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Formulada el sábado, 30 de diciembre de 1899
Número de respuestas: 110
Categoría: Foros Quincenales

El Toro y otros rituales con animales.


¿Es el actual toreo una reminiscencia de algún ritual ancestral, o es un insulto hacia el animal? ¿Existen, actualmente, más rituales que podamos asociar con la prehistoria de Celtiberia, en los que se haga participe a animales? ¿Existían más ritos, ya desaparecidos? etc.

Respuestas

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  1. #51 Medraina miércoles, 07 de enero de 2004 a las 00:00

    Qué es más cruel? matar a un toro con una espada después de haberlo "mimado" durante meses en una dehesa como espectaculo en una corrida o matar un pollo después de haberlo sobrealimentado junto otros ciento de pollos en un corral diminuto e iluminados durante las 24 horas del día para que no dejen de comer y engorden en menos tiempo?

    Mirad para mi los toros son un espectáculo en la que un hombre se enfrenta a una ¿¿¿¿bestia???? y aunque al fin y al cabo el toro esté en desigualdad de condiciones¡ y no puedo evitar que se me pongan los vellos como escarpias cada vez que el animal cae a suelo y me alegre cuando cogen a un torero.

    Al fin y al cabo me gusta más el rabo de toro estofado que el pollo agridulce¡

    será porque soy de Cordoba?

    Salud


  2. #52 diviciaco miércoles, 07 de enero de 2004 a las 00:00

    Y en cuanto a lo que el movimiento antitaurino sea una agresión a la cultura española, ¿no hemos progresado nada desde Jovellanos?.

    Ya decía Jovino de ésta bárbara fiesta que no era común, en absoluto, a todos los pueblos de España. Entonces ¿porque dices que la tauromaquia es cultura española tomando una parte por el todo?

    Antes bien el respeto a las culturas autóctonas consistiría en no tratar de imponer este festejo a todo trance y con escandalosas inyecciones de dinero como en lugares sin tradición como Asturies, donde solo hay dos diminutas plazas a las que sólo acuden los turistas en verano, los jubilados subvencionados y los pijos de turno, siempre atentos a las novedades del "Hola".

    Si esta comedia no recibiese su multimillonario enema anual, desaparecería sin pena para nadie.


  3. #53 Ego miércoles, 07 de enero de 2004 a las 00:00

    Querido Andanada, deja de decir chorradas. Por supuesto hay que respetar las tradiciones y culturas de todo el mundo, pero aquí, en España, cada vez hay más gente en contra de los toros. De hecho el que no está en contra se limita a ampararse en la tradición (no hay más argumentos para justificar esa barbaridad). Si este pueblo poco a poco reniega de su tradición, por estúpida y salvaje, me parece bastante loable. Una tradición que se funda en el sufrimiento es aberrante a nuestros ojos en nuestro entorno.

    Discrepo de Diviciaco en el sentido de que hay que respetar las demás culturas. Cuando critico una cultura, critico la mía. Lo que pase fuera es cosa de los de fuera. Si ellos la quieren cambiar, que la cambien, sino, pues que no la cambien. Lo contrario no es ni más ni menos que esa aberración que denominan etnocentrismo.

    Acabar con los toros es cosa nuestra, de los españolitos. Por eso me parece sumamente válida la opinión de Pitt-Rivers. Pero si nosotros queremos eliminar esa salvajada taurina, es cosa nuestra, él que se limite a estudiar objetivamente y deje de hacer el subnormal.

    Tan censurable son las corridas de toros como el trato a los animales de granja. Ambas cosas deberían de ser extirpadas de raíz. Dejemos de defender una burrada amparándonos en otra burrada. Eso es de críos.

    Es un asco ver como un torero mata un toro que no se puede ni mover del sobre peso que tiene. Quisiera ver un torero frente a un toro de 300 kilos, que es su peso natural con cinco años.

    Salud.


  4. #54 Ibar miércoles, 07 de enero de 2004 a las 00:00

    Si se tiene en cuenta que "morir" es una crueldad en sí mismo, que la bala de un cazador mate a un animal en cuestión de segundos es preferible a que le echen veinte perros encima, del mismo modo que es menos cruel la muerte de una res en un matadero (si el matadero sacrifica al animal correctamente, porque algunos...) es menos cruel que se haga en una corrida. Como animales que nos alimentamos de carne, tenemos nuestra ración de crueldad, pero no por ello debemos usar esa crueldad en exceso, pues ya que somos "inteligentes", tenemos la capacidad de sacrificar con la menor crueldad posible, y esa es la de realizar un sacrificio corto y rápido, de manera que el animal no tenga mucho tiempo de pensar cuál está siendo el final de su vida.

