Autor: EBRO28
sábado, 31 de marzo de 2007
Sección: Lenguas
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El Navarro-Aragonés
El aragónes.
En territorios que antes y durante los romanos estuvieron en el área de la cultura celtibérica se hablaron lenguas romanicas distintas del castellano durante toda la edad media: el asturleonés y el navarroaragonés.
El origen y primeras variedades
El origen.
El romance navarroaragónés hoy aun se habla en algunos pueblos del Alto Aragón, y se defiende con el nombre Aragónes. (La denominación navarroaragonés, que es exacta, no puede utilizarse en la reivindicación de algo popular, ya que es de origen académico y erudito, ajeno a la tradición de los hablantes históricos, que utilizan denominaciones locales "cheso", "ansotano", "pautés", o más generales "basto" y minoritariamente "aragonés"). La denominación fabla a finales del S XX y se ha generalizado artificialmente.
El navarroaragónés es la evolución del latin vulgar en la zona comprendida entre la Alta Rioja y La Ribagorza, (Comarca de Huesca), zonas bajo influencia vasca.
Dentro de los elementos prerromanos el componente celta del actual aragonés es minoritario respecto al vasco, y en ocasiones se remonta al gálico en vez de al celtíberico: bruco, (brezo), arañón, (endrino), artica, borda, (cuadra), garmo, (pradera en la montaña), garra.
En fonética el aragonés suele ser, al igual que las demás lenguas romances minoritarias peninsulares, más conservador que el castellano
En fonetica el aragonés conserva la F inicial latina: feito, falz, farina, por hecho, haz, harina.
Conserva las sordas intervocálicas latinas P, T y K, hecho en relación con el vasco: rete, pescatero, melico, forato, capuzar, (red, pescadero, ombligo, agujero, sumergir), el castellano convierte estas sordas en sonoras: b, d, y g.
El grupo latino -LY- da -ll-: fillo de filius y san millán de SANCTUS EMILIANUS. El castellano convierte -LY- en j: hijo.
El riojano precastellano:
Las Glosas Emilianenses de San Millan de la Cogolla no están escritas en castellano sino en navarroaragónes, en su variedad riojana. La Rioja no fue Castilla durante el S X de las glosas emilianenses, sino que se incorporó a Castilla en el S XI, siglo en el que comienza su castellanización. Las glosas emilianenses muestran algunas evoluciones fonéticas del navarroaragonés, vistas en las palabras: lueco, (luego), get, (es, actual aragonés ye), plicare, feito, que no son propias del castellano, (luego, es, llegar, hecho).
Las glosas silenses imitaron la lengua de las glosas emilianenses.
El navarro:
En el sur y este de navarra se habló navarro durante toda la edad media, alternando con el vasco y con el occitano traido del otro lado del pirineo. Hay un pueblo en navarra de nombre navarroaragonés, (Pueyo), que en castellano habria dado poyo, como derivado de Podium. La palabra Javier es una castellanización de una palabra en navarro, (Xavier), que a su vez se remonta al vasco Etxea Berri, casa nueva. En aragonés dió Xabierre y luego Chabierre.
El alto-aragonés:
El aragonés se sigue hablando en el alto aragón, tercera de las zonas en las que surgió en la alta edad media, pero en vias de desapararición. Hay muchos topónimos prerromanos cuoyo origen se remonta a una lengua del grupo vasco. La sierra de Guara podria venir de gora, arriba. Algunas diferencias en pronunciación y lexico entre el pirineo occidental aragonés y el pirineo oriental aragónes coinciden con la división de la zona entre jacetanos y cerretanos en la antiguedad, pero que podrían deberse a ser dos áreas geográficas e históricas distintas, una que gravita hacia Chaca/Jaca y Navarra y otra que gravita hacia Balbastro y Cataluña. En el occidente dicen pro, baxo, almadía, a ormino, y en oriente prou, baixo, nabata, asobén.
