Castillo de Doña Blanca

El Castillo de Doña Blanca está situado a los pies de la Sierra de San Cristóbal en El Puerto de Santa María (Cádiz).

Ante el yacimiento se extiende una extensa llanura de marisma y salinas, en gran parte rellenada por los aluviones del río Guadalete. En sus orígenes esta llanura fue una amplia bahía en cuyo fondo se situaba el estuario del río.

En el siglo VIII a.C., en este lugar se asentó, muy próxima a la desembocadura, una ciudad fenicia. El punto elegido para crear la ciudad era muy favorable pues estaba abierto al mar y muy cerca de los estuarios de los ríos Guadalete y Guadalquivir (ríos que entonces podrían estar comunicados a través del canal de Guadabajaque). En la zona había abundante agua dulce, canteras de PIEDRA y masas forestales; rutas de penetración hacia el interior llevaban a territorios agrícolas y mineros

El aspecto actual del yacimiento es de colina amesetada, de forma casi rectangular y con unas 6,5 hectáreas de extensión, elevándose 31 metros sobre el nivel del mar. Este aspecto es el resultado de su historia. Se trata de un relieve artificial formado por la acumulación, unos sobre otros, de los diversos asentamientos y edificaciones que se han ido sucediendo a lo largo del tiempo, llegando a tener en algunas zonas hasta 9 metros de estratos arqueológicos superpuestos. Es propiamente lo que llaman los arqueólogos un "tell".

Los primeros asentamientos son de una fase tardía de la Edad del Cobre, al final del III milenio a. C. Este periodo está documentado con huellas de cabañas dispersas y adaptadas a la topografía original del terreno.

A continuación hay un periodo de abandono que dura hasta la primera mitad del siglo VIII a.C., momento en el que se produce el primer asentamiento fenicio. Poco después se construye la primera muralla. El yacimiento es habitado de forma ininterrumpida hasta la llegada de los romanos en el transcurso de la segunda guerra púnica (206 a. C.). Durante estos seiscientos años de poblamiento fenicio se edificaron otros dos recintos fortificados (en los siglos VI y III a. C.) y se realizaron varias remodelaciones urbanísticas, estando perfectamente señalado el barrio cartaginés.

Con la conquista romana, Doña Blanca queda abandonada hasta la Edad Media. Hay restos de población islámica entre los siglos IX y XII d. C.

Finalmente, en el siglo XV se construye la torre o ermita de planta de cruz griega en el mismo lugar donde la leyenda sitúa la prisión de Doña Blanca de Borbón, esposa de Don Pedro I El Cruel, asesinada en 1361 y enterrada en la iglesia de San Francisco, de Jerez de la Frontera.

La importancia de Castillo de Doña Blanca radica en varios aspectos:

- En primer lugar su antigüedad. La bahía de Cádiz es escenario del primer asentamiento fenicio en la Península, en el siglo VIII a.C. Ruiz Mata asegura que aquí estaba la primitiva Gadir, que sería luego trasladada a la actual Cádiz.

- En segundo lugar la secuencia completa que tenemos aquí de una ciudad fenicia durante seiscientos años. Se trata de una ciudad intacta desde el punto de vista arqueológico. Rosalía González, directora del Museo de Jerez, después de un viaje a Líbano declaró que en aquel país no ha encontrado un yacimiento fenicio de tanta potencia como Castillo de Doña Blanca.

- Finalmente, aquí se han localizado los restos de mayor extensión y mejor conservados del urbanismo fenicio arcaico en todo el Mediterráneo Central y Occidental. Los restos de viviendas del siglo VIII a.C. se encuentran al exterior del primer recinto amurallado y próximas al puerto comercial de la ciudad. Las viviendas se disponen aprovechando la ladera, mediante un sistema de terrazas artificiales. Las casas tienen 3 o 4 habitaciones con zócalos de mampostería y alzado de adobes revocados de arcilla y encalados. Los suelos son arcilla roja apisonada, siendo la techumbre de cubierta vegetal; la mayoría tenía su propio horno de pan. Se han detectado hogares, bancos en las paredes y otros elementos. Básicamente este tipo de vivienda se mantiene en los restos del urbanismo de época tardía (siglos IV y III a.C.) que se han localizado. De estos se conservan aspectos muy interesantes como la presencia de lagar y piletas, así como una calle perfectamente delimitada.

Se conocen también, aunque parcialmente, aspectos del sistema defensivo. Desde sus comienzos la ciudad fenicia se fortificó con una recia muralla con bastiones; sobre una plataforma de arcilla se construyó una zapata de mampostería sobre la que se levantó la muralla, hecha con PIEDRAs irregulares y trabadas con arcilla. Se conservan alzados de hasta 4,80 metros. Se trata de la muralla fenicia más antigua de las conservadas en el mundo. Sobre ella se construyó otra muralla más moderna, aunque ambos trazados no coinciden en su totalidad. Delante de la muralla han localizado un foso arcaico en forma de "V" excavado en la roca y de una anchura de 8,5 metros.

Este yacimiento no puede ser separado de la necrópolis que en la Sierra de San Cristóbal se extiende por casi cien hectáreas de extensión y con una distribución en núcleos o cementerios de distintas épocas que van desde el Bronce Medio hasta época turdetana. Los tipos de tumbas y los ritos de enterramientos que nos encontramos son variados, desde las tumbas excavadas en la roca o hipogeo de inhumación hasta los de estructura en cerros artificiales o túmulos que cubren tumbas de incineración.

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Por la carretara nacional cuarta, entre Jerez de la Frontera y El Puerto de Santa María, al llegar al cruce con la carretera El Portal - Casino Bahía de Cádiz se toma a la izquierda, en dirección a El Portal; a cuatro kilómetros, el yacimiento está a la derecha, junto a la carretera.

Horario: de miércoles a domingo de 11.00 a 14.00 horas. Cerrado lunes, martes y festivos.

Este poblamiento se puede relaccionar con este otro: "LA GADIR FENICIA"