Autor: gatopardo
martes, 01 de mayo de 2007
Sección: Opinión
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Jesús de Nazaret, ¿mito o historia?

La historicidad de Jesús de Nazaret, llamado el Cristo, no parece estar fuera de toda duda, toda vez que no hay fuentes independientes fiables que avalen su existencia, y siendo sospechosas de contaminación las pocas que existen y que se exhiben, sobre todo, por aquellos que tienen razones, a veces poderosas, para que el personaje siga siendo considerado histórico.

Razones para dudar de la existencia real de Jesús de azaret.

La historicidad de Jesús de Nazaret (JN), llamado el Cristo, ha suscitado dudas a los largo de los últimos tres siglos. En realidad, es posible que unos pocos estudiosos escépticos de tiempos antiguos, incluso de la edad media, dudaran de su existencia, pero, por lo que yo sé, si tales escépticos exitieron, no dejaron huella alguna. Sorprendentemente los judíos, una comunidad que debería estar interesada en negar la existencia de Jesús, parece que la aceptaron sin mayor problema y puede que hasta tengamos constancia fiable de ello, como se refleja en el Birkat-ha-minim recogido, si no recuerdo mal, en el Talmud. También hay referencias judías a Iesu-ha-notzri, Jesús el Nazareno, al que apodaban 'Balaam el Baldado': 'dicen que su madre descendía de príncipes, pero andaba con carpinteros'. Sobre este tema volveré más delante.



Las primeras dudas acerca de la realidad de JN como persona fueron puestas sobre el tapete por parte de los racionalistas del S.XVII, como Voltaire y los enciclopedistas, en los tiempos de la Revolución Francesa, pero fueron algunos eruditos del s. XIX los que más insistieron en la tesis de que JN sólo fue real como personaje y que, en realidad, fue construído con los mismos materiales con los que se construyen otros mitos, es decir, con retales de viejas leyendas paganas, de modo parecido a como los antiguos generales de estirpe poco prestigiosa se construían una gloriosa ascendencia divina que les permitiera usurpar legítimamente el trono del rey y fundar una nueva dinastía.



En el transcurso del siglo XX la corriente de opinión que negaba la historicidad de Jesús perdió simpatías. La verdad es que para la mayoría de las sociedades que culturalmente tenían una base cristiana (y en realidad para todas las monoteístas), Jesús nunca dejó de ser una figura real. Sólo en determinados círculos de personas con cierto nivel de cultura se siguó aceptando con naturalidad que la figura de Jesús debía de ser estudiada a la luz de la historia como otra persona más, sin aceptar la realidad de los hechos sobrenaturales que tachonaban su biografía. Sin embargo, aunque reducidos a una minoría, algunos estudiosos siguieron negando la historicidad del nazareno.



Llegados a este punto, cualquiera se platea sobre qué bases se afirma la realidad histórica de JN. Y la verdad es que algunos creemos que esas bases son muy poco sólidas. Llama la atención la escasez de referencias escritas a Jesús. Las que existen están tachonadas de fenómenos fantásticos (milagros) o hablan de hechos que no se logran correlacionar con circunstancias históricas comprobadas por fuentes independiente. Como ejemplos de estos hechos, en el Nuevo Testamento (NT) y prescindiendo de los milagros, tenemos el terremoto con eclipse en el momento en el que muere en la cruz, un cometa que anuncia su nacimiento, un absurdo censo ordenado por la autoridad romana, que obliga a buena parte de la población a acudir a su lugar de nacimiento para incribirse, etc. La misma existencia de Nazareth, en aquella época, se ha puesto en duda, ya que Flavio Josefo (FJ) menciona en sus obras cientos de localidades de Palestina y Nazareth no aparece por ningún lado.



Y hablando de FJ, es necesario recordar que es un ejemplo casi único de fuente independiente con la que contratastar los datos del NT, pero por desgracia hay un acuerdo prácticamente general que las menciones directas que hace de JN, elogiosas en grado extremo, son interpolaciones posteriores de lo más descarado, hecho que puede hablar mucho y bien de las motivaciones piadosas del copista cristiano, aunque por desgracia es muy malo para el crédito que merecería el bueno de FJ. Por lo demás, FJ es muy posterior al tiempo en que debió vivir Jesús y eso nos deja sin fuentes independientes. Y ante la ausencia de fuentes independientes, el Jesús real es una hipótesis sin confirmar.



