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JAéN SILES (JAÉN)
05 de feb. 2007
Clasificación: Petroglifos
Información mantenida por: orospeda
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ALQUERQUE DE XII

PETROGLIFO DEL PUNTAL DE LA RAYUELA SILES (JAÉN)




RESUMEN

Estudio del hallazgo de un petroglifo medieval en el Puntal de la Rayuela (Siles, Jaén), desde las perspectivas de la arqueología y la antropología.

LOCALIZACIÓN E INTRODUCCIÓN

La inscultura, detectada de manera casual en agosto del 2006, se encuentra en la cima de un escarpado monte que llaman los naturales La Buitrera, en el paraje conocido como Puntal de la Rayuela o Puntal de la Ajedrea (1), a escasos centenares de metros del río de los Molinos, afluente éste del río Guadalimar a su paso por el término municipal de Siles. La montaña se encuentra cortada en su parte de Poniente por un impresionante farallón que da vistas, aunque lejanas, al yacimiento islámico denominado Piedra del Agujero.

Creemos que se trata de un grabado de época medieval, concretamente el soporte de un juego introducido por los árabes al cual llamaron El-Quirkat y que se conservó en la península con el nombre de Alquerque de XII.









Alquerque del Puntal de la Rayuela, Siles (Jaén)


Farallón donde se encuentra el grabado






SILES EN ÉPOCA MEDIEVAL

No existen noticias de la conquista árabe de las sierras orientales de Jaén. Lo más probable es que fueran ocupadas durante la expedición de Abd al-Aziz, quien, según la I Crónica General, sometió Tudmir, Granada y Málaga. En su marcha hacia Albacete seguiría la ruta del Guadalquivir. Tras pactar la rendición con Teodomiro que controlaba Tudmir (Albacete, Alicante y Murcia), remontaría el río Segura hasta entrar en la Sierra de Segura. La zona se sometería sin lucha, manteniéndose la tierra, mediante pactos, en manos de la aristocracia romano-visigoda.

En el siglo IX los emires de Córdoba llevan a cAbo una serie de reformas políticas y fiscales con el objetivo de potenciar el crecimiento de las ciudades e implantar en todo el territorio el cobro de elevados impuestos. A finales del IX los sectores más afectados –muladíes y bereberes principalmente- se sublevan contra el estado cordobés.

Uno de los más importantes rebeldes fue el muladí ¨Ubayd Allah b. Umayya b. al-Saliya, que dominó la región del Sumuntan. Algunos autores propusieron identificarla con la parte de Sierra Morena (Jaén) (Terés, E.), sin embargo, el hecho de que extendiese su dominio hacia Cástulo y por el NE hasta la fortaleza de Rimiyya (Alcaraz), hacen inviable esa teoría, y obligan a situarlo el la Sierra del Segura.

A este muladí se le atribuyó más de un centenar de localidades, levantó fortificaciones, organizó su propio ejército e incluso creó una corte semejante a la cordobesa. Con cierta probabilidad, en estos momentos se fundarían pueblos como Segura de la Sierra, Hornos, Torres de Albanchez, Cotillas, Siles, etc. Los topónimos derivan del latín, pero en ninguno de ellos han aparecido restos romanos, y los materiales más antiguos se fechan entre finales del siglo IX y principios del X. Es posible que Ibn al-Saliya fundase estos lugares, inicialmente lugares fortificados, como medio para proteger los accesos hacia el interior de la Sierra, donde tendrían sus bases principales (Salvatierra Cuenca, V. 2006). Tras la campaña que ´Abd al-Rahman III llevó a cAbo en el 913 contra este territorio, es muy posible que estos poblados en altura se abandonaran y se impulsasen los actuales pueblos.

De esta manera, Siles pasó a formar parte del distrito de Saqura (Segura), perteneciente a la Cora de Yayyan (Jaén).

Siguiendo a al-Zuhri: “La Sierra de Segura es una zona montañosa densamente poblada y fértil, donde las cosechas, ganados, y frutales producen en abundancia. Hay aldeas (qura), ma´qil (refugios de altura), husun, son unas 300 aldeas y 33 husun.”

A finales del siglo XII, con la formación de los distintos reinos de Taifas, esta plaza fue disputada por los ziries de Granada y el rey de Almería Ibn Summadih. Ibn Summadih se apoderó de Siles entre los años 1076 y 1077, pero poco después pasó mediante acuerdo a los ziries, a cambio de la fortaleza de Sant Aflay (Peñafleita, Siles).

