Autor: Ego
martes, 09 de noviembre de 2004
Sección: Artículos generales
Información publicada por: Ego
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LA ESPADA (A modo de introducción)
Que es...Por qué es...De que es...Como se fabrican...
Que es...
Como instrumento manufacturado que es la espada, resulta muy difícil aproximarse a su génesis y desarrollo omitiendo el contexto humano en el cual se sumerge dicha herramienta. Las armas, como los aperos de labranza, son herramientas, si bien su función es menos productiva y el objeto más funesto. Ello no obvia que existan ejemplares de auténtica artesanía y saber hacer del ser humano. Y como otros instrumentos manufacturados encierra en si misma una pizca de razón universal. No deja de ser curioso que las armas, aun con peculiaridades, se han desarrollado casi idénticas en todas las culturas del mundo, lógicamente echando mano de los materiales a su servicio. En el caso de la espada, el producto base es el metal y curiosamente mango, guarda y filo son características básicas de toda espada desde la Península Ibérica a Japón.
A la hora de determinar la esencia de cualquier herramienta se han de considerar todos los elementos humanos que rodean su fabricación: el contexto histórico y social, el elemento geográfico, la economía y por supuesto la tecnología. Tecnología que casi exclusivamente se aplica a la fabricación de armas con carácter prioritario y me atrevería a lanzar una desgraciada hipótesis indicando que la tecnología a avanzado gracias a la búsqueda de más y mejores armas con un fin dado: la destrucción.
La espada, en si misma, como ya hemos dicho, es una herramienta, pero además muy especializada. A diferencia de, por ejemplo, el hacha, la espada no deriva de ninguna otra herramienta. Esta nace con un único objetivo: eliminar un contrincante.
Por qué es...
Este objetivo tan concreto supone un auténtico problema tecnológico. Un problema en el sentido de que “ese” contrincante, además, pone todo su razón en desarrollar técnicas y objetos de defensa frente a ese arma que pretende eliminarlo. Ello implica un desarrollo continuo del arma, ya no solo en la búsqueda de materiales, sino en la tecnológica de fabricación, morfología del arma y por extensión, técnica de manejo. Como ya se ha indicado en esta web, una falcata, por ejemplo, es muy inadecuada para su uso en formaciones cerradas, pero espectacular en la “guerra de guerrillas” o formaciones abiertas donde prima la esgrima y la técnica de uso frente al combate de posición.
La espada es un arma de metal. En origen el bronce, más tarde el hierro, pero es el acero el material que ha permitido jugar ampliamente con su fabricación. Es sin duda el acero el material más versátil y que mas modelos distintos de espadas ha dado al mundo. Sin duda porque el acero dota a este arma tan específica de las dos propiedades fundamentales de la misma, propiedades, por otro lado, muy simplificadas: Dureza y tenacidad. Decimos simplificadas porque existen otros elementos imprescindibles para dotar a una espada de su uso específico adecuado como por ejemplo, el peso, grosor, longitud, etc. Que dotan a este arma, además, de funciones aun más peculiares: perforar corazas, reventar anillas de maya, tajo, estoque, etc.
La dureza dota a la espada de su capacidad para retener un filo. Un filo que no se elimine rápidamente y que aun con cuidados se perpetúe un tiempo prudencial. También está relacionado con la elasticidad, su capacidad para recuperar la forma ante una desviación de la misma.
Tenacidad es la capacidad de los metales para absorber energía antes de romperse. La capacidad de aguantar impactos y tensiones.
El cristal es duro y además puede doblarse un poco y volver a su forma original. Sin embargo, es poco tenaz, un mero golpe lo hace añicos. Sin embargo, el plástico es tenaz, se puede moldear sin romperse, pero es muy poco duro.
Salta a la vista que con el mismo material, el acero, se buscan características contrapuestas en el mismo arma.
Básicamente se solucionan estos problemas mediante la cantidad de carbono del acero y el tiempo de enfriamiento.
De qué es...
