Autor: silmarillion
domingo, 09 de octubre de 2005
Sección: Artículos generales
Información publicada por: silmarillion
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América, 12 de octubre
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Maldición de Malinche (
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Sucaro10 de oct. 2005Esto está interesante:
http://www.cimacnoticias.com/noticias/03nov/s03111810.html
Lo copio aquí:
Perseguidos y masacrados durante siglos
Olvidó el mundo a los indios de Estados Unidos
Eleazar Salinas cimac | México, DF
El 28 de febrero se cumplieron 30 años de que unos 300 guerreros de la tribu Sioux Oglala ocuparon el histórico lugar de Wounded Knee o Rodilla Herida, ubicado al interior de la reservación de Pine Ridge, en el Estado de Dakota del Sur, demandando la devolución de sus tierras y otras peticiones importantes.
Este lugar fue escenario de una masacre contra indígenas en el invierno de 1890. Tropas de caballería asesinaron a mansalva a varios centenares de ellos, la mayoría ancianos, mujeres y niños.
Por eso en 1973, los 300 guerreros al tomar posesión del lugar, declararon: "Masácrennos otra vez, o atiendan nuestras necesidades humanas".
Fue hasta después de 65 días, cuando se firmó un acuerdo y los indios abandonaron el lugar, sin embargo, las autoridades nunca llevaron a la práctica los compromisos contraídos, por el contrario, apresaron a 117, a los que les fabricaron cargos criminales, entre las condenas hubo hasta la de dos cadenas perpetuas a algunos de sus dirigentes.
Los indios se quejan, nos relata ampliamente Gregorio Selser en su libro La Violación de los Derechos Humanos en Estados Unidos, de haber sufrido un holocausto de siglos.
Precisamente en 1976, cuando el gobierno celebraba 200 años de independencia, se formó un comité de indios para protestar por esas celebraciones, en un comunicado declararon: "200 AÑOS DE VUESTRA MALDITA GLORIA". Al tiempo que desarrollaban la toma simbólica de las oficinas para asuntos indios. Las autoridades, en vez de desarrollar el diálogo con los activistas, efectuaron nuevas aprehensiones, de las cuales se derivaron nuevas condenas.
El calvario de los indios en los Estados Unidos, al igual que el del resto de los indígenas de todo el continente americano, empezó con la llegada de los españoles, la colonización de Norteamérica inició su exterminio, cientos de años después, cuando las burguesías criollas, conquistaron la independencia con respecto a Europa, los gobiernos de las nuevas naciones, acrecentaron su explotación y marginación.
En Estados Unidos los nuevos demócratas en el poder les prohibieron el libre tránsito por el país, concentrándolos en las llamadas reservaciones, que eran en su tiempo las tierras más áridas e inservibles, no útiles para la agricultura y carentes de pastizales para la cría de ganado.
Eran en realidad, campos de concentración, ahí los indios eran mantenidos en un estado de completa sumisión por un cuerpo de soldados. Los indios supieron sobrevivir en esas condiciones, es ilustrativo que les fue otorgada la ciudadanía norteamericana por el Congreso, siglo y medio después de la Declaración de Independencia, en el año 1924.
La Oficina Para Asuntos Indios (Bureau of Indian Affairs, BIA), se ha ocupado de segregarlos, condenarlos al tutelaje perpetuo y usarlos como conejillos de indias para hacer experimentos.
El eminente jurisconsulto William M. Kunstler, declaró : "En una fase de nuestra historia, líderes indios como Toro Sentado, (Sitting Bull o Tatanka Yutanka), Caballo Loco (crazy Horse o Tashunka Witko), de la tribu Lakota Sioux, Gerónimo (Goayathlay) de los Apaches, el Jefe Josheph (Heinmot Tooyalaket) de los Nez Percés, fueron asesinados, sin pretensión alguna de justificarlo legalmente.
Hoy en día, cubriéndose con el manto de la hipocresía, son condenados a una vida infernal con el actuar de jueces prejuiciados, falsificando documentos, escondiendo evidencia exculpatoria y piadosamente. Ya no se ocupan las masacres del siglo XIX al estilo de "Sandy Creek o Wounded Knee". Los tribunales lo hacen mejor y no queda sangre visible".
