Casi tres décadas después de que empezaran los trabajos arqueológicos en el yacimiento de Contrebia Belaisca (Cabezo de las Minas, Botorrita), la situación del enclave es desoladora. Ni se ha creado un centro de interpretación o museo que explique el yacimiento, ni se han consolidado los vestigios aparecidos en el curso de los trabajos, ni existen publicaciones divulgativas, ni está abierto al público. Además, según la respuesta del Gobierno de Aragón a una pregunta planteada por el diputado del PP José María Moreno, no hay presupuesto asignado a la recuperación del yacimiento en 2004 y, por si fuera poco, buena parte de las actuaciones realizadas en los últimos años son escasas y de nula utilidad. El deterioro avanza irremisible sobre los vestigios.

María Antonia Díaz y Manuel Medrano, los arqueólogos que han dirigido las excavaciones en los últimos años en Contrebia Belaisca, han remitido en los últimos meses dos informes a la Dirección General de Patrimonio de la DGA. En ellos se traza un panorama desolador.

"En estos tres últimos años las actuaciones han sido escasas, de bajo presupuesto y nula utilidad", aseguran. Y a continuación pormenorizan una serie de agresiones al enclave. "Se realizó una limpieza que hace irreconocibles zonas enteras del yacimiento, al eliminar estructuras originales y no reconstruirlas, y que impide la continuación de las excavaciones en varios puntos de interés científico". "En la primavera de 2002 se autorizó que, sobre una parte del yacimiento donde apareció el Tercer Bronce, y que estaba sin excavar, se colocase un suelo de cemento y se plantasen árboles, cuyas raíces destrozarán lo que haya debajo". "Se practicaron varias zanjas en el yacimiento -aseguran más adelante- que se rellenaron con cemento y tubos de plástico, y que afectaron negativamente a estructuras monumentales, como el gran edificio de adobe o la muralla. Estas zanjas y materiales modernos afectan además a zonas sin excavar, como las puertas de acceso a la ciudad, que ya no podrán excavarse mientras eso siga así". "Las obras han provocado el desvío de vertidos de agua pluvial, que han destrozado la torre celtibérica de la muralla que fue excavado en 2000". "Se ha vertido grava sobre partes del yacimiento sin excavar, se ha vallado un corto tramo de foso excavado en 1999, impidiendo que se pueda seguir trabajando en él"... y así a lo largo de más de una docena de folios.

En este contexto, el Gobierno de Aragón ha delimitado el terreno del yacimiento que considera Bien de Interés Cultural (y que incluye la fábrica construida hace unas décadas sobre él), ha anunciado que se creará una comisión para estudiar el estado del enclave y que llevará a la elaboración de un plan integral de restauración y conservación. El arqueólogo Manuel Medrano no sale de su asombro. "No entiendo qué pasa en el yacimiento, es una pena -aseguraba ayer-. El plan director está concluido desde hace tres años, y en él se especifica claramente qué es lo que hay que hacer, y cómo. Lo único que necesita Contrebia Belaisca es financiación para emprender los trabajos. Si se actúa de forma decidida, se podría poner el yacimiento en valor en cuatro o cinco años. Si no se actúa así, será la ruina".