Al utilizar Celtiberia.net, asumes, por tu honor, no hacer uso de las informaciones aquí publicadas para destruir, expoliar ni realizar actividades ilegales relacionadas con el patrimonio, en ninguno de los lugares aquí detallados.
CáDIZ Jerez de la Frontera
22 de oct. 2006
Clasificación: Yacimiento
Información mantenida por: ventero
Mostrada 20.240 veces.
Gibalbín
Sierra de Gibalbín
La Sierra de Gibalbín es la elevación más occidental del Sistema Subbético; se levanta entre el Macizo de Grazalema y el rio Guadalquivir.
Su mayor altura es 410 m. y está señalada por un vértice geodésico.
Un privilegio de 1274, donde el rey Alfonso X aprueba el deslinde de términos entre Jerez, Lebrija y Arcos efectuado por su hijo Alonso Fernández, dice: "E deste mojón va derecho a otro mojón que es en una cabeza pennosa de un collado, so la syerra de Gibraluir, do es el departimiento de los términos de las aldeas de Grannina e de Carrizal, do finca Grannina a Xerez, e Carrizal a Lebrixa". Toda la sierra es un afloramiento de materiales triásicos, lo que permite en algunos puntos la presencia de cuevas con formaciones estalactíticas.
Rodeada de llanuras, correspondientes a los valles del Guadalquivir y del Guadalete, ofrece una atalaya para divisar una enorme extensión en 360º. Así, se divisa hacia el oeste más allá del Guadalquivir,
hacia el este hasta la Sierra del Pinar
y hacia el sureste hasta la Sierra del Aljibe.
Prehistoria
Por su estratégica posición, este lugar debió estar habitado desde tiempos remotos, más cuando durante largo período en sus alrededores el terreno era de marisma y por ello hostil al asentamiento humano. Las primeras poblaciones paleolíticas debieron ocupar las cavidades del terreno que aquí se ofrecen de modo natural dada la composición calcárea de los suelos.
Para Bendala un estudio profundo de Gibalbín aportaría respuesta a los interrogantes sobre Tartessos. Desde luego, se cree que, tras una ocupación durante el Bronce, debió ser un asentamiento iberoturdetano. Padró y Vázquez-Hoys citan como hallados en Gibalbín dos escarabeos en plata o esteatita vidriadas, de factura egipcia o fenicia y fechados en los siglos VIII-VI a.C.
AntigüedadCerca de Gibalbín pasaba un ramal de la Vía Augusta; quizás iba de El Cuervo a Mesas de Santiago. Corzo supone que en alguna cueva de la montaña pudo haber un santuario que justificase la existencia de un camino circundante. Tal suposición creo está relacionada con la inscripción de Baebia Crinita, ubicada allí, de modo discutible, por Fita (según carta que envió a Bonsor en 1900). Se ha propuesto por Tovar que aquí estuvo Cappa, ciudad estipendiaria del Conventus Gaditanus, citada por Plinio (III, 3, 15) y el Anónimo de Rávena (IV, 45, 317, 3-9). Sin embargo, hay más posibilidades de que Cappa estuviera en el cercano lugar que hoy se llama Esperilla (yacimiento con restos turdetanos y romanos). Adolfo de Castro, conocedor de la topografía del lugar, identificó el riachuelo de Munda con el arroyo Romanina, al pie de la sierra de Gibalbín. Da a la palabra "romanina" un significado análogo al de sarracina y en este caso significaría matanza de romanos. No falta quien piense que esa localización de la batalla es la razón de que en la portada renacentista del Ayuntamiento figure una estatua de Julio César, haciendo pareja con otra de Hércules.
Montero, basándose en Ptolomeo, sugiere que Gibalbín, en lugar de Hasta, sería Ceret, el precedente poblacional de Jerez. En esa línea, Saez B. y Blanco V. creen, con Villaronga, que en la Sierra de Gibalbín estuvo Cerit, ceca identificada por Berrocal con Jerez de los Caballeros y de la que se conocen monedas, de patrón púnico y luego romano, con cabeza radiada o laureada y espigas o palmas y la leyenda CERI o CER+. Una moneda apareció cerca de Jerez de la Frontera. De Gibalbín procede un diploma militar con inscripción correspondiente a la licencia de un pretoriano de la cohorte X pretoria, del año 166; está recogida por J. González. Vera, conservador del Museo de Cádiz, informó al padre Fita de una cabeza de mármol (en 1896) y seis inscripciones (1898) halladas cerca de Gibalbín, una de ellas la ponemos en imagen y dice "V.MDA S.S.S.O TORIU" con el número 693 de CIL II.
Se han descubierto alrededor, en un radio de siete kilómetros, cuatro villas romanas, Romanina alta, Haza de la Torre, Fuente Salud y La Isleta, con ocupación desde el siglo I al IV, según Gorges, que las inventarió. Se quedó corto en la datación pues más tarde apareció en una de ellas (Haza de la Torre) una hebilla visigoda de bronce del siglo VII, de forma rectangular, con doble calado y decorada a buril, representando dos grifos bebiendo en una fuente; se conserva en el Museo Arqueológico de Jerez.
