Santa María del Naranco

“Ramiro I levanta en el año 849, en medio de un gran coto de caza, el palacete del Naranco, que luego llegaría a nuestros días como la iglesia de Santa María del Naranco. Esto explica la suntuosidad de la edificación. Compuesta por una planta rectangular muy alargada, dos pisos y un característico mirador con columnas estriadas y bellos capiteles. El piso inferior fue capilla, cubierta con bóveda de cañón. Su altar original se encuentra en el museo arqueológico de Oviedo. En esta cripta se conserva una inscripción del rey Ramiro I y de su esposa, del que ha salido el nombre de Santa María. El piso suPerior, cuenta también con bóveda de cañón y arcos fajones.
La construcción está considerada como la obra maestra del estilo ramirense y su sistema constructivo influirá decisivamente en la posterior arquitectura románica.

Estilo ramirense
En el año 824 subió al trono Ramiro I y con él comenzaría la época dorada del arte asturiano. Los monumentos que se construyeron revelan una gran madurez estilística, acorde con el dominio de nuevas técnicas, Pero además una innovación en el uso de recursos que tiempo después se utilizarían en el resto de la península.

El arco Peraltado (con el medio punto sobrealzado), la bóveda de cañón (semicilíndrica), la columna de fuste sogueado (con adornos en forma de cuerdas), el predominio de la altura, la abundancia de contrafuertes y la riqueza de la ornamentación escultural son algunos de los elementos más característicos.
La ruptura con el momento anterior obedece a un dominio extraordinario de las formas que se atribuye a un desconocido maestro del Naranco.

Santa María del Naranco y San Miguel de Lillo son la mejor demostración de que el reino de Asturias supo crear, ya en el siglo IX, un arte integrador de influencias orientales y occidentales, a la vez que creativo y Personal.” (Principado de Asturias. Guías Visuales de España)

Desde Oviedo, subir hacia el monte Naranco.