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  1. #1 dagar 26 de jun. 2007

    Biblioteca: EL ORIGEN DEL ARPA CELTA

     Saludos 


    Soy Dani García de la Cuesta. He realizado un trabajo sobre la historia de las harpas, en general, y de su presencia en Asturies, y aprovecho la ocasión para comentar alguna información por si puede ser util para este tema.


    De mano, creo que debemos tener un entendimiento común de a que tipo de instrumento denominamos harpa.


     El instrumento tiene una larga historia con gran recorrido por el mundo y aunque no tuvo siempre la misma forma, ni número de cuerdas, la harpa, actualmente, se define como un instrumento musical triangular con varias cuerdas que se pellizcan, o rasguean, con los dedos de las dos manos. La característica que distingue las harpas de otros instrumentos cordófonos, es que las cuerdas hacen vibrar directamente la caja de resonancia, sin ninguna pieza intermedia que sirva de puente. Su tamaño, forma y número de cuerdas a cambiado y se ha desarrollado, al igual que otros instrumentos, por un proceso de inculturación y aculturación, a través de los pueblos y culturas que la utilizaron y usan actualmente. Siempre según los datos conocidos que han llegado hasta nosotros.


                Para encontrarnos con la posibilidad de hallar un origen a la harpa que llamamos céltica, de mano, hay que comentar que esta denominación surge modernamente. Los datos conocidos apuntan a lo siguiente. La harpa llamada céltica, se utiliza en el mundo cultural bretón desde la década de 1940, sobre todo gracias al empuje de Jorj Cochevelou, que era el padre de Alan Stivell. Stivel en Brezhoneg significa fuente.


                Curiosamente cuando Cochevelou, en 1948, participó con sus instrumentos en una exposición en Bruxelles, puso en el catálogo el nombre de harpa céltica para no aparecer como harpa irlandesa en un puesto de constructores participantes por Francia. Debido a su carácter reivindicativo bretón, tampoco quería aparecer como francés. Esta calificación tuvo tal éxito gracias al trabajo de difusión e ideológico de Alan Stivell, que hoy día reconocemos con ella unos estilos musicales y un instrumento con el que se interpreta un repertorio basado, generalmente, en las melodías tradicionales de los paises llamados célticos.


                En 1962 se edita el "Méthode élémentaire de harpe celtique", de la profesora de Stivell, Denise Mégevand. Hacia 1964, Cochevelou, construye otro tipo de harpa más pequeño al que le pondrá de nombre harpa bárdica y que hizo inspirándose en las harpas del Éire y Alba de a partir del siglo 18, buscando siempre en sus modelos una particularidad bretona.


                En la década de 1970, algunas casas de construcción de instrumentos en serie, como la japonesa Aoyama o la francesa Camac, sacan al mercado sus harpas célticas.


                Es entonces, cuando el instrumento se extiende y el repertorio se amplía a otras músicas y estilos. Los músicos que interpretan otros géneros, no la reconocen por el término harpa céltica y va cambiando la denominación a harpa folk, que vale también para denominar las harpas populares de Suramérica o África, harpa sin pedales, harpa pequeña, etc..., además de esto, las casas de construcción en serie y otros artesanos, van poniendo a sus productos diferentes nombres para diferenciar los modelos que construyen y que asi se reconozcan en el mercado, lo que puede liar todavía más el tema de la nomenclatura del instrumento.


                Cabe recordar en este punto, que no existe entonces antes de mediados del siglo 20, una harpa calificada por un ámbito cultural como céltica.


    Música de harpa céltica, es un término para un estilo reconocido actualmente, pero no en la antigüedad, y esto puede llevar a equivocaciones a primera vista, pues hay quien interpreta que este tipo de instrumento es el mismo, y viene siendo utilizado de la misma manera, desde la época histórica céltica, hace más de 2000 años. Y de esto no tenemos ningún dato ni documento.


     


    La problemática de ponerle nombre al instrumento ya viene de antaño y con los tiempos modernos surgen nuevas complicaciones para denominarlo.


                Asi tenemos los nombres de harpa céltica, harpa bárdica, harpa irlandesa, harpa escocesa, harpa folk, etc..., para definir instrumentos que pueden, o no, ser los mismos.


                Los nombres de harpa céltica, harpa irlandesa y harpa escocesa, definen actualmente instrumentos triangulares con una altura alrededor de 1,30 metros, con columna curvada, unas 30 cuerdas de tripa, nailon o metal y que pueden llevar, o no, un mecanismo de llaves para subir a mano medio tono la altura de la nota de cada cuerda, para asi conseguir distintas tonalidades y posibilidades musicales.


                En los territorios del Éire y Alba es normal que se les conozca por el nombre de harpa irlandesa, o clairseach, y harpa escocesa, o clarsach, sus nombres gaélicos, que aparecen documentados en el siglo 15, pues se desarrollaron desde hace siglos en su patrimonio cultural tradicional y se convirtiéron en símbolos de identidad. Su construcción está basada en las formas de las harpas medievales y renacentistas. Algunos modelos conservan ornamentaciones y aspectos sonoros bien diferenciados de otros modelos y es una evidencia documentada su desarrollo particular.


                Con la harpa, como con otros instrumentos, cuanto más atrás se investiga en el tiempo más dificultoso es distinguirla por su estructura y conocer su nombre, ya que diferentes pueblos y culturas pusieron a instrumentos semejantes otros vocablos. Además, hay que darse cuenta de que con el paso del tiempo las pronunciaciones y los vocablos cambian.


    En el trabajo que he desarrollado he podido documentar, a través de la etimología, que los diferentes nombres de las harpas y otros instrumentos similiares, crot, clarsahcs, harpa o lira, tienen un mismo significado, o campo semántico común, desde épocas muy remotas, que está relacionado con las garras, la acción de tocar con ellas, las harpías, seres que vuelan con forma de pájaro con garras afiladas, y con aspectos simbólicos de diferentes divinidades, entre ellas las egipcias Isis y Harpara. Por lo que una gran probabilidad, a tener muy en cuenta, es que el instrumento fuera viajando de un lugar a otro y cada cultura fue adaptando a su lengua el mismo nombre-significado. Objeto-palabra-significado, viajaron juntos, por tanto no parece probable que pueda aparecer el instrumento en lugares distintos y sin conexión.


    En cuanto a su aspecto triangular, debido a una columna que une el clavijero con la caja de resonancia, se ha dicho que es la característica que poseen las harpas célticas, ya que instrumentos similares de la antigüedad parecen no tener esta pieza, pero los griegos, que no usaban el vocablo harpa para hablar de ella, ya utilizaban un instrumento que llevaba columna y tenía aspecto triangular, y no me refiero al trigono, sino a la misma nabla, instrumento que aparece en las culturas Persa y Egipcia.


    Si denominamos harpas célticas a aquellos modelos que se pueden documentar más tempranamente, y que se conservan iconográfica y fisícamente, desde el siglo 8 en adelante, y en países como el Éire, Alba, etc…, no podemos olvidar, ni dejar de lado, que los lugares donde aparecen representadas normalmente harpas son cruces de cementerios cristianos en donde se representan escenas claramente bíblicas, y en las que el rey David está presente, precisamente, tocando la harpa, por lo que la interpretación de que son bardos es poco firme. La identificación del rey David tocando una harpa parece ser una imagen iconográfica desarrollada por el cristianismo europeo, que en el Éire arriagó de manera especial, en su constante lucha histórica contra los ingleses, el protestantismo, y en ocasiones contra personajes como Cromwell, quien mandó quemar todas las harpas que encontraran a su paso. No tendría razón de ser perseguir a unos instrumentos si estos no representaran una opción contraria politica o religiosa, cosa que sucede actualmente todavía en la parte norte del Éire.


    Los diferentes textos medievales que se conservan en el Éire sobre su propia historia, de los que se suelen sacar muchos datos sobre celtismo, parecen estar manipulados y adaptados a las circunstancias sociales de diferentes épocas para ser más cristianos en algunas ocasiones y componer una hestoria firme frente a ingleses y franceses.


     http://es.wikipedia.org/wiki/Leabhar_Ghabh%C3%A1la_%C3%89renn


    Los modelos de instrumentos considerados más célticos, como los conservados en la antigua biblioteca del Trinity College, en Baile Átha Cliath, www.tcd.ie/Library/heritage/longroom.php, o en el Museo Nacional Edimburgo, en Alba, http://nms.scran.ac.uk/ , las llamadas harpa Queen Mary, y la harpa Lamont. Están datadas en el siglo 15.


    La primer representación de esta tipologia de harpas irlandesas con una columna labrada con animales que parecen bicefalos, puede ser la que está en las manos de un rey David en una placa conocida por Breac Maodhog, conservada en el Museo Nacional de Baile Átha Cliath, y está datada en el Siglo 11.


    Curiosamente, al norte de London, en la Catedral de Lincoln, se encuentra una buena representación de esta tipología, está datada en el año 1280.


    Esto lleva a ver los instrumentos como herramientas de trabajo para los músicos que pueden con ellos transmitir, mantener o recuperar un ámbito cultural musical independientemente de su origen histórico.


    También quiero dejar constancia de la simbología y de la iconografía que se aprecia, de manera común, en muchísimas harpas de diferentes épocas y que están relacionadas con las figuras de las harpías y seres voladores.


    Si alguna persona tiene interés en ahondar en el trabajo publicado, puede contactar conmigo, dagarcues(@)yahoo.es, o acceder a el a través de este enlace:


    www.asturshop.com/asturshop/infoprod.asp?idproducto=2081


     

  2. #2 dagar 29 de jun. 2007

    Biblioteca: EL ORIGEN DEL ARPA CELTA


    Saludos Joseraulaboy. Te cuento, a ver si no me equivoco, y puedo ayudar en esto. De mano, me imagino, que con cimmerio hablamos de cimerio, cimeria y los cimerios, que según los datos los datos consultados podemos datar su aparición sobre el siglo 8 adne., lo que no quita que ya existieran mucho antes. (Pongo enlaces de material de consulta sencillo y fácil de encontrar en internet para todo el mundo, a sabiendas que estos datos no tienen por que ser realmente ciertos o estar contrastados en su totalidad:


    http://es.wikipedia.org/wiki/Cimerios


    http://es.wikipedia.org/wiki/Cimeria


    No tengo datos sobre el uso de instrumentos musicales por este pueblo o cultura, si alguien los tiene, ruego que los comparta.


    Los datos que he podido consultar sobre uso de harpas, bajo la descripción más similar al instrumento musical que realicé al principio de mi mensaje anterior, ya se puede documentar en Sumeria y Egipto, hace unos 5000 años.


    Este tipo de instrumentos lo usaron en las culturas mesopotámicas los asirios, babilonios, elamitas, etc..., como puede verse en diferentes imágenes, y también pasaron por el antiguo mundo egipcio, donde cumplían con un papel muy importante.


    En una placa encontrada en el templo sumerio de Khafage, que se conserva en el Oriental Institute de Chicago, y datada en el año 2600 adne., puede verse claramente una harpa pequeña en las manos de un músico que toca de pie.


                Según el trabajo de Rafael Pérez Arroyo, Egipto: la música en la era de las pirámides, las primeras referencias de una harpa curva perfectamente diferenciada de otros instrumentos son de la cuarta dinastía, entre los años 2639 y 2504 adne.


              Como ya dije, no tengo datos de harpas cimerias, en tal caso, serían dataciones posteriores a las descritas, y tendríamos que conocer la tipología de los posibles instrumentos cimerios. A ver si alguien ayuda con el tema.


               


     


     

  3. #3 dagar 30 de jun. 2007

  4. #4 dagar 22 de jul. 2007

    Biblioteca: Análisis del celtismo en general

    Un saludo.


     Sobre el tema del celtismo os envío parte de un trabajo de William S. Kurtz que aparece en el boletín “Cuadernos Emeritenses” , con el número 9, editado por el Muséo de Arte Romano de Mérida, 1995.


    Este trabajo me ha parecido muy esclarecedor y correcto en cuanto al contenido y lo encontrado respecto al tema celta. Este libro está titulado así: celtas y turdulos. La Beturia. Y trata de esclarecer datos sobre los trabajos llevados a cabo en varias zonas entre Badajoz y Huelva. El artículo de Kurtz se titula: Lo céltico en el contexto de la arqueología Europea.


    Por una parte el articulado del texto tiene un capítulo titulado: “¿de que hablamos cuando decimos celtas?”. Y lo desarrolla con estas palabras:


    “A. Las fuentes: Naturalmente, siempre existen unas fuentes en las que todo investigador se refresca y a partir de las cuales desata un caudaloso torrente  de conclusiones. Veamos brevemente las que desataron la investigación sobre los celtas.


    Fuentes históricas


    La palabra keltoi (keltoi) aparece ya en el siglo 6 adne, en algunos autores griegos, por ejemplo, Hecateo de Mileto, para designar a una gente que vivía en lo que para ellos era el lejano occidente. La situación no parece haber cambiado mucho en el 400 adne, cuando son simplemente mencionados por Heródoto.


