En tiempos ancestrales, la comunicación entre los diferentes castros y ciudades celtibéricas se produciría con señales luminosas producidas con fuego. De esta forma, sería viable la transmisión de mensajes de una forma muy rápida, ya que, habitualmente, no existe ningún castro aislado visualmente del resto.

Proponemos la elección de un día en el calendario (¿San Juan?), en el que todos nos subamos a los castros (cada cual al que le pille más a mano), y, al caer la noche, uno de ellos (el más al norte, al sur, o donde sea), prenda esa señal luminosa, que será vista por otros, los cuales a su vez prenderán la suya, y el mensaje celtibérico se irá extendiendo por toda la celtiberia moderna (hasta donde llegue).

Este proyecto sólo podrá llevarse a cabo si hay suficientes personas dispuestas a realizarlo. Sería necesario elaborar un mapa al objeto de asegurar que la cadena no se romperá.

¡Hay que hacerlo!