Jano es un Dios romano que no posee equivalente en el panteón de dioses griego, aunque sí tenía su equivalente en los etruscos; de hecho se le tiene como de origen etrusco. Ya se le rendía culto desde los primeros tiempos de la historia romana, Máximo dios del panteón etrusco(llamado por estos Ani y culsans) y también romano en sus inicios.



Jano es un Dios solar, posee una relación especial con el universo, centrada sobre el mantenimiento de la armonía cósmica y sobre los ritmos que la expresan. Recibía tres nombres en función de su rito mistérico.

-Un nombre de carácter sacerdotal: Ianus (Jano);
-Un nombre público o profano: Quirinus (Quirino)
-Y un tercero, secreto y de carácter iniciático, que nunca se divulgó de manera explícita:  Arkhó, Arjó, Arco, Arcus, Arcanus (El Oculto).

Con las dos caras vislumbra el pasado y el futuro. ¿No recuerda a caso a Pazuzu-Ninurta, poseedores de las tablas del destino?.

Su templo tenía doce altares(como doce son los signos del zodíaco y las constelaciones), y su forma era cuadrangular, correspondiendo a los puntos cardinales(de la misma manera que la cruz apunta a los puntos cardinales, encontrándose así una clara relación entre la formas cuadradas y la Cruz).

La figura del dios situada sobre un pedestal en el eje central, miraba simultáneamente a Oriente y Occidente.

En Jano, lo más destacado era su representación con dos rostros, de ahí
el calificativo de Jano Bifronte. Uno miraba hacia el pasado, que
condiciona lo que somos: nuestro presente, donde se debe tomar
consciencia, lo que implica una regeneración del alma. El otro a la
derecha, al futuro, simbólicamente, al mundo celeste y solar ligado al
conocimiento.

Es mediador entre los mortales y los inmortales, el que eleva las plegarias de los hombres a las divinidades.

Los Pontífices eran el colegio sacerdotal sobre el que giraba el culto romano. A ellos se les confiaba la custodia del templo del Jano.

Considerado como el portero que abría y cerraba las puertas o épocas. Por ello se le denominaba el Señor del Tiempo, poseedor de las llaves. Las llaves servían para abrir las puertas del Cielo y del Infierno, igual que para la iglesia romana las llaves de San Pedro o las llaves del cielo tienen el poder de atar y desatar, el de abrir las puertas del cielo y del infierno, además de ser símbolo de la actual Autoridad Papal.

Además, Jano es el maestro de las dos vías, ascendente y descendente, hacia arriba y hacia abajo y se le considera el Señor de la Iniciación. Los dos rostros de Jano contemplan el ciclo de manifestación e insinúan un tercer rostro (invisible) que observa el eterno presente. Este tercer rostro destruye el pasado y el futuro, es el rostro que contempla la eternidad. Curiosamente si observamos Las llaves en el emblema papal, La triple corona (la tiara) representa una tríada, en este caso la Iglesia nos dice que son las tres funciones del papa como "Pastor Supremo", "Maestro Supremo" y "Sumo Sacerdote", otra tríada al fin y al cabo.



La Cruz de oro sobre un mundo simboliza la soberanía de Jesús(recordemos que la Cruz representa tanto los puntos cardinales como las estaciones del año, relacionandola así con el mismo Jano). Tenemos una tríada, dos visibles y una invisible(representada por la eternidad, el espíritu...) cuyos nombres son Jano, Quirino y arco. ¿Ese Pastor Supremo, Maestro Supremo y Sumo Sacerdote que representa la tiara no se referirá ocultamente a Jano-Quirino-Arco?.

Es curioso que en el mito de Rómulo y Remo, a Rómulo se le conozca con el nombre de Quirino, es decir que Rómulo es Quirino, una de las formas de Jano;



y en el mito, Rómulo mata a su hermano gemelo Remo, de la misma manera que Ninurta vence a Pazuzu o Sharabha(el avatar de Shiva) mata a Narasinja(avatar de Visnú) o es el avatar de Visnú en la forma del mostruo Gandaberunda quien mata a Sharabha en la versión contrapuesta; es como si una de las caras acabara con la otra...aunque sólo sea en apariencia por ser los dos el mismo ser...

Al ser el dios de las puertas, los comienzos y los finales, a Jano le fue consagrado el primer mes del año y se le invocaba públicamente el primer día de enero, mes que derivó de su nombre (que en castellano pasó del latín Ianuarius a Janeiro y Janero y de ahí derivó a enero). Jano es, en definitiva el Alfa y Omega del anillo del tiempo, o sea, el Principio y el Fin de todo, el proclamado Rey de este Mundo.




La relación entre Jano y el águila bicéfala es evidente. Ambos poseen dos caras, ambos simbolizan lo mismo, mismos atributos; el bastón de mando encontrado en los restos arqueológicos de Lucentum, Alicante, España, exhibiendo el águila bicéfala ésta relacionándola con Jano, del cual ya hablamos en la parte III, es suficiente para asegurar que ambas iconografías están íntimamente relacionadas y no pueden achacarse al azar. El culto a Jano es el culto al águila bicéfala, un culto que se pierde en la noche de los tiempos y que se conoce en occidente desde muy antiguo, mucho antes de lo que se pensaba inicialmente, es decir, la época de los Paleólogo de Bizancio y que se remonta a época etrusca y quién sabe si incluso antes.