Autor: Rafael Méndez.EL País.
domingo, 15 de enero de 2006
Sección: Artículos generales
Información publicada por: eyna


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Proyecto Leyendas Vivas

Proyecto Arboles,Leyendas Vivas.

Catálogo de ejemplares únicos,por tamaño,historia y belleza

Proyecto Arboles,Leyendas Vivas.

Protección para los árboles únicos y milenarios

La Ley de Biodiversidad impedirá talar o dañar los ejemplares de más edad y tamaño hasta ahora desamparados

RAFAEL MÉNDEZ - Madrid

EL PAÍS - Sociedad - 09-01-2006
Cuando Cristóbal Colón partió hacia América, muchos de estos árboles ya eran adultos. Sus ramas crecen y sus raíces se arraigan desde hace siglos. Son árboles únicos, por su tamaño, historia y belleza. Pero no tienen ninguna protección. Talarlos o dañarlos no tiene ningún castigo, como denunciaron los investigadores del proyecto Leyendas vivas, que durante tres años han recorrido toda España y catalogado ejemplares únicos. La ley de Biodiversidad que prepara el Ministerio de Medio Ambiente protegerá estos árboles, según el borrador que el ministerio ha enviado a las comunidades.

El Pino del Galapán, en Santiago de la Espada, Jaén, tiene 39 metros de alto, la altura de un edificio de 10 pisos. Está coronado por una copa de 18,25 metros de diámetro y su tronco mide 5,40 metros. Pese a que tiene unos 420 años, no es de los más viejos. "Hemos catalogado árboles milenarios. Auténticas bellezas escondidas", explica la directora del proyecto Leyendas vivas, Susana Domínguez Lerena. Ella y el fotógrafo Ezequiel Martínez, con financiación de la Obra Social de Caja Madrid, la Fundación Biodiversidad y Repsol han puesto la semilla para proteger estos árboles.

Domínguez Lerena trabajaba en el Ministerio de Medio Ambiente cuando comenzó, por afición, a buscar árboles únicos. Después consiguió financiación y se profesionalizó. Hoy un equipo de 10 personas, historiadores, documentalistas, fotógrafos y biólogos, recibe todo tipo avisos sobre árboles únicos en la web www.leyendasvivas.com, y han recopilado los 264 más representativos en el libro Árboles, leyendas vivas, aunque es difícil encontrar ya un ejemplar.

"Preguntando a los guardas forestales, a los ayuntamientos y con el inventario forestal español comenzamos la búsqueda. Cuando veíamos un ejemplar muy grande o con una forma peculiar lo catalogábamos", explica Domínguez Lerena. Si el árbol estaba en buen estado, con una especie de barrena extraían una mínima sección del tronco y contaban los anillos. Si por el estado del árbol no era recomendable tocar la madera, la edad se calculaba teniendo en cuenta el crecimiento anual en esa zona. Así estimaron que el magnífico Encino de Tres Patas de Mendaza (Navarra) tiene entre 800 y 1.000 años. El árbol tiene un tronco de 7,7 metros de diámetro (un tamaño descomunal para una encina y más en una zona tan fría) y está hueco en la base.

Para paliar esta situación, el anteproyecto de Ley del Patrimonio Natural y la Biodiversidad crea el "catálogo nacional de árboles singulares". Se trata de un catálogo con los árboles que propongan las autonomías y a los que "no se les podrá infligir ningún tipo de daño, ni se podrá alterar su entorno inmediato, ni llevar a cabo podas o tratamientos fitosanitarios sin autorización". Los propietarios de estos árboles, sea un particular o un ayuntamiento, recibirán "una subvención económica" si el árbol necesita tareas de mantenimiento o mejora.





Un roble de siete siglos

El roble Valentín, es uno de los mejores ejemplos de leyenda viva. Los investigadores aseguran que en el siglo XII tomó su nombre de la influyente familia leonesa apellidada Valentín, descendiente del pontífice san Valentiniano. El roble (Quercus robur) está en Tineo (Asturias) y tiene 10,5 metros de perímetro del tronco y 17 metros de diámetro en la copa. El Principado de Asturias lo ha catalogado como monumento natural. Tiene entre 750 y 850 años, y bajo él se refugiaban los peregrinos camino de Santiago. Manuel Velasco, vecino de Tineo, explicó a los autores del libro Leyendas vivas: "Las hojas de este carbayo tienen el tiempo marcado en ellas, como las arrugas del rostro de un anciano".






