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ZAMORA La Granja de Moreruela
03 de oct. 2005
Clasificación: Iglesia/Monasterio
Información mantenida por: laertes13
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Monasterio de Santa María de Moreruela

El antiguo monasterio cisterciense de Santa María de Moreruela, se encuentra cerca de la población "Granja de Moreruela" a pocos kilómetros al norte de la ciudad de Zamora y no muy alejado de la ciudad de Benavente.- Hoy en estado de ruina, fue una abadía cisterciense erigida entre los siglos XII y XIII. Fue declarado Monumento Nacional el 3 de junio de 1931. Sobre un antiguo monasterio levantado a finales del siglo IX bajo el patrocinio del rey asturiano Alfonso III se estableció por primera vez en España una comunidad de monjes cistercienses llamados por Alfonso VII de Castilla . Pretendía el monarca poner en producción las tierras que se iban ganando a los musulmanes al sur del reino y crear las condiciones propicias para una rápida repoblación. Para ello puso a disposición de los monjes benedictinos los territorios de las villas circundantes que ellos se encargaron de cultivar y explotar. La fundación monástica puede fecharse en 1133. El templo se construyó a finales del siglo XII, todavía en estilo románico que pronto evolucionó hacia el gótico. No se conserva íntegro, pero sí lo suficiente para dar una clara idea de sus formas y volúmenes. Se trata de una planta de cruz latina compuesta por tres naves de nueve tramos y transepto muy ostensible. De todo el conjunto, lo auténticamente singular es la cabecera formada por tres cuerpos de diferentes alturas: el más bajo lo constituyen siete absidiolos de traza circular que cierran exteriormente la girola cuya altura destaca sobre ellos dando lugar al cuerpo intermedio. Ésta, a su vez, circunda la capilla mayor o ábside propiamente dicho que eleva su cerramiento por encima de todo el grupo formando el tercer cuerpo. Los absidiolos se cubren mediante bóveda de horno y se comunican con la girola a través de arcos de medio punto. La girola está cubierta en cada uno de sus tramos por bóveda de crucería, mientras que la capilla central se cierra, como los absidiolos, con bóveda de horno sustentada por ocho columnas dispuestas en semicírculo. Todavía resiste a la gravedad una parte de la bóveda de cañón del ala norte del transepto. Existe también la Sala capitular, de planta cuadrada, con cuatro columnas centrales y cubrición de bóveda de ojiva, y otra sala de planta rectangular que pudo estar destinada a refectorio o a zona de estancia de los monjes.

Cómo llegar y horarios

Visitable los 7 dias de las semana de 10.00 a 14.00 y de 16.00 a 20.00


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Comentarios

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  1. #1 S. Olcoz 04 de oct. 2006

    El primer monasterio cisterciense de la península Ibérica no fue el de Moreruela sino el de Fitero (Navarra - www.fitero.org), que data de 1140, cuyo primer abad San Raimundo de Fitero fue también el fundador de la Orden Militar de Calatrava.

    La discusión acerca de cual fue la primera fundación cisterciense en la península Ibérica todavía mantiene muchos claro-oscuros y mitos a pesar de que, por ejemplo, en 1770, el abad de Fitero: Fray Manuel Calatayud escribiese en sus "Memorias del monasterio de Fitero" (recientemente publicada su edición crítica por la Institución Príncipe de Viana) que en el caso del monasterio de Moreruela había errores que corregir y cito textualmente:

