Anta-capela de Nª Sª do monte, es el más grande y llamativo de la necrópolis a la que da nombre. Considerado Monumento Nacional desde 1961 y compuesto por una sepultura prehistórica de grandes dimensiones, fue reaprovechado y cristianizado en la Edad Media a través de la construcción de una capilla en la que se utilizó parte de la cubierta rota, ortostatos y el suelo del dolmen, también fue separado el corredor de la cámara con una pared de piedra; el dolmen es de cámara poligonal y corredor corto; en la excavación de la década de los 90, aparecieron microlitos, láminas, hachas y recipientes cerámicos; en la zona del atrio apareció un depósito votivo constituido por 1 recipiente cerámico, una esfera de piedra y una pequeña estructura en forma de caja, se obtuvieron también restos de vegetales carbonizados que permitieron datar el monumento entre 3290 y 3010 a. C..