Un castaño santo

El Castaño Santo es uno de los árboles más espectaculares que hay en España. Este árbol escondido en Istán (Málaga) tiene unos 700 años, unas raíces descalzas que parecen pies, y tres enormes brazos que nacen del tronco, de 13,95 metros de diámetro. La copa, con seis grandes ramas, tiene 25,5 metros de diámetro. El castaño fue testigo de la rebelión de los moriscos de 1568, en el Pico de las Armas, a escasa distancia. La leyenda cuenta que antes de la batalla final, en 1570, Ponce de León celebró una gran misa bajo el castaño antes de atacar. De ahí el sobrenombre de santo. Sin embargo, este ejemplar de Castanea sativa no tiene ninguna protección.






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Más informacióen en: http://www.leyendasvivas.com/


Comentarios

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  1. #1 Cierzo 16 de ene. 2006

    He colocado este comentario esta mañana en el x-presate pero creo que aquí tampoco esta mal. Interesante proyecto.


    "Querqus"
    Para darte la bienvenida Kaerkes, para contrarrestar las malas noticias sobre la película “Anibal” y para que no perdáis la fe en el cine, si no en la industria cinematográfica, os pongo la noticia de un cortometraje que se está rodando ahora y que creo será interesante.


    “La presencia muda de un roble atravesado por las estaciones cambiantes del año y por cinco secuencias de la actividad humana desde la Prehistoria hasta hoy conforman Quercus , un cortometraje en 35 milímetros, de diez minutos, con el que se estrena tras la cáMara Javier Hernández, un estudioso del cine ligado a Zaragoza y profesor titular en la Universidad Europea de Madrid. El corto ha sido producido por Luis Ramírez Producciones Cinematográficas.
    En Quercus se propone "dejar de dar vueltas a las consecuencias de la deforestación, el cambio climático y las catástrofes naturales, para ir a la raíz y explorar la génesis de lo que nos está pasando". Javier Hernández encontró una localización en Rascafría, en la Sierra de Madrid, para rodar todo el año (invierno, primavera, verano...) "Fue muy complicado el casting de árboles", ironiza, hasta que halló "un ejemplar centenario, con un entorno accesible y que tuviera como fondo unas montañas".
    En ese paisaje nevado comienza el filme: unos cazadores prehistóricos hacen una hoguera para asar unos conejos que han cazado y un jefe inicia con ellos un rito frente al sol poniente. En el Paleolítico, la Naturaleza era un todo con el hombre que sobrevivía inmerso en ella: "Ni siquiera había tecnología para depredar", declara el autor.
    La segunda escena muestra un atardecer de fiesta de unos indígenas celtíberos (finales del siglo III a. C, próxima ya la llegada de los romanos) en torno del roble aderezado de exvotos, muérdago, estatuillas antropomorfas, calaveras y ramos. Celebran la llegada de la primavera. "Fue una etapa de equilibrio y armonía con la Naturaleza, a la que se respetaba dándole un contenido religioso", afirma Javier Hernández, quien ha trabajado como experto en el programa Celtiberia, financiado por los planes Leader europeos.
    "Roma comienza a actuar sobre el entorno natural: Un bosque empieza a verse como un potencial campo de trigo que va a dar 24.000 fanegas", dice Hernández. Y en Quercus muestra a un centurión romano que corrige el trazado de acueducto dibujado por un ingeniero y manda al leñador que corte un roble de forma innecesaria. Los diálogos son escasísimos y en latín, como antes había sonado la fonética celtíbera.
    La Edad Media profundiza esa depredación iniciada por Roma. En Castilla gobierna La Mesta y su comercio de lana. Los bosques se talan. Comienzos del siglo XII: un labrador musulmán muere a manos de un guerrero cristiano en la película. Pardas dehesas invadidas por rebaños de merinas que pastan. Sus esquilas se mezclan con el ruido de las sierras que dejan el paisaje convertido en desolados páramos.
    La última escena de Quercus se desarrolla en el entorno del roble una tarde estival. Un letrero indica que se trata de un Parque Natural . Dos grandes coches 4x4 irrumpen y erosionan el terreno con llamativos giros. Suena música máquina .
    Tres chicos y dos chicas jóvenes bailan, juegan al tenis, a los dardos y fuman junto al árbol en medio de un pic-nic ruidoso. Se hacen una foto y luego, la foto del roble aparece como portada de un folleto. "Esta es la etapa más cínica --señala Javier Hernández--, "sabemos que nos hemos pasado y en lugar de fomentar una relación respetuosa con la naturaleza, la convertimos en parque temático", lo que supone, a juicio del autor, "una depredación más políticamente correcta".
    El planteamiento fílmico es muy dinámico. El árbol es el dominante en las escenas. Apenas hay diálogos, sino parlamentos en celtíbero, en latín o en árabe. Pocas palabras ante tanta elocuencia.”


    http://www.elperiodicodearagon.com/noticias/noticia.asp?pkid=225902

  2. Hay 1 comentarios.
    1

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