periodo revolucionario francés, cuando un abate español apellidado Marchena publica su obra "Avis aux espagnols", donde predica la creación de un proyecto de república federal ibérica a traves de una federación progresista. Esta primera semilla germina en el incipiente liberalismo de ambos países, preconizando la unión voluntaria y pacífica de los estados ibéricos. Había nacído el Iberísmo.
La hermana de Fernando VII, Carlota Joaquina, regente consorte en Portugal, aprovechó el "secuestro" de este en Francia ,durante la Guerra de la Independencia, para solicitar de la Cortes de Cádiz que la hiciesen regente de España, con lo que ambos países hubiesen tenido una máxima autoridad común, pero la petición le fué denegada.
La actitud absolutista tanto de Joâo V como de Fernando VII abortan las primeras intenciones iberistas, aunque se nota tanto su pervivencia durante el trienio liberal ,en las sociedades secretas tan de moda en la época,que incluso predicaron sus ideas en territorio luso insistiendo en una Federación de Repúblicas en los que Portugal quedaría representado por una Lusitania Ulterior y una Lusitania Citerior.
Pero fueron, sobre todo, los liberales en el exilio los que más contribuyeron a la expansión de las ideas Iberísticas, principalmente cuando comienza la desintegración de los imperios de ambas naciones, y que solo ven un horizonte prometedor en la unión de ambos países para retornar a la relevancia internacional perdidas y a un nuevo progreso económico.Ya Espoz y Mina barajó la posiblidad, desarrollada en decadas posteriores, de entronizar a los Braganza portugueses ,en detrimento de nuestros Borbones, por considerarlos más liberales. Tambien por entonces Pedro IV, emperador del Brasil, recibió la oferta de los liberales ibéricos de ceñir la triple corona luso-brasileño-española, aunque la oferta no llegó a nada.Entre los iberístas de esta época destacaron los protugueses Saldanha, Almeida Garret o Palmela y entre los españoles Torrijos,Borrego y Mendizabal.
Ya hemos dicho que Fernando VII siempre estuvo en contra de estos proyectos, pero fué su hija, Isabel II, la que principalmente debió hacerles frente con éxito, mientras duraron los conflictos , por cierto paralelos en ambos países, entre absolutistas y liberales en el fondo o entre tíos y sobrinas en la forma. Consolidadas Maria II e Isabel II en sus respectivos reinos, con un liberalismo tambien floreciente, pronto reaparecen los proyectos iberistas que proyectaran la unión, por vía matrimonial, de ambas dinastías, proyectos que no fructificaron por problemas de edades e intrigas palaciegas.Además ni Francia ni Gran Bretaña veían estos proyectos con buenos ojos, pues preveian , en la unión de los dos países, el nacimiento de una potencia rival que les quitaria influencia en el panorama europeo.
Bloqueada la solución dinástica, surgió, en España, una ocasión favorable para sustituir la dinastía borbónica por la de Braganza, aprovechando la Revolución de 1854. Con apoyo progresista , moderado(Cánovas del Castillo)y demócrata(Cristino Martos)se hicieron contactos con el gobierno portugués, que no se mostró hostil a la idea, pero que no hizo nada para desarrollarla.La actitud indecisa de los revolucioarios, la oposición francesa y británica así como la actitud conciliadora de Isabel II, favorecieron el fracaso de estos planes. Estos hechos tuvieron como consecuencia que el iberísmo portugés quedra relegado a grupos minoritarios de republicanos.
No asi en España en la que la doctrina iberísta hizo grandes avances que fueron detenidos por el gobierno moderado que temía perder, con una Iberia unída, el poder totalitario del que ya gozaba.
Cuando estalla la Revolución de 1868 no había unanimidad sobre que régimen ni que dinastía , en caso de la monarquía, debía gobernar España. Los progresistas volvieron a su idea primigenia de entronizar a los Braganza, pero no con Luis I, ya reinante en Portugal, sino ofreciendo el trono a su padre, Fernando de Coburgo, que vivía apartado de la vida política.Los iberistas españoles deseaban que su reinado fuese una etapa transitoria para acabar con los recelos lusitanos hacia la unión y que ,a su muerte, fuese ya Luis I el que culminase la unidad peninsular. Esta candidatura fué, quizás, la que contó con más grandes apoyos, incluyendo el de Prim, que en su defecto pensó, posteriormente, en otros familiares de Luis I, Leopoldeo de Hohenzollern y Amadeo de Saboya.
Se desplazaron a visitar a D.Fernando el general Prim,Fernandez de los Rios y Salustiano Olózaga.Las conversaciones trataron de llevarse con la máxima discrección, aunque con poco éxito.Se barajaron diferentes soluciones, como la de crear una monarquía típo Austria-Hungría, recientemente establecida y se aceptaron todas las condiciones que puso D.Fernando, incluso la de que solo se llevaría a cabo esta unión si el pueblo portugués lo aceptaba mayoritaria y voluntariamente, pero surgió un impedimento insoslayable cuando D. Fernando expresó le deseo de que las dos coronas no se convirtiesen en una, con lo que la candidatura perdía su atráctivo principal para los iberístas.
