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PORTUGAL (Reguengos de Monsaraz PT)
25 de oct. 2006
Clasificación: Localidad
Información mantenida por: Reuveannabaraecus
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MONSARAZ
MONSARAZ, ALDEIA HISTÓRICA PORTUGUESA
Se halla enclavada la antigua y pintoresca localidad de Monsaraz en el concelho de Reguengos de Monsaraz, distrito de Évora, en pleno corazón de la región portuguesa del Alentejo, mas no lejos de la frontera española.
Su emplazamiento ocupa un prominente otero de cima plana marcado por los valles fluviales del río Guadiana y la Ribeira da Pêga, y domina estratégicamente todo este sector del valle del Guadiana, justamente en el punto donde este río deja de ser fronterizo para internarse en tierras de Portugal.
Poblado desde épocas remotas como atestiguan sus abundantes yacimientos megalíticos: véase aquí en Celtiberia.net MEGALITOS ALENTEJANOS. En época protohistórica aparece como castrum de los Celtici del Guadiana, y su territorio fue posteriormente ocupado y poblado por romanos, árabes y judíos.
Fue ganada a los musulmanes por el aventurero portugués Geraldo sem Pavor, apoyado interesadamente en sus correrías por el primer monarca de Portugal, D. Afonso Henriques. Después, este bastión pasaría a manos templarias.
De esta época medieval es el Castelo (castillo) que se conserva actualmente, edificado (probablemente sobre fortaleza árabe anterior) por Afonso III y el rey Dinís como parte de la línea de fortificaciones fronterizas defensivas del Reino de Portugal. Sería posteriormente reforzado en el s. XVII, con motivo de las Guerras da Restauraçâo. Destacan en él su imponente torre del homenaje y su espacioso patio de armas, utilizado actualmente como ocasional coso taurino.
Y es que la posición fronteriza de Monsaraz mantuvo a esta villa casi constantemente expuesta a todas las vicisitudes bélicas que se produjeron entre los Reinos de Portugal, por un lado, y de Castilla y León (y luego, de España), por el otro. Uno de los episodios más tristes de esta agitada historia se produjo en 1381, y constituye un célebre paradigma de cuán cara le resultó a veces a Portugal su incondicional alianza con Inglaterra: en esta fecha, las tropas inglesas del conde de Cambridge, en misión de ayuda al reino portugués en sus luchas contra Castela, enfurecidas por no haber recibido su paga y por la anulación del compromiso matrimonial entre el propio conde de Cambridge y la hija del rey Fernando I, descargaron toda su violencia contra Monsaraz, saqueando y arruinando la población y sus campos.
Actualmente, superados ya felizmente los pasados desencuentros históricos de los reinos ibéricos, la visita a Monsaraz nos brinda una experiencia altamente gratificante en el paseo por sus tranquilas y recogidas ruas de casas encaladas con vistosas y enormes chimeneas, arcos ojivales, balconadas y rejas de hierro bellamente forjado... enmarcado todo ello por el silencio sonoro de la inmensa planicie alentejana.
Nuestra entrada en la villa se realizará por alguna de las puertas que franquean su cerca medieval (entre las que destaca la Porta da Vila).
Nuestros pasos por sus empedradas calles nos llevarán pronto hasta la oficialmente denominada Praça de República, donde se encuentran los edificios civiles y eclesiásticos más destacables de la villa.
Destacan en su entorno los antiguos Paços da Audiência, actualmente convertidos en curioso Muséu de Arte Sacra. Su carácter de antiguo tribunal queda reflejado en el fresco de O bom e o mau juiz que puede admirarse en su interior, donde también se conserva una vistosa cisterna del siglo XVI.
Uno de los elementos más notables de este espacio urbano es el pelourinho o rollo jurisdiccional, del siglo XVIII.
En esta misma plaza destaca la Igreja Matriz de Nossa Senhora da Lagoa, del siglo XVI (aunque con reformas posteriores). En su interior podremos admirar sus grandes altares dorados y la tumba de Tomás Martins, del mismo siglo.
Pero, sin duda, el mayor encanto de Monsaraz reside en los rincones y en las viviendas de su muy pintoresca Rua Direita, auténtico eje vertebrador de la villa donde nos encontramos con sus más destacables muestras de arquitectura civil, entre las que sobresalen los arcos ojivales sobre unas fachadas deslumbradoramente blanqueadas.
Amén de otras sorpresas que nos depararán las callejas y costanillas que salen de esta vía principal, como sus enormes y pulcramente decoradas chaminés (chimeneas).
La muy recomendable experiencia de la visita a la villa de Monsaraz no puede pasar por alto sus alrededores, en especial la aldeia do Telheiro, en cuyas proximidades se conservan algunos de los más destacables monumentos megalíticos portugueses (y peninsulares), tales como el Cromlech de Xarêz de Baixo o los menhires do Barrocal, da Bulhôa (en la imagen, con diversos grabados) o do Outeiro (uno de los más altos de la Península Ibérica), entre otros muchos exponentes de uno de los conjuntos megalíticos más destacables, por cantidad y calidad, de toda Europa.
