Autor: Cierzo
martes, 25 de julio de 2006
Sección: Artículos generales
Información publicada por: Cierzo
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La Azucarera del Bajo Aragón y la crisis del sector en La Puebla de Híjar durante la II República.
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Me permito publicar aquí un artículo que toma como protagonista una fábrica, siguiendo la estela del publicado por Montesoiro. Como podreis comprobar el enfoque es algo distinto pero como el de él creo que muestra la importancia de los estudios economico-sociales para comprender mejor el pasado. Resalto este aspecto ya que muchas veces obviamos el contexto socio-económico de determinadas épocas no te lejanas y nos permitimos hablar de luchas políticas e incluso de la superestructura de la sociedad, desconociendo u obviando la conexión socio-económica.
Publicado en "Rujiar V. Miscelanea del Centro de Estudios del Bajo Martín" su autor Román Sierra
"La azucarera del Bajo Aragón fue fundada en 1912 en La Puebla de Híjar, construida en esta población por la presencia del ferrocarril y continuando una expansión de este sector en tierras aragonesas.
La instalación de la empresa fue sin duda el motor de transformación en todos los sentidos de la vida del municipio y de toda la comarca. Fue una transformación a nivel demográfico ya que La Puebla de Híjar se convirtió en un centro de atracción de población, ante una emigración a la ciudad que había comenzado poco antes.
A nivel económico fue una verdadera revolución, la agricultura tradicional dio paso a la especialización del sector con el cultivo de la remolacha azucarera. Igualmente el ritmo de vida económica cambió radicalmente marcado por las pautas de este cultivo. Existió una proletarización del campesinado; los “poblanos” hasta aquel momento se dedicaban plenamente a las labores agrícolas, salvo una minoría que eran ferroviarios o se dedicaban al comercio. Desde la puesta en marcha un número importante se dedicaran plenamente como obreros azucareros, pero mayor será el número que tras la venta de la remolacha a la azucarera, trabajaban durante la campaña del azúcar. Es difícil determinar el cambio que significó la implantación de la azucarera en la vida cotidiana de los “poblanos” pero sin duda lo produjo.
Podemos llegar a pensar que las redes clientelares existentes hasta entonces y basadas sobre todo en relaciones emanadas por la posesión de la tierra, su trabajo y su usufructo, sufrieron una transformación e incluso pudieron llegar a desaparecer en gran medida, dando paso a una lucha de clases por el control político cuando el marco de las libertades lo permitió.
No parece descabellada esta idea a la luz de los hechos ocurridos durante la II República y la organización de un movimiento obrero fuerte. Aunque debemos resaltar que este movimiento obrero seguía teniendo objetivos relacionados con viejas aspiraciones campesinas. Por lo que debemos considerar esta doble realidad, representada sobre todo por el trabajador temporal de la fábrica.
Según algunos estudios la introducción de la remolacha como cultivo produciría un cambio social acompañando a una movilidad en la propiedad de la tierra .
Según esta explicación son tres las razones que lo produce:
Con la aparición del cultivo de la remolacha la industria azucarera absorbe parte de mano de obra jornalera repercutiendo en una merma de la oferta de fuerza de trabajo con su consiguiente elevación de precio a corto plazo.
Este cultivo exigía un mayor número de obra, no tenía grandes riesgos y tenía un gran valor añadido en bruto. Lo que lo hizo configurarse como el cultivo por excelencia del regadío. Esto provoca un cambio en las relaciones de producción entre el patrón y el aparcero, quien obtenía unos ingresos mucho mayores que con otros cultivos, además su estacionalidad permitía la rotación.
El tercer factor es la consecuencia de los anteriores, es decir, el encarecimiento de los jornales agrícolas y el incremento en la capacidad financiera de aparceros y medieros llevarían a un proceso distribuidor de la tierra.
Parece que la mentalidad predominante era campesina y el trabajo en la fábrica era considerado como un complemento SALArial. A esto debemos añadir que muchos trabajadores seguían manteniendo sus tierras, lo que enlaza muy bien con la mentalidad campesina sobre la posesión de la tierra.
Según datos de Luis Germán Zubero la azucarera del Bajo Aragón tuvo unos 350 trabajadores que rondarían entre 500 y 600 en época de campaña. Parte de ellos provenían de otras azucareras y con ellos también llegó las primeras organizaciones obreras.
