Autor: silmarillion
viernes, 08 de junio de 2007
Sección: Lenguas
Información publicada por: silmarillion
Mostrado 334.393 veces.
Apostillas al Glosario de arabismos
De como fue gestado, de los foreros intervinientes, de las discusiones que hubieron,los hallazgos realizados y el sentido del humor demostrado por todos los participantes.
Y de como por tanta sapiencia demostrada y adquirida hubo de
mudarse a otra página
el mentado Glosario cuando en esta ya no cabía;
quedando como muestra las conversaciones mantenidas sobre la
términología árabe en la
lengua castellana, su etimología y la bibliografía
pertinente a todo aquél que desee investigar el tema.
Listado de topónimos relacionados con el Glosario de
arabismos
Glosario de arabismos de la lengua castellana
Contribuciones, discusiones, comentarios y apostillas al
Glosario
J.J. Guijarro , Calatrava, Onnega, Tm, Jeromor , A. Canto,
Abo, Hartza, Giorgiodieffe, Jugimo
Bibliografía ( aportada por Calatrava y Dra. Alicia Canto )
* Abellán Pérez, J., Toponimia hispano-árabe y romance:
fuentes para la Historia Medieval, Cádiz, Aguija Ediciones,
1999.
* Alcalá Venceslada, A., Vocabulario andaluz, Jaén,
Universidad de Jaén, ed. facsímil, 1998.
* Asín Palacios, M.: Contribución a la toponimia árabe en
España, Madrid, Imp. Estanislao Maestre, 1940.
* Calvo Baeza, J.M., Apellidos españoles de origen árabe,
Madrid, ed. Darek-Nyumba, 1991.
* Calvo Baeza, J.M.: Nombres de lugar españoles de origen
árabe, Madrid, Darek-Nyumba, 1990.
* Chavarrías Vargas, J.A., Contribución al estudio de la
toponimia latino-mozárabe de la Axarquía de Málaga, Málaga,
Centro de Ediciones de la Diputación de Málaga, 1997.
* Corominas, J. y Pascual, J.A., Diccionario crítico
etimológico castellano e hispánico, Madrid, ed. Gredos,
1984.
* Corriente, F., Diccionario de arabismos y voces afines en
iberromance, Madrid, ed, Gredos, 1999 y 2003.
* Corriente, F., Diccionario Español-Árabe, Barcelona, ed.
Herder, 3ª ed., 1997.
* Corriente, F., El léxico árabe andalusí según el P. de
Alcalá (ordenado por raíces, corregido, anotado y
fonéticamente interpretado), Madrid, Universidad
Complutense, 1988.
* Faure, R. Ribes, M.A., García, A., Diccionario de
apellidos españoles, Madrid, Espasa, 2001.
* Galmés de Fuentes, A.: Glosario de voces
aljamiado-moriscas, Oviedo, Universidad de Oviedo, 1994.
* Garulo Muñoz, T., Los arabismos en el léxico andaluz,
Madrid, Instituto Hispano-Árabe de Cultura, 1983.
* Giol y Soldevilla, A., Palabras españolas de origen árabe,
Madrid, ed. Darek-Nyumba, 1983.
* Maíllo Salgado, F.: Los arabismos del castellano en la
Baja Edad Media, SALAmanca, Universidad de SALAmanca, 1998.
* Martín Alonso: Diccionario medieval español, Salmanca,
Universidad Pontificia de SALAmanca, 1986.
* Martínez Ruiz, J.: El lenguaje del suelo: (toponimia) /
Juan Martínez Ruiz, Jaén, Universidad de Jaén, 2002.
* Nieto Ballester, E., Breve diccionario de topónimos
españoles, Madrid. 1997.
* Pérez Escalera, J.: Vocablos castellanos procedentes del
árabe, Huelva, 1990.
* Pérez Escalera, J.: Vocablos castellanos procedentes del
árabe, Huelva, 1990.
* Terés, E.: Materiales para el estudio de la toponimia
hispanoárabe: Nómina fluvial, Madrid, CSIC, 1986.
