Autor: flavio
sábado, 29 de noviembre de 2003
Sección: Artículos básicos para iniciarse
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Vasconia o la España sin romanizar. Tésis de Claudio Sánchez Albornoz

Tésis de Claudio Sánchez Albornoz sobre la trayectoria histórica de los Vascos, los vascongados, Vascongadas y Vasconia, y su participación en la construción de nuestra Patria.. Incluida en el ensayo, de obligatoria lectura, "España, un enigma histórico"






En la historia de España pueden señalarse dos procesos encontrados, contrapuestos, sincrónicos durante cerca de un milenio y al cabo complementarios. Uno tiene como meta y otro como punto de partida el País Vasco. Su enunciación va a sonar a paradoja. El primero se inició dos siglos antes de Cristo y no ha terminado todavía. El segundo comenzó hace mil años y está aún sin rematar. No sé si jamás serán completados. Me refiero a la romanización de la Península todavía inconclusa a los veintidós siglos de iniciada, porque aún está por romanizar un jirón de España en los Pirineos occidentales: una parte de Vasconia. Y a la vasco-castellanización de Hispania, incompleta a los mil años de haber comenzado. ¿Paradoja? No. Realidad. Esos dos lentísimos procesos multiseculares y sincrónicos, contrapuestos y complementarios, son una realidad innegable del pasado de los peninsulares. Una realidad que ha influido decisivamente en la acuñación de lo español. Los dos tienen por pivote al País Vasco. La romanización no le ha ganado todavía por entero -sólo por ello se distingue del resto de España. Y de esa España sin romanizar- que nadie se escandalice de las dos afirmaciones- surgió el intento de vasconización de la Península por obra de Castilla, histórica prolongación -no por poco conocida menos auténtica- de la Vasconia no romanizada, o, lo que es igual, no occidentalizada aún, cuando el pueblo castellano nació de la matriz vasco-cantábrica.

No soy el primero en lanzar la idea de la acción vasconizante castellana. Menéndez Pidal al estudiar los "Orígenes del español" defendió ya la teoría de que Castilla había metido una cuña vasca en Hispania. Aludía al castellano, claro está. Cabe ampliar su tesis de lo lingüístico a lo social y a lo vital. Alartinet ha aludido a esa influencia, pero el tema merece un libro Y me parece seguro que quienes hoy se llaman vascos -en verdad están vasconizados- no son, más que les pese, sino españoles todavía no romanizados de manera integral. Ellos mantienen aún viva y vivaz la lucha iniciada contra Roma por Indíbil y Mandonio -nueva aparente paradoja. Y Castilla prosigue aún la medieval aventura iniciada por Fernán González contra lo occidental, es decir de revancha contra Roma.

No participo del optimismo del gran prehistoriador austríaco Menghin, que ha llegado a escribir: ya no existe el enigma vasco. Cree que en el neolítico llegaron a España inmigrantes caucásicos que habrían ido avanzando a través de las penínsulas y de las islas del mar Mediterráneo; habrían desembarcado en el S. E. hispánico, se habrían mezclado con los habitantes de España, entre los que había elementos de población de estirpe africana y habrían constituido las masas protoibéricas y entre ellas las vasconas. Es muy probable que acierte Menghin pero su tesis necesita pruebas más sólidas que las por él alegadas para merecer el asenso unánime de los estudiosos. Viene en todo caso a sumarse a las que establecen un estrecho parentesco entre iberos y vascones. De ese parentesco sí podemos estar seguros. ¿Fueron los vascones una tribu de los iberos africanos, como se creyó antaño, cuando se juzgó su lengua idéntica a la de éstos? ¿Constituyeron una tribu de los iberos venidos del Cáucaso, puesto que hoy su habla se enlaza por muchos estudiosos con las hablas caucásicas? ¿Derivan vascones, iberos y aquitanos de un tronco común hurro-elamio, caucásico, como quiere Menghin? ¿Fueron los vascones, según piensan Bosch y Tovar, pirenaicos iberizados por los protoiberos africanos? No es lícito asentir sin reservas a ninguna de esas hipótesis. Pero fuerzan a tener por seguro el íntimo parentesco de los éuscaros con gran parte de la población primitiva de Hispania: A) la extensión, no sólo del nombre ili o iri = ciudad, sino de otra variada serie de topónimos vascos por grandes zonas de España: por Andalucía, levante, el Ebro, la meseta -ahí están, entre otros muchos, Arriaca, la Guadalajara de hoy y el pico abulense llamado Gorría-, es decir, por el solar de expansión de los almerienses iberos, desde Río Tinto hasta el Garona -sin la celtización, la romanización y la arabización de la toponimia peninsular es seguro que serían aun más numerosos en España toda los topónimos de raíz éuscara. B ) El hallazgo de palabras y aun de frases vascas en inscripciones ibéricas: plomos y vasos -remito a la reciente síntesis de Beltrán sobre tales hallazgos- y de nombres de personas de estirpe vascona en inscripciones romanas que registran habitantes en tierras iberas -por ejemplo en el bronce de Ascoli. Vasconia no es, no, un islote aislado y perdido en el océano de revueltas aguas de la Península; es simplemente el último rincón de ésta donde se habla todavía -naturalmente muy transformada al correr de los siglos- la lengua de buena parte de los españoles primitivos.

Arqueológicamente nada distinguió a Vasconia -empleo provisionalmente esta palabra con la amplitud inexacta con que hoy se usa por los vascos- del resto de España. En el paleolítico superior conoció la cultura franco-cantábrica y en el epipaleolítico las culturas aziliense y asturiense. Hasta ella penetró en el neolítico la hispano-mauritana o de las cuevas. En ella convergieron la cultura megalítica llegada a España de Oriente y de África y propagada por la costa atlántica y septentrional rumbo a los Pirineos de Occidente, la del vaso campaniforme recreada en Andalucía al contacto de los hispanos con los inmigrantes asiánieos y extendida radialmente a toda España desde la central meseta inferior, y la cultura almeriense media que subió por la costa levantina y por el Ebro. Los hallazgos arqueológicos realizados en el País Vasco y en Navarra -véanse en el libro de Barandiarán-comparados con los que se han realizado y siguen realizándose en el resto de España no dejan lugar a dudas sobre tal realidad. Los prehistoriadores no me dejarán mentir. Claro está que a la depresión vasca llegaban antes y con más intensidad las culturas y los pueblos procedentes de Cantabria, y a Navarra, los pueblos y las culturas del Centro y del Ebro; y algunos de los primeros -la civilización franco-cantábrica, el aziliense, y el asturiense- no pasaron a tierras navarras, y algunos de los segundos -la cultura de las Cuevas- no penetraron en la depresión vasca. Esa diferenciación separó ya en fecha remotísima a los auténticos vascones -aragoneses de Occidente y navarros- de las gentes de la costa: várdulos, caristios y autrigones. Esa diferenciación fue pareja de las que fueron creando los núcleos raciales y culturales primigenios de las otras tribus primitivas de Hispania. Y no contradice la innegable condición mestiza, étnica y culturalmente, de los habitantes en el doble solar de la Vasconia histórica. Cráneos dolicocéfalos de estirpe ibérica se han hallado en tierras vascongadas, según Campión, y todavía pueden distinguirse los morenos, enjutos y pequeños, de Val de Erro, de los fornidos, altos y musculosos del Roncal.