    A partir de principios del siglo 4 adne, y coincidiendo con la invasión gala de Italia y el saqueo de Roma, se multiplican las referencias a celtas por parte de autores griegos como Jenofonte, Platón y Aristóteles, e intentando ya presentarles con alguna información adicional vagamente etnográfica, (generalmente referente a su belicosidad, falta de  miedo y con cierto aire de brutotes).”


    El artículo dice que nos falta la obra de otros autores que aportarían más datos pero que están perdidas.


    La primer fuente algo más extensa y que da referencias más claras es el trabajo de Polibio, que escribió en el siglo 2 adne, y que transmite buena información sobre la galia transalpina y cisalpina.


    La gran fuente griega sobre los celtas es la obra del sabio estoico Poseidonios, quien viajó por todo el occidente y, según dicen, dedicó su libro 23 a la etnografía del mundo céltico. El único problema, y no pequeño, que presenta es que se perdió su obra y solo podemos conjeturar su contenido a partir de referencias directas en otros autores antiguos o deducciones exegéticas sobre las fuentes de otros.


    El artículo continúa con la mención de otros autores griegos y latinos en donde se cita a los celtas y menciona expresamente a Tito Livio y Julio Cesar, a este último como informador y testigo de primera mano, añadiendo:


    “No obstante las demostradas facultades cesarianas de presentar los hechos a su propia conveniencia y de utilizar referencias y esquemas de otros autores”.


    El problema de las fuentes literarias es que realmente son poco informativas para los criterios actuales. Salvo excepciones muy contadas, se refieren a un marco geográfico reducido, las galias básicamente.


    Ahora bien, y teniendo en cuenta todos estos problemas y valor como mediatizadores-distorsionadores de la información, tienen la virtud de existir y de proceder en parte del espacio-tiempo en el que se desarrolló el fenómeno céltico.


    Continúa el artículo haciendo hincapié en que cuando estas fuentes hablan de lo céltico están presentando la imagen de un enemigo, de alguien a batir, de un extranjero a  anular, y lo compara con la imagen de los norvietnamitas en el cine estadounidense.


    La variedad de las fuentes implica que sea difícil compaginarlas entre si. Cada una se refiere a situaciones o aspectos concretos, y pretender sacar una imagen única y objetiva de los celtas es confundir la teoría de la coctelera con la ciencia histórica.


    Por otra lado están las fuentes lingüísticas.


    Identificados una serie de pueblos como celtas por parte de los autores greco-latinos las lenguas que hablaban recibieron inmediatamente el mismo apelativo.


    Existe un grupo de idiomas emparentados, Kurtz abre un paréntesis y apunta que no entiende que quiere decir esta expresión, y que son célticos en el sentido apuntado. Tradicionalmente se conocen el bretón, el gaélico, el galés, el córnico, el irlandés, y el manx. Epigráficamente se atestiguan además el lepóntico y el celtibero. Se discute la adscripción del lusitano.


    A continuación Kurtz alude a la mala utilización de los esquemas filogenéticos desarrollados por la lingüística y comenta que se han establecido cuadros de relaciones entre lenguas del estilo: A es más antiguo que B y deriva de C, que seguramente en lingüística sea válido, pero no lo es tanto la translación de lo anterior al formato: el pueblo que hablaba A es más antiguo que la gente que hablaba B y deriva de la gente que hablaba C. Por poner un ejemplo real: no me parece válido decir que los celtíberos entraron en la península antés que los britónicos y goidélicos se separaran.


    Con esta argumentación trata Kurtz de demostrar que no se pueden utilizar los mismos esquemas para ciencias o estudios diferentes para los que fueron concebidos dichos esquemas.


    Otro problema que tienen las evidencias lingüísticas es su disparidad, tanto cronológica como de nivel de información disponible sobre cada lengua. Un ejemplo de la disparidad cronológica es que los testimonios más antiguos del lepóntico remontan al siglo 6 y 5 adne, los del celtíbérico son del siglo 1 y los del irlandés antiguo del 5. Si a eso añadimos que las fuentes textuales e idiomáticas son todavía más modernas, vemos que la diferencia cronológica entre las evidencias supera los mil años, y con bastantes kilómetros entremedias, además. De entrada esto nos impide dar un tratamiento sincrónico a los diferentes testimonios lingüísticos y trasladar alegremente las evidencias de unos a otros.


    Añade Kurtz la dificultad de la diversidad del nivel de información disponible sobre cada lengua. Con el agravante de que casi ninguna evidencia del tipo que sea nos ha sido transmitida en un alfabeto propio de la lengua en cuestión, sino mediante adaptaciones de alfabetos elaborados para representar otros sistemas fonológicos, ibérico, etrusco, latín, griego. Es más, una parte importante de los testimonios nos ha sido transmitido por hablantes de otro idioma, por ejemplo etnónimos y topónimos en Plinio, Estrabón o Ptolomeo, que obviamente los han adaptado.


    No obstante todo lo dicho, la evidencia lingüística es el único testimonio serio de la existencia de una comunidad, en el sentido de la posesión de rasgos culturales comunes, que abarca prácticamente todo el territorio europeo al occidente del Rhin, parte de la península Itálica y un buen segmento del valle del Danubio.


    Esto no quiere decir que se entienda por una unidad ni en lo político ni en lo económico, ni en lo cultural y que nuestro acercamiento a esta comunidad debe tener en cuenta la diversidad cronológica de sus diferentes situaciones y  que abarca una enorme variedad de ecosistema en la geográfico.


     Las fuentes arqueológicas.


    Las fuentes arqueológicas tiene la naturaleza de ser arqueológicas. Dicho de otro modo, tienen la limitación y para muchos la virtud de ser materiales y de informar directamente sobre cuestiones materiales. Todo el resto de la información arqueológica, por ejemplo: intercambios, sistemas de creencias, rituales, jerarquías, etc..., es el resultado de un proceso de deducción, contrastación de hipótesis e inferencias, es decir de forma derivada y como todos debemos saber y tener constantemente presente en el proceso de derivación es donde puede surgir el error.


    La relevancia de las fuentes arqueológicas para los estudios célticos tiene un arranque muy concreto y empíricamente irreprochable. A mediados del siglo 19 el emperador Napoleón tercero, gran propagandista, patrocinó la excavación de Alésia, entre otros sitios, con una finalidad de reafirmación nacionalista. La identificación algo posterior de lo allí encontrado con la cultura de la Tène dotó a los celtas de una personalidad material y dio origen a la ecuación “celtas igual a La Tène”. El desarrollo posterior de la arqueología delimitó el ámbito geográfico de la cultura de La Téne, y determinó que se formó a partir de complejo halsstático. Casi sin problemas estas conclusiones arqueológicas fueron traducidas a términos históricos con los celtas como objeto/sujeto de los mismos. Dentro de los límites paradigmáticos en que se mueve esta teoría, la traducción es impecable. Pero debemos resaltar que incluso dentro de si misma contiene varios problemas:


     La península ibérica, donde por mucho que se ha intentado resulta imposible mantener la existencia de horizontes hallstáticos, posthalsstáticos, ni mucho menos laténicos. Y sin embargo las fuentes son tajantes al respecto de la presencia de gentes celtas en esta península. Es decir, la teoría clásica ha sido siempre incapaz de explicar satisfactoriamente esta presencia desde postulados estrictamente arquelógicos.


    Irlanda, isla obviamente céltica por su idioma aun vivo hoy, tampoco ofrece horizontes hallstáticos ni laténicos claros.


    Existen, eso si, objetos encuadrables en tales culturas, pero no son ciertamente abundantes. Es  más, dado el carácter insular del territorio era de esperar cierta facilidad en la documentación de invasiones o de aportes de población que celtizaran a unos supuestos indígenas precélticos. No se documentan estas invasiones ni mecanismos similares. Si esta documentada arquelógicamente la invasión Belga y las invasiones anglosajonas.


    Tanto la cultura hallstat como la de la Tène han resultado ser, una vez estudiadas con cierta profundidad, entidades mucho más diversas, complejas y regionalizadas de lo que originariamente se pensó al identificarlas como celtas.Estos problemas han sido un constante incordio en los estudios célticos y en buena parte han sido solucionados por la arqueología europea ignorando la Península Ibéricay asignando a las muy tardías fuentes épicas irlandesas un valor proyectivo del “estado de cosas en épocas muy anteriores”.¿Cuáles?, metodológicamente inaceptable y del quelo  menos que se podía esperar es una justificación razonada. En ciencia, las presunciones deben ser demostradas y que, salvo demostración en contra, una evidencia o dato tiene un valor probatorio limitado a su propio ámbito espacio-temporal y estructuro-cultural.


    Kurtz continúa el artículo señalando la manipulación o el racismo cultural en ciertos modelos de investigación arqueológica y cita el ejemplo de la arqueología nazi.


    Pone en evidencia que sigue siendo relativamente frecuente identificar usos y costumbres en un área geográfica y cultural que eran conocidos previamente en otra y considerar automáticamente demostrada la vinculación.


    Algún ejemplo es que algún investigador todavía hoy pueda hablar de influencias griegas, o de griegos, en algún yacimiento de la Península Ibérica en base al hallazgo de cerámica fabricada, digamos, en Atica.


    Sabemos por una parte que esta cerámica era objeto de comercio en toda el área mediterránea, por otra parte es costumbre universal de todo comerciante el traficar con aquello que se pueda vender sea cual sea su origen y finalmente que si algo caracterizaba a las tripulaciones de los barcos mercantes en la antigüedad era la multietnicidad.


    El siguiente ejemplo procede del ámbito de los estudios célticos. Uno de los rasgos definitorios adjudicados a los celtas que se ha utilzados como argumento a favor de la celticidad de alguna cultura peninsular, en la excavación de las Cogotas2, por ejemplo, es la existencia de una aristocracia guerrea combinada con una estructuración socio/familliar de tipo clánico-tribal.


    Tenemos evidencias de aristocracias guerreras hasta en tribus del golfo de Guinea, por lo que no es este un rasgo definitorio de celticidad.


    No basta identificar una creencia o deidad similar en dos culturas o lugares para poder vincularlas. Es decir no basta identificar el culto al trueno en una cultura arqueológica para inmediatamente asignarla al grupo céltico porque los autores clásicos nos identifiquen este culto entre sus celtas. Sería de imbéciles considerar emparentadas las culturas japonesa, incaica, egipcia porque sus máximas autoridades se consideraran descendientes del sol.


    La insistencia en lo inaceptable de estos métodos, cuyo sustrato de validación es el racismo cultural, estriba en que es de relativamente frecuente aplicación en estudios célticos.


    A partir de un collage de fuentes clásicas se ha reconstruido una etnografía de los celtas que se saca a colación cada vez que debe rellenarse un hueco en el registro arqueo-histórico., o como medio de determinar el celtismo de una cultura concreta. Incluso se utiliza este collage para explicar el registro arqueológico, superponiéndolo a éste y minusvalorando el análisis material del registro y de lo que podía aportar. Este tipo de renuncia a la contrastación es algo inaceptable en cualquier ciencia.


    Kurt señala ahora un aspecto que me parece muy importante para la comprensión de lo “celta”. El racismo cultural tiene la obsesión de encuadrar su discurso en parámetros de etnias, gentes e incluso naciones. Ninguno de estos conceptos son objetivos en si mismo, sino que pertenecen al ámbito de lo superestructural, son parámetros propios de la autodefinición de una comunidad frente aquello que considera extraño. Un ejemplo vale, hoy consideramos etnia a los zulúes, pero gracias fuentes históricas de primera mano sabemos que a principios del siglo 19 no eran más que un pequeño clan del grupo Ngumi, al que también pertenecen los xhosa, sus hoy mortales enemigos raciales a decir de la prensa, hasta que Shaka formó un imperio integrando las vecinas poblaciones, clanes, etnías y lo que se pusiera por delante por medios descaradamente militares. Será un etnia según se defina pero con un principio y causación históricas concretas.


    Prosigue Kurtz en su artículo y al final saca unas conclusiones tituladas ¿de que hablamos cuando decimos celtas?.


    A fuerza de ser honrado no estoy seguro del todo. Visto lo expuesto en los epígrafes anteriores, si tengo claro que debemos rechazar la visión tradicional de los celtas como un pueblo, algunos dirían nación, más o menos homogéneo, con una comunidad lingüística propia, claramente diferenciada de sus vecinos, y con un determinado conjunto de creencias y costumbres. ¿Qué queda entonces? . Pues muy poco.


    Por un lado una serie de fuentes literarias clásicas. Personalmente considero que se ha abusado de ellas, utilizándolas con un valor probatorio que no tienen y lo que es peor confundiendo el texto antiguo con la exéges que de él ha realizado la investigación, es el uso generalizado del texto de Avieno.