    A diferencia de otros animales carnívoros somos capaces de matar de manera rápida y poco cruel, simplemente por el hecho de ser inteligentes y tener capacidades físicas para ello, pero en el caso de los leones (como se ha comentado) ellos matan como pueden, pero siguen una misma regla: nada más derribar a su presa, le muerden la garganta o la boca para provocar la asfixia, simplemente porque es la forma más rápida de la que son capaces de matar a sus presas, pero no porque sean cruelísimos.

    Estoy contigo Ego ya quisiera ver a un torero de 150 Kg. luchar contra un toro de 300 Kg., a ver que quedaba de torero... .

    Saludos.


  5. #55 Ibar miércoles, 07 de enero de 2004 a las 00:00

    Olvidaba decir, la fiesta de los toros terminará desapareciendo sin prohibiciones alguna, en muchas de nuestras plazas de toros ya no se obtienen beneficios económicos, y cuando no hay negocio todos sabemos que la tienda se cierra. Y poco a poco, la gente joven está menos interesada en los toros (y más en el fútbol) y se irán dejando de realizar estos festejos, y estoy hablando de una zona andaluza, concretamente de la localidad de San Fernando, que mientras en Cádiz capital los aficionados al toreo claman por la construcción de una plaza de toros, en San Fernando, a sólo 16 kms. de distancia y con plaza de toros, cierra sus festejos taurinos con pérdidas (y que decir del pequeño encierro, que dejó de realizarse hace unos pocos años porque ya nadie va a verlos).

    Quien acabe con el toreo, será el propio pueblo que hacía de ello un negocio lucrativo, quizás las corridas de toros sigan existiendo 50 años más, o 100, pero dudo mucho que pueda mantenerse más tiempo por sí misma.

    Saludos.


  6. #56 flavio miércoles, 07 de enero de 2004 a las 00:00

    Hola a todos:


    El comentario de ayer de Andanada me pareció muy interesante, más que comentario es una artículo en realidad y el comentario de hoy de Dorotea también esta muy bien y ambos lo has hecho desde el punto de vista histórico, no se a que viene tantos comentarios criticando "la fiesta"... no vienen al caso.


    Creo que ésta es una web de historia y no de "antitaurinos", igual que este foro, y creo que habría que verlo desde el punto de vista histórico. Para criticarlo ya habrá otras webs con foros por ahí.

    Un saludo


  7. #57 andanada miércoles, 07 de enero de 2004 a las 00:00

    Pues si Flavio, es una pena ver como se coje el rábano por las hojas y se confunde el culo con las témporas. Parece ser que lo que priva es lo políticamente correcto y por eso mientras que los ritos taurinos son la "barbarie", los "daños colaterales" producidos por la civilización son muestra de la modernidad a la que estamos destinados.
    El tema, la verdad, es que da para mucho se podría hablar de los sacrificios rituales de ensabanados, negros y colorados por parte de los sacerdotes de la antigüedad céltica o romana. Se podría hablar del toro nupcial y del toros con hachones de fuego contra los cartagineses y de los bous al carrer y del toro jubillo y el de San Marcos y los milagros taurinos de Salamanca y Oviedo y etc.etc...
    Pero como este asunto levanta tanta suspicacia habrá que dejar que pase el tiempo, porque no hay discusión sobre tema taurico que no acabe en el aburridísimo "toros si-toros no"


  8. #58 DOROTEA jueves, 08 de enero de 2004 a las 00:00

    Eso, Andanada, a ver si entre unos cuantos ponemos un poco de sensatez en todo esto. Los que quieran debatir sobre si toros sí-toros no que se abran otro foro para ellos y que suelten sus peroratas a gusto.

    Y ahora una pregunta sobre el hilo de esta discusión, según tengo entendido, el pectoral del tesoro de El Carambolo representa una piel de toro y estaría en relación con el descubrimiento de algunos altares tartésicos con forma igualmente de piel de toro extendida...¿alguien sabe más sobre el asunto? Otra cosa, dado que el tesoro de El Carambolo no fue hayado en relación con ningún eneterramiento no se ha podido aclarar si es un ajuar para hombre o para mujer. Yo pienso, ¿no podría haber sido ornamento de alguna imagen sagrada con forma de toro?, no sé, es una cosa que se me acaba de ocurrir ahora.


