La búsqueda de la posible necrópolis de Ulaca ya ha comenzado. Un grupo formado por alrededor de diez arqueólogos realizan desde ayer las pertinentes catas para comprobar la existencia del cementerio vettón. El descubrimiento de esta necrópolis “podría aportar datos que relacionen a los habitantes de Ulaca con la génesis de la gente que acaba fundando y viviendo en Ávila”, según aseguró el profesor de prehistoria de la Universidad Complutense, Jesús Álvarez.

Además, ha asegurado que en caso de llegar al descubrimiento se elaborará un estudio “con las tecnologías más modernas de las características sociales, culturales y antropológicas de las gentes de la Edad del Hierro que habitaron este poblado”.

Jesús Álvarez explicó que los primeros trabajos se han basado en una valoración del subsuelo, a través de un georadar, “para comprobar algún tipo de anomalía que nos lleve a comprobar la existencia de tumbas o de cualquier otro resto arqueológico”. Y anunció que “existen dos zonas en cuyo interior se han detectado irregularidades localizadas aproximadamente entre los 40 y 60 centímetros de profundidad.

Datos esperanzadores

Este dato les hace ser optimistas ya que en otras necrópolis vetonas, como las situadas en Las Cogotas o el Raso, las tumbas se localizan generalmente a esa profundidad, aunque “tampoco descartamos que lo que haya debajo sean sólo unos muros, que corresponderían a pequeños barrios existentes en le Edad del Hierro entorno a la ciudad”.

Por su parte, el catedrático de prehistoria de la Complutense, Gonzalo Ruiz aseguró que este descubrimiento supondría, también, la protección de todo el patrimonio, “que está desapareciendo en manos de furtivos que buscan los objetos para colocarlos en el mercado de antigüedades”.

El catedrático de la Complutense aseguró que “los primeros datos por los que nos hemos guiado para iniciar los sondeos han sido las excavaciones clandestinas que se realizaron el año pasado en este lugar, y que son posibles gracias a los elementos de metal que se esconden en las tumbas, localizados a través de detectores de metales”.

Sin embargo, existen otros indicios que han motivo el traslado de los arqueólogos al Castro de Ulaca a realizar los sondeos. Y es que “esta zona cumple los requisitos que tienen generalmente los cementerios de la cultura vettona: siempre en posiciones muy cercanas a los poblados, a igual altura o más bajos que las cotas de los poblados, y la visibilidad entre las puertas de los poblados y la zona de los cementerios”.

Si tras los trabajos no se localiza la necrópolis “nunca sería algo negativo” ha explicado Gonzalo Ruiz porque “determinaríamos que hay que eliminar este punto de emplazamiento de necrópolis y seguiríamos desarrollando estrategias para localizarla en otras zonas del poblado”.

Estos trabajos no son algo aislado ya que este grupo de investigación lleva trabajando ocho años trabajando en la zona de Ulaca, el Valle Amblés y el poblado de Las Cogotas y las excavaciones se están desarrollando con el mecenazgo de la Diputación Provincial de Ávila y la Junta de Castilla y León.

Carmen González de Vega