Tuve a várdulos, caristios y autrigones, es decir, a los vascos de hoy, por miembros de la gran familia cántabra al estudiar las tribus que habitaron el solar geográfico del reino de Asturias en la época romana. Los diferencian de los vascones: los geógrafos, la arqueología y la historia. Un texto de César establece la vecindad de Cantabria y Aquitania. Estrabón extendió aquélla hasta Vasconia y el Pirineo, y destacó la semejanza de costumbres de todas las gentes cantábricas que habitaban en la zona que el Pirineo y Vasconia limitaban. Los romanos distinguieron con nitidez a los vascones de los várdulos y los caristios; incluyeron a los primeros, con los otros pueblos del Ebro, en el Conventus juridicus caesaragustanus, cuya capital era Zaragoza, y a los segundos, con los cántabros, en el Conventus cluniensis, cuya capital, Clunia, estaba en el Duero. Gómez Moreno, al estudiar a los iberos y su lengua había señalado precisas diferencias arqueológicas, onomásticas y toponímicas entre el solar histórico de los vascones y el de los várdulos, caristios, autrigones y cántabros. Menéndez Pidal los distinguió asimismo al examinar algunos problemas del sustrato toponímico hispano. En su estudio sobre los pueblos del norte de España", Caro Baroja ha defendido con argumentos de peso que Cántabros, autrigones, caristios y várdulos hablaban una misma lengua y que era segura su unidad cultural y vital. No hace mucho, al historiar la lengua vasca en relación con la latina, ha reconocido aún, que ninguno de los pueblos que Ptolomeo incluye dentro del territorio várdulo o caristio tiene nombre de claro tipo vasco-aquitano. Y los textos históricos reunidos por Schulten hace muchos años aseguran la perduración de las diferencias históricas entre los vascones de ayer y los vascos de hoy hasta el año 808. Por tanto, no sólo es lícito sino obligado establecer en las sierras de Urbasa, Andía y Aralar la frontera perdurable que ha separado dos comunidades históricas dispares: la Euzcadi de hoy de la Navarra milenaria. Los navarros o eran iberos puros o hermanos de los puros iberos o estaban profundamente iberizados; y los habitantes de la depresión vasca si no eran Cántabros estaban muy emparentados con ellos.

Unos y otros fueron después preceltizados primero y celtizados luego, intensamente Por los Pirineos occidentales vasco-navarros entraron en España los preceltas -ilirios o como quiera llamárseles- y más tarde los celtas históricos; y si los preceltas avanzaron muy hacia el interior de la Península -hoy se los supone refugiados en la cordillera cántabro-astur y en la cárpetovetónica- los celtas se extendieron a todo lo ancho y a todo lo largo del solar peninsular de Hispania. Taracena y Vázquez de Parga primero, y Maluquer después, han ido hallando importantes restos de poblados preceltas y celtas en Navarra y antes ya se inclinaba Bosch Gimpera a reconocer la celtización de várdulos y caristios. El supuesto islote vasco fue por tanto anegado por las oleadas de los nuevos invasores de la Península. Tovar se inclina a creer que es celta el nombre mismo de la tribu: barscanes. Significaría "los orgullosos" o "los de las cimas". En las cimas habrían permanecido empecinados y orgullosos y así habrían logrado salvar su personalidad histórica, matizada, claro está, por el aporte celta -la lengua vasca acusa esa influencia -pero sin llegar a celtizarse integralmente.

Tras el aporte ibero, el celta; el pueblo vascón recibía las mismas transfusiones sanguíneas y culturales y padecía o gozaba de las mismas simbiosis o antibiosis que los otros pueblos hispanos: Los vascos continuaban la gran navegación de la historia dentro de la nave española. Y así siguieron en la etapa inmediata de ese multisecular crucero histórico, cuando los romanos pusieron pie en España.

Que me perdone Mendizábal si me parece invención peregrina de su ingenio el pacto vasco-romano contra los celtíberos, pacto que carece de toda apoyatura histórica y que absolutamente nada justifica. Sempronio Graco firmó con los vascones y con los celtíberos acuerdos parejos cuando Roma entró por primera vez en contacto con ellos, antes de iniciar su sojuzgamiento. Los romanos ganaron luego Vasconia sin gran lucha -la Vasconia abierta del Sur, claro está- y en seguida comenzó su romanización.
El vasco vuelve a acusar la nueva inundación de modo evidente. Pero el ímpetu vital y la tozudez vascona lograron conservar otra vez la maravilla e su lengua neolítica en las asperezas de sus sierras: en el Saltus Vasconum

Muchos pueblos peninsulares ibéricos o iberizados habían logrado también, como el vasco, salvaguardar sus ancestrales personalidades históricas libres del impacto de lo precelta y de lo celta. Tanto como los vascones y aun más que los vascones, pues algunos de ellos no recibieron siquiera la visita de ninguno de los dos invasores y otros consiguieron rechazar o absorber a las masas celtas llegadas antes o después hasta sus solares nacionales. Pero no ocurrió otro tanto frente a la romanización. Esta fue más pertinaz, intensa, continua y duradera. Roma ganó en España muchas batallas, como el Cid de la leyenda, después de su muerte. Después de morir como potencia imperial, su tradición cultural, recogida por la Iglesia y prolongada en la única civilización con vigencia en la Península durante algunos siglos, prosiguió triunfando en tierras hispanas.

Debemos a Caro Baroja páginas excelentes sobre la extensión y la profundidad de la romanización en Vasconia. Alcanzó un área mucho mayor de lo que solía pensarse y una intensidad tal que, según el mismo autor demuestra, los vascones, aunque parezca inverosímil, se convirtieron en agentes de romanización. ¿Dónde? En la depresión vasca. Curioso fenómeno; a un tiempo llevaron a ella su propia herencia temperamental y, con ella, algunas reliquias de su iberismo remoto y de su reciente romanismo.

Por causas que nos escapan los vascones mostraron un extraño dinamismo eruptivo con ocasión de la caída del poder romano en España. La bagaudia o revolución campesina comenzó a agitar el País en el siglo IV. No conocemos bien su proceso originario. ¿Fue provocada por el enfoque entre la hombría de las masas rurales y la declinación de su condición jurídica dentro de un régimen agrario de signo señorial? No sé, pero la bagaudia adquirió en tierras vasconas una acuidad extrema, bien conocida: aludí a ella al estudiar el prefeudalismo occidental. ¿Provocó la bagaudia la erupción del dinamismo vascón al desencadenar fuerzas vitales hasta allí contenidas? No es imposible; pero no gusto de convertir las conjeturas en afirmaciones. Cualesquiera que fueran sus causas la exaltación de la potencia histórica de Vasconia a partir del siglo V es indudable. Y lo son sus desbordes energéticos de tipo expansivo. Los he señalado dos veces. Traté de la invasión vascona de Aquitania hace unos veinte años, al examinar los cambios sufridos por el ejército ultrapirenaico en los albores del feudalismo. Y hace poco he estudiado la entrada de los vascones en la depresión vasca, al examinar los orígenes del nombre de Castilla. Ni uno ni otro desborde expansivo son dudosos. Del primero han conservado recuerdo las crónicas francas y se han ocupado los historiadores de allende el Pirineo. Scliulten, Gómez-Moreno, Menéndez Pidal han señalado, acordes en lo esencial, la entrada de los vascones en la Euzcadi de hoy. Creo haber probado que coincidió con esa etapa explosiva de un hasta entonces insospechable dinamismo vascón. Caro Baroja reconoce como hecho histórico la vasconización de la toponimia del solar de várdulos y caristios, es decir, de las provincias vascongadas; y es segura tal vasconización. Señala además que los vascones introdujeron en ellas muchos nombres con terminación en ain, que cree resultado de la romanización de Vasconia, y otros topónimos alusivos a la organización urbana y a estilos de vida que esa romanización hizo conocer a los vascones, pero que nunca existieron antes en la depresión vasca. Los cree importados por los reyes de Navarra; pero conocemos hoy bastante la historia del País Vasco y del reino de Pamplona durante los siglos VII al X y puede de ella deducirse que desde la antigua Vasconia no pudieron bajar entonces a la nueva esos extraños topónimos locales. Porque los soberanos pamploneses no dominaron durante esos siglos el solar de Euzcadi y porque en sus colonizaciones de esa época exportaban nombres geográficos con final en utri; lo acredita la toponimia vasca de la tierra riojana.