Entre 1226 y 1239 las tropas del rey Fernando III, al mando del maestre Pelay Pérez Correa, ocupan el territorio de la actual Sierra de Segura, y en 1242, estas tierras serán cedidas a la Orden de Santiago como premio a su lAbor en el proceso reconquistador. A partir de este momento Segura de la Sierra se convierte en cabecera de una nueva encomienda que llevará su propio nombre, a la cual quedará adscrita Siles.


Después de la conquista, la localidad mantuvo su importancia geoestratégica, de lo que da cumplida cuenta el episodio del cerco de Yusuf I de Granada en 1339.

Perteneció al Reino de Murcia y Partido de Segura, tierras estas de la Orden de los Caballeros de Santiago, dependiendo en lo judicial de la Chancillería de Granada y en lo espiritual del Obispado de Cartagena.

Será en 1397 cuando se le conceda el privilegio de Villa al costearse ella sola el levantamiento de sus murallas y sus tres torreones. En la villa vivió don Rodrigo Manrique, padre de genial poeta Jorge Manrique, cuya presencia motivó que su fortaleza y población se vieran involucradas en las luchas nobiliarias del siglo XV.

Las Relaciones Topográficas de Felipe II nos muestran como la villa es, a finales del siglo XVI, una de las más pujantes de cuantas forman parte de la Encomienda de Segura de la Sierra.



PRECEDENTES Y PARALELOS

El estudio de los petroglifos e insculturas medievales en la provincia de Jaén es casi inexistente, debido a la “aparente” ausencia de este tipo de representaciones artísticas. Tenemos que fijar nuestra mirada en el norte peninsular para advertir la presencia masiva de grabados rupestres.

En Galicia encontramos ejemplos en la Catedral de Orense (SS XII – XIII) y en San Fiz de Freitas (2).


De igual modo, encontramos hermosas representaciones en Coruña del Conde (Burgos) y en las ruinas del monasterio de San Pedro de Arlanz (Burgos).

En la iglesia de San Miguel de Fuentidueña, Segovia, tenemos un edificio con un buen repertorio glyptográfico, entre los que se hallan abundantes signos de cantería, al interior y al exterior, propios de la época de construcción (s. XII), y entre los cuales aparecen alquerques de XII (3).

Sin embargo, este tipo de representaciones parecen disminuir cuanto más al sur nos dirigimos. Poseemos dos grabados en Arroyomolinos de Montánchez y en la ermita de la Virgen de Sopetrán de Almoharín, ambos en la provincia de Cáceres (4).


Pero es Cieza el lugar más próximo donde se ha encontrado un grabado similar al nuestro (5). En el 2001, Govert Westerveld, divulgador del juego y de la historia de Damas Españolas, escritor e investigador independiente, descubrió un grabado de este tipo encima de una piedra del pueblo árabe de Siyasa de Cieza, (Murcia).
El juego del alquerque llegó a América con los conquistadores. Prueba de ello nos proporciona el cronista Felipe Poma de Ayala quien dibujó a Pizarro y Atahuallpa jugándolo, mientras el último estuvo en cautiverio (6). Aunque Poma de Ayala describe el juego como ajedrez, no queda la menor duda que se trata del juego de Alquerque de XII, por la forma del tablero.


Dibujo del juego de Alquerque de XII de Poma de Ayala. S. XVI.


BREVE HISTORIA DEL ALQUERQUE


La primera referencia escrita sobre El-Quirkat procede del Kitab al-Aghani (Libro de Canciones) de Abu al-Faraj Ali o Ab ibn al-Husain al-Isbahani (897 -967) de Isfahan. Sin embargo, no se puede obviar ciertos paralelismos con otros grabados aparecidos en diversos lugares los cuales arrojarían una cronología mucho más antigua para el nacimiento de este juego. Se han encontrado antiguas formas de Alquerque –Alquerque de IX-, entre otros lugares, en Egipto y en castros prerromanos del norte de España (7). Los tableros del Alquerque se pueden ver tallados en los bloques de piedra que forman el techo del gran templo en Kurna, Egipto, que se construyó en el 1400 a.C.



