En este caso se trata también de rendir homenaje a uno de los más fascinantes pintores neoclásicos ingleses, a menudo encuadrado en la escuela llamada prerrafaelita, John William Waterhouse (1849-1917), a quien debemos una serie realmente asombrosa de pinturas de tipo mitológico de una extraodinaria belleza y sensibilidad.

Entre ellas se encuentra como excepción, pues no frecuentó el género de santos, esta hermosísima visión de los momentos posteriores al cruel suplicio de Eulalia de Mérida, cuando su alma salió volando en forma de paloma, y una repentina nevada cubrió el cuerpo martirizado de la joven, expuesto en el foro de la ciudad.

Las calidades de todo tipo de este cuadro motivaron la elección de Waterhouse como miembro de la Royal Academy. Es un óleo sobre lienzo, de 1,86 x 1,17 cm, realizado en 1885, y se conserva en la Tate Gallery de Londres. Aquí se puede leer un estupendo análisis de esta obra:
http://www.newcastle.edu.au/discipline/fine-art/theory/analysis/waterhou.htm

Muy recomendables para admirar las pinturas de Waterhouse son estos dos sitios:

http://www.johnwilliamwaterhouse.com/default.aspx (el más completo, con 180 obras referenciadas).
http://cgfa.sunsite.dk/waterhou/p-waterh17.htm