Autor: Brigantinus
lunes, 24 de marzo de 2008
Sección: Leyendas
Información publicada por: Brigantinus
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Breogán, Hércules, la Torre y los Milesios.
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Sra. Per:
¿Puede aclararnos el sentido del pastiche que ha puesto en su entrada de las 10:15? Porque cada frase es de su padre y de su madre, y da la impresión de que ha pretendido usted colarlo como si fuese un texto seguido. El cual sería ciertamente peculiar en el pensamiento de Alfonso X, pero esa es otra estoria, aunque no sea general.
Veámoslo:
1
A) Su texto:
"....Deas campanas otrosi de Santiago de Gallizia que dixiemos que troxiera almonzor de Gallizia
acordova por desonrra del pueblo xristiano.
B): El contexto:
"De las canpanas o’trosi de Santiago de Gallizia que dixiemos que troxiera Almonzor de Gallizia a Cordoua por desonrra del pueblo cristiano, et estodieron en la mezquita de Cordoua et seruieran y en logra de lanparas, el rey don Fernanod que fazie las otras noblezas, fizo estonçes tornar aquellas canpanas mismas et leuarlas a la yglesia de Sanctiago de Gallizia: et la ygleisa de Sanctiago rreuestida dellas, fue muy alegre, et ayunatron otras esquiliellas que sonauan muy bien, et los romeros que vienen et las oyen et sabie la rrazon dellas alabauan por ende en sus uoluntades a Dios en las sus santidades; et con gran alegria que auian ende, et alabauanse en sus santos, et alabauan al rey don Fernando et bendiziente, et rogauan todos a Dios por el, quel diese vida et le mantouiese."
2
A) Su texto:
"las campanas dela yglesia de sanctiago apostol de gallizia que aduxiera y almonzor."
B) El contexto:
"Este noble rey don Fernando, pues que ouo ganado la çipdat de Cordoua, penso en como la meiorase, et començo luego en la yglesia et refizola et adobola, et en pos eso heredola. Et fallo y las canpanas de la ygelsia de Sanctiago apostol, de Gallizia, que aduxiera y Almozor quando entro alla, et las aduxo ende por desonra de los cristianos et pusolas en la mezquita de Cordoua, et y estodiero fasta esta coqnuista que el rey don Fernando fizo de la çipdat de Cordoua. [...] Et rey don Fernando apoderado de la çipdat de Cordoua et de la mezquita que fizo esa ora egesia [...]"
¿De dónde ha sacado el texto 3, es decir, " fizo desta vez la torre maravjllosa del faro de gallizia"? ¿Está segura de que tiene que ver con los dos anteriores?
Debería tener un poquito de cuidado con lo que escribe. Piense que pueden leerla menores a los que puede traspasar su confusión. Incluso pueden leerla pardillos que confunden monedas de juja con áureos de Nerón (jejeje). Aunque no sé si serán más pardillas las que se apuntan con cierta histeria al amagp de amarillismo de un posible escándalo. Lo siento por su frustración.
Señor Erre Uve:
Más tarde (supongo que de noche) respondo con más calma, que ahora me reclaman. Entretanto, supongo que no se sorprenderá si le digo que es un placer encontrarlo por aquí, como por cualquier otro lado. Y más todavía cuando nos trae los aires del sur :-)
Y anímese a dar un tiento en Elviña. Previo encargo podemos lograr que encuentre un Porcom, un Tavrom y, si se empeña, hasta una Trebopala ;-)
Hola elpater.
como sabrá el texto no es mío le remito a
Para todos los textos:
Xesús Ferro Roibal (Centro Ramón Piñeiro). Biblioteca Filolóxica Galega, Instituto da Lingua Galega, (Dis)crsos da Escrita. Estudos de filoloxía galega ofrecidos en memoria de Fernando R. Tato Plaza. Instituto da lingua galega, 204: 259-283.
Así aparecen, así los copié. No busque malintenciones porque no las hay. Compruébelo usted mismo.
Saludos
Don Brigantinus:
Ya me pasó Begoña el aviso del e-mail al museo, pero mi cabeza va como va y me olvido de responderle. Gracias por insistir y evitar hacerme quedar de puta pena :-)
Por ser breve: ni idea. No llevo yo el asunto, y no conozco cómo va la cosa. Intento enterarme y le respondo. Si no lo hago, creo que en el 010 tienen información, pero se lo digo sin garantías.
jajajaja, bueno, esto sí que no me lo esperaba: considerar fiables los textos de la Crónica general de España. Per, estoy cada día más convencido de que eres la única seguidora viva del método vicetiano. Tú primero te haces la paja mental y a posteriori, buscas fuentes que te encajen; ¿que no encaja ninguna? pues nada, todo lo solucionas dando rienda suelta a la/tu ensoñación; se te critica el método y te revuelves como gato panza arriba porque te desprestigian... pero miña rula, si tú sólo lo haces:
1º) Te pasas por salva sea la parte tanto la ortografía como la gramática, cosa en mi opinión inadmisible para alguien que pasó por una facultad.
2º) Eres incapaz de realizar una lectura comprensiva de textos sencillos, incluso de aquellos que al parecer corresponden a tu especialidad ¿Sabes cómo se denomina a quien es incapaz de entender lo que lee?
3º) Tu conocimiento de latín está a nivel de bachillerato y tienes la osadía de dedicarte a "investigar" el mundo romano. De risa vamos. ¿Te cita alguien o simplemente se ven tus ensoñaciones con una sonrisa?
Te recomiendo:
Francisco Javier GONZÁLEZ GARCÍA. Hércules contra Gerión : Mitos y leyendas de la Torre de Hércules. La Coruña : Vía Láctea, 1997.
Pero recuerda, se trata de mitos y leyendas. El pulpo sigue en pie.
PD: cuando quieras internarte en el terreno de los ataques personales, cerciórate de que no pierdes el tiempo y que realmente has encontrado el punto débil de tu interlocutor.
Giannini, veo que tu trabajo en la portería del archivo del reino te deja mucho tiempo para pasear por la celtiberia y meterte conmigo. Yo no he hecho ninguna crítica, ni buena ni mala, a los textos que expuse (por ahora). Simplemente añado textos sobre la torre, que observo faltan en su compilación, para que aquí consten, como otros muchos. No veo nada malo en ello.
Salvo que le dan alas a usted para meterse conmigo. Guerra en la que no voy a entrar.
Le advierto que pasaré varios días, quizás semanas, muy ocupada por menesteres que no le voy a adelantar, pero de los cuales ya se enterará en su debido momento.
Le adelanto que poseo más textos que iré añadiendo le guste o no.
En cuanto a lo de la ortografía, creo que el que se tiene que formar es usted. Nebrija es muy poterior a la crónica de Alfono X et alii. Lo sepa usted, o lo deconozca, no voy a ser yo queien se lo diga. si no lo aprendió hasta ahora, dudo que lo sepa nunca. Lo dude o no.
Saludos per.
Jajajajajaja, pose, pose, pura pose. Una mera fachada tras la que no hay casa. Bueno, algo aprendemos, unos en la portería, al parecer, y otras despachando en la tienda, en donde también tienes tiempo para aprender a usar algún corrector ortográfico. Lástima que el corrector no discrimine entre mayúsculas y minúsculas, y lástima también que tu incapacidad para entender lo que lees, te impidiese comprender que evidentemente no me refería a las malas trascripciones que incluyes, en donde respetas, más o menos, la grafía original. Cualquiera con dos dedos de frente habrá entendido que me refería a tus intervenciones en este y otros foros de Celtiberia, en donde, sigo diciendo, te pasas la ortografía y la gramática por salva sea la parte; lástima asimismo que tampoco entendieses que no tenía ni tengo nada en tu contra, máxime cuando mi respeto y admiración hacia Goyo no puede ser mayor. A tal punto llego, que llevo no sé cuanto tiempo invitándote a un pulpo, precisamente para que puedas ver que lo que digo tras un pc, puedo decírtelo a la cara sin empacho, y si fuese menester, para relajar la posible tensión que pudiera generarse.
En cuanto a que no haces ninguna crítica, yo no sé como se llama a esto:
"Parece clara la relación entre el faro de la repoblada coruña [sic] y las altas montañas. La comunicación que se establece entre ellas, parece que visual, através [sic] de torres de señales, espejo, u otros métodos al uso en aquella época". [Per, 20-VI-2006, 11:12]
Para mí que estás interpretando las fuentes que trascribes, la Crónica General de España, cuyo contenido te crees a pies juntillas y lo das por cierto. Otras voces más autorizadas que la mía han puesto en cuestión el uso de un espejo en la Torre durante la época romana, al menos mientras no aparezcan pruebas científicas que así lo corroboren. Lo que sí parece fuera de toda duda es que cuando se repobló La Coruña, Edad Media pues, el acceso a la cima de la Torre de Hércules era impracticable, al menos, en eso coinciden esas mismas voces de las que yo sigo fiándome. En consecuencia, afirmar que la comunicación que se establece entre las "altas montañas" y La Coruña parece visual, "através [sic] de torres de señales, espejo u otros métodos al uso en aquella época", no deja de ser un auténtico disparate, aquí, en la portería, y tras el mostrador de la tienda.
Recapacita, lee con atención, se un poquito más reflexiva y humilde. Si no deseas que se sea hiriente contigo, no lo seas tú con los demás. En el fondo, no deja de ser una cuestión de pura educación. Por mí, contigo la cuestión queda zanjada. Cordiales saludos.
Por cierto soy profesora sustituta de Historia, tengo la oposición, a la cual debo presentarme, el día 26 en el Brigantium prerromano (era broma y lo sabes) quise decir en el instituto de Elviña. Quizás ese día pueda tomar pulpo y ponerte las pilas. Espero no te rajes, y disculpe mi jerga. Se nota que no tienes hijos, y no ves como escriben en el messenger y en el móvil, pero eso es otra historia. Y como ves, detrás de mi mostrador, también se puede estudiar. Quizás te de clases si te matriculas algún día de historia por nortucno. Y por cierto, para ya con Goyo, del cual me separé hace 10 años, y no pinta nada en esta historia. Andas un poco despistado. Así que salut
Vaya, Sr. Giannini. Siento haber creado falsas expectativas con mi respuesta a lo del tesorillo.
En realidad pensé que la cosa había quedado clara con el mensaje del Sr. Erre Uve, que copio para su relectura:
"Cuentas las malas lenguas que se hacían novatadas a los imberbes durante las excavaciones, como hacer encontrar un tesorillo de monedas de oro... del IV Centenario de María Pita. Y hacer subir corriendo a dar cuenta del maravilloso hueso-cerámica. Estos arqueólogos...."
Y comento: las "malas lenguas" son, básicamente, las del señor Erre y las del señor Uve, coincidentes en que habitan en la misma cavidad bucal. Y bien que sabe dicho señor de lo que habla puesto que, siendo imberbe como él dice, fue víctima de la tradicional coña que se le juega al catecúmeno en su primera excavación: colocar algo vistoso y claramente falso bajo una capita de tierra en la zona donde excava. El alborozo del primerizo con su hallazgo (una moneda, un hacha neolítica falsificada -tal se le colocó a una moza en Dombate, y Pepe "el Selta" la catalogó como de tipo Guinness, fase Smithwiks-, lo que sea) es inenarrable; recibe felicitaciones y parabienes de todos, etcétera. Hasta que alguno no puede más y empieza a deslomarse de risa, lo que suele ser contagioso. Con la carcajada general, a la que se suma gustoso el iniciando, se termina la coña y se vuelve al tajo. Supongo que son cosas del pasado, y que la profesionalización de la actividad dio al traste con este tipo de juegos.
Pues eso: el señor Erre Uve era un magnífico postadolescente (hoy es un estupendo ejemplar de adulto joven), listo como un ajo, que se debatía entre enfocar su vida profesional hacia la arqueología o hacia la ingeniería. como emprendedor (palabra con la que ahora el neoliberalismo pretende pintar de blanco la fachada de la más prosaica "empresario") en el buen sentido que era y espero siga siendo, vino a hablar con nosotros por si le dejábamos colaborar en los trabajos de campo, a ser posible rotando entre las diferentes tareas: excavación, dibujo, lavado, siglado, todas esas cosillas. Y así se hizo. El resultado fue excelente. Tanto, que el señor Erre Uve decidió hacerse ingeniero. Creo que todos guardamos un excelente recuerdo de esos días en los que convivimos con una mascota humana de unos dieciséis años que curraba como un loco (locos nos volvía con sus preguntas no siempre fáciles de responder) y supo hacerse querer por todos. De casta le viene al galgo.
