Autor: lapurdi
viernes, 20 de abril de 2007
Sección: Artículos generales
Información publicada por: lapurdi


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Todo sobre "todo"

Con la palabra "todo" se hace un estudio comparativo a través de varios idiomas, viendo como, a pesar de las apariencies, muchas lenguas tienen que ver unas con otras. Operando con las variaciones fonética que existen y pudieron hacer cambiar algunas palabras, se puede llegar al conocimiento de cual era la palabra de la que se originaron las otras, la palabra fuente.

Estudio comparativo

La lingüística comparativa, hoy un tanto en desuso, nos puede aportar muchas soluciones, no solo en la lengua o sistema concreto que querramos estudiar, sino también en el estudio de la Lengua, en mayúscula, como capacidad genérica para comunicarse entre los hombres mediante sonidos vocálicos. De hecho las lenguas no existen separadas unas de las otras, hay entre ellas todo tipo de relaciones, influencias, prestamos, etc., y por lo tanto para comprender una lengua hemos de entender otras lenguas y el lugar que ocupa esta con respecto a sus vecinas y lenguas anteriores, con las cuales tuvo que ver en la antigüedad.
Hoy quiero escoger una palabra emblemàtica, que pueda servirnos de hilo conductor, parar hacer un estudio transversal entre diferentes lenguas. Se trata de la palabra “todo”, escogida fundamentalmente para dar a conocer, de paso, las transformaciones fonéticas que un mismo sonido padece o puede padecer. Però dejo para una segunda parte este estudio de los cambios fonéticos, que nos podrá ser muy útil para identificar palabras emparentadas, però que si desconocemos estas transformaciones las veremos como palabras no relacionadas ni entroncadas a una misma raiz.
En primer lugar citaré el nombre de “todo” en diferentes idiomas. Un primer grupo lo conforman los idiomas latinos o romances, ya que parte de una lengua madre: el latín, por lo qual todos los nombres son enormemente parecidos o iguales.
Castellano: todo
Francés: tout
Gallego: todo
Portugués: tudo
Catalán: tot
Occitano: tot
Italiano: tutto
Latín: totus
Parece lógico que todas estas palabras provengan de un solo vocablo latino, “totus”. Però veamos otro grupo que podriamos llamar anglosajón.
Inglés: all
Alemán: alle
Sueco: alle
Su similitud es total, y prescindo de otras palabras que aunque sinónimas a las anteriores en cada una de las lenguas, tienen un parecido muy diferente. Un tercer grupo lo conforman lenguas que, aunque no son de ninguna família lingüística, comparten mínimamente el parecido fonético, a la vez que semàntico lógicamente. Son:
Griego: olo
Bretón: holl
Árabe: kol
Maltés: kollox
Como luego veremos en el apartado de transformación fonética, es fácil que este último grupo este relacionado con el segundo, i de forma un poco más complicada con el primero, el de las lenguas latinas. Para finalizar citaré el vasco, ya que su relación con las otras lenguas citadas anteriorment no solo es possible sino muy probable, aunque el parecido final se aparta, en principio, de los parecidos con otras lenguas.
Vasco: “guzti”, aunque también “oso” y “oro”
Para acabar cito unas cuantas lenguas más donde ya es del todo arriesgado ver parecidos y posibles relaciones con las lenguas anteriores, pero es bueno citarlas por el contraste que dan.
Ruso: bece
Húngaro: minden
Findlandés: kaikki
Japonés: simasu
Chino: chua bu de