Esas villas y otras muchas constituían el ager ceretanum.
Medievo
Para Martínez Ruiz, en árabe el topónimo Gibalbín o Gibralbir debería descomponerse en Gibral, que puede significar monte, y en Bir, que puede significar pozo; así podemos tener "montaña del pozo o del agua". Sin embargo, para Bartolomé Gutiérrez "Sierra de Gibelvir suena monte grande". Al menos desde la época musulmana, el valor estratégico que la Sierra de Gibalbín jugó dentro del sistema defensivo de la zona queda atestiguado. Precisamente es de factura almohade el castillo cuyos restos han llegado a nosotros. Su cerca es de tapial
y tiene forma de cuadrilátero, apreciable en una foto del google. Sus lados cortos miden 20 y 24 ms y sus lados largos, 30 y 34.
La línea de tapial se conserva continuada a todo lo largo del perímetro de la cerca.
La puerta de acceso estaba situada en el lado sur, el más corto; la razón, creo, es que por ahí el desnivel del terreno es más pronunciado, lo que ayudaría a la defensa de la entrada.
La torre está hecha a base de sillares y elementos reutilizados procedentes de época romana.
Se produce una curiosa mezcla de sillares, sillarejos, ladrillos y tapial, lo que muestra una urgencia en la reconstrucción, propia de la llegada de almohades y su deseo de asentar la defensa de los terrenos recién ocupados.
Algunos sillares presentan rehundimientos y cavidades que indican un uso, en época romana, distinto al de constituir un muro (como quicios, canales...).
El interior era de bóveda de ladrillo; aún se observa algún arranque, así como el encintado de ladrillo entre los sillares y sillarejos de piedra, técnicas ambas características de la arquitectura militar almohade.
La Sierra de Gibalbín jugó un papel destacado durante la década de 1274-1284, cuando los benimerines realizaron múltiples correrías por la comarca jerezana. Durante el asalto de Jerez, "Abu Ah llegó hasta la Sierra de Gibalbín en donde acampó hasta la tarde", como dice Manzano Rodríguez. Desde esta Sierra se realizaron expediciones por toda la zona, llegando incluso hasta las inmediaciones de Carmona. La repoblación cristiana a finales del siglo XIII en todo el término jerezano fracasó por las dificultades que sufrieron los pobladores durante las incursiones de los benimerines, cuyas razzias provocaron el abandono del lugar; por 1290 la población de Jerez se abastecía exclusivamente con las "recuas de grano" que venían de Sevilla. Esta situación estratégica tuvo que mantenerse, muy probablemente, bajo la dominación cristiana, al menos durante los años difíciles y duros de la Frontera nazarí.
PresenteUna grieta que va de arriba a abajo parte en dos lo que queda de la torre avisando de que pronto caerá y no quedará nada en pie, si antes no se hace algo por consolidar o restaurar.
Es posible que esa grieta marque la línea esquinera de la torre en una previa fase romana, de modo que en un determinado momento se procedió a aumentar (prácticamente duplicar) la sección del prisma sin remover las piedras angulares, con lo que las paredes finales perdieron consolidación, causa del derrumbe posterior. También aquí vemos la urgencia en la reconstrucción. Algunas piedras se sostienen literalmente sobre el aire.
La torre entera parece marcar un paso imposible de ballet.
Pasados los tiempos de guerra, esta sierra sirve de emplazamiento a torres de telecomunicaciones, tanto de carácter civil como militar, en clara reconversión de un fin que fundamentalmente sigue invariable; solamente se ha sustituído el espejo por la parábola, magnífica parábola.
Hoy este lugar está declarado administrativamente como bien de interés cultural y se anuncia con un cartel que se puso en su día pero no se ha hecho nada más por las autoridades culturales.
El cartel del yacimiento está por los suelos, magnífica parábola.
ventero
Cómo llegar y horarios
-Se puede salir de El Cuervo por la carretera de Arcos y al cruzar la autopista se toma a izquierda para entrar en el Cortijo de la Sierra, en cuyos límites se hallan la sierra y el castillo de Gibalbín. En él pasta la ganadería brava de Rocío de la CáMara.
Sólo se puede ir si los toros (herederos de los de Gerión, sustitutos de los guerreros medievales) no están sueltos en las cercas que hay que atravesar. Desde luego, habrá que pedir permiso al guarda, que está siempre de ronda. Este poblamiento se puede relaccionar con este otro: "Lascuta y su bronce"
El poblamiento fue geoposicionado por ventero.
No hay imágenes relacionadas.
Comentarios
Pulsa este icono si opinas que la información está fuera de lugar, no tiene rigor o es de nulo interés.
Tu único clic no la borarrá, pero contribuirá a que la sabiduría del grupo pueda funcionar correctamente.
Si te registras como usuario, podrás añadir comentarios a este artículo.
No hay más información.
...0