Autor: J.M. Bello Diéguez
lunes, 14 de abril de 2008
Sección: Artículos generales
Información publicada por: elpater


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Pellizcos en forma de poema, a modo de provocación sobre la divulgación del Patrimonio Arqueológico.

Ponencia presentada en la Taula d'Historia, celebrada en la Universidad de Barcelona en julio de 2007, en la sesión sobre Divulgación del Patrimonio Arqueológico.



Venho dizer-vos que não tenho
medo

a verdade é mais forte que as
algemas



Venho dizer-vos que não há degredo



quando se traz a alma cheia
de poemas



Pode ser numa ilha ou numa
prisão



em qualquer lado eu estou
presente



tomo o navio da canção



e vou direito ao coração de
toda a gente

------------

Vengo a deciros que no
tengo miedo

la verdad es más fuerte
que los grilletes

Vengo a deciros que no hay
exilio

cuando se trae el alma
llena de poemas

Puede ser en una isla, en
una prisión

en cualquier lado estoy
presente

tomo el navío de la
canción

y voy derecho al corazón
de toda la gente



(Manuel Alegre: Exilio)

   

Cuando Nayra Llonch se puso en
contacto conmigo, por indicación de nuestro amigo Joan Santacana, para
invitarme a participar en este encuentro, mi primera reacción fue la de declinar
la invitación. No soy un teórico de la comunicación, ni un experimentado
musealizador de yacimientos arqueológicos. El único bagaje que porto es el de
unos cuantos trienios intentando entender y hacer entender la historia a
muchachas y muchachotes adolescentes, etapa que se saldó con un rotundo fracaso
en ambas pretensiones -sigo sin entender la historia y me temo que tampoco
ellos han entendido gran cosa-, seguidos de otros tantos trienios como
arqueólogo vinculado a un museo, etapa todavía no saldada en la que el fracaso
aún no está, pero se le espera. Podría, como me sugirió Joan, contarles los
proyectos recientes y actuales que ocupan mi vida profesional, centrada en la
investigación e intento de divulgación de tres grandes yacimientos (la Torre de
Hércules, el Castro de Elviña y el Monumento Megalítico de Dombate) desde el
Museo Arqueolóxico e Histórico coruñés, pero a fuer de ser sincero no podría
exponerles más que un relatorio de sucesivas frustraciones, motivadas por unas
u otras causas de las que no me excluyo. Nada encontraba que fuese digno de ser
traído ante un auditorio como el que conforman ustedes.

Sin embargo, la oportunidad era
demasiado tentadora como para rechazarla sin más. No, la vida no suele ser
pródiga en ocasiones como ésta, y sentía que renunciar era ponerme voluntariamente
al margen de algo interesante y positivo, y eso sí que no: fracasar
fracasaremos, pero no sin haberlo intentado. Mientras buscaba, una vez y otra,
algo que me permitiese justificar de alguna forma mi presencia aquí, mientras
intentaba en vano poner orden en mi cabeza para parir algo coherente, sin
quererlo me asaltaban músicas, palabras, versos, procedentes de ese personal fondo
antiguo
que un compatriota de ustedes, mío también pero de ustedes más, el
añorado Manolo Vázquez Montalbán, habría llamado una educación sentimental.

A falta de algo mejor, esto es lo que les traigo,
porque tal vez sea esto lo único que tengo: el alma llena de poemas, como dice
Manuel Alegre -ese portugués fantástico que supo llegar derecho al corazón, si
no de toda, sí de mucha gente; de tanta que, candidato extraoficial en las
últimas elecciones presidenciales portuguesas, no alcanzó la mayoría, pero
superó en votos al candidato oficial de su partido, Mario Soares-. Poemas y
músicas que a lo largo de mi ejercicio profesional han guiado, desde el fondo,
mi trabajo y tal vez también mi vida. Se los ofrezco a modo de provocaciones,
para la reflexión sobre aspectos de la divulgación del patrimonio arqueológico
que para mí, no sé si para ustedes, son importantes y a veces olvidados. Vayan,
pues, los pellizcos provocadores, y hablen los que lo hacen mucho mejor que yo:

       

Provocación
nº 1: Salvador Espriu

ASSAIG DE CÀNTIC EN EL
TEMPLE



Oh, que cansat estic de la
meva



covarda, vella, tan salvatge
terra,



i com m'agradaria
d'allunyar-me'n,



nord enllà,



on diuen que la gent és neta



i noble, culta, rica, lliure,



desvetllada i feliç!



Aleshores, a la congregació,
els germans dirien



desaprovant:



"Com l'ocell que deixa
el niu,



així l'home que se'n va del
seu indret",



mentre jo, ja ben lluny, em
riuria



de la llei i de l'antiga
saviesa



d'aquest meu àrid poble.



Però no he de seguir mai el
meu somni



i em quedaré aquí fins a la
mort.



Car sóc també molt covard i salvatge



i estimo a més amb un



desesperat dolor



aquesta meva pobra,



bruta, trista, dissortada
pàtria.

----------

ENSAYO DE CÁNTICO EN EL
TEMPLO

¡Oh, qué cansado estoy

de mi cobarde, vieja, tan
salvaje tierra!

¡Y cómo me gustaría
alejarme

hacia el norte

donde dicen que la gente
es limpia

y noble, culta, rica,
libre,

despreocupada y feliz!

Entonces, en la
congregación,

los hermanos dirían,
desaprobando:

“Como el pájaro que deja
el nido

así el hombre que se va de
su lugar”,

mientras, yo, ya bien
lejos, me reiría

de la ley y de la antigua
sabiduría

de este árido pueblo mío.

Pero nunca seguiré mi
sueño

y me quedaré aquí hasta la
muerte.

Porque soy también muy
cobarde y salvaje

y amo además, con un

dolor desesperado,

a esta mi pobre,

bruta, triste, desgraciada
patria.

     

Este reconocimiento de la fuerza irremediable
de algo tan concreto y tan contingente como es el sentimiento de pertenencia a
un lugar, a una tierra, a un pueblo, que en Espriu alcanza tonos casi trágicos,
lo encontramos también, expuesto ahora de forma más cotidiana y desenfadada,
incluso irónica como corresponde, en un Quico Pi de la Serra que, mientras
siente el mar cada dia més lluny y escribe sensa parar millons de
tonterias
, interrumpe su relato para lanzar un rotundo 

   



Soc d’aquí, no d’allà, un
moment!



Que ho sapigui tothom, que
per mé té importancia

--------------

Soy de aquí, no de allá,
¡un momento!