  9. #59 Ego jueves, 08 de enero de 2004 a las 00:00

    Parece mentira que quién está comparando la aberración taurina que tenemos hoy con los ritos arcaicos estén dando lecciones historia. Esa gente que justifica un gusto macabro en la historia. Otra vez más, estos personajillos vuelven a usar esa Historia para mantener sus apentencias.
    Por si no os habeis enterado, en este foro se empezó a debatir el tema del toro en los ritos antiguos. Son gente como andanada los que acaban relacionando lo uno con lo otro. Que, efectivamente, tiene relación. Pero defender esas prácticas hoy día es como defender la inquisición o la tortura. Y no caigas en chiquilleces, antropólogo, defender una barbaridad con otra es poco "docto". Si quereis hablar de historia, adelante, pero no defendais vuestras salvajadas al amparo de aquella.
    Por cierto, Dorotea, efectivamente, no tienes ni idea del tema.

    Salud.


  10. #60 Irluachair jueves, 08 de enero de 2004 a las 00:00

    La definición más curiosa que he oido del toreo fue la que escuché de Fernando Sanchez Dragó que decía que el toreo no sólo no era algo bárbaro, sino que encima era la fiesta o el acto más culto del mundo, por ser un acto en el que un hombre por medio sólo de su inteligencia lograba encauzar la fuerza bruta o el Caos primigenio, y en este aspecto era más bien pura Filosofía.

    En cierta manera, si ya que vamos a seguir usando y matando animales, si por lo menos le otorgamos cierto estatus simbólico, entablamos un relación con él (aunque sea un juego de muerte), y lo hacemos participar en nuestro acto sangriento, es por lo menos a mi entender mucho mejor que tratarlo como un trozo de carne en un matadero, o un desecho en una perrera pública, cosas que si que son totalmente inhumanas. Al menos se le ve como algo más digno (aunque al toro le vaya a dar igual, pero al fin y al cabo todo gira alrededor de nosotros). Aunque lo ideal quizás sería no tener que matarlo.



  11. #61 DOROTEA jueves, 08 de enero de 2004 a las 00:00

    Ego, ¿en qué no tengo ni idea? ¿en lo del pectoral de El Carambolo?


  12. #62 Ego jueves, 08 de enero de 2004 a las 00:00

    Para Dorotea.

    Primero. Los pro-toros (como vosotros decis) se limitan a vaciar de contenido el debate anti-taurino reduciéndolo a una cuestión de toros no, toros si. Es una cuestión de Etica y respecto hacia todos los seres vivos. Cuanto menos en nuestro entorno cultural. Aunque lo simplifiqueis para comprenderlo.

    Segundo. Has hablado de reminiscencias antiguas en el "enfrentamiento hombre-toro", lo cual, en su momento existió y tuvo sentido. Dotar de un caráter sacro la contienda. Actualmente se sigue haciendo, pero la masa no tiene idea de porque se lidia el toro. Hoy día no es más que un espectáculo sangriento censurable. Por cierto, vamos dejar de hablar de confrontación y más de colaboración, que para eso somos humanos. El animal no es un enemigo, es un ser vivo.

    Tercero. Defender el uso y disfrute de un animal para satisfacer las carencias por medio de la comparación con otros tratos aberrantes de los animales (estabulación, caza del zorro, maltrato, etc) está fuera de lugar. Ambos comportamientos son exáctamente censurables. No es argumento para continuar con tales prácticas.

    Cuarto. La tradición no es justificación para nada, salvo para la misma tradición. Y por tanto, si la tradición es aberrante, no se puede justificar por si misma. La ablación se basa en la "sunna" no en la religión musulmana. La tradición ancestral de destrozar mujeres no está justificada por si misma. Ahora bien, esas culturas que las practican han de cambiarlo si así lo desean. En nuestro caso, si la tradición taurina es una aberración habrá que extirparla.

