Autor: Angela Mitchell
miércoles, 11 de mayo de 2005
Sección: Tradiciones y Fiestas
Información publicada por: Arkeofuturista
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EL CARNAVALISMO EN RABELAIS Y SU MUNDO

La forma festivo-popular del carnaval es irreprimible, el oido sensible siempre captará incluso los más distantes ecos del sentido carnavalesco del mundo desde la Edad Media hasta nuestros días.



Su autor, Mikhail Bakhtin[1], fue un teórico ruso de los años 30 y un autor reconocido dentro del pensamiento contemporáneo. El punto de partida de Bakthin es François Rabelais, el escritor francés renacentista. Bakthin enfatiza que dentro del los escritos escatológicos de Rabelais existe la evidente intención de descubrir la historia del humor popular, así como las sorprendentes prácticas del carnaval renacentista. El primer objetivo de "Rabelais y su mundo" es descubrirnos el lenguaje peculiar y las practicas del ambiente carnavalesco. Bakhtin distingue claramente la cultura carnavalesca de la antigüedad de la cultura festiva que se da actualmente. El carnaval contemporáneo es sólo un pálido reflejo en comparación al desenfreno lujurioso, la locura juerguista e incluso las mutilaciones físicas que tenían lugar durante el tiempo carnavalesco de antaño. El carnaval sobre el que Rabelais escribió es muy distinto del moderno carnaval. De hecho son tan distintos que apenas comparten algo más que su nombre en común. La cultura carnavalesca del Renacimiento implicaba la "suspensión temporal de todas las distinciones jerárquicas y barreras entre los hombres...y de las prohibiciones de la vida corriente". Los que vivían el carnaval se acababan involucrando en jugueteos de mutilaciones físicas, grandes comilonas y borracheras así como en una actitud primordialmente festiva que era el carnaval. El término "carnavalesco" significa la carnavalización de la vida corriente. Bakhtin divide lo carnavalesco en tres aspectos: espectáculos rituales, composiciones cómicas verbales y varias formas de blasfemias o lenguaje obsceno. Aunque Bakhtin separa las diversas fórmulas carnavalescas, a menudo se conectan dentro del carnaval.

Bakthin describe el Carnavalismo como algo creado cuando los temas del carnaval retuercen, transmutan e invierten los temas comunes de la composición social dominante. Bakhtin nos hace ver en la teoría contemporánea hasta que extremo la cultura popular en los comienzos de la Europa Moderna incluian las florecientes tradiciones de lo carnavalesco que se mofaban de la autoridad y parodiaban ideas oficiales sobre la sociedad, la historia, el destino o la suerte como algo inalterable. Con sus máscaras y monstruos, fiestas y juegos, dramas y procesiones, el carnaval era muchas cosas a la vez. Era placer festivo, el mundo patas arriba, destrucción y creación; era una teoría del tiempo, de la historia y del destino; era utopía, cosmología y filosofía. Los propios placeres del carnaval eran al mismo tiempo modelos filosóficos. Las yuxtaposiciones extravagantes, la mezcla grotesca y las confrontaciones entre alto y bajo, clases superiores y clases inferiores, espiritual y material, joven y viejo, hombre y mujer, identidad diaria y disfraz festivo, convenciones serias y sus parodias, tiempos serios medievales y visiones utópicas jocosas. La cultura carnavalesca del Renacimiento implicaba la "suspensión temporal de todas las distinciones jerárquicas y barreras entre los hombres...y de las prohibiciones de la vida corriente". Los que vivían el carnaval se acababan involucrando en jugueteos de mutilaciones físicas, grandes comilonas y borracheras así como en una actitud primordialmente festiva que era el carnaval. Bakhtin ve formas carnavalescas procedentes del carnaval Renacentista calando en la literatura el arte y la vida cotidiana. El carnaval ha sido inmortalizado para siempre en las obras de Goethe, las bellas artes y en la cultura vernácula de nuestros días. Podríamos decir que las tendencias estéticas del humanismo fueron una reacción contra la propia imagen que universalmente dominaba lo carnavalesco. Por último, uno puede ver vestigios del carnaval cualquier dia de nuestra moderna vida. Bakhtin escribió que la concepción del humor tuvo lugar dentro de carnaval. De hecho toda la idea de devolver la vida a su "vulgaridad" es un concepto central
al carnaval.

La carnavalización "nos hace posible ampliar nuestros limitados horizontes vitales", o como señaló Foucault, nos ayuda a "ampliar nuestra participación en el sistema presente". El carnaval aspira a destapar, socavar -incluso destruir-, la hegemonía de cualquier ideología que pretende decir la última palabra sobre el mundo, y también aspira a renovar, a echar luz sobre la vida, el sentido que esconde, dilucidar potenciales; proyectar, como lo hace cualquier conceptualización alternativa de la realidad. En este sentido, el Dialogismo es un aspecto fundamental del carnaval, "una pluralidad de muchas conciencias completamente válidas", cada una de ellas aportando su propio punto de vista , una forma diferente de ver el mundo. "Dos voces es el mínimo para la vida, el mínimo para la existencia"; si el dialogismo termina, nos revela Bakhtin, "todo termina". Bakhtin afirma que es saliéndose fuera de una cultura de uno puede llegar a comprender su propia cultura. Este proceso de "enriquecimiento recíproco" abre nuevas posibilidades para cada cultura, revela potencialidades ocultas, promueve la renovación y el enriquecimiento y crea nuevas potencialidades, nuevas voces, que pueden hacerse auténticas en una futura interacción dialógica. De esta forma la discriminación contra los grupos marginados por la ideología dominante en tiempos de no-carnaval no solo recuperan su voz durante el tiempo de carnaval, sino que también dicen algo sobre la ideología dominante que busca silenciarles. De esta forma dos voces se unen en la comunicación libre y franca que permite el carnaval, y aunque "cada una conserva su propia unidad y abre a la totalidad, se enriquecen mutuamente". El carnaval y los componentes que lo acompañan representan una teoría de la resistencia, una teoría de la libertad contra toda forma de dominación. "El carnaval es un lugar para tejer un nuevo modelo de inter-relación entre individuos...gente que en la vida están separados por barreras jerárquicas entran en contacto libre y familiar en la plaza del carnaval". Hay una motivación durante el tiempo de carnaval para crear una forma de configuración social humana que "va más allá de las formas sociales existentes". De esta forma la teoría carnavalista de Bakhtin no se puede reducir a términos como anárquica, o irresponsable, pues es, de hecho, una táctica dispersa, que puede ser llevada a la práctica y sostenida allí donde existe un régimen dominante.

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[1] "Rabelais and His World" en Amazon.com; edición en castellano: Mijail Bajtin, "Rabelais y su Mundo" (Barral, Barcelona 1974)





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Más informacióen en: http://www.angelfire.com/folk/celtiberia/carnavalismo.html


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