No obstante, en el golpe de estado que ,en el Portugal de 1870, dá el iberísta Saldanha(en posible connivencia con Luis I que no vería con malos ojos una futura corona hispano-lusa)el própio Saldanha trata de convencer a D.Fernando de que acepte la corona española por el bien de Portugal ,para evitar que una posible república en el país vecino pueda socavar la monarquía portugesa, pero todos sus esfuerzos fueron inútiles.
Tras el fracaso de estas gestiones, el iberísmo cae en una nueva y profunda crisis, acrecentada por la nueva influencia que Portugal estaba consiguiendo en Africa, gracias a la ayuda inglésa y a la subída al trono de Alfonso XIII, de modo que los grupúsculos repúblicanos vuelven a ser los únicos guardianes de la iedea, a pesar de que las humillaciones que Gran Bretaña impuso a Portugal, en pago por su ayuda,hicieron que muchos lusitanos valoraran una nueva alianza con España, siendo baluarte de esta intención el escritor portugés Joaquim
Pedro de Oliveira, autor de "Historia de la Civilización Iberica", donde trata de unificar la península a través de la unídad cultural.
La nueva coyuntura que revitalizrá el iberísmo fué la caída de la monarquía portuguesa, octubre de 1910, que provocó entusiastas manifestaciones repúblicanas en España y la aparición de varios escritos sobre el tema, como las del periodista repúblicano José Brissa("La Revolución Portuguesa"), pero el máximo exponente del Iberísmo en España, era el poeta Joan Maragall, que preconizaba la integración de Portugal en España para contarrestar el centralismo castellano y en esa inteligencia escribió obras como el "Imne Ibérico" e incluso, en su artículo ""L´Ideal Ibéric", propuso a Unamúno la creación de la revista "Ibérica", que iría escrita en castellano, catalán,galaíco-portugés y vasco. Tambien Cambó y Prat de la Riba, en sus años juveniles compartieron este ideal.
En 1927 fué fundada, en Valencia, la Federación Anarquista Ibérica, en cuya dirección hubo simpre algún representante luso, y que representó al Iberísmo de la extrema izquierda hasta 1936.
Tras la Guerra Civil española, se creó el llamado "Pacto Ibérico", entre Franco y Salazar, por el que ambos países se proporcionarían asistencia mútua(no olvidemos la ayuda logística y en hombres proporcionada por el gobierno portugés a Franco durante la contienda)pero más con fin de autocontrol que de reunificación.
La izquierda española en el exílio, siempre mantuvo la tradicción iberísta de algúna manera y así Victoria Kent publicó, en Nueva York, durante muchos años, el boletín "Iberica por la Libertad". Otro iberísta fué el esritor J.M.Bautísta Roca, que participó en numerosos encuentros culturales con iberístas portugueses.
En la actualidad el panorama para un pannacionalísmo ibérico es desalentador, pues ya ni las izquierdas de ambos países parece que se lo plantean,aunque escritores como Salvador de Madariaga, en su obra "España",aún se lo planteaba siempre que fuera universalmente aceptado por ambos pueblos. Por ello la idea del Iberísmo ha quedado reducida a una utopía.
¿Se acerca el momento de rehabilitarla?
Bibliografía:
"La Unión Iberica.Debáte sobre la idea de nación en S.XIX"-Jose A.Rocamora
""El Iberísmo"-J.P.Yañiz
Paz y Bien
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Comentarios
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Arenas. Muchas gracias por el comentario. Decididamente todo abunda a los oportunismos políticos de una y otra parte.
Lusitanoi.En aquella epoca España estaba en guerra con Inglaterra y Holanda, sobre todo en las colonias americanas, con Francia y Flandes en Europa y además tenemos a Portugal y Cataluña que se dedican a "tocar las narices" al bueno del Con Duque.Yo creo que en las energas no daban para más(aquí todavía decimos cuando algo es muy dificil que lo es más que "poner una pica en Flandes").Como bien dices el Conde Duque tuvo que escoger y prefirió dedicar más recursos a Cataluña, con lo que Portugal se libró por la puerta de atras(lolololol, bieeeeen).
Paz y bien
España no tiene consciéncia do lo que pasa de desinformación en Olivença hace recelar muchos Portugueses. Y, sin embargo, hay notícias en Periódicos extrangeros sobre eso. Mirese uno:
:SOBRE UM ASSUNTO PORTUGUÊS: ARTIGO EXTRAORDINÁRIO E ORIGINAL; DEVE-SE TENTAR LER ATÉ AO FIM: THE TELEGRAPH, 19 de Agosto de 2006
SOBRE UM ASSUNTO PORTUGUÊS: ARTIGO EXTRAORDINÁRIO E ORIGINAL; DEVE-SE TENTAR LER ATÉ AO FIM: THE TELEGRAPH, 19 de Agosto de 2006
SOBRE UM ASSUNTO PORTUGUÊS: ARTIGO EXTRAORDINÁRIO E ORIGINAL; DEVE-SE TENTAR LER ATÉ AO FIM: THE TELEGRAPH, 19 de Agosto de 2006
ARTIGO EXTRAORDINÁRIO E ORIGINAL; DEVE-SE TENTAR LER ATÉ AO FIM: THE TELEGRAPH, 19 de Agosto de 2006
ARTIGO EXTRAORDINÁRIO E ORIGINAL; DEVE-SE TENTAR LER ATÉ AO FIM: THE TELEGRAPH, 19 de Agosto de 2006
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Artigo original, de 19 de Agosto de 2006, com muitas novidades, pontos de vista dispersos de oliventinos e não oliventinos, observações curiosísssimas. ACONSELHO A LEITURA. Por isso fiz a Tradução... que coloco ANTES do original !