2. Concomitancias y parecidos.-

Aunque “al” parece ser una raiz exclusiva de las lenguas anglosajonas, que entre otros significados lo utilizan para el de 'todo', creo que es bueno conocer su existencia en otras lenguas, i partir de esta raiz como punto de arranque u origen explicativo de todas las otras palabras.
Empezando por su antigüedad e importancia por el latín, podemos encontrar en esta lengua muchas palabras que son esta raiz o comparten esta raiz, dentro de lo que podemos llamar como palabra compuesta. Por ejemplo citaré la misma palabra “ala”, con significado por todos los castellanohablantes conocido. “ali-us”, 'otro', con uan “-i-” intermedia que tanto puede ser una referencia al individuo, muchas veces nombrado como “i”, o simplemente una vocal de refuerzo al citarse la raiz casi sola. “Al-ter”, también 'otro', compuesta por dos raices muy claras: “al-”, con el significado genérico que le podemos dar de 'ejemplar, unidad, de una série de individuos iguales que forman un todo', y la raiz “-ter”, que comparte terminación con muchas palabras que nombran parentesco: “ma-ter”, “pa-ter”, “fra-ter”,... “Ali-enus”, 'de otro', con la misma raiz y un genitivo antiguo, igual que el vasco actual, en -en, y, por lo tanto, con un significado clarísimo 'de otro'. “Al-bus”, 'blanco', que toma su nombre tambien de la raiz “al-”, con un significado sinónimo al anterior però que podriamos concretarlo en 'lado', y una “-b-” que significa siempre 'separación'. Es decir, “al-bus”, significaria, mejor que blanco, 'la separación del lado', y aquí nos debemos referir al lado del dia, como momento en que se inicia el dia, y que por efecto de los primeros rallos solares el cielo adquiere un color blanquecino, alejado del gris nocturo, però aun no azul del pleno dia. “Ali-qui”, 'algo, un', compuesto por “ali-” más “qu”, propio de 'aquello que se extrae'. Para acabar otra palabra que ha dado muchas otras palabras latinas relacionada, se trata de “alo”, 'nutrir, criar', de la qual derivan palabras como “alumno” o “alimento”. El “alo” se refiere al lado o busto femenino, como si de una ala o aleta se tratara, però con una propiedad evidente de alimento, de leche para el crio.
Estas palabras latinas, cuya base seria la raiz “al-”, también las encontramos i en abundancia en otras lenguas, de las cuales solo expondré dos de bien distantes: el griego y el vasco. En griego encontramos:
All-os: uno, otro
Alla-os: de otra manera
Alla: però, hala, venga (exclamaciones)
En vasco tenemos:
Al-de: al lado, a favor
Al-bo: lado, flanco
Ala-tu: pacer
Ale: grano, unidad
Al-tzo: pecho, seno

