EVALUACIONES AMBIENTALES
Y PATRIMONIO CULTURAL

Últimamente crece la preocupación social hacia la protección de nuestro Patrimonio Cultural. Esto es bueno, demuestra madurez democrática, que somos conscientes de poseer riquezas que hay que conservar y rentabilizar respetuosamente, con afán de perdurabilidad… lo que se ha venido en llamar “desarrollo sostenible”. Para este fin hemos confiado en “Evaluaciones Ambientales” que sopesen los impactos de ciertos proyectos: si son, o no son, viables medioambientalmente. Como es lógico la Junta de Extremadura es la garante en la defensa y disfrute de nuestro Patrimonio regional; pero el problema viene cuando surge la voz documentada de asociaciones y plataformas que denuncian la precariedad de estos Estudios y su poco compromiso.

En la defensa de nuestros recursos culturales, un ejemplo en donde se demuestra que la Sociedad es más sensible que los propios responsables políticos, sería lo ocurrido con el frustrado proyecto del Hotel Atrio, en el corazón de la Ciudad Monumental de Cáceres (iniciativa necesaria para esta ciudad, pero negativa por su impactante ubicación); y es que nuestros representantes, sin considerar alternativas, apoyaban (con fondos públicos de SOFIEX) su moderno diseño y sus grandes volúmenes dentro de un entorno arquitectónico Histórico-Artístico declarado “Patrimonio de la Humanidad”. ¿Qué hubiese pasado sin la presión ciudadana en contra o el compromiso de algunos técnicos?, ¿nuestros gobernantes fueron coherentes aquí en la defensa de nuestro Patrimonio Cultural?... Casos como este no han sido los únicos, pero con peor final: En Solana de los Barros una extensa, ancha y profunda zanja, para un gasoducto, arrasó cientos de metros cúbicos del poblado prehistórico de “La Pijotilla” (famoso en el mundo científico europeo). En Alconera el interesante Yacimiento Arqueológico de “Vallehondo-Los Barciales”, advertido por la Sociedad Arqueológica de Extremadura, quedó sepultado por A.G. Cementos Balboa S.A. (también con fondos públicos) sin haberse protegido ni realizado las previas prospecciones... y así un largo etcétera de atentados a nuestros recursos históricos por no haber sido incluidos debidamente en estas Evaluaciones, como obliga la legislación europea y española sobre Impacto Ambiental.

Ante estos ejemplos pasados, habría que sumar hoy una nueva amenaza a nuestro Patrimonio Cultural: es el proyecto de Refinería de petróleo (con el apoyo incondicional de la Junta) justamente encima de la trascendental y turística Vía de la Plata y Camino Mozárabe de Santiago, que cruza el terreno ya adquirido para este fin. Si a las irregularidades anteriores le sumamos este negro futuro, es lógico que la Sociedad comience a sospechar de la imparcialidad institucional en sus Evaluaciones: 1º)- queda demostrado que antes de considerar el acierto del lugar, los efectos perniciosos de este proyecto, etc. se da oficialmente por hecho; relegando estas Evaluaciones, que debieran ser previas y determinantes, a un teatro burocrático sin valor científico (todo está decidido políticamente, inversiones hechas, presupuestos aprobados... es cuestión de ocultar o maquillar los “impactos negativos” con milagrosas “medidas correctoras”, y de forzar artificialmente los “positivos”); y 2º)- queda también demostrado la arbitrariedad de una Junta que mientras deniega los permisos ambientales a una Planta de Molienda y Ensacado de Cemento en la comarca natural de Tierra de Barros por la mala imagen a sus productos, al estar al lado de la Vía de la Plata, etc. (ver D.O.E. N.º 60, 24-Mayo-2003, Pág. 7558), ¡impulsa aquí una Refinería de petróleo encima de este histórico Camino!...

Dentro de nuestra tesis argumental (precarias Evaluaciones Ambientales, eso cuando las hay, y falta de una “ordenación del territorio”), la oposición a este proyecto petroquímico es por su mala e incompatible ubicación; un hecho que desde la Junta no se quiere tener en cuenta y que, según la Ley, es un importante capítulo a evaluar pues puede determinar una “Declaración de Impacto Negativa”. Pero he aquí que nuestra Administración, desviando la atención, pretende justificar este proyecto petroquímico con la “creación de empleo”... pero, ¿todo enclave es, entonces, justificable?, ¿se permitiría una Refinería en el Valle del Jerte o junto a Monfragüe?, ¿y un gran Supermercado en el Teatro y Anfiteatro Romanos de Mérida?... Es decir, no todo lugar, por mucho que beneficie al empresario, es beneficioso para la “imagen” e “integridad” de los valores patrimoniales de Extremadura (pertenecientes a nuestra “memoria histórica”). Es por ello que las Administraciones tienen la obligación y la potestad de intervenir para evitar una mala ubicación que dañe nuestro Patrimonio; eso no significa ser “intervensionista”, sino que es su deber como exige la Constitución.

Toda esta incoherencia institucional la podríamos resumir en la contradicción siguiente: mientras nuestro Sr. Presidente, D. Rodríguez Ibarra, recoge el Premio EUROPA NOSTRA al proyecto ALBA PLATA (con categoría de “Conservación de Paisajes Culturales”), haciendo declaraciones en la defensa de este Camino... él representa a una Administración que impulsa o permite, sobre el trazado de la Vía de la Plata y Camino Mozárabe de Santiago, impactantes proyectos: una Refinería (en la “Sierra de San Jorge”, Los Santos de Maimona); un Campo de Tiro al Plato (en “Royanejo”, Mérida); un Aeropuerto (si fuera al final en “La Cervera”, Cáceres); una Urbanización (en “El Muelo”, Cáceres); etc. Es decir, mucho se habla de ALBA PLATA, pero la desprotección de la Vía de la Plata y Camino de Santiago es evidente.

En conclusión: cualquier Conjunto Monumental está interrelacionado con su entorno ambiental (lo dice la Ley); del mismo modo un itinerario de alto valor Histórico-Artístico, Cultural y Espiritual no puede ser deteriorado o modificado por decreto. Si esto ocurriese se demostraría, una vez más, que las Evaluaciones Ambientales no están sirviendo para el propósito que se crearon, pues estarían dirigidas por una Administración más preocupada por favorecer particulares intereses, que por la protección de un Patrimonio Cultural que es de todos y con un gran potencial socioeconómico.

En este estado de cosas nuestro Consejero de Cultura y Patrimonio de la Junta de Extremadura, D. Francisco Muñoz, mantuvo recientemente una “reunión científica” sobre el presente y futuro de la Vía de la Plata; es por ello que ciudadanos, asociaciones y plataformas tenemos el derecho democrático a saber su opinión en este mismo medio de comunicación: ¿se ha de permitir una Refinería de petróleo sobre el Camino más “Cultural” de Extremadura; justamente encima del trazado histórico y oficial del proyecto ALBA PLATA (que este Consejero administra) y con un Albergue Turístico a escasos metros; escenario también del proyecto “Estación Cultura” que pretende ser eje vertebrador del Turismo regional; cuando se está luchando para su declaración como “Itinerario Cultural Europeo” y “Patrimonio de la Humanidad”...?

Diego Miguel Muñoz Hidalgo
es Socio fundador de las asociaciones
"Amigos del Camino de Santiago Vía de la Plata"
y de la "Sociedad Arqueológica de Extremadura"