Autor: A.M.Canto
lunes, 22 de enero de 2007
Sección: Noticias
Información publicada por: A.M.Canto
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ESTRABÓN A LOS ESPAÑOLES DEL AÑO 2005
A la vista del debate surgido últimamente en toda España, y más concretamente aquí (en el foro “Ibarradas”), a propósito de los enfrentamientos verbales entre políticos extremeños, andaluces, vascos, catalanes, castellanos, baleares y de los demás pueblos de esta vieja piel de toro, agraviados como de costumbre, me ha parecido oportuno recordar un dictamen sobre nosotros del geógrafo griego Estrabón de Amasía, que escribió en Roma, entre las épocas de Augusto y Tiberio, una descripción del mundo.
A la vista del debate surgido últimamente en toda España, y más concretamente aquí (en el foro “Ibarradas”), a propósito de los enfrentamientos verbales entre políticos extremeños, andaluces, vascos, catalanes, castellanos, baleares y de los demás pueblos de esta vieja piel de toro, agraviados como de costumbre, siempre desmemoriados del pasado y de los peligros de calentarse la boca cuando llega el verano, y más preocupados de sacudirse entre ellos que de unirnos para ser algo fuerte dentro de Europa, me ha parecido oportuno recordar este dictamen del geógrafo griego Estrabón de Amasía, que escribió en Roma, entre las épocas de Augusto y Tiberio, una descripción del mundo. En su libro III, dedicado a Iberia, capítulo 4, parágrafo 5, decía esto de nosotros:
”En realidad, podría pensarse que la causa de las expediciones coloniales de los griegos hacia los países bárbaros fuera el hecho de que los griegos estaban divididos en pequeñas regiones y soberanías que, por la pasión de su autosuficiencia, no querían tratos con las demás; y, por culpa de ello, tenían menos fuerza frente a los invasores que venían de fuera.
Este mismo afán de independencia, creo yo, se da con particular intensidad entre los hispanos, ya que por naturaleza tienen las dos características de la bribonería y la hipocresía. Por sus modos de vida se convirtieron en agresivos y ladrones, uniéndose sólo para pequeños objetivos, sin arrojarse nunca a grandes empresas, porque se niegan a formar una gran potencia ni a confederarse.
Es seguro que, si ellos hubieran querido formar como un escudo unos con otros, en primer lugar no hubiera sido posible para los Cartagineses vencerles y subyugar a la mayoría de su país con la superioridad de su ejército. O, todavía más atrás, que los fenicios consiguieran lo mismo, y después de éstos aquellos Celtas que ahora se llaman Celtíberos y Berones. Ni, en segundo lugar, en tiempos más recientes, haber caído en manos del bandido Viriato, en las de Sertorio, y en las de cualquier pueblo que quisiera codiciar su territorio. Los mismos romanos, desde que llevan la guerra contra los hispanos por sectores, atacando cada región por separado, gastaron bastante tiempo en dominar esto, venciendo primero a una tribu y luego a otra hasta que, aunque han pasado doscientos años o algo más, ya los tienen a todos bajo su control.”
Hasta aquí Estrabón, y no es moco de pavo lo que cuenta de nosotros. Pero, si se me permite, voy a terminar el listado de invasiones que él empezó. Porque, naturalmente, Estrabón no llegó a saber que los Romanos se quedaron aquí casi cuatro siglos más, y que después de ellos, y con relativa facilidad, también invadieron la Península (y, como suele decirse, “hasta la cocina”) varios grupos de bárbaros centroeuropeos: Suevos, Vándalos, Alanos y, finalmente, los Visigodos. Luego llegaron los Bizantinos, aunque tuvieron que conformarse con un buen mordisco en el sureste. Poco después nos invadieron también los musulmanes, éstos invitados merced a las disensiones internas godas. Vistas las cuales, y la poca resistencia de los ibéricos mismos, que casi les veían como liberadores, aprovecharon para pasar en mayores cantidades y quedarse, y en total más tiempo que los romanos: Primero los Árabes de Damasco, con los Bereberes norteafricanos, luego, fatalmente divididos los anteriores en las consabidas y malquistadas Taifas independientes, dieron lugar a la invasión de los Almorávides, seguidos de los Almohades. A mitad de esta época, en 1139, los futuros portugueses se separaron de Castilla para siempre (exceptuando el llamado “intermedio filipino”, ganado por Felipe II con no muy buenas mañas, pero efímero).
Terminada la Reconquista cristiana, el aspecto de la Península Ibérica era otra vez, como en los tiempos de Estrabón, el de un mosaico de reinos independientes, con sus propias Cortes, Leyes, Fueros, aduanas, monedas, pesas y medidas. Lejos de querer mantener una unidad real bajo una única dinastía española, se sepultó la voluntad de Isabel la Católica encerrando durante casi medio siglo a la última y legítima Trastámara castellana, a manos de su padre y de su propio hijo, en el inhumano exilio de Tordesillas. De esta forma, todos los españoles cayeron en manos de una dinastía extranjera, austríaca, los Habsburg (1516-1700), que rigieron un Imperio sin emperador y empobrecieron a España obligándola a financiar todos sus conflictos europeos, y desviando hacia Europa muchas de las riquezas que venían de América . A ésta, y tras las correspondientes guerras fratricidas, sucedió otra dinastía extranjera, esta vez francesa, los Bourbon (1700-2005), de mayor éxito pues, pese a haber sido expulsada tres veces de España, y de haber sido interrumpida por breves repúblicas y algo menos breves dictaduras, siempre ha conseguido regresar en olor de multitudes.