El acero es un compuesto de mucho hierro y poco carbono. Tradicionalmente el acero tenía menos de un uno por ciento de carbono. Por si hay algún químico por aquí, que no se asuste, efectivamente el acero depende de otros elementos aleantes pero para nuestro caso no nos interesa lo más mínimo. La razón radica en que tradicionalmente y fruto de una experiencia transmitida entre maestros armeros se conocía el uso de hierro y carbono nada más, y con el uso de ambos materiales y la técnica para su trabajo se fabricaban las espadas.
A grandes rasgos, con el calentamiento el hierro y el carbono se fusionan y si dejamos que el acero se enfríe lentamente damos tiempo a que el carbono y el hierro se separen de forma ordenada. La idea es calentar el acero hasta que hierro y carbono estén bien mezclados y enfriarlo rápidamente, mediante agua o aceite. De esta manera permitimos que el carbono quede distribuido homogéneamente. Esto es lo que se llama templado. Así el acero queda duro, muy duro, tal vez demasiado. Ahora es muy frágil, no aguantaría tensiones en combate.
Para solucionar este problema volvemos a calentar el acero, a menos temperatura (revenido). El acero pierde dureza pero también fragilidad (alcanzamos la tenacidad).
Como se fabrican...
Sin embargo, sabemos que el filo del arma debe ser duro y el resto del arma tenaz. Los maestros armeros tenían sus truquillos para alcanzar estas características del arma. El “cementado” era la técnica más habitual. Se calentaba el acero de nuevo en recipientes cerrados con materia orgánica. Esto proporcionaba más cantidad de carbono. Si se hacía antes del templado se conseguía más dureza en la parte externa del arma, manteniendo la tenacidad del cuerpo lo que permitía desarrollar filos más duros y un arma menos frágil.
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Comentarios
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Hannon, lo de los celtas lo leí en la “La aventura de la historia” que además aun poseo y acAbo de comprobarlo, no se si estarán en lo cierto o no pero lo mencionan. En cuanto a los Hastati y Princeps se puede decir que son lo predecesores de los legionarios, su método de combate es el mismo, solo que los Princeps son veteranos y llevan mejor armadura. Los Triarios son lanceros, así que el uso de la espada en este caso Será muy limitado, además hay que tener en cuanta que era la ultima línea, o que en todos caso protegían los flancos contra la caballería. En cuanto a las bajas por proyectiles, no se si serian demasiados, como ya te dije la referencia es en combates entre griegos en los que no se usaban prácticamente armas arrojadizas, por lo que tampoco puedo decirte pero supongo que dependería del enemigo, no sería enfrentarse a un ejercito bien armado y protegido que a un grupo de campesinos.
Un saludo. Kapo
La estoy esperando ;). Pero sobre todo a nivel del tema en cuestión . Que ya me pasó un amigo un libro sobre el acero... y la verdad, me quedé como estaba. Y al fin y al cAbo es más curiosidad que otra cosa.
Salud.
Si, eso es cierto... o por lo menos eso tenía yo entendido. La disciplina deriva en anular al individuo en virtud del grupo. Igual que un grupo marcha pa lante a matar, marcha pa tras pa vivir... pocos sargentos veo yo haciendo frente a un grupo de soldados despavoridos.
Con lo del ejército Asirio me has pillao, no he leido nada militar sobre ellos. Pero supongo que algo de disciplina tendrían... no?, al fin y al cAbo, para dirigir unos cuantos miles o a lo poco, cientos, de soldados, algo de disciplina hace falta o los veo limitándose al pillaje... antes de tiempo, claro ;).
Salud.
Bueno, bueno... yo también soy un viciaillo de este tipo de armas. Tengo unas cuantas, si bien, las únicas de verdad, es decir, artesanales y que cumplen con los estándares de calidad: dureza, tenacidad, medidas, etc (bastante caras por cierto) son dos, una katana en bruto y una de mano y media (rompecorazas inglesa, no igual que la escocesa, del siglo XIII). Curiosamente, la escocesa es más pesada que la katana, pero al tener el punto de equilibrio muy bajo es más agil que la katana, si usas una mano, claro, al fin y al cAbo la katana es a dos manos.
Salud.
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