Aunque la primera huelga, es decir la primera protesta propia de un movimiento social moderno, se produjo en la construcción de la misma azucarera. Es un hecho muy interesante que se mezcló con un movimiento de protesta más propio del Antiguo Régimen.
El Heraldo de Aragón se preguntaba el 29 de enero de 1912 debido a una concentración de fuerzas de la guardia civil, “¿Qué ocurre en La Puebla de Híjar?”. La respuesta la encontramos al día siguiente, los vecinos no quisieron pagar al recaudador porque su ayudante mató a un vecino hace un año y medio. Este conflicto se relaciona perfectamente en la tipología de motín, y debemos entenderlo dentro de una sociedad profundamente rural. Estos motines antifiscales fueron una constante en la historia de Aragón de finales del siglo XIX y principios del siglo XX. Se debían principalmente contra el impuesto de consumos que fue derogado en 1911.
Pero a éste le acompaña contemporáneamente uno mucho más moderno, 220 trabajadores que construían la azucarera estaban en huelga, aunque había finalizado días antes del envío de las fuerzas de la guardia civil. No sabemos si su envío ayudo a disipar alguna duda que quedará entre los huelguistas. Lo que esta claro es que los habitantes de La Puebla de Híjar protagonizaron dos tipos de conflicto social muy distintos, ya que entre los huelguistas sabemos que había 80 peones “de la localidad” .
El momento para el motín era el perfecto, ya que “el origen del motín coincidía con una ocasión propicia como la subasta del arriendo del impuesto, el inicio del cobro o la llegada del recaudador, aunque no sólo con motivos relacionados con el fisco, pues quizá una fiesta o el inicio de una protesta por cualquier otra causa podía desembocar en gritos contra los impuestos o la autoridad”
Pienso que es fundamental tener en cuenta esta doble experiencia para comprender la modernización de las formas de protesta. Los “poblanos” acabarían pagando al recaudador pero seguramente los huelguistas conseguirían alguna mejora ya que el conflicto había finalizado unos días antes.
No nos equivocaremos al suponer que en la azucarera nacieron numerosas organizaciones que tendrán su reflejo fuera de ella. Tenemos datos de la existencia de una Sociedad Cooperativa de Consumo de Obreros Azucareros que existía desde los años veinte , aunque no sabemos la fecha de su fundación ni su inspiración, funcionó durante la dictadura primorriverista. Antes de este periodo, en 1921, trabajadores de la fábrica pretendieron fundar un “grupo sindicalista disidente” , que no era sino un sindicato afín a la Confederación Nacional del Trabajo, y por lo que fueron despedidos. Esta denominación como grupo sindicalista “disidente” nos puede llevar a la conclusión que existía otro sindicato del que no tenemos más noticias.
Será con la llegada de la República cuando asistiremos a una explosión del fenómeno asociativo en la fábrica, paralelamente a lo existente fuera de ella.
Aparece la Sociedad de Socorros Mutuos de empleados y obreros de la azucarera del Bajo Aragón , al igual que la cooperativa desconocemos su inspiración.
Pero será la época del sindicalismo, ya que estas asociaciones adquirieron el protagonismo.
Debemos recordar que los obreros azucareros en general en toda la región habían estado integrados dentro del anarcosindicalismo, pero desde 1930 el sector estaba en una profunda crisis. El Sindicato de azucareros y Alcoholeros no pudo resistir esta difícil situación y se escindió de la CNT.
Por la otra parte la UGT fundó el Sindicato Nacional Azucarero y de Alcoholes Industriales que absorbió a los trabajadores del sector. Así fue en la Azucarera del Bajo Aragón, que además nunca pudo tener un sindicato de inspiración cenetista.
Si nos ceñimos a los datos aportados (541 afiliados) por el Censo de la Federación Provincial de la UGT de 1932 , la practica totalidad de los trabajadores de la fábrica, incluidos los trabajadores de campaña, estarían afiliados a este sindicato. El presidente de este sindicato era Pedro Sanz Gimeno, uno de los fundadores de la Agrupación Socialista local.
Este sindicato afín a la UGT fue el hegemónico durante toda la II República, pero tras una asamblea de trabajadores, en junio de 1935 se constituyó el Sindicato Profesional de la Industria Azucarera que sospechamos era afín de la CNT, ya que el solicitante era uno de los anarcosindicalistas de 1921.
