Autor: Varios
martes, 26 de junio de 2007
Sección: Prehistoria
Información publicada por: ainé
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Sangrantes restauraciones en Asturias
¿¿¿¡¡¡Recubrir con mortero las paredes de piedra de nuestros monumentos milenarios!!!???
"Restauraciones" que se están haciendo en iglesias románicas y prerrománicas de Asturias (varios extractos):
Detalle de la Iglesia de San Julián de Víñón (antes de la reciente restauración)
Mismo detalle, misma iglesia (después de su restauración)
http://caminodepiedra.blogspot.com/2007/06/smbolos-en-piedra-iglesia-de-san-julin.html
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http://www.arteguias.com/noticias/abamia.htm
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Hermosa imagen de la que ya no podremos disfrutar:
http://www.arteguias.com/noticias/vinon.jpg
Recogida de firmas:
Inicio de la campaña de recogida de firmas | ||
Hoy domingo, 17 de junio de 2007, hemos iniciado la campaña de recogida de firmas para solicitar de don Vicente Álvarez Areces la paralización de las obras de restauración de Santa Eulalia de Abamia. ----------------------------------------------- Observad el antes: http://www.correntiu.com/Romanico/S.Eulalia-de-Abamia-1-.jpg ...y el después: http://www.abamia.net/images/abamiafinalw.jpg |
Comentarios
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Abo,
Ignorando la data técnica y el criterio de restauración es difícil llegar a una conclusión, o es fácil arribar a conclusiones erróneas. En algunos casos los criterios son de "conservación", vale decir, mantener lo que queda para que no continue la destrucción y montar un espacio didáctico en el cual se colocan las imágenes que representan el como era el edificio en su origen. En este caso pareciera ser que el criterio es de "reconstrucción".
Ahora bien, dices:
No te lastima la vista ese galpón con campanario incluido, canecillos y puerta románica todo pintorrojeado en ese chillón ocre?
Y digo yo. Quién dice que originariamente el edificio no fuera de ese chillón ocre? Es de suponer que han estudiado los restos de pigmento y llegado a la conclusión que ese era el color del edificio. La estética antigua no es la misma que la actual y los colores "chillones" y el gusto bizarro eran lo frecuente. Puedes verlo en cualquier monumento en el cual queden restos de pigmentos.
Fíjate en esto, es el portal de St. Foi de Conques
http://cliophoto.clionautes.org/galleries/HISTOIRE/Moyen-Age/Chretiente/conquesi.jpg
y como puedes observar los restos de pigmento visibles indican que el portal tenía una policromía que hoy, en caso que se reconstruyera el color, nos haría doler los ojos.
Nuestra percepción de la estética histórica está por completo contaminada por nuestra estética actual. Además, quienes pintaban no disponían de demasiadas posiblidades, la paleta medieval era más bien escasa y los pigmentos caros en su mayoría, de modo que para pintar un edificio como el que se muestra, en que no nos encontramos de un gran centro de peregrinación como puede ser Conques o Santiago, la solución práctica es optar por los colores más económicos, los que Plinio denominaba "austeros", es decir, las tierras, a menos que el comitente fuera muy rico, que en ese caso podía optar por los "floridos"
En Conques por ejemplo aparece visiblemente el azul, que era un pigmento muy caro. Esto demuestra la importancia del templo como centro de peregrinación y la policromía azul no solo es índice de la importancia económica del edificio.
Piensa que la mayor parte de los edificios que hoy vemos como bella piedra desnuda eran total o parcialmente policromados y que la piedra era una solución constructiva, no había un criterio estético de valorización de la piedra. Fíjate el comentario de Fauvel, cónsul francés presente en las excavaciones en Grecia en referencia al Pertenón y al Teseion:
“Los bajo relieves de estos dos templos se encontraban pintados, cada objeto poseía su propio color: carne, drapeados, fondos; he notado las vestimentas púrpuras, los pileus o sombreros verdes, los fondos de estos bajo relieves conservaban el azul…1"
Louis Fauvel
1 Citado en Billot, Marie-Françoise, " Recherches aux 17e et 19e sur la polychromie de l’architecture grecque ", in Paris-Rome-Athènes, Le Voyage en Grèce des Architectes français aux 19e et 20e siècles, ENSBA, Paris, 1982
El problema no está en el proyecto ni en el estudio, el problema es que "parece ser" que los que realizaron la obra eran una subcontrata y tenían "mucha prisa". De la prisa dan fe todos los pegotes que dejaron en las piedras que permanecen a la vista, los "grumotes" de mortero que ni siquiera "alisaron" y la mala mezcla que hicieron de los componentes del mortero (eso suele hacerse para ahorrar...hay que joer...!)