Existen otras fuentes, pero son aún menos sólidas. Una de ellas es una referencia de Tácito, quien se supone que habla del martirio de los cristianos a manos de Nerón, pero Tácito refiere hechos que no vivió personalmente y, en todo caso, es muy posterior a la época en la que debió de vivir Jesús. Por si fuera poco, se ha llegado a afirmar que todo el pasaje en el que se menciona a los cristianos es una interpolación, mientras que todavía hay quien dice que Tácito empleó en realidad el término "crestianos" y que hablaba del Chresto que mencionaba Suetonio como líder de una secta de judíos acusados de alterar el orden público en Roma. No está confirmado que ese Chrestos sea Jesús de Nazaret. Parece que las sectas dentro del judaísmo eran muy comunes antes de la destrucción definitiva del templo de Jerusalen y que el judaísmo, en Roma, era muy dado a la agitación social y practicaba el proselitismo muy activamente, lo que molestaba extraordinariamente a los emperadores. Alguna de esas sectas darían origen al cristianismo, pero no está tan claro que le cristianismo fuera una secta diferenciada ya en aquellos momentos. Y, en todo caso, el texto de Suetonio mismo también ha sido acusado, con bastante fundamento, a mi modo de ver, de haber sido interpolado.



Pablo habla largo y tendido de JN. Sin embargo, lo hace en unos términos y desde una posición un tanto extraña. Para empezar, no conoció al Salvador. Por lo que dice, tuvo lo que fue más bien una experiencia mística súbita (que se ha relacionado de manera bastante convincente con un episodio de epilepsía) y habla de Jesús de oídas. Parte de las cartas que anterior se le atribuyeron hoy se acepta que no son suyas.



En general los documentos reales que hoy existen y que hablan sobre Jesús son copias de copias. Jesús hablaba arameo, pero los evangelios canónicos, de algunos de los cuales se asegura que fueron escritos tan tempramente como en los años 50 del siglo I, se redactaron en griego. No tengo conocimientos de que haya escritos de los canónicos que hayan sido escritos en arameo.



No se conocen los verdaderos autores de los textos del nuevo testamento. O por lo menos, no con seguridad. Se acepta que quien o quienes escribieron los evangelios tomaron los nombres de personalidades o de personajes relevantes (apóstoles y discípulos) y muchos estudioso disculpan la falsedad de las diferentes autorías por medio de explicaciones más o menos rebuscadas. En general, se habla de interpolaciones piadosas y se considera obsceno hablar de 'mentira', 'falsificación' o de 'impostura', palabras muy duras, aunque sin duda muy claras.



Parece un hecho que las interpolaciones fueron sistemáticas y que formaron parte de un plan más amplio destinado a transmitir una visión de la historia adecuada a los intereses de los adeptos al cristianismo 'oficial'. Parte de ese plan incluía la eliminación de libros, códices, etcétera, que no se adecuaban a la versión de la historia que convenía a los cristianos. Parte consistía en eliminar obras originales mientras se difundían copias 'corregidas', versiones favorables a la nueva ideología dominante. Finalmente, creo que limitar el acceso a los textos antiguos, estorbar la difunsión de los escritos del NT en su forma originaria y fomentar la ignorancia del vulgo, limitando las fuentes del saber y el acceso a las mismas, son métodos que, en el pasado, al final de la Edad Antigua y en la Edad Media, se llegaron a emplear de manera deliberada.



Sé que inclinarse por cualquier 'teoría de la conspiración' supone siempre arriesgarse a ser tachado de fantasioso, pero por más que la fantasía tenga su atractivo, no se me ocurre otra explicación para hechos que muestran que, en algunos textos clásicos, son abrumadora mayoría las copias interpoladas y sólo excepcionalmente aparece algún ejemplar suelto original, que no fue manipulado. ¿No demuestra lo anterior, no sólo la existencia de un plan digno del '1984' de G. Orwell, sino que ese plan se llevó a cabo a lo largo de muchos años y con una tremenda eficacia? ¿No es lógico pensar que en ese plan debieron de implicarse papas y emperadores, ya que sólo ellos tenían el poder necesario para llevarlo a cabo?