Que lo sepa todo el mundo, que para mí es importante

           

També per mé té importancia
ser d’allà i no d’aquí
, y creo no errar al pensar que también es importante
para todos ustedes ser de donde son y no de otro lugar. Ser de donde somos,
habernos educado y vivir en un paisaje, en unas formas de relación, en unas
casas, en unos objetos, en unas comidas, en un idioma, nos hace diferentes de
quienes se educan y viven en otros ambientes. Nos hace diferentes y nos hace mutuamente
atractivos: la tensión con lo diferente atrae y enriquece. La armonización, la armonía, y robo la idea a
Eudald Carbonell, sólo puede darse con la conjugación creativa de melodías diferentes; de lo idéntico y
homogéneo sólo podemos esperar la salmodia monocorde.

La arqueología tiene por reino lo
concreto y lo particular. Por más intentos que se hagan de obtener leyes
científicas generales o de alcance medio (y ojalá algún día se llegue a ellas
trascendiendo las leyes de Mickey Mouse), cada yacimiento, cada momento
de un yacimiento, cada gesto técnico o relacional, es único e irrepetible. Creo
que en ello, en encontrarnos con lo concreto, con lo real, con lo no asbtracto,
a siglos o milenios de distancia, reside su mayor encanto y su capacidad de
fascinar. Aprovechémoslo, y empleemos todo el potencial, emotivo si quieren, de
cada cultura, de cada yacimiento y cada objeto, para implicar al público al que
destinamos la tarea de la divulgación. Partamos sin complejos de lo propio, de
lo único, de lo específico, de lo concreto, de lo que diferencia el yacimiento
y el objeto de los otros yacimientos y objetos, para construir a partir de ahí
lo más general y abstracto. Lleguemos después desde el individuo a la especie, de
lo específico a lo genérico, pero huyamos de la repetición mimética que hace
que encontremos, como si de cafeterías de franquicia se tratase, los mismos
contenidos, los mismos esquemas, los mismos gráficos, en cualquier monumento o
museo que visitamos, independientemente del lugar en el que estemos.

Bien es verdad que se puede pecar
por exceso desde el particularismo. El sentimiento de pertenencia de Espriu es
crítico con su propia tierra y pueblo, a quienes no puede abandonar, aun
deseándolo, por causa de ese amor que vive como dolor desesperanzado. Pero el acrítico
hincapié exclusivo en los particularismos diferenciadores, obviando y ocultando
lo común, puede transformar la creativa tensión entre los diferentes en odio y
desprecio a lo ajeno. Bien lo saben los estados-nación, de los que sobran
ejemplos de engrandecedores montajes ideológicos de carácter xenofobo creados a
base de la manipulación de la historia. Se ha hablado en estos días de
tergiversaciones históricas dirigidas, y en diversas intervenciones han salido
casos patológicos como los de Pío Moa o las espadas del Cid Campeador. Todo
ello es cierto, y conforma un auténtico peligro, de consecuencias a veces
desmesuradas, que debemos tener presente y conjurar. Frente a esos excesos
tergiversadores, va la

                         

Provocación nº 2: León Felipe

Yo no sé muchas cosas, es verdad.



Digo tan sólo lo que he visto.



Y he visto:



Que los gritos de angustia del hombre los ahogan con
cuentos…



Que el llanto del hombre lo taponan con cuentos…



Que los huesos del hombre los entierran con cuentos…



Y que el miedo del hombre



ha inventado todos los cuentos.



Yo sé muy pocas cosas, es verdad.



Pero me he dormido con todos los cuentos…



Y sé todos los cuentos.



No me contéis más cuentos,



que vengo de muy lejos y sé todos los cuentos.



No me contéis más cuentos



(…)



Rompedme los espejos.



Deshacedme los estanques, los lazos,



los anillos, los cercos, las redes, las trampas



y todos los caminos paralelos.



Que no quiero,



Que no quiero que me arrullen con cuentos.



Que no quiero,



Que no quiero que me sellen la boca y los ojos con
cuentos,



Que no quiero,



Que no quiero que me entierren con cuentos,



Que no quiero,



Que no quiero verme clavado en el tiempo.

                                

La divulgación de la arqueología,
la divulgación de la historia, no deben servir para adormecer con cuentos, para
imponer ideas colándolas por la puerta de atrás, para crear una falsa
concepción del mundo al servicio de unos u otros intereses –una ideología–,
sino para proporcionar elementos y herramientas que permitan el ejercicio
crítico de la libertad de pensamiento y la confrontación de ideas. Con hechos y
datos ciertos, no con inventados cuentos con moraleja al servicio de quien sea.

Hechos y datos ciertos: estoy
viendo venir el anatema que me va a caer por positivista. Pues lo siento mucho por
el anatemizador que me anatemizare, porque aunque sepamos que la objetividad
absoluta no es alcanzable, que el autor nunca puede librarse del todo de sus
prejuicios y sus manías, que la medida no es independiente del instrumento y
tantas otras cosas y aún más, seguimos afirmando que la realidad existe fuera
del observador y es congnoscible en alguna medida, por lo que ni todo vale, ni
son identificables un relato inventado y una investigación histórica rigurosa y
basada en pruebas. Sorry, posmo.

La realidad existe y existió
fuera de nosotros, pero también fuera de las fuentes que nos permiten
conocerla. Hay más realidad que la reflejada en las fuentes, y sobre todo que
la reflejada en la lectura directa y lineal de las fuentes. Las fuentes son
siempre selectivas, filtradas por la propia naturaleza o por la sociedad. Es
fácil que las fuentes textuales estén monopolizadas o casi por determinados
grupos sociales o por personajes de estos grupos, y es fácil caer en la
concepción de que la historia se reduce al conocimiento de estos grupos
sociales o personajes, que para colmo llaman poderosamente la atención. La
tumba de Alejandro, la espada de El Cid, el rostro de Cristo, el sepulcro de su
hermano… los grandes hombres de toda la vida. Grandes hombres. ¿No hay grandes
mujeres? Salvo algunas excepciones, hasta hace poco, no. Hoy comienza a
haberlas, y en el trabajo de recuperarlas han tenido mucho que ver personas que
están en esta Taula.

Hay grandes hombres y hay grandes
pueblos. Los mayorcitos supimos que la Historia de España era, en su
antigüedad, una sucesión de grandes pueblos. Después venían Indíbil y Mandonio,
El Cid, Guzmán el Bueno, Vargas Machuca, Daoíz y Velarde, Agustina de Aragón
(ya dijimos que había excepciones en la ausencia de las mujeres: podía caber
alguna siempre que se comportase de acuerdo con los valores varoniles) y el
General Moscardó. Pero antes de llegar los grandes hombres, estaban los grandes
pueblos: iberos y celtas, fenicios y griegos, romanos y cartagineses.

¡Los celtas! ¿Y qué es un celta?
Los antiguos los conocimos en una cajetilla de tabaco negro sin filtro: un
varón, brazo en alto, espada en mano, vencedor. ¡Los iberos! Un varón, brazo en
alto, espada en mano, vencedor. ¡Los romanos! Un varón, brazo en alto, espada
en mano, vencedor. ¡Los cartagineses! Un varón, brazo en alto, espada en mano…
perdedor: delenda est Cartago. ¿Y los fenicios? Un varón, brazo en alto,
espada… ¡ah, no, espada no!. Los fenicios no eran guerreros, eran comerciantes
y avaros: quedan por tanto relegados, como las mujeres, a hacer de comparsas o,
en el mejor de los casos, de actores secundarios.