La entrada de los vascones en tierras de várdulos y caristios acaeció -no vacilo al afirmarlo- durante el período de anarquía que siguió a la caída del poder romano en España. Los geógrafos e historiadores griegos y romanos y el mismo cronista español del siglo v, Hidacio, interpusieron a caristios y várdulos entre cántabros y vascones. Los hicieron ya vecinos: Venancio Fortunato en el siglo VI y Julián de Toledo en el VI y en el X Alfonso III presenta a los vascones en los llanos de Álava. Fresca entonces su romanización, los invasores de Euzcadi llevaron a ella, con sus formas de vida nunca olvidadas -entonces introdujeron en el País Vasco de hay la rueda maciza de abolengo ibérico-, los referidos topónimos locales, producto de su intensivo contacto con Roma Al entrar en Euzcadi empujaron hacia Castilla a una parte de los várdulos y caristios; algunos se acogieron a los montes -los moradores de Tulonio, ciudad de la llanada de Álava, se refugiaron en la sierra a que dieron nombre -y los que permanecieron en sus antiguas sedes fueron inundados de vasquismo. Como cada tribu hispana al aceptar el latín creó su propio dialecto romance -donde esos dialectos se han conservado hasta hoy, como ocurre en el norte de España, las fronteras dialectales marcan las lindes de las viejas tribus primitivas-, así las tribus vasconizadas a partir del siglo v, crearon asimismo sus propios dialectos del vasco, también conservados hasta nuestros días.

Vasconia no habría llegado a romanizarse integralmente, y la zona por ella vasconizada en fecha históricamente reciente habría salvado, en su hoya y hasta hoy, unas formas de vida que le habrían sido impuestas como resultado de su conquista por los vascones de Navarra y de Aragón. Lo abrupto y cerrado de los Pirineos navarro-aragoneses habría hecho posible la perduración en ellos de la herencia temperamental primitiva. La caída de Roma, al permitirles vivir a la intemperie histórica e inducirles a abandonar su postura receptiva, habría interrumpido el curso de su romanización. El dinamismo explosivo que padecieron o gozaron en seguida y los éxitos expansivos que obtuvieron afirmaron luego su personalidad ancestral. Y la perduración a lo largo de tres siglos, hasta el mismo día de la conquista musulmana, de sus luchas con la monarquía hispano-goda, completaron el doble proceso: de detención perdurable de la inconclusa romanización y de perdurable exaltación de sus tradiciones tribales. A la hoya vasca, situada en un minúsculo rincón aislado del mundo romano, sin riquezas entonces codiciables y de difíciles comunicaciones, había llegado la acción de Roma menos intensamente que al resto de España. Encerrados várdulos y caristios entre el mar y los montes, en una depresión que no llevaba a parte alguna, no pudieron atraer la atención de los colonizadores romanos. La presencia en Velegia-Iruña -todavía avanzado el siglo IV- de una importante guarnición imperial, según el testimonio de la Notitia Dignitatum, atestigua la escasa romanización del País poco antes de la caída del señorío de Roma en la Península. Por ello después de su vasconización -ésta implicaba simplemente la afirmación de los matices vitales y temperamentales de una tribu hispana vecina, de historia no disímil aunque más saturada de iberismo-, la nueva Vasconia, aislada en su pequeño solar, pudo convertirse en un sagrado reservorio de vasquismo y por tanto de hispanismo primigenio, mientras la auténtica Vasconia, menos cerrada, más en perpetuo contacto con las gentes del valle del Ebro y en uno de los eternos caminos de comunicación entre Hispania y la Galia, era arrastrada por el torbellino de la historia islámica de España.
He estudiado con detención el tema. Los contactos entre musulmanes y vascones empezaron en los mismos días de la invasión de España. Muza cruzó el solar de Vasconia al subir Ebro arriba en su última campaña del 714. Antes del 718 los invasores ocuparon Pamplona la primitiva tierra de los vascos siguió la misma suerte que las otras tierras peninsulares en aquella hora triste en que los islamitas conquistaron nuestra patria común. Otra vez se afirmó la comunidad de destinos de todos los hispanos.

Esa comunidad de destino llevó pronto a los españoles del Norte a alzarse contra sus dominadores musulmanes. Los astures se sublevaron con Pelayo en 718 y vencieron en Covadonga en 722; por entonces debieron también rebelarse los cántabros; los vascones sacudieron el yugo islamita después de la derrota de Poitiers del 732. Todos los septentrionales fueron duramente combatidos por 'Uqba (734-739); resistieron las gentes del Cantábrico, sucumbió Vasconia. La rebelión general de los berberiscos en África y España (739-740) y las guerras civiles que durante algunas décadas asolaron a Al-Andalus permitieron a todos salvarse de la grave amenaza; el reino de Oviedo pudo afirmar su libertad y los vascones pudieron recuperar la suya. La serrana y marítima monarquía asturiana abarcó una larga faja de tierra que iba desde el Finisterre al Pirineo. La loca geografía del País y el no olvidado secesionismo hispano dificultaron la unión de los gallegos y de los vascones al reino unido de astures y cántabros. Pero los soberanos ovetenses lograron a la postre la unidad. La aseguró un rey, hijo de una vasca, Alfonso II (791-842)

Entretanto la Vasconia primitiva, siempre más vinculada al valle del Ebro que la nueva Vasconia, siempre a su vez más hermanada con las gentes del Cantábrico, comenzó a vivir su propia vida. He logrado renovar la historia de los orígenes del reino de Navarra. A fines del siglo VIII Pamplona se hallaba sometida a Córdoba y era gobernada por un renegado de la familia hispano-goda de los Banu Qasi', llamado Mutarrif. Se alzaron contra él y le mataron los vascones no sabemos si por propia o extraña iniciativa. Para vengar su muerte, sus familiares, que señoreaban Tarazona y Borja, se aliaron con un caudillo de la Vasconia ultrapirenaica -¿de Bigorra?-, Iñigo Arista; juntos derrocaron a los asesinos de Mutarrif, se apoderaron del País y así surgió a la historia un nuevo reino en torno a Pamplona, no mucho después del año 800. Las vinculaciones consanguíneas y políticas entre las dos familias, vascona y muladí, permitieron a los Aristas y a los Muzas defenderse alternativamente de Aquistarán y de Córdoba. Y en adelante el nuevo reino, heredero directo de la Vasconia ancestral primigenia, vivió muy mezclado a las gentes de su propia estirpe ibérica.

La Vasconia clásica y la nueva Vasconia se separaron otra vez por casi tres siglos. La Euzcadi de hoy no había sido sometida por las huestes islamitas. La Crónica de Alfonso III, en oposición a las tierras que hubieron de ser repobladas -naturalmente por haber sufrido los zarpazos de la invasión muslim-menciona a Alava, Vizcaya y Orduña, como siempre poseídas por sus antiguos habitantes; y ello implica, claro está, que tampoco la lejana Guipúzcoa habría sido combatida por los mahometanos. En Córdoba empezaron a interesarse por la frontera oriental del reino de Oviedo a fines del siglo VII. Algunas huestes cordobesas aparecieron ya por Álava y Castilla en 792, 796 y 801; en este año fue terriblemente derrotado en las Conchas de Argazón un poderoso ejército islamita. Desde Córdoba fueron también atacados los Muzas del Ebro y los Aristas de Pamplona; los primeros se sometieron y su sumisión protegió a sus familiares y aliados pamploneses. Cerca de dos decenios se prolongó ese estado de cosas. Durante ellos los vascones de Navarra no fueron molestados por las tropas musulmanas Golpearon éstas, en cambio, sin descanso contra el solar de castellanos y alaveses. Parece pues seguro que éuscaros y vascones vivieron separados. Si la Euzcadi de hoy hubiera dependido de Pamplona, esos ataques no hubieran podido realizarse sin chocar con los Aristas y con sus aliados los Banu Muza; y fue precisamente un miembro de esa familia renegada quien en 839 invadió Álava al frente de las fuerzas cordobesas.