CELESTINA, LA DE LA CUCHILLADA. Rubén Soto Rivera
http://cuhwww.upr.clu.edu/exegesis/33/soto.html
http://students.washington.edu/prem/mw/ph.html
http://www.uni-koeln.de/phil-fak/indologie/tamil/mwd_search.html
ESCRITURA BILINGÜE EN EL REINO DE GRANADA (SIGLO XVI) SEGÚN
DOCUMENTOS INÉDITOS DEL ARCHIVO DE LA ALHAMBRA. JOAN
MARTÍNEZ RUIZ. AIH Actas I 1962. Pdf.
LA HISTORIA CULTURAL EUROPEA: ALGUNAS OBSERVACIONES EN EL
ATLAS LINGUARUM EUROPAE
Wolfgang Viereck, Universität Bamberg. Pdf.
ASPECTS OF THE SPREAD AND BOUNDARIES OF CATALAN LEXICON IN
ANDALUSIA. Juan A. Sempere-Martínez. Pdf.
Peculiaridades en la pronunciación de español peninsular.
Pdf
Estudio de los topónimos. Clasificación lingüistica de los
topónimos Pdf.
Nuevo tesoro lexicográfico de la lengua Española.
Corpus diacrónico del español. Corde.
http://www.rae.es
Fuentes Fóneticas True Type, descarga gratuita:
http://www.freelang.net/fonts/index.html
http://www.geocities.com/celin_unmsm/ipaphon.htm
http://www.phon.ucl.ac.uk/shop/fonts.php
Ilustraciones
San Baudelio de Berlanga.
Templo de planta cuadrada de finales de siglo XI, con una
bóveda formada por arcos que parten de un pilar central que
en su parte superior alberga una pequeña linterna
cilíndrica. Se prolonga la nave en una capilla mayor con
bóveda de cañón y una tribuna sostenida por arcos
peraltados.
Imágenes recogidas de distintas webs
Corán estilo Nashki siglo XVI
Caligrafía islámica Irán siglo XIX
Mezquita Cristo de la Luz Toledo
Sello postal
Artículo repuesto y corregido
Más informacióen en: http://www.apresmoiledeluge.blogspot.com/2005/07/lingstica-arabismos-del-castellano.html
Comentarios
Pulsa este icono si opinas que la información está fuera de lugar, no tiene rigor o es de nulo interés.
Tu único clic no la borarrá, pero contribuirá a que la sabiduría del grupo pueda funcionar correctamente.
Si te registras como usuario, podrás añadir comentarios a este artículo.
Silmarillion
Gracias por la información.
Apúntate por si te sirve y todavía no has consultado alguno de ellos :
Corriente, F.: El léxico árabe andalusí según el P. de Alcalá (ordenado por raícez, corregido, anotado y fonéticamente interpretado), Madrid, Universidad Complutense, 1988.
Asín Palacios, M.: Contribución a la toponimia árabe en España, Madrid, Imp. Estanislao Maestre, 1940.
Chavarrías Vargas, J.A.: Contribución al estudio de la toponimia latino-mozárabe de la Axarquía de Málaga, Málaga, Centro de Ediciones dela Diputación de Málaga, 1997.
Calvo Baeza, J.M.: Nombres de lugar españoles de origen árabe, Madrid, Darek-Nyumba, 1990.
Alcalá Venceslada, A.: Vocabulario andaluz, Jaén, Universidad de Jaén, Ed. facsímil, 1998.
Maíllo Salgado, F.: Los arabismos del castellano en la Baja Edad Media, SALAmanca, Universidad de SALAmanca, 1998.
Nieto Ballester, E.: Breve diccionario de topónimos españoles, Madrid. 1997.
Corominas, J. y Pascual, J.A.: Diccionario crítico etimológico castellano e hispánico, Madrid, Ed. Gredos, 1984.
Pérez Escalera, J.: Vocablos castellanos procedentes del árabe, Huelva, 1990.
Martínez Ruiz, J.: El lenguaje del suelo: (toponimia) / Juan Martínez Ruiz, Jaén, Universidad de Jaén, 2002.
Corriente, F.: Diccionario Español-Arabe, Barcelona, Ed. Herder, 3ª Edic., 1997.
Galmés de Fuentes, A.: Glosario de voces aljamiado-moriscas, Oviedo, Universidad de Oviedo, 1994.
Garulo Muñoz, T.: Los arabismos en el léxico andaluz, Madrid, Instituto Hispano-Arabe de Cultura, 1983.
Terés, E.: Materiales para el estudio de la toponimia hispanoárabe: Nómina fluvial, Madrid, CSIC, 1986.