    Por otro lado tenemos una comunidad lingüística que denominamos céltica. El grado de información lingüístico de las distintas áreas es tan variable y generalmente escasa que resulta casi imposible reconstruir el mapa lingüístico real, la extensión de cada lengua concreta y las relaciones filogenéticas entre los distintos grupos. Aparte del testimonio de la existencia de esta comunidad lingüística poco más podemos afirmar. Incluso grandes especialistas no se ponen de acuerdo sobre las características mínimas necesarias para considerar céltico o no un lenguaje, caso del lusitano.


    Otro dato seguro es que el grupo lingüístico céltico pertenece  a la familia indoeuropea, con lo cual el problema se complica.


    Kurtz comenta que es imprescindible un área de investigación que haga de puente entre los estudios lingüísticos y los arqueoantropológicos, porque el sistema actual no está funcionando.


    Después de otra serie de argumentaciones sobre la lengua céltica Kurtz acaba su artículo demandando que aunque se ha hecho mucha y muy buena arqueología en torno a los celtas, es necesario y con urgencia un nuevo entorno para el estudio de la edad de hierro europea y mediterránea.


    Por mi parte, el que aporta estes texto, me gustaría que se reflexionase sobre lo que llamamos americanos. Por ejemplo, ¿Que tipo de marine era el que cubrió con la bandera americana la cabeza de la estatua de Hussein en Bagdad en el 2003?, ¿Recordáis?, era un inmigrante de descendencia china, de Burma, y se había alistado al ejercito en 1999, vivía en California.


    Como podemos hablar entonces de celtas y celtismo sin realizar un estudio serio, al que animo a todos aquellos que les interese el tema, pero desde una perspectiva científica. La etnografía y el estudio del folclore puede aportar algunos datos pero tiene que estar hecho con rigor.


    Por cierto, parece ser, según he leido en el libro de Peter Connolly, Anibal y los enemigos de Roma, el ejercito de Anibal al llegar a Roma llevaba ente 14000 y 20000 celtas en su ejercito, reclutados a su paso por la costa este hispana, lo que le dio problemas para cruzar los Alpes y encontrarse allí con otras tribus célticas que se sintieron agredidas, además de los problemas con la climatología. ¿Alguien sabe de donde parten estos datos?


    Hasta otra.



     


  5. #5 dagar 23 de jul. 2007

    Biblioteca: Análisis del celtismo en general



      Saludos.


    Expongo de mano mi total falta de intención en caer en discusiones, ni utilizar en ningún momento las palabras de forma hiriente o para que causen algún tipo hilaridad, rebuscando frases ingeniosas que intenten desprestigiar y poner en duda la capacidad o conocimientos de otros contertulios, digo esto por que es una evidencia, sobre todo en los foros, en los que, por razones obvias, utilizamos solamente la escritura como expresión, que las interpretaciones de varias personas a un mismo texto pueden ser complemetamente dispares, y los malos entendidos afloran por doquier llevando por caminos, muchas veces estériles, que en poco parecen favorecer el sentido que puede tener un foro dedicado a compartir gustos, estudios y aficiones, que beneficien al común y aporten algo positivo a los temas tratados.


    Tal como se puede leer en el texto resumido que aporté, se concluye comentando, según los criterios expuestos, que es imprescindible un área de investigación que haga de puente entre los estudios lingüísticos y los arqueoantropológicos, porque el sistema actual no está funcionando, y se demanda que aunque se ha hecho mucha y muy buena arqueología en torno a los celtas, es necesario y con urgencia un nuevo entorno para el estudio de la edad de hierro europea y mediterránea. Esto fue publicado en 1995. No sé si se ha tratado posteriormente el tema céltico, de forma generalizada, desde otras perspectivas de las apuntadas, al menos no parece llegar al gran público. No creo que esto sea una petición extraña, ni que nadie intente marear a nadie. Pienso que cuantos mejores criterios se puedan aplicar a una investigación, probablemente se tengan mayores avances, aunque la fortuna de encontrarse con ciertos hallazgos, pueden aclarar muchas cosas.


    Puesto que para estudiar sobre algo sobre lo que se tienen datos escasos, a veces de dificil o variada interpretación, descontextualizados, en manos de particulares, esparcidos por diferentes lugares y fuentes a las que no se llega con facilidad, bajo los criterios personales de cada investigador y arqueólogo en activo, etc…, convirtiendo la tarea del estudio, bien por afición, desde los archivos o con trabajo sobre el terreno, en algo muy arduo, propongo a los responsables y gente interesada de celtiberia.net, crear un espacio dentro del sitio, aprovechando la gran capacidad de intercomunicación de la red, donde podamos aunar conocimientos, textos, imágenes, etc…, sobre el celtismo, para que se pueden analizar por todas las personas que lo vean, e intentar clarificar y avanzar en todo lo posible para que sirva realmente de punto de referencia virtual.


    No sé si el sitio permite realizar técnicamente esta idea de recopilación de todo el material considerado relacionado con lo celta, en principio, pero me parece una buena oportunidad ya que con tanto trabajo, textos, citas, artículos e ideas ya expuestas en celtiberia.net, hecho en falta, precisamente, un espacio donde consultar directa y cronológicamente, por ejemplo, todas las fuentes bibliográficas antiguas donde se haga referencia a lo celta. Todas aquellas imágenes, esculturas, iconografías, epigrafías, etc…, de la antigüedad con sus dataciones correspondientes, si las hay, atribuidas a lo celta, y su por qué, de la misma manera que una información puntual de lo aparecido y valorado en las recientes excavaciones.


    Aunque pueda parecer que esto se ve de continuo en este sitio, hecho en falta lo dicho, un lugar concreto con una recopilación de lo expuesto sobre lo celta, para que cuando surga un tema tengamos un archivo común de consulta de fácil localización. Sé que el sitio no es exclusivo de un tema concreto, sino que está abierto a diferentes temáticas, pero creo que ayudaría mucho.


    Quizá estoy pidiendo demasiado, ya que todo esto conllevaría un gran trabajo a las personas que dirigen el sitio, y bastante hacen ya con mantenerlo vivo y en uso, pero probablemente con la ayuda de las aportaciones de los demás se consiga, en un periodo de tiempo no muy largo, tampoco hay prisa, y así se muestre que en los foros si se puede trabajar en común, además de la utilización por parte de algunas personas como terapia, que tampoco tiene nada de malo. Salud.


     

  6. #6 dagar 24 de jul. 2007

    Biblioteca: Análisis del celtismo en general

    Muy buenas.


    Dingo, el comentario inicial de mi anterior mensaje es una declaración de intenciones por mi parte, en general, y vista la manera en que se suele funcionar en los foros. Nada más.


    Respecto, al comentario de Abu, pienso que el uso de las gaitas no tiene nada que ver con el mundo céltico antiguo, es decir de cuando aparece o se reconoce su existencia en la historia, al menos ningún dato documentado avala esta idea. En el mundo moderno lo céltico en la música, es algo convenido y conceptual, con mayor o menor fortuna, por un grupo de personas que así lo denominamos, por tanto, poca relación con lo antiguo.


    El uso de gaitas en Europa, o instrumentos que llevaran un depósito de aire, como un pellejo, o fuelle, supongo que la referencia de Abu va por esta tipología de instrumentos de viento, no aparece documentada hasta época medieval, a través del uso de un instrumento llamado chorus, citado en una carta de San Jeronimo a Dardanus, que es una copia del siglo 9, por lo que el dato debería ser anterior, en vida de los personajes mencionados, probablemente en el siglo 4.


    Algunas de las menciones anteriores a este tipo de instrumentos las podemos documentar en el siglo 1, y en Roma. Según los textos de Suetonio, Nerón tocaba un instrumento de este tipo. También en el siglo 1, Marcial, cita este tipo de instrumentos que llevan un fuelle, y del siglo 4 adne. existe otro texto, de Aristofanes, donde se intuye que el instrumento mencionado llevaba un fuelle.


    Las gaitas con roncones hacia arriba, la que tenemos como imagen mental mucha gente del norte, aparecen documentadas sobre el siglo 13, y muy posteriormente que las gaitas, como palabra que engloba muchas otras tipologías, con roncones hacia otros lados. 


    Si que es muy interesante y revelador, el estudio de la variada tipología de instrumentos de viento a los que posteriormente se les añadió un deposito de aire con el que conseguir un sonido continuo, más descansado y duradero que el que en algunos casos se conseguía por insuflacción continua en la antigüedad, seguro que fue un apreciado invento, más no todo el mundo lo adoptó, como podemos comprobar a día de hoy.


    Por tanto, para ceñirnos al tema propuesto como título en el hilo, no debería tenerse en cuenta el uso musical de las gaitas, sobre todo al moderno, como algo probatorio de nada, para si o para no, si no como una pieza más del rompecabezas de la historia, que si conseguimos encajar, probablemente nos dará algunas pistas sobre el desarrollo cultural de algunas poblaciones.


    Salud

  7. #7 dagar 25 de jul. 2007

    Biblioteca: Etimología de Gallaecia > Galicia



      Saludos


            Desconozco la antigüedad documentada del vocablo Galicia para el territorio llamado así en Europa Central. Si alguien tiene datos, se agradecen. Parece que como unidad territorial llamada Principado de Halicz se documenta en el año 1087.


    Es curioso que se haya adoptado por la forma Galitzia sencillamente para que no se confundan, cuando se conserva la grafía Halicz. ¿Cuántos topónimos iguales existen y conviven sin problema?, y mucho más cercanos.


    No he podido encontrar mucha información sobre la historia de este territorio en la antigüedad, o de su etimología, pero muestro algunos datos de fácil consulta. Desde luego, fue un territorio habitado por varios pueblos.


    http://es.wikipedia.org/wiki/Galicia_(Europa_Central)


    Galicia o Galitzia es el nombre de una región de Europa Central. Toma su nombre de la primera capital de la región, la ciudad de Halicz (escritura polaca, en ucraniano se escribe Галич, Galich), en la actual Ucrania. Desde alrededor del siglo XIX, Galicia consiste en el área que se encuentra justo al norte de los Cárpatos, al este de la Pequeña Polonia y al norte y noroeste de Transilvania y Moldavia (Rumania).


    alemán: Galizien


    español: Galicia o Galitzia (esta última forma se utiliza para evitar la confusión con la comunidad autónoma española del mismo nombre)


    eslovaco: Halič


    húngaro: Gácsország


    polaco: Galicja (pronunciación: Galitzia)


    portugués: Galicia


    rumano: Galiţia


    ucraniano: Галичина (Galichina)


    www.answers.com/topic/galicia?cat=travel


    In pre-Roman times the region was populated by various tribes, including the Lugiis, Goths and Vandals (the Przeworsk and Puchov cultures) identified with Gots. In turbulent times starting from Wandering of the nations, the great migration that happened in parallel to fall of the Roman Empire, the area was invaded by the following groups of nomadic people, started from Huns (5th century), Awars (6th century-8th century), Bulgars, Pechenegs, Cumans,Hungarians (9th century) and Tatars (13th century-18th century). The former population departed and gradually area was populated by West Slavs people, identified with group of Kroats so called Lendians. Around 833 the West Slavs became part of the Great Moravian state. Upon the invasion of the Hungarian tribes into the heart of the Great Moravian Empire around 899, the Lendians of the area found themselves under influence of Hungarian Empire. In 955 their area seems to constitute part of Bohemian State. Around 970 it was included in forming the Polish state. This area was mentioned in 981 (by Nestor), when Volodymyr the Great of Kievan Rus took the area over on his way into Poland. The area returned to Poland in 1018, back to Rus in 1031, and Casimir III of Poland recovered it in 1340.


    En tiempos pre-romanos la región fue poblada por varios tribus, inclusive los Lugiis, los Godos y los Vándalos (los Przeworsk y las culturas de Puchov) identificados con los Godos. En tiempos turbulentos que empiezan dcon el vagar de las naciones, la gran migración que sucedió en  paralelo al caer el Imperio romano, el área fue invadida por los grupos siguientes de personas nómadas, empezando por hunos (el siglo V), Awars (el siglo VIII del siglo VI), búlgaros, Pechenegs, Cumans, húngaros (el siglo IX) y tártaros (el siglo XVIII del siglo XIII). La población anterior partió y el área fue gradualmente poblada por personas eslavas occidentales, identificados con el grupo de croatas llamados Lendians. Alrededor de 833, los eslavos Occidentales fomaron parte del Gran estado de Moravian. Sobre la invasión de las tribus húngaros en el corazón del Gran Imperio de Moravian alrededor de 899, los Lendians del área se encontraron bajo la influencia del Imperio húngaro. En 955 su área parece constituir la parte del Estado bohemio. Alrededor de 970 fue incluido a formar el estado polaco. Esta área fue mencionada en 981 (por Nestor), cuando Volodymyr, el Grande, de Kievan Rusia, tomó el territorio en su camino hacia Polonia. El área volvió a Polonia en 1018, y a Rusia en 1031, y Casimir III de Polonia lo recuperó en 1340.