Por otro lado, existe una cuestión que siempre me ha desconcertado. Se trata del tema de 'segunda venida de Cristo', conocida como la 'parusía' o 'parousía'. La verdad es que no tengo claro cuándo se postuló 'oficialmente' la llegada del fin de los tiempos, el Juicio final, y la venida de Jesús. Se supone que la parusía coincidiría más o menos con el Juicio Final y se acepta que los seguidores de Jesús esperaba su llegada en unos pocos años (algunos de los que le conocieron aún estarían vivos cuando Jesús volviera en su segunda venida). Si Jesús nunca hubiera existido como persona real y fuera un mito elaborado por los fundadores de un nuevo culto, habría una cierta dificultad en explicar por qué los creadores del mito habrían de prometer algo que sabrían que no se habría de cumplir.



Hay varias posible explicaciones, que no sé si son convincentes. Quizá los fundadores del mito nunca pensaran que la secta creada iba a tener futuro y confiaran en poder mantener la ficción el tiempo que a ellos les quedara de vida. Otra posibilidad es que los fundadores llegaran a creer ellos mismos en el mito que habían creado. No es tan difícil si se tiene una cierta mentalidad 'mágico-supersticiosa'. Otra posibilidad, mantenida por autores de prestigio y que me sigue pareciendo desconcertante, es que la declaración de la segunda venida como una promesa real se produjo tardíamente y que la primera generación de cristianos no esperaba, en realidad, esa segunda venida.



En realidad yo creo que la clave para explicar la parosía es la inevitabilidad del fin de los tiempos. Los primeros cristianos, o sus predecesores, era milenaristas, una tradición muy popular en aquellos tiempos, común entre muchos esenios. El fin de mundo se acerca deprisa y es por eso por lo que ya 'viene el reino', 'el reino de Dios ha llegado y está en medio de nosotros, aunque sólo algunos lo ven', etc. En esas circunstancias, la parusía es casi obligada y más si se valora su potencial proselitista. Con todo, no es un argumento definitivo para afirmar la existencia de un Jesús real, histórico.



Con respecto al Birkar-ha-minim, se trata de una 'bendición' (eufemismo por maldición) que los judíos emitían ritualmente en las sinagogas y que hoy, creo, ya no se emplea, contra los herejes del judaísmo conocidos como los minim y los zaddukim. Los zaddukim hacen referencia a los saduceos, pero respecto a los 'minim', se ha asumido que se referían a los cristianos o a los precursores de éstos, pero hoy los rabinos niegan este punto. En todo caso, las tradiciones recogidas por los judíos, según se dice, no son en realidad tan antiguas, ya que aunque los judíos aceptan o reconocen la existencia de Jesús, carecen de una tradición ininterrumpida propia, sino que se limitan a aceptar que, puesto que los cristianos existen Jesús debió de existir, después de todo. Este mismo argumento es de aplicación para las referencias a 'Balaam el Baldado'.




No me parece convincente el argumento esgrimido por la Dra. Canto según el cual la masiva entrega de cristianos al martirio no hubiera podido tener lugar si Jesus no hubiera existido realmente. Y no me convence por dos razones: en primer lugar hay líderes de sectas perfectamente capaces de inducir a sus adeptos al asesinato, a la guerra santa, al martirio y al suicidio; en segundo lugar, cuanto más tiempo pasa, más voces se alzan poniendo en duda que los mártires fueron tantos como ha venido diciendo la Iglesia Católica.




En resumen, la historicidad de Jesús de Nazaret, llamado el Cristo, no me parece fuera de toda duda, toda vez que no hay fuentes independientes fiables que avalen su existencia, y siendo sospechosas de contaminación las pocas que existen y que se exhiben, sobre todo, por aquellos que tienen razones, a veces poderosas, para que el personaje siga siendo considerado histórico.


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Comentarios

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  1. #1 A.M.Canto 02 de mayo de 2007

    No tengo más remedio, por alusiones, que hacer referencia a este artículo en Terrae Antiqvae Revista de Arqueología e Historia, donde reuní las fuentes históricas no cristianas que prueban la existencia histórica de Jesús de Nazareth, así como las cuestiones, no tan sencillas, de las interpolaciones reales en Flavio Josefo y otras:
    "TEXTOS HISTÓRICOS SOBRE JESÚS DE NAZARETH", en: http://terraeantiqvaefotos.zoomblog.com/archivo/2006/01/05/

    Las dividí en "paganas/romanas, no judías" (Tácito, Suetonio, Plinio el Joven, Luciano de Samósata y Mara bar Serapión) y "textos judíos" (Thallus, Flavio Josefo y el Talmud), que suman entre todos 16 referencias históricas que, repito, no son cristianas y por tanto podrían considerarse como más "objetivas", aun siendo conscientes de que los Evangelios tienen su derecho también a la consideración de fuentes históricas y no sólo doctrinales, pues pertenecen al género histórico-biográfico (son en definitiva biografías de Jesús).