El Sindicato Nacional Azucarero y del Alcohol Industrial estaba formado también por remolacheros, por el gran número de afiliados y por la inexistencia de una sección de la Federación de Trabajadores de la Tierra en La Puebla de Híjar hasta la guerra civil.
"LA AZUCARERA DEL JALÓN" ÉPILA (Zaragoza). HACIA 1902. DETALLE DEL INTERIOR
(Gran Enciclopedia Aragonesa)
La crisis del sector azucarero en La Puebla de Híjar.
Estas asociaciones tuvieron mucho trabajo ya que una gran crisis se dio en el sector azucarero y parece que con las consecuencias más trágicas para la azucarera situada en La Puebla. La zona remolachera que producía para la fábrica era un corredor que iba desde La Cartuja hasta Caspe (99 km.) Era considerada una zona dispersa, 14.480 Ha. de regadío, con inconvenientes para el transporte debido a la presencia del río Ebro .
La crisis viene por una sobreproducción. La producción azucarera del Valle del Ebro que representaba en 1922-1923 el 68% del país, pasó al 44% en 1931-1932. La sobreproducción se agudizó por los años de buenas cosechas, lo que según el COCI llevó a tener un sobrante de unas 100.000 Tn .
¿Pero cómo afecto esta crisis a los habitantes de La Puebla? Podemos afirmar sin ningún tipo de dudas que fue una verdadera catástrofe para los trabajadores, tanto remolacheros como los obreros azucareros.
Debemos analizar que la mayor fuente de ingresos de los trabajadores de esta población, y en gran medida del entorno, provenía de la azucarera. Podía ser simplemente como trabajadores de la empresa durante todo el año, que Luis Germán Zubero calcula en unos 450 en 1932 , para a pasar a ser la mitad antes de la guerra, según un informe pudo pasar a 160 obreros fijos y entre 700 a 800 durante los dos o tres meses de campaña . Es decir unos 250 trabajadores habrían sido arrojados al paro forzoso.
Debemos añadir que muchos trabajadores contratados para la campaña ya no lo volverían a ser o sería durante mucho menos tiempo. Este grupo pertenecerían aquellos trabajadores rurales que cultivaban la remolacha para la azucarera y eran contratados para la temporada de máxima producción. Y sufrieron no solo este castigo ya que desde 1933 se redujo drásticamente el terreno cultivable y las cuotas de admisión de remolacha debido a la sobreproducción. Quien pudo tener un contrato tuvo que ajustarse a unos nuevos precios mucho más bajos.
En 1932 la Azucarera del Bajo Aragón contrataba la remolacha a 82 pesetas la tonelada, al año siguiente el precio se redujo a 71 pesetas e incluso se llegó a comprar a 61 pesetas.
A esto debemos restarle el precio de la semilla que vendía la propia empresa a 2,50 pesetas el kilo y en la resiembra a 4,50 , y los precios de los abonos que también fueron vendidos por la fábrica y que debía tener un precio excesivo ya que fue denunciado por los socialistas turolenses . Por lo que podemos afirmar que el resultado para el trabajador fue realmente desastroso.
Esta crisis económica llevo a fuertes tensiones y a una organización de los afectados. El 9 de marzo de 1933 tuvo lugar una importante asamblea en La Puebla de Híjar. La decisión de la formación vino de los sectores afectados de la misma población, uniéndose en la causa todos los sectores políticos erigiéndose en Comité Remolachero.
“De La Puebla de Híjar salieron los primeros gritos de alarma y angustia, que ya han llegado al conocimiento y a la atención del Gobierno, y pronto el temor y la inquietud se extendieron por las diferentes zonas (…)” , así narraba el Heraldo de Aragón el contexto en el que se celebró esta asamblea. En ella estuvieron representados diecinueve pueblos, por sus ayuntamientos y en numerosas ocasiones por representantes de los cultivadores. El gran problema era la negativa de la azucarera del Bajo Aragón en aceptar contratos de remolacha para la temporada del año 1933-34, lo que suponía “la ruina de miles de cultivadores y obreros de la tierra” . Para la solución del problema resolvieron enviar una comisión a Madrid para solicitar la intervención del Gobierno. Como era normal la cabecera de la comisión estuvo formada por “poblanos” y es curioso que todos los sectores políticos estuvieron representados, el alcalde, Esteban Barceló (republicano de izquierda); el presidente del sindicato de riegos, Manuel Castañer (derecha); y por la Sociedad de Labradores, Manuel Amigo (anarquista).