    The origin of the Ukrainian name Halych (Галич) (Halicz in Polish, Galich in Russian, Galic in Latin) is uncertain. Some historians speculate it has to do with people of Celtic origin that settled nearby, and is related to many similar place names found across Europe, such as Galatia, Gaul, and perhaps Spanish Galicia. Others assert that the name is of Slavic origin — from halytsa (galitsa) meaning "a naked (unwooded) hill", or from halka (galka) which means "a jackdaw". The jackdaw was used as a charge in the city's coat of arms and later also in the coat of arms of Galicia. The name, however, predates the coat of arms which may represent folk etymology.


    El origen del nombre ucranio Halych (Halicz en polaco, Galich en ruso, Galic en latín) es incierto. Algunos historiadores especulan que tiene que ver con pueblos del origen céltico que se asentaron cerca, y esta relacionado a muchos topónimos semejantes encontrados a través de Europa, tal como Galatia, Gaul, y quizás Galicia, en el estado español. Otros afirman que el nombre es del origen Eslavo — del halytsa (galitsa) significando una colina ¿desnuda?¿pelada?, o del halka (galka) que significa "una grajilla", ave de la familia de los córvidos. La grajilla fue utilizada en el escudo de la ciudad y luego también en el escudo de Galicia. El nombre, sin embargo, es anterior al escudo que puede representar la etimología popular.


    Salud.


     

  8. #8 dagar 25 de jul. 2007

    Biblioteca: Análisis del celtismo en general



    Saludos.


    Abu, en mi mensaje anterior hacía hincapie a que suponía que te referías al uso de gaitas con depósito de aire, diferenciándolas de otras tipologías y por ello me incliné a comentar sobre estos instrumentos, su uso y difusión.


    Con el nombre de gaita, o gaida, se reconocen desde Bulgaria, Hungría, Polonia, Eslovaquia, Eslovenia, Moravia, Serbia, Ruthenia, Macedonia, Grecia, Croacia, Turquía, Norte de África, Península Iberica y algunos territorios de Suramérica, una variada tipología de instrumentos no solo de viento, con o sin fuelle, sino también de cuerda y de percusión, entre otras acepciones y referencias, por ejemplo, a extremidades másculinas.


    Ya que surge el comentario, el vocablo gaita, aporto personalmente estos datos de reciente estudio, tiene una etimología documentada, al menos en el siglo 4 adne., en el Griego aix, aigos, del que derivan aega, aegaedes, agaidos, gaidos, gaida, gaita, también encontramos en el Latín, haedus, y en el Sabino, faedus, en semítico gady y en Acadio gadu, todos con el significado de cabra, o cabrito, y así el vocablo gait, lo usó Ulfilas en sus escritos, o transcipciones bíblicas del siglo 4, pasando a engrosar también parte del Gótico, o compartiéndolo, idioma en el que este autor realizó la traducción.


    Hasta ahora, se venía manteniendo un origen Godo para el vocablo gait, dando pie a comentarios sobre el origen nórdico y celta de la gaitas de fuelle.


    Como ya apunte, no existen datos del uso de gaitas de fuelles, ni de ronconces hacia arriba, en el norte de Europa hasta época medieval. Sí de otra tipología de instrumentos de viento que pudieron ser precursores de las gaitas de fuelle. 


                El vocablo gaita aplicado a un instrumento musical, por los datos manejados, no aparece documentado hasta el siglo 14, en el famoso texto de Juan Ruiz, Libro de Buen amor, del año 1330.


                Por lo que se deduce, que si el vocablo significa cabra, es sin duda por que es el elemento animal utilizado en su construcción, como fuelle, o depósito de aire.


              Visualmente, si alguna persona observa que alguien saca un sonido con un pellejo de un cabrito debajo del brazo, lo primero que se le ocurrirá decir es que está tocando una cabra, aparte del parecido con los sonidos que produce el animal.


                Sin embargo, en el siglo 1 su nombre en Griego era askaules, la unión de tubos y pellejo, o fuelle. Quizá por el uso de fuelles más pequeños y de otros animales, hasta que llegó el uso de fuelles más grandes, de cabrito.


                No podemos olvidar el uso de fuelles de piel y un tubo para la antigua metalurgia, método que subsiste todavía hoy, y que produce sonido. Quizá este fuera el concepto primigenio del instrumento, anque parece que tardaron mucho en aplicarlo, quizá debido a que cada pueblo tiene su cultura musical y los cambios y asimilaciones de novedades, en cualquier aspecto, siempre se produjeron muy lentamente.


                Si el uso de un pellejo de cabrito es tan significativo para los usuarios y conocedores del instrumento como para darle nombre, extraña no tener datos de la utilización de este nombre hasta fechas tan recientes, a no ser que efectivamente su uso sea contemporaneo a su documentación.


                La explicación, para el nombre gaita, de instrumentos que no llevan fuelle o piel, es sencilla y ocurre con otros muchos instrumentos que conservan un nombre de otro instrumento y que se adaptó por inculturización y aculturización, o del material que se utilizó en origen.


    Quienes por este nombre, gaita, conocen el instrumento con fuelle y su sonido, lo acaban aplicando a otros a los que les recuerda, como es el caso de la gaita charra, en Salamanca, gaita Gastoreña, en Cadiz, o gaita/dulzaina en Burgos, Castilla, etc…, por lo que todos aquellos otros nombres que se conserven de estos instrumentos, son un dato muy a tener en cuenta. Parece que gaita es un nombre genérico que se comió, en ocasiones, a otros nombres.


     El uso en Venezuela de la gaita Zuliana, que es una especie de zambomba, nos dá la pista para aclarar que cuando el vocablo partió hacia Las Américas, lo hizo todavía con el significado de la piel con que se cubre este tipo de instrumento de percusión.


    Otros detalles muy importantes a estudiar en esta temática, son las tipologías de los tubos sonoros, si son cónicos, cilindricos; la cantidad de tubos melódicos o de sonido bordón, que sistema tienen de producción de sonido, lengüetas sencillas, dobles o otros, digitaciones, etc.


    Por ello, insisto en declinar el uso de las gaitas como elemento para conocer un límite, linde o mapa distribuidor que ayude a clarificar el tema céltico. Si acaso, con los datos actuales conocidos, por el hecho tardío de su utilización en época medieval, podemos concluir que no existían en época antigua céltica las gaitas de fuelles, y tampoco conocemos el uso antiguo de otros instrumentos con lengüeta sencilla como productores de sonido. En el carnix parece que se utilizaba los labios como productor de sonido, al igual que en cuernos y trompetas.


    Los instrumentos de viento que pudieron conocer los celtas podrían ser muy similares a los conocidos, y datados al menos ya en el año 1000 adne., en lugares como Cerdeña, y conocidos hoy en día como launeddas.


    Estos instrumentos, de tres tubos sonoros y tocados directamente a la boca, se pueden ver representados en cruces cristianas, llamadas célticas, conservadas en Alba, como la de Lethendy, datada en el siglo 9, y el Éire, como la Muiredeach cross, Monasterboice, condado de Louth, datada en el siglo 10, pero también en copias del Beato de Liébana, el original era del año 776, y otras muchas iconografías. Y con estos datos no podemos establecer nada relacionado con lo céltico en la antigüedad, y mira que me gustaría. Si acaso, si existe una clara relación con los monjes cristianizadores y la música y los instrumentos que manejaban para los cultos, que por otra parte ya están documentados en textos clasicos en los ritulaes precristianos a Cibeles y otras divinidades, y en otras festividades, uso militar, incluso en competiciones musicales, instrumentos como el aulos, tibiae, etc…, sin olvidarnos del antiguo egipto, donde se muestran con mucha claridad, y hasta se encontraron originales en buen estado.


    Otro campo de estudio musical, sería mirar si existe la posibilidad de que en las formas culturales musicales de expresarse con los instrumentos, exista algo común que nos haga ver un emparentamiento cultural al través del uso de ciertas melodías, estructuras, formas de entender la música, etc…, y en eso si que existen ciertos arquetipos y estéticas que son propias, al menos, de más al norte y de más al sur, y que podemos reconocer de una manera sencilla, puesto que cada uno lo llevamos sintiendo en nuestro entorno, si es que se vive en consoncia con el y la transmisión oral y tradicional. Que no todo el mundo tiene esa vivencia. La etnografía, el folclor y la cultura inmaterial, pueden ayudar mucho en este campo.


    Abu, como bien dices cuando se trata de “estudiar” lo céltico y emparentarlo con diferentes lugares, pueblos y culturas, se pone de ejemplo las posibles similitudes, de cualquier tipo, con la historia/historias del Eiré, abandonando la idea de que en cualquier otro lugar que no sea el norte, no sé dé lo céltico, más como tu dices la arqueología muestra día a día como aparecen más y más datos que hacen que todo vuelva a redefinirse con nuevos criterios y creo que eso es lo que se pide/pedimos, cada vez con más insistencia.


    Salud


                 


     

  9. #9 dagar 26 de jul. 2007

    Biblioteca: Análisis del celtismo en general

    Saludos.


    Muchas gracias por tu palabras. Como expuse anteriormente, creo que la mejor manera de dar un nuevo cauce al tema es compartir y poder tener los datos sobre todo lo céltico en un lugar de fácil localización, y que todas las personas interesadas puedan acceder a ello. Ojalá podamos compartir muchos de los datos expuestos, imagenes, etc.


    Voy a escribir directamente a los responsables del foro a ver si es posible la idea y el concepto en este sitio. Al menos, empezar por los textos de la antiguedad con referencias directas y en orden cronológico. Salud

  10. #10 dagar 12 de sep. 2007

    Biblioteca: Sobre el origen de García y de Gasteiz



    Saludos 


     Respecto al origen del vocablo garcía, con el animo de colaborar, aporto una serie de datos que hacen vislumbrar su origen y significado.


                El vocablo García, tiene, al menos, un desarrollo y significado que lo emparenta con los vocablos, por ejemplo, harpa, harpía, raposa, garfio o garciella, 


    Comenzaré por tanto por el vocablo harpa, y mostraré como puede desarrollarse para llegar a otras formas.


    Puede extrañar ver la palabra harpa escrita con H, pero la documentación etimológica nos lleva a recuperar esta grafía que desapareció o se abandonó en algunas lenguas, aunque esta letra tiene muchísima importancia para su estudio.


                La palabra llega a nosotros a través del vocablo Germánico harfe y el Griego arpa.(arpa).


                En este caso, en Griego, el vocablo harpa llevaba encima de la vocal inicial la grafía del denominado espíritu áspero "c" lo que señalaba su pronunciación aspirada.


                En el Latín, y en otras lenguas modernas, se conservó la grafía H para representar ese sonido y todavía se conserva en el Alemán: harfe; en Francés: harpe; en Inglés: harp; en Sueco harpan; en Holandés harpen y en el Portugués y Catalá: harpa.  Sin embargo, el Castellano o el Italiano abandonaron esta grafía.


                La palabra harpa, en Griego y en Germánico, acoge el significado de hoz o gancho y tiene relación con el vocablo harpía.  Esta relación está presente todavía hoy y puede notarse, por ejemplo, a lo largo de la historia del instrumento musical llamado harpa, sobre todo en la época medieval y en su ornamentación.


                En lengua francesa harpe tiene la acepción de garra o gancho. Harpar, en Castellano, vale como término con el significado de arañar o rasgar.


                Harpadura también es un arañazo o raspón en el cuerpo. Harpeo es un apero de hierro que vale para rastrillar el suelo marino como arte de pesca. En las batallas navales se utilizó para enganchar un barco a otro en el abordaje.


                Arpel es el vocablo con el que se define un apero parecido a una raedera, o zuela, con tres dientes que se rematan en punta.


                Arpaz es el adjetivo de rapaz o rapante en la zoología. Es un órden de pájaros carnívoros que viven de la rapiña.


                Arpa, en Griego arpa, quiere decir hoz, vocablo que también sirve para definir una especie de águila.


                Harpazo, en Griego arpazw, quiere decir arrebatar. Harpage, arpagh, quiere decir robo y también es un apero para rastrillar el campo. Era el apero que los latinos llamaban irpex o hirpex, que también existe en el Sabino urpex por hurpex, que viene de la raiz griega arpuia, harpyia, que quiere decir la que lo arrebata todo. Harpagare en Latín es agarrar.


                Harpa, en Catalá, es la mano del animal con dedos y uña corva, que en Castellano se convirtió en zarpa.


                Harpón, arpón, es un apero de hierro usado como arma, tipo lanza. Harpón también da nombre al objeto o la pica que señala la dirección del viento en una veleta.


                Harpe, es el vocablo que se utilizó para denominar un arma guerrera. Era una espada, sable curvo o cimitarra. Lo usó Mercurio contra Argos y Perseo contra Medusa. Este arma ya se utilizaba en las culturas mesopotámicas.


                Harpón, en arquitectura es una pieza de hierro soldada que sirve para unir dos muros o piezas de armadura. En este ámbito tambíén se le llama grapa. Arpicel es el vocablo que define una bisagra o gozne.


                Harpón, en medicina, es una herramienta puntiaguda con púas que se usa para sacar trocitos de tejidos con el fin de examinarlos en el microscopio.