THE TELEGRAPH, 19 de Agosto de 2006
O MELHOR DOS DOIS MUNDOS
O MELHOR DOS DOIS MUNDOS
THE TELEGRAPH, 19 de Agosto de 2002
"Já se passaram duzentos anos desde que a cidade espanhola de Olivença deixou de fazer parte de Portugal, mas as velhasd influências resistem, diz Anthony Jefferies."
"Por vezes eu penso no fenómeno de pensar em duas línguas", diz António Barraso Gonzales antes de tomar um gole do seu café. "Mas na maior parte das vezes nem sequer penso nisso. É apenas uma coisa natural. Num minuto tenho pensamentos em Espanhol no meu espírito, no minuto seguinte tenho-os em Português. Os sonhos são também interessantes. Posso sonhar numa língua e então, ao acordar, relembrá-los na outra."
Antonio não está só, em Olivença decerto que não. Esta pode ser uma cidade espanhola, mas pertenceu em tempos a Portugal e as velhas influências resistem. Mais de 200 anos passaram desde que os espanhóis - com a ajuda do exército de Napoleão Bonaparte - fizeram recuar a fronteira entre os dois vizinhos ibéricos. Mas um deambular pelos sossegadas ruas pavimentadas de negro e branco desta formosa cidade na ponta ocidental da Extremadura traz Portugal à memória, não Espanha.
Para começar, a maior parte dos mais velhos naturais da cidade falam Português quando vão às compras ou descansam nos bancos do largo "paseo" central. Depois, está presente a arquitectura: "ondulações" de pedra manuelinasem cada frontaria das Igrejas e mesmo sobre a entrada da Câmara Municipal: torres sólidas de forma quadrada destacando-se do castelo no coração da cidade, "marcando-a" como um bastião português; e, sobretudo, as telhas. Frentes de lojas, paredes, mesmo indicações de ruas - imcluindo aquelas que assinalam a "Plaza de España - estão cobertas com os azulejos azuis e brancos que são tão intrinsecamente portugueses.
No centro de dia dos pensionistas à sombra do Castelo, Antonio e os seus companheiros estão a discordar àcerca da influência cultural predominante. Ele afirma que "não há quase nada espanhol em Olivença". Maruja Antunes Gomez, presidente da associação de pensionistas, pensa de forma diferente. "Os edifícios, as telhas e os pavimentos podem ser iguais aos de Portugal, mas as pessoas são espanholas e têm orgulho nisso", diz ela. "Os jovens nem sequer falam Português. A sua única ligação é com Espanha."
Susana Rodrigues e Belén Naharro não têm tanta certeza assim. Susana tem 26 anos e trabalha na Biblioteca da cidade; Belen, de 22 anos, é estudante."Há um forte sentimento português em Olivença e isso é motivo de orgulho nosso, diz Susana. "A nossa cidade é única, mas não sentimos que isso nos ponha à margem do resto da Espanha."
Ambas falam um pouco de Português."É ensinada nas escolas precisamente ao longo da raya (palavra espanhola para a estreita fronteira artificial entre os dois países), porque o governo em Lisboa disponibiliza fundos. Ele não quer que a sua língua morra. Mas não o falamos como os nossos avós", diz Belén. "E todos adoramos passear até Portugal. As cidades são semelhantes e o país é muito bonito. Mas tomamos a ESpanha como referência para cada influência."
Legalmente, estas influências deviam ser ainda portuguesas. A Espanha assinou um Tratado em 1817 prometendo devolver Olivença, as suas aldeias circundantes e um pedaço de território junto do Rio Guadiana de que ele se apoderara 16 anos antes. Mas a devolução nunca aconteceu.
A fronteira "redesenhada" está apenas a oito milhas a oeste de Olivença, e os locais atravessam-na sem hesitar um momento. Até há cinco anos atrás, quando uma ponde rodoviária foi aberta, isso era feito em barcos de passeio porque a Ponte medieval, a "Puente de Ayuda", a poucos metros da nova travessia, tinha sido destroçada durante uma das muitas guerras de fronteira, e nunca fora reparada.
Antonio contou-me como, durante os anos em que Franco governava a Espanha e Salazar estava no poder em Portugal, o contrabando era difícil. Os habitantes locais atravessavam o rio pouco profundo vindos de Espanha carregados com têxteis ou produtos eléctricos, e voltavam com malas de linho, vegetais ou bacalhau salgado. "Esses foram tempos muito difíceis e o nosso comércio com Portugal era um risco para a própria vida. Havia patrulhas regulares no rio mas era fácil enganá-las. Era como um jogo."