La expansión medieval y su retroceso
La expansión medieval
El navarroaragónes se extendió hacia el sur con la reconquista y repoblación navarra y aragonesa. Se habló un tiempo en el este de Soria, (conviviendo con el castellano), en casi toda la provincia de Zaragoza, en casi todo Teruel, en comarcas del interior de Castellón, (Alto Palancia), y del interior de Valencia, (Canal de Navarrés con Enguera como capital, zona repoblada con navarros). En la costa de Valencia se impuso el catalán, traido por repobladores catalanes, de los que descienden buena parte de los valencianos. También hubo enclaves de lengua aragonesa en el reino de Murcia. El aragonés de los repobladores estuvo en contacto con lenguas parecidas de otros repobladores y con el románce de los mozárabes y muladíes nativos. Según la visión tradicional de los que opinan que el aragonés no es una lengua, esto hizo que perdiera muchos rasgos genuinos y facilitase su castellanización posterior. Ciertamente algo pudo pasar, (como se ha visto con sonorización de las sordas intervocálicas en la época de Alfonso el batallador I), pero en menor grado de lo que se piensan, ya que el mozárabe del valle del Ebro era similar al navarroaragonés, (cuando no una rama de éste), y la mayor parte de los repobladores no aragoneses eran occitanos y catalanes, que no harían sino alejar al aragonés del castellano. Los residuos de aragonés que encontramos en Teruel y Zaragoza son coincidentes con lo que se habla en huesca, y abundan los casos de conservación de palabras que se dan en aragonés, y también en occitano y catalán, y esto implica que el aragonés que se habló en el centro y sur era más o menos el mismo que el que se hablaba en Huesca fuera de los valles altos, (donde la lengua evolucionaba a un dialecto concreto por valle).
El retroceso.
A partir del S XV, con la llegada de la dinastia castellana TrastaMara a Aragón, la lengua aragonesa comienza a ser sustituida por el castellano en Navarra y Aragón, proceso que continua hoy en el norte de Aragón. Primeramente se castellanizó la corte, luego las clases altas de las ciudades grandes del centro, (Zaragoza), y este, seguidamente las clases populares del centro, este, sur, y zonas más llanas y mejor comunicadas. En el S XVI aún hablaban aragonés los moriscos aragoneses de la zona del Jalón, (Calatayud), y se estaban castellanizando.En el S XIX todavía se hablaba aragonés en casi toda la provincia de Huesca, (excepto en la franja oriental), y zonas limítrofes de Zaragoza. El área de distribución se ha reducido drásticamente y se ha cuarteado en los años 50 y 60, cuando ha dejado de ser enseñado y transmitido a las nuevas generaciones en el 80 % del poco territorio que quedaba. En pocos valles como Echo o Chistau es posible encontrar niños que hablen aragonés, y, además estós últimos reductos están inconexos.
Restos.
Palabras que el castellano general ha tomado del aragonés son:
fajo, faja, pleito, sisallo, chepa y boina, que en castellano darían o habrían dado haz(o), haza, plecho, sisajo, giba, y ?. En zonas donde se habló aragónes hay muchos muchos más restos lexicos, y esporádicamente podemos ver topónimos como el nombre Valdefierro de un barrio de Zaragoza, lo cual tampoco es tan frecuente, ya que la mayoría de la toponimia romance en Zaragoza y Teruel, es mozárabe, (de hecho tanto la ciudad de Zaragoza como la de Teruel son formas mozárabes). Esta toponimia mozárabe fue poco modificada por la etapa en la que se habló aragonés, y luego frecuentemente los topónimos, fueran mozárabes o aragoneses se castellanizaron. Muchos de los topónimos que acaban en -E actualmente como Castellote, Tauste y Caspe, (de Qsp en árabe), Jarque, (xarq en árabe), en Zaragoza, carecían de E final en cuando se hablaba aragonés.
Más informacióen en: http://groups.msn.com/TierrasdelEbro/lenguas.msnw
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