Se dice que hace siglos, (no voy a especificar cual pues no lo se con exactitud) los señores feudales concretamente los señores de Monterrei de Verín (Ourense), pusieron en marcha una iniciativa parecida a la que hoy existe en forma de "cobrador del frac".
Consistía en unos funcionarios que bajaban a los pueblos haciendo sonar una campana y vociferando los nombres de los que debían algun tributo atrasado al señor. Es posible que también los siguiese o los esperase en la puerta de casa increpándoles.
En ocasiones la gente les lanzaba piedras o agua desde los balcones cuando estos venían a recaudar el tributo.
Hoy en día la tradición de lanzar piedras obviamente a sido mudada por bolas de harina o incluso mezclada con hormigas rojas (para mas emoción); Pero se mantiene lo de lanzar cubos de agua desde las ventanas de las casas, hecho que unido a los 8 grados bajo cero que se alcanzan en esas fechas puede que no resulte muy agradable.
Durante la guerra civil y la dictadura esta fiesta permaneció prohibida, pero ni eso ha conseguido que los ourensanos de Verín, Laza y Xinzo de Limia hayan dejado caer en el olvido esta tradición tan gallega y que se ha recuperado para disfrute de todos, siendo hoy en dia una fiesta conocida en todo el mundo.

Os Cigarróns de Verín, (Peliqueiros en Laza), son la representación de aquellos recaudadores, una figura temida y respetada que impone su ley durante los dias de Entroido.
No es fácil conseguir llegar a ser un buen cigarrón, el coste del traje en ocasiones alcanza las 500.000 pesetas, su peso oscila entre 15 y 20 kilos y se debe hacer un uso correcto: Correr siempre sobre las puntas de los pies, (recordar que los desfiles llegan a durar 2 o 3 horas) y mover la cintura para hacer sonar las seis chocas (cencerros) ritmicamente. Su funcíon es fustigar con la zamarra (látigo) a todo el que no se aparte e increpar al que no va disfrazado, son también los encargados de escoltar a las comparsas en los desfiles. El traje se compone de: Chaquetilla, pantalon de flecos, ligas, pelica, faja, chocas y zamarra.
Si uno acude a este espectaculo singular, ha de recordar que las reglas del juego son las que son, se puede acabar enfariñado, empapado, mallado o quizás viendose en una tasca invitando a una ronda de caña a unos cigarróns, quien sabe, lo importante es no perder el sentido del humor y disfrutar de la fiesta.
Las Pantallas de Xinzo da Limia tienen otra connotación y atuendo. Se dice que representan espectros o fantasmas que surgen en fechas de entroido para aterrorizar a la población. Van ataviados con una careta sensiblemente diferenciada a la de Cigarróns e Peliqueiros, una capa y un traje blanco y fajín acompañados por botas negras con cascabeles.
también llevan cencerros pero de menor tamaño que los peliqueiros, y en vez de la zamarra portan dos vejigas de cerdo que al golpearlas con fuerza producen un sonido estridente. En vez de correr sobre las puntas desfilan golpeando las vejigas y propinando saltos al tiempo que abren los brazos en una especie de danza demoniaca.
Los carnavales o "Entroido" en Galicia es un espectáculo recomendable y único que tiene su mejor representación en Ourense, puesto que en lugares como A Coruña el tradicional entroido con sus filloadas y romerias ha ido dejando paso a un absurdo y a mi juicio estúpido intento de emular una celebrcíon impropia, (por tradición y clima) que trata de convertir las avenidas de la ciudad en una mala imitación de Cádiz o Santa Cruz de Tenerife, no se sabe si por caprichos del consistorio o por la falta de compromiso de la gente con las tradiciones. Al final acabaremos disfrazándonos en Haloween. Cabe si bien resaltar la romería de Monte Alto en A Coruña donde aún se puede respirar algo de tradición.