Autor: Onnega
viernes, 27 de enero de 2006
Sección: Toponimia
Información publicada por: Onnega
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Arrugia
Hidronimia
Según Corominas arroyo es palabra de origen prerromano y sería (ya que no está documentado) el masculino correspondiente a ARRUGIA, que Plinio http://penelope.uchicago.edu/Thayer/L/Roman/Texts/Pliny_the_Elder/33*.html
recogió en Hispania en el sentido de “galería de mina”. Corominas vincula ambos términos teniendo en cuenta que estas galerías eran canales artificiales por los que circulaba el agua. Dado que no conocemos la palabra original, sólo su versión latinizada, deberemos considerar ésta como una aproximación. Así mismo, analizaremos la propuesta de Corominas, para comprobar si efectivamente existió este doble significado: por un lado hidrónimo (torrente), por otro sistema de extracción mediante galerías por las que circula el agua.
Por aféresis de la primera sílaba *rugio y distintas evoluciones del grupo g + yod se obtienen las variantes palatales royo (aceptada como variante) / rollo / roxo > roso / rozo / rojo, presentes en la hidronimia peninsular (pero no aceptadas por los hispanistas como “arroyos”). El étimo no era exclusivo de Hispania ya que sus descendientes se encuentran también en Francia, Suiza, Italia, Gran Bretaña, etc.
A continuación presentamos únicamente aquellas ocurrencias con claro valor hidronímico en contextos redundantes, con val, rambla, río, arroyo, barranco, riba, etc.; se proporcionan también las ocurrencias en femenino derivadas de *rugia (no aceptadas), y las que presentan cierre o inflexion de la u abierta (no aceptadas), que pasa a u cerrada en lugar de evolucionar a o.
Royo: Rambla del Royo (Albacete), Royuela de Río Franco (Burgos), Arroyo de Royuelos (León), Ruyales del Agua (Burgos), Río Ruyales (Burgos), Ribarroya (Soria), Arroyo de Vegarroyo (Burgos), Riva Ruuia (1352, Merindad de Saldaña), Royo Frío (Cuenca), Fleuve Roya (Alpes Marítimos). Como dije con anterioridad las variantes femeninas Roya y las que presentan inflexión Ruya / Ruyales no son consideradas por los hispanistas, que insisten en que provienen del latín rubeus (color rojo).
Rollo: Arroyo del Rollo (Jaén), Arroyo del Rolloso (Salamanca). Se trata del fenómeno del lleísmo, bien conocido y que aquí provoca una etimología popular con los rollos o cantos rodados del río. Aunque es posible que el nombre rollo aplicado a los cantos rodados surja por metonimia del étimo *(a)rugio (torrentera en la que abundan dichos cantos).
Roxo: O Roxo Seco (Trabada, Lugo). En el Occidente la solución palatal de g + yod ha sido este sonido fricativo palatal sordo, y el término completo es arroxo.
Roso: Arroyo de la Rosa (Toledo), Río de Rosales (Granada: compárese con Ruyales), Arroyo de Rosal Madroño (Badajoz), Val do Rosal (Pontevedra).
Rozo: Arroyo del Rozalejo (Sevilla).
Rojo: Arroyo del Rojo (Cuenca), Arroyo Rojuelo (afl. del Tiétar: compárese con Royuelos).
En francés actual ruisseau y rus (tipos de cursos de agua) parecen emparentados con *arrugio. Fonéticamente es posible que el grupo g + yod evolucione hacia un sonido palatal que deviene en una sibilante más o menos apical (lo vimos en Hispania y lo veremos en Italia), y la aféresis de la primera sílaba habría sido fenómeno de amplia difusión (Fleuve Roya). Ruisseau fue forma llana [rúsho] ya que tenemos rus apocopado (el final no se hubiese perdido si fuese tónico). De este modo el parecido con los peninsulares royo / roxo es más evidente. Ruisseau es forma con inflexión, pero también hubo, aunque no consiguió estandarizarse, una forma sin inflexionar como el citado Fleuve Roya.
La forma apocopada francesa rus nos da pie a hablar de otras formas apocopadas. En primer lugar destacamos el Río Rus (Cuenca) y Cabezadas de Valderrús (Jaén).
Como formas apocopadas de royo / ruyo tenemos roy / ruy:
-Ruiforco de Torío (León)
-Lagunas de Ruidera (entre Ciudad Real y Albacete)
-Ruiloba (Cantabria)
-Ribarrouy (Bearn, Francia): compárese con Riva Ruui(a), no es coherente que éste sea un “rubeus” y aquel un “arrouy” = désigne un ruisseau le plus souvent destiné à l'arrosage. Le terme a été latinisé en arrugia, mais il semble avoir une origine basque ou ibère. On trouve l'équivalent en Espagne avec le nom Arroyo
-Arrouy (pico y lago de los Pirineos)
Tal vez no quede muy claro el contexto hidronímico del primero, pero “forco” nos remite a una confluencia de ríos. Respecto a Ruiloba adelanto que “loba” es hidrónimo paleoeuropeo que trataré en un apartado distinto.