Al margen de parodias, todo ello
existió y forma parte de la historia, sean los romanos, sea Guzmán el Bueno.
Incluso Agustina de Aragón. ¿Y el resto? ¿No había personas normales, dedicadas
a tareas y labores más normalitas que ganar y perder batallas, personas que
ganaban la vida como podían, que comían, que amaban y que se estremecían de
vértigo cósmico al contemplar un cielo estrellado? En su honor vaya la

                         

Provocación nº 3: Bertolt Brecht

Preguntas de un obrero que lee



¿Quién construyó Tebas, la de las siete puertas?



En los libros figuran los nombres de los reyes



pero ¿fueron los reyes los que transportaron las
piedras?



Y Babilonia, tantas veces destruída,



¿quién la reconstruyó otras tantas?



La gran Roma está llena de arcos de triunfo



¿quién los levantó?



¿Sobre quiénes triunfaron los Césares?



La tan cantada Bizancio



¿sólo tenía palacios para sus habitantes?



El joven Alejandro conquistó la India



¿él sólo?



César venció a los galos



¿ni siquiera tenía un cocinero a su servicio?



En cada página, una victoria



¿quién cocinaba los banquetes de la victoria?



En cada década, un gran hombre



¿quién pagaba sus gastos?



Tantas historias…



tantas preguntas.

                              

Las ausentes de la historia, los
ausentes de la historia. Los personajes anónimos que soportaron la vida de los
grandes hombres. No figuran en los documentos, no conocemos sus nombres, pero
existieron, crearon y mantuvieron las sucesivas sociedades.

No podemos conocerlos uno a uno,
pero podemos encontrarlos colectivamente a través de conceptos teóricos.
Fuerzas productivas, relaciones sociales de producción, clases sociales, modos
de producción. Y podemos aproximarnos a ellos y a sus vidas, aunque sea de
forma genérica y global, mediante herramientas analíticas: estadísticas,
gráficas, porcentajes… Menos da una piedra, y combinándolos precisamente con
las piedras y los objetos que encontramos en torno a ellas podemos intentar hacernos
una idea cabal de la vida y la muerte en, por ejemplo, un castillo o un
despoblado medieval.

Un profesor de prehistoria, hoy
buen amigo, me decía en mis tiempos de estudiante: “Antes la historia era una
sucesión de reyes: Chindasvinto, Recesvinto, Recaredo… Hoy es una sucesión de
porcentajes: devaluación del 3%, subida del precio del trigo del 7%, muertos
por peste 40%...”. Detrás de la broma está el peligro de confundir la
historia con las herramientas analíticas que nos permiten conocerla, y, en
nuestro caso, el peligro de confundir la narración histórica con la mera
exposición de los resultados de dichas herramientas. Sea por ello la

                               

Provocación nº 4: Joxean Artze / Mikel Laboa

Txoria txori



Hegoak ebaki banizkio



neria izango zen,



ez zuen aldegingo.



Bainan, honela



ez zen gehiago txoria izango.



Eta nik…



txoria nuen maite.

----------

El pájaro (es) pájaro



Si le hubiera cortado las alas



habría sido mío



no habría escapado



Pero así



habría dejado de ser pájaro



Y yo…



yo lo que amaba era un pájaro

                  

Un pájaro es un pájaro. Con sus
alas, no sin ellas. Al aproximarnos a los protagonistas colectivos de la
historia no nos queda más remedio que emplear las herramientas de disección. En
arqueología es evidente; si nos movemos con fuentes textuales es necesario si
queremos trascender el contenido concreto de cada fuente. Pero el resultado
bruto de la disección puede parecerse a un pájaro sin alas o a un cadáver en la
mesa de autopsias, y lo que queremos divulgar es un ser vivo y un pájaro que
vuela.

Las herramientas en sí mismas pueden
y deben, entiendo, ser divulgadas. No sólo debemos comunicar los resultados de
la investigación, sino también (y si me apuran, sobre todo) los métodos y
técnicas que empleamos para obtener conocimiento histórico. Sólo así podemos
hacer que el público destinatario de la divulgación pueda someter a crítica las
diferentes interpretaciones, incluyendo la nuestra. Con el añadido de que la
divulgación de las herramientas ofrece posibilidades evidentes de juego
intelectual, haciendo al público cómplice del proceso casi detectivesco de la
investigación, y de interactividad y manipulación de aparatos, un recurso útil
siempre que no lo consideremos un fin en sí mismo.

Pero ahora no me refiero a la
divulgación de las herramientas, sino a la de los resultados que obtenemos a
través de su uso. Lo cierto es que obtenemos números y porcentajes, sean de los
precios del trigo, sean de la desviación típica de una datación por carbono 14.
Para el investigador son preciosos, pero para el público son inertes, muertos.

Comenzamos proponiendo que la
divulgación debe partir de lo concreto, y ahora nos encontramos con la enorme
dificultad de encontrarlo en algunas, en muchas ocasiones. Se nos exige, nos
exigimos, comunicar y divulgar seres vivos, sociedades en funcionamiento, pero
no en abstracto sino en detalle. Queremos muchas veces representar gráficamente
a la señora que modela cerámica en un poblado neolítico, al varón que va de
caza de grandes piezas en el paleolítico superior, o al niño que juega en una
plazuela de un poblado de la Edad del Hierro. Y nos encontramos con el hecho
implacable de que no alcanzamos el detalle necesario para la presentación que
deseamos.

No me parece que haya receta
universal para salvar este problema. Una posibilidad válida puede ser el
reconocimiento explícito de nuestra ignorancia; más que inventar alegremente
aquello que no sabemos, tal vez sea mejor emplear la sinceridad de un Warren
Sánchez, imaginario líder de secta creado por Les Luthiers, el cual, a
la pregunta de sus adeptos acerca del sentido de la vida, respondía en sólo
tres palabras: “¡Yo qué sé!”.

Reconocer la ignorancia de
detalles no significa renunciar a comunicar lo que sí sabemos con un razonable
grado de certeza. Al contrario, ese acto de honradez epistemológica puede dar
pie a la comunicación de la gran dificultad que existe para conocer lo
acontecido hace cientos o miles de años cuando no tenemos información gráfica
ni textual a nuestro alcance, haciendo partícipe al público de la realidad de la
investigación: sabemos poco, debatimos y suponemos bastante, ignoramos mucho.
Por otra parte, aplicando soluciones imaginativas es posible llegar a plasmar
momentos y escenas que, obviando los detalles que desconocemos, representen lo
fundamental de lo que queremos comunicar. En este sentido me impactaron, por
dar un ejemplo, las escenificaciones del Museo de Historia de ustedes, protagonizadas
por figuras blancas casi fantasmagóricas en las que sólo aparecen en detalle
los elementos concretos que se quieren resaltar. El conjunto tiene, en mi
opinión, una gran fuerza comunicativa.