                Harpaga, es un garfio de hierro; también es el adjetivo que se le da a una persona ladrona.


                Harpago significa robar y ladrón. Harpago, es quitar, robar, arrebatar con garfios; también significa harpón y gancho de abordaje. En Francés harpeau es un gancho de abordaje.


                Harpaxofobia, en medicina, es el nombre que se le da a la enfermedad que tienen las personas a las que les dan miedo obsesivo los ladrones.


                Harpin, en Francés, es el vocablo utilizado para denominar un gancho usado por los barqueros. Harpófilo es un género de plantas de la familia de las orquidaceas. Viene del Griego harpe, hoz y phyllon, hoja. Lo que viene a decir hojas en forma de hoz.


                Harpiae, es el adjetivo que se pone a una persona avara, rapaz. Harpiar es robar las cosas con violencia y rapidez.


                Harpar, según Covarrubias, es dividir en tiras, quasi farpar, de farpa, que en la antigua lengua castellana es una tira o trozo que cuelga de alguna ropa y llama farpas a las puntas de los pendones y estandartes.


                Harapo, es un pedazo o trozo cortado de una tela, en Coromines, dice que viene de farpar o harpar, que es romper en trocitos pequeños. Sobre todo se aplíca a la tela y los trajes. En Portugués y Galego se dice farrapo, en Italiano, frappare, en Francés, frape, todos estos vocablos tienen el significado de deshacer algo en pedacitos o desmenuzarlo.


                Jarapa, vocablo que conserva la pronunciación de la h aspirada, define una manta o alfombra hecha con los retales o recortes de otras telas.


                Harapiento, en Castellano es el adjetivo de una persona que anda vestida con harapos. También se dice desharrapado. En Asturianu se dice esgarrapáu.


                Harpillera, a la funda con que se envuelve la pieza de paño o seda por ser como deshecho y trozo de otro paño.


                En Asturianu se conserva otra grafía de inicio en el vocablo,



    la F


    , y nos encontramos con varios vocablos como:


                Farpa, que en el entorno del mundo de la indumentaria es una abertura en una falda o vestido.


                Farpón que es un aparejo de pesca, como un tridente, para pescar en el río y en la mar. También se denomina así al apero que sirve para agarrar la hierba y realizar los montones o balagares. Nos encontramos también Farpón como apellido.


                Farrapiu es el vocablo que sirve para definir una cosa menuda desprendida de otra. Farrapiezu es un trozo de tela o recorte. Farraperu o farramplu es el adjetivo que se les da a las personas que andan con la ropa destrozada. Desfarrapáu quiere decir destrozado y es el adjetivo de la persona que va mal vestida con recortes de tela o la ropa rota.


                Farraspa, farrasca, farraspiar y farramplar son términos que definen cuando nieva en pequeños copos. Esfarapar, esfarrapar y esfarraplar es destrozar en pequeños pedazos.


                Farpa está recogido como instrumento musical en varios textos desde el siglo 13, por ejemplo, en el verso 1545 del Libro d'Alexandre:


    Y havíe sinfonías, farpa, giga e rota.


                Otro texto es el del poema de Alfonso onceno escrito para commemorar la boda del Rey que se hizo en el año 1328 en el monasterio de las Huelgas, en Burgos, dice así:


    Otros estromentos mill con la farpa de Don Tristán. Hay que darse cuenta del uso del artículo femenino "la" harpa.


     


                Otro ejemplo del desarrollo en el vocablo de la pronunciación aspirada o áspera de la grafía de inicio "c", ademá de su paso por H y F, la tenemos en la grafía Z y en el vocablo zarpa, vocablo que todavía conserva la acepción de garra en varios animales y que también es término que se usa en el mundo de la mar cuando un barco va a partir, zarpar, que viene a ser quitar la zarpa para poder navegar.


                En Asturies encontramos los vocablos que vienen a continuación:


                Zarpa, que es el vocablo que sirve para denominar la mano con uñas puntiagudas para agarrar, generalmente de los animales aunque también se dice de las personas.


                Zarpón, es un aumentativo que da significado a una zarpa grande. Zarpazu o farpazu, que es un golpe dado con la zarpa.


                También encontramos relación de la palabra harpa con vocablos que comienzan con la grafía G, por ejemplo:


                Garfa, Garfia y Garfiu, son términos que dan nombre a aperos con forma de garra, sobre todo relacionados con la mar.


                Garfa o Garfia, son vocablos que sirven para denominar a la mano o pie de un animal que tiene uñas o garras. Echar la garfa es agarrar algo con las uñas.


                Garfiella o garciella, es un cacillo con mango para agarrar la comida y echarla en el plato. Garfiellá es una porción de comida echada con la garfiella. Esgarfiellar es hacer ruido con las garfielles.


                Garfiellu es cada uno de los ganchos que cuelgan de las cadenas usadas en las antiguas cocinas de lar.


                Garfiu o Garciu, es un injerto. Esgarciar es estropear un árbol recien injertado por remover las garcias. Garciu, es un ganchu. Engarzar, es meter un ganchu o garciu por otro.


                Garcia, es nombre de animal, la garza. Quizás le venga dado por sus garras o la forma de su cuerpo.


                García y Garfiella se le llama a la raposa o zorra. Es un hecho que este animal por su ciclo vital de alimentación y en el contacto con los humanos tiene fama de robar, agarrar y rapiñar. De hecho raposu o raposa es un adjetivo que se da a los humanos que se comportan de forma semejante al animal. En Asturies también se le llama rapiega. Lo que enlaza con el vocablo rapio y harpago mencionado anteriormente en Coromines y Covarrubias. Esto está relacionado con los atributos de las harpías y también con el adjetivo que se les da a las personas que actúan con esas maneras de rapiñar o agarrar para ellas.


                Garfiñar es sinónimo de robar. Garrapiñar y Garrafiñar, es quitar una cosa agarrándola. Garsinar, es lo mismo que robar.


                Garbillo, se llama así al esparto largo y escogido que sirve para ramales y alpargatas. Parece tener relación con harpillera.


                Garbillo, se llama así a un arte de pesca. Garapiello, es un aparejo de pesca utilizado en Galicia para recolectar mariscos.


                Garapiellu es el vocablo con que denominamos lo que envuelve las avellanas según crecen y las une a la rama del árbol.


                Garbín, en Asturies, es un aparejo de pesca lleno de anzuelos utilizado para coger la sepia.


                Garabatu es un aparejo de pesca usado en la mar cantábrica para coger centollos. Garabatu o garabata, en Asturies, es un apero usado en las tareas del campo hecho de un mango largo rematado en un extremo con un travesaño lleno de dientes o púas que sirven para recoger o atropar la hierba.


               


                Garráu y pigarru o pigarra, se dice en Asturies de las personas avaras y que usan engaños para sacar beneficio.


                Garra, es la mano o pie de animal cuando estan armados de uñas corvas y fuertes, como las del águila.


                Garro, es un vocablo sinónimo de mano. Garrar, es coger con la mano. Desgarrar, es descuartizar algo en trocitos, generalmente con la mano o con algún objeto con forma de garra.


                Garrear, es un término usado en la mar que sirve para denominar el arrastre del ancla de un barco fondeado.


                Garrear, es un término que significa robar y vivir a expensas de otro. Garruchear, en Chile, es robar.


                Garrocha, con este vocablo se define una vara que en un extremo tiene un harpón de hierro para que se agarre cuando clave y no se desprenda. También se le llama así a una vara larga para picar a los toros.


                Garrochazo, es el término que sirve para definir un golpe dado con la garrocha. Garrancha, es un objeto semejante a un gancho.


                Garrote, es el vocablo que da nombre a una arma, maza o cachiporra de madera, utilizada antiguamente. Se aprovechaba para su construcción una rama, o raíz, de un árbol y se dejaban en un extremo los salientes laterales de la propia rama, para que, con su forma puntiaguda y curva, hiciera más daño al golpear. También se le llamó clava.


                Garrotero, en Chile, es el adjetivo que se usa habitualmente para denominar a la persona ruin y cicatera.


     


    De todos estos datos, puede vislumbrarse el significado del vocablo y su relación con otros a través del tiempo y en diferentes lenguas que parecen tener un origen común en un vocablo muy antiguo.


                Harpa es entonces igual a hoz, gancho, garra, garfio. Parece que es el vocablo que define aquello que es curvo, con forma de "C", que tiene capacidad de clavar, agarrar o pinchar, y que con el paso del tiempo va dando significado a una serie de objetos, herramientas, etc..., incluso apellidos como el caso que nos ocupa García y Farpón. Por lo que tenemos un gran desarrollo de este vocablo y de harpa, poemos encontrarnos con zarpa, farpa, harfe, con hache aspirada, garfio, garbín, garbillo, o garfiella, garciella, o garcía


                El momento en el cual se les ocurre a algunas personas utilizarlo como apellido, puede surgir de un mote, o del conocimiento de su significado y comparación con los adjetivos de animales y personas, y su aplicación para realzar el nombre. Los posibles derivados aplicados a la toponimia, ¿Quizá posesiones de personas con este nombre?, ¿Lugares donde habitaban animales como la garza o la garcía, si es que se les conocía por estos nombres?, ¿Lugares donde se utiliza para trabajar algún objeto-herramienta con este nombre?


     


          Este texto está entresacado de un trabajo publicado por mi y titulado: Harpa y la so presencia n’Asturies: www.asturshop.com/asturshop/infoprod.asp?idproducto=2081


     


     


     

  11. #11 dagar 12 de sep. 2007

    Biblioteca: Sobre el origen de García y de Gasteiz

    Saludos 


     Respecto al origen del vocablo garcía, con el animo de colaborar, aporto una serie de datos que hacen vislumbrar su origen y significado.


                El vocablo García, tiene, al menos, un desarrollo y significado que lo emparenta con los vocablos, por ejemplo, harpa, harpía, raposa, garfio o garciella, 


    Comenzaré por tanto por el vocablo harpa, y mostraré como puede desarrollarse para llegar a otras formas.


    Puede extrañar ver la palabra harpa escrita con H, pero la documentación etimológica nos lleva a recuperar esta grafía que desapareció o se abandonó en algunas lenguas, aunque esta letra tiene muchísima importancia para su estudio.


                La palabra llega a nosotros a través del vocablo Germánico harfe y el Griego arpa.(arpa).


                En este caso, en Griego, el vocablo harpa llevaba encima de la vocal inicial la grafía del denominado espíritu áspero "c" lo que señalaba su pronunciación aspirada.


                En el Latín, y en otras lenguas modernas, se conservó la grafía H para representar ese sonido y todavía se conserva en el Alemán: harfe; en Francés: harpe; en Inglés: harp; en Sueco harpan; en Holandés harpen y en el Portugués y Catalá: harpa.  Sin embargo, el Castellano o el Italiano abandonaron esta grafía.


                La palabra harpa, en Griego y en Germánico, acoge el significado de hoz o gancho y tiene relación con el vocablo harpía.  Esta relación está presente todavía hoy y puede notarse, por ejemplo, a lo largo de la historia del instrumento musical llamado harpa, sobre todo en la época medieval y en su ornamentación.


                En lengua francesa harpe tiene la acepción de garra o gancho. Harpar, en Castellano, vale como término con el significado de arañar o rasgar.


                Harpadura también es un arañazo o raspón en el cuerpo. Harpeo es un apero de hierro que vale para rastrillar el suelo marino como arte de pesca. En las batallas navales se utilizó para enganchar un barco a otro en el abordaje.


                Arpel es el vocablo con el que se define un apero parecido a una raedera, o zuela, con tres dientes que se rematan en punta.


                Arpaz es el adjetivo de rapaz o rapante en la zoología. Es un órden de pájaros carnívoros que viven de la rapiña.


                Arpa, en Griego arpa, quiere decir hoz, vocablo que también sirve para definir una especie de águila.


                Harpazo, en Griego arpazw, quiere decir arrebatar. Harpage, arpagh, quiere decir robo y también es un apero para rastrillar el campo. Era el apero que los latinos llamaban irpex o hirpex, que también existe en el Sabino urpex por hurpex, que viene de la raiz griega arpuia, harpyia, que quiere decir la que lo arrebata todo. Harpagare en Latín es agarrar.


                Harpa, en Catalá, es la mano del animal con dedos y uña corva, que en Castellano se convirtió en zarpa.


                Harpón, arpón, es un apero de hierro usado como arma, tipo lanza. Harpón también da nombre al objeto o la pica que señala la dirección del viento en una veleta.


                Harpe, es el vocablo que se utilizó para denominar un arma guerrera. Era una espada, sable curvo o cimitarra. Lo usó Mercurio contra Argos y Perseo contra Medusa. Este arma ya se utilizaba en las culturas mesopotámicas.


                Harpón, en arquitectura es una pieza de hierro soldada que sirve para unir dos muros o piezas de armadura. En este ámbito tambíén se le llama grapa. Arpicel es el vocablo que define una bisagra o gozne.


                Harpón, en medicina, es una herramienta puntiaguda con púas que se usa para sacar trocitos de tejidos con el fin de examinarlos en el microscopio.