Me dejaba el tesorillo. Salvo error, estuvo compuesto por unas cuantas monedas de ceca coruñesa y año de acuñación bien conocido: 1989. El motivo de la acuñación, la celebración del cuarto centenario de la gesta de María Pita. Las monedas se acuñaban contínuamente a maquinillo creo que durante una exposición de monedas de ceca coruñesa de la de verdad. Quedaron, claro, como objeto de recuerdo (también se difundieron en un sobrecito pegado a la solapa interior de un libro sobre la ceca coruñesa que publicó la editorial Arenas; supongo que todavía habrá ejemplares en el mercado) y para cachondeo de arqueólogos novatos :-)
Lo de contestar con más calma era, y aprovecho ahora a ver si el señor Erre Uve lee esto, porque lo del "maravilloso hueso-cerámica" no lo recuerdo. Supongo que es otra coña por el estilo, pero tengo el cabezolo en blanco.
Y ése es el famoso tesorillo de cuya mención tenía usted que salvarme o algo así :-)
Dejémoslo en pecados de juventud, divino tesoro (o tesorillo).
Gracias, señor Corgo, por sus apuntes bibliográficos. Los dos que conozco son ciertamente pertinentes:el del Sr. Moralejo, don Juan José (está, completo o en extracto, por Celtiberia, ¿no?) y el de Tettamancy y Gastón (del que tengo un ejemplar de la primera edición, heredado de mi abuelo, que guardo como oro en paño, es decir, metido en un sobre que no sé dónde está, pero está). Me sumo a su homenaje.
Sobre la torre medieval escribió también sabias palabras otro Sr. Moralejo, don Serafín, cuando menos en "El mundo y el tiempo en el mapa del Beato de Osma". El Beato de Osma. Estudios. Vicente García Editores. Paterna ( Valencia) 1992, pp.35-58. Creo que muy recomendable, además de francamente entretenido. No sé si escribió algo más sobre la torre en algún otro sitio; si así fuese me encantaría leerlo.
Creo que es en el de los griegos en el que el autor plantea la temprana (¿s. X?) aparición de la Torre coruñesa ("curuñesa" literalmente, en perfecto pacovazquiense versión pacolodeiriaca) vinculada a Hércules en la Crónica del Moro Rasís. Creo recordar haber visto al Sr. Giannini haciendo algún comentario al respecto tiempo ha.
Con el texto del moro Rasís me topé hace tiempo (¡casi diez años!) al leer el magnifico libro del Sr. D. Javier González que recomienda el Sr. Giannini en su mensaje de ayer a las 13:25. En el constructo del autor es una pieza clave, pues representa la unión entre la leyenda de Hécules que se afianza en el siglo XIII y la presunta leyenda céltica preexistente que habría servido de base a Rasís en el X. Sin ella todo queda en el aire.
La cita de Rasís es fuerte, no sólo por abrir la puerta al origen antiguo de la leyenda, sino también porque representaría, de ser cierta, la primera mención de la ciudad de "La Curuña" tres-dos siglos antes de las hasta ahora conocidas (Alfonso X, Códice Calixtino y, para quienes admiten su autenticidad, el Foro dos Cregos).
La frase es: "E esta lid fue a tres migeros de la çibdat que agora llaman la curuña, a do el fizo el conçilio en Galizia."
No sólo tenemos el nombre, sino que lo fuerte es que tenemos la ciudad donde suponíamos una aldea. Una ciudad "que agora llaman la curuña" (lo que parece indicar que antes no la llamaban así), antes de mediados del siglo X, se da de bofetadas con el "ad locum qui dicitur Farum Brecantium" de la Ad Sebastianum (a la que creo que el Sr. Corgo no es del todo ajeno), de un siglo antes, y con el "in loco qui dicitur Crunia" de más de dos siglos después. Una ciudad que, además, no aparece citada por ningún lado, ni en crónicas ni en documentos, con la única excepción de la crónica del moro Rasís... La cosa parece gorda.
Creo que la sospecha de interpolación está justificada. Y cuando resulta que el texto no es el original de Rasís, sino una versión (me suena que por transmisión oral, pero no estoy seguro) traducida por un monje para el rey don Dinís allá por el 1300, cuando ya Ximénez de Rada y Alfonso X han hecho de las suyas trayéndose a Hércules primero a Galicia y después a Coruña, la sospecha todavía se justifica más.
No puede o no supe ir más allá. Pero me parece importante saber si el texto es plenamente fiable, porque obligaría a cambiar muchas cosas que todos hemos estado diciendo hasta hoy. Realmente sería divertido.
Estimado Pater: Puede Ud. fiarse de Rasís. Hace años que ando componiendo un libro denominado Fuentes árabes para la Hispania romana, puede Ud. ver sobre ello aquí mismo, en el artículo http://www.celtiberia.net/articulo.asp?id=1597, bajo el argumento nº 19.
Es cierto que la obra original de al-Razí (889-955) está perdida, y que la edición que tenemos es la traducida al portugués en la corte de D. Dinís de Portugal (1279-1325). Pero ello no debe ser motivo de descalificación, porque al escribano Gil Pérez se la iba leyendo un "Mahomad y otros", y el total es fiel, como en su día demostró Sánchez Albornoz (h. 1946) y confirmó Diego Catalán (1974). Esto se ha comprobado después, al empezar a conocerse la obra de un autor árabe posterior, al-Russatí, que va siguiendo de cerca la obra de Rasís. No tengo a éste aquí ahora mismo, pero seguramente trae también la cita sobre Coruña. Se trata de un tipo de fuentes que ha sido muy desconocida y hasta despreciada tradicionalmente por los historiadores de Antigüedad y arqueólogos españoles, craso error.
Las tres versiones manuscritas que hay coinciden en la noticia que a Ud. le interesa (Introd., cap. 14). Le paso la del msc. Ca, que carece de los prólogos interpolados de las otras dos versiones: E este canto terçero [de la península] es a par / de una villa que agora llaman la Curuna". El manuscrito Mo la llama "la Curuena" (donde la e debe ser error por n) y el Es dice "la Curuña" (y el "agora" implica un nombre anterior, como Ud. suponía). En mi opinión, la noticia original es de Rasís, porque justamente el msc. Mo tiene aquí otra interpolación larga de Jiménez de Rada y los otros dos terminan ahí este capítulo geográfico introductorio. Espero que estas noticias le agraden y sean de utilidad.
Una delicia y de sumo interés cualquiera de las últimas intervenciones, sin que esto suponga un demérito para las anteriores, excluidas las mías claro está. Si quieren seguir... al menos yo, encantado oigan.
Entro únicamente para aclarar algo a un amigo. Me decía esta tarde que tuvo la humorada de imprimir todo el debate, y si no recuerdo mal, me comentó que le salían casi trescientas páginas. Seleccionó, volvió a seleccionar y me decía que se quedó al final con unas setenta "interesantísimas", pero que no entendía algunas referencias y datos a los que se aludían. Tuve que aclararle que una parte de la discusión comenzó en "Orosio como fuente histórica para Hispania en el s. V", aquí:
http://www.celtiberia.net/articulo.asp?id=1941
Lugar en el que estábamos de okupas y del que se hizo mudanza el 28-IV-2006 a este otro lugar. Saludos a tod@s.
Vuelvo al trigo, porque me puede la curiosidad. Me ha llamado la atención el texto que transcribe, Dra., a las 17.49, "que se supone procede también de Rasís, pero pasado por la versión de al-Maqqari":
"El tercer ángulo está al noroeste del territorio de Yilliqiya, donde está el monte que da al mar. En ella está la elevada columna que se parece a la de Qâdis. Mira al país de Britaniya"
En él veo un cierto paralelismo con la mención de Paulo Orosio en Historiarum adversus paganos libri septem, de sobra conocido por ustedes:
"Secundus angulus circium interdit, ubi Brigantia Gallaetiae ciuitas sita altissimam pharum et inter pauca memorandi operis ad speculam Britaniae erigit".
O lo que es lo mismo, de acuerdo con la versión de J.M. Bello Diéguez en "La Coruña romana y altomedieval":
"El segundo ángulo [de Hispania] está orientado hacia el cierzo, donde la ciudad galaica de Brigantium eleva su como atalaya de Britania su faro altísimo y digno de mención entre muy pocas cosas".
¿No existe un cierto paralelismo entre los dos textos? En este mismo sentido, me llama poderosamente la atención el hecho de que en la versión de al-Maqqari se omita el topónimo Coruña, cosa que entiendo sería congruente con el hecho de que en vida de Rasis, por lo que se conoce hasta ahora, La Coruña sería "muy poca cosa" o prácticamente nada. Es decir, si Rasis se hubiese basado en Orosio, me parece que sería lógico que evitase referirse a "la ciudad galaica de Brigantium", porque ya no existía, y por lo que he leído de lo que se conoce hasta ahora, en vida de Rasis, el territorio que nos ocupa se trataría a lo sumo de un locus.
La versión del manuscrito Ca de Rasis, que también transcribe la Dra., y dice:
"E este canto terçero [de la península] es a par / de una villa que agora llaman la Curuna", sería también congruente con una interpolación del tiempo en que se romanceó la Crónica -final del s. XIII, principio del. XIV- en el que efectivamente ya existía una ciudad denominada La Coruña (o La Curuña ;)) y sería posible que añadiesen el topónimo para "actualizar" la obra, o eso creo.
Y es que, como dice elpater, la existencia de una ciudad o una villa de nombre Coruña en vida de Rasis (889-955) se da de bofetadas con la Cronica del obispo Sebastián a finales del siglo IX, que se refiere a "locum qui dicitur Farum Brecantium" [lugar que es llamado Faro Brecancio].
La Crónica del cruzado Osborne de 1147, parece que tampoco alude a una realidad conocida por La Coruña, sino que menciona "turrem Faris":
"Hinc iterum navigantes devenimus Ortigiam. Exin ad turrem Faris quae olim a Julio Caesare constructa admirandi operis ut ibidem reditus e causae interminabiles totius Britanniae et Hyberniae et Hyspaniae quasi in meditullio commearent. Est enim adeo sita inter meridionalem et occidentalem plagam ut prima sit littoris appulsio recto tramite a Britannia venientium. Ibi vero pons lapideus ex multis arcubus ostenditur, in mare protensus, ex quibus XXIIIIor arcus quae ante biennium non apparuerant jam apparent".
Que en versión del mismo Bello Diéguez en su precitada obra da:
"Desde aquí de nuevo llegamos a Ortigiam. De allí a la torre de Faro, la cual en otro tiempo fue construida por Julio César como obra digna ser admirada, para que allí mismo, casi en medio, acudiesen todos los tributos y las interminables causas judiciales de Bretaña, Hibernia e Hispania. Está situada en efecto entre la región meridional y occidental, de modo que es la primera costa a la que arriban los que vienen en línea recta desde Britania. En verdad, allí se extiende un puente de piedra de muchos arcos, tendido hacia el mar, del cual los veinticuatro arcos que antes del bienio no eran visibles, ahora se muestran".
Hay alguna fuente a mayores, de la misma época, en la que no se alude nunca a Crunia, Coruña o La Coruña, de ahí que pregunte si sería posible que la mención La Coruña del manuscrito Ca de Rasis, introdujese una mención del tiempo en que se romanceó.
Retomo el tema del texto introducido el 20/06/2006, a las 11h,09´,47´´.
Me explicarán porque si yo no puedo dar credivilidad a un texto del 1380, ¿porqué si ustedes pueden dárselo a un documento del siglo V, de Orosio, el cual ya explicó suficientemente el autor del artículo de Orosio, que no era exactamente una fuente fiable. Desde luego ustedes no tienen remedio.
La varas de medir, como las millas en Galicia son flexibles, amoldables, hechas a medida...
per, creo que me pasé varios pueblos contigo. Soy de un pronto muy vivo y a veces tengo la lengua muy suelta. Estás en tu derecho de no aceptar el pulpo y mis disculpas, pero siguen en pie para cuando vengas a esas oposiciones en las que evidentemente te deseo la mejor suerte del mundo.
En cuanto al documento de Orosio, al menos por mi parte, no le doy ni le dejo de dar credibilidad. Me limité a señalar un paralelismo que creo ver con otro que cuelga la Dra. Canto basado en la Crónica de Rasís (ahora sí, con tilde en la i, ya ves que veo la paja en el ojo ajeno...), así como lo raro que me parece el hecho de no encontrar fuentes documentales que hablen de La Coruña hasta que se repuebla en 1208.