    "El monasterio de Moreruela , en el reino de León, fue, en lo antiguo, de estatuto benedictino y tuvo la dicha de tener dos santísimos hijos: Frailano y Atilano . Comúnmente, se cree que fue el monasterio más antiguo fundado o reedificado para los monjes cistercienses en España . Las tablas cistercienses y otros muchísimos escritores lo hacen monasterio cisterciense en el año de 1131. Pero, lo que puede alguna vez la ignorancia o inadvertencia de algunas circunstancias de las datas de instrumentos antiguos, se palpa aquí con toda certeza.
    El señor Manrrique señala su fundación cisterciense en el dicho año de 1131 , pero el instrumento con que quiere probar esto, tiene otra época muy distinta, que es la era 1161, y ésta no corresponde al año de Cristo de 1131, sino al de 1123. Probaremos ahora que, ni la una, ni la otra data son verdaderas. Comencemos por la del año de 1123 , esta era tiene, lo primero, contra sí el argumento que el señor Manrrique produjo contra el monasterio de Toronca, en Portugal, que es la carta que San Bernardo escribió, en el año de 1127 , al abad de Pruliaco , disuadiéndole a que enviase sus hijos a fundar en España.
    Pero, mucho más eficazmente, se expugna la data del dicho año de 1123, con las circunstancias o adjunto que tiene el mismo instrumento, que comienza de este modo: “Ego Adefonsus Hispanie imperator, una cum uxore mea domna Rica et cum filiis meis Sanctio et Fernando pro amore Dei &ª ”. Y después, al fin, “Facta carta in Zamora. Era M.C.LXI et quot III nonas augusti. Imperante imperatore Toteli, Legione Galletia, Castella, Naiara, Saragotia, Baetia et Almeria. Comes Barchinione et Sanctius rex Navarre vasalli Imperatoris” .
    Todas estas expresiones, del principio y fin del instrumento, se oponen a la era de 1161, y, consiguientemente, a la del año de Cristo 1123, porque este don Alonso no era aún emperador, pues se coronó el año de 1135. En el dicho año, estaba tan lejos doña Rica de ser mujer de don Alonso, que este príncipe aún no se había casado con la primera mujer, doña Berenguela, con quien contrajo matrimonio el año de 1128. Los hijos don Sancho y don Fernando, confirmadores del privilegio, aún estaban en el año de la posibilidad, pues eran hijos de doña Berenguela. Esto es tocante al principio.
    Y examinando, también, el fin del instrumento, hallamos que no reinaba el emperador ni en Almería, ni en Baeza , que, en este tiempo y aún algunos años después, estaban en poder de los moros , como es constante en nuestras historias; que Zaragoza tenía su propio rey, que era don Alonso el Batallador y este mismo reinaba en Navarra . Y así, ninguna de las circunstancias, que trae el instrumento, concuerda con la dicha data.
    Tampoco se pueden ajustar bien, con la data de 1131, las circunstancias que arriba hemos expresado, porque don Alonso aún no era emperador en el dicho año, pues se coronó en el de 1135, ni doña Rica era mujer de don Alonso, pues doña Verenguela, la primera esposa de este príncipe, murió el año de 1149 . Don Sancho y don Fernando, hijos de don Alonso, no tenían edad para confirmar la donación, pues el mayor no llegaba a tener tres años de edad. Aún no se había conquistado Almería. Zaragoza y Navarra tenían su propio rey, que era don Alonso el Batallador, quien, ciertamente, jamás fue vasallo del emperador . Todas estas cosas son las más ciertas y averiguadas en nuestras historias.
    Con todo eso, me persuado [de] que el instrumento es legítimo, pero que no se entendió bien su data. Es, pues, su verdadera era, la de 1191, que corresponde al año de Cristo de 1153, de modo que, la data estaba en números romanos y la X tenía en el remate de uno de los brazos superiores un rayuelo, de este modo: MCCX~I , y la X~, con el rayuelo , tiene el valor de cuarenta, como lo convencen, con muchos ejemplos, el maestro Yepes y el [maestro] Moret , y por ignorancia o no advertir esta circunstancia, Manrrique y otros, le dieron al monasterio de Moreruela tanta antigüedad cisterciense.