                Harpaga, es un garfio de hierro; también es el adjetivo que se le da a una persona ladrona.


                Harpago significa robar y ladrón. Harpago, es quitar, robar, arrebatar con garfios; también significa harpón y gancho de abordaje. En Francés harpeau es un gancho de abordaje.


                Harpaxofobia, en medicina, es el nombre que se le da a la enfermedad que tienen las personas a las que les dan miedo obsesivo los ladrones.


                Harpin, en Francés, es el vocablo utilizado para denominar un gancho usado por los barqueros. Harpófilo es un género de plantas de la familia de las orquidaceas. Viene del Griego harpe, hoz y phyllon, hoja. Lo que viene a decir hojas en forma de hoz.


                Harpiae, es el adjetivo que se pone a una persona avara, rapaz. Harpiar es robar las cosas con violencia y rapidez.


                Harpar, según Covarrubias, es dividir en tiras, quasi farpar, de farpa, que en la antigua lengua castellana es una tira o trozo que cuelga de alguna ropa y llama farpas a las puntas de los pendones y estandartes.


                Harapo, es un pedazo o trozo cortado de una tela, en Coromines, dice que viene de farpar o harpar, que es romper en trocitos pequeños. Sobre todo se aplíca a la tela y los trajes. En Portugués y Galego se dice farrapo, en Italiano, frappare, en Francés, frape, todos estos vocablos tienen el significado de deshacer algo en pedacitos o desmenuzarlo.


                Jarapa, vocablo que conserva la pronunciación de la h aspirada, define una manta o alfombra hecha con los retales o recortes de otras telas.


                Harapiento, en Castellano es el adjetivo de una persona que anda vestida con harapos. También se dice desharrapado. En Asturianu se dice esgarrapáu.


                Harpillera, a la funda con que se envuelve la pieza de paño o seda por ser como deshecho y trozo de otro paño.


                En Asturianu se conserva otra grafía de inicio en el vocablo,


    la F


    , y nos encontramos con varios vocablos como:


                Farpa, que en el entorno del mundo de la indumentaria es una abertura en una falda o vestido.


                Farpón que es un aparejo de pesca, como un tridente, para pescar en el río y en la mar. También se denomina así al apero que sirve para agarrar la hierba y realizar los montones o balagares. Nos encontramos también Farpón como apellido.


                Farrapiu es el vocablo que sirve para definir una cosa menuda desprendida de otra. Farrapiezu es un trozo de tela o recorte. Farraperu o farramplu es el adjetivo que se les da a las personas que andan con la ropa destrozada. Desfarrapáu quiere decir destrozado y es el adjetivo de la persona que va mal vestida con recortes de tela o la ropa rota.


                Farraspa, farrasca, farraspiar y farramplar son términos que definen cuando nieva en pequeños copos. Esfarapar, esfarrapar y esfarraplar es destrozar en pequeños pedazos.


                Farpa está recogido como instrumento musical en varios textos desde el siglo 13, por ejemplo, en el verso 1545 del Libro d'Alexandre:


    Y havíe sinfonías, farpa, giga e rota.


                Otro texto es el del poema de Alfonso onceno escrito para commemorar la boda del Rey que se hizo en el año 1328 en el monasterio de las Huelgas, en Burgos, dice así:


    Otros estromentos mill con la farpa de Don Tristán. Hay que darse cuenta del uso del artículo femenino "la" harpa.


     


                Otro ejemplo del desarrollo en el vocablo de la pronunciación aspirada o áspera de la grafía de inicio "c", ademá de su paso por H y F, la tenemos en la grafía Z y en el vocablo zarpa, vocablo que todavía conserva la acepción de garra en varios animales y que también es término que se usa en el mundo de la mar cuando un barco va a partir, zarpar, que viene a ser quitar la zarpa para poder navegar.


                En Asturies encontramos los vocablos que vienen a continuación:


                Zarpa, que es el vocablo que sirve para denominar la mano con uñas puntiagudas para agarrar, generalmente de los animales aunque también se dice de las personas.


                Zarpón, es un aumentativo que da significado a una zarpa grande. Zarpazu o farpazu, que es un golpe dado con la zarpa.


                También encontramos relación de la palabra harpa con vocablos que comienzan con la grafía G, por ejemplo:


                Garfa, Garfia y Garfiu, son términos que dan nombre a aperos con forma de garra, sobre todo relacionados con la mar.


                Garfa o Garfia, son vocablos que sirven para denominar a la mano o pie de un animal que tiene uñas o garras. Echar la garfa es agarrar algo con las uñas.


                Garfiella o garciella, es un cacillo con mango para agarrar la comida y echarla en el plato. Garfiellá es una porción de comida echada con la garfiella. Esgarfiellar es hacer ruido con las garfielles.


                Garfiellu es cada uno de los ganchos que cuelgan de las cadenas usadas en las antiguas cocinas de lar.


                Garfiu o Garciu, es un injerto. Esgarciar es estropear un árbol recien injertado por remover las garcias. Garciu, es un ganchu. Engarzar, es meter un ganchu o garciu por otro.


                Garcia, es nombre de animal, la garza. Quizás le venga dado por sus garras o la forma de su cuerpo.


                García y Garfiella se le llama a la raposa o zorra. Es un hecho que este animal por su ciclo vital de alimentación y en el contacto con los humanos tiene fama de robar, agarrar y rapiñar. De hecho raposu o raposa es un adjetivo que se da a los humanos que se comportan de forma semejante al animal. En Asturies también se le llama rapiega. Lo que enlaza con el vocablo rapio y harpago mencionado anteriormente en Coromines y Covarrubias. Esto está relacionado con los atributos de las harpías y también con el adjetivo que se les da a las personas que actúan con esas maneras de rapiñar o agarrar para ellas.


                Garfiñar es sinónimo de robar. Garrapiñar y Garrafiñar, es quitar una cosa agarrándola. Garsinar, es lo mismo que robar.


                Garbillo, se llama así al esparto largo y escogido que sirve para ramales y alpargatas. Parece tener relación con harpillera.


                Garbillo, se llama así a un arte de pesca. Garapiello, es un aparejo de pesca utilizado en Galicia para recolectar mariscos.


                Garapiellu es el vocablo con que denominamos lo que envuelve las avellanas según crecen y las une a la rama del árbol.


                Garbín, en Asturies, es un aparejo de pesca lleno de anzuelos utilizado para coger la sepia.


                Garabatu es un aparejo de pesca usado en la mar cantábrica para coger centollos. Garabatu o garabata, en Asturies, es un apero usado en las tareas del campo hecho de un mango largo rematado en un extremo con un travesaño lleno de dientes o púas que sirven para recoger o atropar la hierba.


               


                Garráu y pigarru o pigarra, se dice en Asturies de las personas avaras y que usan engaños para sacar beneficio.


                Garra, es la mano o pie de animal cuando estan armados de uñas corvas y fuertes, como las del águila.


                Garro, es un vocablo sinónimo de mano. Garrar, es coger con la mano. Desgarrar, es descuartizar algo en trocitos, generalmente con la mano o con algún objeto con forma de garra.


                Garrear, es un término usado en la mar que sirve para denominar el arrastre del ancla de un barco fondeado.


                Garrear, es un término que significa robar y vivir a expensas de otro. Garruchear, en Chile, es robar.


                Garrocha, con este vocablo se define una vara que en un extremo tiene un harpón de hierro para que se agarre cuando clave y no se desprenda. También se le llama así a una vara larga para picar a los toros.


                Garrochazo, es el término que sirve para definir un golpe dado con la garrocha. Garrancha, es un objeto semejante a un gancho.


                Garrote, es el vocablo que da nombre a una arma, maza o cachiporra de madera, utilizada antiguamente. Se aprovechaba para su construcción una rama, o raíz, de un árbol y se dejaban en un extremo los salientes laterales de la propia rama, para que, con su forma puntiaguda y curva, hiciera más daño al golpear. También se le llamó clava.


                Garrotero, en Chile, es el adjetivo que se usa habitualmente para denominar a la persona ruin y cicatera.


     


    De todos estos datos, puede vislumbrarse el significado del vocablo y su relación con otros a través del tiempo y en diferentes lenguas que parecen tener un origen común en un vocablo muy antiguo.


                Harpa es entonces igual a hoz, gancho, garra, garfio. Parece que es el vocablo que define aquello que es curvo, con forma de "C", que tiene capacidad de clavar, agarrar o pinchar, y que con el paso del tiempo va dando significado a una serie de objetos, herramientas, etc..., incluso apellidos como el caso que nos ocupa García y Farpón. Por lo que tenemos un gran desarrollo de este vocablo y de harpa, poemos encontrarnos con zarpa, farpa, harfe, con hache aspirada, garfio, garbín, garbillo, o garfiella, garciella, o garcía


                El momento en el cual se les ocurre a algunas personas utilizarlo como apellido, puede surgir de un mote, o del conocimiento de su significado y comparación con los adjetivos de animales y personas, y su aplicación para realzar el nombre. Los posibles derivados aplicados a la toponimia, ¿Quizá posesiones de personas con este nombre?, ¿Lugares donde habitaban animales como la garza o la garcía, si es que se les conocía por estos nombres?, ¿Lugares donde se utiliza para trabajar algún objeto-herramienta con este nombre?


     


          Este texto está entresacado de un trabajo publicado por mi y titulado: Harpa y la so presencia n’Asturies: www.asturshop.com/asturshop/infoprod.asp?idproducto=2081


     


     


     


     

  12. #12 dagar 12 de sep. 2007

    Biblioteca: Sobre el origen de García y de Gasteiz

    Saludos 


     Respecto al origen del vocablo garcía, con el animo de colaborar, aporto una serie de datos que hacen vislumbrar su origen y significado.


                El vocablo García, tiene, al menos, un desarrollo y significado que lo emparenta con los vocablos, por ejemplo, harpa, harpía, raposa, garfio o garciella, 


    Comenzaré por tanto por el vocablo harpa, y mostraré como puede desarrollarse para llegar a otras formas.


    Puede extrañar ver la palabra harpa escrita con H, pero la documentación etimológica nos lleva a recuperar esta grafía que desapareció o se abandonó en algunas lenguas, aunque esta letra tiene muchísima importancia para su estudio.


                La palabra llega a nosotros a través del vocablo Germánico harfe y el Griego arpa.(arpa).


                En este caso, en Griego, el vocablo harpa llevaba encima de la vocal inicial la grafía del denominado espíritu áspero "c" lo que señalaba su pronunciación aspirada.


                En el Latín, y en otras lenguas modernas, se conservó la grafía H para representar ese sonido y todavía se conserva en el Alemán: harfe; en Francés: harpe; en Inglés: harp; en Sueco harpan; en Holandés harpen y en el Portugués y Catalá: harpa.  Sin embargo, el Castellano o el Italiano abandonaron esta grafía.


                La palabra harpa, en Griego y en Germánico, acoge el significado de hoz o gancho y tiene relación con el vocablo harpía.  Esta relación está presente todavía hoy y puede notarse, por ejemplo, a lo largo de la historia del instrumento musical llamado harpa, sobre todo en la época medieval y en su ornamentación.


                En lengua francesa harpe tiene la acepción de garra o gancho. Harpar, en Castellano, vale como término con el significado de arañar o rasgar.


                Harpadura también es un arañazo o raspón en el cuerpo. Harpeo es un apero de hierro que vale para rastrillar el suelo marino como arte de pesca. En las batallas navales se utilizó para enganchar un barco a otro en el abordaje.


                Arpel es el vocablo con el que se define un apero parecido a una raedera, o zuela, con tres dientes que se rematan en punta.


                Arpaz es el adjetivo de rapaz o rapante en la zoología. Es un órden de pájaros carnívoros que viven de la rapiña.


                Arpa, en Griego arpa, quiere decir hoz, vocablo que también sirve para definir una especie de águila.


                Harpazo, en Griego arpazw, quiere decir arrebatar. Harpage, arpagh, quiere decir robo y también es un apero para rastrillar el campo. Era el apero que los latinos llamaban irpex o hirpex, que también existe en el Sabino urpex por hurpex, que viene de la raiz griega arpuia, harpyia, que quiere decir la que lo arrebata todo. Harpagare en Latín es agarrar.


                Harpa, en Catalá, es la mano del animal con dedos y uña corva, que en Castellano se convirtió en zarpa.


                Harpón, arpón, es un apero de hierro usado como arma, tipo lanza. Harpón también da nombre al objeto o la pica que señala la dirección del viento en una veleta.


                Harpe, es el vocablo que se utilizó para denominar un arma guerrera. Era una espada, sable curvo o cimitarra. Lo usó Mercurio contra Argos y Perseo contra Medusa. Este arma ya se utilizaba en las culturas mesopotámicas.


                Harpón, en arquitectura es una pieza de hierro soldada que sirve para unir dos muros o piezas de armadura. En este ámbito tambíén se le llama grapa. Arpicel es el vocablo que define una bisagra o gozne.


