Autor: flavio
domingo, 13 de noviembre de 2005
Sección: Escritos antiguos
Información publicada por: flavio
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La invasión gala de Italia

-El origen de los galos cisalpinos y motivo de la invasión, según los historiadores greco-romanos...






" XV.- Eran los Galos de origen céltico, y se dice que dejando por su gran número el país patrio, porque no bastaba a alimentarlos a todos, se habian encaminado en busca de otro; que eran ya muchos los millares de los jóvenes y hombres de guerra, y llevaban mucho mayor número todavía de niños y mujeres; que de ellos unos se dirigieron hacia el Océano Boreal, más allá de los Montes Rifeos, poseyendo los últimos términos de Europa, y otros hicieron su asiento entre los Montes Pirineos y los Alpes, habitando por largo tiempo cerca de los Senones y Celtorios, y que habiendo llegado, aunque tarde, a probar el vino, traído entonces por la primera vez de Italia, de tal manera se maravillaron de aquella bebida, y hasta tal punto los sacó a todos de juicio su dulzura, que, tomando las armas, y llevando consigo a sus padres, corrieron arrebatadamente a los Alpes, en busca de la tierra que tal fruto producía, teniendo todos los demás países por estériles y silvestres. El que introdujo el vino entre ellos, y fue quien primero los impelió hacia la Italia, es fama haber sido el tirreno Arron, hombre distinguido, y no de mala índole,...
... abandonó su país, y noticioso de lo que era la nación de los Galos, se pasó a ellos, y fue su caudillo en esta expedición de Italia.

XVI.- Invadiéndola, pues, prontamente se apoderaron de todo el país, que se extiende a entrambos mares, y en lo antiguo lo poseyeron los Tirrenos, como los nombres mismos nos lo testifican; porque al mar del norte lo llaman Adriático, de la ciudad tirrena del propio nombre, y al que se inclina al austro, Mar Tirreno. Toda ella es región poblada de árboles, abundante en pastos para el ganado, y regada de ríos: contenía entonces diez y ocho ciudades grandes y hermosas, muy bien dispuestas para la granjería y para las comodidades de la vida. Los Galos se apoderaron de ellas, arrojando a los Tirrenos;..."


Plutarco, Vidas paralelas,Camilo



" (...)Arrunte, irritado e indignado por los ultrajes que recibía de su mujer y del rey, como no podía vengarse de ellos, se dispuso para un viaje, poniendo como excusa un asunto de comercio, y cargando muchos odres de vino y de aceite en los carros y muchos cestos de higos, marchó a la Galia."

" Los galos en ese tiempo no conocían ni el vino de viña ni el aceite como el que producen entre nosotros los olivos, sino que utilizaban como vino un jugo maloliente de cebada fermentada en agua, y como aceite grasa de cerdo envejecida, de olor y gusto extraños. Entonces, por primera vez, probaron frutos que aún no habían degustado, encontrando extraordinarios placeres en cada uno de ellos, y preguntaron al extranjero cómo se producían y entre qué gentes. El tirreno les dijo que la tierra que produce estos frutos es grande y fértil, que la habitan unos pocos hombres que para la guerra no son mejores que las mujeres, y les propuso no obtener ya estos productos por compra a otros, sino, expulsando a sus actuales dueños, disfrutarlos como propios. Convencidos con estas palabras, los galos llegaron a Italia y al territorio de los tirrenos llamados clusinos, de donde era el que los persuadió a hacer la guerra."

Dionisio de Halicarnaso, Historia antigua de Roma, libro XIII

14-IX-02



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" Este pueblo, según la tradición, cautivado por el atractivo de los frutos de nuestra tierra y de manera especial del vino, placer que entonces les resultaba nuevo, pasaron los Alpes y tomaron posesión de las tierras cultivadas anteriormente por los etruscos; Arrunte de Clusio había introducido en la Galia el vino para atraer a aquel pueblo, porque estaba irritado por la sedución de su esposa por parte de Lucumón, del que él había sido tutor, joven de alta posición al que no se podía castigar a no ser buscando ayuda exterior; Arrunte les sirvió de guía en la travesía de los Alpes y fue el instigador del ataque a Clusio.

