No es un placer publicar esta fotografía como testimonio de denuncia sobre vandalismo en el Gran Dolmen de Montehermoso (Cáceres).
Algunos creen que todo el esfuerzo y el dinero invertido en descubrir y restaurar un monumento van destinados a construir un soporte para sus obras no de arte sino de mala educación.
Ojalá sirva de llamada de atención a las autoridades para que aumenten la prevención y la persecución de los incívicos.
A veces surje la duda de si es mejor mostrar al público la riqueza histórica o no. Ya se sabe: patrimonio publicitado, patrimonio vandalizado.




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