La historia no es nitida, y lo es
menos cuanto más atrás nos vamos. Muchas veces no hay respuestas para las
preguntas que nos hacemos o que nos hacen. La historia se nos aparece difusa y borrosa,
y por ello les propongo, traída desde la bruma atlántica, la 

                       

Provocación nº 5: Uxío Novoneyra

LETANÍA DE GALICIA



De tanto calar xa falo solo



GALICIA digo eu / un di GALICIA


GALICIA decimos todos GALICIA


astr´os que calan din GALICIA


e saben sabemos

GALICIA da door chora á
forza

GALICIA da tristura triste á
forza

GALICIA do silencio calada á
forza

GALICIA da fame emigrante á
forza

GALICIA vendada cega á
forza

GALICIA tapeada xorda á forza

GALICIA atrelada queda á
forza



libre pra servir libre pra servir

libre pra non ser libre pra non serl

ibre pra morrer libre
pra morrer

ibre pra fuxir libre
pra fuxir



GALICIA labrega GALICIA nosa

GALICIA mariñeira GALICIA
nosa

GALICIA obreira GALICIA
nosa

GALICIA irmandiña GALICIA
viva inda



recóllote da terra estás mui
fonda

recóllote do pueblo estás
nil toda

recóllote da HISTORIA estás
borrosa



recóllote i érgote no verbo enteiro


no verbo verdadeiro que fala o pueblo


recóllote prós novos que vein con forza


prós que inda non marcou a malla d´argolas


prós que saben que ti podes ser outra cousa


prós que saben que o home pode ser outra cousa

sabemos que ti podes ser outra cousa

sabemos que o home pode ser outra cousa



---------------

LETANÍA DE GALICIA



De tanto callar, ya hablo solo



GALICIA digo yo, uno dice GALICIA



GALICIA decimos todos GALICIA

hasta los que callan dicen GALICIA

y saben sabemos

GALICIA del dolor llora a la fuerza

GALICIA de la tristeza triste a la fuerza

GALICIA del silencio callada a la fuerza

GALICIA del hambre emigrante a la fuerza

GALICIA vendada ciega a la fuerza



GALICIA tapada sorda a la fuerza

GALICIA atada quieta a la fuerza



libre para servir libre
para servir



libre para no ser libre
para non ser

libre para morir libre
para morir



libre para huir libre
para huir



GALICIA labriega GALICIA
nuestra



GALICIA marinera GALICIA
nuestra



GALICIA obrera GALICIA
nuestra

GALICIA irmandiña GALICIA
aún viva

te recojo de la tierra estás muy honda

te recojo del pueblo estás en él toda



te recojo de la HISTORIA estás
borrosa

te recojo y te yergo en el verbo entero



en el verbo verdadero que habla el pueblo



te recojo para los jóvenes que vienen con
fuerza



para los que aún no marcó el golpe de la
argolla



para los que saben que tú puedes ser otra
cosa



para los que saben que el hombre puede ser
otra cosa

sabemos que tú puedes ser otra cosa

sabemos que el hombre puede ser otra cosa


Porque sabemos que o home pode
ser outra cousa
, porque sabemos que ti podes ser outra cousa, porque
sabemos que todo puede y debe ser otra cosa, porque tenemos la obligación de
intentar que todo sea otra cosa, tiene sentido lo que hacemos en el día a día y
tiene sentido que nos reunamos en esta Taula.

Y ya me gustaría que, en ese
camino de transformación, pudiesen tener sentido estas provocaciones que les he
propuesto con el alma llena de poemas, porque la divulgación de la arqueología
puede arrancar de la emotividad, yendo derecha al corazón de la gente sin
prescindir, ¡antes al contrario!, de la racionalidad,

porque la divulgación de la
arqueología puede arrancar de lo concreto, de lo particular, de lo propio,
mejor punto de partida que lo general y ya no digamos que lo uniforme miméticamente
globalizado,

porque la divulgación de la
arqueología no debe adormecer conciencias ni propagar falsos discursos
interesados; no debe arrullar con cuentos sino deshacer lazos, cercos, redes,
trampas y todos los caminos paralelos,

porque la divulgación de la
arqueología puede y debe resaltar el protagonismo histórico de lo colectivo y
anónimo, puede y debe dar voz a los constructores de Tebas y al cocinero de
César,

porque la divulgación de la
arqueología debe presentar a los protagonistas colectivos vivos, no
diseccionados; como pájaros que vuelan, no como pájaros desnaturalizados a los
que se les ha cortado las alas para dominarlos y apresarlos,

porque la divulgación de la
arqueología debe ser consciente de que lo que queremos divulgar es difícil de
alcanzar y conocer, está muy hondo en la tierra y borroso en la historia,

porque la divulgación de la
arqueología debe proporcionar medios y herramientas para analizar y criticar
las propuestas y la propia historia, ayudando a transformarla porque sabemos
que ti podes ser outra cousa, sabemos que o home pode ser outra cousa
.

Hasta aquí las propuestas. Y como
he abusado de su paciencia, permítanme que me dirija a mí mismo una última
provocación fuera de programa, tomada ahora del Poema XV de los veinte de
Neruda, en el que dice

me gusta cuando
callas porque estás como ausente

Por lo cual me callo y me
ausento, no sin manifestarles antes mi esperanza en que si mis palabras no les
han parecido pertinentes, sí se lo resulte, al menos, mi silencio.

Muchas gracias.

La Vall d’Hebron, Barcelona, 15
de julio de 2007


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Comentarios

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  1. #1 giannini 14 de abr. 2008

    ¿Qué se dice cuando uno ve que el contenido de un artículo se entiende y lo que se postula parece razonable, mesurado o prudente, para no caer en el halago excesivo que por vecindad u otros factores pueda confundirse con otra cosa?

    Estuve a punto de no escribir -que ya escribí bastante esta noche- pero también me apetecía entrar, aunque sólo fuese para felicitar, así que lo hago.

    Hace pocos años, estuve presente en una conferencia-coloquio, precisamente de divulgación arqueológica, y recuerdo que una señora hizo una pregunta pidiendo respuestas muy precisas, imaginemos -que no lo recuerdo del todo-, ¿qué labores cotidianas desarrollaban las mujeres en un castro, y cómo las hacían?; o bien, ¿cómo era el mobiliario de sus viviendas?, o incluso ¿empleaban pinturas rituales en sus rostros? ¿qué formas empleaban?