Además, en sus alrededores nos podemos encontrar con otras agradables sorpresas tales como exquisitas muestras de arquitectura popular, valga como ejemplo esta hermosa fuente o chafariz (Foto: (c) Arenas):
Cómo llegar y horarios
Desde Badajoz (si venimos desde el Norte o el Centro de la Península), o bien desde Jerez de los Caballeros (si venimos desde el Sur), buscaremos la localidad fronteriza de Villanueva del Fresno (provincia de Badajoz), desde la cual llegaremos a Portugal (a 7 kms.) por la EX-107; una vez en Portugal, llegaremos a vista de Mourâo (a otros 7 kms. desde la frontera), en cuya rotonda tenemos señalada la dirección a Monsaraz (N-256, dirección Reguengos-Évora). Tras cruzar este colosal puente que salva las aguas del Guadiana acrecentadas por la Presa de Alqueva:
Tomaremos el cruce a mano derecha que muy poco después del puente nos indica la carretera hasta la villa de Monsaraz (y sus megalíticos alrededores).
Desde Portugal, hay que buscar desde Évora la N-256 dirección Reguengos-Espanha, y el cruce a Monsaraz está a mano izquierda, justo antes de este puente sobre el Guadiana.
Visitad y disfrutad Monsaraz, que bien vale el viaje. Y completadlo con parada y fonda en uno de sus acogedores restaurantes, donde podréis reponeros de la fatiga de sus cuestas con un exquisito ensopado de borrego regado por un oscuro y aromático tinto alentejano llamado, precisamente... Monsaraz.
Fotografías: (c) Carlos del Sol Mesa (salvo indicación expresa de otro autor).
Más información en: http://www.revistaiberica.com/Grandes_Reportajes/monsaraz.htm
El poblamiento fue geoposicionado por Reuveannabaraecus.
Comentarios
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Reuve...Divino lugar que me trae recuerdos muy "cercanos".... :DD
Ya se que soy un pelín rústica y quisquillas, pero cuando veo estas PIEDRAs "asomando entre el caleado...no puedo dejar de pensar lo bonita que sería con la PIEDRA vista...la estructura y material original (además de pensar en que posiblemente bajo el caleado se oculte algún que otro detalle interesante...simbolillos y cosas así).... ;)
Por si hay duendes y no se ve....me refiero a esta imagen:
http://celtiberia.net/imagftp/im930868348-monsaraz14.jpg
Un saludo!
Gracias muchas: Jugimo, Brandan, Wilson, Torances y Ainé.
Jugimo y Brandan: si podéis, no os lo perdáis. La visita, si el viaje hasta aquí es largo, puede completarse acercándose hasta las bellas aldeas fronterizas de Juromenha y Terena (en el concelho de Alandroal), al mismo Alandroal y, como no, a esa auténtica joya del Alentejo que es Vila Viçosa. Está todo muito perto. Si os animáis algún día y queréis recomendaciones, poneos en contacto conmigo.
Wilson: lo de la suculenta gastronomía de Monsaraz ya lo apuntaba más arriba como recomendación, y es que es... ineludible. A tus sugerencias añadimos también el Restaurante Santiago (Rua Santiago, 3), cuyo ensopado de borrego puedo recomendar personalmente... Gracias.
Torances: tu hijo no veía visiones; en el Cromeleque dos Almendres hay efectivamente grabados en algunos de sus monolitos. Te recomiendo una visita al Poblamiento sobre Megalitos Alentejanos, cuyo enlace directo puedes encontrar al inicio de éste. Gracias.
Ainé: es cierto que los encalados, en ocasiones, han llegado a cubrir hermosos lienzos de PIEDRA. En el caso de los pueblos alentejanos como este de Monsaraz, el enjalbegado está tan unido a su cultura popular y a su arquitectura tradicional que nos sería difícil imaginarnos un pueblo como Monsaraz sin esas fachadas de cegadora cal blanca, bajo la cual muchas veces no hay más que ladrillo o tapial, y que no hace más que destacar la belleza de la PIEDRA que enmarca los vanos. Por cierto, uno de los apellidos más comunes en la zona de Monsaraz es, precisamente, Caeiro ("Calero"); se ve que la cosa tiene "tradición". Gracias ;¬)
Saludos a tod@s.
Reuve...Lo del encalado es un "trauma infantil"....de peque, nuestra iglesia parroquial tenía un caleado "con bollos" que hacía la pared irregular (una chapucilla)...ahora está restaurada con la PIEDRA original a la vista, se retiró el cemento y la cal pegoteadas.
Hay que reconocer que ahora es muchisimo más bonita y enxebre (pero tienes razón, esto no es aplicable en todos los casos ya que no siempre hay PIEDRA debajo de la cal)
:DDD
Lo del cantar alentejano....me encanta la picaresca, ¿pillas el doble sentido?....de "esa clase de sed" hay muuucha en la Celti (bueno...no solo en la Celti...tener sed es algo muy humano y natural)
;)
Gracias, Guenevere y Ainé, por vuestros comentarios, y, sí, si podéis, no os perdáis lo de Adiafa...
Tratándose de Monsaraz, no podíamos dejar de traer aquí su muy célebre Rocha dos Namorados (Foto: Emiliojose):
Se trata, según la opinión más extendida, de un falso menhir (como la famosa Porra del Burro de Valencia de Alcántara), en todo caso una roca sacralizada, objeto de rituales desde antiguo. Las parejas que se van a casar acuden a esta curiosa peña para cumplir con una vieja ceremonia: han de tirar una PIEDRA a la cima de la Rocha con la habilidad suficiente para que no vuelva a caer al suelo, pues en ese caso se vería comprometida la felicidad del futuro matrimonio. Reminiscencias, tal vez, de antiguos ritos de fertilidad asociados a una formación rocosa singular en un entorno, por otra parte, plagado de no menos singulares monumentos megalíticos...
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