Autor: Anfus
sábado, 12 de abril de 2008
Sección: Tradiciones y Fiestas
Información publicada por: Anfus
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Ruta Jacobea, el Camino de la Leche

Arqueo-astronomía del Camino de Santiago.

El Río de la Leche de los Dioses

El símbolo de las caetras de los guerreros galaicos representa el centro en torno al cual gira el breoganiano universo celto-atlántico que conecta desde el sur de Portugal hasta Escocia, pasando por la Galia, etc., con centro en el país galaico donde hallaron encomienda en guardar el axis mundi que es su briga. Axis Mundi, mismo fálico que uterino, en la hierofanía del misterio revelado, mismo en su carácter cíclico asociado a la fertilidad fecundante, en la renovación del pacto entre la tribu y la deidad que erigía antiguamente a los princeps por la gracia del Breo, Brasa Sagrada, de piedra  representándolos ya difuntos sobre los túmulos funerarios que yerguen en su centro al galaico pétreo guerreiro (Andrés PENA GRAÑA) con el símbolo en su caetra que representa las cuatro coordenadas espaciales distribuidas circularmente en torno al axis mundi, estilizando a su vez un circular río en la esfera celestial que cubre la tierra, y haciendo referencia, en conjunto, al fásico y cíclico girar en torno al principio de la fuerza genésica de la naturaleza, principio mitificado a nivel universal con proyección astral en la vía láctaea, vista como flujo circular de Leche, Vida por tanto, latente en el símbolo de las caetras galaicas en el que los jefes reflejan su comunión con la deidad, en la Tierra de Brigantia, tierra de brigas por excelencia, vinculada en la etimología que refiere un tipo de colina "fortificada y cultivada", a la Cailleach o Calaicia de teónimo homónimo a "colina", o al Centro Sagrado del Universo mítico celto-atlantico y Fogar de Breogán terrenal que, con su proyección astral en la Isla Celestial con la que mística numinosamente interactúa, crea el imaginario que interviendrá como trasfondo en la creación del mito de la Atlántida  griego que, recogiendo difuso un mito acerca una misteriosa isla continente posiblemente confunde la civlizacíon celto-atlántica con la creencia que comparten sus pueblos en la Isla Celestial de proyeccíón astral  cuyas creencias son así vaga e indirectamente recordadas para la lieratura clásica helena.


(...)


Galiza sería la que supuestamente habría entonces de albergar, según ancestrales creencias, al Final del periplo Lácteo Mediterráneo, y Centro del Universo Celto-Atlático el Tesoro de la Vida y la Sabiduría, nefasto factor en alevosía codiciosa tergiversado más que incomprendido en conducir al sacrílego saqueo profano maldecido de las tumbas de los galaicos princeps y otras tantas sagradas sepulturas, aun en  sumados otros factores resultar significativamente clave en el hallazgo del Arcis Marmoricis que albergaría el poco probable cuerpo del apostol, arca sagrada ésta con paralelos de astral proyección celestial en conceptos como el palacio de Jupíter o el arca que se haya en el paraíso al Final de la Vía Láctea que, en cristianizada proyección terrenal hace de Galicia Meta del Camino para la tradición cristiana, que ubica el santo cuerpo del Apóstol, en el Centro del celto-atlántico universo "breoganiano", a Compostela arribado en barca de cristal lo mismo que piedra.


***


 

El Artículo al Completo en:

Más informacióen en: http://pepinpepinez.iespana.es/breogan.htm


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Comentarios

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  1. #1 Anfus 16 de abr. 2008

    En la "dualidad trifuncional" (véase sol y luna con sus tres fases cada uno por ej.) a través de la que lo numinoso primordialmente se manifiesta se relacionan situaciones terrenales con astrales y otras míticas.


    Traslado aquí lo que´en principio iba a ser comentario al foro de religion celta de Uma donde se plantea si el cuerno del ciervo alberga fuerza genésica o la capacidad que la misma tiene de renovar los ciclos o el ciclo completo sobre si mismo, pues guardan relación los cuernos con el falo además de la leche, como testifico en dar testimonio de la siguienta manera:


    Es tradicional la imagen del unicornio al lado de la doncella además de la del Ciervo junto al Río donde busca saciar su sed, cuando no ambas se conjugan. Los Cuernos del Ciervo, ya que no sirven para ser usados a modo de Vaso, Copa o Grial y no se puede por tanto en ellos saciar la sed de soma, néctar, hidromiel, caelia o leche divina,  simbolizan el ansia o sed de dios que, en los largos cuernos extendidos como intentando alcanzar el cielo, busca fervorosamente saciar el devoto cristiano creyente.