Difícil es explicar todo lo que antes digo en cuatro palabras. Os dejo unos datos ilustrativos de San Julián de Viñón (arriba mencionado):
Todos los detalles en (imágenes del antes y después, lápidas, cazoletas, …):
http://caminodepiedra.blogspot.com/2007/06/smbolos-en-piedra-iglesia-de-san-julin.html
Posible lápida con inscRIPción
http://bp1.blogger.com/_3L7xgI-Inqw/RoAhQjF1hxI/AAAAAAAAAqU/un0AxCQ3aEY/s1600-h/viñon+060.jpg
Imagen original (donde se pueden ver los “pegotes y grumos” dejados por los “poco profesionales restauradores finales”… también recubrieron con un pegote parte del símbolo):
http://bp0.blogger.com/_3L7xgI-Inqw/RoAiLTF1h1I/AAAAAAAAAq0/Bl_a0YTsPI0/s1600-h/viñon+054.jpg
El símbolo que se aprecia en la imagen anterior
http://bp0.blogger.com/_3L7xgI-Inqw/RoAi-TF1h5I/AAAAAAAAArU/8-nQU-zx_TE/s1600-h/viñon.jpg
....Si todo esto está a la vista (aún y por suerte), ¿qué es lo que habrá quedado oculto?
Según ese criterio habría que reconstruir el Partenón y reescribir las hojas faltantes de los manuscritos.
Aquí te dejo las recomendaciones del Icomos España.
Las estructuras del patrimonio arquitectónico, tanto por su naturaleza como por su historia (en lo que se refiere al material y a su ensamblaje), están sometidas a una serie de dificultades de diagnóstico y restauración, que limitan la aplicación de las disposiciones normativas y las pautas vigentes en el ámbito de la construcción. Ello hace tan deseable como necesario formular unas recomendaciones que garanticen la aplicación de unos métodos racionales de análisis y restauración, adecuados a cada contexto cultural.
Las presentes Recomendaciones tratan de servir a todos aquellos a quienes atañen los problemas de la conservación y la restauración, aunque en ningún modo pueden reemplazar los conocimientos específicos extraídos de textos de contenido cultural y científico.
El contenido íntegro de estas Recomendaciones se recoge en un documento dividido en dos secciones: la titulada Principios, donde se plantean los conceptos básicos de conservación, y la titulada Directrices, donde se proponen las reglas y los métodos que deberían seguirse por los que intervienen en ambas actividades. Sólo los Principios han alcanzado la categoría de documento oficialmente aprobado y ratificado por ICOMOS.
PRINCIPIOS
1. Criterios generales
1.1 La conservación, consolidación y restauración del patrimonio arquitectónico requieren un tratamiento multidisciplinar.
1.2 El valor y la autenticidad del patrimonio arquitectónico no pueden fundamentarse en criterios predeterminados porque el respeto que merecen todas las culturas requiere que el patrimonio material de cada una de ellas sea considerado dentro del contexto cultural al que pertenece.
1.3 El valor del patrimonio arquitectónico no reside únicamente en su aspecto externo, sino también en la integridad de todos sus componentes como producto genuino de la tecnología constructiva propia de su época. De forma particular, el vaciado de sus estructuras internas para mantener solamente las fachadas no responde a los criterios de conservación.
1.4 Cuando se trate de realizar un cambio de uso o funcionalidad, han de tenerse en cuenta, de manera rigurosa, todas las exigencias de la conservación y las condiciones de seguridad.