La forma Arrouy de los Pirineos podría explicar los numerosos topónimos arrobi / arrubi / arrobia / arrubia de Navarra, muchos de ellos fuentes, regachos y regatas (v. Base de Datos de Toponimia Oficial http://toponimianavarra.tracasa.es/base.aspx?lang=cas). De ella deducimos un étimo *arrou(g)io / *arrou(g)ia, con diptongo ou latinizado por Plinio como u (arrugia). La forma arrouy también ha originado el significado euskera de “cantera”, (h)arrobi-a, nada sorprendente si recordamos que arrou(g)ia ya se relacionaba con la extracción de mineral hace, como mínimo, dos milenios. Esta evolución arrouy > (a)rubi, con consonantización de la wau, debió ser común a una amplia zona: Monterrubio (Burgos, Badajoz, etc.).
a) Mantenimiento del diptongo: Arrouy.
b) Cierre del diptongo: (a)ruuio > (a)rubio (con consonantización de la wau: Arovia, hoy Arrobia en Lumbier) / ruyo (con asimilación de la wau a la vocal precedente). Ruuiales aparece en el Fuero de Lerma y es origen de toponimia tipo Ruyales o bien Rubiales.
c) Posibilidad de que este diptongo ou remita a un primitivo au: Arauzuelo de Arauz de Salce (Burgos) sería un “arroyuelo de arroyo de Salce”. Según Bascuas hay “una tendencia al uso del diminutivo como denominación del curso alto de los ríos”, tendencia que nos pone sobre la pista de que Arauzuelo es hidrónimo. Como claro hidrónimo menciona valle de Araugio (1024, Lobios, Orense), muy alejado del área de influencia euskera, lo que impide cualquier interpretación desde el euskera moderno (v. por ej. Pidal con su “ara + otz” = llano frío). El actual río Aranzuelo presenta nasalización del grupo au > an, dicha nasalización aparece también en otras ocasiones (sauto > santo / soto).
En Valais y Vallée d´Aoste se conservan reuse, ruise, rouisa, roesa, rosa con el significado de «torrent issu d´un glacier, ou le glacier lui-même»: Reuse de Saleina (torrente afluente de la Dranse de Ferret, Val Ferret), Mont-Rose (pico de 4634 m en los Alpes Pennines). Nada que ver con el color « rosa » o la flor que sugieren a primera vista nuestros Arroyos de la Rosa. Se pueden contrastar también el Mont-Rose glaciar con nuestros Monroy / Monterroso / Monterrubio. Destaco que, entonces, no se trata de un auténtico hidrónimo, sino más bien de un hidro-orónimo pues tanto hace referencia al glaciar de montaña (de ahí los abundantes Mont-Rose) como a sus avenidas (torrentes).
Al decidirnos por uno de estos significados cuando analicemos la toponimia también deberemos contemplar la posibilidad de que se haga referencia a un yacimiento de mineral (cantera o mina: arrobia / arru(g)ia, pero también roza, así como el resto de las variantes que hemos visto para la hidronimia). Por ejemplo las minas auríferas hispanas de Monterroso en Cangas del Narcea, las de Roza de Herrerías (Almería), las de plata en Arraus (Gaud, Francia), las de Clue du Roua (Alpes Marítimos) “où l'extraction du cuivre remonte à l'âge de bronze” o las de Harrow Hill (http://www.homeusers.prestel.co.uk/aspen/sussex/harrowhill.html) que datan del Neolítico y constan de galerías para la extracción de pedernal: “The first excavations in flint mines […] were by a Mr. Collyer (Curwen & Curwen 1922 p.31), who found puddled clay at the top of three shafts along with water snails, which suggest they were filled with water at some point”. Es muy interesante que en Harrow ( = harrobia, prescindiendo de la terminación) se encuentren también técnicas extractivas de galería y agua desde el Neolítico.
Antes hemos formulado la posibilidad de un étimo *arrau(g)io / *arrau(g)ia, con diptongo au, cuyo cierre en ou es sobradamente conocido. La Ría de Arousa (Pontevedra) aparece como Arauza en 899 y ya como Arouza en 1142.
En la zona de Neuchâtel cursos de agua y lugares próximos al lago glaciar se mencionan como Areuse, Orousa, Oruse, Arosa, Arousa, Aurusa, Aurosa, Arouse, Areuse, Ourouse, Reuza, Orose, La Reuse, Creuse (cr = representación de la vibrante velar, v. Creuse, afluente del Vienne en Francia). Son ejemplos muy interesantes porque muestran la equivalencia total entre reuse (torrente glaciar) y la forma plena arousa.