                Harpón, en medicina, es una herramienta puntiaguda con púas que se usa para sacar trocitos de tejidos con el fin de examinarlos en el microscopio.


                Harpaga, es un garfio de hierro; también es el adjetivo que se le da a una persona ladrona.


                Harpago significa robar y ladrón. Harpago, es quitar, robar, arrebatar con garfios; también significa harpón y gancho de abordaje. En Francés harpeau es un gancho de abordaje.


                Harpaxofobia, en medicina, es el nombre que se le da a la enfermedad que tienen las personas a las que les dan miedo obsesivo los ladrones.


                Harpin, en Francés, es el vocablo utilizado para denominar un gancho usado por los barqueros. Harpófilo es un género de plantas de la familia de las orquidaceas. Viene del Griego harpe, hoz y phyllon, hoja. Lo que viene a decir hojas en forma de hoz.


                Harpiae, es el adjetivo que se pone a una persona avara, rapaz. Harpiar es robar las cosas con violencia y rapidez.


                Harpar, según Covarrubias, es dividir en tiras, quasi farpar, de farpa, que en la antigua lengua castellana es una tira o trozo que cuelga de alguna ropa y llama farpas a las puntas de los pendones y estandartes.


                Harapo, es un pedazo o trozo cortado de una tela, en Coromines, dice que viene de farpar o harpar, que es romper en trocitos pequeños. Sobre todo se aplíca a la tela y los trajes. En Portugués y Galego se dice farrapo, en Italiano, frappare, en Francés, frape, todos estos vocablos tienen el significado de deshacer algo en pedacitos o desmenuzarlo.


                Jarapa, vocablo que conserva la pronunciación de la h aspirada, define una manta o alfombra hecha con los retales o recortes de otras telas.


                Harapiento, en Castellano es el adjetivo de una persona que anda vestida con harapos. También se dice desharrapado. En Asturianu se dice esgarrapáu.


                Harpillera, a la funda con que se envuelve la pieza de paño o seda por ser como deshecho y trozo de otro paño.


                En Asturianu se conserva otra grafía de inicio en el vocablo,


    la F


    , y nos encontramos con varios vocablos como:


                Farpa, que en el entorno del mundo de la indumentaria es una abertura en una falda o vestido.


                Farpón que es un aparejo de pesca, como un tridente, para pescar en el río y en la mar. También se denomina así al apero que sirve para agarrar la hierba y realizar los montones o balagares. Nos encontramos también Farpón como apellido.


                Farrapiu es el vocablo que sirve para definir una cosa menuda desprendida de otra. Farrapiezu es un trozo de tela o recorte. Farraperu o farramplu es el adjetivo que se les da a las personas que andan con la ropa destrozada. Desfarrapáu quiere decir destrozado y es el adjetivo de la persona que va mal vestida con recortes de tela o la ropa rota.


                Farraspa, farrasca, farraspiar y farramplar son términos que definen cuando nieva en pequeños copos. Esfarapar, esfarrapar y esfarraplar es destrozar en pequeños pedazos.


                Farpa está recogido como instrumento musical en varios textos desde el siglo 13, por ejemplo, en el verso 1545 del Libro d'Alexandre:


    Y havíe sinfonías, farpa, giga e rota.


                Otro texto es el del poema de Alfonso onceno escrito para commemorar la boda del Rey que se hizo en el año 1328 en el monasterio de las Huelgas, en Burgos, dice así:


    Otros estromentos mill con la farpa de Don Tristán. Hay que darse cuenta del uso del artículo femenino "la" harpa.


     


                Otro ejemplo del desarrollo en el vocablo de la pronunciación aspirada o áspera de la grafía de inicio "c", ademá de su paso por H y F, la tenemos en la grafía Z y en el vocablo zarpa, vocablo que todavía conserva la acepción de garra en varios animales y que también es término que se usa en el mundo de la mar cuando un barco va a partir, zarpar, que viene a ser quitar la zarpa para poder navegar.


                En Asturies encontramos los vocablos que vienen a continuación:


                Zarpa, que es el vocablo que sirve para denominar la mano con uñas puntiagudas para agarrar, generalmente de los animales aunque también se dice de las personas.


                Zarpón, es un aumentativo que da significado a una zarpa grande. Zarpazu o farpazu, que es un golpe dado con la zarpa.


                También encontramos relación de la palabra harpa con vocablos que comienzan con la grafía G, por ejemplo:


                Garfa, Garfia y Garfiu, son términos que dan nombre a aperos con forma de garra, sobre todo relacionados con la mar.


                Garfa o Garfia, son vocablos que sirven para denominar a la mano o pie de un animal que tiene uñas o garras. Echar la garfa es agarrar algo con las uñas.


                Garfiella o garciella, es un cacillo con mango para agarrar la comida y echarla en el plato. Garfiellá es una porción de comida echada con la garfiella. Esgarfiellar es hacer ruido con las garfielles.


                Garfiellu es cada uno de los ganchos que cuelgan de las cadenas usadas en las antiguas cocinas de lar.


                Garfiu o Garciu, es un injerto. Esgarciar es estropear un árbol recien injertado por remover las garcias. Garciu, es un ganchu. Engarzar, es meter un ganchu o garciu por otro.


                Garcia, es nombre de animal, la garza. Quizás le venga dado por sus garras o la forma de su cuerpo.


                García y Garfiella se le llama a la raposa o zorra. Es un hecho que este animal por su ciclo vital de alimentación y en el contacto con los humanos tiene fama de robar, agarrar y rapiñar. De hecho raposu o raposa es un adjetivo que se da a los humanos que se comportan de forma semejante al animal. En Asturies también se le llama rapiega. Lo que enlaza con el vocablo rapio y harpago mencionado anteriormente en Coromines y Covarrubias. Esto está relacionado con los atributos de las harpías y también con el adjetivo que se les da a las personas que actúan con esas maneras de rapiñar o agarrar para ellas.


                Garfiñar es sinónimo de robar. Garrapiñar y Garrafiñar, es quitar una cosa agarrándola. Garsinar, es lo mismo que robar.


                Garbillo, se llama así al esparto largo y escogido que sirve para ramales y alpargatas. Parece tener relación con harpillera.


                Garbillo, se llama así a un arte de pesca. Garapiello, es un aparejo de pesca utilizado en Galicia para recolectar mariscos.


                Garapiellu es el vocablo con que denominamos lo que envuelve las avellanas según crecen y las une a la rama del árbol.


                Garbín, en Asturies, es un aparejo de pesca lleno de anzuelos utilizado para coger la sepia.


                Garabatu es un aparejo de pesca usado en la mar cantábrica para coger centollos. Garabatu o garabata, en Asturies, es un apero usado en las tareas del campo hecho de un mango largo rematado en un extremo con un travesaño lleno de dientes o púas que sirven para recoger o atropar la hierba.


               


                Garráu y pigarru o pigarra, se dice en Asturies de las personas avaras y que usan engaños para sacar beneficio.


                Garra, es la mano o pie de animal cuando estan armados de uñas corvas y fuertes, como las del águila.


                Garro, es un vocablo sinónimo de mano. Garrar, es coger con la mano. Desgarrar, es descuartizar algo en trocitos, generalmente con la mano o con algún objeto con forma de garra.


                Garrear, es un término usado en la mar que sirve para denominar el arrastre del ancla de un barco fondeado.


                Garrear, es un término que significa robar y vivir a expensas de otro. Garruchear, en Chile, es robar.


                Garrocha, con este vocablo se define una vara que en un extremo tiene un harpón de hierro para que se agarre cuando clave y no se desprenda. También se le llama así a una vara larga para picar a los toros.


                Garrochazo, es el término que sirve para definir un golpe dado con la garrocha. Garrancha, es un objeto semejante a un gancho.


                Garrote, es el vocablo que da nombre a una arma, maza o cachiporra de madera, utilizada antiguamente. Se aprovechaba para su construcción una rama, o raíz, de un árbol y se dejaban en un extremo los salientes laterales de la propia rama, para que, con su forma puntiaguda y curva, hiciera más daño al golpear. También se le llamó clava.


                Garrotero, en Chile, es el adjetivo que se usa habitualmente para denominar a la persona ruin y cicatera.


     


    De todos estos datos, puede vislumbrarse el significado del vocablo y su relación con otros a través del tiempo y en diferentes lenguas que parecen tener un origen común en un vocablo muy antiguo.


                Harpa es entonces igual a hoz, gancho, garra, garfio. Parece que es el vocablo que define aquello que es curvo, con forma de "C", que tiene capacidad de clavar, agarrar o pinchar, y que con el paso del tiempo va dando significado a una serie de objetos, herramientas, etc..., incluso apellidos como el caso que nos ocupa García y Farpón. Por lo que tenemos un gran desarrollo de este vocablo y de harpa, poemos encontrarnos con zarpa, farpa, harfe, con hache aspirada, garfio, garbín, garbillo, o garfiella, garciella, o garcía


                El momento en el cual se les ocurre a algunas personas utilizarlo como apellido, puede surgir de un mote, o del conocimiento de su significado y comparación con los adjetivos de animales y personas, y su aplicación para realzar el nombre. Los posibles derivados aplicados a la toponimia, ¿Quizá posesiones de personas con este nombre?, ¿Lugares donde habitaban animales como la garza o la garcía, si es que se les conocía por estos nombres?, ¿Lugares donde se utiliza para trabajar algún objeto-herramienta con este nombre?


     


          Este texto está entresacado de un trabajo publicado por mi y titulado: Harpa y la so presencia n’Asturies: www.asturshop.com/asturshop/infoprod.asp?idproducto=2081


     


     


     


     


     

  13. #13 dagar 13 de sep. 2007

    Biblioteca: Molinos hidráulicos romanos del Alto Imperio


    Saludos.


     


    Os expongo, en la galería de imágenes, una foto titulada: molinosarles, de la maqueta que hay en el museo de Arles de la serie de molinos movidos por agua de Barbegal, aunque, como se cita en el comienzo del artículo publicado en el 2006, y ya citado por Beturio en este enlace: http://traianus.rediris.es/textos/barbegal.pdf , esta hecha a falta de estudios más rigurosos.


    Por otro lado, en la villa romanizada de Glanum, situada muy cerca de Saint Remy de Provence, no muy lejos de Arles, zona donde, a día de hoy, tiene muy viva la cultura olivarera y del aceite, he visto una parte, o base, de una piedra de molino muy similar a las utilizadas para las moliendas de las aceitunas, como las que todavía se pueden ver en muchos lugares modernos con cultura olivarera, como Robledillo de Gata, en Cáceres. También expongo una foto de la piedra, titulada: molinglanum, en la galería de imágenes.


    http://www.casas-rurales.info/reportajes/fiestasytradiciones/204/index.php


    http://www.molinodelmedio.com/


    Por lo visto, Glanum, según los paneles informativos expuestos para la visita de las ruinas, en excavación, de la villa, estuvo habitada desde el siglo 7 adne. por los Salyens, de origen céltico, que veneraban a una divinidad céltica de las profundidades llamada Glanis. El culto se desarrrollaba junto a un punto de agua sagrada, reconocido y señalizado para la visita por los investigadores, pero hoy inaccesible.

  14. #14 dagar 18 de sep. 2007

    Biblioteca: Sobre el origen de García y de Gasteiz

    Saludos. 


    Creo que, a veces, ante la complicada explicación de un vocablo según ciertas reglas etimológicas, ayuda mucho a vislumbrar su desarrollo, y significado, contemplar el campo semántico que todavía queda vivo y en uso de un vocablo, lo que nos da una visión de su significado a través de la trasmisión oral, cuestión que, a veces, la escritura no nos proporciona, debido, en ocasiones, a la diferente forma en que cada persona haya creído que debía escribirse su pronunciación, dependiendo del lugar por donde se usó. Pero, a veces, sí queda vivo su significado, lo que me parece muy alentador para un estudio, y da resultados satisfactorios.


    Creo que en este caso, con garcía, tenemos un vocablo con estas características, en las que el campo semántico y su significado nos abre las puertas de su desarrollo, y podemos utilizar este sistema sin mucho recelo, ya que las posible soluciones se adaptan bien y parece que nos dan explicaciones que todas las personas podamos compartir en el mismo sentido.


    Verdaderamente, creo que el estudio de la palabra harpa, harfe, garfiella, garcía, etc…, es un tema muy agradecido de realizar por todo lo que conlleva y a los campos que nos transporta, que, ciertamente, son muchos, quizás por eso no encontrabamos una clave para todo.


    Por ejemplo, me parece muy interesante que en La Rioja también se conozca al zorro, raposo, como garcía, como ya expuse, este nombre vendría por el hecho de que este animal, por su ciclo vital de alimentación y en el contacto con los humanos tiene fama de robar, agarrar y rapiñar. De hecho, raposu o raposa es un adjetivo que se da a los humanos que se comportan de forma semejante al animal. En Asturies también se le llama rapiega. Lo que enlaza con el vocablo rapio y harpago mencionado en Coromines y Covarrubias.