    El arqueólogo le decía, imagine usted que sobre este lugar en el que nos encontramos cayese una bomba, el edificio quedase destruido y nosotros sepultados con él. Imagine también que pasasen mil años, las ruinas se cubriesen de tierra, los materiales se degradasen, alguien excavase allí y pretendiese, tras un lapso temporal tan grande y tras una degradación de los materiales de ese calibre, imagine, digo, que alguien así pretendiese explicar qué era aquello, cómo había llegado a ese estado de deterioro, cuándo se produjo la ruina, etc. Resultaba evidente que se tendría un conocimiento muy por encima de aquel yacimiento, de la sociedad que había levantado aquel edificio, de todas y cada una de las personas que habían estado allí, de su modo de vida, sus costumbres, de las causas que originaron la ruina, del porqué, y que sólo se podría responder, tras estudios muy laboriosos, a muy pocas preguntas.

    Para los demás interrogantes, el sistema de ecuaciones a resolver tendría infinitas soluciones. Las variables en juego serían tantas a la hora de abordar el problema, que se plantearía un sistema de ecuaciones con muy pocas ecuaciones y demasiadas incógnitas, así que las soluciones posibles serían infinitas. En definitiva, decía aquel arqueólogo -no sé si así, pero este era al menos su sentido- que la arqueología o la historia no puede dar respuesta a multitud de cuestiones muy simples, y que no pasa nada por quedarse con la incertidumbre.

    No puedo estar más de acuerdo con que a veces es mejor quedarse con la incertidumbre que ofrecer soluciones simples a problemas complejos.

  2. #2 Servan 14 de abr. 2008

     Hermosa poesía de Espriu. Me recordó el Ulises de Kavafis.

  3. #3 elpater 14 de abr. 2008

    Así es, don Giannini. Por dos puntos pasan infinitos círculos. Con tres puntos sólo uno, pero infinitas esferas. Para saltar de dimensión hay que encontrar el tercer punto del círculo. Sólo entonces podremos pasar a la esfera, sólo entonces tiene sentido (sentido práctico, de búsqueda de soluciones reales, digo; en literatura, en poesía, en música, en arte, es otra cosa, ahí sí que es lícito y casi obligado buscar las esferas, todas las esferas) buscar el cuarto punto de la esfera.

    Claro que, si ponemos el tercer punto, ya no es posible trazar cualquier círculo, sólo uno, el que pasa por los tres, el que es y fue. A veces tengo la impresión de que el tan actual y postmoderno desprecio del dato, los discursos acerca de la imposibilidad de la objetividad, las alusiones tan mal traídas al principio de incertidumbre, no son más que intentos de impedir que ese tercer punto se encuentre, no vaya a ser que se joroben los círculos imaginarios con que se llenan páginas y páginas y se consiguen pela y poder.

    Serván, sí que es hermosa. Y a mí también me resonó a Kavafis en alguna ocasión, y no crea que me lo explico demasiado.

    Gracias a ambos.

  4. #4 jeromor 14 de abr. 2008

    Precioso

  5. #5 Uma 14 de abr. 2008

      


    Gracias Pater,es precioso;


    Lo de la divulgación de la arqueología me ha recordado algo :siempre que he ido al M.A.N me ha maravillado ver el interés con el que los niños se quedan mirando a las vitrinas ,preguntan a sus padres etc .Realmente  los “objetos” les fascinan y suscitan su interés .Son los sistemas de enseñanza  los que acaban con ese deseo de aprender.


    Una anécdota: tras unos minutos enfrascado en la contemplación de los cuencos de Villena,un niño de cinco años mira a su madre y le pregunta con mucho interés: “mamá, ¿cuencos o gorros? “ .Un arqueólogo en potencia.Y yo casi me pongo a llorar de la emoción.


     

  6. #6 Brigantinus 14 de abr. 2008

    Iba a felicitarle, pater.


    Pero mejor le doy las gracias. Gracias, porque hacía mucho tiempo que no empezaba un lunes por la mañana de un modo tan bueno.

  7. #7 Llug 14 de abr. 2008

    jarl, txoria txori, claro!, qué simple! qué bello! :)

  8. #8 MENTERCOSA 14 de abr. 2008

    Me ha parecido especialmente bien traída la provocación nº 1
    de Espriu, además de ser Bella poesía como comenta Servan.

    Como la publicación de su artículo es el 14 de abril, me ha
    recordado que Buñuel No se consideraba provocador, sino que opinaba de tal serían
    los que actuaban de forma improcedente para el género humano.



    Quizá con la arqueología puede que ocurra como con la objetividad, que
    es tan importante saber y poder ser objetivo como querer serlo.

  9. #9 patinho 14 de abr. 2008

    Como eu non encontrei a prosa axeitada pra este comentario, falo na boca de Pondal:


    Dólmenes de Dombate e da Pïosa,


    e ti ouh Arca d'Orgas nomeada,


    no voso vello musgo á edade nosa


    o esplendor amostrás da edá pasada:


    vós ocultades gloria esplendorosa,


    vós morte aconsellades celebrada,


    vós insinás de Breogán a gente


    a vivir e a morrer gloriosamente.


     


    Saúdos

  10. #10 arkaitz 14 de abr. 2008

    ¡Cómo os afecta el vinorro a los habitantes de las tierras de las brumas!


    Cuando yo me ganaba la vida enseñando el MAN me di cuenta que a la gente, al 99% de la gente, le importa un carajo la arqueología. Daba lo mismo que fueran niños que fueran del Colegio de Doctores y Licenciados en Química. A los que les interesa, lo estudian, al resto... pues... Lo que nosotros hacemos es por vocación, sin muchas aspiraciones hacia el mundo de la museología, en el cual viví unos cuantos años, ni en el mundo de la comunicación, ni en el de la enseñanza.


    Mikel, Salvador... terreno resbaladizo... Mikel lo ha convertido en un himno neonazi, un monumento al racismo que toma como base la lengua. al RH y la braquicefalia... ¿Qué más finalidad puede haber que el de ser personas sin mirar rasgo o condición particular?


    UMA


    EL MAN no es un museo para niños, ni para nadie en particular. Cuando los niños van en manada, es decir, con la clase, son como las pirañas... incluso se llevaban fragmentos de piezas... llenaban todo con cáscaras de pipas ... tiraban los chicles dentro de las piezas...  Cuando van con los padres... a no ser que sea un niño muy repipi, pues como que les importa un bledo, y es normal ¡Niño, hoy vamos al MAN! Uff, qué mal trago, pensará el niño. Seguramente, preferiría estar dando patadas a un balón o jugando a la comba.


     

  11. #11 Acteón 14 de abr. 2008

    Pues qué quieres que te diga... No me considero un repipi y durante los años de mi infancia que pasé en Madrid (viví allí entre los 3 y los 7 años) tuve la suerte de que mis padres me llevaran a ver buena parte de los museos de la ciudad (incluído, como no, el MAN). Aunque unos me gustasen más que otros, para mí no resultaba un suplicio ese tipo de visitas. Por cierto, también jugaba al fútbol y, desde luego, no era incompatible con la afición a la lectura o a las visitas culturales.