    La razón, para mí muy eficaz, que me mueve a decir que el instrumento es de la era 1191, correspondiente al año de 1153, consiste en que en este año se verifican todos los adjuntos y circunstancias que expresa. En este año era emperador don Alonso, estaba casado con su segunda mujer, doña Rica. Los príncipes Sancho y Fernando tenían ya edad suficiente para confirmar la donación, se había conquistado Almería; y, finalmente, podían, también, confirmar la donación el príncipe regente de Aragón y don Sancho el Sabio , que era ya rey de Navarra, desde el año de 1150.
    Otro instrumento trae, también, Manrrique como posterior al que hemos examinado, por el cual, el emperador don Alonso, atendiendo a los grandes servicios que le había hecho don Poncio de Cabrera , concede, a intervención de este caballero, la villa desierta de Frades a los monjes Sancho y Pedro, y a todos los que bajo la Orden de San Benito y su regla, quisieren vivir con ellos. “Facta Charta Zamore tertio nonas Septembris, tempore quo Geudo S. Romane Eclesie Cardinale Concilium in Vallis Soleti celebrabit, et ad Colloqium Regis Portugalis cum Imperatore venit. Hera 1181” , que corresponde al año 1143 de Cristo .
    Este instrumento, que se produce como segundo y posterior al otro, que antes hemos examinado, es, ciertamente, más antiguo que el reputado por primero, pero nada prueba contra nuestro intento, porque su data es del año de Cristo 1143, y el monasterio de Fitero estaba ya fundado tres años antes, en el de 1140. Fuera de que los monjes Sancho y Pedro, que expresa el instrumento de Moreruela, y a quienes se hizo la donación, no eran cistercienses sino benedictinos, que vivían en las cercanías de la ruina del antiguo monasterio de Moreruela, que demolió el moro Almanzor cuando devastó el reino de León .
    El mismo instrumento da a entender que aquellos monjes eran del instituto benedictino diciendo que “se hace la donación a los monjes Sancho y Pedro y a todos los compañeros que con ellos quisieren estar y permanecer bajo la Regla y Orden de San Benito” . Añádese, que según las noticias que trae el [señor] Manrrique , estos dos monjes, Sancho y Pedro, vivían juntos y solos bajo la protección de don Poncio de Cabrera, lo que no se compadece con el modo de vivir de los cistercienses, en aquel tiempo.
    El padre Athanasio de Lobera , docto historiador de las grandezas de la ciudad de León e hijo del monasterio de Moreruela, sin hacer mención del instrumento que, como más antiguo, trae Manrique, y fundándose solamente en el (mismo digo) segundo que hemos copiado arriba, pone la fundación o reedificación de su monasterio , en el año de 1143 . Es verdad (que, según dice [Antonio Yepes]) olvidándose de lo que afirma aquí o retractándose, después, escribe que Moreruela se agregó a Cister el año de 1131 . Yo no hallo en Lobera semejante retractación , pero cuando la hay , será, sin duda, porque tendría noticia, después, [de] que las Tablas de Cister le señalaban ese año.
    Pero esas Tablas sólo se fundan, para eso, en el instrumento que como el más antiguo trae Manrrique y nosotros hemos probado, con razones que no sufren réplica, que pertenece al año de 1153. Lo bueno es que el mismo Lobera confiesa que, después de [que] Almanzor destruyó aquél monasterio, que había sido de monjes Benedictinos , no se ha hallado, en él, otro instrumento antiguo que el del año de 1143, que nosotros hemos referido arriba.
    Pues, si este instrumento es el único que se halla en Moreruela y de él sólo consta que en aquél sitio sólo había dos monjes llamados Sancho y Pedro, que sin duda eran españoles, como lo denota el nombre de Sancho. Que estos hombres, sin abad ni superior, observaban la Regla de San Benito y vivían, sin monasterio, bajo la protección de don Poncio de Cabrera, por cuya intervención, el emperador les donó sitio para edificarlo, ¿cómo cabe que este monasterio se incorporase a Cister el año de 1131? Si en el año de 1143 duraban sólo las ruinas del monasterio arruinado por Almanzor, ¿cómo cabe que en el año de 1131 hubiese monasterio reedificado que se pudiese incorporar a Cister?"

