Las crines de la cola del caballo constituyen, según Plinio, "un filtro maravilloso para hacerse amar de todas las mujeres, con tal que sean arrancadas en vida del animal". Además de esta apetecible virtud, curan los bubones.
Al cuerno de rinoceronte se le atribuyen grandes virtudes priápicas, lo que ha llevado a este animal al borde de la extinción.
También asigna Plinio poderosas propiedades afrodisíacas al testículo derecho del asno, a semejanza de los de ciervo.
Según Alejandro de Trolles, los testículos de gallo son eficaces contra la impotencia, siendo útiles también en la epilepsia.
El caldo de cresta de gallo es, como se sabe, reconstituyente y criaturero.
Idénticos efectos tienen los caballos marinos (hipocampos) y pienso que con este fion son consumidos por los chinos.

En cambio dice Plinio "la piel del lado izquierdo de la frente de este animal (cocodrilo), aplicada en las ingles, es anafrodisíaca".
Para Guyon "las chinches se emplean contra las sofocaciones de la matriz.
Si disimuladamente se introducen en la nariz de una mujer afectada de este mal, le proporcionará un gran alivio, como tuve ocasión de practicar en la marquesa de Coria en España, con gran asombro de todos los asistentes".
De la araña Plinio comenta:
"La araña, cogida cuando teje de arriba abajo, provoca purgaciones en la mujer. Se pondrá en el hueco de la mano y, después de haberla aplastado, bastará aplicarla en las partes sexuales. Si la araña es cogida cuando teje hacia arriba, cura las purgaciones."
Lorry comenta de una mujer que quiso envenenar a su marido haciéndole tragar ocho grandes arañas negras, y no consiguió otra cosa que despertarle facultades hasta entonces aletargadas.
Es sabido que la picadura de la tarántula provoca gran frenesí (tarantella) y a los hombres lachos se les denomina "picados de la araña" por los efectos priápicos de este veneno (araña del trigo, de culo colorado).
Se recomiendan las babosas aplicadas sobre el miembro viril cuando por sus movimientos intespestuosos se presenta la parafimosis.
La cantárida (mosca española) se obtiene del polvo desecado del insecto, el cual tiene cantaridina con acción rubefaciente de las mucosas génitourinarias. Produce priapismo pero es peligrosa y algunos han fallecido luego de este tratamiento, con dificultades para cerrar la tapa del ataúd.
El tábano tiene magia erótica, pues en la temporada estival entra en frenesí, picando y dejando una tumefacción; su estridor es imitado por un antiguo instrumento metálico de lengüeta que los mapuche llaman trompe y usan con fines eróticos.
También los gorriones, incansables amantes, poseen esta magia y puede prepararse con ellos un suculento plato. Ellos son los struz, aves de la diosa del amor.
El flujo de la mujer es afrodisíaco a condición de ser obtenido in situ, es lo que los antiguos denominaban fenicianizar, por alusión a las púrpuras de Tiro.
La sangre de la primera menstruación de una virgen es un remedio valioso (y escaso) según Paracelso, Dioscórides, Serapion, Plinio y Tralliano.
Afrodisíacos de orígen vegetal son el gin sen, el chocolate, la maca peruana, la cantárida (vegetal).
La yohimbina (de la corteza del yohimbé) es un alcaloide similar na la reserpina (Usada en India como hipòtensor). Produce gran excitación y puede ser peligrosa.
Los vegetales producen aromas con el objeto de atraer eroticamente a los insectos polinizadores, como el fragante ilan ilan, el cual usado por las damas provoca devastadores efectos en nuestro rinencéfalo.
Naciones Unidas debiera considerar la abolición de estas armas químicas utilizadas arteramente contra la mitad más indefensa de la población humana.
Según opinión de los tisiólogos, los tísicosa tienen notorios impulsos eróticos y algunos lo atribuyen a la isoniacida, droga con efectos peligrosos.
A las ostras acompañadas de champaña se les adjudican estos efectos, así como al erizo de mar.
En opinión de autor, no hay plato más exquisito que lenguas de erizo de mar acompañadas de un vaso de vino blanco frío, añejo, y tostadas con mantequilla, las que deben ser paladeadas junto al cangrejo que vive en simbiosis con el erizo. Este cangrejo -por supuesto vivo- se coloca en una cuchara, se le agrega un poco de jugo de limón, y se tritura entre los dientes. ¡Delicioso!

Bibliografía.
La mayor parte de los datos fueron obtenidos de una vieja edición de Opoterapia; dado el mal estado del libro, ignoro su autor.
Para más datos, consultar a I. Allende. También Como agua para el chocolate.