Martín Alonso: Diccionario medieval español, Salmanca, Universidad Pontificia de SALAmanca, 1986.
Sin olvidar a Dozy, o a Simonet, o el vocabulario de marroquí de Lerchundi, entre otros.
Ahhhh, ¡Eso sí!, espero que me cuentes tú algo sobre bibliografía y te aseguro que aprender se termina aprendiendo.
Saludos
Dos o tres aportaciones:
1) La bibliografía, a partir de la de Calatrava01, añadidos algunos títulos, regularizada y ordenada alfabéticamente (si la prefieres cronológica, está hecha también):
Abellán Pérez, J., Toponimia hispano-árabe y romance: fuentes para la Historia Medieval, Cádiz, Aguija Ediciones, 1999.
Alcalá Venceslada, A., Vocabulario andaluz, Jaén, Universidad de Jaén, ed. facsímil, 1998.
Asín Palacios, M., Contribución a la toponimia árabe en España, Madrid, Imp. Estanislao Maestre, 1940.
Calvo Baeza, J.M., Nombres de lugar españoles de origen árabe, Madrid, Darek-Nyumba, 1990.
Calvo Baeza, J.M., Apellidos españoles de origen árabe, Madrid, ed. Darek-Nyumba, 1991.
Chavarrías Vargas, J.A., Contribución al estudio de la toponimia latino-mozárabe de la Axarquía de Málaga, Málaga, Centro de Ediciones de la Diputación de Málaga, 1997.
Corominas, J. y Pascual, J.A., Diccionario crítico etimológico castellano e hispánico, Madrid, ed. Gredos, 1984.
Corriente, F., El léxico árabe andalusí según el P. de Alcalá (ordenado por raíces, corregido, anotado y fonéticamente interpretado), Madrid, Universidad Complutense, 1988.
Corriente, F., Diccionario Español-Árabe, Barcelona, ed. Herder, 3ª ed., 1997.
Corriente, F., Diccionario de arabismos y voces afines en iberromance, Madrid, ed, Gredos, 1999 y 2003.
Faure, R. Ribes, M.A., García, A., Diccionario de apellidos españoles, Madrid, Espasa, 2001.
Martín Alonso: Diccionario medieval español, Salmanca, Universidad Pontificia de SALAmanca, 1986.
Galmés de Fuentes, A., Glosario de voces aljamiado-moriscas, Oviedo, Universidad de Oviedo, 1994.
Garulo Muñoz, T., Los arabismos en el léxico andaluz, Madrid, Instituto Hispano-Árabe de Cultura, 1983.
Giol y Soldevilla, A., Palabras españolas de origen árabe, Madrid, ed. Darek-Nyumba, 1983.
Maíllo Salgado, F., Los arabismos del castellano en la Baja Edad Media, SALAmanca, Universidad de SALAmanca, 1998.
Martínez Ruiz, J., El lenguaje del suelo (toponimia), Jaén, Universidad de Jaén, 2002.
Nieto Ballester, E., Breve diccionario de topónimos españoles, Madrid. 1997.
Pérez Escalera, J.: Vocablos castellanos procedentes del árabe, Huelva, 1990.
Terés, E., Materiales para el estudio de la toponimia hispanoárabe: Nómina fluvial, Madrid, CSIC, 1986.
2) Una vocecilla, un granito de arena:
algarroba/algarrobo. Del ár. hisp. alẖarrúba, este del ár. clás. ẖarrūbah o ẖarnūbah, y este del persa ẖar lup, quijada de burro (DRAE).
3) Un comienzo de lista de apellidos de origen árabe, con algunos que tengo dudosos y señalo (algunos pueden servir para la lista de topónimos):
Abolafia
Aceitón
Aceituno
Adsuar
Albelda
Alberche
Alborch
Alcàcer
Alcalá
Alcalde
Alcántara
Alcaraz
Alcarrazo
Alcázar
Alfacar
Alferez
Algarra
Algarrobo
Alguacil
Alhamar
Alhambra
Aliatar
Alicante
Almagro
Almanza
Almodóvar
Almofrey
Almoguera
Álvarez (¿?)
Amézqueta (¿?)