  2. #2 candalin 10 de ago. 2007



    Bueno, mientras el pajaro de Gianini no nos complete la documentación anunciada, hago aportación de la que he conseguido recabar, no sin cierto expolio de la biblioteca familiar, de la que no obstante dejo mi empeño en su reintegro.




    Respecto del asunto del ábside he estado mirando bastantes fotografías de los años setenta, y es lo cierto que no encuentro ninguna diferencia importante en cuanto a las fotografías que habéis presentado. En el Catálogo Monumental de la Provincia de Zamora de 1.903-1905, se significa el estado en que se encontraba la bóveda a principios del pasado siglo: “el centro del crucero se cubría con bóveda nervada de tipo angevino, complementaría cupuliforme, o sea baída, sobre ojivas y cambados que desarrollan tres boceles, y los combados arrancan de repisas con gallones convexos. De ella no se conservan sino algunos arranques habiéndose hundido juntamente con el brazo derecho del crucero y toda la nave central quizás por desplome de su muro de la derecha aunque también pudo el hombre en su barbarie acarrear tal desolación”.



    En cuanto a la fundación del monasterio, la verdad sea dicha que no conozco monasterio cuyo origen no esté envuelto en la leyenda o cuando no en alguna irregularidad en sus documentos fundacionales, mírese el caso de Obona o el de Villanueva de Oscos que son los que más conozco, en todos ellos existe una obsesión por retrasar las fechas de fundación de los monasterios o poner su origen en algún hecho providencial.


    Respecto de Moreruela, es quizás de los más complicados, por que a los aspectos legendarios se unen dos dificultades añadidas, la de deslindar el origen del primitivo monasterio benedictino del propiamente cisterciense, y de otra, la relación de este monasterio, (al que se le denomina también de Moreruela de Suso o Moreruela de Frades), con el de Moreruela de Tábara, que comúnmente suelen ser confundidos Se discute la relación entre estos dos monasterios, sosteniéndose por algunos que este fue la fundación original y que luego por motivo de diversas donaciones se traslada al lugar de donde se asienta el monasterio cisterciense. En el catalogo citado, se estima incluso que en este último, se encuentran algunos elementos artísticos, en concreto tres trozos de frisos y un celosía destrozada, que conciertan con lo asturiano del siglo XI.


    Yepes que recoge a Lobera escribe: “Hubo dos monasterios llamados de Moreruela, el primero se edificó en el Valle de Tábara pocos años antes que este segundo, y después de que San Froilano y Atilano hubiere perseverado en el antiguo algunos años se pararon al nuevo monasterio este presente años de novecientos y ochenta y cinco le dieron principio con tan buen pie  que muy presto se le juntaron doscientos monjes. Dedicose este monasterio al principio al Apóstol Santiago, y así en las escrituras antiguas siempre se halla Santiago de Moreruela, pero mudo de nombre y se llamó Santa María de Moreruela, después de que los cistercienses entraron a vivir en esa casa, los cuales son tan devotos de Nuestra Sra. que todos los conventos los dedican como patrona y tutora de la orden”


    Lo cierto es, que lo que documentalmente consta acreditado es que la primera referencia al Monasterio de Moreruela es una escritura de 1.028 por la cual el presbítero Donila hace donación al monasterio de Moreruela de las Viñas de Mazabal y Tabolazas, del que sin embargo no he podido tener acceso y no puedo dar más datos. Más tarde en 1.042, encontramos otro pergamino en el que se indica la existencia de un monasterio llamado Santiago de Moreruela. En virtud de aquel documento el Rey Fernando I donaba por aquellos años a un tal Keia Hub Çe la villa de Junciel para que después de su muerte la ceda a este monasterio. (AHN Clero Carp. 3.548 n 7 y 8). En esta villa de Junciel precisamente consta que en el año 1.168, se produce una concordia con dichos vecinos  a fin de que no entrasen a beber en tierras de labranza ganados de aquellos en la heredad de Imanes propiedad de los monjes (Ach. De la Catedral de Zamora carp. 1.419.13= D3 6).  Parece ser de lo expuesto por Yepes que esta primitiva fundación debió de ser abandonada.


    Habiéndose puesto de manifiesto, en anteriores intervenciones el error en la data del supuesto documento fundacional del monasterio de 1.131, y la necesidad de retrasarse al año 1.153 dicho documento, no redundaré en esta polémica, al hallarse está polémica ampliamente superada.  Efectivamente, la fundación del monasterio o refundación si atendemos a lo anteriormente indicado debería de fijarse hacia el año 1.143 con motivo de la donación realizada por el emperador  a Ponce de Cabrera, quien dona “villam diu desertam de morerolam de Frades” y para remisión de los pecados de ambos, la confía a Sancho y su socio Pedro, monjes, “a monibus alllis forum sociis que sub ordine Santi Benedicto et eius regula, cum eis ibi esse et manere”. Si bien, este documento no presenta las dudas del primero, los monjes que en el mismo habitan no son cistercienses, sino benedictinos cluniacenses.


