SANTUARIO DE EPONA .

En la localidad alavesa de Markínez existe un cueva artificial llamada de Santa Leocadia . En una de sus paredes se conserva un grupo escultórico en bajo relieve. Se trata de una figura femenina montada a caballo que acompaña a otra figura antropomorfa de menor tamaño. Todo induce a pensar que se trata de una representación de la diosa pancéltica EPONA, en su función de conductora de almas al “Más Allá” , pues relieves semejantes existen en otros lugares relacionados con el culto a EPONA.
Posiblemente el bajorrelieve, que sería parte central del santuario rupestre, ha pervivido, tras la cristianización, debido a que se ha identificado tradicionalmente el conjunto escultórico con la “Huída a Egipto” de San José y la Virgen. Pero ya desde mediados del siglo XX varios autores sostuvieron que se trataba en realidad de un santuario pagano de posible origen céltico (posiblemente berón, en esa época este territorio debía estar ocupado por celtíberos y no por vascones, el poblado celtíbero berón de La Hoya en Laguardia//Biasteri (Araba), al otro lado de la llamada Sierra de Cantabria ,es buena prueba de ello) o celtorromano, pero indudablemente precristiano.
Es curioso que ,aún en la actualidad, junto al relieve (que, afortunadamente, se encuentra tras una verja protectora) con la representación de la diosa celta montada acompañada posiblemente por un difunto o su alma , se puede contemplar un impresionante osario o depósito de huesos humanos expuestos a la mirada del visitante , como yo mismo pude comprobar . Esto reforzaría la idea del carácter sacro , vinculado con el mundo de ultratumba ,de este santuario que habría sido cristianizado en algún momento de la Alta Edad Media.
Otro dato que me parece digno de resaltar, y no se si algún autor a destacado, es el hecho de que el topónimo Markínez podría tener su origen en el término indoeuropeo para “caballo” *Marko-. Es decir , el animal simbólico por excelencia de la diosa EPONA .
También mencionar que actualmente se crían ,en los alrededores de esta bella localidad, unos caballitos de pelaje oscuro, casi negro, y pequeña alzada que tal vez tengan su origen en los tiempos en que los campesinos y guerreros de aquellos parajes rendían un culto funerario a EPONA

La cueva-santuario de santa Leocadia se encuentra excavada en el peñón situado detrás de la iglesia parroquial (abandonada).
Una vez en el pueblo, llegar hasta allí no tiene pérdida ,al ser la localidad de pequeñas dimensiones. Tras subir una callejuela se encuentra una pequeña plaza con una fuente, desde donde se visualiza la iglesia, bordeando esta nos encontramos con el santuario de EPONA, la antigua diosa de los caballos.
En cuanto a los horarios,no está sujeto a ninguno. El lugar puede ser visitado a cualquier hora. Tanto el relieve , como el deposito de huesos humanos se encuentra protegido tras una verja.
En esta misma localidad existen otras cuevas artificiales y una ermita románica, así como los curiosos caballitos mencionados de hirsutas crines en los prados de los alrededores.