Las tierras vasconizadas en el siglo v -los vascos actuales- continuaron integrando por tanto el embrión de España bajo el gobierno del monarca de Oviedo. Y cabe deducir que colaboraron a las empresas comunes con lealtad y con entusiasmo, de la ausencia de todo movimiento secesionista vasco contra el Rey Casto durante el medio siglo que reinó en Asturias. A lo largo de esas cinco décadas el País Vasco resistió con heroísmo las acometidas sarracenas, como las resistieron cántabros, astures y gallegos, a cuyos destinos se hallaba gustosamente vinculado -los vascos defendieron a veces con los otros súbditos de Alfonso II los pasos de entrada a la Asturias transmontana. Mientras, el otro pueblo de habla éuscara vivía unido a los renegados del valle del Ebro, a quienes debían el poder los Aristas, y vivía de ordinario en paz con Al-Andalus. Sólo después de la ruptura entre navarros y muladíes, a mediados de siglo, por causas que he estudiado al examinar las relaciones de los vascos y los árabes, cambiaron los soberanos de Pamplona el rumbo de la política internacional y se acercaron a los reyes de Oviedo. Pero el último de los Aristas, Fortún, prisionero en Córdoba durante algunos años y abuelo de un príncipe andaluz -en su hija engendró el futuro emir Abd-Allah al padre de Abd al-Rahman III- siguió mediatizado por los islamitas cordobeses. Y fue preciso el golpe de estado del 905 -apoyado por Alfonso de Oviedo y por el conde de Pallars- para que en Navarra empezara a reinar una nueva dinastía, fiel aliada de los soberanos de Asturias y león contra los musulmanes.

Los dos pueblos de habla vasca siguieron separados: los vascos de hoy continuaron unidos a los otros pueblos cristianos, regidos desde Oviedo y en seguida desde León, la nueva sede regia. Durante muchas décadas alaveses y vizcaínos resistieron, unidos a los castellanos, los ataques de los últimos cachorros de los Banu Muza. Los vascos contribuyeron con sus hombres y su espíritu al nacimiento de Castilla; y del condado de Castilla formaron parte esencial durante el siglo x. Los documentos acreditan la importancia de la aportación vasca a la colonización de las nuevas tierras castellanas y atestiguan la extensión de la autoridad condal de Fernán González y de sus sucesores hasta muy dentro de la tierra éuscara. Integró ésta por tanto la nueva comunidad histórica llamada a los más altos destinos; y dió con ella sus primeros pasos en la historia. Sólo a fines del siglo x Navarra se anexionó una parte de Alava y sólo en 1029, tras la crisis de la dinastía condal castellana, Sancho III el Mayor incorporó a su reino la nueva Vasconia -la Euzcadi de hoy- y la Castilla de antaño, que así siguieron juntas su declinación hacia Pamplona. Castilla se separó de Navarra en 1035 y fue despaciosamente recuperando sus fronteras primitivas En 1076, a la muerte de Sancho el de Peñalén, Vizcaya volvió al redil castellano. Con la primitiva Castilla fue unida otra vez a Navarra por Alfonso I el Batallador, rey también de Aragón (1109), pero desde la muerte de este rey (1134) formó siempre parte de la Corona de Castilla. La rigieron, sí, señores poderosos pero dependientes de los reyes castellanos, como de ellos dependieron los otros muchos grandes señores del reino castellano-leonés a través de los siglos A fines del XII se incorporaron también a Castilla Alava y Guipúzcoa, la última voluntariamente. Y desde entonces el País Vasco, del cual sólo dos porciones habían vivido menos de dos siglos unidas a Navarra, vivió hasta hoy la historia de Castilla. Y con Castilla la historia de España. Cierto que las poblaciones de la costa vasca firmaron a veces pactos con potencias marítimas del Atlántico, pero otro tanto hicieron las ciudades marineras castellanas. Juntos castellanos y vizcaínos integraron una "nación" en Brujas y tuvieron la misma capilla hasta que se pelearon por cuestiones de preeminencia.

Con Juan I los reyes de Castilla fueron incluso señores de Vizcaya. Desde entonces los vascos de hoy han vivido hombro a hombro con los otros hispanos las horas alegres y las horas tristes de España. Han gozado de todas las ventajas que les procuraba el ser españoles y nunca han levantado las cargas que algunos los otros españoles soportaban -ya en el siglo XIV los castellanos protestaron de que los vizcaínos no pagasen como ellos alcabalas y sisas.

El patriotismo español de los vascos se hizo notorio cuantas veces corrió peligro su unión con Castilla. Reaccionaron unitariamente contra el acuerdo de Pedro I y el Príncipe Negro, por el cual el Rey Cruel cedía a Inglaterra el País Vasco, como compensación de la ayuda de las huestes inglesas contra su hermano Enrique II. Durante las frustradas negociaciones entre Enrique IV y Luis XI en torno al matrimonio de la Beltraneja y el Duque de Guiena, cuando el Impotente rey de Castilla estaba pronto a ceder el litoral vascongado, los vascos volvieron a alzarse contra su apartamiento de la Corona castellana -lo cuenta Mosén Diego de Valera- y obligaron a Enrique IV a jurar que nunca serían separados de Castilla. Fueron luego entusiastas partidarios de Isabel y Fernando en los comienzos de su reinado y defendieron heroicamente la frontera española contra Francia.

A principios del siglo XVI se sentían tan unidos a Castilla que, según Zurita cuenta, en 1508 solicitaron sú incorporación a las cortes castellanas y no entraron en ellas porque el espíritu caballeresco de los procuradores entendía, estúpidamente, la asistencia a aquéllas como un privilegio y no querían compartirlo con nadie -unas décadas antes se habían opuesto a la entrada en las cortes de los representantes de Logroño. Y porque el Rey Católico no tuvo gusto -ningún rey lo ha tenido jamás- en fortalecer con elementos populares a las asambleas políticas del reino -el Canciller Ayala había escrito: "los vizcaynos son omes á sus voluntades, é quieren ser muy libres é muy bien tratados". Y desde el siglo X hasta el XIX, no sólo no han alzado una sola pretensión secesionista: se han sentido muchas veces sacudidos por un entusiasta fervor español. Será tan difícil negar estos hechos como es fácil comprobarlos a cualquiera

El País Vasco ha escrito páginas brillantes de la historia española, como las otras comunidades históricas que integran España. Los vascos han hecho maravillas... como españoles y conforme a la contextura temperamental hispana. Sus magnas figuras históricas no han pensado, ni han escrito, ni han obrado como vascos; todo lo que han hecho de grande y de universal ha sido dentro de la órbita vital y cultural de España. Desde Elcano, Francisco de Vitoria -era burgalés pero de remota estirpe vasca-, San Ignacio y Legazpi, hasta Unamuno, Zuloaga y Baroja, cuantos vascos famosos pueden señalarse han sido españoles ante todo y por cima de todo; y como españoles han colaborado a las grandes aventuras culturales de Europa. España los debe al País Vasco; pero sin el resto de España ninguno de esos nombres figuraría hoy en los anales de Occidente. Y hasta el mismo nombre de Vasconia sería una sombra sin vida perdurable. Gracias a no haber vivido una pura vida aldeana y marinera entre el mar y los montes, a haber sido preciadísimas y preciosísimas porciones de España y del pueblo español, Vasconia y los vascos han ocupado y ocupan aún un puesto al sol de la historia.

