Autor: NOSTI
martes, 22 de julio de 2003
Sección: Artículos generales
Información publicada por: NOSTI


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Un episodio de las Guerras Numantinas

La dureza de la guerra incluso para los mismo romanos.

Ahora que parece que estamos padeciendo, más que disfrutando, la canícula estival me imagino lo que debieron sufrir los soldados de Escipión Emiliano después de arrasar y abandonar los campos de Pallantia, que abastecían a los numantinos, y desviarse de la llanura Coplanio y del cauce fluvial para adentrarse en las desérticas tierras castellanas en pleno verano, no es de extrañar que el calor agobiante les obligara a realizar marchas durante la noche y que debido al agua escasa y salobre de los pozos que abrían, llegaran a morir de sed caballos y acémilas.

Aunque el historiador Apiano dice que Escipión salvó a todos sus hombres también es cierto que este escritor clásico copia a Polibio, posiblemente testigo de aquellos acontecimientos, pero éste era demasiado amigo de Escipión y de su familia adoptiva como para reconocer que hubiera bajas, debidas al hambre y principalmente a la terrible sed, entre sus hombres por evitar la lucha abierta; Escipión tenía que ser el héroe indiscutible.

En cualquier caso este suceso recuerda otro hecho histórico acaecido mucho tiempo después, en el año 24 d. C., durante el principado de Augusto, cuando el gobernador romano de Egipto Aelio Gallus emprende una expedición, por orden del emperador, al sur de Arabia. Tras partir de Leuke Kome con 10.000 hombres y debido a un sinfín de penalidades tardan 6 meses en recorrer unos 2.000 kilómetros por el abrasador desierto hasta llegar a Marib, donde deciden regresar sin haber completado su misión.

El retorno lo hicieron en tan sólo 60 días, pero es comprensible si tenemos en cuenta que ya no era el numeroso y lento contingente militar que había partido 6 meses atrás, sino que ahora se trataba de los supervivientes de la catastrófica expedición que a duras penas lograron llegar. De los estragos y la tortura ocasionados por el hambre, las enfermedades y sobre todo la sed nos podemos hacer una buena idea por el hecho de que sólo perecieran 7 hombres en los combates, el resto.., no regresaría nunca.


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