1.5 La restauración de estructuras, por lo que se refiere al Patrimonio Arquitectónico, no es un fin en sí misma, sino un medio al servicio de un fin que no es otro que el elemento construido en su conjunto.
1.6 Las peculiaridades que ofrecen las estructuras arquitectónicas, con su compleja historia, requieren que los estudios y propuestas se organicen en fases sucesivas y bien definidas, similares a las que se emplean en medicina: Anamnesis, diagnosis , terapia y control, aplicados a la correspondiente búsqueda de datos reveladores e información; determinación de las causas de deterioro y degradación; elección de las medidas correctoras, y control de la eficacia de las intervenciones. Para conseguir un equilibrio óptimo entre el coste y los resultados y producir el mínimo impacto posible en el patrimonio arquitectónico, utilizando los fondos disponibles de una manera racional, se hace normalmente necesario repetir estas fases de estudio dentro de un proceso continuado.
1.7 No deben emprenderse actuaciones sin sopesar antes sus posibles beneficios y perjuicios sobre el patrimonio arquitectónico, excepto cuando se requieran medidas urgentes de protección para evitar la ruina inminente de las estructuras (por ejemplo, tras los daños causados por un seísmo); no obstante, se tratará de evitar que tales medidas urgentes produzcan una modificación irreversible de las estructuras.
2. Investigación y diagnóstico
2.1 Habitualmente, un equipo pluridisciplinario, cuya composición vendrá determinada por el tipo y la envergadura del problema, debe trabajar conjuntamente desde las primeras fases del proyecto, así como en el examen inicial del lugar y en la preparación del programa de investigación.
2.2 En primer lugar, la recopilación y el tratamiento de los datos y la información deben llevarse a cabo de forma equilibrada, prudente y ponderada, con el fin de establecer un plan integral de actuación proporcionado a los problemas reales de las estructuras.
2.3 La práctica de la conservación requiere un conocimiento exhaustivo de las características de la estructura y los materiales. Es fundamental disponer de información sobre la estructura en su estado original y en sus primeras etapas, las técnicas que se emplearon en la construcción, las alteraciones sufridas y sus efectos, los fenómenos que se han producido y, por último, sobre su estado actual.
3. Medidas correctoras y de control
3.1 La terapia debe estar dirigida a las raíces del problema más que a los síntomas.
3.2 La mejor terapia es la aplicación de medidas de mantenimiento de índole preventiva.
3.3 La evaluación de la seguridad y un buen entendimiento del significado de la estructura deben constituir las bases de las medidas de conservación y consolidación.
3.4 No debe emprenderse acción alguna sin haber comprobado antes que resulta indispensable.
3.5 Cada intervención debe ser proporcional a los objetivos de seguridad previamente establecidos, y limitarse al mínimo indispensable para garantizar la seguridad y la perdurabilidad del bien con el menor daño posible a los valores del patrimonio.
3.6 El proyecto de intervención deberá basarse en una comprensión clara de la clase de factores que causaron el daño y la degradación, así como de los que hayan de tenerse en cuenta para analizar la estructura tras la intervención, puesto que el proyecto debe realizarse en función de todos ellos.
3.7 La elección entre técnicas “tradicionales” e “innovadoras” debe sopesarse caso por caso, dando siempre preferencia a las que produzcan un efecto de invasión menor y resulten más compatibles con los valores del patrimonio cultural, sin olvidar nunca cumplir las exigencias impuestas por la seguridad y la perdurabilidad.
3.8 En ocasiones, la dificultad de evaluar el grado real de seguridad y los posibles resultados positivos de las intervenciones puede hacer recomendable emplear un “método de observación” consistente, por ejemplo, en una actuación escalonada que se inicie con una intervención de baja intensidad, de tal forma que permita ir adoptando una serie de medidas complementarias o correctoras.
3.9 Siempre que sea posible, las medidas que se adopten deben ser “reversibles”, es decir, que se puedan eliminar y sustituir por otras más adecuadas y acordes a los conocimientos que se vayan adquiriendo. En el caso de que las intervenciones practicadas no sean completamente reversibles, al menos no deberán limitar la posible ejecución de otras posteriores.