Dentro de Castilla primero y de España después los vascos -para decir mejor los vizcaínos, los guipuzcoanos y los alaveses, separadamente- han logrado regirse a sí mismos durante más siglos que las otras comunidades históricas hispanas.
¡Maravilloso privilegio! lo minúsculo de su solar geográfico restaba interés a cualquier intervención autoritaria de los reyes, y su situación en uno de los puntos de fricción de España con Francia obligaba a los príncipes a mimar a los vascos; sólo así se explica que lograran salvaguardar su vida autónoma cuando habían perdido la suya: primero los grandes concejos y los grandes señoríos dentro de los reinos españoles e incluso estos mismos más tarde. Pero, ¿quién se atreverá a ver en tal perduración la base histórica de una auténtica singularidad nacional?

Poseen los vascos una contextura temperamental propia, como poseen otras distintas cada una de las agrupaciones regionales hispanas; pero su estructura funcional no los distingue radicalmente de los demás grupos humanos de España. Las características, ditirámbicas o peyorativas, que se les atribuyen coinciden en su esencia con las que constituyen la esencia de lo hispánico. Es sugestivo el paralelo entre la manera de estar en la vida que suele definirse como típica de los españoles y la contextura vital de los éuscaros o vascos; ese paralelo descubre el estrecho parentesco que las une. Tal coincidencia se explica sin esfuerzo, pares ha sido en Castilla donde se ha forjado el arquetipo de lo hispánico y lo castellano es en buena parte prolongación histórica de lo vasco. Son mayores las diferencias que van apartando a lo éuscaro de los estilos de vida de las otras comunidades humanas de Hispania. Desde el sencillo y rígido pivote de Vasconia, las varillas del abanico español avanzan lentamente hacia el barroquismo portugués, el barroquismo andaluz y el barroquismo levantino. Lo vasco sería la raíz cúbica de lo hispano; y lo portugués, lo andaluz y lo levantino, lo español elevado al cubo.

La fidelidad de los vascos a su tradicional estilo de vida tampoco ha sido dispar de la que han guardado al suyo Galicia, Asturias, Castilla,

Andalucía, por ejemplo. La única causa de diferenciación entre los vascos y los otros españoles estriba en la perduración, en una zona cada vez más reducida de Vasconia, de la vieja lengua éuscara, que Dios conserve por los siglos de los siglos. Es decir, ni la raza ni la historia ni la contextura temperamental ni el amor al ayer... separan a los vascos de los otros hermanos de España. Los distingue de ellos solamente la supervivencia entre los vascos de un habla que en el extremo límite de la hoya y de los montes vascones ha resistido al avance, allí particularmente despacioso, de la romanización. La perduración no interrumpida de ese proceso va haciéndola retroceder poco a poco, de continuo, hacia los Pirineos. El éuscaro no es por tanto el habla de todos los vascos: muchos de ellos no la entienden hace tiempo. El que hoy llamamos español es tan legítimo patrimonio de los habitantes de Euzcadi como de los hijos de Castilla. Muchos vascos comenzaron a hablarlo tan temprano como los primitivos castellanos, mucho antes que los castellanos del Duero hacia el Sur. Y es notorio que en él se escribieron las más viejas leyes constitucionales de los vascos: sus fueros. Mas, aunque así no fuese, nunca el éuscaro separaría a los vascos del resto de los españoles. Porque no es una lengua más en la Península. Es una lengua hablada en la remotísima España neolítica. No obstante su inundación por lo céltico, y lo latino, al escucharla oímos aún como un eco de las voces milenarias de nuestros abuelos de la Edad de Piedra.
Prodigio increíble si no fuera cierto. Pero es la misma lengua o es hermana de la que hablaron los pueblos cántabro-pirenaicos y varios otros viejos pueblos de Hispania, y está íntimamente emparentada con la que empleaban los iberos levantinos antes de su romanización o está inundada y saturada de iberismos -Gurruchaga acaba de aceptar esa vinculación. Es por tanto el habla de una gran parte de los españoles primitivos y no puede por ello constituir base segura de una segura distinción nacional frente al resto de España.

Vasconia o la España sin romanizar. Sí; y además la abuela de España. Como dije al principio de estas páginas, a través de Castilla, a cuya generación contribuyeron, los vascones han proyectado su espíritu y su temperamento hacia Hispania y hacia todos los pueblos hispanos, y por eso España y lo español pueden ser pensados desde el País Vasco. He aquí por qué Vasconia o la España sin romanizar es la abuela de la España actual. La abuela gruñona que no se reconoce en su nieta y reniega de ella. La abuela que sueña grandezas de tiempos pasados y que repite gestos y dichos de entonces; Jaurlgoikoa et legizarra -Dios y fueros- es un lema digno de labios medievales. La abuela tozuda que quisiera vivir como antaño -el sentido particularista de los vascos es de pura estirpe hispana. La abuela que todos comprendemos y amamos con filial devoción; a la que es prudente dejar vivir a su agrado dentro de la patria común española -también su hija, Castilla, gustó en tiempos de vivir libremente. La abuela que guarda todavía recuerdos de nuestro más remoto ayer, de un ayer muchas veces milenario, cuyas raíces se hunden en la primigenia tierra de España.



Tésis de Claudio Sánchez Albornoz sobre la trayectoria histórica de los Vascos, los vascongados, Vascongadas y Vasconia, y su participación en la construción de nuestra Patria.. Incluida en el ensayo, de obligatoria lectura, "España, un enigma histórico"




"ARBIL, Anotaciones de Pensamiento y Crítica", es editado por el Foro Arbil




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Comentarios

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  1. #51 Talassonauta 17 de mar. 2006

    Hola a tod@s.
    Observo en mi condición de novicio inter-nauta que se sigue hablando de Historia desde un punto de vista muy a lo autóctono. Es decir, hay diversidad de opiniones en cuanto a entronques originarios de estas o aquellas tribus; pero enfatizando siempre en el estudio, digamos ibero o hispano, sin tener para nada o casi nada en cuenta la gran cantidad de información que nos ofrecen los clásicos desde fuera de iberia o Hispania. Un ejemplo:
    "... Massageten monstrans feritate parentem,
    Cornipedis fusa satiaris, Concane, vena".
    (Silio Itálico, Púnica III, 360).

    "Los concanos muestran un feroz parentesco
    con los massagetas, bebiendo con un cuerno
    sangre (de caballo) hasta la saciedad".


    "At non Sarmaticos attollens Uxama muros".
    (Silio Itálico, Púnica III).

    "Uxama levanta sus muros sarmáticos".

    Si la traducción no se atiene mucho al original se debe a mi latín de diccionario. Abierta queda la opción para enmendar errores si los hubiere.

    Que los cántabros concanos, según origina a dicha tribu el comentador de Silio Itálico en Fontes Hispaniae VIII, no fueran descendientes de escitas, así como que tal atribución se deba a una invención poética de Silio Itálico, quizá sea uno más de tantos errores como se han cometido a lo largo de la Historia. Lo mismo ocurre con las murallas sarmáticas de Uxama. Indigetes, ilergetes, etc. - es decir, escitas -, fueron tribus prerromanas provenientes desde el Caspio hasta toda la circunvalación del mar Negro, y que quizá en un principio llegaron a la Península como mercenarios cartagineses y posteriormente en las filas de Pompeyo Magno. Y no olvidemos la etapa visigoda, hasta la saciedad cargada de huestes bárbaras desde aquellos lares que se fueron asentando a lo largo y ancho de la P. Ibérica hasta aniquilar al mayor imperio de la época.
    Mucho dice de ello la toponimia albanesa y eslava.