El dirigente indígena Leonard Peltier, quien ha pasado gran parte de su vida en las prisiones purgando delitos inventados, en una de sus cartas dice: "En el siglo XIX nuestras tierras nos fueron robadas por razones económicas, pues se trataba de tierras ricas y fértiles y en ellas abundaban los pastos, de los que los ávidos colonos blancos querían apoderarse. Se nos dejó lo que a juicio de la sociedad eran las peores tierras”.
“Pese a todo logramos sobrevivir y desafiamos a la sociedad blanca, de pronto adquieren valor nuestras tierras que en otros tiempos se consideraban despreciables. La sociedad blanca quisiera hoy expulsarnos de nuestras reservas, porque bajo los eriales se encuentran yacimientos de petróleo y valiosos minerales”, continúa.
“Mi abuelo y mi padre, lo mismo que muchos antepasados de la población nativa, combatieron en lo que Estados Unidos ha llamado Guerras por la Libertad y la Democracia. Mi padre y los padres de muchos otros indígenas combatieron al lado de esos norteamericanos y regresaron a sus casas heridos y mutilados.
Mi tío, lo mismo que muchos otros Aborígenes de Estados Unidos, sacrificó su vida en estas guerras "por la democracia", mientras que su propio pueblo, al regresar de ellas, era víctima del genocidio y de una despiadada opresión".
Por último, el dirigente indio señala: "Yo Leonard Peltier, hijo de indio Cheppewa y de india Sioux te pregunto, Norteamérica: ¿Se diferencia en algo tu genocidio contra nosotros del genocidio de la Alemania nazi contra el pueblo judío? ¿Será posible que nosotros, hijos de Tunkashila el Gran Misterio, creador de todo y de todos, debemos permanecer cruzados de brazos mientras nos arrebatas lo poco que nos queda, y sigues matándonos y encarcelándonos?"
Los 371 tratados concertados entre las distintas autoridades de Estados Unidos y las tribus indias en los siglos XIX y XX se siguen violando descaradamente, ignorándolos, desdeñándolos o manipulándolos según los intereses coyunturales de individuos y de empresas privadas, y también de los gobiernos en turno, federales o locales.
Los indios americanos, asevera el libro de Selser, sufrieron en los 70's una guerra sucia, comandos terroristas encubiertos por el FBI, asesinaron, solamente de 1973 a 1976, a 342 activistas indígenas.
Reproducimos a continuación, fragmentos de la resolución del Tribunal de Justicia Internacional, publicados en el diario mexicano Uno más Uno, en 1982: "El Tribunal Russell se estremece con las declaraciones de los representantes indígenas de toda América”.
“Es un solo haz de dolor, desesperación, tragedia tan cotidiana como multisecular. No hay país, del llamado Nuevo Mundo, en donde aún existen Aborígenes, que no repita el mismo cuadro de miseria y lento exterminio”.
“Los doce miembros del Jurado pronuncian su veredicto-que solo tiene fuerza moral, no validez jurídica- al cAbo de una semana de tarea, en relación con los crímenes de todo tipo perpetradas contra las etnias Aborígenes, desde el Artico hasta el confín de la Patagonia Argentina y Chilena”.
El gobierno Brasileño es declarado culpable en tres casos, el de Estados Unidos en cuatro, los de Perú y Canadá en dos casos respectivamente, y los de Colombia, Panamá y Guatemala en uno, cada uno.
El Tribunal basa su dictamen de sus expertos juristas en leyes y acuerdos internacionales, tales como la Declaración Internacional de Derechos Humanos, la Convención Americana de derechos Humanos, la Convención Internacional sobre Discriminación Racial y el Acta Final de los Acuerdos de Helsinki.
"Hemos visto atestiguados casos concretos de genocidio y etnocidio", sentencia. Entre los hechos denunciados figuran "matanzas masivas de indígenas, hostigamiento en sus tierras y expulsión de sus territorios históricos, saqueo de sus recursos naturales, extrema explotación de su trabajo y violación de los fundamentos históricos de sus culturas para las cuales la tierra y las criaturas vivientes son sagradas".
Los nativos de estados Unidos, a diferencia de otras minorías, como los afro-americanos o los latinos, no tienen un mes dedicado a recordar y homenajear su herencia cultural. Por el gran significado de su lucha, escogimos el 28 de Febrero para hacer una reflexión en su honor, los originales propietarios de toda América.