    Aparte de los 16 textos citados, dejé por profundizar varios papiros de Oxyrrhincus y trece códices de Nag Hammadi (http://www.edoctusdigital.netfirms.com/newpage48.htm). Con bastantes menos testimonios, y a veces con uno sólo, damos carácter histórico a muchísimos personajes del pasado. ¿Cómo negarlo a Jesús de Nazareth?

    Argumentos como el expresado arriba por Gatopardo: "...Existen otras fuentes, pero son aún menos sólidas. Una de ellas es una referencia de Tácito, quien se supone que habla del martirio de los cristianos a manos de Nerón, pero Tácito refiere hechos que no vivió personalmente y, en todo caso, es muy posterior a la época en la que debió de vivir Jesús..." supondrían tener que tirar los Annales de Tácito casi enteros a la basura, pues él no vivió personalmente y con capacidad de análisis los reinados de Augusto, Tiberio, Calígula, Claudio y Nerón, que sin embargo historia, y para los cuales, por el contrario, se le admite universalmente como una fuente principal.

    Según tan curioso argumento, ningún historiador tendría derecho a estudiar o investigar con crédito nada que no se refiriera al momento de su vida propia, ni podría servir de fuente fiable. Para escribir sobre hechos del pasado, Tácito, como han hecho los historiadores de todos los periodos, basó sus escritos históricos sobre épocas no vividas en documentos, existentes en los archivos oficiales de Roma, en las obras de historiadores serios anteriores a él, en memorias personales, etc. Transcribo, de la communis opinio, en este caso acertada y resumida:

    Tácito es riguroso en el empleo de la documentación. Recoge la información que le proporcionan los historiadores anteriores (Aufidio Baso, Cluvio Rufo, Plinio el Viejo, Fabio Rústico y otros), memorias de personajes (las de Agripina, por ejemplo) y testimonios orales; recurrió también a los Acta diuturna populi Romani («Crónicas del pueblo romano»), que constituían una especie de diario oficial de Roma, y a los archivos del senado. (http://es.wikipedia.org/wiki/T%C3%A1cito)

    El artículo citado termina, en su parte principal, con este comentario:
    "Termino esta exposición de documentos con un párrafo de uno de los mejores expertos en el tema de la existencia histórica de Jesús: "Some writers may toy with the fancy of a 'Christ-myth,' but they do not do so on the ground of historical evidence. The historicity of Christ is as axiomatic for an unbiased historian as the historicity of Julius Caesar. It is not historians who propagate the 'Christ-myth' theories."
    esto es:
    "Algunos autores pueden jugar con la fantasía de un "mito de Cristo", pero no lo pueden hacer sobre la base de una evidencia histórica. Para un historiador imparcial, la historicidad de Cristo es tan axiomática como la historicidad de Julio César. Un verdadero historiador no puede defender la teoría del "mito de Cristo".
    (F.F. Bruce, The New Testament Documents: Are They Reliable?, Inter-Varsity Press, 1972, p.119, en: http://home.houston.rr.com/apologia/sec6p2.htm)"

    P.D.- Una versión inicial del mismo artículo, algo anterior, de 8 de diciembre de 2005, está también en Celtiberia, con muchos comentarios y debate: http://www.celtiberia.net/articulo.asp?id=1684, pero es bastante más incómoda de leer por haberse desconfigurado el foro.

  2. #2 Diocles 06 de mayo de 2007

    He encontrado una interesante intervención del druida Giorgiodieffe (el 02/01/2005 a las 11:58:18) en otro foro de Celtiberia (www.celtiberia.net/verrespuesta.asp?idp=4122)
    En esta intervención se recogen varios textos del Talmud y, en uno de ellos (Sanhedrin 67a), parece aclararse que el Jesús ejecutado en la víspera de la Pascua judía (Pesaq) era un tal "ben Stada" y que el hecho no ocurrió en Jerusalén, sino en otro lugar llamado Lud.

    Un saludo para todos los amigos de Celtiberia.