    La cuestión tampoco resulta aclarada si estimamos que el documento fundacional cisterciense sea el citado inicialmente por Lobera. Si efectivamente retrasasemos al año 1.153 la venida de los monjes de San Bernardo, como se explica la advocación de dicho monasterio al apóstol Santiago, existente en varios documentos, de los años 1.156 y el indicado de 1.168  y como se explique también que no figure su advocación a Santa María sino hasta el año 1.172, que como se ha indicado es generalizada en los institutos cistercienses. Me parece que la referencia contenida en el documento del año 1.143, a “villam diu desertam de morerolam de frades”, en un lugar desierto, evidentemente se está refiriendo al Monasterio de Tabara, que precisamente se encuentra adscrito a la devoción de dicho Apóstol. Para Manrique el monasterio de Santiago de Moreruela se identifica con este lugar: “Ad ripas Ezlae in Zamorensis territorio iusique alim moasterium fuit, Iacobo Sacrum cuius primus abbas et fundador magnus Froilanus celebrí sanctitatis fama hispaniae illuxerat. Valde Tabara priori loco nomen: sed non capientem prae angustia mutitudinem in alium commodiorem permutarunt Moreruela vernácula lengua incolae vocant”·. Es más lo que se deduce de una atenta lectura del documento fechado en 1.153 es que el Monasterio de Tabara, que debemos de identificar con el monasterio de Santiago de Moreruela adquiere precisamente unas fincas en Moreruela de Suso donde efectivamente se producirá años más tarde el asentamiento de los monjes cistercienses.


    Sea como fuere, no es sino hasta el año de 1.172 cuando ya se conocen las primeras citas del Monasterio de Santa María de Moreruela, siendo su primer abad, el abad Pedro del cual hay documentación en 1.171 -1172. Posteriormente en 1.180 se cita al abad Arnaldo y en ese mismo año al abad Gundisalvo. Como señala guadalupe Ramos de Castro, (Arte románico en la Provincia de Zamora pág. 282), nos encontramos en estas fechas practicadamente seguidos dos abades pedro y Gundisalvo, prácticamente seguidos como lo fueron Pedro y Gundisalvo los cluniacenses, pero insiste dicha autora que el momento realmente decisivo del monasterio de Moreruela se produce aún después. Este momento esencial en la vida del monasterio es la donación realizada en el año 1.203, que van a dotar al Monasterio de los medios necesarios que permitirán el desarrollo colosal del edificio que hoy todavía se puede apreciar. Este documento conservado en el Archivo Prov. Zamora Carp. 6 nº 10 fue publicado en 1.975 por Bueno Domínguez que los incluyó como una donación más al monasterio, sin valorar su importancia, dándole la fecha de 1.204, lo cual hace arbitrariamente, por que como manifiesta el archivero, esta carta no tiene fecha, y como el mismo reconoce, la fijo por hallarse en ese tiempo al frente de los destinos del monasterio el tal Abad Humberto II. Señala guadalupe Ramos que el documento efectivamente aparece Humberto pero sin número con lo cual creemos que se demuestra que no es el II, sino el I, por que si no lo indicaría como suele ocurrir en estos casos. Debe de tenerse presente que en este mismo documento se citan a otros abades de monasterio, de modo que a este Herberto 1.201-1.203 le sigue otro Pelagio 1.203-1204 y a éste herberto II, 1204-1213 ya éste a su vez Pelagio II, 1213-1214 que es sucedido por Pedro según la lista de Lobera