A pesar de estas reservas, el grabado que nos ocupa se corresponde plenamente con la variante conocida como Alquerque de XII, que la mayoría de autores parecen estar de acuerdo que fueron los árabes quienes la introdujeron en la península ibérica. De grabados de este tablero no sabemos nada hasta ahora de representaciones anteriores al período medieval. Por el contrario, como hemos podido observar, son numerosos los ejemplares en edificios de los siglos XII al XVI.


Se registró como Alquerque (la forma española de El-Quirkat) en el manuscrito que se escribió entre 1251 y 1282 por orden de Alfonso X, Rey de León y Castilla, denominado "Libro de Acedrex, dados y tablas".



REGLAS DEL JUEGO SEGÚN EL “LIBRO DE ACEDREX, DADOS Y TABLAS” DE ALFONSO X. (8)

fol. 91r

Este es ell Alquerque de doze que iuega con todos sus trebeios.
PVes fablado auemos en los libros desuso de todas las maneras delos iuegos dell Acedrex. & delos dados. & delas tablas segunt aquellos tres sabios dieron la muestra al Rey & depues los departieron los omnes sabidores de iogar. Queremos agora aqui dezir de otros iuegos que fallaron depues los omnes; que non son encuenta destos sobredichos. & pero an parte en ellos. assi como los Alquerques que tannen all Acedrex. & a las tablas & a los dados. E tales y a que tannen all Acedrex & a las tablas & no a los dados.
E conmençaremos primeramientre en ell Alquerque de doze por que es mayor de todos los otros Alquerques & se iuega con mas trebeios. Et diremos en quantas maneras se iuega & con quantos trebeios & por qual razon ha en el parte Acedrex & tablas & dados. Ell Acedrex ha en ell parte; por que se iuega por seso; & ell Alquerque otrossi. & los trebeios con que se iuega semeian a los peones dell Acedrex E a las tablas; por el mannar que se mannan el iuego segundo el suyo. & por las sennales o ponen los trebeios. E han y parte los dados por la uentura. ca assi como lançan en auentura los dados en el tablero a qui haya la mano. assi echan en ell Alquerque suertes otrossi en auentura qui iuegue primero.
E iuegasse en esta manera. en ell Alquerque ha de auer ueynt y cinco logares do se puedan poner los trebeios. & los trebeios an a seer ueynt y quatro. & ponen los doze duna color dun cAbo; & los otros doze dell otro cAbo en az. E finca un logar uazio en medio poro se cometa el iuego E el que ha la mano; ha peoria por que ha de iogar por fuerça en aquel logar uazio.
Et pon ell otro iogador el su trebeio en aquel mismo logar ondel salio & lieua aquel que mouio primero. passando sobrel duna casa a otra en derecho segunt ua la raya derecha dell Alquerque. & sobre quantos trebeios assi passare todos los leuara. & esso mismo fara ell otro iogador.
Et toda uia el que ouo la mano; ha de mouer primero. guisando como lieue algun trebeio delos dell otra parte. Et ell otro iogador guardasse muy meior por y. ca entendiendo el iuego quel quiere fazer guarda el su trebeio por y meior. & faz le esso mismo que ell otro cueyda a el fazer & por esta razon ha peoria; el que ha la mano.
Et el que peor guarda sus trebeios & los mas ayna pierde; es uençudo. Et si amos los iogadores lo sopieren iogar; communalmientre puede se mannar.
Et esta es la figura dell Alquerque & delos iuegos. & de como estan puestos en sus casas.

fol. 91v LIBRO DEL

El iuego que llaman de cercar la liebre quesse iuega otrossi en ell alquerque de doze.
Este es otro iuego que se iuega otrossi en el alquerque de doze. & llaman le el iuego de cercar la liebre. & iuegasse desta guisa. toman un trebeio & ponenlo en medio dell Alquerque. & ponen doze dotra color en Az a sso el o onze o diez segunt ponen entressi so postura aquellos quel an de iogar.
Et iuegan lo desta guisa ha de andar primero aquell trebeio. & los otros quantos quier que sean luego empos ell. Et aquel trebeio solo es atreguado quel no an de leuar mas an lo de encerrar en una casa; de guisa que no haya otra do yr.
Et el leuara delos otros quantos pudiere passando sobrellos; segunt dixiemos duna raya a otra en derecho. & depues que aquel trebeio leuare uno delos otros; nol podran encerrar. pero si los trebeios fueren doze; por leuar uno fican onze. & pueden lo leuar con ellos alli do quieren. esso mismo faran con diez silo bien sopieren iogar. mas si delos diez leuare uno; los nueue que fincan nunqua lo pueden encerrar en ninguna manera. & pierden por y el iuego.
Et este es el departimiento deste iuego; & esta es la figura dell Alquerque & delos iuegos.