    Un saludo.

  2. #52 joseraulaboy 30 de abr. 2007

    Segun Harzta el vascuence no tiene elementos celtas . Claro lo vasco es puro y unico sin mezclas genuino con denominacion de origen, y bajese de su pedestal cuando ente en un debate solo Dios debe estar a su altura ¿sera vasco?

  3. #53 joseraulaboy 30 de abr. 2007

    Segun Harzta el vascuence no tiene elementos celtas . Claro lo vasco es puro y unico sin mezclas genuino con denominacion de origen, y bajese de su pedestal cuando ente en un debate solo Dios debe estar a su altura ¿sera vasco?

  4. #54 joseraulaboy 30 de abr. 2007

    Segun Harzta el vascuence no tiene elementos celtas . Claro lo vasco es puro y unico sin mezclas genuino con denominacion de origen, y bajese de su pedestal cuando ente en un debate solo Dios debe estar a su altura ¿sera vasco?

  5. #55 joseraulaboy 30 de abr. 2007

    Segun Harzta el vascuence no tiene elementos celtas . Claro lo vasco es puro y unico sin mezclas genuino con denominacion de origen, y bajese de su pedestal cuando ente en un debate solo Dios debe estar a su altura ¿sera vasco?

  6. #56 Brigantinus 30 de abr. 2007

    El druida Hartza nunca ha defendido la "pureza" inmaculada del euskera; que yo sepa, nunca ha negado sus elementos latinos.

  7. #57 Kronos 30 de abr. 2007

    El euskera actual son los restos de la lengua madre que se hablo en toda España, es decir los vascos actuales, serian los españoles mas auténticos y custodios de nuestra ancestral cultura.
    Todo el mundo sabe que España entera ya sea en Andalucía o los Pirineos esta salpicada de topónimos vascos o ibéricos ancestrales, palabras como Muga (frontera) y otras muchas mas, legado de nuestra antigua lengua común ibera o vasca.

  8. #58 gasteiztarra 29 de jul. 2007

    Durante cientos de años,el euskera a sido un idioma tildado de pobre ,inutil ,palurdo, salvaje...y los que lo hablaban poco menos que atrasados mentales,no hay mas que revisar a Cervantes, Lope de Vega etc etc,para ver lo que opinaban desde entonces.Ahora que el euskera es lengua de serio estudio en muchos lugares del mundo y que se comienza a darle la extraordinaria importancia que tiene,ahora sí ahora es española,ahora es importante ,ahora es nuestra madre y nuestra no se qué potorros.¿De que vais?

  9. #59 depopis 29 de jul. 2007

    Que haya gente que piense lo que piense sobre el vasco no necesariamente se debe al suspuesto interés que despierta en la actualidad. Supongo que tendrán otras razones más sólidas. De hecho, de lo que dice Kronos no se desprende nada que apunte a lo que dices.

  10. #60 gasteiztarra 29 de jul. 2007

    Ya.A ver si me explico.Los habitantes de las cuevas de ALTAMIRA¿ eran habitantes de la peninsula iberica o españoles ?¿que es lo más correcto?Ya sé que los animales no tienen DNI ,pero todos consideramos al pastor alemán como alemán y al lince ibérico como español de una forma metafórica,pero a nadie se le ocurrirá poner nacionalidad a los dinosaurios dependiendo de donde los encuentren.Les diremos a los vascofranceses que ellos son tambien los primeros...¿franceses ó españoles?  

  11. #61 depopis 29 de jul. 2007

    Sí, es un error. Pero me pregunto, los antiguos vascos ¿se sentirían identificados con lo que entendemos hoy como vasco?


    ¿Un habitante del antiguo condado de Besalú se identificaría con lo que hoy entendemos como catalán? ¿Un pastor de una montaña vasca de hace 2000 años se identificaría con lo que hoy entendemos como vasco?

  12. #62 depopis 29 de jul. 2007

    Es decir, si este pastor pertenecía a una tribu llamada X, supongo que no entendería por qué se le llama vasco. Y, por qué no, igual sus hermanos vivían en Guadalajara, que no está precisamente en las fronteras actuales de Euskadi.


    No sé si te parece el mismo error que llamarles españoles o franceses.

  13. #63 gasteiztarra 29 de jul. 2007

    .Es la pertenencia a un idioma y a una cultura lo que le va a unir a otro   .Con él se identificará.¿Con quien se identificaría hoy en dia mucho más?  

  14. #64 depopis 29 de jul. 2007

    Sí, vale. Pero sigue siendo un error. Lo que quiero hacerte ver es que es el mismo mecanismo, otra cosa es que el error en uno es mayor que en otro.

  15. #65 gasteiztarra 29 de jul. 2007

    Lo siento pero no le consigo entender.

  16. #66 gasteiztarra 29 de jul. 2007

    Le voy a poner,Depopis, otro ejemplo.Los kurdos.¿Que son?.Son kurdos y siempre serán kurdos.Los apaños politicos son otra cosa como, las invasiones , las guerras etc.Unos en Iran otros en Iraq otros en Turquia etc, etc,pero ellos son KURDOS.

  17. #67 depopis 29 de jul. 2007

    Digo que es un error llamar español a un pastor de la tribu X. Y digo que también es un error llamar vasco a un pastor de la tribu X. Con esto, digo que es el mismo mecanismo.


    El error de uno, evidentemente, es mucho mayor que el del otro. Pero los dos cometen un error.


    ¿El pastor de la tribu X se identificaría con Europa? Entonces, ¿podríamos decir que no es europeo? Si está dentro de las fronteras actuales de Europa, se supone que sí. Pero ya hemos dicho que no se dientificaría con Europa... pero le llamamos europeo. ¿Por qué?........ entonces, sería lícito, por el mismo mecanismo, llamarle español o vasco...


    Bueno, me voy a Nerja a pasar el día.


     

  18. #68 depopis 29 de jul. 2007

    Mira, no me gustan las fronteras. Me hago un lío.


    Agur (o como sea)

  19. #69 gasteiztarra 29 de jul. 2007

    Europa es un continente .La peninsula iberica una parte de él.España es un término político.Vasco es un término básicamente cultural que rompería en este caso una frontera política muy clara.Pásalo bien

  20. #70 depopis 29 de jul. 2007

    Sí, ya lo he pensado. De todas formas Europa también es un concepto político (CE). 


    Pero, en fin, no tengo ganas de continuar con un tema tan trivial -a mí me lo parece-. Así que lo dejo aquí, ando muy liado de trabajo.


    Un saludo.

  21. #71 Sotero21 29 de jul. 2007

    Gasteiztarra hoy a las 02:11


    "Durante cientos de años,el euskera a sido un idioma tildado de pobre ,inutil ,palurdo, salvaje...y los que lo hablaban poco menos que atrasados mentales,no hay mas que revisar a Cervantes, Lope de Vega etc etc,para ver lo que opinaban desde entonces."


    Pues no, al menos Cervantes no despreciaba la lengua vizcaína. Escribe en El Quijote (II, cap.16):


    "... el grande Homero no escribió en latín, porque era griego, ni Virgilio no escribió en griego, porque era latino; en resolución, todos los poetas antiguos escribieron en la lengua que mamaron en la leche, y no fueron a buscar las estranjeras para declarar la alteza de sus conceptos; y siendo esto así, razón sería se estendiese esta costumbre por todas las naciones y que no se desestimase al poeta alemán porque escribe en su lengua, ni el castellano, ni aun el vizcaíno que escribe en la suya."