  3. #3 candalin 07 de mayo de 2007

    Expuesta la referencia a los textos del Talmud sobre la responsabilidad de las autoridades judías en la causa de Jesús, me gustaría, citando si me permite a Raymond Brown, Gospel acordding Jhon, (p. 1166 y ss), señalar como evolucionó el tema de las responsabilidades judías en la muerte de Jesús desde el punto de vista cristiano.

    La tendencia de los relatos evangélicos a exculpar a los romanos, aparece más clara en cuanto según se avanza en el tiempo. En Marcos, el más cercano a la primitiva tradición sinóptica, Pilato trata de dejar libre a Jesús pero apenas se manifiesta su disconformidad con una sentencia de muerte. En Mateo ya es más notoria la repugnancia de Pilato; no sólo le advierte su mujer acerca del sueño en que ha visto que Jesús es inocente en la sangre de este hombre. En Lucas Pilato afirma solemnemente por tres veces que no encuentra culpable a Jesús, manda conducirlo ante Herodes en un intento de evitarse la necesidad de pronunciar sentencia e incluso propone a los dirigentes judíos el compromiso de mandar azotar a Jesús en vez de condenarlo a muerte. El evangelio de Juan, extraño a la tradición sinóptica y el más antijudío de todos los evangelios, Pilato, conoce que Jesús es inocente, y le hace azotar y lo muestra así al pueblo pretendiendo despertar su compasión. Este proceso que trata de mejorar la imagen Pilato prosigue después del tiempo de producción evangélica ya de forma imparable. Por ejemplo, el Evangelio de Pedro hace que sea herodes y no Pilato el que pronuncie la sentencia de muerte. En la tradición siriaca, el relato de la pasión según Mateo esta redactado en forma tal que los judios parecen como los únicos enemigos de Jesús y ejecutores de su crucifixión. La didascalia apostolorum del siglo III, compuesta en siria afirma que Pilato no consintió en las maquinaciones de los malvados judios. Tertuliano, apologeticum opina que Pilato era cristiano de corazón, mientras que algunas leyendas tardias hablan de su conversión. En la hagiografía copta y etiópica se considera santos a Pilato y a su esposa Procla, celebrándose su fiesta el 25 de junio. Si a partir del año 60 d.C., es posible seguir este proceso de exculpación de Pilato podemos suponer, que éste se inició en la era preevangélica y que ya el evangelio de Marcos suavizó la responsabilidad de los romanos, lo cual resulta de toda lógica, pues la iglesia obligada a buscar la tolerancia de las autoridades romanas bajo las que tenía que vivir trató de evitar una acusación frontal contra los romanos por la muerte de Jesús.

    De otra parte en la página de celtiberia anteriormente citada se cuentan hasta noventa lugares en que se cita la crucifixión, a la postre instrumento de suplicio romano, como el modo en que se da muerte a Jesús. No existen vacilaciones en este punto, el testimonio es coherente y no existen dependencias de otros textos, ni necesidad apologética que justifiquen una alteración en este punto.

    Por lo demás Raymond destaca la connivencia de las autoridades judías y romanas durante el tiempo del pontificado de Caifas. El hecho de que Caifas logrará detentar su oficio durante dieiciocho años el más largo pontificado durante el siglo que va de la subida al trono de Herodes hasta la caída de Jerusalén sugiere que entre este personaje y los romanos hubo un verdadero contubernio, lo que es lógico con la explicación que se da en los Evangelios sobre el modo en que muere Jesús.

    Por lo demás la referencia Talba 43 a), no señala que Jesús hubiese sido preso, sino que se inició un proceso contra él 40 días antes de su muerte, lo que es coherente con Io 11, 45-54 en que Jesús se retira a la región de Efraim ante la condena de muerte que el Sanedrín dirige contra él.

  4. #4 F. 11 de mayo de 2007

    durius, agradablemente sorprendido quedo de coincidir plenamente con tus exposiciones de ayer a alas 17:32 y de hoy a las 11:01. Creo que el rollo de las cosnpiraciones, ya sean eclesiásticas ya universitarias está empezando a colonizar de una forma preocupante (para mi, vamos) celtiberia. Y que a argumentos impecablmente expuestos y armados como los de la dra. Canto sólo se puede contraargumenta con cosas del estilo "la Iglesia es mala yfalsifica documentos" me parece untanto peregrina.