Parecería que esta España bajo las dinastías foráneas era una unidad. Pero, curiosamente, estos monarcas siempre lo fueron Hispaniarum, esto es, “de las Españas”, e impresiona leer la titulatura oficial de cualquiera de ellos, más o menos así (omito los títulos no españoles): “Rey de Castilla, de León, de Aragón, de Navarra, de Granada, de Toledo, de Valencia, de Galicia, de Córdoba, de Murcia, de Jaén, de Algeciras, de Gibraltar, de las Islas Canarias; Príncipe de Asturias y de Gerona; Conde de Barcelona; Señor de Vizcaya y de Molina...” Eran reyes, pues, de 14 reinos, 2 principados, 1 condado y 2 señoríos (donde el lector no dejará de observar que suman casi lo mismo que las actuales CCAA... lo que no puede ser simple casualidad, aunque reajustemos algunos de los nombres).
A comienzos del XIX se documenta un solitario esfuerzo de unión para echar de España a Napoléon Bonaparte y su juicioso hermano José, pero sólo para volver a caer de nuevo en el Absolutismo, la Inquisición y el retraso. Este esfuerzo tuvo el efecto perverso de abrir heridas internas de grueso calibre, de las que fueron víctimas los españoles "afrancesados", que casualmente eran los progresistas de la época y nos hubieran llevado mucho antes a un sistema democrático. La fatal tendencia a la división interna de los españoles, ya constatada por Estrabón, perduró a través de los tiempos, generando distintas guerras fratricidas de largas y prolongadas consecuencias, desde las carlistas a la civil de 1936. El bellísimo cementerio “Père Lachaise” de París tiene incluso un “Barrio de los Españoles”: de españoles que también amaron mucho a su patria pero a los que no se dejó siquiera poder morir en ella. No creo que haya ninguna nación europea que se haya matado y exiliado tanto a sí misma como la española.
Ante este brevísimo resumen de nuestra Historia (que he procurado ajustar pero es lógicamente matizable), no hay más remedio que recordar al viejo Estrabón, muerto en Roma poco después de comenzado el reinado de Tiberio, hacia el 20 d.C. Y no necesitó venir a la Península para escribir lo que escribió sobre ella, pues era algo sabido y se podía leer en las ricas bibliotecas de la Urbs.
Sabemos que somos variados y diferentes (hasta quizá no tanto como se cree), pero ya va siendo hora de sentarse y encontrar una fórmula definitiva de convivencia que nos satisfaga a todos y evite de una vez a nuestros hijos y nietos el verse siempre ante el mismo fatal destino.
A la vista de cómo está evolucionando últimamente el escenario político español, hay que decir que nosotros, los ciudadanos, los que pagamos todo el chiringuito nacional y político español, unos con sudor y otros con lágrimas, estamos entre nosotros, de una a otra región, mucho más cerca de esa deseada unidad que nos haría por fin fuertes; y lo tenemos más claro que la mayoría de los políticos que, muchas veces por desgracia, nos gobiernan y dicen representar nuestra opinión. Queremos que se rompa esta penosa y demasiado larga historia de desencuentros, y nos gustaría, unidos en la diversidad que históricamente está claro que nos caracteriza, poder acometer las grandes empresas de las que Estrabón pensaba que no éramos capaces. Queremos prosperar todos sin enfrentarnos, y que a cada uno se le reconozca lo suyo, para que cada uno pueda reconocer en paz lo de los demás. Y así formar algo grande con lo grande que hay en todos.
Alicia Mª Canto
Universidad Autónoma de Madrid
para Celtiberia.net - 7 de mayo de 2005
Comentarios
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amén.
está muy bien, alicia, y además haciendo honor a Estrabón, con esa sal ática que te caracteriza.
Etimología de la palabra diálogo. Proviene de las raíces griegas día más logos. Logos significa "el verbo", La palabra", o en este caso, el significado de la palabra"; y el prefijo día significa "a través de" -
por lo que entenderemos por diálogo el descubrimiento compartido. Se puede entender esta palabra, como el acceso al saber mediante un proceso que se lleva a cabo entre partes, entre dos o más interlocutores.
Se encuentra a faltar en este país.Y también porque no decirlo,disfrutar del placer de una buena conversación.
Felicidades. Geniales las palabras de Estrabón y muy acertado el análisis.
No sé si fue Salvador de Madariaga el que dijo que si los españoles éramos difíciles de gobernar y España, al menos desde finales del siglo XVIII, un país de conflictos, por ser un pueblo, el español, inteligentes (sic).... Que otros países europeos eran menos conflictivos, por ser más anodinos (¿menos inteligentes....?) y en consecuencia más fáciles de llevar. La cosa iba más o menos por ahí.
Si esa teoría es cierta podíamos ser, los habitantes de esa vieja piel de toro, un poquilito más tontos y no estar siempre tan liados, tirándonos de las greñas, en plan cainita ¿no?
Ah, estupendo artículo profesora Canto.
Saludos
granlon, a mi la frase que me suena es.......'los españoles,fáciles de someter,dificiles de gobernar' :-D :-D lo cual le da la razón al viejo Estrabón.
a ver si entre todos encontramos la frase........
España me recuerda en ciertas ocasiones a los perros que se pelean continuamente entre ellos, pero que se unen contra los lobos :)
Los titulos de “Rey de Castilla, de León, de Aragón, de Navarra, de Granada, de Toledo, de Valencia, de Galicia, de Córdoba, de Murcia, de Jaén, de Algeciras, de Gibraltar, de las Islas Canarias; Príncipe de Asturias y de Gerona; Conde de Barcelona; Señor de Vizcaya y de Molina...” significarian pues la unión de muchos territorios en el Estado, en el rey. Pero de aqui surgen bastantes criticas jeje
Felicidades por el artículo Dra Canto, su opinion final tambien la comparto
mucho sentido Alicia y una bonita mirada hacia nuestro ombligo.
Muy buen articulo Doctora. Tiene gracia de comprobar que esta unidad que tanto falta en España, se adquiere par los españoles que viven o viajan en el extranjero.
Dra. Canto: Es la sintesis más dura y realista del caracter de los españoles que he leido hasta ahora. Si todos los politicos pensaran como usted seriamos más grandes que los EEUU. Pero desgraciadamente pienso que los genes no nos dejan en paz.