  22. #72 gasteiztarra 30 de jul. 2007

    Ese "aún"no es muy halagador...mas bien tiene aires despectívos.Por parte de Cervantes la burla hacia el" borrico vizcaíno" es constante; se ríe de su "nobleza" de la "cortedad" de su idioma, de los oficios en los que se emplea fuera de su tierra etc.Cervantes está lleno de ultranacionalismo español(ésto no es nuevo  ocurre lo mismo en Francia y en Italia)burlándose de la "sucia sangre" de moros,judios,conversos...y gentes de lengua" mal sonante".No creo que se adivínen simpatías hacia ningun otro idioma del reyno.Yo al menos lo veo así. 

  23. #73 Cogorzota 30 de jul. 2007

    -¿Cómo, y es posible, Sancho Panza hermano, que no conoces a tu vecino
    Ricote el morisco, tendero de tu lugar?

    Entonces Sancho le miró con más atención y comenzó a rafigurarle, y ,
    finalmente, le vino a conocer de todo punto, y, sin apearse del jumento, le
    echó los brazos al cuello, y le dijo:

    -¿Quién diablos te había de conocer, Ricote, en ese traje de moharracho que
    traes? Dime: ¿quién te ha hecho franchote, y cómo tienes atrevimiento de
    volver a España, donde si te cogen y conocen tendrás harta mala ventura?

    -Si tú no me descubres, Sancho -respondió el peregrino-, seguro estoy que
    en este traje no habrá nadie que me conozca; y apartémonos del camino a
    aquella alameda que allí parece, donde quieren comer y reposar mis
    compañeros, y allí comerás con ellos, que son muy apacible gente. Yo tendré
    lugar de contarte lo que me ha sucedido después que me partí de nuestro
    lugar, por obedecer el bando de Su Majestad, que con tanto rigor a los
    desdichados de mi nación amenazaba, según oíste.

    Hízolo así Sancho, y, hablando Ricote a los demás peregrinos, se apartaron
    a la alameda que se parecía, bien desviados del camino real. Arrojaron los
    bordones, quitáronse las mucetas o esclavinas y quedaron en pelota, y todos
    ellos eran mozos y muy gentileshombres, excepto Ricote, que ya era hombre
    entrado en años. Todos traían alforjas, y todas, según pareció, venían bien
    proveídas, a lo menos, de cosas incitativas y que llaman a la sed de dos
    leguas.

    Tendiéronse en el suelo, y, haciendo manteles de las yerbas, pusieron sobre
    ellas pan, sal, cuchillos, nueces, rajas de queso, huesos mondos de jamón,
    que si no se dejaban mascar, no defendían el ser chupados. Pusieron
    asimismo un manjar negro que dicen que se llama cavial, y es hecho de
    huevos de pescados, gran despertador de la colambre. No faltaron aceitunas,
    aunque secas y sin adobo alguno, pero sabrosas y entretenidas. Pero lo que
    más campeó en el campo de aquel banquete fueron seis botas de vino, que
    cada uno sacó la suya de su alforja; hasta el buen Ricote, que se había
    transformado de morisco en alemán o en tudesco, sacó la suya, que en
    grandeza podía competir con las cinco.

    Comenzaron a comer con grandísimo gusto y muy de espacio, saboreándose con
    cada bocado, que le tomaban con la punta del cuchillo, y muy poquito de
    cada cosa, y luego, al punto, todos a una, levantaron los brazos y las
    botas en el aire; puestas las bocas en su boca, clavados los ojos en el
    cielo, no parecía sino que ponían en él la puntería; y desta manera,
    meneando las cabezas a un lado y a otro, señales que acreditaban el gusto
    que recebían, se estuvieron un buen espacio, trasegando en sus estómagos
    las entrañas de las vasijas.

    Todo lo miraba Sancho, y de ninguna cosa se dolía; antes, por cumplir con
    el refrán, que él muy bien sabía, de "cuando a Roma fueres, haz como
    vieres", pidió a Ricote la bota, y tomó su puntería como los demás, y no
    con menos gusto que ellos.

    Cuatro veces dieron lugar las botas para ser empinadas; pero la quinta no
    fue posible, porque ya estaban más enjutas y secas que un esparto, cosa que
    puso mustia la alegría que hasta allí habían mostrado. De cuando en cuando,
    juntaba alguno su mano derecha con la de Sancho, y decía:

    -Español y tudesqui, tuto uno: bon compaño.

    Y Sancho respondía: Bon compaño, jura Di!

  24. #74 Sotero21 30 de jul. 2007

    "No creo que se adivínen simpatías hacia ningun otro idioma del reyno“


    Cerca de Valencia...la hermosura de las mujeres y su extremada limpieza y graciosa lengua, con quien solo la portuguesa puede competir en ser dulce y agradable” (III, c.12). Los trabajos de Persiles y Segismunda.


     Prosiguiendo el peregrinaje a Roma: “al salir de Villarreal, una pastora valen­ciana...en su graciosa len­gua” (Ibid.).


    Un comentario de Jorge Cruz, profesor cervantino:


    ... "Pero Cervantes revela, en su obra y en lo que se sabe de su vida, haber tenido un alma pura, limpia de escorias, elevada por el humor, refinada por la ironía. Entre los grandes, fue uno de los espíritus más democráticos de su época, respetuoso de todos, sin distinción de estamentos, y desdeñoso dela intolerancia y el despotismo. Entre moros y cautivos, entre moros y cristianos, Cervantes vio siempre y por sobre todo, piadosamente, al hombre en su esencial desnudez y en su desdicha."

  25. #75 gasteiztarra 31 de jul. 2007

    ...ellos,en,fin,son labradores,gente llana, sin MEZCLA alguna de RAZA MAL SONANTE... (Don Quijote,cap 28). En Peribáñez de Lope de Vega :Yo soy un hombre/aunque de villana casta/limpio de sangre,y jamás/ de hebreo o mora manchada...Y para acabar unas perlas:En El Gran Sultán de Cervantes,un tal Madrigal a modo de mofa enseña euskera a un elefante...¿gracioso verdad? En La Celestina de Fernando de Rojas,cuando Sigeril oye a Perucho hablar en euskera le espeta de ésta respetuosa manera:¡ mala sea la puta que te parió ! Perez Galdós tilda al euskera de jerga indefiníble y compara su sonído al ruido de un serrote.A Castillo Solórzano el euskera se le parece a un rebuzno tanto es así que el vizcaíno de su obra le entiende, ademas tenemos que soportar algo como:..el vizcaíno noble/con su semejante anduvo/cortesano en celebrarle/sus conceptos tan machudos.   ¡¡¡¡PARA  ABURRIR!!!!...porque... la lísta es largísima.      The End.                                   

  26. #76 gasteiztarra 31 de jul. 2007

    Sotero21       Consideras que escritores de entonces ,de tu tierra,como:Axular,Villasante,Leizarraga,Oihenart,Haránburu,Etxepare etc ¿caen en lo mismo,pero al contrario? ¿Que te parecen?

  27. #77 Sotero21 01 de ago. 2007


    Vilipendiar a un muerto famoso y más si lleva casi cuatrocientos años bajo tierra es tarea fácil.  A Cervantes se le ha acusado de tener tendencias homosexuales (si es que esto puede ser una acusación), de no tener sangre limpia (más de lo mismo), de ser un juerguista, antisemita, de merecer la cárcel, etc, etc. Ahora de ser racista y ultranacionalista español. Pero Cervantes y la tropa del XVI no necesitan abogado, se defienden solos. Cervantes es grande porque su obra es grande y universal y nadie, más que un retorcido, lo reconoce como un enemigo hostil de su fe, de su linaje, de su patria y costumbres.