Me gustaría que las cosas volviesen a la normalidad. Por mi parte, tengo la mejor de las voluntades. Cordiales saludos.
Vamos a ver, Sra. Per. Escribió usted el día 20:
[23 de junio de 2006]
"1270-1284. Estoria de Hespanna de Alfonso X
....Deas campanas otrosi de Santiago de Gallizia que dixiemos que troxiera almonzor de Gallizia
acordova por desonrra del pueblo xristiano.
las campanas dela yglesia de sanctiago apostol de gallizia que aduxiera y almonzor.
y fizo desta vez la torre maravjllosa del faro de gallizia.
Ahí queda eso."
De la lectura del texto (al final son "los textos") que transcribe usted podría deducirse que Alfonso X decía que "la torre maravillosa del faro de Gallizia" la había construido Almanzor o algo parecido.
Ya le señalé la procedencia, diferente, de los dos primeros párrafos. Quedaba por encontrar el tercero. Le pregunté si estaba segura de que se refería a lo mismo que los anteriores y se limitó a echarle la culpa al Sr. Ferro Ruibal.
como no tengo acceso sencillo al libro que Vd. señalaba, busqué en la red el párrafo en cuestión, es decir "y fizo desta vez la torre maravjllosa del faro de gallizia", para ver quién era el que había hecho tal cosa. Y resulta que no fue Almanzor ni quien se le pareciese, sino the one and only Julio César:
--------------------
"de las obras estrannas que jullio çessar fizo. cuenta plinjo en aquel veynte & siete capitulo del seteno del su libro de la natural estoria. que otrosy sy alguno qujsiere contar todos los fechos de jullio çesar que segunt tenjan los omnes fue mayor que ponpeo que cuenta de todo en todo el fecho del çerco de las tierras. este jullio çesar quando fue en espanna la postrimera vez mando que llamasen a sebilda la nueua jullia rrumelia. mas pero non vsaron las gentes de llamar por aquel nonbre. Otrosy fizo por tierras departidas de espanna de essa vez las carreras que agora djzen arraçifes por nobleza del su nonbre. Otrosy fizo desta vez la torre maraujllosa del faro de gallizia. otrosy cuenta el obispo don lucas de tuy. Et diz que vn poderoso que fue en aquella sazon & auje nonbre antipater que era muy amjgo de ponpeo quando era biuo. Et pues que murio ponpeo que torno a ser amjgo del çesar & allegose mucho a el & fuele muy fiel amjgo en muchas cosas. Et mjentra que fue so el que subio mucho & pujo a grant poder. Onde el le fizo rresçebjr por çibdadano de rroma que era vna grant onrra. Ca todo aquel que de rroma era rresçebido por çibdadano por libre & qujto era dado de todas fazenderas commo de yr en hueste njn de pechar njn seer tenudo a njnguna premja. Et sobre esso fizo le el çesar escreujr por çibdadano de rroma en el libro en que se escriujen los otros rromanos. Et auja este antipater sus fijos & llamauan al vno yrcano & al otro faselo & al terçero erodes & otros. Et adelante departiremos avn mas del & de sus fechos & de sus fijos & de su conpanna."
Página FOL. 185V
AÑO: a 1284
AUTOR: Alfonso X
TÍTULO: General Estoria. Quinta parte
PAÍS: ESPAÑA
TEMA: 19.Historiografía
PUBLICACIÓN: Pedro Sánchez Prieto, Universidad de Alcalá (Alcalá de Henares), 2002
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Pero ¿no decía Alfonso X que el faro de Galicia había sido obra de Hércules? Tal vez la respuesta a esa aparente esquizofrenia alfonsina (sin mar) esté en el párrafo siguiente, de la Estoria de Espanna del mismo autor:
"Pues que Julio cesar ouo tornadas todas las espannas so el sennorio de Roma & so el suyo. uino a la prouincia de guadalquiuir. & mudo a Seuilla el nombre. & mandola llamar Julea romulea. Desi andando por las otras tierras de Espanna; fizo fazer en la prouincia de guadalquiuir & por ell andaluzia por nobleza & prez del so nombre; las carreras a que agora dizen arracifes. E fue a galizia al logar que llaman la crunna. & renouo la torre del faro que fiziera hercules que era ya lo mas della cayda. Et des que ouo esto alli fecho. & otras muchas noblezas por las tierras; fuesse pora Roma. Duraron estas guerras. & estas batallas de Julio cesar e de ponpeyo. & de los otros que fincaron de Ponpeyo quatro annos que numqua quedaron de guisa que por tod el mundo sono. ca las mas yentes del mundo ouieron y que ueer."
Página FOL. 58V
AÑO: c 1270
AUTOR: Alfonso X
TÍTULO: Estoria de Espanna que fizo el muy noble rey don Alfonsso, fijo del rey don Fernando et de la reyna ...
PAÍS: ESPAÑA
TEMA: 19.Historiografía
PUBLICACIÓN: Pedro Sánchez Prieto, Universidad de Alcalá de Henares (Alcalá de Henares), 2002
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REAL ACADEMIA ESPAÑOLA: Banco de datos (CORDE) [en línea]. Corpus diacrónico del español.
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A mayores: ¿Se ha fijado usted en que, en el primer párrafo, se habla de un tal Antipáter? Mi enemigo resulta ser, al final, el padre de Herodes. Está claro que los enemigos de Elpáter no son de buena raza.
[¡El padre de Herodes! Y yo que siempre soñé con montar un buen negocio, una guardería infantil en concreto, y en ponerle ese nombre comercial... ¿Se imagina? GUARDERÍA INFANTIL HERODES. Éxito seguro. Pues que se jorobe el hijo del Antipáter, que ya no se lo pongo.]
Acordándome y haciendo caso en parte a lo que me comentó eyna sobre faros, anoto el enlace a un trabajito que hizo un amigo mío -pero que muy amigo oye- sobre el primer fanal giratorio instalado en la Torre de Hércules.
El aparato, formado por unos quinqués grandes, reververos, una estufa para impedir la solidificación del aceite, una máquina de reloj con la que se movían las pantallas que realizaban las ocultaciones, y la linterna que daba cobijo a toda esta maquinaria, vino de Londres junto con instrumentos científicos, libros, cartas nauticas y el viejo fanal giratorio del castillo de San Sebastián (Cádiz). Lo enviaba el marino Josef de Mendoza Ríos, un personaje en mi opinión aún no bien conocido y valorado, que participaba de marino, de espía y de científico. Tecnología inglesa pura y dura de finales del siglo XVIII para un faro. No sé si el tema es muy local, pero a este amigo es lo que le gusta:
El Fanal de Mendoza Ríos para la Torre de Hércules
PS: A día de hoy cambiaría algunas cosas, ampliaría otras y realizaría ciertas modificaciones, pero vamos a dejarlo como está.
Uno de los sitios en los que se ve una Torre de Hércules y que suele llamar más la atención a los del pueblo es... la villa y Corte. Pues sí, antes de entrar en el túnel que pasa bajo el Arco del Triunfo, de la Victoria, o como quieran llamarle, a mano izquierda. Allí se encuentra la escuela de ingenieros de Minas (creo). Está coronada por una Giralda, una Torre de Hércules y dos torres que ahora no recuerdo. Estuve buscando la foto, pero como tengo los álbumes manga por hombro, nada, que no aparece.
Este mensaje tiene su origen en un X-présate de hoy. Tal y como digo en ese lugar, intentaré glosar un artículo por si la Dra. Canto o cualquier otro quiere pronunciarse al respecto.
En el año 2002, Jesús María Reiriz Rey, publicó en la revista La Coruña. Hitoria y Turismo, un interesante artículo titulado "La Torre del mágico espejo". Pone sobre la mesa la posibilidad de que el supuesto espejo que podría encontrarse en lo alto de la Torre de Hércules no fuese en realidad un espejo en el que se reflejase la luz, sino un elemento adivinatorio. Lo malo es que no cita fuentes o bibliografía, o no las cita en las partes más problemáticas, y claro, uno no tiene criterio suficiente para saber si en la antigüedad estaban tan extendidos estos espejos adivinatorios.
Comienza relatando la leyenda que recoge Alfonso X en su Crónica, según la cual los almujeces> se acercaron a la Torre de Hércules para destruir su espejo, pero para disimular su presencia, cubrieron las naves de "verdura". De este modo se adentraron en la bahía coruñesa como se si tratase de islas flotantes. Una vez al pie de la Torre, dispararon sus ballestas y rompieron el espejo (Se non e vero... é precioso ). Prosigue recordando que tanto el licenciado Molina como Florián de Ocampo, Castellá Ferrer, Flórez o Cornide, rechazan de plano o en parte, la idea del espejo y le atribuyen un origen legendario.
Jesús Reiriz, recoge también la versión que da el bueno de Benito Vicetto, que por cierto era de los que profesaban el principio de que la verdad histórica se siente y que el historiador debe adivinar el pasado cuando éste se ignora:
Benito Vicetto "apunta los orígenes fenicios de la Torre de Hércules, en su opinión, señalando que en la cúpula o plataforma se colocaba de día una gran plancha de estaño reluciente a manera de espejo, donde refractaba sus rayos el sol. Esta gran plancha se ponía de modo que fuera giratoria, para que presentara sus dos caras o fases, dando vuelta por medio de un eje. Continúa Vicetto refiriendo que esta plancha de estaño era circular, por su diámetro estaba sujeta de un travesaño o eje, y giraba con movimientos de rotación por medio de un manubrio que impulsaba un solo hombre. De noche se encendía una hoguera en la plataforma, y como el fuego se reflejaba en la plancha de estaño que giraba por medio del manubrio indicado, de ahí la refracción una vez extinguida la luz solar, para guiar a los buques en la oscuridad".
Entra Reiriz en su planteamiento, sosteniendo que en muchos cuentos y leyendas los espejos están dotados de un carácter "mágico": "sirve entonces para suscitar apariciones, devolviendo las imágenes que aceptara en el pasado o para anular las distancias reflejando lo que un día estuvo frente a él y ahora se halla en la lejanía. Al mismo tiempo la superstición popular le atribuyó propiedades apotropaicas (que tiene poder de desviar las influencias maléficas) en numerosos países". Pone como ejemplos a Lewis Carrol en su Alicia (1871) o que los practicantes del chamanismo en Siberia llevaban espejos como parte de su atuendo, "de hecho, la palabra que significa espejo en su lengua, procede del vocablo que se traduce como alma o espíritu". A través de tales espejos hacía viajes visionarios por el mundo de los espíritus. Recoge Reiriz las tradiciones irlandesas que vinculan a la Torre de Hércules como "lugar de acceso al otro mundo". Estas leyendas le dan pie para explica la costumbre de dar la vuelta a los espejos o cubrirlos con alguna tela cuando alguien fallece en Galicia, pues según las leyendas tradicionales, el espíritu del difunto anda errante alrededor de la casa hasta que se inhuma el cadáver, y puede llevarse a los espíritus de los vivos a través de los espejos. Dice que en China se creía peligroso dormir con un espejo delante, "pues el alma viajaba en sueños y podía ser arrastrada hacia su interior quedando allí atrapada". En Lituania, al igual que en Galicia, también se cubrían los espejos, pues se consideraba que los muertos se levantaban y se dejaban ver de forma inoportuna en los espejos.
"Según el mitólogo y antropólogo británico James George Frazer (1854-1941) parece ser que este apartamiento del espejo o tabú supersticioso cuando muere una persona, tiene sus orígenes en la antigua Grecia, donde se creía que los espíritus de las aguas (una superficie reflectante también) podían reflejar la imagen reflejada de la persona, portadora de su alma. En el siglo XIII, el obispo Gudmund Arason exorcizaba, a diestro y siniestro, manantiales y fuentes, pues en esos tiempos se creía que algunos espíritus habitaban en las aguas. Abundando en la materia, en la isla Saddle de Melanesia, hay una laguna que, según los habitantes de aquel lugar, da la muerte al que se mira en sus aguas, diciendo que el espíritu que allí mora se apodera de su vida por medio de la reflexión en el agua. Los zulús tienen análogo horror a mirarse en las aguas de los lagos".
Prosigue el mismo autor con más ejemplos de culturas que prohíben mirarse en los espejos por temor a que su alma se pierda y recuerda que en un sínodo que se convocó en el siglo V, San Patricio condenó a los cristianos que creían ver a los espíritus mediante espejos.