    El documento es en realidad una recopilación de otros dos, y consta de dos partes. La primera comienza con una donación tipo pacto del abad Humberto con su convento de Moreruela para la obra de la Iglesia De Santa María, donación importantísima a la que se agrega la donación también muy importante de Fernando Fernandi y su mujer María, Este Fernando fernandi, es conde de Cabrera, nieto del célebre don Ponce de Cabrera y su mujer doña María es hija del conde de Nájera.  Cuando dicho documento se debiera de cerrar luego de las correspondientes admoniciones de excomunión y pago de penas se le añade otra donación que tiene distinto tipo de letra que constituye la segunda parte del documento. La segunda parte del documento hay dos tipos de letra, la primera es la donación de la condesa Estefanía. Al abad Heriberto le ha sucedido ya Pelagio hay pues una diferencia cronológica que socilará en tres ñaos aunos meses y se percibe también un cambio de matiz en el término empleado para la obras se empresla esiempre el verbo “perficio” llevar a cabo terminar, que apunta muy a las claras los grandes avances de la edificación. Señala dicha autora que la donación a Moreruela es de tal calibre que hasta el presente se hace difícil encontrar otra de tanto volumen y riquezas.


    La conclusión en modo alguno es clara, pero de alguna manera algunos de los monjes de Tábara debieron en algún momento verse movidos a la fundación de un nuevo monasterio bajo la advocación cisterciense, este nuevo monasterio eclipsó a la fundación originaria con motivo de diversas donaciones realizadas en los años 1.201 y 1.203, que dieron lugar a la enorme edificación que conocemos hoy.


    Me preguntó por último, acerca de la relación del monasterio de Moreruela de Tabara, y si pudiera identificarse con aquel otro construido el valle del Tabará donde se escribió y miniaturizo el famoso beato de Liébana conservado hoy en día en el archivo histórico Nacional. Su pintor Emeterio dibujo al final la torre del monasterio y el scriptorium con ese comentario. “oh torre tabarense alta y lapídea donde tanto tiempo pase inclinado sobre el pergamino quebrantado juntamente mi cálamo y mis huesos”.


     

  3. #3 candalin 31 de oct. 2007

    Bolópez la documentación que manejo es casi toda anterior al año 80, que es cuando mi padre trabajaba en la Delegación, sé que debe de haber más por casa en revistas del Ministerio, pero de lo que he podido encontrar lo que me ha parecido más interesante es el libro de guadalupe Ramos de Castro, que he citado anteriormente y que adjunta tres pergaminos en fascimil del monasterio, tres donaciones y una concordia con los vecinos de Junciel, datado este último en 1.176. De entre estos se encuentra la ya citada donación del Rey Alfonso VII de la Villa de Moreruela de Frades al conde Ponce de Cabrera, y a través de éste, a dos monjes benedictinos, Pedro y Sancho. Dicho documento está datado en el año 1.143, el 4 de noviembre, (A.H.N. sección del Clero Moreruela, Carp. 3.548, doc. nº 11), y que por su interés transcribo a continuación:



    Cum presentis seculi uita nimis breuis sit et transitoria, debet unusquisque dum licet quantum boni poterit agere, ut cum electis Dei valeat posterum in eternum mortem regnare. Huius rei gratia, ego Adefonsus Hyspaniae / imperator, una cum uxore mea Berengaria, grato animo uoluntate spontanea, pro Dei amore et gratia eius seruicii quod Poncius de Cabreria mihi multociens fecit, dono eidem Poncio eiure hereditario quandam meam uillam / diu desertam Morerolam de Frades quatenus pro meorum et suorum pecatorum remissione et animarum nostrarum salute, eandem uillam Sancio et Petro Socio eius monachis, et omnibus aliis eorum sociis qui sub ordine Sancti Benedicti et eius / regula, cum eis ibi esse et manere uoluerint, donet, datam: edificare iuuet, edificatam, integram et illibatam cum omnibus eius possesionibus ad honorem Dei et monachorum qui ibi fuerint, manuteneat et conseruet. /Illam in quam uillam meam dictam Morerolam de Frades, dono dompno  Poncio de Cabreria et per eum Sancio et Petro socio eius monachis, cum omnibus eius terminis antiquitus et datis et cum omnibus aliis rebus que infra eosdem terminos / continentur: terris, uineis, montibus, aquis, aceniis, pascuis, exitus et regressibus. Dono in quam predictam uillam Poncio de Cabreria et prenominatis fratibus et eorum sociis, per eos terminos habendam, quibus diuiditur a Castro Torali, et Reugua, et a Man- /ganenses et a Sancta Eugenia et a Predreria et a Tauara  et a Sancta Eugenia que super Estole ripam est sita. Eo inquam modo prenominatam uillam cum suis terminis, Poncio de Cabreria et per Poncium fratribus prenominatis, Sancio et Petro et omnibus / eorum sociis monachis presentibus  et futuris, dono quantenus eam iure hereditario libere et quiete in perpetuum possideant et habeant.