El clima glaciar se ha mantenido en Suiza (Neuchâtel) invariable, en Galicia no, pero sabemos que las rías gallegas son de origen glaciar: hace 50000 años la última glaciación, Würm, socavó (demolió, erosionó; compárese con el método minero de la arrugia) el cauce de los ríos; con posterioridad al subir el nivel del mar con el deshielo holocénico el cauce se llena en su entrada con agua de mar. Afortunadamente uno de estos ríos conserva todavía el nombre original que remite a su origen glaciar, como en Suiza o Italia (Valle Arroscia, Alpes). ¿Tal vez es mejor ignorar el origen glaciar de las rías gallegas para no proponer fechas tan antiguas? Creo que por lo menos deberíamos intentar buscar una explicación a este hecho: un mismo topónimo para un mismo referente en un mismo estadio climático, y luego solucionar el problema de su mantenimiento durante miles de años (transmisión oral, inmutabilidad de la toponimia, refuerzo de la misma por lexicalización y éxito del término, refuerzo por etimología popular: v. p. ej. el Río Los Arroces, en Asturias, cerca de Caleao). Pero el problema principal que surge con esta propuesta es que se cree que la especie humana que habitaba Europa hace 50000 años se extinguió. ¿Cómo se puede mantener un término sin sus hablantes? Tal vez, si algún día llegan a probarse ideas semejantes, debamos reconsiderar la supuesta extinción de la especie humana Neandertal.
Pont d’Arros (Lleida), Los Caños de Arroz (1710, Etayo, Navarra: hoy Arroa), Fuente de Arroa y Acequia de Arroa (ib.), Arrobeguia (Ochagavía, Navarra), Arrozubia (Bera de Bidasoa, Navarra: hoy Arrozibia), Arrugialde (Améscoa Baja, Navarra), arro / arru = barranco en euskera. Para estas ocurrencias euskeras observamos que, además de conservar el idioma un arro / arru nombre común con sentido hidronímico, los contextos inciden en este sentido: caños, fuente, acequia, beguia (probablemente evolución del prerromano baika = vega, reinterpretado como eusk. begui-a = ojo), (z)ubia (probablemente el euskera zubi-a = puente, o bien el prerromano ibea = orilla). En Arrugialde se conserva el término completo que documenta Plinio (arrugia). En Francia: Riviere d’Arroux (Borgoña).
En otras partes de la Península las formas ro- / ru- y el euskera arro deben considerarse formas hiperreducidas de (a)roy y (a)ruy: Roiriz (Allariz, Pontevedra: forma tautológica en que roy se superpone al hidrónimo *riz) / Rorís (varios en Galicia) / Rodiz (afluente del Eo) con pronunciación de r como [d], fenómeno común al vasco. Huelga decir que etimologías poco acertadas vinculan estos hidrónimos con el nombre germano Rodericus y sus diminutivos Ruy / Roy.
Ejemplos de documentación antigua podrían ser:
-Flumen Rubricatum (Plinio): hidrónimo tautológico *row-regato latinizado en Rubricatum, lo que demuestra que durante la romanización de la Península el estadio apocopado ya era un hecho constatado.
-Posiblemente también el Rubicon sea un derivado de la variante *rouy > ruwi que detectábamos en la zona pirenaica, Navarra, etc: Riera de Rubí (afl. del Llobregat), Font-Rubí (Barcelona).
-Arrubium (actual Macin en Rumanía).
En Italia las variantes para roggia (arroyo) son: Roggiziol, Rogazol, Ruiale, Roiale, Rojale, Roiatta, Ruia, Roiam, Roya, Roiata, Roia, Roiada. Pero incomprensiblemente en Léxico Hispano Primitivo encontramos las ocurrencias ripa roya y monte roio bajo la entrada royo (< del lat. rubeo). En Friulano: Aroes / roes / rois.
En Gran Bretaña tenemos el River Arrow (Warwickshire), que les recuerda a una flecha, pero podrían no andar muy desencaminados (v. las evoluciones semánticas en paralelo arrow = flecha / lanzar, y arrojar = lanzar, porque veo imposible que arrojar (lanzar, vomitar) venga de un supuesto latín vulgar *rotulare (rodar) si tenemos documentado un hispano arrugia del que puede derivar por metonimia, lo mismo que arrollar. Como las islas estuvieron despobladas durante las glaciaciones y su último repoblamiento definitivo fue hace unos 13000 años, podríamos suponer unos repobladores continentales que ya llevaban el término desdoblado en dos significados (hidro-oronímico y de acción), significados que perviven en el continente de donde partieron.
