Autor: Drancos
sábado, 21 de julio de 2007
Sección: Artículos generales
Información publicada por: Drancos


Mostrado 25.091 veces.


Ir a los comentarios

.

.

.

-


.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
Comentarios

Tijera Pulsa este icono si opinas que la información está fuera de lugar, no tiene rigor o es de nulo interés.
Tu único clic no la borarrá, pero contribuirá a que la sabiduría del grupo pueda funcionar correctamente.


  1. #1 Drancos 15 de sep. 2006

    Fragmento de Wikipedia:

    Eugenio III convocó una cruzada contra la ciudad. Cristianos del sur de Europa se reunieron para acabar con “La cruel Almería”, como la llamaban los juglares de la época. En el sur de Francia, los romances comparaban Almería con una “piscina” que lavaría los pecados de aquellos que se unieran a la cruzada. El conde Ramón Berenguer de Barcelona, Alfonso VII de Castilla, el rey García Ramírez IV de Navarra y Álava (nieto del Cid) o el gran duque Guillermo VI de Montpellier junto con los genoveses y pisanos, que veían como una infranqueable competencia el emporio del puerto de nuestra ciudad y que habían sufrido los ataques de nuestra flota, se dieron cita ante las murallas de Almería. Cada uno traía entre sus huestes a lo más granado de la caballería europea, nombres protagonistas de romances medievales (como el conde de Astorga, Ramiro Flores de Guzmán, llamado la “Flor de las Flores” en el “Poema de Almería”, compuesto a raíz de la conquista). Tras una breve pero intensa resistencia, las murallas fueron asaltadas por doce puntos. Alfonso VII no quiso negociar paz alguna. De los habitantes de la ciudad, 10.000 pudieron huir milagrosamente hacia Murcia y 20.000 se refugiaron en la Alcazaba. De éstos últimos, la mayoría de los varones fueron pasados a cuchillo. Alfonso VII, “el Sultancillo”, como le llamaban despreciativamente nuestros paisanos, devastó Almería y destruyó sistemáticamente las industrias de la ciudad. Era el año de 1147. El botín fue espectacular (entonces como ahora, las guerras de religión eran a menudo sólo una excusa para llenarse los bolsillos). Los soldados se los llenaron, pero los nobles se llevaron la mejor parte. Los jefes genoveses se llevaron el “Sacro Catino”, una gran fuente de esmeralda finamente tallada a seis puntas en la que, según la tradición, Jesucristo sirvió el cordero en la última cena. Alfonso VII se llevó partes de nuestra gran mezquita, que depositó en el monasterio de las Huelgas de Burgos, y ricos tejidos, con los que sería confeccionada la famosa casulla de San Juan de Ortega. El conde de Barcelona se llevó las espectaculares puertas de nuestra Puerta de PeChina, forrada de cuero de buey y tachonada con clavos de bronce, cuya última pista nos lleva a la capilla vieja de la Universidad de Barcelona. A partir de ahí comienza una lento declinar. Tras 10 años de dominio castellano, los almohades lograrían recuperar la ciudad e intentan devolverle su antiguo esplendor, sin conseguirlo en absoluto. Los granadinos la hacen luego su puerto principal, pero Almería ya no es la de antes. Es destacable el épico y durísimo asedio que volvió a sufrir en 1309 por parte de las tropas de Jaime II, que no pudieron con la sólida resistencia almeriense.

    http://es.wikipedia.org/wiki/Almer%C3%ADa

  2. Hay 1 comentarios.
    1

Si te registras como usuario, podrás añadir comentarios a este artículo.

Volver arriba