Se detiene en el origen de los espejos, ya mencionados en la Biblia, los espejos griegos de una sola cara y con la otra decorada con figuras; los corintios, aleados de cobre, estaño y arsénico. Sostiene que no está documentada la presencia de espejos de vidrio hasta el siglo XIII, atribuyéndosele su fabricación a los venecianos en el año 1291. De acuerdo con Reiriz, los espejos egipcios, que se los transmitieron a los griegos, no eran perfectamente circulares, sino que se acercaban más a una forma ovalada; "también los hubo piriformes como los ejemplares descubiertos en Palestina".
Al parecer, en el mundo antiguo eran muy comunes los espejos de bronce, plata u oro, señalando que los griegos usaban una aleación de estaño y cobre, y posteriormente sobre todo la plata.
Tal y como señala la Dra. Canto, Reiriz dice que "los romanos empleaban también como material para los espejos la obsidiana, vidrio natural de origen volcánico; y la piedra especular (lapis specularis) especie de alabastro yesoso".
Se ocupa del término catoptromancia "vocablo que proviene del griego katoptron, espejo, y manteia, adivinar”. De este modo, la superficie reflectante actuaría "como estimulante psicofísico desencadenante del proceso visionario de su observador. Los catoptrománticos enseñaban que no había que ver en los espejos mágicos la materialidad del objeto, sino los efectos por éste producidos".
De acuerdo con lo anterior la catoptromancia se utilizaba para cuatro fines: la predicción del porvenir; la visión de sucesos que tenían lugar a gran distancia, caso de la Torre de Hércules; encontrar objetos perdidos; y la detección criminal o de robos. Este último caso aún se da hoy en la India cuando alguien sufre una herida o un robo y desea averiguar quien es el autor del delito. En este mismo sentido, el dios de la muerte del budismo japonés, emplea un espejo para detectar el pecado y decidir de este modo la morada que corresponde al pecador.
Añade que "el polígrafo latino Marco Terencio Barron (116-27 aC) sostenía que el uso mágico del espejo procedía de Persia, y que Pitágoras, uno de los grandes pensadores de la antigua Grecia, tuvo uno en el que veía la luna antes de que apareciese en el cielo". Según Reiriz, en la Europa medieval los specularii o especularios, viajaban de pueblo en pueblo, adivinando a través del espejo, al parecer los lunes eran los días propicios, así que en el año 1398 estos especularios eran declarados agentes de Satanás por la Facultad de Teología de París.
Recoge también que "el historiador y filólogo Martín Crusio (1526-1607) en su "Turco Grecia", dice que Alejandro Magno había hecho colocar en lo alto del Faro de Alejandría (...) un espejo de larga vista en el que se descubrían la flotas enemigas que venían contra Egipto, aunque fuese a la distancia de más de cien leguas y que fue destruido por un griego llamado Sodoro mientras dormían los soldados que lo custodiaban" y llama la atención Reiriz sobre el paralelismo con la leyenda de los Almujeces que destruyeron el espejo de la Torre de Hércules. "Asimismo, se afirmaba que dicho espejo alejandrino podría mostrar imágenes panorámicas de las calles de la lejana Bizancio (visión remota), quemar las naves enemigas concentrando los rayos del sol (aplicación militar de su propiedad ustoria) y que se usaba como telégrafo heliostático para transmitir señales a la ciudad y poblaciones vecinas". Concluye ocupándose de la posibilidad de que en la Torre de Hércules hubiese un espejo adivinatorio, y no la descarta, recogiendo una leyenda irlandesa, según la cual el espejo mágico de la Torre de Hércules estaba sujeto por una figura de cobre que representaba a una mujer.
Si han tenido la paciencia de llegar al final, ante todo, gracias. Ahí va alguna reflexión y alguna pregunta. ¿Estaban en realidad tan extendidos los espejos adivinatorios en el mundo romano? ¿Qué credibilidad le dan a la existencia de un espejo mágico del Faro de Alejandría? ¿Los textos clásicos aluden a espejos de este tipo en el faro de Scipion o sólo señalan su presencia para señalar, como hito, una costa sucia? En mi opinión, si en la Torre de Hércules hubo un espejo de este tipo, sería algo secundario porque ¿para qué construir un edificio tan alto? Si el espejo tenía poderes mágicos, es de suponer que los tendría tanto a ras de tierra como a 50 m de altura.
Y esto nos lleva de nuevo al piedrolito, a sí la cúpula romana que cerraba la Torre de Hércules estaba cerrada -tal y como sospecha el ingeniero militar Navacerrada a finales del siglo XVIII antes de la reparación- o abierta para dar salida al humo... o al espejo.
En fin, no me hagan mucho caso. Cada uno tiene sus obsesiones, y una de las mías es la Torre de Hércules.
El Brujo Redivivo23 de dic. 2006Pues si en vez de escribir a la hora que lo hizo se hubiese dado a su obsesión, habría participado en el casual y feliz encuentro del Sr. Brigantinus y éste que suscribe en las entrañas de la Torre. La única pena fue que un servidor iba en plan guía de visita familiar ampliada y no pude dedicar más que un poco de tiempo a gozar de la sabiduría y la agradable compañía de Brigantinus.
Oiga, Giannini, y digo yo... ¿no podíamos hacer por poner un día y hora y estudiar el circulito, el piedrolo y lo que se tercie, colectivamente e in situ, junto con Brigantinus y quien se anime? Lo estudiamos y después redactan un artículo (ustedes, que yo soy ágrafo); todo eso con carácter previo a esos pulpos y/o esas garimbas con las que tanta envidia nos da :-)
Sobre el artículo de Reiriz... pues me temo que la pregunta que usted hace es la primera que debería haber respondido el artículo, ¿no? Si la propuesta es que un monumento romano tenía un espejo con fines mágicos, creo que habría sido oportuno ver cómo funciona eso en el mundo romano; al menos me parece más pertinente que hacerlo con sumerios, acadios, fenicios (que eran comerciantes y avaros) y griegos, romanos y cartagineses y demás invasores de la península y no sé por qué me da que me estoy yendo por una lección que no es.
Y aunque no venga a cuento, aprovecho por si alguien lo lee y lo sabe. Cuando era más viejo que ahora (me pasa como a Dylan), estudié en la primaria por unos libros que tenían el título "Mis primeros pasos", "Mis segundos pasos" y, como era de esperar, "Mis terceros pasos". Eran, como los de la época, de carácter enciclopédico: un día estudiabas el metro patrón y el siguiente las odiseas de Amudsen, todo ello en el mismo libro. En la sección de Historia de España había una que se me atravesó, básicamente porque no entendía nada. Era la de Los Visigodos. No me quedó más remedio que chapármela de memoria. Decía así (puede recitarse rítmicamente y canturreando): "Su jefe Ataulfo venía / mandado por el emperador romano / y se apoderó de Barcelona./ Más tarde, en tiempos de Eurico..." ¡Y ahí se me corta la memoria! Por favor, si alguien sabe qué diablos pasó en tiempos de Eurico (y, todavía mejor, si alguien sabe qué decía "Mis terceros pasos" qué pasó en tiempos de Eurico), me sacará de un estado de ansiedad crónica.
Volviendo a la Torre y al espejo, y dejando aparte magias, debo decirle que ni idea. Ni siquiera sé si puede ser, ni si era habitual en la antigüedad que sea. Hace mucho tiempo intenté seguir la pista, pero no encontré bibliografía adecuada para seguir. Los paralelos con Alejandría cantan, pero si las leyendas de la Torre llegaron vía árabes, como parecen indicar las citas que pusieron en su día A.M.Canto y Corgo, puede venir todo en el mismo paquete. Desde esa óptica suena raro lo de los almujuces, que recuerdan inevitablemente el bosque de Macbeth.
Para todo eso creo imprescindible el libro (en dos volúmenes, pero pequeños, de los que no dan miedo) de Javier González García ("Hércules contra Gerión", Vía Láctea, 1997), el cual no sólo es un gran investigador sino un buen amigo y, sobre todo, una excelente persona. Rastrea todo lo rastreable (e incluso, en mi opinión, a veces algo más de lo rastreable, pero esa es otra historia) y lo cuenta muy bien y de forma entretenida y fácil de leer, lo cual los de neurona débil agradecemos siempre mucho. Muy recomendable en todos los sentidos. Y que conste que lo digo desde la discrepancia en ciertos supuestos, pero puede estar seguro de que la forma de ser del autor convierte la discrepancia en una placentera conversación si tiene la ocasión de confrontar ideas en directo.
Con lo del piedrolito debo presentarle disculpas. Con la movida familiar al final me olvidé de mirar de cerca el circulito del suelo, para ver si tenía señales de abrasión por movimiento circular.
En cuanto a si el espejo tenía poderes mágicos, la respuesta sí puede ser más clara ;-)
Por lo que se refiere a la visita a la Torre, cuando quieran, pero en cuanto a escribir sobre algo de época romana, me temo que cada uno debe ser consciente de sus limitaciones, y por esas kalendas, este feligrés es un mero lector curioso. Otra cosa son los siglo XVI al XX, en el que uno se va defendiendo y algo se documentó, pero más atrás...
Es que al dichoso piedrolito le he dado un montón de vueltas. Por una parte, podría interpretarse que tiene forma de candelilla; por otra, ahí debía asentarse algo pesado, que iba sobre un pedestal -el piedrolito-; como quiera que algunas de las rozas llegan hasta el borde, es de suponer que lo que estaba encima, pudo tapar el reborde; ¿qué sentido tienen las marcas en forma de anillo que aparecen en el interior del taladro? ¿Por qué se requería una base tan pesada e incluso monumental? ¿Por qué el objeto que descansaba sobre el piedrolito no podía hacerlo directamente sobre el suelo? ¿Esas marcas en el suelo, en la piedra que tiene forma de doble T -una circunferencia con un punto en su centro- podrían haberse hecho posteriormente, al levantar la cúpula dieciochesca? ¿Es esto coherente con la invexistencia de monteas en el resto del edificio? En el DRAE, montea se define como "Arq. Dibujo de tamaño natural que en el suelo o en una pared se hace del todo o parte de una obra para hacer el despiezo, sacar las plantillas y señalar los cortes" ¿La marca en la piedra del suelo romano puede corresponder a una montea?
Ya ve que tengo más preguntas que respuestas, pero gracias por el ofrecimiento.
Giannini: No creo que el espejo de la Torre de La Couña tenga nada que ver con la magia, así que no me extraña que este señor no aporte fuentes ni bibliografía

al respecto. En el uso que comentamos es un recurso técnológico práctico, y bien práctico.
Creo en el espejo, y por ello lo sugerí en su momento, porque los paralelos existen desde al menos el 285 a.C., cuando se hace el de Alejandría, hay
incluso documentación gráfica (arriba: 13/05/2006 10:19:44 ; 29/04/2006 9:37:31 ; 21/06/2006 19:24:34), e incluso de su uso, parece que inventado por
Arquímedes, como "vidrios catóptricos", que podían incendiar los barcos desde lejos, de lo que pongo un ejemplo:
Además, es curioso que la oquedad en tubo que vemos en el piedrolo pudiera coincidir bien con dicho uso, como gráficamente expone Vicetto por mano de Ud.,
que además se ensancha en la parte inferior y creo que respondería a su pregunta ("¿Por qué se requería una base tan pesada e incluso monumental?").
Por cierto que este párrafo, que no conocía, no puede ser más acertado: "...una gran plancha de estaño reluciente a manera de espejo, donde
refractaba sus rayos el sol. Esta gran plancha se ponía de modo que fuera giratoria, para que presentara sus dos caras o fases, dando vuelta por medio de un eje.
Continúa Vicetto refiriendo que esta plancha de estaño era circular, por su diámetro estaba sujeta de un travesaño o eje, y giraba con movimientos de rotación por medio
de un manubrio que impulsaba un solo hombre. De noche se encendía una hoguera en la plataforma, y como el fuego se reflejaba en la plancha de estaño que giraba
por medio del manubrio indicado, de ahí la refracción una vez extinguida la luz solar, para guiar a los buques en la oscuridad".
Brujo: las citas árabes que puse no eran de leyendas... Es una pena que este foro esté tan desconfigurado, es incomodísimo leer o escribir en él. Una novedad, de paso:
Europa quiere ayudar a reconstruir el faro de Alejandría: http://www.egiptologia.com/content/view/1010/74/ . Saludos navideños.