Procurando na parte velha da cidade, o que me impressiona mais é o quanto mais clara e mais limpa é Olivença quando comparada com a maioria das cidades espanholas. Depois, nota-se o barulho - ou a falta dele. Passeiem pelas ruas de qualquer cidade em Espanha fora da hora da sesta e o alto nível de decibéis pode deixá-los assustados. Em Olivença as pessoas falam baixinho... como de facto o fazem os portugueses.
O passado deixou outros traços positivos. Nunca vi uma padaria espanhola com uma tão assombrosa variedade de artigos de pastelaria e maçapães como a que encontrei numa mesmo à saída da "Plaza de España". E os restaurantes abertos na cidade de 11 000 habitantes que é Olivença estão cheios de ofertas de pratos portugueses - nomeadamente bacalhau, que é o mais próximo a que um prato se pode transformar numa oferenda religiosa na Ibéria Ocidental.
Então deparamos com as espantosas e "enroladas" colunas da capela da Madalena, o interior da Igreja da Madalena com azulejos do chão ao tecto e o excelente museu etnológico no interior do castelo, as suas dúzias de salas recriando a vida da cidade antes e depois de Olivença ter mudado de mãos.
É fácil de compreender por que foram os espanhóis tão argutos ao alargarem as suas fronteiras até aqui. Esta é uma terra bela e fértil, cheia de colinas delicadas e com sobreiros ("carvalhos com cortiça", no original!) disseminados pelos campos de trigo. Não há a sensação de aspereza ou uma constante luta "contra" a terra e os elementos como há na Extremadura do Norte.
A limpa e pequena localidade de Táliga, algumas milhas ao sul, por uma estrada "direita como um pau" que trai origens romanas no meio de uma paisagem de vales largos e paredes de pedra árida; poder-se-ia pensar estar na Grã-Bretanha, excepto pelo quente do Sol, os zumbidos e as águias que nos apercebemos por sobre as nossas cabeças, atravessando-se no caminho de poucos em poucos minutos.
Aqui, aves de rapina e cegonhas são mais comuns do que pardais. Eu observo com temor como a mais majestosa de todas elas, a águia imperial espanhola, desenha círculos sobre mim enquanto eu sou empurrado pelo vento no alto do Castelo de Miraflores.
O Castelo situa-se no alto sobre a vila ("aldeia") de Alconchel, a oeste de Táliga, e domina os campos por muitas milhas em redor. Os Mouros construíram-no, os portugueses conquistaram-no há 900 anos, mas então Alconchel passou para a coroa espanhola muito antes do resto do "Campo Mayor", no qual se situa Olivença.
Os meus guias não oficiais são Juan o zelador e Francisco - "84 anos de idade e ainda funciona" - cuja caminada diária pelo lado da montanha acima coincide com a minha visita. Ele junta-se a mim no alto da torre, clamando a sua "ligação" à Espanha por sobre os ventos:"Nós não somos como as pessoas de Olivença. Nós somos verdadeiros espanhóis, não meia-raça."
Ele aponta ao longe os vastos "ranchos" de gado - "dehesas" - muitos dos quais têm agora como proprietários conhecidos matadores, os novos senhores feudais. Estas "estâncias"(herdades), que muitas vezes cobrem milhares de acres, são percorridas por "toros bravos", os touros "lutadores" (de lide) que encontrarão o seu destino na arena, mas cuja vida até lá será feliz e livre de interferência humana.
No caminho de regresso, descendo a colina, eu encontro um homem levando a sua ovelha a desentorpecer as pernas. Justiniano ("como o imperador romano") diz que ele passeia a sua ovelha todos os dias. "Eu sou a sua mãe. A mãe verdadeira rejeitou-a. Ela tem nove anos de idade (SIC) e todos os dias nós passeamos até ao castelo". E como se chama ela?"Dolly, como a vossa ovelha inglesa. Mas esta é natural. E ainda está viva". Justiniano não gosta do que está a suceder ao castelo. O governo provincial construiu "chalets" de madeira, vidro e ferro dentro das muralhas do castelo para dar guarida aos visitantes de fim de semana."Não há respeito pela História do Castelo. Nenhum esforço para que nada destoe", diz ele."Os Portugueses é que fazem bem. Eles restauram os seus castelos como eram e fazem novas moradias respeitando a arquitectura antiga."
Atravessando a fronteira, na maravilhosa cidade de Elvas, a velha ferida ainda sangra. "Nós não olhamos para Espanha por nenhum motivo concreto; somos bastante diferente dos espanhóis", diz Ana Valdes, dona de uma loja de brinquedos. "Nós somos mais sossegados, mais introsvertidos, mas aqui nós ficamos "preocupados" ( aborrecidos) por causa de Olivença e o "Campo Mayor" mesmo depois de 200 anos.
"É a mesma situação de Gibraltar, mas não se consegue fazer ver isso aos espanhóis. Olivença nunca voltará a ser portuguesa, mas isso não nos impede de ficarmos ressentidos com os espanóis por causa da "nossa" cidade estar nas suas mãos."