Transformaciones fonéticas


Si miramos lenguas hermanas, como las latinas que tanto conocemos, i comparamos, por ejemplo, el francés, el castellano, el catalán, el portugués, etc., veremos que la raiz “al” de muchas palabras en algunas lenguas i palabras se transforma en “au”. Es una sonorización o vocalización de la “l” bastante habitual en todas las lenguas latinas, però especialmente en el francés. Es evidene que del latino “alter”, se formaron el catalan “altre”, el francés “autre”, el portugués “outro”, i el castellano “otro”. Sin embargo el castellano mantiene “al-guien”, cuando el francés lo transforma en “au-cun”. La contracción de la preposición “a” más el articulo determinado (al, a la), el francés lo evoluciona a “au”, con un sonido /o/. Los casos en que este sonido se disimila en dos (l/u) no tiene una regla i cuando cabria esperar, por ejemplo, del catalan que no transformara la “l” lo hace en palabras que el francés mantiene sin cambios, como en “albergier”, 'alberge', que en catalán es “aubrecoc”. Palabras que provienen del latin adquieren a veces una forma en “au” como “audio”, 'oir', cuando también tiene formas escritas ya en “o”, como “oreille”, etc. Este fenómeno de la disimilación en torno al sonido “l” se da, también, en otras lenguas no romances, como el griego, el vasco, el árabe i muy probablemente en las lenguas celtas. Así se explica como de uan base “al” estas lenguas dieron como palabra para 'todo', bases en “ol” (olo, oro, hol, holl).
En griego encontramos, ademàs del “olo”, 'todo', ya citado, palabras como “all-os”,'uno, otro', muy probablemente derivadas de la base “al”, que luego originó “olo”, pasando por un intermedio “au(l)”. Quizás fuera el hecho que la raiz “al-” habitualmente estuviera acompañada por otras desinencias o raices, iniciadas quizás por consonante que da a la “l” un sonido implosivo, que a la larga hicera transformarlo hacia la vocal, i que esta por disimilació de la “a-” anterior fuera la vocal cerrada (o/u). Como ejemplo podria citar la palabra griega “aut-os”, 'mismo' però también con un significado de pronombre demostrativo 'este'. Quizás esta transformación fuera debida a la presencia del demostrativo “te”, que habitualemte se añadia al articulo. Así tenemos palabras compuestas por esta raiz en “au-te”, 'por otra parte', “au-tar”, 'però, a pesar de ello', “ou-tos”, “t-ou-tou”, “t-ou-de”, todos ellos 'este'. Encontramos también la misma palabra con “t-au-ta”, 'estos' del neutro plural. Así pues, si damos un pequeño salto más en la transformación fonética, el de “au” a “o”, con lo que nos encontramos con el artículo determinado masculino “o”, 'el', así como el neuto “t-o”, 'lo', i otras palabras como “o-de”, 'este'.
En vasco son muchas las palabras con diptongo inicial “au-” que facilmente podrian ser evolución fonética de la raiz “al-” si podemos deducir su significado derivado de esta raiz. El mismo pronombre demostrativo de cercania “hau”, escrito a veces sin “h”, 'este', podria ser un derivado de “al-”. Del adverbio “al-de”, 'a favor', al lado', que seguramente dió lugar al nombre “t-alde”, 'grupo', por la sonorización que antes citaba se podria haber dado una transformación, paralela a la que se dió en griego, hacia “taute”, i que estas fueran las palabras antecedentes del latín, ya en épocas muy anteriores, con hablas celtas mayoritarias en Europa i un latín aun en fase de formación ( 1.000 a. C.). De “taute”, 'grupo' es evidente que la cercania, tanto fonética como semàntica, a “tot-us”, es pequeñísima. En basco encontramos otras palabras que partiendo de la raiz “al-” han podido evolucionar a “au-”, como por ejemplo “au-zo”, 'vecino', que contiene, además de la razi “au-” un pluralizador en “tz”. Este pluralizador acAbo en sonido /s/ que dió “oso”, 'muy' però también 'todo, entero'. De aquí que la salud, “osa-suna”, sea definida como la 'enteridad, integridad física'. Otro paso no infreqüente pudo ser el del refuerzo de la “o” inicial por medio de la “g-” que más que un prefijo debió ser una consonante proteica. De esta manera la palabra “oso” se transformó en “g-us” más el pluralizador “-ti”, i por lo tanto dio lugar a la otra palabra con el significado de 'todo', “guzti”.
De la transformación de “au” en “o” también puedo señalar un caso ejemplar de la toponimia catalana. Como muchos saben la ciudad de Vic (del latín “vicus”, 'vecindario, vecino') tenia el nombre de “Ausa”, tan parecido al vasco “auzo”, 'vecino'. Con el transcurso del tiempo, no ya el pueblo o ciudad, sino la comarca de la que Vic es capital tomo el nombre de “Oso-na”, es decir, la comarca de “Oso”, la antigua “Auzo”.
Resumiendo podemos ver como la raiz “al”, con el significado genérico de 'lado', 'parte', 'ejemplar', 'unidad', 'miembro', los otros que se integran en un 'todo', fue dando nombre a diversas palabras, con significados no muy diferentes, sino matizadamente distintos. Però el hecho que muchas de las palabras compuestas por “al” evolucionaran fonéticamente dió lugar a palabras con “au” i con “o”. Esta evolución no creo que siguiera una evolución cronológica, aunque si la hubo si que se dió a lo largo del tiempo, como practicamente todo, però no se dió de forma sistemática ni generalizada, por lo que en una misma lengua encontramos palabras formadas con “al” a la vez que “au” o “o”, como es muy claro el griego antiguo en “o”, 'el', “auto”, 'este' i “allos”, 'otro', o el vasco en “o”, morfema del pronombre de tercera persona cuando va pospuesto, o “hau”, 'este' o “alde”, 'al lado' o el mismo castellano en “otro”, “auto” i “alterar”.


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