Trabajo inédito, investigación exhaustiva sin apenas antecedentes entre la bibliografía regional, aportación y enfoque novedoso al ámbito del patrimonio de la comunidad, una obra del joven historiador Roberto Ontañón Peredo ve la luz estos días con el atractivo de ocuparse de un periodo de la Prehistoria regional «hasta ahora insuficientemente conocido», el Calcolítico. En este sentido, el nuevo estudio de investigación, reelAboración ampliada de la tesis doctoral de su autor, «trata de describir y explicar el proceso histórico acaecido en la Cornisa Cantábrica, entre el Neolítico y la Edad del Bronce».

Este primer estudio «global» sobre el periodo Calcolítico revela cómo «los procesos de transformación socioeconómica que sufrió la región en este periodo son análogos a los registrados en otras regiones peninsulares y europeas mejor estudiadas» y prueban «el tránsito de unas comunidades neolíticas más o menos igualitarias a unos grupos sociales de la edad de Bronce ya jerarquizados». Una evolución que, según Ontañón, se debe al «paso de una sociedad de cazadores a otra campesina, basada en la agricultura y la ganadería».

Bajo el epígrafe de 'Caminos hacia la complejidad: el Calcolítico en la región cantábrica', la investigación que acaba de editar la Universidad de Cantabria a través de su Servicio de Publicaciones, y la Fundación Marcelino Botín, esta profunda incursión en un marco de estudio que se corresponde con una región natural, ha respondido a la «relación tradicional, institucional y fluida» que mantienen la Fundación Botín y la UC y al hecho de que el libro de Ontañón Peredo, becario de la institución, se integra en las «estrategias de formación, investigación y difusión» de esa institución, según explicó su subdirectora, Esperanza Botella.

La obra, ahora editada, surgió con el objetivo esencial de explicar un proceso histórico «a partir de datos arqueológicos, o tecnológicos, entre otros, que aporten información social, como los relativos al hábitat, los módulos funerarios y el arte monumental». Se trata, en definitiva, de una aproximación elAborada dentro de la llamada 'arqueología social' y fundamentada en una «profunda revisión crítica del registro arqueológico cantábrico». Este nuevo estudio, del que se han editado quinientos ejemplares, se ocupa de un periodo que, a juicio de su autor, ha permanecido en la región como «el hermano pobre de la historia en Cantabria».

En este sentido, Roberto Ontañón explicó que además es una época que «no despertaba el interés de los historiadores, siempre mayoritariamente atraidos por el Paleolítico Superior, como es lógico en una comunidad en la que existe Altamira». El libro viene a llenar así un hueco ante la falta de trabajos de investigación sobre una época que abarca de mediados del IV milenio a fines del III antes de Cristo y que supone el inicio del uso del metal. Una de las conclusiones del trabajo se refiere a uno de los cambios fundamentales del Calcolítico, plasmado en el tránsito de «unas comunidades neolíticas poco jerarquizadas a unos grupos sociales de la Edad del Bronce plenamente estratificados».

Evolución

La obra, presentada el 21 de enero por Eduardo Casas, nuevo vicerrector de extensión universitaria de la UC, junto al director del Servicio de Publicaciones de la institución académica, Andrés Hoyo, concluye como tesis esencial la confirmación de que durante el Calcolítico existió una evolución histórica equivalente a la de las regiones vecinas, «aunque existen evidencias de ciertas diferencia en el ritmo y, sobre todo, en la escala del proceso». El autor señaló ayer que «los grupos humanos que habitaron la región en esa etapa de la prehistoria experimentan una evolución económica y social que, a grandes rasgos, puede resumirse en la intensificación de la agricultura y la ganadería, que acaban por suponer el grueso de los modos de aprovechamiento de los recursos naturales, y en el desarrollo de tendencias de cambio social hacia una situación de desigualdad que no se basa ya en diferencias de edad y sexo, sino en cuestiones relacionadas con otras formas de poder». La evolución de los rituales funerarios entre el Neolítico y la Edad del Bronce y el arte monumental de inicios de este período, caso destacado de los ídolos armados del grupo Sejos, «son los testimonios más conspicuos de estos desarrollos sociales». Ontañón aseguró que «la trascendencia de los cambios es muy relevante y puede considerarse la culminación de los procesos de neolitización».

Libro: 'Caminos hacia la complejidad: el Calcolítico en la región cantábrica'

Autor: Roberto Ontañón Peredo.

Perfil: doctor en Historia e investigador de la Universidad de Cantabria dentro del Programa Ramón y Cajal (Ministerio de Ciencia y Tecnología). Centra su actividad en la prehistoria cantábrica y coordina, entre otros proyectos, las excavaciones en el complejo arqueológico de La Garma.

Contenido: Describe y explica el proceso histórico acaecido en la Cornisa Cantábrica entre el Neolítico y la Edad del Bronce.

Prólogo de: La investigadora del CSIC María Isabel Martínez Navarrete.

Hipótesis: En Cantabria se desarrollan unos procesos de transformación socioeconómica análogos a los que a lo largo del III milenio antes de Cristo se observan en otras regiones peninsulares y europeas y que suponen el tránsito entre unas comunidades neolíticas si no «igualitarias» al menos no fuertemente jerarquizadas, y unos grupos sociales de la Edad del Bronce ya plenamente estratificados.