3.10 Deben determinarse todas las características de los materiales (especialmente cuando son nuevos) que vayan a utilizarse en una obra de restauración, así como su compatibilidad con los existentes. En ese estudio deben incluirse los impactos a largo plazo, a fin de evitar efectos secundarios no deseables.
3.11 No deben destruirse los elementos diferenciadores que caracterizaban a la edificación y su entorno en su estado original o en el correspondiente a las etapas más antiguas.
3.12 Cada intervención debe respetar, en la medida de lo posible, el concepto, las técnicas y los valores históricos de la configuración primigenia de la estructura, así como de sus etapas más tempranas, y debe dejar evidencias que puedan ser reconocidas en el futuro.
3.13 La intervención debe responder a un plan integral de conjunto que tenga debidamente en cuenta los diferentes aspectos de la arquitectura, la estructura, las instalaciones y la funcionalidad.
3.14 Deberá evitarse, siempre que sea posible, la eliminación o alteración de cualquier material de naturaleza histórica, o de elementos que presenten rasgos arquitectónicos de carácter distintivo.
3.15 Las estructuras arquitectónicas deterioradas deben ser reparadas, y no sustituidas, siempre que resulte factible.
3.16 Deberán mantenerse las imperfecciones y alteraciones que se hayan convertido en parte de la historia de la edificación, siempre que no atenten contra las exigencias de la seguridad.
3.17 Sólo se debe recurrir a la alternativa de desmontar y volver a montar los elementos cuando así lo exija la propia naturaleza de los materiales y siempre que su conservación por cualquier otro medio sea imposible o incluso perjudicial.
3.18 Los sistemas de protección provisional utilizados durante la intervención deben servir a su propósito y función sin causar perjuicios a los valores patrimoniales.
3.19 Cualquier propuesta de intervención debe ir acompañada de un programa de control que, en la medida de lo posible, deberá llevarse a cabo mientras se ejecuta la obra.
3.20 No deben autorizarse aquellas medidas que no sean susceptibles de control en el transcurso de su ejecución.
3.21 Durante la intervención, y después de ésta, deben efectuarse unas comprobaciones y una supervisión que permitan cerciorarse de la eficacia de los resultados.
3.22 Todas las actividades de comprobación y supervisión deben registrarse documentalmente y conservarse como parte de la historia de la construcción.
Arenas: Creo que moda no, parece de la misma factura y concepción, porque cuando se entra en el portal de la empresa MC Conservación y Restauración, S.L. (que es la adjudicataria en Abamia), http://www.mc-conservacion.com/, presentan San Antolín de Bedón como uno de sus "trabajos realizados" (pág. 2, arriba) y, sin más detalles, dan esta foto (más rosa):
La iglesia como estaba:
www.llanesnet.com/monumentos/sanantolin/
Curiosamente, aquí se la cita como abandonada en julio de 2004 (véase la última nota que pongo): "Un monastère abandonné sur la côte Asturienne (Côte Nord de l'Espagne).
