O Castro de San Millao

El castro de San Millao queda allá por la zona de Verín; en la provincia gallega de Ourense.
Antiguamente estaría situado dentro del conventus Bacarense en la provincia romana de la Gallaecia.
Se sabe según mapas que esta es la zona de los Bíbalos; mas nos bamos a adentrar un poco sobre el nombre de Millao.
Millao viene dado como forma dialectal gallega de lo que sería en gallego correcto y normativo: millán. Si recordamos que la grafía que se utiliza actualmente en gallego ha cambiado de aquella grafía galaico-portuguesa; deveremos cambiar la palabra por “Milhán”. Sabiendo que en galaicoportugés la “lh” suena como nuestra ll. Recurriando al Lebor Gabala Erren; tomamos la palabra denominó a muchos de los habitantes de la zona:
“Milesians”. No hay que ser un genio para darse cuenta de que posiblemente y tras la saga fantástica irlandes algo de verdad histórica se esconda. Podemos estar hablando de una zona verdaderamente milesiana o “mil-lán”.
Esto explicaría otros topónimos como Belmil, Vilamil, Vilaframil, Gondomil, castromil, etc.
Este castro es conocido dado su tamaño; y también se le llama Cidá do castro; ou Cidá de Mil (lo que afirmaría aún más la teoría milesiana).
El castro y su tamaño implicaría un mayor estudio del yacimiento; pero con los datos que se poseen podemos hablar de un asentamiento del siglo III al V de nuestra era.
Extrañamente este castro está encajado en una especie de valle; lo que dificulta el dominio visual; esto unido a la carencia de tierras poco fértiles; y no explotadas de su entorno, podría desvelarnos quizás se dedicasen a la minería.
Podemos barajar la siguiente posibilidad si aceptamos que allí vivian milesianos:
Se sabe que los Milesianos lucharon a favor del ejército romano durante algunas contiendas (de ahí el nombre de mil-itar). Quizás a estos milesianos les fuese concedido un feudo sobre la zona por ayuda en la guerra.
El yacimiento se orienta Norte Sur.
Presenta una serie de recintos independientes unos de otros; quizás para dividir actividades (administrativas, viviendas, almacenes, etc) o para dividir las familis por clanes. Si lo vemos en planta, el castro tiene una forma ovoide.
A pesar de su situación, posee un impresionante sistema defensivo, con un impresionante foso de 8 metros de altura y entre 6 y 12 de anchura; tristemente muchas zonas están destruidas por el derrumbamiento de las murallas.
El río del castro tabién hace de defensa por estar encajado en es substrato.
En las zonas donde el terreno es llano se encuentran los campos de piedras hincadas; que impedirían el paso de la caballería, al ser prismas afilados de casi 70 cm. Estas ocupan una zona de 130m por 30 m y dado la poca separación entre unas y otras está dificil el asalto a caballo.
Gracias a todo este “Conxunto defensivo” el castro de San Millao resultaba unha fortalexa infranqueable.
No Castro de San Millao se encontraron numerosas cerámicas con estampados de clásicos entrelazados celtas.
Tambien fueron encontrados restos de metales: asas de “caldeiros” peines, broches y fúbulas, e incluso un cencerro muy deteriorado.
Los primeros estudios sobre este castro son de personajes gallegos; corria el 1953 cuando F. Lopez Cuevillas y Tavoada Chivite hacen un estudio, y más adelante en el 54 comienzan parte de una excavación.
Se continúa con las excavaciones en el 55.
Retoman el estudio del castro X.Rodriguez Gonzalez y F. Fariña Busto, con trabajos de limpieza y excavación en los años 82 y 83.

Entrada al pueblo de Xironda partiendo desde Cualedro, pasar las vilas de Lucenza y Saceda y 1km antes de llegar a San Millao en una curva cerrada comienza el camino de tierra que lleva hasta el llacimiento