Por cierto: encontró el dibujo de la estatua del Templo de Herackles?
¡Bueno, entonces los que pensamos asi podemos hacer un partido, el Partido Celtibero!
Que tal como está la cosa... ^^ seguro q nos votan jejeje espero que me acepteis la broma :)
sí, pero primero hablemos de la financiación del partido...........:-P
eh, collejas, no!
ni hablar...lo primero el reparto de responsabilidades. jejejejej. y la elección cargos. Propongo que sean vitalicios.
Soy ABSOLUTAMENTE CONTRARIO a este tipo de comparaciones trasnculturales. Ni yo,ni la inmensa mayoria de los que opinamos aqui, hablaomos lengua alguna emparentada con los iberos, ni se discernira que parte de mi sangre es ibera o fenicia, o tartessia, o romana, o bereber o arabe, es más no me importa, porque casi nada de lo que pasaba aqui hace 2000 años tiene que ver con lo que pasa ahora. No somos celtiberos, ¡no lo somos! Somos españoles, con todo lo que ello significa, y según para cada quién significa una cosa u otra.
Y otra cosa, no soy con seguridad el que se sienta más español de este foro, de hecho me siento más andaluz que español pero OJO, me siento clara e indiscutiblemente español, y ya veis, no me parece algo incompatible.
Muchas gracias a todos, ex imo corde ("desde el fondo del corazón").
Lo de fundar un partido me gusta. Pero, como dice Eyna, el problema es financiarlo, porque "el Sistema" lo tiene todo previsto: NO bancos --> NO prensa --> NO voz --> NO eco --> NO votos --> NO problemas.
Tartessio: Lo siento, aún no. Actualmente vivo en un caos de papeles; he perdido en él hasta las gafas, con funda y todo.
Ah, y algo sobre lo que dice Darius: Lo de sentirse español es también cuestión de distancias. Si se encuentran un catalán, un vasco y un andaluz, pongamos por caso (da igual qué otras regiones pongamos) en Japón, en Finlandia o en Canadá, se sentirán contentisimos al reconocerse, y felices de hablar la misma lengua, y de poder compartir muchos conocimientos, recuerdos y gustos comunes. Me ha pasado y lo he presenciado muchas veces, y es algo alegre de vivir.
Pero por aquí (digo de puertas adentro) hay alguna gente interesada, me parece, en calentarnos, en que no nos entendamos, y hasta en que nos odiemos. No sé cuál será el objetivo, pero hay que evitarlo a toda costa.
Nunca entro en éste tipo de temas, mis mdestas intervenciones se limitan a hacer preguntas sobre toponimia, pero voy a formular unas pequeñas observaciones-pregunta, que, espero no rompan el feliz consenso que ha creado éste artículo.
Cuales serían esas grandes empresas que seríamos capaces de acometer?
Mas fuertes para que?
De no habernos equivocado “los españoles” en las últimos 2000 años y pico, seríamos hoy mas felices? Tendríamos una sociedad mas justa, mas igualitaria?
no lo sé,zu2wait,pero a veces se nos ha ido,se nos va, la fuerza por la boca.
estupendo y como decían más arriba, amén.
A.M.Canto: excelente artículo. No tengo palabras para expresar cuan de acuerdo estoy.
Aunque no quiero ser negativo, veo un futuro complicado. El localismo (la palabra nacionalismo me parece demasiado pretensiosa para definirlo) es un negocio en expansión.
Eternauta,lo que tu llamas localismo no tiene porque ser malo per se.Hay las mismas necesidades básicas,sí,pero está claro,que no hay los mismos recursos, y no hablo solo de cantidad y que las soluciones tampoco son las mismas.
Para mí es importante que esos localismos tengan voz,que no gritos,y quizás un Senado con más peso,seria la solución.
'madrid' (observense las comillas) puede gestionar recursos económicos,distribuirlos, pero son esos localismos los que han de saber, los que mejor saben de sus necesidades.Son esos localismos los que han de tener claro,cuales son sus recursos y ponerlos a trabajar al máximo.
Dejemos de hablar de solidaridad y de ver España como un bloque monolítico, España es rica y diversa.
Muy resumido pero muy esclarecedor, es lo que todos sabemos y pensamos pero parece que es tabu el dinfundirlo de manera masiva. Enhorabuena Alicia.
Yo soy un Cantabro que ante todo me siento de este pedacito de tierra y estoy mas que cansado de que ciertas personas antepongan a unas comunidades sobre otras. Como he expresado en otros mensajes aborrezco los nacionalismos pero si parece ser logico : soy hijo de mis padres, soy de mi barrio, de mi ciudad, de mi Cantabria, de mi España, de mi Europa ... y de mi mundo.
De repente algo tan sencillo se deshace y como habeis comentado se quiere romper la cadena por los oscuros intereses de unos pocos que arrastran a unos muchos. Se manipula la historia, se ignoran las fuentes y desde que participo en Celtiberia.net me quedo cada dia mas sorprendido de como se puede modelar la historia segun los intereses particulares. Tan malo es lo de estar unidos ? la logica nos dice lo contrario. Por que vamos contra corriente ? quien ensalza por ejemplo lo de un Vasco o un Catalan y oculta y tapa lo de un Cantabro o un Murciano ? quien manipula esto para que en vez de estar mas cerca se quiera dar la impresion de estar mas lejos entre nosotros ?
Igual no es tan mala idea lo del partido politico, teneis la red a vuestra disposicion y con el tiempo las cosas se igualan ( Windows - Linux por ejemplo ) pese al NO general que expresaba acertadamente A.M. Canto de la situacion del "Sistema".
Resumiendo y coincidiendo con todos vosotros : Que hay que ir por el camino de la union respetando lo de cada uno. No es necesario sacrificar nada particular en esta senda hacia lo general.