    Un saludo (y enhorabuena por la ponencia Pater, estás hecho un poeta).

  12. #12 hartza 14 de abr. 2008

    #10 arkaitz

    Hoy, a las 15:50

    "Mikel, Salvador... terreno resbaladizo... Mikel lo ha convertido en un himno neonazi, un monumento al racismo que toma como base la lengua. al RH y la braquicefalia... ¿Qué más finalidad puede haber que el de ser personas sin mirar rasgo o condición particular?"

    ?????????????????????????????????
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  13. #13 bergan 14 de abr. 2008

    No sé si Mikel, pero Salvador???

  14. #14 hartza 14 de abr. 2008

    Dice la wikipedia que la Ley de Godwin... :


    "La ley de Godwin (también conocida como regla de analogías nazi de Godwin) es un enunciado relacionado a la interacción social, que propuso Mike Godwin en 1990. Dicha ley estipula que:

    A medida que una discusión en Internet se alarga, la probabilidad de que aparezca una comparación en la que se mencione a Hitler o a los nazis tiende a uno.


    Existe una tradición bastante generalizada en muchos grupos de noticias de Usenet: tan pronto como se haga tal comparación el hilo se cierra y quien quiera que haya mencionado a los nazis pierde automáticamente la discusión. De esta forma, la ley de Godwin prácticamente garantiza un límite en la longitud de las discusiones en Usenet y otros grupos. Para muchos la ley de Godwin consiste en sólo eso, desconociendo la definición original mencionada al inicio."


    Que conste que yo lo diría con otras palabras. Incluso sin palabras.

  15. #15 jfca 14 de abr. 2008


    " O pasado vive e actua só na medida que dende o presente se lle faga vivir e actuar, por si mesmo, o pasado non produce atitudes nacionalistas, nin explíca, nin xustifica nada".        G. Pereira Menaut.

  16. #16 Ego 15 de abr. 2008

    "Por dos puntos pasan infinitos círculos. Con tres puntos sólo uno, pero infinitas esferas. Para saltar de dimensión hay que encontrar el tercer punto del círculo. Sólo entonces podremos pasar a la esfera, sólo entonces tiene sentido ".

    Sin acritud, pero por dos puntos pasan infinidad de circunferencias.


    Salud.

  17. #17 lucusaugusti 15 de abr. 2008

    La ciencia experimental se ha desarrollado en parte gracias a un método, muy general, que permite trazar sucesivas circunferencias y que podemos sintetizar en lo siguiente:

    ”Método de Prueba y error, que consiste en un procedimiento realimentado en el cual la referencia (lo que se desea lograr) es la descripción de la ley natural invariante (R). Luego de la descripción hecha se obtiene un modelo de la realidad M(t), que depende del tiempo (ya que existe una aproximación progresiva a la realidad).

    El error logrado será: Error = R - M(t)

    Este proceso de comparación entre realidad R y modelo M(t) es, justamente, la experimentación, o contrastación.

    A partir de cierto error arbitrario, podemos decir que una descripción en científica”.

    Es el trazado de sucesivas circunferencias lo que, en gran medida, ha permitido el avance del conocimiento humano. Y es el consensuado respeto hacía este método lo que nos permite alcanzar descripciones científicas.

    Desde el interior del propio método, ninguna circunferencia es de menor rango antes de ser trazada, solo el resultado obtenido tendrá mayor o menor valor en la realimentación del procedimiento.

    Pero es preciso trazar, solo probando se avanza, ese el camino científico.

  18. #18 Ego 15 de abr. 2008

    Saludos Lucus,


    ¿no crees que esta parrafada está un poco fuera de lugar en este subforo?


    Salud.

  19. #19 lucusaugusti 15 de abr. 2008

    Saludos Ego.

    Mi "parrafada" trata sobre lo expuesto en: #3 elpater:
    "Claro que, si ponemos el tercer punto, ya no es posible trazar cualquier círculo, sólo uno, el que pasa por los tres, el que es y fue."

    Según yo creo, la ciencia tiene un método para resover esta "certeza científica" de los tres puntos de una circunferencia, y es el método de prueba y error. Y tal como expongo no existen circunferencias de menor o mayor rango antes de ser trazadas, la valoración se producirá en función de la retro-alimentación al proceso y "que depende del tiempo (ya que existe una aproximación progresiva a la realidad)."

    La ciencia progresa, y en el camino quedarán los errores y aciertos que nos permitieron avanzar. No trazar por miedo al error, es una opción que carece de espítiru científico.

    Saude.

  20. #20 arkaitz 16 de abr. 2008

    Es más, no existen los puntos, somos nosotros los que, con un experimento dirigido a descubrir los puntos (trazo), hacemos que la materia se identique como partícula, y por lo tanto, ocupe un espacio. Pero perfectament podríamos haber elegido que se comportara como una onda... con lo cual, la partícula-punto no existiría, ymenos las circunferencias, círculos y similares.

  21. #21 elpater 17 de abr. 2008

    No sé qué decirles, salvo que perdonen la tardanza en responder y que reciban un agradecimiento emocionado.

    Ego, gracias por la precisión, que se acepta con gusto y, por supuesto, sin acritud. Valga la corrección aquí, y sea circunferencia, no círculo.

    Arkaitz, no he leído nada de Rh ni esocefalia en el Txoria Txori. A mí, como a Llug, me parece simple y bello. Pero es que además es muy breve, no veo dónde pueden esconderse esas cosas que usted dice. En el poema no están. ¿No será usted quien las pone?

    Me temo que la epistemología no es el fuerte de Lucusaugusti. Confundir ciencia con azar empírico no queda hoy muy apropiado. Siempre puede proponerle a la policía judicial que, cuando no sepan quién es el culpable de un asesinato, empiecen a trazar las circunferencias a partir de la guía de teléfonos, encerrando entre rejas al primer ciudadano que aparezca en la A. Así, probando uno tras otro, a lo mejor llegan a pillar al culpable. Y para el siguiente caso, se sigue donde se había quedado.

    Por supuesto que la ciencia tiene un método, pero no es el de trazar círculos al azar. En ningún caso. Es más: la ciencia (desde la pre-) comienza cuando los círculos ya no se trazan al azar, sino con un método y teniendo en cuenta todo el conocimiento anterior.
    Pero ésa es otra historia. Ahora es más oportuno reiterar a León Felilpe:



    No me contéis más cuentos,
    que vengo de muy lejos y sé todos los cuentos.
    No me contéis más cuentos.