Luis Simões, um polícia, é mais fleumático. "Todos nós falamos espanhol aqui porque a fronteira fica a poucos minutos de distância, ainda que não seja realmente uma fronteira. Nós temos conhecimento da sua dificuldade para aprender Português, por isso nós adaptamo-nos. Sabemos que eles têm Olivença, por isso dizemos "o que podemos fazer?""Actualmente penso que estamos bastante invejosos do povo de Olivença. Eles pertencem à Espanha, que tem mais poder na Europa, no mundo. Mas as suas influências são portuguesas. Eles têm o melhor dos dois mundos."
THE TELEGRAPH, 19-Agosto-2006 (Olivença)
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The best of both worlds
Last Updated: 12:01am BST 19/08/2006
It's 200 years since the Spanish town of Olivenza was part of Portugal, but old influences endure, says Anthony Jefferies.
'Sometimes I think about thinking in two languages," Antonio Barroso Gonzales says before taking a sip of his coffee. "But most of the time I don't think about it at all. It's just the natural thing. One minute I have Spanish thoughts in my brain, the next Portuguese. Dreams are interesting, too. I can dream in one language then, when I wake up, remember it in the other."
Antonio is not alone, certainly not in Olivenza. This may be a Spanish town, but it once belonged to Portugal and old influences endure. More than 200 years have passed since the Spanish - with help from Napoleon Bonaparte's army - rolled back the frontier between the two Iberian neighbours. But a stroll through the quiet black-and-white cobbled streets of this handsome town in the far western region of Extremadura brings Portugal to mind, not Spain.
For a start, most of the older townsfolk speak Portuguese as they shop in the market or relax on the benches of the broad, central paseo. Then there's the architecture: Manueline stone swirls on every church front and even over the door to the town hall; solid, squared-off towers looming over the castle at the heart of the town, marking it out as a Portuguese bastion; and, above all, the tiles. Shop fronts, walls, even street signs - including those that indicate the Plaza de España - are covered with the blue-and-white ceramic that is so intrinsically Portuguese.
advertisementAt the pensioners' day centre in the shadow of the castle, Antonio and his companions are in dispute over the prevailing cultural influence. He claims there's "almost nothing Spanish about Olivenza". Maruja Antunes Gomez, president of the pensioners' association, thinks differently. "The buildings, tiles and cobbles may be like Portugal, but the people are Spanish and proud of it," she says. "The young don't even speak Portuguese. Their only connection is with Spain."
Susana Rodriguez and Belén Naharro aren't so sure. Susana is 26 and works at the town's library; Belén, 22, is a student. "There's a very Portuguese feel to Olivenza and it makes us proud," says Susana. "Our town is unique, but we don't feel it sets us apart from the rest of Spain."
Both speak some Portuguese. "It's taught in schools right along la raya [the Spanish word for the unnaturally straight border between the two countries], because the government in Lisbon provides funds. It doesn't want its language to die out. But we don't speak it like our grandparents," says Belén. "And we all love to go across to Portugal. The towns are similar and the country is so beautiful. But we look to Spain for every influence."
Legally, these influences should still be Portuguese. Spain signed a treaty in 1817 promising to return Olivenza, its outlying villages and a tranche of land near the Guadiana River that was seized 16 years before. But the handover never happened.
The redrawn border is only eight miles west of Olivenza and the locals cross it without a moment's thought. Until five years ago, when a road bridge was opened, this was done in rowing boats because the medieval bridge, the Puente de Ayuda, a few yards from the new crossing, had been dismantled during one of the many border wars and never repaired.
Antonio had told me how, during the years when Franco ruled in Spain and Salazar held power in Portugal, smuggling was rife. Locals would cross the shallow river from the Spanish side loaded up with clothes or electrical goods, and return with bags of linen, vegetables or salt cod. "These were very hard times and our trade with Portugal was a lifeline. There were regular patrols on the river but it was easy to evade them. It was like a game."
Wandering around the old part of the town, what strikes me is how much cleaner and tidier Olivenza is compared with most Spanish towns. Then there is the noise - or lack of it. Walk through any town in Spain any time out of siesta hour and the decibel level can leave you wincing. In Olivenza people speak quietly - like the Portuguese, in fact.
The past has left other positive traces. I have never seen a Spanish bakery with such a wide variety of pastries and marzipans as the one just off the Plaza de España. And the restaurants serving Olivenza's 11,000 population have plenty of Portuguese dishes on offer - notably cod, which is as close as food comes to being a religious offering in western Iberia.
Then there are the stunning, twisted columns of La Magdalena chapel, the floor-to-ceiling tiled interior of the Casa de Misericordia church and the excellent ethnological museum inside the castle, its dozens of rooms recreating town life before and after Olivenza changed hands.
It's easy to see why the Spanish were so keen to extend their boundaries here. This is a beautiful, lush land, full of gentle hills and with cork oaks dotted about the wheat fields. There is no sense of harshness or a constant struggle with the land and the elements as there is in northern Extremadura.
The tidy, tiny town of Táliga, a few miles to the south, lies along a rod-straight road betraying Roman origins in the middle of a landscape of wide valleys and dry-stone walls; you might be in Britain but for the warmth of the sun, and the buzzards and eagles that wheel overhead, crossing your path every couple of minutes.
Here, birds of prey and storks are more common than sparrows. I watch in awe as the most majestic of them all, the Spanish imperial eagle, circles above me while I lean into the wind at the top of the Castillo de Miraflores.