    Quinto. Volviendo al tema del foro el actual toreo es una reminiscencia de tiempos antíguos. No cabe duda. Hoy día, al perder todo el contenido simbólico que poseía, no es más que un insulto al animal: ningún animal está para el uso del hombre más allá de la satisfación de necesidades de supervivencia. Cuando se mataba un toro por sacrificio antaño, existía la convicción de que ese acto, por si mismo, era válido para asegurar la supervivencia de la especie humana. Evitar malas cosechas, fomentar la fertilidad, canalizar su fuerza en el hombre... hoy, ese estadio evolutivo en el hombre ha sido superado, cuanto menos, en nuestra cultura, por lo tanto es un desprecio absoluto hacia el animal en virtud de la feria y el espectáculo. Hoy día no hay razón para mantener dicha práctica salvo el criterio económico. Y además, hace un buen servicio para el control de la masa, dándole un divertimento y una vía de escape a la violencia, que dicen algunos, es innata al ser humano.

    Sexto. No soy toro, no se lo que pensará. Pero estoy seguro de que el toro prefiere estár tranquilo en el monte antes que en la plaza. A diferencia de lo que dice andanada, creo que ningún animal nace para ser asestado por puro disfrute.

    Septimo. Efectivamente, el reconocimiento del derecho de los animales es muy reciente, de hecho, la primera ley en ese sentido es la ley de 24 de noviembre de 1933 alemana sobre protección de los animales. Obviar este hecho es colocarnos en una situación anterior a 1933 (donde, por ejemplo, se prohibió la caza, muy a pesar de los caciques bábaros), lo cual, es poco productivo. Por cierto, que esa norma no se limitó a prohibir, además tenía el sentido de inculcar el respeto a los animales, lo cual es sin duda más productivo que la mera prohibición (aquí fallaron los legisladores españoles). Creo que se ha de caminar hacia una sociedad mejor y más equilibrada. No retroceder hacia atrás.

    Finalmente indicar que los "toros" son tradición. Además, tienen altas reminiscencias del pasado. En el pasado tuvo su sentido sacro.
    Pero esto no son argumentos para mantener esta práctica. La evolución implica despegarse de prácticas que dejan de tener sentido, máxime cuando están dotadas de crueldad (al fin y al cabo, si no se daña a nada o nadie da igual que continúen, la pena de esto es olvidar el sentido de las mismas).
    En cierta ocasión, un profesor marroquí (además, creo que era musulmán)nos comentó que la ablación tenía un fin en el pasado: controlar la natalidad. Toda tradición surge con un fin. Como bien dijo él, que sentido tiene hoy día continuar con ella habiendo anticonceptivos...

    Salud.


  13. #63 diviciaco jueves, 08 de enero de 2004 a las 00:00

    Coincido con Ego, menos en una cosa: Todos hablan de tradición española, cuando NO es una tradición española, como ya señalara Jovellanos. Sólo de determinados lugares de España. De otros lugares del pais no hay mas referencias históricas de esta tradición que en las Islas Británicas.


  14. #64 Ego jueves, 08 de enero de 2004 a las 00:00

    Mira tu, diviciaco, eso lo desconocía. Pero a que tradición te refieres, a las de las "corridas de toros" o a la "taumatúrgia".

    Salud.


  15. #65 diviciaco jueves, 08 de enero de 2004 a las 00:00

    No me refiero tanto al simbolismo ctónico de estos bichos (sino tendriamos que llamar a Pangur a que nos hablara de los toros del Ulster) como a las corridas de toros.

    En muchos lugares de España, como Asturies, hay menos referencias históricas a corridas de Toros que en Inglaterra, no habiendo razón alguna para atribuirnos, a nosotros y por extenso a toda España, culturalmente dicha costumbre.

    Aquí jamás ha sido tradición, sosteniéndose pequeños festejos a finales del XIX y principios del XX por mor de la burguesía foránea, hecho muy criticado por Clarín y la intelectualidad de la provincia, (alguna referencia cáustica hay en "La Regenta").


  16. #66 DOROTEA jueves, 08 de enero de 2004 a las 00:00

    Huuuuuyyyyyy, me parece que aquí se están haciendo atribuciones al personal más que erróneas.

    Veamos.

    Pongamos que yo hago una pregunta del tipo ¿los sacrificios humanos practicados por los aztecas respondían a algún tipo de rito sagrado o era sólo una manera de insultar a sus enemigos?, y entonces sale alguien que ha escuchado o leido algo sobre el tema y explica el por qué de aquellos ritos, el significado que para los aztecas, como colectivo, tenían y cómo esa tradición era un elemento cohesionador de aquel pueblo. Entonces yo, que soy una firme defensora de los derechos humanos, me cabreo mogollón con ese tío y le digo que no tiene ni idea, que es un individuo con instintos asesinos, y que no existe justificación ninguna para aquellos actos.