-- Saelio ---
Esto de localismo deberia ser, a mi ver, como la relacion entre individuo y sociedad. Lo ideal es y seria un individo con un ambito propio dentro de la sociedad... seria, por asi decir, mantener las tradiciones o identidades de cada region y respetarlas, con la conciencia de que dichas regiones estan relacionadas entre si, y unas sin otras no podrian existir y que tienen lazos en común. Espero explicarme :)
con raices pero con alas.....
Es cierto que las multitudes, y más en estos días en los que el calor empieza a apretar, tienden a desprender ciertos efluvios, en ocasiones nada agradables, por lo que sería más adecuado llamarlos olores.
Lamentablemente, es habitual oir y leer "olor a multitudes" donde debiera utilizarse "loor a multitudes".
No obstante, estoy seguro de que en este excelente artículo constituye un lapsus calami, por lo que sería interesante que la autora tuviera oportunidad de editar el texto para corregirlo.
Saludos
Alonaí
Se te ha entendido perfectamente Hispano. No hace falta matizar nada ;-)
---- Saelio ---
Es cierto que las multitudes, y más en estos días en los que el calor empieza a apretar, tienden a desprender ciertos efluvios, en ocasiones nada agradables, por lo que sería más adecuado llamarlos olores.
Lamentablemente, es habitual oir y leer "olor a multitudes" donde debiera utilizarse "loor a multitudes".
No obstante, estoy seguro de que en este excelente artículo constituye un lapsus calami, por lo que sería interesante que la autora tuviera oportunidad de editar el texto para corregirlo.
Saludos
Alonaí
Para Alonaí y su "loor de multitudes":
Yo también creí haber localizado ese error en este magnífico artículo. Es más, recordaba haber leído un artículo de Lazaro Carreter al respecto, pero mi memoria puede engañarme.
Resumiendo, acudía a la RAE y ¡Sorpresa!: "olor de multitud", "Con la admiración de muchas personas".
Por tanto, el error que tanto tú como yo creímos detectar no es tal.
Un saludo.
Pues, Alonaí, agradeciéndole su elogio, el caso es que mi frase no pone lo que Ud. dice, sino:
"...siempre ha conseguido regresar en olor DE multitudes." Pero es que además está bien escrita, cf. www.rae.es:
olor.
(Del lat. olor, -ōris).
....
en ~ de multitud.
1. loc. adv. Con la admiración de muchas personas.
Gracias de todos modos. Cuando una escribe deprisa, es verdad que se pueden ir lapsos.
Hannon, nos cruzamos, gracias. En cualquier caso, lo que decía Alonaì era "loor A multitudes".
Pero ya veo que tengo que poner mucha atención también en las formas, no hay prisas que valgan ;-)
Y gracias nuevamente a todos.
Salud a todos.
Hacía siglos que no participaba.
Me he quedado con el párrafo de Alicia M. Canto:
"“Rey de Castilla, de León, de Aragón, de Navarra, de Granada, de Toledo, de Valencia, de Galicia, de Córdoba, de Murcia, de Jaén, de Algeciras, de Gibraltar, de las Islas Canarias; Príncipe de Asturias y de Gerona; Conde de Barcelona; Señor de Vizcaya y de Molina...” Eran reyes, pues, de 14 reinos, 2 principados, 1 condado y 2 señoríos (donde el lector no dejará de observar que suman casi lo mismo que las actuales CCAA... lo que no puede ser simple casualidad, aunque reajustemos algunos de los nombres)."
Catalanes, vascos, castellanos,... ¿Y los leoneses? Nadie ha reparado en que en 1983 desapareció el pueblo leonés, aquel del que Julio Caro Baroja (que trataba de seguir también a Estrabón) decía "difícilmente se Podra encontrar en toda Europa una región en la que los elementos de las cultura moderna se encuentren en tal armonía con los datos de un pasado remoto."
A mi no me parece que las actuales CCAA sean un ejemplo del respeto a la pluralidad española. No lo es.
Entre los títulos está León, y bien pronto.
Yo de esta polémica no entiendo mucho, sólo he visto muchas pintadas cuando uno va por allí. Pero el pueblo leonés no "desapareció", se unió con Castilla sin perder su nombre o identidad. ¿O no se llama esa Comunidad "Castilla Y LEÓN", y a sus habitantes siempre "castellano-leoneses"? Y tenemos leones bien grandes en el escudo oficial.
Más se podrían quejar los de Granada, Córdoba o Jaén, que fueron también reinos y hoy están todos bajo el epígrafe "Andalucía", y no lo hacen, se quejan del "centralismo" de Sevilla (¡!).
En fin, la idea del artículo es sinceramente conciliadora. Tratemos de ver el lado positivo de las cosas. Para dialogar y pactar todos tienen que ceder algo.
Mis más sinceras disculpas a A.M.Canto, y al resto de lectores, por mi comentario.
Esto me enseñará a no fiarme de desconocidos, aunque sean miembros de la RAE o similares.
Decía José Manuel de Pablos, Catedrático de Periodismo de La Laguna:
" Ser recibido alguien en loor está mejor dicho, porque loor significa en el uso correcto de la lengua española actual y de siempre elogio o alabanza, de ahí la voz "loa". El término procede del latín "laudare", alabar, "dar por buena una cosa". Lo que sucede es que de "loor" se pudo haber pasado a "olor" por personas que tuvieran dificultades para la lectura o que les sonaba extraña la voz "loor": acabaron así mostrando uno de los que bien pueden ser de los mayores disparates que haya tenido que soportar el idioma cervantino. O sea, algo que hoy debería evitar el periodista.
Cuando un día le planteé esta cuestión a don Fernando Lázaro, me contestó que no había contraste histórico en textos clásicos de la alteración del supuesto "loor" originario por el repelente "olor" actual. No es causa suficiente para el mantenimiento del "olor" por "loor". Por eso es de alabar que de vez en cuando uno encuentre la misma idea en un texto periodístico y en vez de hacer una basta referencia al producto de las glándulas sudoríferas de mucha gente apiñada que recibe apretujada a alguien digno de elogio y loa, dice sencillamente que ese recibimiento es en loor, aunque también haya olor, pero esa ordinariez, ¿qué necesidad hay de decirla, de recordarla? ".