Una mera curiosidad. Un amigo compró hace poco en Estados Unidos -y por una cantidad considerable que yo no hubiese pagado- un recibo en el que consta que un barco inglés pagó en 1698 el impuesto del Fanal. Se trata de una hojita rectangular, del tamaño de un décimo de lotería, parte impresa, parte manuscrita, en la que se dice que el capitán de tal barco pagó tantos reales por derecho de fanal -o algo así. Recuerdo que el dichoso recibo lleva estampado un sello de humo, en el que se adivina un torreón, alguna venera y algunas letras. Por más esfuerzos que hicimos para fotocopiar el sello, aumentando su tamaño y demás, allí no hay quien lea nada. Supongo que sí tiene interés que en el año 1698 se seguía percibiendo el derecho de Fanal.
Si Brigantinus se anima a ir a la Torre -mejor durante estas fiestas- creo que entre todos podríamos aportar información, cuando menos curiosa o que nos llamó la atención, y si pudiésemos subir a la linterna, estaría bien comprobar si la estufa de hierro colado del Fanal Mendoza Ríos dejó algún tipo de huella en el suelo, el paso del tubo hacia la chimenea, si queda algo de la mesa de latón, o en la propia galería si se conservan -como creo- los puntos en los que se engarzaban los soportes de las lentes que aumentaban la luz. La semana pasada, el pulpo en O Fiuza estaba de vicio. Doy fe :-)
como ahora tengo un poco de tiempo, en medio de los adobos navideños, por pensar en voz alta, le estuve dando vueltas a lo que comentaba la Dra. Canto sobre si es o no una interpolación esa Cruña del año 950 y, ay, ay, conociendo un poco la historia del pueblo, se me hace difícil creer que alguien mencione a La Coruña por esos años.
Me explico. Es sabido que durante los siglos IX al XI las incursiones vikingas dejaban las costas de Galicia asoladas y despobladas buena parte del año. De hecho, en un documento del Monasterio de Sobrado, sin fecha, pero anterior al año 1208, recuperable en el CODOLGA, se lee:
"in terra de Faro Sancti Christofori medium cum suis adiunctionibus, uillam Laureiru, uillam Eluinam, uillam Aguelam".
Es decir, en la tierra de Faro, en el arciprestazgo de Faro, la única iglesia que se menciona es la de San Cristóbal das Viñas, desde el año 1912, dentro del término municipal de La Coruña, pero algo distante de la costa, calculo a ojímetro que unos dos km. Las demás villas, se encuentran en el interior de la población formando un arco distante de la costa y desde luego, de la denominada Ciudad Vieja de La Coruña.
El documento de Tructino, del año 868, en apariencia anterior, dice:
"in ualle de Faro Bregancio, uilla de Orria et ecclesia sancte Eolalie iuxta Faro, et nuncupant eam Carolio et alia ecclesia sancte Marine".
Da la impresión de que la iglesia más antigua del actual término municipal de La Coruña es la de San Cristóbal das Viñas. Así "todavía en el siglo XV se denominaba a la parroquia de San Cristóbal das Viñas "San Cristóbal de Faro" [Nota: Archivo de la Colegiata de La Coruña, Libro índice de bulas (1698), fol. 5v, referencia documental a 2 de febrero de 1477].
Fuente: Velo Pensado, Ismael: La Coruña en el camino de peregrinos a Santiago. La Coruña : Archivo de la Colegiata, 2005, p. 39.
El documento fundacional de la ciudad (1208), dice que se crea "in loco qui dicitur Crunia", un lugar, un lugariño si se me permite, muy poca cosa debía ser cuando añaden "qui dicitur" y estamos en pleno siglo XIII.
Una vez que, a mi juicio, queda claro que eso del espejo mágico no tiene fundamento, pasamos al otro espejo que pudo tener, al práctico. Reconozco que la idea del espejo me parece muy sugerente y existiendo un artefacto similar en el faro de Alejandría, con el que la Torre de Hércules tiene evidentes paralelismos, cada día me parece más probable que el faro coruñés dispusiese de un artilugio similar. Ahora bien, eso de que con el espejo se podían quemar flotas, se me hace raro y más aún si el espejo era metálico. Los que hicimos un curso de primero auxilios, sabemos que el triángulo del fuego precisa tres elementos: combustible, comburente y calor. No arden los materiales, arde el gas que desprenden una vez que alcanzan cierta temperatura, en nuestro caso, la que proveen los rayos del sol sobre una superficie que se calienta, que desprende gases que se inflaman. Una lupa puede concentrar los rayos del sol en un punto (sic) y el diámetro de ese punto es siempre muy pequeño, inferior a un centímetro. Todos hemos probado a concentrar los rayos del sol para quemar un papel de periódico, el dorso de la mano, etc. Esta acción se da cuando la distancia entre la lupa y el objeto que quemamos es muy pequeña, y me parece difícil creer que pudiese actuar a grandes distancias, como la que puede separar la cumbre de una faro, sea de Alejandría, sea la Torre de Hércules, del mar, sin contar con que los barcos se mueven, y para concentrar los rayos del sol en un punto, necesitamos que ese punto permanezca inmóvil para calentar la superficie de lo que queremos que arda.
Si me parece más probable que un posible espejo, sea de metal, sea de un mineral que cristalice en una figura geométrica adecuada para concentrar o aumentar los rayos del sol, pudiese orientarse de tal modo que sirviese para deslumbrar a un barco, y que la confusión generada en el mismo pudiese ocasionar algún incendio, pero vaya, es una mera especulación.
Aquí se cultivaban viñas como lo demuestra San Cristóbal das[=de las] Viñas o San Vicente de Elviña. Al parecer el vino era malísimo: agrio, turbio, flojo y encima se avinagraba con facilidad. Me vuelvo a la cocina :-)
Giannini: Los textos árabes son documentos históricos como otros cualquiera. Si está "Crunna" en Rasís, eso puede valer como cualquier manuscrito.
Lo de San Cristóbal, como cristianización del lugar, tiene mucho sentido: después de todo, es el santo que ayuda a cruzar, en este caso los escollos
en el mar ante Coruña. Por otro lado, créalo o no, está documentado, pero ahora (mientras se perfecciona en el horno mi opus magnum culinarium
de hoy) no tengo la referencia a mano ni tiempo de buscarla, que los de Alejandría cobraban una tasa parecida a ésa del fanal que Ud. cuenta, pero
....por no quemar los barcos que se acercaban a puerto. Curioso, ¿verdad? Saludos.
Agggggggg, acabo de ver una nueva equivacación, que por cierto me da pie para hablar de las bondades de un curilla, D. Ismael Velo Pensado, canónigo archivero de la Colegiata de La Coruña, persona afable y generosa donde las haya, aunque a veces se discrepe. El bueno de D. Ismael, publicó, entre otros libros, La Coruña en el camino de peregrinos a Santiago -pagando de su bolsillo la edición- y no lo publico en el 2005 como decía arriba, sino en1996. Si este autor se caracteriza por emplear un aparato crítico de los que dan gusto, me gustaría destacar en él los índices ¡qué índices! De personas, de temas y de lugares. Es que, así, por lo bajinis, se publican en ocasiones libros magníficos, de una extensión considerable, que hay que leer anotando, precisamente por falta de unos buenos índices.
Pasa el tiempo y uno recuerda que leyó en tal obra, esto o aquello, pero resulta que revisando las notas tomadas al leer, no aparece el dato, así que para encontrarlo, tiene uno que volver a leerse el tocho en cuestión... Cuando un libro tiene una cierta extensión -y a veces sin tenerla- pide a gritos un índice de personas, de lugares y de materias. A veces pide también un índice cronológico, pero vaya, si el autor redacta los tres índices mencionados, como aporte información de interés, a buen seguro que lo citarán. En otro caso, lo citarán o no lo citarán. Vamos, creo yo.
Y os preguntaréis qué relación tiene esto con Breogán, Hércules, la Torre y los Milesios. Ninguna. Es sólo que el sarao se acabó, uno sigue haciendo la digestión, y le apetecía escribir algo antes de plegar velas. Buenas noches.
Professora Alicia
Lamento não estar de acordo consigo quanto ao valor da chamada "Crónica do Mouro Rázi" tal como surge na "Crónica Geral de Espanha".
É uma péssima fonte histórica, cheia de interpolações posteriores e de erros de tradução. Há pelo menos um exemplo de interpolação de má fé, além de inúmeros anacronismos. É caso de um famoso excerto aí colocado pelas autoridades portuguesas para justificar as suas pretensões às relíquias de S. Vicente, pretendendo justificar pela autoridade de uma fonte árabe do séc. X, factos passados no séc. XII!
Eis esse excerto:
Cap. 230, fólios 89c e 89d (versão original portuguesa na edição crítica de L. Cintra, adiante identificada)
"E, quando elle [Abderame] entrou em Vallença, tiinham hi os cristãaos que hy moravam huu
corpo dhuu homen que avya nome Vicente; e oravãno como se fosse Deus. E os que tiinham aquelle corpo faziam creer a outra gente que fazia veer os cegos e falar os mudos e andar os çopos. E, quando os cristãaos viron Abderame, ouverõ medo delle e fogiron com elle. E disse Abelfacem, huu cavalleiro natural de Fez, que andava con sua companha a mõte na ribeira do mar, que achara, em cabo da serra que vem per sobre o Algarve e entra em aquelle mar de Lixboa, o corpo daquelle home con que aquelles fugiron de Vallença con elle; e que fezeron hi casas em que moravã; e que elle matara os homeens e que leixara hy os ossos do homen."
O estudo decisivo sobre o valor de "al-Razi" na "Crónica Geral de Espanha" é de Lévi-Provençal, e já é bastante antigo:
"'La description de l'Espagne' d'Ahmad al-Razi. Essai de reconstitution de l'original arabe et traduction française" in Al-Andaluz (revista de las escuelas de estudios árabes de Madrid y Granada), Vol. XVIII (1953), pp. 51-109
Transcrevo e traduzo de parte da sua introdução:
"O original árabe (perdido) foi traduzido em português a mando do rei D. Dinis (1279-1325) por um clérigo de nome Gil Peres, que, não sabendo árabe, contratou intérpretes muçulmanos, nomeadamente Maese Moamed (mu'allim Muhammed).
Sobre essa tradução portuguesa, considerada também perdida, foi realizada uma tradução em castelhano, que esteve na base de várias adaptações sucessivas, o que explica a existência de vários manuscritos de texto mais ou menos interpolado (de que se serviu Gayangos).
Esta pluralidade de textos castelhanos da "Descrição" de al-Razi, que, embora remontando a uma fonte comum, foram muito desfigurados pelos copistas, o que explica as deformações sofridas por este trabalho de adaptação.
Ora a tradução portuguesa, que se considerava perdida, foi encontrada, ou mais exactamente uma adaptação directa, na mesma língua, seguramente muito próxima e muito fiel."
M. Luis F. Lindley Cintra
Crónica Geral de Espanha de 1344
Edição crítica (1951-1961)
Imprensa Nacional, Lisboa, 4 vols.
"Esta adaptação em português, de que tive oportunidade de examinar o conteúdo, pareceu-me, à primeira vista, sensivelmente mais correcto que os textos castelhanos até aqui conhecidos, seja do texto propriamente dito, seja da nomenclatura toponímica, terrivelmente maltratada a maior parte das vezes nos manuscritos utilizados por Gayangos.
Para além disso, o exame aprofundado do texto português da "Descrição" de al-Razi permitiu-me identificar sem dificuldade ... uma parte relativamente considerável do próprio original: passagens de extensão variável disseminadas através da literatura geográfica árabe posterior ao X século, sob a forma de citações atribuídas ao autor ou deixadas no anonimato.
Torna-se desde agora possível, com o socorro conjugado das melhores lições contidas na adaptação portuguesa da "Crónica de 1344" e das citações árabes tiradas de Ahmad al-Razi pelos compiladores andaluzes e orientais, estabelecer uma edição crítica da sua "Descrição", pelos menos provisória.
...
Enquanto se aguarda a publicação dessa edição crítica, parece-me útil oferecer ao leitor uma tradução francesa da "Descrição"... Poder-se-á assim fazer já uma ideia do progresso sensível desta tradução relativamente ao texto editado por Gayangos, embora certas incertezas relativas à toponímia histórica não estejam ainda esclarecidas... Apreciar-se-á igualmente, nas partes do texto em que é possível identificar o original árabe, a incompetência e falta de habilidade dos tradutores improvisados e a maneira de como eles por vezes desfiguraram o original, seja recheando-o de superlativos e perífrases explicativas, seja introduzindo interpolações mais ou menos longas da sua própria lavra. Dar-se-á conta, enfim, que a "Descrição" de al-Razi não apresenta a importância que geralmente se lhe atribui, mas que, contudo, este texto do séc. X, sob a sua forma geralmente esquelética, serviu de base a quase todos os geógrafos árabes posteriores..."