    Para una posible explicación del vocablo garçon, esta idea del campo semántico también nos acerca a una solución.


    Recordemos que harpa, arpaz y rapio, rapaz, están relacionadas desde la antigüedad, con el significado de agarrar, robar y raptar. Arpaz es el adjetivo de rapaz o rapante en la zoología. Harpa, en Griego, también sirve para definir una especie de águila. Aves rapaces, por su conducta de robo, o de agarrar.


    Harpiae, es el adjetivo que se pone a una persona avara, rapaz. Harpiar es robar las cosas con violencia y rapidez.


    Rapaz es el vocablo que se aplica a un chiquillo por su avidez en la vida por coger las cosas, y se le aplicó a los jovenes que realizaban pequeños hurtos.


    Ser un aguililla, ave rapaz, también se suele aplicar en este sentido de los jovenes inquietos e inteligentes que saben como conseguir cosas.


    Rapaz, rapacín, o rapaciña, son vocablos todavía de uso cotidiano, al menos en Asturies y Galicia, y seguro que en muchos más lugares.


    Si tomamos la acepción francesa de garçon como mozo, chiquillo, estamos ante la misma explicación y el vocablo estaría emparentado directamente con lo ya expuesto.


    El hecho del vocablo garçon, aplicado al oficio de sirviente, o el que recoge, creo que sería una acepción del uso de chiquillos para servir en otros tiempos, que se trasmitió hasta nuestros días para este oficio, aunque actualmente lo desempeñen adultos. Por tanto, no habría problema para identificar garçon con garcía y lo ya expuesto.

  15. #15 dagar 23 de sep. 2007

    Biblioteca: Inscripción desconocida


    Muy buenas.


     


    Gracias a un dato proporcionado por una persona, José Manuel, de otro foro en donde he expuesto el tema, podemos conocer que sobre esta inscripción, en la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes,


    www.cervantesvirtual.com/servlet/SirveObras/rahis/23588403219314295843457/p0000001.htm


     


    www.cervantesvirtual.com/servlet/SirveObras/rahis/23588403219314295843457/p0000002.htm


     


    se puede consultar un manuscrito enviado a la Academia de Historia en 1845, a nombre de Pedro Sabau, quien fue Secretario de la Academia en la fecha que figura en la carta, según consta en este enlace: www.rah.es/laAcademia/organizacion/secretario2.htm


    Podemos comprobar que esta inscripción ya causaba interés, al menos a Santiago Piñeyro, quien escribió el manuscrito, donde, efectivamente, se da la referencia del tema tratado aquí. Apunta Santiago un dato sobre los poseedores o nombre por el que se conocía a la casa en ese momento, Quijano.


    Santiago Piñeyro comunica en el manuscrito que, para intentar descifrar este texto, consultó varias paleografías, en especial la Biblioteca Universal de Paleografia Española, de Christobal Rodríguez, publicada por Antonio Nassarre y Ferriz. Al mismo tiempo nos aporta su decepción ante el intento de descifrar su contenido o reconocer el tipo de escritura, situación que, después del tiempo transcurrido, parece que sigue igual. ¿Qué secreto esconderá algo tan visible?. Aprovecho para comentar que las fotos que se exponen las facilitó Luis Payno.


     


     


     


     

  16. #16 dagar 25 de sep. 2007

    Biblioteca: Inscripción desconocida



    Saludos


    Gracias a los datos proporcionados en otros foros, podemos ampliar este tema. Según palabras que reproduzco a continuación de un informante: en la Academia de Bellas Artes de San Fernando tienen, sin localizar, un molde con otra inscripción que había en la iglesia del mismo Cartes, románica, destruida en 1936, cuyos sillares, en parte, forman hoy la tapia del cementerio de Yermo, pero de las talladas nunca más se supo. Respecto a la inscripción, este verano me ha afirmado un ilustre vecino de Cartes que sí, que está ya traducido su significado, aunque en el propio ayuntamiento no saben dónde verlo. Así que, con paciencia, esperaré a que dicho personaje, que vive en invierno en Madrid, aparezca por su casa señorial, para que nos ayude. Hay otro vecino del pueblo que podría saberlo, pero está muy susceptible de facilitar cualquier contacto porque tiene previsto sacar un libro en breve.


    A lo que he respondido lo siguiente, y comparto también aquí, para una mayor difusión del tema.


    Muchísimas gracias por el comentario, parece que esto se anima, y el contexto de la inscripciones parece cada vez más interesante, y será una maravilla poder acceder en un futuro próximo a ese posible trabajo donde se trate de su traducción.


    El dato sobre las inscripciones en una iglesia románica de Cartes es muy interesante, pues igual pudieran tener relación, lo que dataría, al menos, una gran antigüedad a las mismas. ¿Alguien conoce a alguna persona que trabaje o tenga posibilidad de consultar los fondos de la Academia de Bellas Artes de San Fernando para preguntar por este tema?. Ya sabeís que muchas cosas no salen a la luz sencilamente por que nadie ha ido tras de ellas. En este caso, solamente la pura curiosidad me mueve a difundir este tema.


    Si alguna persona vive cerca de Cartes, o sencillamente conoce alguna otra inscripción que exista en los edificios antiguos de la villa, se agradecrá su aportación, ya que se ampliarán las posibilidades de documentación.


    Pienso que, solo por intuición y por buscar una explicación con la que abordar de alguna manera el tema, existe la posibilidad de que en la villa, dada la situación de los grabados, en el dintel de las casas, se adoptara o continuara con la costumbre, ya muy antigua y documentada, de buscar la protección la casa y de sus moradores mediante este tipo de dibujos, frases ocultas, conjuros, etc.


    Para apoyar esta idea, en el caso de que los grabados, o la costumbre de colocar en el dintel estas inscripciones, fueran más o menos contemporaneos, y si nos fijamos en la foto en la que aparecen las inscripciones ilegibles, justo en medio, se encuentra una cruz, símbolo, entre otras cosas, de protección, mientras que en la foto del grabado de la estrella de 5 puntas, se ve perfectamente que a ambos lados aparece un ser mitológico que en Asturies conocemos por El Cuélebre, una culebra alada. Este ser tiene atribuciones de guardían de tesoros, de habitante de cuevas, de raptor y comedor de hombres y mujeres, y toda una transcendia en lo popular que sigue viva en la memoria de mucha gente en Asturies a día de hoy, aunque claramente en declive por la pérdida de las generaciones anteriores. Recordemos que culturalmente la zona está muy próxima y llegó a ser parte de Las Asturias de Santillana.


    Como bien está documentado, la estrella de cinco puntas dentro de un círculo tiene un claro significado, entre otros, de protección contra el mal y lo desconocido, en la tradición asturiana, mismamente Constantino Cabal, recoge un método para librarse de la Güestia, o Santa Compaña, si te pilla de paso, y  es, precisamente, trazar un círculo con una estrella de cinco puntas dentro, y quedarse quieto dentro de ella, así nada te prodrá hacer esta macabra procesión.


    Si nos fijamos, aparte de la posible casualidad ornamental y artística del grabado, los dos cuélebres se dibujan con la cabeza hacia el círculo pero en posición de rechazo.


    ¿Será entonces ésta una manera antigua de buscar la protección de los habitantes de las casas de Cartes?. ¿Estaremos delante de algún tipo de escritura-conjuro, conocida por tanto por un ámbito reducido de personas?.


    Si se os ocurre alguna idea será bienvenida. 


     

  17. #17 dagar 28 de sep. 2007

    Biblioteca: Inscripción desconocida



    Muy buenas 


    Dándole vueltas al tema de las inscripciones y los símbolos que aparecen en ellas, observé que hay una serie de puntos romboidales que figuran en varios renglones y en número variable, hasta un máximo de tres juntos.


    Estos puntos me recordaban algo y ya me di cuenta de a qué. Son iguales a los usados en la notación musicales de muchos códices y conocidos como punctum inclinatus, punto inclinado, que unidos a otros símbolos pueden cambiar su significado, como el climacus, escalera. http://interletras.com/canticum/notacion.html


    No sé si se utilizaban en alguna otra clase de escritos con algún significado concreto, pero los que aparecen en esta inscripción de Cartes son iguales, ¿Tendrán algo que ver con alguna posible anotación musical?. En todo caso, su uso puede ayudar a datar la inscripción.


     


     

  18. #18 dagar 06 de oct. 2007

    Biblioteca: LA CRUZ CELTA.

    Saludos.



      Sobre este tema de lo que se da en llamar cruz céltica, de mano, creo que lo más prudente es comentar que la reconocemos por este término debido a su presencia en diferentes lugares, que damos en llamar célticos, y por sus características de ornamentación y diseño. No conozco exactamente cual es la primer representación conocida de este tipo de cruces, aunque, al menos, creo que en el siglo 8 ya aparecen.  Si alguien puede aportar datos concretos sobre su aparición, se agradecerá.


    He leído en esta página, donde figura una recopilación de cruces,  www.shee-eire.com/Sites&Monuments/Celtic-Cross/ccross.htm, que hay cruces precelticas¿..?. Pero no dicen a que se refieren, ni en que se basan para ello, incluso en esta página, hay un curioso artículo comentando que el diseño de las cruces podría ser tambien una evocación de una herrramienta de navegación. En este otro enlace hay una buena recopilación de monumentos y cruces: www.megalithomania.com/show/site/338


    A continuación, paso a describir, y documentar, una idea sobre qué pueden representar este tipo de cruces. Mi idea parte de la siguiente observación. He tenido la suerte de visitar la iglesia de la Abadía de la Sainte-Croix, en Kemperle, Breizh, datada en el año 1029. En el siguiente enlace hay información sobre este edificio: http://fr.wikipedia.org/wiki/Abbaye_Sainte-Croix_de_Quimperl%C3%A9


    En la galería de imágenes expongo foto de la iglesia de Kemperle con el título: cruzceltastecroixkemperle1.


    Esta iglesia tiene una característica constructiva que la hace singular, y es el diseño de su planta, que es circular, singularidad que tiene paralelismos con algunos otros edificios, muy pocos, como la iglesia que se encuentra en el territorio del estado francés, en la iglesia de Neuvy-Saint-Sepulcre, en Berry.


    www.art-roman.net/neuvy/neuvy.htm




     La visita de este edificio se hace extraña y diferente por su singularidad, y proporciones. Durante esa época se exhibía en la iglesia una exposición sobre la historia de la Abadía, y entre varios paneles expositivos, figuraba un plano de la misma. Plano que expongo en la galería de imágenes con el título: cruzceltastecroixkemperle2.


    Durante la visita a esta iglesia no percibía realmente su diseño, pero nada más ver este plano, como observaréis, lo primero a lo que recuerda es a una cruz de las llamadas célticas. Que casualidad, pensé, más la singular planta tenía más particularidades, como la de su sepulcro, justo debajo del altar, que está colocado a manera de cúpula del mismo sepulcro, altar que está colocado en el centro de este diseño circular, pero la característica más importante es que su planta se ideó, al igual que otras con el mismo diseño, pensado en la relación directa e imitación de la forma de lo que se conoce como Santo Sepulcro de Jerusalen, evidentemente, al menos, a finales del siglo 9 y principios del siglo 10. Es decir a su imagen y semejanza.


    En la galería de imágenes he expuesto una foto con el título: cruzceltasantKadou, de una cruz llamada céltica que se encuentra en Sant Kadou, Breizh, coronando el tejadilo de una construcción cerrada, a modo de pequeña casa, que acoge una fuente marina, es decir, mana agua dulce, pero cuando sube la marea se inunda con agua de la mar.



    En los enlaces siguientes se puede ver un estudio sobre el tema del Santo Sepulcro, planos y otros dibujos, vistas e informaciones interesantes.


    http://fr.wikisource.org/wiki/Dictionnaire_raisonn%C3%A9_de_l'architecture_fran%C3%A7aise_du_XIe_au_XVIe_si%C3%A8cle_-_Tome_8,_S%C3%A9pulcre


    http://perso.infonie.be/parcours/jerusainte5.html


    www.christusrex.org/www1/jhs/TSspquar_Es.html


    www.christusrex.org/www1/jhs/TSspintr_Es.html


    La cuestión que planteo es que, si en la gran mayoría de las cruces que conocemos por célticas, y otros monumentos cristianizados del Éire, Alba, etc…, se encuentran representadas escenas bíblicas, y su diseño es igual al diseño del Santo Sepulcro ¿No estarían representando, en su presente, y dejando el legado para el nuestro, como era el lugar del enterramiento de Cristo?, que mejor idea de Cristianismo que tener cerca el lugar de entierro de su divinidad y recordarlo constantemente, buscando incluso su protección.


    Esto conllevaría que las primeras dataciones de representaciones de cruces llamadas célticas nos darían infomación, probablemente detallada, a modo de plano, de cómo era el Santo Sepulcro en esa época. Lo que puede ayudar a quienes investigan este tema, y desde luego, el posible celtismo que se encuentre en ellas, hay buscarlo, al menos, desde otro ángulo.


     

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