Creo que he sido engañado, así que...los azotes dádmelos flojitos.
Después de todo, lo importante es el artículo, que para mí ha sido doblemente didáctico.
Saludos
Recuerdo una anécdota de un escritos judío residente en Nueva York. Con motivo de un ciclo de conferencias tuvo que venir a España. Estuvo en Barcelona, Madrid y Sevilla, y en los tres sitios, en las respectivas comidas, le ofrecieron a probar el delicioso manjar del jamon iberico, rechazándolo las tres veces por no ser comida permitida en su cultura. ´Cuando surgió el eterno tema de España, él decía que no podía entender que en un pais tan homogéneo y con la misma religión nos empeñásemos tanto en resaltar las diferencias, cosa que no pasa en la mucho mas diversa Nueva York, capital del Mundo, donde todos se empeñan en mantener sus tradiciones a la vez que colaborar con los demás.
Y otra cosa, él pensó que la región independentista de la que surgió el tema, era Sevilla, y no Barcelona. Curioso, ¿no?
Aún siendo abultado el salto de 2.000 años, que nos sugiere Alicia, el análisis es muy acertado y actual.
Y no es actual porque se haya puesto de actualidad, si no que de hecho nunca ha dejado de estarlo. En el contexto puramente periodístico cabe decir perfectamente que “no es noticia”.
Voy a corroborar lo ya dicho por Alicia y por tantas opiniones anteriores a esta con un par de comentarios de gentes imparciales en esta disputa, es decir, de ciudadanos no españoles.
Se trata de extranjeros que conocieron la España de hace cinco siglos, viajeros observadores de los siglos XVI y XVII que dejaron escritas muchas cosas interesantes que les llamaban la atención de nuestro país y que, desde luego, no omitieron algo que realmente les impactó, algo tan singular en Europa como fue (y es) la idiosincrasia de los españoles.
Por ejemplo, el historiador italiano Francisco Guicciardini vino a España a la corte del rey Fernando el Católico, como embajador de la Señoría de Florencia, en 1512. Entre sus muchas observaciones dejó escrito:
“Admira que una nación tan grande y que cuanta tantos soldados haya perdido siempre en sus contiendas con otras en tantas épocas diversas por carecer de hombres que la hayan sabido dirigir (…) Quizá sea la causa de ello su discordia natural (…) y el no ser el reino de uno solo, si no el haber estado dividido entre muchos y varios señores, y en muchos reinos, cuyos nombres todavía subsisten: Aragón, Valencia, Castilla, Murcia, Toledo, León, Córdoba, Sevilla, Portugal, Gibraltar; de suerte que quien la ha atacado no ha combatido con toda España junta, si no ya con una parte, ya con otra. Pero sea de ello lo que fuere, el resultado es que esta nación ha estado oscurecida hasta nuestros tiempos…”
La división y el odio intestino de los pueblos de España es una de las observaciones más frecuentes de los cronistas que nos conocieron en cualquier tiempo. Estrabón no omitió esta clase de curiosidad mediterránea pero, para más exactitud, veamos que nos dejó escrito el francés Bartolomé Joly, que viajó a España en 1603:
“Entre ellos, los españoles se devoran, prefiriendo cada uno su provincia a la de su compañero y haciendo por deseo extremado de singularidad muchas más diferencias de naciones que nosotros en Francia, picándose por ese asunto los unos de los otros y reprochándose el aragonés, el valenciano, catalán, vizcaíno, gallego, portugués los vicios y desgracias de sus provincias; es su conversación ordinaria. Y si aparece un castellano, entre ellos vedles ya de acuerdo para lanzarse todos juntos sobre él, como dogos cuando ven al lobo.”
Este relato de hace 400 años bien podría ser la crónica parlamentaria de cualquier día de estos.
Pues parece que voy a hacer el papel de mosca cojonera, ya que aunque agradezco y estimo el trabajo que la Dª. Canto se ha tomado en la redacción de este artículo, no puedo estar de acuerdo con el contenido del mismo.
En primer lugar, ¿quién otorga autoridad al señor Estrabón para dictaminar cómo tenían que comportarse los antiguos habitantes de Iberia?. ¿Sobre qué clase de virtudes se supone que debería darles lecciones este señor?. ¿Porqué nos quedamos tan pánfilos mientras llama a los antiguos pobladores de la península bribones , hipócritas, ladrones y para colmo agresivos?. ¡Hay que ser hipócrita!. Un digno representante del imperio romano, nido de bribones y ladrones, aunque por otra parte, como todos los imperios. ¡Y para colmo agresivos!. Les llama agresivos, ¡es de risa!, un heraldo de Roma dando lecciones de pacifismo a los Ibéricos. Y no es que no le entienda, ¡no!. Pero es que no se quién le dijo al romano ese que los hispanos (habitantes de la península Ibérica a comienzos de la era cristiana) querían ser romanos de mayores. A lo mejor es que no querían.
No voy a hacer juicios de valor sobre la oportunidad o no de las sucesivas invasiones de que fue objeto la península Ibérica a lo largo de los siglos, porque de poco sirve, ya que somos fruto de aquellas , nos parezcan mejor o peor, y suponer que nos hubiera ido mejor a "nosotros" solitos carece de sentido. Nosotros somos los "nosotros" de entonces más los sucesivos invasores que se hayan metido por medio..¡a saber!