    A ver si nos enteramos que explicar algo no significa que quien lo expresa sea partidario o propagandista de los contenidos explicados en cuestión.

    Aprendamos a no matar al mensajero, por favor.


  17. #67 Ego jueves, 08 de enero de 2004 a las 00:00

    Cierto Dorotea, no iba hacia tí mi exposición. Disculpas.


  18. #68 Ego jueves, 08 de enero de 2004 a las 00:00

    Sin embargo, en ningún momento he criticado las prácticas pasadas con toros a diferencia del ejemplo que muestras. Simplemente critico la defensa de actos presentes amparados en el pasado.

    Salud.


  19. #69 Granlon jueves, 08 de enero de 2004 a las 00:00

    Yo he dicho que la fiesta de los toros no me gusta, simplemente. Tampoco me gusta el deporte del golf, y no creo que nadie por eso me diga que esa postura es “políticamente correcta”. ¿Por qué muchas veces los aficionados a los toros se sienten atacados cuando uno les dice no compartir sus gustos? Será que este tema levanta pasiones encontradas. La tauromaquia, la que se practica en España, estéticamente me parece desagradable, lo siento, no puedo evitarlo.
    Ahora bien, si alguien me planteara su abolición, quizá no estaría tan dispuesto a ello.
    Saludos.




  20. #70 ainé sábado, 10 de enero de 2004 a las 00:00

    Anda que nos os habéis emocionado con los toros!

    ¿Hay algún rito ancestral (aceptado sin polémica)relaccionado con animales que se siga celebrando hoy en día aparte de " A Rapa das Bestas"?


  21. #71 kaerkes sábado, 10 de enero de 2004 a las 00:00

    Hola amigos mios! qué gusto estar de nuevo con vosotros tras ajetreadas navidulescas!...y como soy un meticón voy a participar en este vibrante y siempre polémico foro.

    Mas que aportar mi opinión personal (que me la guardo pa mi mismo y mi organismo) me gustaría aportar una serie de datos por si sirven para enriquecer el debate.

    Los amantes de la fiesta taurina obvian el sufrimiento del animal y perciben otra serie de emociones que los antitaurinos no logran comprender: plástica del hombre frente a la enorme bestia, armonia en los movimientos, acometida del animal... y demás aspectos que conforman un complicado ritual lo que algunos denominamos barbaridad. En lo referente a la participación del toro bravo en otros actos, como los encierros, solamente llamar la atención sobre la enorme magia que representa en los pueblos en eque se realizan. En muchos lugares de la penínisula una fiesta sin la participación de toro no es una fiesta.

    Otros aspectos que también son interesantes son el mantenimientos de enormes espacios adehesados para la crianza de las reses bravas así como la pervivencia de al menos tres razas de bovino autóctono que se utilizan en el manejo de las reses bravas (los cabestros o bezados) que de otra manera seguramente hubieran sido absorbidas por otras razas foráneas como ha ocurrido lamentablemente en el panorama génetico ibérico.

    Estos debates taurinos-antitaurinos son muy dados a que se mezclen y relacionen cosas como toros de lidia-versus pollos de granja industrial; toros-animales de compañía; toros-cultura y formación;toros-sensiblidad e incluso toros-sacrificios humanos.
    El entendimiento entre las dos posturas es enormemente dificil ya que se establecen razonamientos a distinto plano y en este caso las comparaciones entre toros de lidia y gallinas ponedoras en una granja no suelen llevar a ningun sitio.

    Yo me pregunto cuando se califican de barbaras las actividades con toros:

    ¿que es más salvaje? ¿una corrida de toros o que una señora lleve una piel de zorro con sus patitas colgada del cuello? ¿una corrida de toros o la humanización perversa que llevan muchos animales domésticos que calzan hasta botitas? ¿una corrida de toros o una cacería de cabras hispanicas en Gredos? ¿una corrida de toros o un elefante haciendo monerías en un circo?...

    Yo me pregunto....


  22. #72 Ego sábado, 10 de enero de 2004 a las 00:00

    Estimado Kaerkes, la misma salvajada es lo uno que lo otro.

    Salud.


  23. #73 ainé domingo, 11 de enero de 2004 a las 00:00

    No hay manera, seguimos sin saber si hay otros rituales con animales. Será que no hay, ¿no?