The castle sits high above the village of Alconchel, west of Táliga, and commands the countryside for miles around. The Moors built it, the Portuguese conquered it 900 years ago, but then Alconchel passed to the Spanish crown long before the rest of the Campo Mayor, in which Olivenza sits.
My unofficial guides are Juan the caretaker and Francisco - "84 years old and still fit" - whose daily hike up the mountainside coincides with my visit. He joins me at the top of the tower, shouting his allegiance to Spain above the wind: "We are not like the people of Olivenza. We are true Spaniards, not half-breeds."
He points out the vast cattle ranches - dehesas - many of which are now owned by renowned matadors, the new feudal masters. These estates, which often cover thousands of acres, are turned over to toros bravos, the fighting bulls that will meet their fate in the bullring, but whose life until then will be happy and human-free.
On the way back down the hill I meet a man taking his sheep for a stroll. Justiniano ("like the Roman emperor") says he walks the ewe every day. "I am her 'mother'. Her own mother rejected her. She's nine years old and every day we walk to the castle." And her name? "Dolly, like your English sheep. But this one is natural. And still alive." Justiniano doesn't like what's happening at the castle. The provincial government has built chalets of wood, glass and steel into the castle walls to provide a hostel for weekenders.
"There's no sympathy with the castle's history. No attempt to blend in," he says.
"The Portuguese have it right. They restore their castles as they were and make new buildings in the old style." Across the border, in the lovely old town of Elvas, the old sore still itches. "We don't look to Spain for anything; we are so different from the Spanish," says Ana Valdes, owner of a toyshop. "We are quieter, more inward-looking, but here we get upset over Olivenza and the Campo Mayor even 200 years later.
"It's the same situation as Gibraltar, but you can't make the Spanish see that. Olivenza will never be Portuguese again, but it doesn't stop us resenting the Spanish because 'our' town is in their hands."
Luis Simoes, a policeman, is more phlegmatic. "We all speak Spanish here because the border is a few minutes away, though it isn't really a border. We know they struggle to learn Portuguese, so we adapt. We know they have Olivenza, so we say 'what can you do?' "Actually I think we're quite envious of the people of Olivenza. They belong to Spain, which has more power in Europe, in the world. But their influences are Portuguese. They have the best of both worlds.
Aun que un poco tarde, voy a poner aqui otro texto (mio)
Aun que un poco tarde, voy a poner aqui un texto mio. Perdonen por hablar DE OTRA REVISTA de HISTÓRIA. En nombre de la verdad
DISCUSIÓN EN LIBERTAD
Deseo anotar mis discrepancias con la carta "Sobre Olivenza", de Don Domingo Domené (núm. 95). Sobre la afirmación de que "Olivenza fue conquistada por el Reino de León en 1229". Informo de que la tradición portuguesa, y varias fuentes, refieren que la región de Olivenza habrá sido conquistada por templarios PORTUGUESES hacia 1228. Sólo recientemente, desde 1990 más o menos, se ha afirmado que fueron templarios leoneses, argumentándose que tal cosa obedece a la lógica geográfica. Se olvida que Portugal, al "avanzar" hacia el Sur, tuvo la preocupación de ocupar las dos márgenes del Guadiana, procurando anticiparse a Castilla.(...)
También la afirmación de que "las plazas portuguesas entregadas a Castilla en prenda de la realización del matrimonio antedicho (también del futuro matrimonio de Alfonso de Portugal -el heredero- con Beatriz de Castilla)" es poco correcta. Los matrimonios reales se hacían para sellar acuerdos anteriores. (...) Aclaro que, de hecho, "se decía", pero sin fundamento histórico, que Olivenza había sido cedida como una "prenda" de matrimonio... Un MITO creado en la década de 1920 para
acallar a los oliventinos que, por tradición, se decían portugueses... y que ya no eran capaces de presentar argumentos históricos .
El autor de la carta victimiza a Castilla en lo que se refiere a lo dispuesto en el Tratado de Alcañices de 1297. Parece desconocer que, en la época, los reyes ibéricos usaron cualquier truco para arrebatarse territorios los unos a los otros. En la lista de las localidades cedidas a Castilla en Alcañices (1297) no está completa, pues Portugal prescindió también de Herrera de Alcántara, Valencia de Alcántara, Esparragal y Ayamonte. Ya desde el inicio del siglo XII, varios de los territorios referidos en Alcañices habían cambiado de manos más de una vez, tanto a causa de las luchas entre Portugal, Castilla y León como a causa de los avances y retrocesos de la Reconquista. Y es verdaderamente curioso que Felipe II, al unir Portugal a su Corona, no haya encontrado injusto el Tratado de Alcañices, manteniendo a Olivenza en el espacio portugués (1580-1640).
La Cuestión de los Obispados, y la del hecho de que los límites de los mismos no siempre respetan los limites políticos, derivó de discusiones originadas en la Reconquista.
Es visible que el autor de la carta desconoce que Ceuta PERTENECÍA A PORTUGAL en los siglos XV y XVI, por "derecho" de conquista en 1415. Luego, Felipe II no podría ser responsable por una decisión tal, que sólo competía a Portugal. Ceuta sólo pasó a
ser española en 1640/1668.