    Arkaitz, y para su final, me reitero igualmente:

    "Hechos y datos ciertos: estoy
    viendo venir el anatema que me va a caer por positivista. Pues lo siento mucho por
    el anatemizador que me anatemizare, porque aunque sepamos que la objetividad
    absoluta no es alcanzable, que el autor nunca puede librarse del todo de sus
    prejuicios y sus manías, que la medida no es independiente del instrumento y
    tantas otras cosas y aún más, seguimos afirmando que la realidad existe fuera
    del observador y es congnoscible en alguna medida, por lo que ni todo vale, ni
    son identificables un relato inventado y una investigación histórica rigurosa y
    basada en pruebas. Sorry, posmo."

  22. #22 lucusaugusti 17 de abr. 2008

    No he sido yo quién ha traído el azar a la conversación. El azar es muy poderoso en el trabajo científico, (creo que en Atapuerca existe un pequeño altar a Fortuna), aunque para muchos el azar no existe en ciencia, ocurre que no todos comprenden las causas de los otros, y las razones de sus circunferencias, otros ni saben utilizar el compás.

    No importa, lo que importa es como alimentamos a los que nos siguen, como en el futuro puedan citarnos, como de firme fue el apoyo que les ofrecimos para sus pasos. Si los aciertos o fracasos les permitieron avanzar, o solo se sumieron en un lamento triste.

    Azar o causa desvelada, el tiempo y la progresiva aproximación a la realidad juzgará.

  23. #23 crougintoudadigo 17 de abr. 2008

    Salud y Gloria El Pater, y pues que conociéndolo nuestras paredrías no esperabamos menos de su paternidad. Parabéns, moitos parabéns.


    Quedamonos con isto:


    ¡Los celtas! ¿Y qué es un celta? Los antiguos los conocimos en una cajetilla de tabaco negro sin filtro" E pensalle Crougintoudadigo ¿Non lle sería un celtasudo?


    i encara ens agrada aquesta cosa tan polida:


    i estimo a més amb un


    desesperat dolor


    aquesta meva pobra,


    bruta, trista, dissortada pàtria.


    i a més res. Todo moi fermoso e instrutivo


    Adeu, saude e gloria, caro, anyway we are all americans.


     


     


     

  24. #24 Ego 17 de abr. 2008

    Sobre el tema del azar, contesto en el x-présate.


    Salud.

  25. #25 giannini 17 de abr. 2008

    Decía elpater que por dos puntos pasan infinitas circunferencias; por tres, una sola. En el primer caso, la probabilidad de acertar y trazar la misma circunferencia que en el segundo es nula (1/infinito = cero). Si la probabilidad de acertar trazando circunferencias al azar es nula, parece una pérdida de tiempo hacerlo ¿o no?

    Lo lógico en mi opinión sería buscar el tercer punto antes de ponerse a trazar circunferencias al azar; y si no se halla ese tercer punto, dejar que el tiempo pase y en un futuro otras técnicas y otros conocimientos permitan hallarlo.

  26. #26 lucusaugusti 17 de abr. 2008

    Trazar circunferencias al azar es propio de ociosos.


    Y confundir el método de prueba y error, base de una parte del progreso científico, con un juego de azar es solo escapismo.


    El tercer punto se obtiene cuando se calcula su centro, y luego los puntos son infinitos. Que un canto a la derrota no nos obligue a todos a sentirnos derrotados.

  27. #27 elpater 18 de abr. 2008

    Flojo (por ser generoso) en epistemología. Y en bibliografía acerca de ella (si se puede llamar bibliografía a un comentario anónimo en una bitácora, que es lo que se intentó colar como un texto de referencia).

    En cuanto al resto, ya saben: que no quiero que me cuenten más cuentos. Que vengo de muy lejos y sé todos los cuentos.

    Don Giannini, así es. Por eso le digo que hay quien intenta por todos los medios que no se encuentre el tercer punto. Cuando aparece se les vienen abajo las circunferencias.

  28. #28 giannini 18 de abr. 2008

    Lucusaugusti, no tengo que recordarte que un sistema compatible indeterminado produce siempre infinitas soluciones. La cosa, en mi opinión, es hacer determinado el sistema, cosa que no siempre se puede; que intentar aplicar la regla de Kramer a un sistema compatible indeterminado me parece una pérdida de tiempo; pero bueno, cada uno es muy libre de gastarlo como crea más oportuno.

  29. #29 lucusaugusti 18 de abr. 2008

    Hombre giannini, la historia no es un sistema compatible indeterminado.

  30. #30 elpater 18 de abr. 2008

    Don Crougin, gracias por el comentario. Pero debo aclararle, porque en el texto está confuso (en directo no lo era tanto: el público era joven, la mayor parte de los organizadores también; no creo que el público conociese la cajetilla de Celtas) que, en la frase "los antiguos los conocimos...", el antiguo era yo; el otro antiguo que formaba el plural era quien me acompañaba y me había presentado, más antiguo todavía que yo. No eran los celtas, sino los de la mesa. Pude haber dicho "los viejos", pero, aunque a mí no me espanta la palabra, pensé que tal vez no le sentaría bien a los mayores que yo. Delicado que es uno. La frase podría haberse expresado como "Los viejos conocimos a los celtas en una cajetilla de tabaco: un varón, brazo en alto, espada en mano, vencedor".

    No es que tenga mayor importancia, pero en este caso "los celtas" era un juego para usar la imagen del guerrero vencedor, y para pasar a los grandes pueblos, algo que me parece que, como los grandes hombres, sirve para ocultar la historia de la gente normal. No hay cajetilla de "Iberos"; de haberla habido habría empleado ésa, máxime estando, como estaba, en tierra de iberos, en la que una coña sobre el celtismo, si ésa hubiera sido mi intención, no habría sido entendida.

    El texto se compuso para una audiencia determinada, y creo que allí fue entendido a la perfección. Simplemente, como me lo encontré haciendo limpieza en el ordenata, se me ocurrió ponerlo por aquí, como pequeño homenaje a esta nueva etapa de Celtiberia.net, y como intento de corresponder con buena voluntad a la buena voluntad que está mostrando el staff del portal y muy especialmente Silberius. No lo tome usted como una pulla, porque no lo es en ningún caso.

    Además, don Crougin, sus celtas no son hordas de guerreros invasores, sino poblaciones neolíticas, sin hierro ni bronce, que ponen en cultivo tierras vírgenes y entierran a sus muertos en trasuntos de las viejas cuevas allí donde éstas no existen (algo en lo que, como en muchas otras cosas, estoy de acuerdo o al menos no me provoca rechazo).

    Pero entienda que sí me lo provoca emplear, para definir una sociedad, una palabra que engloba a poblaciones desde el Atlántico hasta Polonia, y desde el neolítico hasta la alta edad media cuando menos. No niego que pueda haber rasgos profundos que permanecen, como los hay y permanecen en una persona de niño a viejo. Pero esos rasgos permanentes, que los hay, malamente van a poder caracterizar en detalle a esa persona en un momento determinado de su vida. Es bueno, por supuesto, desvelar esos rasgos generales de permanencia. Pero al mismo tiempo esos rasgos generales ocultan las variaciones que también existen. Son necesarios, pero no son suficientes. No explican, como dije en otra ocasión, las diferencias entre un habitante de un castro de la zona de Vimianzo, un bretón, un irlandés y un polaco.