    Las referencias a Sócrates, estimado luisote, vienen a cuento de que la mayoría d elos textos de Platón, Jenofonte y tantos otros escritores clásicos, fueron conservados por esa Iglesia que denostas (y no voy a ser yo, precisamente, quien la defienda). Lo mismo ocurrió con diversos textos de autores paganos, como por ejemplo, Zósimo, historiador bizantino de principio del s. VI. Una lectura atenta de su obra, de la que sólo se conserva un manuscrito, precisamente en el Vaticano, dará como resultado la conclusión de que si hubo censura o manipulación eclesiástica, fue de una torpeza inimaginable.

    Saludos

  5. #5 F. 12 de mayo de 2007

    Eso me parecía, servan, pero prefería asegurarme antes, por si acaso. No me parece muy correcto denominarlas huestes celtas, pero me imagino que tendrás algún motivo para ello. El hecho de que parte de ellas estuvieran acantonadas en Britania y Galia no me parece un motivo suficiente. En cualquier caso, es una apreciación personal sin la mayor importancia y no me gustaría que desviase la atención de este interesantísmo foro, de los mejores que he leído últimamente en celtiberia.

    Saludos

  6. #6 lucusaugusti 15 de mayo de 2007

    Personalmente no tengo duda de la existencia de Jesús, de su oficio, de su sabiduría y que en tiempo posterior encarnó un arquetipo. Jesús como iluminado, como hombre sabio, como líder.
    Pero como esta es una página sobre historia deberíamos de poder discriminar el dogma católico de las palabras objetivas. Las palabras y su significado. Sobre todo para poder intuir cual es original, y cual interpolación interesada.
    Un ejemplo que creo tiene cabida como comentario a un artículo que se titula: “Jesús de Nazaret, ¿mito o historia?” versa sobre:



    El conocidísimo símbolo cristiano, el "crismón", que es explicado desde el dogma religioso como un anagrama de Chr(istus), colocado entre un alfa y un omega, indicando estas letras (primera y ultima del alfabeto griego) que Dios es el Principio y el Fin.
    Y que es una clara utilización, con una fuerza demoledora, de un símbolo anterior a Cristo y era utilizado con un significado concreto en el imperio romano.



    Esta palabra hace referencia a un origen común de todas las cosas,  , (arkhó - arjó), el ser primero, la formulación del ente superior, del que emana todo lo que existe.
    Significado en griego clásico de la palabra arkho, arjo, arxo:

    El tetragrama formado por las letras: alfa, rho, chi, omega de valor gnóstico.


    Diccionario manual Vox, griego clásico-español. Pag. 89.

    El llamado como “crismón” puede sin duda representar a Jesús como hombre de sabiduría, como príncipe de la dinastía del rey David, ya que esas cuatro letras griegas tienen un significado relacionado con los príncipes.

    Ya fueron presentados con el tetragrama otros príncipes:
    El príncipe de los Albiones en Vedadeo en el siglo I d.C.



    o el emperador Magnencio en el siglo IV d.C.



    Es Jesús un príncipe que puede ser presentado con este tetragrama igual que otros príncipes en la historia, pero el anagrama posee un valor simbólico gnóstico muy diferente a lo que la doctrina católica establece.
    Creo que la pregunta que corresponde sería: ¿Es la figura de Jesús patrimonio único de los católicos, o pertenece a todos los hombres?
    Si Jesús es universal creo necesario empezar de nuevo.

  7. #7 A.M.Canto 11 de jun. 2007

    Algunos temas no fallan. Pues aprovecho para recordar aquí un anuncio que dejé esta mañana en http://www.celtiberia.net/articulo.asp?id=2497 ("James Cameron quiere demostrar con un documental que Jesucristo no resucitó"):

    "Antena 3 estrena mañana (martes 12 de junio) en exclusiva en España 'La tumba perdida de Jesús', el polémico documental producido por James Cameron. En él, el director de "Titanic" y su equipo aseguran haber encontrado la tumba de Jesús de Nazareth y las de varios miembros de su familia. Al parecer, todas contienen todavía restos humanos, lo que lleva a Cameron y su equipo a cuestionarse la resurrección de Cristo.[¡!]... etc."

    Resto en: http://www.antena3.es/a3tv2004/servlet/GestorWeb?opera=
    getFicha&idPag=2809&dest=/web/htm

    En el artículo referido ya se expusieron las razones que llevan a cuestionar el rigor de sus conclusiones, y a dar por bien supuesto el simple afán de negocio que motiva este "documental", justamente a cuenta de un tema siempre polémico.

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