Así, entre 1520 y 1570 (más o menos), Olivenza fue sede del obispado PORTUGUÉS de Ceuta.
Sobre el Congreso de Viena,en su Artículo 105 (1815), no consta que Olivenza debiera ser cambiada por otra ciudad. ¡Basta leer dicho artículo, que está publicado en varias lenguas, para verificarlo! Surgieron después objeciones de España por Cuestiones en América del Sur (Uruguay), y ahí las posiciones de los dos Estados ibéricos se confrontaron públicamente. Portugal no aceptó las objeciones. Por eso, hoy, no se reconoce la legalidad de la Soberanía Española en Olivenza.
Acerca de las "disculpas" históricas para alimentar "nacionalismos", no debe olvidarse de que reivindicar el mantenimiento de la administración española en Olivenza es también una manifestación de nacionalismo... como lo es la reivindicación española sobre Gibraltar, que no se sabe hasta
cuándo va a durar... El problema está en saber si tales "nacionalismos" tienen o no razones concretas. Y, claro, no se deben dejar resurgir nacionalismos de tipo fascista... cosa que se consigue, principalmente, dando, en democracia, respuestas claras a problemas existentes. Lo que no es aconsejable son los aplazamientos, tibiezas o subterfugios. ¡Continuemos, pues, en libertad, discrepando y argumentando! Carlos Luna Estremoz (Portugal)
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EIS O ORIGINAL DA CARTA À QUAL O MEU TEXTO CONSTITUI RESPOSTA
Rev. "LA AVENTURA DE LA HISTÓRIA" , n.º 95, Setembro de 2006
CARTAS
(Consultar as notas, pois indicam os MUITOS ERROS da argumentação...)
SOBRE OLIVENZA
(gravura:"Godoy, responsable de la GUERRA DE LAS NARANJAS, retratado por Goya.")
En el num. 74, el señor Leite Fragoso equiparaba la situación de Olivenza con la de Gibraltar. En el número 93, publican ustedes un suelto titulado, creo que injustamente, "Una vieja deuda histórica", en el de que hablan de que el lisboeta Grupo dos Amigos de Olivença han enviado un comunicado al embajador de España en Lisboa, reclamándo la ciudad de Olivenza.
Creo que con las limitaciones que una carta al director impone habrán de precisarse algunas cuestiones.
Olivenza fué conquistada por el Reino de León en 1229(0). Durante la minoria de Fernando IV de Castilla (1295-1312), quien a sus nueve años estaba prometido con la Infanta Constanza de Portugal, el Reino de Castilla cayó en la anarquía. En ese estado de cosas, el rey don Dionís (don Dinis, en portugués) reclamó a Doña Maria de Molina, la regente castellana, la devolución de las plazas portuguesas entregadas a Castilla en prenda de la realización del matrimónio antedicho (también del futuro matrimónio de Alfonso de Portugal - el heredero - con Beatriz de Castilla)(1). Doña María estaba dispuesta a hacerlo así, siempre que Don Dionís hiciera lo mismo. Éste, como respuesta, entró en guerra con la entonces débil Castilla(2).
Asediada desde el exterior por Aragón y Portugal y desde el interior por los infantes de la Cerda y su cuñada el Infante don Juan, doña María de Molina se vio obligada a firmar con don Dionís el Tratado de Alcañices (1297), por el que se intercambiaban las ciudades hoy españolas de Aroche y Aracena por las hoy portuguesas de Moura y Serpa y se entregaban a Portugal, sin compensación alguna, el entonces tan leonés Valle del Coa (Castel Rodrigo, Almeida, Vilar Maior, Alfaiates, Sabugal y San Felices de los Gallegos), Campomaior, Ouguela y Olivenza(3).
Es decir, Don Dionís se valió de su poder militar para arrebatar al Reino de León ya unido con Castilla territorios que bajo ningun punto de vista le pertenecían(4). A pesar de lo dispuesto en Alcañices, Olivenza, Campomaior y Ouguela siguieran perteneciendo a la Diocésis de Badajoz(5), lo que en Derecho Internacional de la época tenía su importáncia, y aunque en 1441 el Papa los declaró "nullius diocesis"(de ninguna diócesis), no incluyó dichas localidades en ninguna diócesis portuguesa; tres años más tarde, !pasáron a ser de la Diòcesis de Ceuta! y así estuvieran hasta 1570, cuando Felipe II de España (más tarde también Felipe I de Portugal) permitió(6) que las tres localidades se incorporasen a la recién creada diócesis de Elvas(7).
El Congreso de Viena, tan recordado por Portugal, reconocía en efecto la soberanía de este reino sobre Olivenza, pero en el artículo 105 se instaba a ambos reinos a cambiar dicha ciudad por otra(8). Como Portugal nunca ofereció nada a cambio, Olivenza seguió siendo española. ?Qué la incorporación de Olivenza al Reino de España en virtud del Tratado de Badajoz (6-junio-1801) y a la Diócesis de Badajoz (Pio VII, 10-Octubre-1802) fueran injustas? Personalmente, lo que evidentemente carece de valor, estaría dispuesto a admitirlo siempre que los portugueses reconocieran que la incorporación a Portugal después del Tratado de Alcañices también lo fué (9). ?En qué fecha hemos de cerrar las reivindicaciones basadas en una interpretación actual, acaso victimista y siempre nacionalista (10), de la História?