    El Ciervo que bebe del agua de una fuente es imagen es muy frecuente en el arte cristiano. Simboliza a Cristo como la verdadera fuente que calma la sed del hombre. Se lee en el Salmo 41 del Antiguo Testamento: "Como el ciervo desea las corrientes de agua, así mi alma te anhela a Tí, Díos mío".


    Otras cristianas oraciones rezan:
    “Como el ciervo brama por las corrientes de las aguas, así clama por ti, Dios el alma mía."
    “Como un venado que busca el agua de los ríos, así cansada, mi alma te busca a ti, Dios mío”


    Los cuernos del ciervo albergan el  poder genésico que ansía regenerar el ciclo, en su firme y erecta ascensión buscan el ansiado poder de la regeneración que la fertilidad y fecundidad que evocan deberían hacer propicios. Son representados los venados sedientos de las Aguas del Río que apacigüen su sed, en referencia al místico concepto que sobre la comunión con la deidad los ancestros que grabaron sus cuernos en piedra, pretendían. El cuerno del ciervo representa un ansiado anhelo por la renovación del ciclo de la vida, la muerte y la regeneración, pero sin llegar a resolutivamente en conclusión definitiva a otorgarlo, es decir no alberga en su simbolismo, a través de la potencia genésica que representa, la idea de la consumación del ciclo regenerado al no servir como pudieran el del unicornio, el toro, cabrón o carnero, como vaso, copa o cáliz que alberga el Principio fecundante, fertilizador de la Regeneración en el que recurrentemente la numinosa potencia genésica divinizada renueva tales ciclos. Al no servir para beber no garantiza el Cuerno del Unicornio metafóricamente albergar el preciado néctar, soma, bendita caelia o hidromiel, o leche de Galicia que proporciona a la genésica fuerza de briosa energía y vigoroso poder por la que igualmente se regeneran los ciclos, el poder renovarlos, su simbolismo entraña más bien precisamente la sed que de tal hecho se deriva.


    No sirviendo el cuerno de ciervo para ser utilizado a modo de copa que albergue la potencia genésica de la fuerza fecundante fertilizante que renueva los ciclos, representa tal numinosa energía la regeneración anual y periódica de la membrana que lo cubre para simbolizar en él la búsqueda de la capacidad regeneradora y regenerativa que tal fecundante genésico poder confiere, sin por ello darlo por hecho ni por tanto representar idealización alguna de un ciclo que se repite consumado tanto como el ideal de la búsqueda que mismo tal hecho suscita. El cuerno del ciervo no representa los ciclos de la renovación tanto como el poder genésico que los propicia, así, aun albergando la fertilizante capacidad periódica de mudar los cuernos, el animal asiduamente es representado mitológica y tradicionalmente al lado del Río que haya de calmar su sed de dios. Sediento de dios simboliza la ansiedad por comulgar con la numinosidad que atesora el poder genésico capaz de regenerar un ciclo de vida, muerte y resurrección. Sediento pues precisamente tal poder genésico busca, anhela, ansía tal capacidad regenerativa que  no da por tanto, en principio si no la encuentra, por asentada. El ciervo simboliza la búsqueda de la renovación del ciclo mediante el poder genésico que evocan sus astas. En si lo consigue o no lo consigue como para llegar a representar el ciclo recurrentemente repetido y el concepto de la naturaleza que se regenera en un recurrente ciclo sin fin, se da en quedarse a medias en el camino que pueda conducirnos a la clarevidencia del hecho, precisamente el simbolismo que, en asociación a la fuerza y potencia genésica que emula, ansía tal renovación.


    La representación del Ciervo al lado del Río, con largos cuernos que simbolizan el poder genésico que ansía, anhela, busca la renovación de los ciclos de la regeneración de la Naturaleza, la atestiguamos ya en prehistóricos contextos y en tantos galaicos petroglifos. Los ciervos son evidentes al lado de los círculos concéntricos que representan las estrellas de la Vía Láctea, o Río de Leche, en contextos que representan además ídolos fálicos, esquematización de la Constelación de Virgo, proyección astral del Centro de la Potencia Genésica que simboliza, en el centro de la breoganiana celto-atlántica civilización, la Torre, o Falo, de Breogán.


    via lactea y virgo


    Reflejaría a la Vía Láctea atravesando verticalmente el horizonte, las cazoletas / coviñas / fossettes en vertical, grabadas en el suelo granítico del Macizo Ibérico en Laxe / Pedra das Ferraduras, Fontán, Cotobade, Pontevedra. Se encuentra a la derecha de otros motivos como madres animalísticas con sus bebés e Ídolos. La representación artística pretendería propiciar la fecundación humana, animal,...
    http://es.geocities.com/culturaarcaica/vialactea.html


     

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