En definitiva, de acuerdo con usted Alicia en la necesidad de entendernos, pero empecemos a discutir hacia dónde queremos ir. Por que como apunta Zu2wait, ¿de qué nos sirve a los ciudadanos pertenecer a una gran nación?, ¿qué grandes empresas ibamos a acometer?, ¿tendríamos reservado algún papel para las pobres naciones que no saben salir de la mediocridad?. En fin, supongamos que todos unidos hacemos una gran nación española, ¿para qué?, ¿para poder gobernar el mundo como los grandes imperios que han sido y son?, pues lo siento, yo me borro.
Bueno, para resumir, que le den al Estrabón.....;)
Viriato: Gracias por la parte que me toque, y me voy a quedar también con su guiño final.
Como no se le escapará (aunque parezca lo contrario), el Sr. Estrabón no "dictamina cómo tenían que comportarse los antiguos habitantes de Iberia": él cuenta cómo lo hacían en realidad y, pasándose en este caso a historiador, lo hace en el marco de una autocrítica inicial, pues empieza lamentando lo mismo de las póleis griegas, a las cuales él mismo pertenecía, lo cual le hace más creíble.
Y creo que podemos estar de acuerdo en que es mejor ser un país unido aunque diverso, que un país siempre a la greña, como explicitan los dos estupendos textos recordados por Isaac. Fácil es reconocer que, como dicen los franceses, "l'union fait la force" (la unión hace la fuerza), y que cualquier cosa se hace antes y mejor si son muchos los que arriman el hombro. Sin ir más lejos: si los iberos de verdad no querían ser romanos, como Ud. dice, pues los habrían echado sólo con la misma unión que los romanos tenían entre sí (no entro a matizar lo de los aliados itálicos, por no perderme). Sin embargo, los romanos descubrieron que era más fácil, aunque tardaran más, procurar primero dividir a los iberos entre ellos, pues tan sencillo era. ¿Habrá un caso más triste de recordar, ya que estamos en Celtiberia, que el de la ciudad de Lutia, donde los abuelos denunciaron a los nietos ante los romanos, porque querían ayudar a los numantinos? Con el resultado de que los romanos cortaron una mano a esos 400 jóvenes.
Por otro lado, haciendo nosotros la misma autocrítica, hay que reconocer que, aunque no haya yo acertado con los términos exactos al traducir a Estrabón en lo de ladrones y mentirosos, algo de verdad hay en que somos un pueblo dado a cierto latrocinio y engaño. No hay más que pensar en que somos el país que creó el género literario de "la picaresca", en la forma tan natural con la que casi todo el mundo que puede defrauda el IVA (en connivencia tácita o expresa entre “facturador” y “facturado”), en cómo tanta gente esconde el patrimonio, en cómo se blanqueó el dinero aquí antes y después del euro, en que un gran banco, que debe estar supervigilado, pueda tener una cuenta durante 17 años en las Islas Caimán sin que “nadie lo detecte”, en lo difícil que es en España perder algo de valor y recuperarlo (por eso suele ser noticia de prensa) o, lo que nunca falla, en que tengamos refranes como “Lo que hay en España es de los españoles”, “Que Dios me ponga donde haya, que del resto me encargo yo”, o ese fantástico “Ladrón que roba a ladrón tiene cien años de perdón”... porque los refranes expresan lo más íntimo y duradero de un país. Yo siempre he pensado que España tiene que ser uno de los países más ricos del planeta, pues con todo lo que se roba y se defrauda, aún queda para ir tirando.
Así que, Viriato, no hay que rasgarse las vestiduras si eso era algo conocido también hace dos mil años. Hay que rasgárselas por que pasen los siglos y no seamos capaces todavía de volver nuestros defectos en virtudes. Y, sí, el papel del catolicismo es importante, porque hay que imaginarse cuando además nos dijeron que se podía pecar durante la semana, pero el domingo te confesabas y quedabas limpio para la siguiente semana...
Pero qué "gozada" de religión. Cosa que no pasaba ni les pasa a los protestantes, que tienen que irse delante de Dios con el fardo lleno de toda la vida... que eso también influye en la moralidad general. Pero no podemos echarle toda la culpa a la Iglesia, porque textos como el de Estrabón, y otros que hay, nos dicen que lo hacíamos también cuando éramos paganos...
Podíamos fundar desde Celtiberia un partido político (aprovechando además que tendría enseguida delegaciones en todas las provincias y el extranjero), que en cuanto en el programa electoral anunciáramos una limpia a fondo de la ética pública y privada, no es que no encontráramos apoyo oficial ninguno, ¡es que a lo peor no teníamos ni los votos que esperáramos! ;-)
Dª Canto, desde el momento que el señor Estrabón "se lamenta", es que algo le parece mal en el comportamiento de los habitantes de Iberia, y por lo tanto les indica cual debe ser su comportamiento para lograr "grandes empresas".
Lo que yo creo, y me parece que ya lo he dejado bastante claro, es que no me gusta nada que se ande a la greña, pero no sólo entre los de un pais, sino entre los de distintos paises. Y un pais que pretende hacerse grande, sólo puede hacerlo a costa de otros más pequeños, por lo que yo me he autoexcluido de la empresa.
Y por favor, yo no he dicho que lo íberos no quisieran ser romanos, sólo he apuntado la posibilidad de que tal cosa pudiera suceder, aunque debiera haberme expresado mejor diciendo: "tal vez no quisieran ser como los romanos". Pero para algunas personas, Estrabón incluido, esta es una posibilidad que no se les pasa por la cabeza , ni antes ni ahora.
Nadie duda de la mayor eficacia de los ejércitos romanos frente a los iberos, como nadie duda del poderío militar de los EEUU. ¿El camino es imitarlo?
De otro lado, en ningún momento me he rasgado las vestiduras, eso es algo que ha hecho usted en el artículo. Mi opinión es que no debemos preocuparnos tanto por como nos ven y cómo son otros, sino en ser nosotros mismos, siempre mejorando lo presente.
Scripta manent.
Y el problema no es cómo nos ven los otros tanto como si tienen razón en lo que ven. "Ser nosotros mismos" quizá no sea lo mejor en todo. Pero, ya digo, mejor no discutir sobre lo accesorio.