Algunas posibles ocurrencias incómodas: Al Aaroui es un valle de Marruecos (Nador), el río Ruja (Latvia) da nombre a la ciudad de Rujiena
Algo sobre formaciones metafóricas: el ruuio metal toma su nombre del método de extracción. Cualquier mineral extraído por este sistema podría ser ruuio, pero el metal por excelencia era el oro, y la frase ruuio metal comenzó a especializarse para designarlo. Con posterioridad, debido a un fenómeno de metonimia o sinécdoque, pasó a designar la característica principal, el color del oro. Estos tropos, difíciles de comprender en teoría, funcionan en la práctica sin esfuerzo alguno por parte del hablante. En el caso que analizamos el nombre de un material restringe su significado para designar la característica más llamativa del material, su color. Tenemos ejemplos en este sentido: la púrpura era en origen un molusco del cual se extraía una sustancia caracterizada por un vivo color granate-violáceo, hoy púrpura hace referencia sólo a ese color. “Hay también palabras verdaderamente comunes y antiguas, esto es, paleolíticas, que deben de haber seguido su natural evolución semántica ―tan habitualmente metonímica― en muchas lenguas” (X Ballester, en www.continuitas.com/una_lengua.pdf).
Más léxico especializado relacionado:
- Arruga y ruga (lat.): en virtud del parecido formal a diferente escala entre las torrenteras (grietas) y las arrugas de la piel.
- Rocha (gal.) y roca: definidos como prerromanos, tienen una relación evidente con el método de extracción, con las torrenteras pedregosas, y los minerales en general.
- Ruga (calle, en varias lenguas italianas) y rúa: la idea de camino surge de restringir la función (torrentera = camino de agua > camino).
- Harrobia, arrugia, roza: en sentido de galería de mina y por extensión la propia mina.
- Rozar: erosionar, abrir canales
- Harrow: arado
Conclusiones:
a) Sin salir del territorio europeo se puede deducir y documentar la existencia de formas lexicalizadas, con la misma estructura fónica y mismo significado, para un mismo referente topográfico: Harrow / harrobia (mina), Reuse / Arousa (glaciar). La arqueología y la geología proporcionan fechas para el referente que son aplicables a los términos que lo designan.
b) La existencia de Arrow (río), arrow (lanzar) y Harrow (antigua mina de pedernal) en una zona poblada a finales de la última glaciación sugiere la implantación de población procedente del continente portando una lengua estructurada de la misma forma: arroyo (río), arrojar (lanzar), (a)rosa (glaciar).
c) Es en la Europa de las glaciaciones donde han tenido que surgir estos términos, que no pueden explicarse por colonización lingüística del continente desde Asia Menor, pues carece de paisajes glaciares.
d) Se hace necesario redefinir el término “indoeuropeo”, así como su origen
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Comentarios
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Estimado y respetable Igmoral,
Ya sabes que no estoy de acuerdo con el uso de tantas estrellitas o asteriscos. Tus hipótesis parecen conteslaciones en este sentido. Y esto se traduce en que apoyas tus hipótesis en un alto porcentaje de palabras inventadas (muchas de ellas incluso inventadas por ti mismo, que no aparecen ni siquiera en otros Libros consagrados de palabras inventadas). De esta forma cualquiera pueda "jugar" a las etmiologías, hacer "malabarismos" con las palabras, para hacerlas encajar donde más les guste. Pero esto no es un método científico, bueno en realidad, toda la lingüística comparativa e histórica no es una ciencia, técnicamente hablando, pues la mayoría de sus postulados se basan en suposiciones (cuando no en asunciones).
Como ya te expliqué en otros mensajes, me complace mucho más los métodos que intentan trabajar solamente con las cognadas, es decir, las reales, las que sí están documentadas. Las reconstruídas solamente deben servir como una especie de ejercicio orientativo, o poco más, pero no pueden usarse para sustentar, apoyar o defender una hipótesis lingüística dada, ya que te gusta tanto desacreditar las leyendas y los mitos antiguos, pues te pongo el mismo ejemplo. Intentar hacer investigación científica con los métodos de filología comparada histórica, a base de constelaciones llena de palabras estrelladas (nunca mejor dicho) es como querer hacer historia científica en base a las historias de Tubal entre otros personajes de los nostoi.
Para mi tiene mucho más valor científico una palabra cognada (real, documentada) que se asemeja en sonido y significado a la anlizada que cien mil palabras llenas de estrellitas, o sea, que cienmil imaginadas.
'Arrugia'. Casi podría pasar como una variante dialectal griega arcaica, comparable con las formas dóricas "exerrua, e[g]ruai, erruêka, y erruka, "flow, run, stream, gush" (river)". (georgeos Díaz-Montexano, 2000)
Saludos...
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