Anaya
Andaluz
Aznar
Balaizena
Barahona
Belalcazar
Bendala
Benjumea
Bennasar
Berbel
Berbera
Berenjena
Bernácer
Boluda
Bolufer
Borge
Brenes (¿?)
Calafat
Candil
Carim
Carratalà
Cegrí
Faraje
Gazules
Guijarro (¿?)
Isa
Jabalí
Jaén
Jara
Jaramillo
Jarufe
Maimó
Medina
Merchán
Muley
Rabal
Tarifa
Úbeda
Vinaixa (¿?)
*zaharrón: Del ár. hisp. *saẖrūn. desus. Moharracho o botarga. (¡no me extraña!). Bufón, persona que hace el ridículo.
(Por curiosidad, botarga, abotargado, etc., vienen "De Stefanello Bottarga, apodo de un actor italiano que usaba estos calzones, este del it. bottarga, especie de caviar, y este del gr. ἁβροτάριχον, de ἁβρός, delicado, y τάριχον, pescado o carne en SALAzón." Curioso.
Y otro lapsus: viene "abotargarse" como de "abotagarse" ("Quizá de una raíz romance bott-, de carácter expr."), pero no sus participios. Tampoco "desleído" y otros muchos.
Bueno, me voy a votar, que ahora habrá poca gente :-) y con la siesta me "abotagaría".
zalama.
(Del ár. hisp. assalám ‘alík, la paz sea contigo, expresión de saludo; cf. port. SALAma).
1. f. Demostración de cariño afectada.
simile all'italiano
"SALAmelecco"
1. ETAPAS DE ENTRADA DE LOS ARABISMOS.
1.1. ALTA EDAD MEDIA.
711 hasta el siglo XI. La penetración de arabismos en el castellano fue masiva en los primeros siglos. Al avanzar la Reconquista e incorporar a la población mozárabe, se introdujeron por este medio oral abundantes arabismos romanceados. Constituye la época de mayor introducción de arabismos.
1.1.2. Desde mediados del XI hasta comienzos del XIII (época de desmembración del Califato de Córdoba). En este período, los mozárabes, absorbidos por la expansión de los reinos cristianos, no transmiten ya arabismos romanizados, sino palabras árabes sin adaptar. Por otro lado, la propagación de arabismos deriva de un influjo generalizado del oriente, a partir de las Cruzadas y detectable en toda Europa desde al año 1096: aduana, almirante, azul, califa, mezquita...
Los arabismos de estas dos etapas son de carácter popular.
1.1.3. Desde comienzos del XIII a finales de siglo. Corresponde a la época de expansión definitiva de Castilla. Tras la derrota de las Navas de Tolosa (1212), con la subsiguiente caída de Baeza, Córdoba, Sevilla, etc., cambia el signo de la Reconquista. La derrota militar incide en el desprestigio cultural árabe; la lengua castellana se impone lentamente como lengua científica. Los arabismos de este período son de carácter culto: muchos proceden de traducciones de textos árabes (labor de la escuela alfonsí de Toledo, especialmente en las obras científicas de Alfonso X).
1.2. Baja Edad Media.
1.2.1. Primer periodo: 1300-1350 (reinado de Alfonso XI). Clima de tolerancia: aceptación de las tres religiones; legislación abierta. Continúa la penetración de léxico árabe. La batalla del SALAdo (1340) y la conquista de Algeciras (1342) van a suponer un cambio de actitud.
1.2.2. Época del Canciller Ayala y Juan II (1350-1450). El reino granadino se orientaliza y se aísla progresivamente. Durante el reinado de Pedro I el Cruel hay un auge tolerante que incide en penetración de influencias mudéjares. Su asesinato supondrá el final de esta apertura. En la época de Santillana, etc., penetran en Castilla tendencias culturales decididamente europeas.
1.2.3. Reinado de Enrique IV y de los Reyes Católicos (1414-1514). En la época de Enrique IV se produce el último momento de penetración de costumbres mudéjares en modos de vestir o de ornamentación de las viviendas. La política de los Reyes Católicos supuso un proceso de eliminación de este influjo.
2. FACTORES Y CAUSAS.
Los mozárabes y los mudéjares fueron elementos importantes en el proceso de transmisión de arabismos, debido al bilingüismo y a las interferencias de ambas lenguas. Sin embargo, su importancia fue disminuyendo paulatinamente durante la Baja Edad Media, período en que estos grupos sociales estaban impregnados de la cultura cristiana y habían perdido incluso, en el caso de los mozárabes, su propia lengua.
