Aunque la reducción de la lámina provoca poca definición, puede apreciarse en líneas generales la división propia de Cataluña en 1690 (esto es, dos décadas antes de ser castigada por Felipe V), mostrando la división en comarcas naturales que les es más característica (y, dicho sea de paso, más coherente). En la imagen siguiente se verá cómo fue obligada a quedar a causa del centralismo borbónico.

En 2006, si bien internamente y para distintos ámbitos se manejan otra vez con sus comarcas, oficialmente mantienen aún el sistema provincial de 1833. Esto es, no han conseguido todavía volver a hacer oficial el sistema que les fue propio durante siglos, hasta ser privados de él a la fuerza por el citado "Decreto de Nueva Planta" de 1714.

Si se trataran de entender estos hechos históricos, quizá se pudiera ver el tema actual de su búsqueda de mayor autonomía con más comprensión.

Mapa de G. Valk, "Principauté de Catalogne où sont Compris les Comptés de Roussillon et de Cerdagne", Amsterdam, 1690.