Yo creo que todo este debate esta adulterado, porque lingüistica, social, cultural y politicamente somos muchismo más romanos que iberos. Yo no daría la vida por mi caudillo pero si recurriría al derecho parea resolver mis problemas, yo no siento cuando viajo por España una separacion de sus pueblos, sino mas bien la diversidad que podía tener el Imperio, y aunque no hablo latin, si hablo una lengua romance. Para mí siguen siendo básicos el olivo, la vid y el trigo, y razono por lo general más en funcion de los valores de la cultura clasica que losde cualquier indigenismo superviviente o no. En fin, que no somos iberos, NO; NO LO SOMOS, somos españoles, y la base de esa pizza que se llama España es, con diferencia el legado que durante 6 siglos de manera directa y otros 3 de manera indirecta, dejó en nosotros la civilización romana, tan menospreciada de continuo por los amantes del romanticismo indigenista.
Yo, si se me permite, voy a seguir insistiendo sobre la desafortunada configuración autonómica actual y en especial, en lo relativo a la región leonesa.
En lo general, la población española identifica "Castilla y León" con Castilla, no siendo raro encontrar en libros de divulgación, revistas, documentasles, etc. que "Castilla y León" antes era "Castilla la Vieja". No hace mucho un especial dedicado a la Reconquista decía en portada que contenía un reportaje sobre la vida, hace 1000 años, de una ciudad castellana. La ciudad a la que se refería era León.
Por otra parte, el pueblo leonés no está reconocido, no existe. La Ley Orgánica 4/1983, de 25 de febrero del Estatuto de Autonomía de Castilla y León comienza:
"Los antiguos reinos de Castilla y León han mantenido a lo largo de los siglos una identidad histórica y cultural claramente definida dentro de la plural unidad de España. Al ejercer, por abrumadora mayoría de sus instituciones representativas provinciales y locales, el derecho a su Autonomía, en los términos que establece la Constitución española, el pueblo castellano y leonés ha expresado su voluntad política de organizarse en Comunidad Autónoma reanudando así aquella identidad."
Es decir, DOS reinos, UNA identidad (¿?)
De forma incomprensible, historiadores (Julio Valdeón), geográfos (Valentín Cabero), etc. afines al concepto regional de Castilla y León sostienen que León y Castilla la Vieja nunca han sido regiones diferentes sino una única región, prefectamente delimitada geográficamente y cuyo origen se remonta a la unión del Reino de León y el Condado de Castilla con Fernando I. Esto cunado no dicen que León es parte de Castilla desde el siglo XVI (Jesús García Fernández). Estos señores o similares son los responsables de la supervisión de los libros de texto de esta comunidad autónoma o incluso de algunas enciclopedias. Por ejemplo, en una Larousse, en el capítulo sobre la historia de Castilla y León, no se dice una palabra sobre el Reino de León y se dice que "Augusto incorporó Castilla y León al convento Cluniense". ¡Y luego dicen que catalanes y vascos manipulan la Historia!
El presidente de las Cortes de Castilla y León y presidente además de la Fundación Villalar-Castilla y León dice que el nacionalismo castellano surgió en el siglo XV (le estaban preguntando sobre el sentimiento regional de Castilla y León, no de Castilla) lamentándose después de que se hubiera disuelto en España (¿?).
Fíjese hasta que punto el pueblo leonés está reconocido que a la región leonesa la llaman ahora "el Oeste de Castilla y León".
Y podría seguir.
Es una pena comprobar como todos están pendientes de Cataluña y el País Vasco y nadie está pendiente de los desvarios de los gobernantes de la comunidad autónoma de Castilla y León. El Pueblo Leonés desapareció formalmente en 1983, no tiene ningún derecho legal y actualmente se niega no sólo su existencia actual, sino también su existencia en el pasado, y eso a pesar que el preámbulo de la Constitución Española proclamaba la voluntad del Estado Español de "Proteger a todos los españoles y pueblos de España en el ejercicio de los derechos humanos, sus culturas y tradiciones, lenguas e instituciones".
Esto por una parte, por otra ¿En base a que se creó la Comunidad Autónoma de Castilla y León". El artículo 2 de la Constitución "reconoce y garantiza el derecho a la autonomía de las nacionalidades y regiones que la integran". Castilla y León nunca ha sido una región española, sino dos regiones históricas españolas.
La actual configuración autonómica no respeta las identidades de sus pueblos históricos.
Profesora Cantó; en primer lugar le felicito, por el desarrollo y conclusión de su artículo, y en segundo lugar expreso mi más convencida convicción de que la cosa tiene poca enmienda, para acceder a puestos de poder hay que tener ese ansia, (los que no la tienen se cansan en el camino), y los que llegan finalmente, no están ni sicológica, ni éticamente capacitados para desarrollar grandes ideas. Los españoles en España somos unas personas individualistas, que conseguimos sólo de ésta solitaria manera nuestros logros más impotantes. El español se hace hombre cuando abandona su país, y sólo entonces cuando las ataduras localistas y familiares le dejan de atenazar libera su extraordinario potencial que nadie pone en duda.
Los que tenemos una miscelánea de apellidos vascos, castellanos...sólo podemos sentirnos españoles, y aún más seres humanos con una dificultad la de educar para el conocimiento y la tolerancia la próxima generación.
Me emocionaría que la to talida de los españoles sintiesen en primer lugar su pertenencia a la especie propia y fuesen descendiendo en "sentimientos", hasta el último terruño, que le viese nacer.
Bah, igual sólo digo tonterías.
Gracias, Morate. No, ninguna tontería, ha apuntado a Ud. a dos elementos claves del problema de fondo que tratamos:
1) el individualismo del español, de forma que es el rey del "porque me da la gana". Cuántas veces es eso lo que contesta uno que aparca sobre la acera, cortando el paso, lo mismo en las comunidades de vecinos, y en otras muchas situaciones cotidianas. Es un impedimento serio, que nace de la falta de disciplina y de un castigo rápido y eficaz de las conductas antisociales o que perjudican a otro.
