Son claramente visibles el almohadillado de los sillares, alto y medio, y el perfecto aparejo de las hiladas de ladrillo, con apenas cemento entre ellas, todo lo cual delata una fábrica augustea.

Este doble falo corresponde al pilar número 8 de la segunda tanda de arcos, pero existen otros en los pilares 16 y 18. Los falos son un detalle completamente inimaginable si la fábrica fuera de cualquier otra época posterior. Aun en el caso de que dichos sillares se hubieran reaprovechado, se les habría dado la vuelta o eliminado el "motivo" en cuestión.

De: A. Jiménez Martín, "Los acueductos de Emerita", Augusta Emerita. Actas del Bimilenario de Mérida, Madrid, 1976, p. 121, nota 91 y lám. XLIV b.