  24. #74 andanada domingo, 11 de enero de 2004 a las 00:00

    http://www.sorialibre.com/magica/magica_06.htm

    En la linde de la mancha pinariega está el pueblo de Abejar. Famoso por su virgen negra y por las ruinas llamadas de "Piedra-hita" lo es aún más por ser donde se celebra un viejo ritual entre carnavalesco y mitológico, de incierto origen, conocido en Soria y su provincia como "La Barrosa de Abejar". Gracias a lo desusado de la fecha de celebración (hacia mediados de febrero), conserva el carácter de un acontecimiento popular relativamente íntimo, aunque cada vez acudan más visitantes.
    La Barrosa, en sí, no es más que un armazón de madera que se viste con unas telas blancas. Lleva cosidas cintas amarillas, rojas, verdes y azules. En su proa lleva la graciosa faz de toro, amén de los correspondientes cuernos, que son auténticos.
    Dentro de este aparejo se sitúa el mozo llamado "barrosero", sosteniéndolo con sus hombros. Su cabeza sobresale sobre el lomo de la vaquilla. Este barrosero, y su acompañante, van vestidos con trajes blancos de corte anacrónico, complementados con un cinturón o estrecha faja amén de un sombrero muy similar al llamado "cordobés" y unas polainas de cuero negro. El barrosero acólito porta un látigo con el que aleja, o finge alejar, a la siempre abundante chiquillería.