     


    La anécdota del elefante es graciosa y disparatada. Un maestro Madrigal, para librarse de la muerte, pretende que tiene poder para hacer hablar a las bestias y se ofrece al Cadí para enseñarle turco a un elefante y se da de plazo diez años. Más adelante el Cadí le pregunta en qué lengua le enseña al elefante y el responde que en vizcaíno que es lengua “que lleva el lauro de antigua”. Por su antigüedad, el cadí le dice que es “sola” y que mejor le enseñe al elefante a hablar español. A esto le dice Madrigal que le enseñará, no solo la vizcaína, sino la bergamasca de Italia, la gascona, el griego, la jerigonza de ciegos y si estas le parecen "tristes" y "escabrosas", le enseñará también las “melosas” portuguesa y valenciana, además de las prometidas española, la turquesca y la morisca, que le va la vida en ello.


     


    Puedes encontrar la obra completa en


     


    http://www.csdl.tamu.edu/cervantes/V2/textos/AHCT/sultana_01.htm


     


    Podías habértela leído antes de hacer el comentario del elefante.


     


     


     

  28. #78 gasteiztarra 01 de ago. 2007

     ¡¡Claro que los  he leído!! ¡¡ Y a todos !! A los escritores españoles citados y a los euskaldunes.Y juzgo a mi gusto ¡¡¡ pero despues de leerlos!!! ud. no. No vale tirar de la red para responder; eso es demasiado fácil.Lo que me gusta me gusta y lo que nó pues nó.  Discuto y contrasto y espero que el que me conteste sea honesto y no solo le inclíne su luchíta ideológica .Ya sabe a que me refiero...  Ah! por cierto... me debe dos preguntas, joven.

  29. #79 gasteiztarra 01 de ago. 2007

    Pensándolo bien. mejor no me responda, no me vá la vida en ello. Además me imagíno las respuestas.A la primera que le híce en otro foro, casi creo poder acertar con sus gustos..¡Fué tan beligerante y oportunistoide en la crítica al Diario de Noticias !!   ...ademas sin venir a cuento. ¡¡y varias veces !!Y a la segunda su conocimiento es.....nulo. Ciao.

  30. #80 Sotero21 01 de ago. 2007

    A) Lo de que no había leído la historia del elefante me lo sugirió el hecho de que ni tan siquiera acierta con el título de la obra, que es la Gran Sultana Doña Catalina de Oviedo y no el Gran Sultán. Además, insisto, lo que debe de aprender el elefante es turco, morisco o al menos español, pues aprender estas lenguas (y no el vizcaíno) es condición sin la cual no salvará el pescuezo. Que el enseñe euskera es un artificio para alargar en todo lo posible el plazo concedido. Del vizcaíno el cadí dice que es "lengua de valor".


    B) Aun así y como admito que el diablo está en todas partes haciendo jugarretas con las letras, me alegra que sea usted tan leído. Yo, que en euskera solo me defiendo, no he podido  todavía  disfrutar de las excelencias de la literatura euskalduna.


    D) "Mi luchita ideológica" no es tal, solo trato de salvaguardar el buen nombre y fama de un autor que amo. Pero ya digo que no precisa de mí como abogado.


    E) No le debo nada pues yo no le he preguntado nada y no le exijo ninguna respuesta.


    F) Me alegra que condiere mi prosa juvenil y eso le confunda, pero peino más de una cana. Me da que es usted bastante más joven que yo, aunque eso no es ningún demérito.


    G) No continuaré en este hilo con esta conversación pues no tiene relación con el mismo.


     

  31. #81 gasteiztarra 02 de ago. 2007

    Efectívamente es La Gran Sultana(los años no pasan en balde para la memoria)En cuanto al resto de obras y autores veo que no tiene nada que objetar. ok.

  32. #82 depopis 02 de ago. 2007

    Los nacionalismos, en esencia, son lo mismo en todas partes: la patria como realización del hombre, etc... El nacionalismo contrario, por tanto, no deja de ser el espejo del nacionalismo propio. Cuando leo que un nacionalista llama a otro españolista o españolazo o simplemente nacionalista español con ánimo de ofender o de criticarlo me parece, por tanto, totalmente absurdo.

    Hay algo muy curioso en los nacionalismos: Un comunista vasco se alegra de que existan comunistas españoles, y lo mismo con los socialistas, anarquistas, fascistas, etc... Pero en ese etcétera no entran los nacionalistas. Este extraetceterismo me parece significativo. ¿Cuándo veré que un nacinalista vasco (o catalán...) se alegre de la existencia de uno español (o viceversa)? Lo diré: nunca. Forma parte del nacionalismo: el contrario siempre existe, porque el nacionalismo reivindica lo propio como lo ajeno del contario. ¿No está mostrando su propia inconveniencia?



    Nota: Extraetceterismo no existe. Es una creación mía que viene a decir algo que no es normal, que no entraría en cualquier etcétera.


  33. #83 gasteiztarra 03 de ago. 2007

    ¡Es muy facil! Derecho a la Autodeterminación ,derecho a poder relacionarse con el Estado como la mayoría de esa " nacionalidad" decída democraticamente. Negar esa posibilidad es imponer.Ese es el terríble nudo que tenemos aquí y que TODOS debemos desanudar.¿Quien teme a ése derecho?¿Quién teme al resultado?Yo lo quiero, aunque el resultado de una consúlta me fuera desfavorable.¿Porqué los contrarios no se arriesgan a ella y simplemente la prohíben?¿Quien niega a quien?   ¿Porqué el psoe estaba antes de llegar al poder en 1982 a favor de ése derecho y poco antes lo elimína de su programa?¿Porqué el psoe era una sola organizacion en Alava,Vizcaya,Guipuzcoa y...Navarra y antes de llegar al poder en 1982 la rompe y crea para Navarra otra?¿Se necesitan ciertos presupuestos ideologicos para llegar al poder central?Ese es el terríble nudo que ud,yo,y todos debemos arreglar pero....será cambiando unas reglas, que son el apaño de una época.

  34. #84 depopis 03 de ago. 2007

    Estos días estoy muy liado de trabajo. Espero poder contestarte esta tarde. De todas formas, no debemos confundir nacionalismo con independetismo, porque no es lo mismo. Yo, por mi parte, no tengo nada en contra de la independencia de nadie. Pero no he hablado de eso, sino de nacionalismo.

  35. #85 depopis 03 de ago. 2007

    No tengo que emplazarte a esta tarde, porque no tengo nada que añadir. Tu mensaje no aborda lo que expuse, y tampoco tengo nada que objetar a lo que dices en tu última intervención. Todo OK.

  36. #86 gasteiztarra 03 de ago. 2007

    Dejemóslo aquí OK.

  37. #87 aceijas 09 de sep. 2007

    Enhora buena Flavio, siempre he pensado que los "vascos" son los más "españoles", aquellos que envidio por haber conservado tradiciones ancestrales de nuestros progenitores en ésta península ibérica colonizada por tantos pueblos, que por otro lado no se entendería sin un tronco común ó historia común. En realidad todos hoy día somos "cromagnones".

  38. #88 aceijas 09 de sep. 2007

    gasteiztarra, ¿quién acuñó el concepto de "país vasco" y cuando? ¿y el euskera unificado? y ¿con que fín trasgiversar la historia? ¿a intereses de unos pocos? ¿un vascuense de hace 200 años entendería el euskera de hoy? ¿y un/a inmigrante vascuense de 80 años de edad, residente en australia(que lo/as hay)? ¿entendería el concepto de "país vasco" y el euskera unificado? 

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