Eis as únicas referencias à Galiza, na tradução francesa de L-Provençal:
p. 60
"Sa forme [al-Andalus] est triangulaire
...
Le troisième angle se trouve au Nord-ouest, dans le pays de Galice, là ou se trouve la montagne qui surplombe la mer et sur laquelle se dresse le temple élevé qui ressemble au temple de Cádiz [nota L.P.: Il s'agit de la Torre de Hércules, près de la Corogne...]
Ce troisième angle ,marque le point à partir duquel la côte remonte en direction du pays de Bretagne [nota L.P.: ... L' exposé qui précède a été utilisé et développé par les géographes postérieures... Le texte de la traduction castillane est fort altéré et interpolé.]"
p. 64-99
"Description d'al-Andalus par districts" [omissão do NO penínsular]
Córdoba
Cabra
Elvira
Jaen
Tudmir
Valência
Tortosa
Tarragona
Lerida
Barbitania (Boltaña)
Huesca
Tudela
Saragossa
Calatayud
Barusa
Medinaceli e Santaver
Racupel e de Zorita
Guadalajara
Toledo
Fabs al-ballat
Firris
Merida
Badajoz
Beja
Santarém
Coimbra
Exitania
Lisboa
Ocsonoba
Niebla
Sevilla
Carmona
Morón
Jerez (Sidona)
Algeciras
Reyyo
Écija
p. 104
"Parmi led fleuves notables du pays des Francs et de la Galice, citons le Miño (nahr Minyo). il prend sa source dans les montagnes de l'Álave (Alaba), traverse le pays de Galice d'Est en Ouest et se jette dans l'Atlantique dans la region du "mur de Galice" (ha'it Yilliqiya). Son cours est d'une longeur de 303 milles."
Buenísimo tamén, Balsense, e se te animas a anotar ou citar fontes documentais portuguesas relacionadas coa Torre de Hércules, xa sabes que cando veñas pola Coruña estás invitado a un polvo [para los castellanohablantes, acabo de invitarlo a un pulpo, que algunos sé que pensasteis mal :-)))]. A ver se alguén que domine a lingua francesa fai algunha precisión. Se non leo mal identifícase a Torre de Hércules como "un templo elevado que semella o de Cádiz" ¿É posible?
Balsense: Las citas últimas no las hice de la Crónica de 1344, sino directamente de la Crónica de Rasís. Las obras que me dice creo
que fueron superadas por la edición de la Crónica de al-Rasís hecha en 1974 por D. Catalán y S. de Andrés (Fuentes Cronísticas de España III).
Me permito remitirle a mi mensaje supra de 21/06/2006 19:10:00, donde hablaba de esto:
"Estimado Pater: Puede Ud. fiarse de Rasís. Hace años que ando componiendo un libro denominado Fuentes árabes para la Hispania romana,
puede Ud. ver sobre ello aquí mismo, en el artículo http://www.celtiberia.net/articulo.asp?id=1597, bajo el argumento nº 19.
Es cierto que la obra original de al-Razí (889-955) está perdida, y que la edición que tenemos es la traducida al portugués en la corte de D.
Dinís de Portugal (1279-1325). Pero ello no debe ser motivo de descalificación, porque al escribano Gil Pérez se la iba leyendo un
"Mahomad y otros", y el total es fiel, como en su día demostró Sánchez Albornoz (h. 1946) y confirmó Diego Catalán (1974). Esto se ha
comprobado después, al empezar a conocerse la obra de un autor árabe posterior, al-Rusatí, que va siguiendo de cerca la obra de Rasís.
No tengo a éste aquí ahora mismo, pero seguramente trae también la cita sobre Coruña. Se trata de un tipo de fuentes que ha sido muy
desconocida y hasta despreciada tradicionalmente por los historiadores de Antigüedad y arqueólogos españoles, craso error.
Las tres versiones manuscritas que hay coinciden en la noticia que a Ud. le interesa (Introd., cap. 14). Le paso la del msc. Ca, que carece
de los prólogos interpolados de las otras dos versiones: "E este canto terçero [de la península] es a par / de una villa que agora llaman la Curuna".
El manuscrito Mo la llama "la Curuena" (donde la e debe ser error por n) y el Es dice "la Curuña" (y el "agora" implica un nombre anterior,
como Ud. suponía). En mi opinión, la noticia original es de Rasís, porque justamente el msc. Mo tiene aquí otra interpolación larga de Jiménez
de Rada y los otros dos terminan ahí este capítulo geográfico introductorio. Espero que estas noticias le agraden y sean de utilidad."
Del trabajo que citaba en junio de Sánchez Albornoz dice Catalán (Introducción, p. XII): "En esos trabajos Sánchez Albornoz logró probar,
sin dejar lugar a la duda, que la versión de Mahomad y Gil Pérez nos conserva (con la fidelidad e infidelidad esperadas en una versión de
su tiempo) la Historia de España que, en la primera mitad del siglo X, escribió Ahmad ibn Muhammad ibn Musà al-Razí, el historiador por
excelencia ("al-Tarijí") de al-Andalus, y que Gil Pérez no "mintió" (o metió) en ella ni más ni menos que lo que le leyeron Mahomad y sus
auxiliares moros".
Por otro lado, en el parágrafo que Catalán dedica a las relaciones entre la Crónica del Moro Rasís y la Crónica de 1344 (pp. XVII-XIX), el autor
(nieto de Menéndez Pidal y extraordinario conocedor de las fuentes medievales) concluye: "...Creo con Cintra que el cronista de 1344 no sometió
el texto de Gil Pérez a un trabajo de amplificación retórica; bien al contrario, siempre que no sigue de cerca a la fuente, es porque la abrevia.
Esta conclusión me parece firme si tenemos en cuenta que la Crónica de 1344 nunca amplifica retóricamente las otras fuentes que utiliza."
Es fundamental también, como decía en junio, el que podamos ahora disponer de la obra de al-Rusatí (c.1147, ed. CSIC Madrid 1990, por Molina
López y Bosch Vilá), que sigue mucho a Rasís, con la ventaja de que lo hace directamente del árabe; en los casos en que los he confrontado, y
singularmente en el de Mérida, le comprueba. Por todo ello no puedo sino mantenerme en mi criterio: La Crónica de Rasís es una buena fuente
histórica (para los andalusíes la mejor de su tiempo), y los casos en los que hay interpolaciones (en la Crónica General) son fácilmente distinguibles.
Algo más: la referencia que cita Ud. sobre Valencia, que corresponde a la crónica de Abderramán I, sólo se conserva en las copias de Resende (p.
282), separadamente, lo que Catalán referencia como "Res-Epist", parágr. 53 ss.).
El Brujo Redivivo26 de dic. 2006A.M.Canto, supongo que las diferentes versiones de los manuscritos de Al-Rasi vienen también en el Catalán. ¿Es así, o hay que buscar por otros lados?
Además del topónimo hay otra diferencia que me parece importante, y me explico: aunque en mensajes anteriores hice mención, como Giannini, de lo extraño que resulta que aparezca el topónimo "la Curuña" (y similares) en el X, en realidad lo más perturbador es que se la califique como "cibdat". El topónimo podría existir; de hecho, cuando en el XIII figura el "in loco qui dicitur Crunia", quiere decir que había un lugar que recibía ese nombre, sin que nada indique desde cuándo lo recibía, de modo que podría venir llamándose así desde hacía trescientos años. Pero lo de decir que es ciudad choca por todos los lados, con el resto de las fuentes y con la arqueología. Sin embargo, veo que el manuscrito que ahora nos transcribe dice "villa", no "cibdat". No conozco con precisión el significado que "villa" podría tener en el siglo X. Si fuese (y creo que lo es, pero sin seguridad mientras no consulte algún libraco) equivalente a "locus", ya no habría esa contradicción. Una ciudad de nombre Coruña es difícil de asimilar; una aldea de nombre Coruña lo es mucho menos o no lo es en absoluto.
Porque, en ese caso, el único problema sería la duplicidad de topónimos, Faro Precancio y Curuña. Si de aldeas hablamos, bien podría haber dos, cada una con su nombre, pues el faro y la Ciudad Vieja (o las Atochas, si es correcto lo que le transmitió Ismael Velo a Giannini) están lo suficientemente alejadas como para que cupiesen dos núcleos de población hoy englobados en la trama urbana.
Pero también pienso en una costumbre existente hoy (mejor dicho, a punto de perderse hoy). Hace unos años se montó uno de los tiburcios habituales con la coña idiomática con el topónimo que se debería usar obligatoriamente con la que en castellano era "La Puebla del Caramiñal". Unos que "A Puebla", otros que "A Poboa", aquéllos que "A Pobra" y seguro que hay más variantes de las que me olvido. En plena polémica le pregunté a una amiga, nacida y criada en su infancia en una aldea próxima, cuál era el nombre que usaban cuando ella era pequeña. "Nós chamábamoslle A Vila", me respondió. Y lo mismo me dijo otro amigo, esto hace unos días, hablando de Ortigueira: "O Concello é Ortigueira, a parroquia, Santa Marta, e o pueblo, A Vila".
Si "Coruña" viniese de "Colonia", y aunque sea retorcido, ¿cabe pensar en la posibilidad de un doble nombre, uno oficial (Brigantium, Pharum Brigantium o el que fuese) y otro popular, el genérico "la Colonia", tal vez para referirse a la zona en la que se concentraba la población de nombres, idioma y costumbres romanas?
De todas formas, aunque eso pudiera ser, juegan en su contra dos elementos más de la Crónica: (1) el que diga "que agora llaman la Curuna", lo que sugiere que el nombre es reciente y antes había otro, y (2) el propio nombre Curuna/Curuena/Curuña, más alejado de "colonia" que el actual "Coruña".
No me resulta fácil dar con una solución satisfactoria. Lo más sencillo sigue siendo pensar que esa frase (¡y sólo ésa!), "que agora llaman la Curuña", está metida en el momento de la traducción de la obra en la corte de Don Dinís de Portugal, no como falseamiento alguno, que no lo hay, sino como apostilla didáctica: el traductor no mentiría en absoluto, sino que haría la obra más comprensible para la población de su tiempo, al decirle el nombre actual del lugar que de otra forma le resultaría desconocido. De ser así, el "que agora" no sería del siglo X, sino del XIII-XIV; el propio giro puede estar indicándonos eso, si lo interpretamos como "que agora, cuando traduzco, llaman la Curuña".
En cuanto pueda me meto con el Catalá, que el asunto se las trae :-)
O más bien a un colectivo como coronea 'lugar con varios castros'.
Lo malo del caso, jeromor, es que pese a haber varios topónimos como los Castros, el Castrillón, pese a que los eruditos del XIX y principios del XX pensaban que en lo que conocemos hoy como Ciudad Vieja de La Coruña, en ninguno de esos lugares, como ha dicho Elpater, han aparecido castros o piezas vinculables al mundo castrexo. Casi en el límite del término municipal, cerca de los Castro, creo que apareció un hacha de talón, pero nada más.
El origen del topónimo es algo que todavía no se resolvió.
En cuanto a la denominación "villa", acudo a J.M. Sánchez Chouza, que al analizar un documento en el que se alude a la "villa de Coruña", lo atribuye a Coruña del Conde, y no a La Coruña porque "desde 1466 el núcleo gallego venía recibiendo de manera continuada y exclusiva el título de ciudad".
Fuente: Sánchez Chouza, José Manuel. A Coruña en la Baja Edad Media. A Coruña : Seminario de Estudos Galegos, O Castro, 2005, p. 134, nota 146.
El Brujo Redivivo26 de dic. 2006Giannini, hoy por "villa" entendemos algo así como una casi-ciudad, un pueblo. Al menos por aquí. Pero en el siglo X me temo que no se usaba de esa forma, sino que es palabra comparable a "locus". Creo haberlo leído en Rubén (¿García Álvarez? me refiero al médico de Ribadavia que estudió la Galicia altomedieval), aunque tal vez lo leí en Alsina, o incluso en Sánchez Albornoz. O me lo inventé, a saber. Es posible que haya alguna cita en el libelo sobre Coruña romana y altomedieval, yo qué sé. Cuando pueda lo miro.