El factor decisivo en el proceso de penetración de arabismos fue la propia expansión de la sociedad y lengua castellanas. En la Alta Edad Media, hasta el siglo XI, la sociedad cristiana peninsular necesitaba adoptar vocablos denotadores de aspectos fundamentales de la organización árabe: técnicas diversas, agricultura, ganadería, administración y hallazgos científicos. Es decir, necesitaba introducir voces que designasen una serie de innovaciones que ayudaran a progresar a una sociedad casi estancada. La contigüidad y la superioridad social y cultural islámicas permitieron resolver en parte los problemas surgidos en la sociedad cristiana. De ahí que los numerosos arabismos introducidos en esta época den cuenta de tales aspectos relativos a la organización y desarrollo de la sociedad. El vocabulario de la Alta Edad media es más rico en arabismos que el de los siglos bajomedievales. Los conquistadores cristianos, repobladores y colonizadores adoptaron un elevado número de palabras árabes.
En la Baja Edad Media la sociedad castellana y la cristiana en general, ya definitivamente organizada y en fase expansiva necesitaba artículos que su comercio y su creciente poder adquisitivo reclamaban. Entre las mayores demandas hay que mencionar la de carácter cultural. De hecho, al acentuarse la decadencia del reino islámico, sus fórmulas jurídicas, administrativas y técnicas dejaron de ser modelos imitables, pero no sucedió lo mismo en el terreno de la filosofía, la ciencia, etc. Los arabismos científicos siguieron penetrando. Por tanto, fueron los propios cristianos y no los musulmanes los principales introductores de arabismos.
Ahora bien, el proceso de introducción de arabismos en el castellano, pese al volumen demográfico arabófono que incorporaba Castilla, mantuvo una tendencia descendente desde la Alta a la Baja Edad Media. Como prueba, en el último tramo de la Baja Edad Media el número global de arabismos introducidos es el más bajo de todos los períodos históricos considerados.
Un factor importante de este descenso o reducción de los arabismos es la penetración de corrientes culturales de mayor vigencia y prestigio, especialmente los movimientos prehumanísticos y humanísticos del XV, que provocan un rechazo del árabe.
En realidad, desde el XIII Castilla se abre a Europa, por lo que da la espalda a influjos islámicos para acoger las nuevas corrientes ultrapirenaicas.
Hasta el XIII la mayor parte de los arabismos entraría por vía oral, mientras que los introducidos con posterioridad penetraría por transmisión escrita y culta.
Los arabismos introducidos por al- representan un 60% del total, cifra que en el XIII ascendía al 70%, lo que supone presión cultural y bilingüismo. La tendencia a los arabismos sin el artículo aglutinado partió de estratos sociales más elevados y es de origen libresco.
3. PÉRDIDA DE LOS ARABISMOS.
Una parte de los préstamos léxicos árabes ha desaparecido del uso lingüístico del castellano (sin que esto quiera decir que hayan desaparecido de los diccionarios).
Para explicar esta pérdida se han propuesto diferentes teorías explicatorias.
Entwistle ha aducido el cambio cultural provocado por el dominio de Castilla sobre León, reino donde el influjo árabe alcanzó su apogeo en el siglo X, cuando los mozárabes llevaron el peso de la cultura y ayudaban en la organización administrativa y política. Los documentos revelan la existencia de numerosas voces que desaparecieron antes de que se escribieran las grandes obras castellanas.
Lapesa considera que la progresiva eliminación de arabismos tiene que ver, más bien, con un cambio en las preferencias sociales y con las innovaciones técnicas, aceleradas por las ordenanzas que prohíben el uso de la lengua y de las prácticas árabes.
De hecho parece comprobado que generalmente la introducción de arabismos es consecuencia, bien de emigraciones masivas, o bien de períodos de convivencia intensa. La pérdida es corolario de períodos en que disminuye la hegemonía cultural o en que tienen lugar crisis de convivencia, o fenómenos de intolerancia o beligerancia.