2) Y el carácter centrífugo de la política española, que tiende a bloquear y expulsar a la gente más decente, los utópicos de la política, los que quieren cambiar las cosas, que terminan, en efecto, por marcharse a su casa.
Y que es algo que no se quiere enmendar se ve, por ejemplo, en la resistencia a cambiar la Ley electoral para que los diputados se elijan por distritos, como se hace en la mayoría de las democracias de verdad (esta nuestra es un poco "de cartón piedra", para salir del paso, como bien se ve en el secuestro de la Justicia).
La elección por distritos animaría a mucha gente decente a volver, o a ir, a la Política, y de seguro que serían votados, trabajarían mejor y se deberían a sus votantes, no a sus cúpulas. Sería una de las medidas capitales para la reanimación democrática. Y es exactamente por esas causas por las que a los dos grandes partidos no les interesa.
Y es otra gran verdad que cuando el español sale a vivir o trabajar fuera por un tiempo se adapta perfectamente y cumple todas las normas y costumbres; porque el ambiente le lleva a ello y, si se sale, lo paga. Justo lo contrario de lo que muchos extranjeros hacen cuando vienen de vacaciones: Desmelenarse, porque también lo da el ambiente. Dicen que por eso no conseguimos atraer al turismo de más calidad y medios que, ya que en la UE nos van llevando hacia esa función, sería el que más interesara al sector servicios.
Nuevamente de acuerdo, y esas dos reflexiones crean la confusión metafísica de cual es la formación humana que debemos dar a los españoles futuros (la nuestra ya no tiene demasiado arreglo). Formar para incitar a cambios y hábitos saludables ó formar para convivir con la cerrazón, existe la tercera vía formar para ser españoles por el día y actuar durante el descanso (esquizofrenia total).
Las asociaciones de vecinos están vacías, las tertulias con asma, el movimiento ciudadano esclerótico, y sólo tienen afluencia masiva los espectáculos distractivos con cesión de gasto neuronal bajo.
Las metas de muchos de nuestros paisanos son de encefalograma plano, y las más grandes personas de nuestro país no son un estímulo ni un ejemplo para todos porque viven en el anonimato social para nuestros sufridos y sesgados medios de comunicación
Nuestros políticos no deben permitir el desperdicio del conocimiento de millones de españoles, pero eso es así y España siempre se ha construido sin contar demasiado con los españoles.
Es preciso cambiar los sistemas de enseñanza, favorecer el aprendizaje del diálogo, desenmascarar lo críptico, y ya que la vida es un "sueñico", hacerla más cercana.
Tengo un alto concepto del español, porque se que si hay algo cierto en sus genes eso es el dolor de generaciones ya se apellide Etxeverría, Casanova, ó Casanueva y es capaz de lograr las más elevadas empresas de tener un objetivo claro.
Es ilustrativo conocer el origen de nuestros ancestros, pero que no nos hagan volver a las cavernas, se lo debemos a la siguiente generación que ojala sea la buena
Jo, aqui nadie me hace caso...
No es eso, Okéanos, es que estamos básicamente de acuerdo: no somos iberos propiamente hablando y somos mucho más romanos. Aunque hay que reconocer que el mosaico se sigue pareciendo bastante al prerromano...
Si verbis audacia detur ( si se me permite la audacia verbal ) le recordaría a Viriato ( con el que estoy bastante de acuerdo ) que Estrabón no era romano, sino griego. Y griego en tiempos de Roma, es decir, estaba en el mismo escalafón político que nosotros por entonces. Y lamenta, no que españa no sea un gran imperio, sino que le ocurra lo mismo que a su país, y te explico: imagina - por poner un ejemplo - que la invasión cultural estadounidense acabara ( como acabará ) con las raíces, la variedad de las costumbres españolas, que no hubiera ninguna diferencia ni idiosincracia en el carácter de cada pueblo español...¿ a tí eso te parecería bién ? Puedo asegurarte que no noy nacionalista ( entre otras cosas porque soy de zamora ), que no soy imperialista ( por lo mismo y por mucho más ) y que aún creo en los beneficios indirectos del carácter de los españoles. Pero el paso del tiempo nos enseña muchas cosas, sobre todo cuando gran parte de ellas se empiezan a perder a pasos agigantados, por más que pensemos que mantenemos nuestra pluralidad y otros maniqueísmos políticos semejantes. Yo veo que es una debilidad CULTURAL dejar que se aprovechen de nuestras diferencias, creo, con la dra. Canto que la unidad hace la fuerza, y que Estrabón sabía muy bién de lo que hablaba, cuando decía grandes empresas. Las grandes empresas no se hacen sólo a costa de otros pueblos. Y precisamente eso es lo que arruinó a la Grecia Antígua, las luchas intestinas y el hacer el bién de una pequeña región a costa de todas las otras. El sentido único que puede aceptársele a Estrabón aquí es que es una pena que todos los griegos hablen ático en vez de dorio y eolio y beocio....como lo sería que aquí dejáramos de hablar bable o gallego o euskera. Y sobre el mismo punto cultural, Okéanos ( al final me vas a odiar ), yo mismo dije hace poco en otro hilo que no somos ni romanos ni celtas, que somos españoles. Pero, no te resulta curioso, si cambiamos la pregunta: ¿ qué es lo que queremos ser ? que todas las piezas encajan siempre ? Creo que el último comentario de la dra. Canto tiene mucho de revelador al respecto: " Aunque hay que reconocer que el mosaico se sigue pareciendo bastante al prerromano..." Nunca sobrepongas la evidencia lógica a la evidencia material....Si las manzanas caen de los árboles, vuelve a revisar la fórmula de la gravedad, no intentes convencer a la manzana.
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