    Como no explican las diferencias entre un habitante de Coto do Mosteiro y uno de Punta dos Prados, y las hay. Ni las diferencias entre un habitante de Elviña del II a.C y del III d.C., y también las hay. Y ya no digamos si no nos quedamos en el II a.C. y nos remontamos al V milenio. ¡Carallo que si hay diferencias! Aunque hablen celta (cosa que no sé, aunque no me extrañaría que Alinei haya encontrado, no al azar, un camino más que correcto).

    Las palabras son traidoras casi siempre. Cuando empleamos palabras no nuestras sino prestadas, la traición es casi inevitable: el mal se hará presente. Un servidor se descojona cuando oye cosas como "¡En la excavación de Nosé Dónde encontraron una dolia del Bronce Medio". Primero, con lo de "dolia", claro. Pero sobre todo pensando en lo avanzado de esos broncíneos pobladores que ya hablaban latín. Efectivamente, éste es otro tema, pero me vino a la cabeza y lo puse sin censurarlo.

  31. #31 giannini 18 de abr. 2008

    Precisamente, lucusaugusti,  tu lo has dicho, no es indeterminado; y en hacer determinado el sistema radica la dificultad, porque no siempre se cuenta con ecuaciones suficientes para hacerlo. Y si no contamos con ecuaciones suficientes, me parece claro que tampoco tiene sentido aplicar la regla de Kramer, aunque cada uno es muy libre de gastar su tiempo como crea conveniente. Otra cosa es que la solución ofrecida resulte convincente.

  32. #32 Javier Torres 01 de mayo de 2008

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  33. #33 elpater 01 de mayo de 2008

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  34. #34 Javier Torres 01 de mayo de 2008

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  35. #35 Rosa-ae 01 de mayo de 2008

    Ohhh, acabo de tener la gran revelación. Ya era hora!


    El temita es que una categoría histórica, sea cual sea su contenido, te llene profundamente el alma (y cuanto más vacía la tengas, pues más te la llena). Es decir, se quiere que esa categoría sea tan omnicomprensiva y omniexplicativa que, de solo pronunciarla, se te disipen todas tus dudas y supinas ignorancias. La categoría “Celtas”, sin duda, no cumple ese requisito. Desechémosla pues.


    Sí, sí, claro, obviamente, por supuesto, faltaría más. Cuando uno dice Latino, Heleno, Germano, es obvio que tu alma, de pronto, rebosa sabiduría, pre, proto e histórica. Y hasta me atrevería a decir que predice conocimiento futuro. La magia de las palabras, sí, qué selectivas que son las cabritas, eh! Ayyyy


    Cuando en el futuro el reino de España se haya disipado y las “comunidades históricas” hayan desaparecido con ella (por efecto de algún fenómeno imprevisto por la Ciencia, yo qué sé, una catástrofe todavía innominada), los supervivientes, al cabo de las generaciones se preguntaran: oye, qué era eso de los galegos? “Psss, nada, hablan de ellos para explicar mucho, pero eso sólo es cosa de tarados. Vamos a ver: ¿qué tiene que ver la cerámica de Buño con la de la de Loñoá das Olas! Nada, no? Pues ya está. En fin, otro mito como el de los Celtas”. Bueno, espera… Los Celtas sólo suscitan recelos cuando su existencia se sitúa en la Edad del Hierro. Si los colocamos en tiempos neolíticos o “celtorromanos” (palabras mágicas donde las haya: las pronuncias y te estalla la cabeza de tanto conocimiento), entonces vale, ya no es mito, es Ciencia. Pues lo mismo con los galegos: si es después de Fraga, vale, si no, son bilingües armónicos y con eso van más que sobraos!!


    La Ciencia te da sorpresaaaaas, sorpresaaaas te da la Ciencia, oh yeaaa!


    Oye JavierTorres, tú qué opinas? No soy racista, me interesan todas las opiniones.

  36. #36 Javier Torres 01 de mayo de 2008

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  37. #37 elpater 01 de mayo de 2008

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  38. #38 Javier Torres 01 de mayo de 2008

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  39. #39 elpater 01 de mayo de 2008

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  40. #40 Javier Torres 01 de mayo de 2008

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    Motivo: mejor en el xpresate

  41. #41 Javier Torres 01 de mayo de 2008

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  42. #42 giannini 01 de mayo de 2008

    La cosa es reventar el hilo a dúo ¿verdad?, bien con reflexiones filosófico-literarias que no responden a las preguntitas de toda la vida, bien con chistecillos que ocupen poco espacio y envenenen; o lo que es lo mismo provocar al Tagore, a ver si así emplea los mismos mimbres y le eliminan un número suficiente de mensajes de tal forma que se pueda acallar a quien no traga con ruedas de molino celta. No me cuela. Es mala suerte que ahora exista la eliminación de mensajes sin penalización para evitar las trampas de conejo. Qué le vamos a hacer...

  43. #43 Javier Torres 01 de mayo de 2008

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  44. #44 elpater 01 de mayo de 2008

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  45. #45 Javier Torres 01 de mayo de 2008

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  46. #46 Uma 01 de mayo de 2008

    señores ,modérense

  47. #47 Uma 01 de mayo de 2008

    rescatado de Javier Torres #36:


    "...Que el sumo pater nos explique que es un celta. Como es un tipo tan culto seguro que nos puedo aclarar que hay detrás de ese concepto decimonónico. ¿Cuál es tú bibliografía? ¿Celta? ¿A que te refieres? ¿Es un paradigma racial, cultural? Me parece increíble que a día de hoy se hable de celtismo así, a secas, sin precisar a que se refiere al utilizar ese constructo..."


    les recuerdo que los duelos es mejor hacerlos en el x-presate

  48. #48 elpater 01 de mayo de 2008

    Ahora esto está mucho más limpio y ya podemos contestar a lo que puede valer la pena.

    Javier
    Torres solicita bibliografía sobre celtas. Como bien es sabido, hay
    mucha, incluso demasiada. Pero si nos centramos en el uso que de
    "celta" se hace en el artículo, hay mucha menos. Incluso, más que
    bibliografía, sería más correcto hablar de iconografía, pues es a un
    icono al que hace referencia el artículo. Dónde más iconos de ese tipo
    hay es en los estancos. Pero en la red también puede encontrar algo,
    por ejemplo aquí:


    http://www.blogoteca.com/upload/bit/arti/519-21512-a-celtas.jpg

    Ahí lo tiene: varón, brazo en alto, espada en mano, vencedor.

    De otros sentidos de "celta" no se habla en el artículo. Que yo sepa, que ya no me acuerdo.

  49. #49 Javier Torres 01 de mayo de 2008

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  50. #50 elpater 01 de mayo de 2008

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