La primera gran serie de arabismos se introduce a través de los mozárabes leoneses, en su huida de Córdoba a partir del año 850, debido a las persecuciones religiosas. Su influencia, grande en el siglo X, disminuye en el XI, por la pérdida de la hegemonía leonesa y la sustitución gradual del mozárabe por los dialectos norteños. En el XII las migraciones masivas de mozárabes de Valencia y Aragón dejaron también huellas en el léxico. Igualmente se comprueba un incremento de penetración de arabismos en los momentos de tolerancia a resultas del contacto con los mudéjares en los territorios reconquistados.
Finalmente, después de la rendición de Granada, la convivencia y confrontación entre moriscos y cristianos provocó cierta transferencia de arabismos en la 1ª mitad del XVI. No obstante, a medida que los privilegios desaparecen a lo largo de esta centuria, desaparecen también numerosos términos relativos a prácticas religiosas, artículos de decoración, modas de vestir, etc. De hecho, en el XVI hubo prohibiciones de vestimentas y modas de origen morisco que acabaron cuando fueron expulsados de la península. Bernardo de Aldrete (Del origen y principio de la lengua castellana) testimonia el ocaso de la lengua árabe, que a su juicio, deriva de 1596:
“Los que después de la rebelión de 1596 fueron repartidos por Castilla y Andalucía, mezclados con los demás vecinos, han recibido nuestra lengua, que en público no hablan otra, ni se atreven; sólo algunos pocos, que viven, de los que se hallaron en aquella guerra, hablan la suya en secreto... Lo mismo es en Aragón... en el reino de Valencia porque viven en lugares de por sí, conservan la lengua arábiga. Bien clara y manifiesta es la causa por que se han aplicado tan mal a nuestra lengua, que es la aversión, que casi les es natural, que nos tiene y no digo más, pero creo que ésta se perderá con el tiempo...”
A pesar de que las transformaciones culturales, tendencias sociales o acontecimientos políticos pueden explicar la pérdida de la mayoría de los arabismos, en muchos casos esta desaparición se debe a factores más concretos
3.1. PÉRDIDA POR SUSTITUCIÓN LINGÜÍSTICA.
Buena parte de los arabismos desapareció por competencia con sinónimos castellanos. Mientras en el Poema del Cid aparece almofalla, en el sentido de ‘ejército’, con posterioridad, a partir del XIII, se verá sustituido por hueste, que, a su vez, desde el siglo XV será reemplazado por ejército.
Otro ejemplos de arabismos suplantados por vocablos castellanos son los siguientes:
alarife/ arquitecto (XVI); albéitar / veterinario (XVIII); alfageme / barbero (XV); alfayate / sastre (XIV); alhucema / espliego (XVII); aljama / morería, judería (XII); almoraduj / mejorana (XV); almunia / huerto (XIII); arracadas / pendientes (XVII); zaga / retaguardia (XV); azogue / plaza (XVI)
Hay que tener en cuenta, sin embargo, que algunos de estos términos sobrevive en áreas dialectales: alcuza ‘aceitera’, alhucema ‘espliego’ en Andalucía; alifafe ‘edredón’, zaragüelles ‘calzones anchos’ en Murcia; almoraduj ‘mejorana’ en la Ribera de SALAmanca; gafo ‘leproso’ en Asturias y Galicia; maimón ‘bizcocho’ en Andalucía y Zamora; alberca ‘’piscina’ en Méjico...
UNIVERSIDAD DE SALAMANCA.
DEPARTAMENTO DE LENGUA ESPAÑOLA.
José L. Herrero
Aspectos léxicos.
Pero es que insisto, no me basta una homofonia para una asociacion etimologica. En un corral de vecinos, sea en Sevilla hoy dia (que los hay) o enIsbilya hace siglos, no había caballos, ni se corría en ellos ni nada de nada. Creo que la palabra de la que procede (tengo que mirarlo) es algo asi como qaryalo qarrayal, que como es normal, el repoblador oriundo de Burgos o SALAmanca, castellanizó como corral de la misma manera que Astapa acabó siendo Estepa, sin que tenga nada que ver con el paisaje.
Respecto a lo de la caña (e insisto que no es ni mucho menos una palabra en desuso, por mas que este circunscrita a un circulo, por otra parte tan rico, como es el flamenco) lo leí en un libro que se llamaba algo asi como "moriscos, gitanos y cante flamenco" , pero ya lo menciona Estebanez Calderon en sus "Escenas Andaluzas"
Hay 6 comentarios.
1