El órgano de la UGT y del Partido Socialista, evaluaba positivamente la unión de los remolacheros, ya que consideraba que el problema debía ser afrontado de esta manera .
La tensión que esta crisis provocó, siguió un mes después, siguiéndose numerosas reuniones.
Se tuvo que realizar otra asamblea, convocada por el ayuntamiento, por las protestas ocurridas con motivo de la contratación de la remolacha .
Una nueva asamblea de cultivadores de remolacha fue convocada a petición del Comité de defensa de los intereses remolacheros constituido en Zaragoza , inspirado por el sindicalismo católico.
Al fin en julio de 1933 la Azucarera comunicó que la campaña 1933-1934 trabajaría pero que sería corta . A los remolacheros se les advierte que sólo recibiría hasta 4.000 Tn. Esta noticia provocó grandes tensiones entre los propios remolacheros en el periodo de recogida ya que muchos no tenían contrato. La Azucarera pretendió aprovechar esa situación admitiendo remolacha sin contrato y pagada a diez pesetas menos la tonelada, lo que provocó la indignación de los contratados .
La tensión producida no debió ser muy diferente de la del año siguiente, en octubre de 1934 la azucarera anunció la finalización de la contratación y molienda de la remolacha, amenazando incluso con el cierre de fábrica, en 1934 y en 1935 , alegando un sobrante de 80.000 Tn . Este anuncio seguramente llevo el pánico entre los productores, pero posiblemente fuera una medida de presión al Gobierno en las negociaciones para solucionar la crisis, como demuestra que pocos días más tarde comenzara la recepción de remolacha .
En el año 1935 el Gobierno encontró una solución intermedia provisional:
“Por requerimiento del Sr. Ministro de Agricultura, para que pueda realizarse la inmediata contratación en la zona del Bajo Aragón, y ante la imposibilidad de que solamente por la Sociedad General Azucarera, la más agobiada por la superproducción, se solucione el conflicto cuando aun no es firma de ley que a la vez que la industrie estabilice el cultivo remolachero, se ha adoptado el acuerdo de hacer la contratación de remolacha en la zona de esa fábrica a nombre de la Sociedad General Azucarera, para distribuir la producción con otros fabricantes y hasta la cantidad máxima de 20000 Tn. efectivas para trabajar en ella, en armonía con la restricción que los sobrantes de azúcar imponen, con la rebaja de cinco pesetas en el precio de la anterior contratación y a pagar dentro del plazo de cuatro meses de la fecha de liquidación” .
Es decir que la campaña a contratar fue la mitad que la anterior y se pagó a 66 ptas/Tn.
En noviembre de 1935, finalmente, el Gobierno estableció la Ley de Ordenación del Sector
Para entender la sociedad de La Puebla de Híjar durante la II República es de suma importancia tener en cuenta esta gravísima crisis económica del sector azucarero. También para llegar a comprender algunos sucesos que ocurrieron en la guerra civil, ya que eran tensiones acumuladas en esta experiencia.
Para el año 1936, antes del estallido de la guerra, asistíamos a una cierta recuperación, tanto en cantidad de producción como en una mejora en la planificación. La cantidad a contratar era de 50.000 Tn. , y los precios a pagar sufrieron una mejora (74 ptas/Tn, siembra directa y 69 ptas. /tn, de trasplante) .
Se pretendió hacer un reparto más justo y equitativo comprobando la cantidad de tierra que tenía cada cultivador , y se pidió a los contratados que llevaran los datos de “partidas y linderos de las fincas donde vaya a cultivarse la producción asignada y sistema de cultivo a realizar” . E incluso el polémico precio de la semilla y su pago tuvo una nueva formula, se pagaba 1 ptas/kg. En la distribución y el resto se pagaría al cobro de la remolacha, al precio que determinara el jurado mixto .
No sabemos el efecto de estas medidas ya que ese verano, un golpe de estado fracasado dio paso a una guerra, y la azucarera fue administrada por un comité obrero.
AA. La remolacha y la industria azucarera en la economía aragonesa. Caja de Ahorrros de Zaragoza, Aragón y La Rioja, Zaragoza, 1980 pp. 42-43
Las noticias de ambos conflictos esta en Heraldo de Aragón los días 29 y 30-I-1912.