No sé si en el XIV se usa de otra forma. Si fuese así, si en el X significase aldea y en el XIV pueblo grande, estaríamos ante un argumento para sostener la interpolación en la corte portuguesa. Usar como sinónimos "villa" y "cibdat" resultaría contradictorio en el X, pero coherente en el XIV. No sé si me explico.
Brujo: Sí, son los que él llama "Ca" (de Santa Catalina de Toledo), "Es" (de El Escorial) y "Mo" (de Rguez. Moñino, el famoso bibliófilo
extremeño, los párrafos los pone en cada página y así es fácil ver las divergencias.
Leyendo eso de "cibdat" y "villa" que dice, me he ido a concretar mejor el origen de esa frase en concreto. Al-Maqqari, que es otro autor que
sigue mucho a Rasís, y directamente (lo dice él mismo), da, para este tercer "canto" peninsular, esto: "Fíjase el tercer ángulo entre el Septentrión
y el Occidente, en la tierra llamada de Chaliquiya, allí donde los montes se acercan al mar, y sobre la cumbre de uno de ellos se levanta un
alto edificio parecido al ídolo de Cádiz, el cual sirve de atalaya a la tierra de Bretaña.".He ido también a mirar al-Hymiari, y también se
detiene en "Bretaña". Podría suponerse, por tanto, que en el original de Rasís no viniera la mención de Coruña, o que ésta no existiera. Pero
no lo creo por dos motivos:
1) El que no se mencione una villa o ciudad no demuestra que no la hubiera, sino sólo que, según Catalán (como puse arriba: 24/12/2006,
13:26:00), el añadido "la cibdat que dicen Crunna" vendría de "fuente árabe desconocida", distinta de Rasís. Y
2) Porque he encontrado otra mención más, en el capítulo donde habla de las aventuras de Hércules (cap. LII, p. 127 de la edición), que dice
que la batalla entre Hércules y el último rey de los Espán tuvo lugar: "a tres migeros (millas) de la cibdat que agora llaman La Curuña, a
do el fizo el conçilio en Galizia" (Ca), ...cibdad... la Coruña (Es), un lugar... La Curuña (Mo). Demasiada coincidencia.
Estuve frotando una foto que tengo del piedrolito preguntándole: "piedrolito, piedrolito ¿había espejo o no había espejo en la Torre de Hércules?". Me ha contestado con un ejemplar de la obra del profesor Manuel C. Díaz Díaz abierto por la parte que se titula "Escrito de Trezenzonio sobre la gran isla de Solisticion" [pp. 112-119], que el prof. Díaz y Díaz data a principios del siglo XI:
"Pues bien, cuando las poblaciones de toda Galicia fueron estirpadas de raíz por los infieles ismaelitas y convertidas a lo largo de muchísimos años en cubil de fieras, yo, Trezenzonio, conducido por el destino, me aventuré en solitario por las soledades de Galicia. Y mientras vagaba de uno a otro lado con diversos rumbos por sus diferentes comarcas, sin poder encontrar persona viviente porque ni quedaban vestigios, llegué tras dar muchas vueltas al faro de Brigantium. Al ver de lejos su alta cúspide, considerando con sumo asombro qué sería aquello me acerqué más y más y llegué a ver en qué consistía.
Subo a su alta cima, en la que había un espejo de enorme tamaño y de enorme brillo; por las mañanas a los primeros rayos del sol el esplendor de su luz daba una completa visión de todo cuanto había en el mar. Pues bien, al reflejarse la luz en él, más allá de lo que suele vislumbrar una mirada normal, descubrí entre las más lejanas olas del mar por dos y tres veces una isla espaciosa. Descendí del faro y empecé a cavilar cómo podría llegar a aquella isla". Continúa diciendo que Trezenzonio llega a una isla en la que alcanza un estado de beatitud. Allí un ángel le ordena volver por tres veces, y al negarse, sufre la ira Divina, pero vuelve:
"Avanzando desde allí por la costa del mar hacia una playa situada al oriente como unas cincuenta millas, llegué al faro ya en parte destruido. Encontré la ciudad de Cesarea [Coruña] casi completamente derruida, y Galicia que había dejado despoblada de nuevo poblada aunque con pocos habitantes. Y así llego a Tuy en busca de Adelfio, obispo de la ciudad, que me había educado liberalmente como un padre a su hijo ilustrándome desde mis tiernos años".
Tampoco se menciona a Cruña, y sí a Brigantium o al faro de Brigantium ;-)
Me ha llamado la atención en el texto que anota la Dra. Canto: "el cual sirve de atalaya a la tierra de Bretaña", que no le veo sentido. Sí lo tendría, (creo), si fuese una "atalaya de Britania" o "atalaya para la tierra de Britania".
Bueno, Giannini, pues con ese texto, y los paralelos romanos, sobre todo Alejandría, parece que ya no hace falta que espere Ud. la respuesta
del piedrolito... Curiosamente, la mayor parte del texto que cita está en red en latín:
«Trezenzonii de Solistitionis Insula Magna»
Sub luce florentis calami insule videlicet Solistitionis magne tam terre copiositatem tam paradisiaci odoris amenitatem quam habitationis
sanctitatem compendiose tradens memorie, subtili breuitate multis pauca decerpens conclusi. Quoniam si mentioni vere singula prout sunt
commendare statuissem, prius me brevitas temporis quam materie proxilitas dimitteret; unde in libro Eucherii mei fortunii casum et
supredicte insule statum metabor compendio.
Quoniam igitur totius Gallecie Ismaelitarum infidelitate civitates funditus extirpare et ferarum cubilibus annis per compluribus date essent,
ego Trezenzonius fortuito casu ducente solitudines predicte Gallecie solus intravi. Cumque ipsius loci diu diversas diversa ambage partes
oberravissem, quempiam quia nec vestigia invenire potuissem, perveni errando farum Brecantium. Cuius procul summa prospiciens cacumina,
summo stupore quid esset admirans, magis ac magis accedendo quod erat percepi.
Ascendo summum eius cacumen, in quo nimie maginitudinis nimilique fulgoris speculum erat; cui mane primo egressu solis lucidus
splendor omnium que in mari erant prospectum dabat. Cuius igitus lucis repercussione solito longuis intuitu, inter remotissimos equoris
fluctus spatiosam secundo et tertio insulam prospiciens, faroque descendens, mecum quomodo dictam insulam adirem excogitare coepit.
(Fuente: http://es.wikisource.org/wiki/Trezenzonii_de_Solistitionis_Insula_Magna)
Por otro lado, no le extrañe "Bretaña", es la esperable castellanización. Y, de hecho, ¿cómo seguimos llamando nosotros familiarmente a la
parte mayor de ese país?: La Gran Bretaña.
Voy y vengo entre turrones y sorbos de café. No había leído su texto Dra. Canto cuando inserté el anteior, y no sabía que el relato de Trezenzonio estaba en red. De todos modos, como ya habrá notado, este feligrés de latín ni papa, esto es, que uno se acuerda de dominus, domini, Rosa, Rosae, Rex, Regis, ego, me mei, mihi, me; se, sui, sibi, se; te, tui, tibi, te; amo, amas, amare, amavi, amatum... y poco más. Es decir, ni papa, que cualquier día me pongo a estudiar de nuevo el latín de 2º de BUP si no encuentro antes un curso on-line por estas redes cibernéticas.
Por lo que se refiere a Bretaña, no pensaba yo en el nombre sino que la cita "el cual sirve de atalaya A la tierra de Bretaña" parece dar la impresión de que el faro está en la tierra de Bretaña y desde ella, servía de atalaya, a no ser que el contexto, obligue a interpretar la preposición "a" como un "para" y la frase en cuestión quede tal que así: "el cual sirve de atalaya PARA la tierra de Bretaña".
No meio dos excessos natalícios não tenho muito tempo para responder condignamente às observações com que a professora Alícia nos enriqueceu.
Espero assim que prestem mais atenção à intenção que ao fraco estilo e ortografia.
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A Crónica de al-Razi é, como sabe, apenas uma pequeníssima parte da "Crónica Geral de Espanha", que só é introduzida nesta obra na sua edição de 1344, que compila fundamentalmente os textos derivados da versão inicial de Afonso X.
Devido às alterações e deturpações profundas que sofreu já na tradução de Gil Peres e, sobretudo nas versões castelhanas e portuguesas posteriores, a sua leitura exige uma descontaminação especializada, através de uma edição crítica de especialistas em fontes árabes.
A sua leitura directa a partir dos manuscritos renascentistas, ou comentada por historiógrafos não especializados no período histórico-linguístico, é sempre arriscada e suspeita de erros de todo o tipo, nomeadamente os de anacronismo geográfico.
A versão de Lévi-Provençal, realizada conjuntamente com Jaime Oliver Asín, é a primeira versão dessa edição crítica, que infelizmente não foi nunca publicada por esses autores. Enquanto não for substituída por outra continua a ser a obra de referência dos arabistas e historiadores do al-Andalus, relativamente a al-Razi.
A obra de al-Ruzatí (séc. XII), de grande importância, poderá contribuir sem dúvida para a depuração da reconstituição de al-Razi. Aguarda-se que alguém de reconhecida formação assuma essa tarefa, retomando o projecto iniciado por Lévi-Provençal.
Livre de mim querer pôr em causa a enorme erudição e conhecimentos de Diego Catalan sobre a historiografia medieval e renascentista peninsular. Tenho a opinião convicta que a tendência actual para "matar o pai", muito comum em meios académicos medíocres, é um grave sintoma de degradação intelectual. As obras de Albornoz (ou, por exemplo, de Schulten ou Boch-Gimpera) serão sempre de conhecimento e meditação indispensáveis para estudiosos dignos desse nome e a sua extraordinária erudição constituirá, pelo menos no próximo século, uma fonte permanente de novas ideias.
Porém, há mais de 50 anos que o campo científico dos estudos arábico-islâmicos peninsulares tem foros de cidadania, tendo tido enormes desenvolvimentos nas últimas duas décadas. Para além de obras ímpares de notáveis arabistas indígenas (desde Simonet a Garcia Domingues, por ex.) o conhecimento evoluiu graças ao extraordinário desenvolvimento da escola francesa, que hoje tem notáveis discípulos em Espanha e Portugal, já de segunda geração. Uma vez mais devemos estar reconhecidos ao facto de "ex Galia lux", apesar de ter demorado anos (até 1970) até aos medievalistas peninsulares mais evoluídos reconhecerem esta situação, saindo finalmente das suas carapaças ensimesmadas, auto-suficientes e frequentemente estupidamente arrogantes, herdadas dos anos 40.
Chamo a atenção portanto que Catalan, apesar dos seus precedentes familiares (que são totalmente irrelevantes para o assunto), NÃO é um especialista de língua e estudos islâmicos e, que, portanto, as suas opiniões, com todo o respeito que merecem, são opiniões de não especialista.
É nomeadamente do caso da "a cibdat que dicen Crunna" que viria "fuente árabe desconocida". Opiniões como esta têm um valor limitado, limitadíssimo neste caso, quando vão contra as conclusões fundamentadas de Lévi-Provençal e Oliver Asín.
De facto, na reconstituição destes autores não surge nenhuma referência à Corunha.
Os manuscritos que eles utilizaram foram:
1.069 da Bibl. de Palacio
de Morales (Escorial § 2,1)
séc. XV editados por L. Cintra
de Santa Catalina de Toledo
Zabalburu, Madrid
10.814 da Biblioteca Nacional de Madrid
10.815 idem
2-G-3 da Bibl. de Palacio
Neste manuscritos tais referências são consideradas adições posteriores, inexistentes na obra original. Qualquer tentativa de os apresentar como prova de antiguidade exigirá portanto um novo aparelho crítico especializado, que não existe ao que eu saiba.
Sugiro assim, modestamente, aos estudiosos galegos que tenham a maior reserva no uso dessa atestação "árabe" do séc. X, e que não percam demasiado tempo em malabarismos etimológicos não fundamentados.
Boas Festas do Algarve
Sigo con el espejito...
Del relato de Trezenzonio, si hay algo que se salga de la fábula, me quedaría con:
"Subo a su alta cima, en la que había un espejo de enorme tamaño y de enorme brillo; por las mañanas a los primeros rayos del sol el esplendor de su luz daba una completa visión de todo cuanto había en el mar".
Pero claro, de acuerdo con los arqueólogos, a la altura del año 1000, la subida a lo alto de la Torre de Hércules era ya impracticable, por lo tanto habría que pensar en que si hay algo de cierto en lo relatado, se debía referir, cuando menos, a 500-700 años atrás y claro, chirría.