    Si quis autem de meo uel alieno genere, hoc meum factum et meam donationem in posterum diruperit: A Deo maledictus in inferno cum Iuda proditore, et Datam et Abiron sine fine dampnetur, nisi resipuerit in super pro temerario ausu pectet mille marca argenti fratribus prenominatis et regie potestati. Fact carta Cemora III, nones septembris, tempore quo Guido romane ecclesie cardinale concilium in Ualle Olithi celebrauit, et ad colloquium  regis portugalem cum imperatori uenit. Era M.ª C.ª LXXXXI.ª predicto imperatore Adefonso imperatore in Toleto, Legione Saragocia, Naiara, Castella, Gallecia. Ego adefonsus imperator hanc cartam quam iussi fieri anno VIIII mei imperii, confirmo et manu mea roboro et [signo] a predicto Poncio de Cabreria unam eius obtinam ensem in roboratione huius carte accipio.


    Huius rei sunt confirmatores et testes:/ Petrus compostellanus archiepiscopus. Conf./ Petrus Palentinus episcopus, conf./ Bernardo Cemorenses conf./Martinus Auriensis conf. / Rodericus Uelez conf. / Ramirus Froilez comes conf. / Guterrius Fernandez conf. / Fernandus Iohanes de Galecia conf. Didacus Munioz maiordomus imperatoris conf./ Poncius de Minerua alferiz conf./ Martinus Muniuz conf./ Guter Pelaez et Petrus Pelaez de Couelis conf./ Geraldus scripsit iussu imperatoris et magistri Hugonis eius cancelllarii. [signum]


    Traigo aquí el documento citado, que como ha quedado indicado es el fundacional del monasterio, por si alguno que tuviera más conocimientos geográficos de la comarca, me pudiese despejar la duda de el lugar donde se debiera de ubicar inicialmente el monasterio.


    También, en este libro se contiene otro pergamino conservado en el Archivo Histórico Provincial de Zamora, bastante menos conocido, pero que es realmente el más trascendente para  el monasterio. En este documento que aparece sin data y que la editora fecha entre 1201 y 1203, se documenta una importantísima donación del conde Fernando Fernandi y su mujer María, junto a una condesa Estefanía de numerosísimas propiedades a favor del Monasterio. Este es el documento clave del monasterio, pues es el que explica el extraordinario desenvolvimiento del monasterio en los años siguientes, y el carácter colosal del monumento. En el libro, se aporta un plano de lo que debería ser el monasterio, y lo que queda, no siendo ésta sino una mínima parte de lo que debió de haber sido en tiempos. Sólo un importantísimo refuerzo patrimonial explicaría tal extraordinario desarrollo.


    Por lo demás, no había caído en la cuenta del carácter benedictino de la orden cisterciense. Algo parecido ocurre en el Monasterio de Villanueva de Oscos que inincialmente se funda por monjes benedictinos en un lugar  desértico y que posteriormente se convierte en cisterciense. Lo cierto es que la donación efectuada al Conde Cabrera, quien era el magnate más poderoso en Zamora y Sanabria y con ansias de extender su poder por la región, me parece que no se compadece mucho con los propósitos de los monjes de Citeaux. Me resulta más plausible la hipótesis de que los monjes que salen de Moreruela de Tabara y se dirigen a Moreruela de Suso, ya en la decada de los años setenta, fuesen los que diesen la impronta de la orden cisterciense al Monasterio.


    Respecto de lo que dices de la inscripción de uno de los absidiolos, si es la misma que la que tengo documentada: “HIC: IAC: PAME DE: DOM PEDRUS: … DE: CASTRO: ET … MCCCX”, se trataría de 1.272 y no 1.162 como indicas. Por otra parte resultaría absurdo la existencia de un monumento tan colosal en pleno siglo XII en un lugar desértico, que todavía debiera resentirse de la última invasión almoravide.

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