LUCEA, V. “El orden del caos. Los motines antifiscales en Aragón (1890-1911)” en PEIRÓ MARTÍN, I. Y RÚJULA LÓPEZ, P. (Coord.) En Construcción. Historia local contemporánea, Centro de Estudios Darocenses, Daroca, 2003.
RÚJULA LÓPEZ, P. “Entre el ocio y la política. Los casinos políticos como espacio de sociabilidad (1917-1937)” en RÚJULA LÓPEZ, P. (coord.) Entre el orden de los propietarios y los sueños de rebeldía. El Bajo Aragón y el Maestrazgo en el siglo XX, G.E.M.A., 1997.
A.M.P.H. Caja 200. Informe político social sobre Pelegrín Romeo Gareta.
A.M.P.H. Caja 24, carpeta 1. Correspondencia del 11-V-1935.
GERMÁN LÓPEZ, L., “El socialismo en Aragón (1923-1936)” en VV.AA., Historia del socialismo en Aragón. PSOE-UGT (1879-1936), Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales, Zaragoza 1979.
A.M.P.H. Caja 24, carpeta 1. Correspondencia del 10-VI-1935. La solicitud es hecha por el mencionado Lucas Quero Lahoz, por Rufino Santos Carrasco y por el el Sindicato Profesional Industria azucarera de Vitoria, Santiago Aramburu.
VV.AA. La remolacha y la industria azucarera en la economía aragonesa. Caja de Ahorrros de Zaragoza, Aragón y La Rioja, Zaragoza, 1980 p. 109
Para una visión de la crisis azucarera en Aragón, GERMÁN ZUBERO, L. Aragón en la II República, Pags 94-99
Censo Electoral Social de 1932. GERMÁN ZUBERO, L Op. Cit. Pag. 95
A.M.P.H. Caja 198, carpeta 26.
A.M.P.H. Bando del día 3-IV-1935
¡Adelante! Del día 11-III-1933. Pag. 3
A.M.P.H. Caja 193, carpeta 55. Justificación de gastos del comité remolachero. Es muy curioso ver como los miembros de la izquierda política y la derecha viajaron de forma separada a diferentes pueblos. Muy destacable es el papel de los anarquistas.
Heraldo de Aragón del día 10-III-1933.
Ibidem
¡Adelante! Del día 11-III-1933. Pag. 3
A.M.P.H. Bando del día 22-IV-1933.
A.M.P.H. Bando del día 6-VIII-1933.
A.M.P.H. Bando del día 4-VII-1933.
Germán Zubero, L. Op. Cit. Pag. 96
A.M.P.H. Bando del día 26-X-1934.
A.M.P.H. Bando del día 7-XI-1934.
A.M.P.H. Bando del día 8-III-1935.
A.M.P.H. Bando del día 30-IV-1935.
GERMÁN ZUBERO, L. Op. Cit. Pag. 96
A.M.P.H. Bando del día 10-II-1936.
A.M.P.H. Bando del día 15-II-1936.
A.M.P.H. Bando del día 28-II-1936.
A.M.P.H. Bando del día 16-IV-1936.
A.M.P.H. Bando del día 28-II-1936."
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En mi pueblo, Epila, también hubo predominio de la C.N.T. Sin embargo algunos de estos obreros, fueron fusilados. La azucarera, que pertenecía a la C.I.A. (Compañia de Industrias Agrícolas) era tambié la fuente mayoritaria de trabajo para Épila y algunos pueblos limitrofes (Rueda, Lumpiaque...). La mayoría de los obreros vinieron luego a Jerez donde acudieron también de otros pueblos de Zaragoza tras el cierre de las azucareras de Alagón y Caseta, repartiéndose también por otras del país, como la de Monzón de Cinca (que mencionas y que pertenecía a la Sociedad Genreal Azucarera), la de Santa Eulalia (CIA), las de Valladolid y SALAmanca (CIA), la de Vitoria (SGA), La Bañeza, Beguellina, El Carpio, Rinconada... Es una lástima que, en el transcurso de unos años no vayan a quedar azucareras en España, con la OCM y la colaboración del señor Aznar que no tuvo inconveniente en desmantellar la industria en el resto del país para mantenerla en Castilla León (el Duero). Historia amarrga la del azúcar.
Salud.... y república.
P.D. Recuerdos al Moncayo de este maño nostálgico.
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