Domingos Domené (Pozuelo de Alarcón, Madrid)
NOTAS
(0) A Tradição Portuguesa, e várias fontes, referem que a região de Olivença terá sido conquistada por Templários PORTUGUESES por volta de 1228. Recentemente, tem-se afirmado que foram Templários leoneses, argumentando-se em termos de lógica geográfica. Esquece-se que Portugal, ao "avançar" para o Sul, teve a preocupação de ocupar as duas margens do Guadiana, procurando antecipar-se a Castela. Não é, pois, estranho, que tenha chegado antes de Leão à Terra das Oliveiras. Talvez o mais correctio seja afirmar-se que não há fontes esclarecedoras, e que só sabemos que foram... Templários !
(1) Os casamentos reais fazam-se para selar acordos anteriores. Raros foram os territórios cedidos como "prenda" de casamento. Não consta, na História, que tal tenha ocorrido com Olivença, embora tal seja afirmada no que toca ao Vale do Coa (Riba-Coa).De faxcto, "dizia-se", mas sem fundamento histórico, que Olivença tinha sido transaccionada como uma "prenda" de matrimónio... um MITO criado na década de 1920 para calar os oliventinos que, por tradição, se diziam portugueses...e que já não eram capazes de apresentar argumentos históricos, que ninguém se dava ao trabalho de lhes ensinar, antes pelo contrário. Um outro mito dessa época, também falso, é o de que Olivença foi para Espanha...trocada por Campo Maior.
(2) O autor da carta vitimiza Castela no que toca ao disposto no Tratado de Alcañices de 1297. Contudo, parece desconhecer que, na época, os reis ibéricos usaram todos os truques para arrebatar territórios uns aos outros. Sucedeu com Aragão, Castela, Portugal. Por outro lado, convém recordar que já antes Castela, aproveitando-se das dificuldades de Sucessão em Portugal no Século XIII, e de uma Guerra Civil, em que Afonso III derrotara o irmão Sancho II, impusera a Portugal o Tratado de Badajoz de 1267, que fixava o Guadiana como fronteira...apesar de Sancho II ter conquistado vários territórios aos muçulmanos a Leste do Guadiana, como Aroche, Aracena, e Ayamonte. Havia um sentimento de humilhação em Portugal. Aliás, Afonso III conseguiu mesmo evitar o abandono de algumas Praças...
Um pequeno exemplo de como os reis do século XIII tudo faziam para aumentar os seus domínios está no Algarve, acabado de conquistar por Afonso III (de Portugal, claro !) em 1249, e que era reivindicado por Castela por ter pertencido ao Reino Muçulmano de Niebla.
(3)A lista não está completa, poi Portugal prescindiu, em Alcañices, também de Herrera de Alcántara, Valéncia de Alcántara, Esparragal, e Ayamonte. Desde o início do século XII que vários dos territórios referidos em Alcañices tinham mudado de mãos mais de uma vez, tanto por causa das lutas entre Portugal, Castela, e Leão, como por causa dos avanços e recuos da Reconquista.
(4) Não se pode afirmar que D. Dinis se apoderara de territórios que não lhe pertenciam de nenhum ponto de vista porque, embora tal também seja um pouco verdade, antes, reis de Leão e Castela também se tinham apoderado de territórios que não lhes pertenciam... e reis de Portugal também... numa sucessão de baixos truques políticos que, na época, eram comuns...infelizmente!
(5) Esta situação derivava de discussões originadas na Reconquita. Também Viana do Castelo, no Norte de Portugal, esteve ligada a Dioceses galegas!
(6)É visível que o autor da Carta desconhece que Ceuta PERTENCIA A PORTUGAL nos Séculos XV e XVI, por "direito" de conquista em 1415. Logo, Filipe II não poderia ser responsável por uma tal decisão, que só competia a Portugal. Ceuta só passou a ser espanhola em 1640/1668. Como podia um Rei estrangeiro permitir ou consentir algo fora dos seus domínios? O que se passou foi que, entre 1520 e 1570 (mais ou menos), Olivença foi sede do Bispado PORTUGUÊS de Ceuta, que incuia Ouguela, Campo Maior, e a região de Viana do Castelo, no Minho. Estas "informações" não têm nenhum fundamento.
(7)A Diocese de Elvas não foi criada nessa época !
(8)Em nenhuma parte do Artigo 105 (1815) consta que Olivença deveria ser trocada por outra cidade. Basta ler o dito artigo, que está publicado em vàrias línguas, para o verificar !
(9)Curioso que Filipe II, ao unir Portugal à sua Coroa, não tenha achado o Tratado de Alcañices injusto, mantendo Olivença no espaço Português.
(10)Ainda bem que as reivindicações são Históricas, e usam argumentos e não armas. Mas... o autor da carta esquece-se que reivindicar a manutenção da admonistração espanhola em Olivença é também uma manifestação de Nacionalismo... como o é a reivindicação espanhola sobre Gibraltar, que não se sabe até quando vai durar...
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