Creo que es el momento de recordar que el término "Hispanidad", de hispanitas se usaba ya en época romana, justamente por el calagurritano Quintiliano, y se recuperó en el siglo XVI, aunque en ambos casos, obviamente, sólo para referirse a España.
Cuando se le llenó con el sentido hispano- o iberoamericano, en el siglo XX, se perdió su autoría real, como pasa otras veces cuando lo usan personas más conocidas o de más peso, o en obras mejor divulgadas. Así, se atribuyó a un sacerdote vasco residente en Argentina, Zacarías de Vizcarra (que tuvo que terminar desmintiéndolo formalmente en 1944), al obispo Mnez. Vigil en Covadonga (1901), a Miguel de Unamuno (1909), a Ramiro de Maeztu, al portugués Antonio Sardinha...
J.M. Gª de Tuñón en un artículo en El Catoblepas (http://www.nodulo.org/ec/2004/n031p15.htm) trata de estos temas, y da como válida la afirmación de Vizcarra de que el término aparece por primera vez en el DRAE de 1817.
Pero encuentro que en realidad aparece antes, en el de 1803, y sin nada que ver con la idea comunitaria con América, etc. Curiosamente dice:
"Hispanidad: Lo mismo que hispanismo". Vamos a éste:
"Hispanismo": Modo de hablar peculiar de la lengua española, que se aparta de las reglas de la gramática".
A lo largo de las ediciones del DRAE del ese siglo y parte del XX (doce) se va completando la voz, pero siempre en el mismo sentido: "Hispanidad" es un giro o manera especial de hablar español, hasta la de 1925.
Es en la de 1936 cuando encuentro que, para ese sentido se deja la palabra "hispanismo", y por primera vez se recoge éste para "hispanidad": "Carácter genérico de todos los pueblos de lengua y cultura españolas", y como 2."antiguamente hispanismo". En la edición actual se mantiene igual la primera acepción y está incluída esta segunda: "2. f. Conjunto y comunidad de los pueblos hispánicos."
Parece que el autor de ese nuevo sentido, comunitario con los países hispanoamericanos, debe de haberlo creado o difundido antes de 1936. Parece algo sencillo de comprobar, consultando las fichas de esa palabra en la RAE. Como esto hoy en día está tan facilitado por la prodigiosa lAbor de informatización llevada a cAbo por la RAE, en realidad comprobamos que, según el CORDE, el primer uso que ellos documentan para esta palabra es de 1937, en la obra de un auto argentino, Eduardo Mallea, que escribe: "...Eran la gracia de los que viven en perpetua libertad entre el cielo y la tierra, sin cadenas, sin compromisos, sin miedo. ¿Según el espíritu sajón? No. Sino según el eterno espíritu de la hispanidad; según el sentimiento de eternidad que alienta en el alma original del mundo hispánico. Y ya sabemos que los pueblos son grandes o pequeños en la medida de su propio sentimiento de eternidad. ..."
Pero, como hemos visto, tiene que haberlos anteriores, al menos desde comienzos de siglo. Gª de Tuñón da por aclarado el tema, pero lo que concluye al respecto es esto: "Y volviendo a Miguel de Unamuno es muy posible que el ilustre vasco sea el primero que haya utilizado el vocablo «Hispanidad» en un sentido histórico y cultural «para quien designaba la unidad profunda del mundo hispánico, España y América del Sur. La base de aquella homogeneidad se encontraba, a juicio del pensador vasco, no en la raza, en la religión o en la realidad política, sino en la lengua castellana»; en esa «lenguaje –dice Unamuno– de blancos, y de indios, y de negros, y de mestizos, y de mulatos; lenguaje de cristianos, y de ateos; lenguaje de hombres que viven bajo los más diversos regímenes políticos». De todas las maneras, hay quien también piensa que en ese mismo sentido el primero en utilizar el vocablo «Hispanidad» fue el portugués Antonio Sardinha{10} «precisamente, sí, un portugués, porque Portugal también es 'Hispania', aunque la idea de una comunidad hispánica de cultura se hala ya en autores como Rubén Darío, Santos Chocano o Menéndez Pidal».
Así que me parece que, en cuanto a quién dotó al vocablo ya existente de un significado político-cultural tan distinto del que tenía desde 1803, aún queda para investigar.
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