Sur la grande parcelle arborée, quelques chevaux en semi-liberté qui
caracolent, entre les pommiers, puis dans la cour du monastère, sur les
dallages de l'église abandonnée..." (bonito croquis) http://benoi-croquis.skynetblogs.be/post/3893557/san-antolin-de-beon-espagneParece, sin embargo, que fue la primera:
"Las Iglesias de Santa Eulalia de Abamia (Cangas de Onís), San Antolín
de Bedón (Llanes), Santa María de Llás (Cabrales) y San Juan de Berbio
(Piloña) tienen algo en común. Además de formar parte del catálogo de
monumentos históricos, las cuatro han necesitado una urgente
restauración tanto de su exterior como de su interior [...] Corría el año 1999 cuando desde la administración regional, después de
peticiones vecinales y protestas de colectivos, se decidió poner en
marcha un proyecto por el que la iglesia de San Antolín de Bedón
recuperase su estado original, el mismo que presentó en sus orígenes,
allá por el siglo XIII. El resultado no fue el esperado y los historiadores sobre el monumento
lo achacan, entre otras cosas, a que no se hicieron los estudios
previos pertinentes. Y la polémica sembró todo lo que rodeaba a la
restauración. Ahora, recuerdan algunos defensores de este templo,
Abamia ha hecho recordar lo que ellos sufrieron cuando las obras de
restauración en San Antolín se dieron por finalizadas. En la actualidad
una visita por el entorno de San Antolín deja al visitante el recuerdo
de una iglesia agrietada y sin conservar. Se restauró, sí, pero para
que después de aquellas obras, que no convencieron, el cuidado de la
iglesia y el mantenimiento «fuera inexistente». Lo que hoy existe,
dicen, es «la recreación de una imagen a medio camino entre lo rústico
y lo rudo, demostrando un total desconocimiento de la arquitectura
medieval». (Fuente: "Las restauraciones a examen", en http://arqueologiamedieval.com/noticias/noticias.asp?ref=1841
En Santa María de Llas le gente quedó más contenta, véase una foto aquí (no permiten reproducirla), porque no se estucó de esta manera: http://www.hotelcabrales.com/hotelvilladecabrales/ficha.html?n=733&mod=1356#
Una general. Como puede verse, tampoco la solución de las tejas es similar.
Fuente: www.desdeasturias.com/cabrales/galeria.asp?loc=8
Por último: "En Santa María del
Naranco el arquitecto Nanclares ha hecho una restauración impecable
limpiando con láser y asentando tanto sillería como mampostería en su
estado actual, sin estuco. Por el contrario, según la tesis de Puras el
mampuesto de Santa María del Naranco debía haber sido estucado en oro.
En la torre y el claustro de la catedral de Oviedo no se ha aplicado
estuco, lo que ha suscitado la crítica de Puras en las mismas
declaraciones citadas, por considerar que su criterio historicista en
materia de revocos debió ser aplicado a la Catedral, lo que habría
suscitado la máxima respuesta social y evitado que las víctimas hayan
sido los templos románicos de San Antolín de Bedón en Llanes y Santa
María de Llas en Cabrales, entre otros."(http://www.lne.es/secciones/noticia.jsp?pRef=1847_40_586180__Oriente-Abamia-como)
Interesa leer aquí el artículo "SOS Abamia", para una historia del proceso, así como unas curiosas fotos, aplicando virtualmente el mismo estuco ocre a San Miguel de Lillo, Santullano y otras: "Futuras restauraciones en Asturias": http://www.abamia.net/noticias/index.html.
Porque la cadena puede no pararse en Abamia:
"Puras explicó ayer que estas iglesias fueron revestidas en su exterior
e interior utilizando una tonalidad ocre-amarilla muy intensa... En países como Italia las puertas de las iglesias sí eran de bronce,
pero Asturias no tenía tanto poder adquisitivo para utilizar estos
materiales", sostiene Jesús Puras, quien cree que "todos o casi todos"
los templos asturianos de estas épocas siguieron la misma solución"... Jesús Puras lleva años realizando estudios sobre los revocos como
requisito previo a la rehabilitación de cualquier edificio, motivo por
el cual muchos arquitectos asturianos han empezado ya a revestir las
iglesias de la región con estas técnicas."Estos análisis nos permiten destRIPar el edificio para rehabilitar respetando la construcción original", puntualiza." Fuente: http://www.noviembre.org/e-norte/html/index.php?name=News&file=article&sid=853
En aras de la objetividad, aquí la respuesta hoy del sr. restaurador:
http://www.lne.es/secciones/noticia.jsp?pRef=1855_40_588876__Oriente-Pe>
layo-tejas-texus-otras-gaitas
que se describe por sí sola y demuestra otra vez no saber diferenciar entre la crítica profesional y la descalificación personal.
P.D.- Sobre su tan autodescRIPtivo colofón: «Que ladren, nosotros cabalgamos», sí conviene aclarar que no es un refrán popular manchego, y que ni siquiera está en el "clásico" manchego por excelencia, El Quijote.
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