CONCLUSIÓN

Desconocemos la existencia de alquerques de XII en la provincia de Jaén y, a saber, en el resto de la comunidad andaluza, por lo que este hallazgo supondría un hito de gran relevancia para conocer la idiosincrasia de nuestro pasado.

Por otro lado, hay que destacar el lugar del hallazgo, en un escarpado cerro a 1211 m. de altitud y en una zona alejada de cualquier edificio religioso, lugar que, como hemos podido observar, es el sitio más común donde aparecen este tipo de representaciones. Es obvio que la presencia de maestros canteros en la construcción de dichos recintos religiosos favoreció que se grabaran más y mejor en estos lugares, de ahí el casi indisoluble binomio Alquerque-Edificio religioso.

Por tanto, podemos afirmar que se trata de un grabado rupestre excepcional, que podríamos adscribir cronológicamente a la etapa Medieval, aunque sin precisar si se llevó a cAbo bajo la dominación de estas tierras por parte de los árabes (s.s. VIII – XIII), o, por el contrario, se realizó tras la conquista cristiana (s. XIII en adelante), afirmación, esta última, que parece más lógica si nos atenemos a la cronología relativa de este tipo de grabados en el norte peninsular. Al respecto, hay que recordar que fueron gentes provenientes del norte peninsular –vascos y navarros principalmente- quienes vinieron a repoblar estas tierras, tras la reconquista cristiana, a lo largo de los siglos XIII y XIV.

NOTAS

(1): Hay que destacar el topónimo del lugar “Puntal de la Rayuela” o como aparece en la cartografía oficial “Cerro Rayuelo”. Es evidente que los antiguos pobladores del lugar conocían la existencia de este rayuelo grabado, el cual dio nombre al cerro en un momento histórico que desconocemos.
(2): http://web.jet.es/jose_barral/petrotel/wgr2004/wgr2004.htm
, Web que muestra una amplia secuencia de imágenes acerca del arte rupestre gallego.
(3) DE LA TORRE MARTIN-ROMO, Rodrigo: Tradición de algunos juegos de fichas en los signos lapidarios. Revista de Folklore, 1985. http://www.funjdiaz.net/folklore/07ficha.cfm?id=430
(4) http://www.celtiberia.net/verimg.asp?id=959
(5) http://www.blancaweb.org/vida/biografia.html
(6) http://www.rupestreweb.info/litograbados2.html
(7) http://web.jet.es/jose_barral/petrotel/wgr2004/wgr2004.htm
(8) Trascripción de Sonja Musser Golladay, en http://www.u.arizona.edu/~smusser/hsms.html



BIBLIOGRAFÍA
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BURCKHARDT, T.: El simbolismo del ajedrez, en Símbolos. Barcelona, 1982, págs. 14.24.

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CURROS, Mª. A.; El lenguaje de las imágenes románicas. Encuentro. Madrid, 1991.

DIEGUEZ LUENGO, E.: "Algunas interpretaciones de los grabados del tipo "triple recinto", en rev. Alcántara, nº 175. Cáceres, 1974, págs. 14-19.

FORTEA, J.; Grabados Rupestres Esquemáticos en la provincia de Jaén. Zephyrus, XXI-XXII: 139-156. Salamanca.

GALTIER MARTÍ, F.; La iconografía arquitectónica en el arte cristiano del primer milenio. Mira editores. Huesca, 2001.

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PUENTE LÓPEZ, J. L.; Firmado en la piedra por los maestros canteros medievales (Marcas y signos lapidarios). Edilesa. León, 2006.

RIVIERE, J. de: Talismanes, amuletos y pantáculos. Barcelona, 1974.

SCHWARZ-WINKLHOFER, I. y BIEDERMANN, H.: El libro de los signos y los símbolos. Buenos Aires, 1982.

SIMSON, O. von: La catedral gótica, Madrid, 1980.
















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