MAIRULEGORRETA

Cueva de Mairuelegorreta

Mairuelegorreta se halla en las faldas del monte Gorbeia, dentro del municipio de Zigoitia (Araba). Aquí, la entrada de la cueva, abierta hacia el sur en mitad del hayedo. Las cuevas habitadas en la Cornisa Cantábrica por el humano durante el Paleolítico siempre estuvieron cerca del mar o en el fondo de valles a baja altitud y no a altitudes de 900 metros como los de esta cueva. No fue hasta el Neolítico cuando habitó en las montañas, construyendo dólmenes y menhires incluso en las crestas y cumbres más altas.

En sus primeros 70 metros de galería rectilínea entra la luz solar. Al final de la misma, hacia la izquierda se ha instalado una escalera artificial que permite acceder al resto de la cueva. Antes de llegar a ella hay unas cortas galerías hacia la derecha.

En la página 8 del informe Paleontología del Cuaternario en Álava, de Mario Laurino, del Instituto Alavés de la Naturaleza, se puede ver un plano de la cueva y la localización de los distintos restos de mamíferos hallados dentro de la misma. Destacan sus 15 yacijas o encames oseros y sus 16 zarpazos de osos en las paredes. En esta cueva se han encontrado restos del Oso cavernario antiguo (Ursus deningeri), de su descendiente el Oso cavernario (Ursus spelaeus), también extinguido, y del actual Oso pardo (Ursus arctos), que fue contemporáneo del oso cavernario, aunque sin los hábitos trogloditas y vegetarianos de este.

En esta colada estalagmítica hasta la denominada calle de San Prudencio se encontraron los restos de un gran bóvido, es decir, de Uro (Bos primigenius) o de Bisonte estepario (Bos priscus), ambos extintos.

En este tramo de la llamada calle de La Estación se hallaron restos de Cuón (Cuon alpinus), del extinto Lince de las cavernas (Lynx spelaea), Lobo (Canis lupus) y Ciervo (Cervus elaphus). Al final de la calle La Estación se llega a una gran sala de unos 27 metros de diámetro denominada Plaza de Toros, que se prolonga en una cuesta de grandes bloques y gours donde se hallaron restos del extinto León de las cavernas (Panthera spelaea), de un gran Leopardo (Panthera pardus ssp.) y del extinto Rinoceronte lanudo (Coelodonta antiquitatis).

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