Estuve consultando alguna web de Historia de la Óptica, y por lo que leo, me parece posible que en la antigüedad pudiesen construir tanto lentes como espejos. Otra cosa es el espejito con el que al parecer Arquímedes quemó varias naves:
"Arquímedes (287 -212), según cuenta la tradición, defendió su ciudad natal, Siracusa, empleando espejos "ustorios", que son espejos cóncavos de gran tamaño, para concentrar los rayos del Sol en los barcos enemigos y quemar las naves de los romanos. Hace unos 4 años científicos británicos realizaron un experimento para comprobar si era posible y descubrieron que para que un barco se incendiara se necesitaba un espejo de 420 metros cuadrados, espejo que era totalmente imposible construir en su época ".
Fuente: Breve historia de la óptica geométrica y de las lentes
Lo que decía hoy Amerginh en el X-présate no me parece descabellado. De hecho, hace años leí que en cierta casa -para los del pueblo, la de D. César Vaamonde Lores, esquina de Príncipe con Sto. Domingo- había una esfera de vidrio azul sobre la ventana, pero dentro de la sala, para poder ver lo que sucedía en la calle sin ser visto.
En cualquier caso, a ver quién es el guapo que puede demostrar que sobre la Torre de Hércules había un espejo y no se trata únicamente de una bonita leyenda. Indicios, me parece que haberlos haylos, pero no sé como ir más allá. ¿Alguien conoce si los textos clásicos describen con algún detalle el espejito del faro de Alejandría o algún otro espejo empleado con fines similares?
Balsense: Ya me parecía. Bueno, de momento ya le he señalado que Catalán lo que ha puesto en pie es un ensayo para reconstruir la Crónica de Rasís, que
no es lo mismo que la Crónica de 1344, como Ud. sabe. Y, sobre ello, dejo estas consideraciones:
Germán Orduña, “La edición de textos históricos”, Actas del Congreso de la Lengua Española, Sevilla, 1992.
“La renovación moderna de la metodología de edición de los textos de «literatura histórica» en castellano se produce alrededor de los años 60 por la labor
pionera de Luis Felipe Lindley Cintra y el empuje e inteligencia de Diego Catalán. El primero había renovado los estudios de la escuela de Menéndez Pidal
al hacer un vasto y profundo examen de las relaciones entre los testimonios de la tradición de la Crónica General de España en los ss. XIII y XIV, que lo
llevó a establecer la prioridad del texto portugués de la Crónica General de España de 134416. Por su parte, Diego Catalán nos revela en la Presentación
de la Crónica General de España de 1344 (17), cómo es necesario renovar de raíz la metodología de edición, aun cuando haya largos estudios y trabajos
previos realizados:
«Pero cuando después de difíciles negociaciones, obtuvieron los, microfilms de los originales, se convencieron de que era necesario prescindir de las copias
modernas y leer nuevamente por entero los manuscritos, bien sobre fotografías, bien sobre los originales (18)». Después de 60 años de trabajo interrumpido,
pero siempre reanudado, era necesario retomar los testimonios nuevamente y cotejarlos en el marco referencial de toda la tradición manuscrita de la Crónica
General, recurriendo además para la restitución del texto, a las fuentes cronísticas utilizadas. El trabajo de Diego Catalán se constituye en modelo de la
metodología a aplicar, con sus debidas adaptaciones, a la edición crítica de la crónica castellana a fines del s. XX. Esa metodología había tenido anticipos
en los estudios sobre la Estoria de España que Diego Catalán publicó en 1962 (19) y tendrá aplicación en la Crónica del Moro Rasis (1974) y en la Gran
Crónica de Alfonso XI (1977).
La metodología consiste básicamente en un demorado y profundo trabajo en la etapa de la recensio, en la que se hace el relevamiento y descripción
codicológica y textual de cada uno de los testimonios; a esto se suma un estudio de la tradición del texto manuscrito y de los proyectos editoriales, si los hubo,
con los que se integrará lo que puede llamarse la «historia del texto». La colación de variantes, siguiendo las normas de la Ecdótica20, en el marco de las
referencias aportadas por la historia del texto, proporcionará las bases científicas para establecer los criterios de edición. Sobre estos estudios previos, las
normas de constitución del texto crítico serán las apropiadas a ese texto en las condiciones en que hoy es posible estudiarlo.
Por todo esto me parecía aventurado poner en duda la colación de manuscritos y el establecimiento de textos llevado a cabo por Catalán y de Andrés en este
caso, como Ud. hizo, sin ver el libro y sin tener en cuenta que, como he dicho en otros mensajes, hay autores árabes que ayudan a establecer el texto original
de Rasís, y la mayoría de ellos han sido también tenidos en cuenta en dicha edición, y se van citando en notas al pie.
No es cuestión de incredulidad. Tanto en Alfonso X como en Trezenzonio, se entremezcla lo real con lo fabuloso y no me parece tarea sencilla separar lo bueno, lo real, de lo que es únicamente imaginario.
Trezenzonio dice que subió a lo alto de la Torre de Hércules: "Subo a su alta cima" ¿Cómo podía haber subido si las excavaciones arqueológicas, entiendo, indican que el muro perimetral que cerraba la rampa por la que se ascendía a su cúspide desapareció, al menos en parte, antes del siglo XI. Una cita:
"El momento del comienzo del desplome del muro exterior es incierto, pero está con seguridad entre los siglos V y X, pues los sillares se superponen al nivel romano (una de las piedras retiradas ocultaba una moneda del siglo IV) y son cubiertos por los depósitos procedentes de la utilización de la edificación medieval".
Bello Diéguez, José María. Excavaciones bajo el Faro Romano de la Torre de Hércules, p. 6-7. Recuperable en http://www.ctv.es/USERS/sananton/torre.pdf.
Si el comienzo del desplome del muro exterior se da entre los siglo V y X, y el profesor Díaz y Díaz, data el texto en el siglo XI, es de suponer que cuando Trezenzonio dice que subió a la cúspide de la Torre de Hércules, la ruina de su muro perimetral ya habría comenzado, como mínimo, un siglo antes. De ahí que albergue dudas acerca de lo que dice Trezenzonio: "Subo a su alta cima".
Elpater cuenta en este tema con información de primera mano, así que ¿podría decirnos si a día de hoy se puede afinar más en lo que respecta a la ruina del muro exterior? ¿A la altura de qué siglo considera que la súbida a lo alto de la Torre era impracticable?
Por último, lamento interrumpir el magnífico debate que sostiene, tanto usted Dra. Canto, como Balsense.
El Brujo Redivivo28 de dic. 2006Giannini, no se olvide de que Trezenzonio dice que eso ocurrio trescientos años antes, pues tres siglos enteros y verdaderos se pasó en la Isla de Solistición, encandilado por el canto de aves y esas cosas. Fíjese más bien en lo que cuenta del estado de la Torre cuando vuelve, que es donde el lector podría pillarlo en un renuncio. Dice que la Torre está parcialmente derruída. En el pasado puede mentir, en el presente no. Añada eso al "pinnam", próximo en el tiempo, y ahí tiene la torre a medio destruir.
Trecenzonio está contando una fábula, parábola o como se quiera llamar (y como se deba, que yo de eso no sé y de lo otro tampoco). A.M.Canto, el bueno de Trecenzonio no vio el espejo, de haberlo habido. No es testigo de primera mano. En Trecenzonio el espejo, lo haya habido o no, es fábula, como fábula es la contemplación de la isla desde la Torre. Si la segunda es fábula procedente de Irlanda (islas del paraíso, como titula el gran Díaz su libro), el primero puede ser fábula procedente de Alejandría, todo ello componiendo un estupendo potaje en la caldera de la Torre.
En cuanto a la arqueología, sigue valiendo lo que usted transcribe. Tal vez la novedad sean las dataciones de C14; no recuerdo si habían llegado ya cuando escribí el texto, pero creo que no. Lo cierto es que los resultados confirmaron punto por punto (si acaso precisan más el límite superior de la horquilla, poniéndolo en el IX mejor que en el X, aunque hablo de memoria) lo que decíamos basándonos en los textos, la estratigrafía y los materiales. No vea usted el alivio y la tranquilidad profesional que producen esas coincidencias.
La verdadera lástima con el C14 es que un error del laboratorio impide conocer casi con totales garantías el momento de la construcción de la Torre. Me explico. En la acumulación de materiales romanos del momento de la construcción hay dos niveles superpuestos, ambos más o menos horizontales. El de más abajo es una acumulación de tierra, de superficie horizontal, sobre la que aparecieron bolsadas de arena granítica, gruesecilla como la que había antes en la playa de Riazor. Sobre esa superficie con los montones de arena se acumuló otra capa de tierra, así de memoria de unos 30 cm de espesor. Sobre la superficie de ésta, bien pisada, aparecían ya los restos de época romana (algunas cerámicas, algunas monedas, un acus crinalis, etc.). La interpretación que hacemos es que la primera acumulación de tierra es la de preparación del suelo de obra del momento de construcción de la Torre; las bolsadas de arena serían para preparar el mortero mezclándola con la cal. Una vez construído el edificio se habrían echado nuevas capas de tierra para preparar el piso del suelo exterior. Pues bien, entre ambas capas (es decir, sobre la superficie de la capa inferior, la que interpretamos como suelo de obra), encontramos una laminilla finísima de carbón, apenas unos miligramos. Si hubiésemos podido datarla, y si nuestra interpretación fuese correcta, habríamos tenido la fecha de la construcción del edificio. La laminilla de carbón, con su número, la enviamos al laboratorio, que nos contestó, como esperábamos, que la cantidad era insuficiente para tratarla por el método convencional, por lo que había que recurrir al AMS, quedando el propio laboratorio en encargarse de la gestión (creo recordar que la iban a enviar a Upsala en lugar de a Utrecht como habían hecho previamente con una muestra similar procedente de Dombate). Dijimos que adelante, y nos dispusimos a esperar resultados. Al cabo de un tiempo nos volvió a escribir el laboratorio, diciéndonos que la muestra nº XXX (el de la laminilla) había rendido una buena cantidad de carbón (no recuerdo ahora, pero como unos 15 gramos) y había proporcionado una fecha del siglo IV dC. Les respondimos que imposible, que esa muestra no podía tener esa cantidad, más bien más de mil veces menos, y que ellos mismos nos lo habían escrito antes diciendo que la iban a enviar a Upsala. En el laboratorio dijeron que efectivamente era como decíamos, pero no encontraron explicación para lo ocurrido más que un error de manipulación. Ahí terminó la fiesta. Una muestra perdida que, como suele ocurrir (Murphy rules), era la más importante. Cosas que pasan. Ya aparecerá otra, que Dios aprieta pero no ahoga.
Pero nada de esto afecta a lo que pregunta. Sigue siendo válido lo dicho en su momento.
Aunque sin duda Castrotorafe no lo desconoce porque estuvo allí, para no llevar a equívocos, o que se pierdan los posibles visitantes, quiero aclarar que el Castro de Baroña no se encuentra en "Son Pon", población que no existe y que no aparece en el Nomenclator de Galicia [http://www.xunta.es/nomenclator/busca.jsp] sino que sin duda, Castrotorafe quiso decir que el Castro de Baroña se encuentra en Porto do Son.
PS: Ahora hay que decirlo así. como a mi los latinajos me pegan poco, diré que a buen entendedor pocas palabras bastan.
" Esta frase no la entiendo ¿Quieres decir que cómo había habitantes en Galicia antes de los romanos, tuvieron que ser ellos los constructores de la Torre? Insisto en que en las excavaciones realizadas no se ha encontrado resto prerromano alguno. No fueron "los celtas" quienes construyeron la Torre. (puede dar fe la persona que dirigió las excavaciones, que participa en este foro)"
Giannini y volviendo al tema...
Y qué tiene de romano las excavaciones de la torre de hércules?
El Brujo Redivivo15 de jun. 20073) En resumen, Calo no dice que Baroña comience en el 50 d.C., sino que la plataforma del castro que él estudió (y que no es el castro completo, en otras zonas puede haber otras cronologías) tiene una vida corta de como mucho 200 años, entre el 100 a.C. y el 100 d.C.
4) A pesar de eso, y con toda la prudencia del mundo, apunto que Calo puede haber sido muy conservador al fijar el momento inicial del castro, y tal vez un tanto generoso en su final. Comenzando por éste, se me hace raro pensar qu .
El Brujo Redivivo15 de jun. 2007Hay 304 comentarios.
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