Bien es verdad que no voy a negar que los galos hayan sido conducidos a Clusio por Arrunte o por cualquier otro clusino; pero que quienes atacaron Clusio no fueron los primeros que cruzaron los Alpes es un hecho comprobado. En efecto, doscientos años antes de atacar Clusio y tomar Roma, pasaron los galos a Italia; y los primeros etruscos con los que lucharon, a menudo, los ejercitos galos no fueron los clusinos, sino, mucho antes, los que habitaban entre los Apeninos y los Alpes."


" Sobre el paso de los galos a Italia nos ha llegado lo siguiente: cuando en Roma reinaba Tarquinio el Antiguo, el dominio sobre todos los celtas, que constituyen la tercera parte de la Galia, lo tenían los bitúriges; eran éstos quienes daban rey a la Céltica. era éste Ambigato, muy poderoso debido a los méritos y a la fortuna tanto personal como de su colectividad, porque durante su reinado la Galia era tan rica en frutos y hombres que la sobreabudante multitud parecía difícil de gobernar. El rey, de avanzada edad él, deseando descargar su reino de la turba que lo sobrecargaba, manifestó que iba a enviar a Beloveso y Segoveso, hijos de su hermana, jóvenes emprendedores, a asentarse a los lugares que los dioses señalasen con sus augurios; que se llevasen el número de hombres que quisieran, para que ningún pueblo pidiese rechazarlos a su llegada. La suerte le asignó, pués, a Segoveso los bosques de Hercinia(zona de Germania considerada tradicionalmente como originaria de los celtas, de donde habrían emigrado a la Galia); a Beloveso le asignaban los dioses una ruta bastante más agradable: hacia Italia. Llamó éste al excedente de la población del rey: bitúriges, avernos, sénones, heduos, ambarros, carnutes, aulercos. Se puso en marcha con tropas muy numerosas de infantería y caballería y llegó a territorio tricastino. A partir de allí tenía delante los Alpes; la verdad es que no me sorprende que le pareciesen infranqueables, pues nungún paso, al menos del que quede recuerdo, los había salvado, a no ser que se dé crédito a las leyendas de Hércules. La altura de los montes retenía allí a los galos como cercados y avizoraban, en torno, a través de cuál de las cimas que tocaban el cielo podrían pasar a otro mundo; los retuvo, además, un escrúpulo religioso, porque les llegó la noticia de que unos forasteros en busca de tierra eran atacados por el pueblo de los saluos. Eran éstos los masilienses, que habían salido embarcados de Focea. Los galos, considerando quello como un presagio de su suerte, les ayudaron a fortificar, sin que los saluos se opusieran, el primer enclave que habían ocupado al saltar tierra. Ellos cruzaron los Alpes a través de los Taurinos y los desfiladreos de Julia, y, después de derotar a los etruscos en el frente no lejos del río Ticino, habiendo oído que el territorio en que se habían asentado se llamaba Insubrio, homónimo de la ciscunscRIPción de los ínsubres de los heduos, secundando lo que el lugar presagiaba fundaron allí una ciudad; la llamaron Mediolano.

A continuación, otro contigente de cenómanos conducido por Etitovio, siguiendo las huellas de los anteriores, cruzó los Alpes por el mismo desfiladeros con la ayuda de Beloveso y ocupó los parajes donde actualmente se encuentran Brixia y Verona. Los libuos se asientan después de éstos y también los saluvios, cerca del antiguo pueblo de los levos ligures que habitan en torno al río Ticino. Después, los boyos y los língones, atravesando los Alpes Peninos, como toda la zona entre el Pado y los Alpes estaba ocupada, después de cruzar el Pado en lanchas desalojan de su territorio no sólo a los etruscos, sino también a los umbros, manteniendose, sin embargo, sin ir más allá del Apenino. Entoces los sénones, los últimos en llegar, ocuparon la zona desde el río Utente hasta el Esis. Tengo comprobado que fue este pueblo el que llegó a Clusio, y de allí a Roma; lo que no es muy seguro es si fue él solo o contó con la ayuda de todos los pueblos de la Galia cisalpina."

Tito Livio, Ab urbe condita, libro V, 34


13-XI-05

Relacionado con: El origen de los Celtas, según los clásicos


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