    La Barrosa es cosa de mozos, quintados por más señas y, a su modo, y de igual manera que otras fiestas sorianas, es un rito de paso apenas encubierto. Los barroseros son los amos del cotarro. Van por las calles, piden en todas las puertas y antaño se atrevían a corretear a quienes topaban por la calle y no les caían simpáticos. Hacían asimismo incursiones por la iglesia, sacando a cornalones al cura de su escondrijo. O embestían medio en broma medio en serio al ayuntamiento en pleno. Nadie rechistaba, era el día mágico: el día de los mozos. Hoy la cosa no da para tales desplantes ácratas, aunque algo de aquél espíritu quede.
    Cuando la noche cae La Barrosa comete sus últimas tropelías y entonces se finge darle muerte con unos disparos de fogueo. su cadáver se dispone sobre un tapial, que no es sino el lateral del tablamento de un carro, y se la pasea compugnidamente por las calles. Antaño, una vez muerta La Barrosa y colocada sobre el izado tapial, se vaciaba sobre su pellejo un torrente de vino, mientras los chavales, agazapados debajo, se empapaban con el chaparrón y bebían lo que podían. Lamentos de generaciones de madres, maldiciendo el rito a causa de las "coladas" del día siguiente han acabado con tales despilfarros. Pero en cambio, se sigue celebrando una comida ritual, solo para hombres que, aunque quizá haya perdido parte de su sentido primero, todavía guarda interés.
    Como primera medida se procede a despachar a las féminas, sin excepción alguna que valga. Esta drástica disposición ha sufrido violentos embates durante los últimos años, debido al galopante feminismo que nos invade. Por ello, un año, las mujeres lograron imponer su presencia en la mesa de los célibes, mas con escasos resultados ya que, admitirlas las admitieron, mas sin prestarles la menor atención. Apiñadas en un extremo de la mesa no consiguieron catar sino algunos despojos que los varones les arrojaban entre bromas. La experiencia no se ha repetido.
    Es regla no escrita que el ágape sea a base de elementos que no exijan cocción, pues en este proceso han de intervenir por lo general las manos femeninas, lo que los contaminaría. También es indispensable que las viandas se hayan obtenido "de matute", es decir, sin el permiso explícito de las amas de casa. Se agarra, entonces, furtivamente, lo primero que se pilla por la cocina y, transportándolo en el improvisado zurrón del abrigo o la zamarra, se lleva al convite. Asoman así embutidos, jamones, quesos, variadas latas, cebollas y aceitunas. Y, claro: vino, mucho vino.
    En esta cena toma lugar principal una enorme crátera de cerámica que, llena de vino hasta los bordes, girará por la mesa, de comensal en comensal. Los barroseros, prodigiosamente resucitados de su muerte ritual, darán un pequeño discurso y el alcalde los emulará, aunque temo que esto sea reciente añadido.
    Más tarde lo caballeros de esta mesa, que si bien no es redonda a más de uno empieza a parecérselo, abandonarán el lugar y partirán, haciendo zigs-zags, a sus casas. Hasta otro año.
    La tarea de buscar posibles explicaciones o antecedentes a La Barrosa es apasionante y además tiene el aliciente de que no ha sido emprendida. No encontramos a propósito de La Barrosa la bibliografía más o menos voluminosa que existe respecto a El Paso del Fuego de San Pedro Manrique o El Toro Jubilo de Medinaceli, por poner dos ejemplos.
    Lo primero que puede sorprendernos es su propio nombre: Barrosa. Por Andalucía, en las fiestas patronales, salen toros que llaman "barrosos" y el profesor J.M. Blazquez, en su "Diccionario de las religiones pre-romanas de Hispania" habla de la leyenda hispano-lusa del "Toro Barroso": Un pastor se enamora de una dama y ella accede a sus pretensiones siempre y cuando él sacrifique a su más precioso novillo y le entregue su corazón. El propio término denota, en el caso de Abejar, su género femenino. Debemos de entender que se alude a una vaca o vaquilla. También en "Los Toros" de Cossio, se recoge la palabra "barroso", que alude a un toro de piel oscura, casi negra.
    La tradición de disfrazarse con atributos táuricos no es, ni mucho menos, reciente. El mismo Blazquez, y Caro Baroja, nos hablan de viejísimas costumbres emparentadas con estas mascaradas, a menudo carnavalescas.
    Si observamos minuciosamente el rito soriano, y sustituimos la difunta vaquilla de mentiras que es la Barrosa por un toro hecho y derecho y realizamos el mismo proceso convirtiendo el vino en sangre del dios ( al fin y al cabo se hace todos los días en los templos), tendremos entonces un clarísimo taurobolio. Muy parecido a dos antiquísimos cultos sacrificiales: los cultos de Mitra y Atis...
    ...Debemos considerar tanto al culto de Atis, como al de Mitra, por otra parte tan parecidos, como procedentes ambos de un tronco común, cuyos antecedentes se pierden en la bruma de la mitología hindoeuropea. Cabe, pues, añadir a la hipótesis de que este tipo de cultos fueran traídos por las legiones romanas al hecho de que podamos encontrarnos ante un brote autóctono del longevo árbol ario.
    Tampoco parece aislado dentro del folclore soriano este rito. No solamente porque esté imbricado y entroncado con el conjunto de ritos táuricos, al que claramente pertenece, sino porque hay algunos aspectos muy similares en la "fiesta de los mozos" que se celebraba hasta no hace muchos años en Romanillos de Medina. Allí, al dar muerte al "Capellán", lo que por cierto se hace de modo idéntico a como se ejecutaba a La Barrosa, se deposita su cadáver sobre un tapial, o mesa, y se riega generosamente con el vino de una bota.
    Este simbolismo que hace equivaler al vino con la sangre del animal simbólico bien merece ser destacado como uno de los "leit-motiv" que pudieran definir la vaga espiritualidad sorianista o celtibérica que se produce y se conmemora, con importantes excepciones, en el solsticio de verano y que Chesley Baity llegó a llamar, ebria de entusiasmo, "solsticial madness".
    Lo encontramos en la fiesta de las Calderas de la capital donde se entrega (o se entregaba, que ese es otro cantar) a cada feligrés la carne del toro y el vino, a modo de comunión en ambas formas y aparece, como hemos visto, en Abejar y Romanillos con idéntico sentido. Ello por no hablar de todas las becerradas y calderetas provinciales, que repiten el mismo o parecido esquema que las fiestas de San Juan capitalinas.


  25. #75 andanada domingo, 11 de enero de 2004 a las 00:00

    http://www.valonsadero.com/html1/turismo/fiestas/torojubilo.php
    En el mes de noviembre, el fin de semana más cercano al día 13, la hermosa villa de Medinaceli celebra rituales celtíberos de toro y fuego. Un fuerte olor a pez y barro se desperdiga por la plaza, convertida en coso y centro de este rito ancestral llamado Toro Jubilo. Un enorme astado, cubierto de barro desde las patas a la testuz, enarbola sobre su cornamenta un asta metálica (gamella), sobre la que dos grandes bolas de fuego arden a medianoche. Con posibles reminiscencias iniciáticas, el animal es atado a un poste con una cuerda que habrá de ser cortada por un mozo medinense. Las pavesas se derraman por el recinto en el que cuatro hogueras, dedicadas a los Santos Mártires de la localidad, flanquean las carreras de los jóvenes en esta noche de barro, fuego y ancestros.


  26. #76 andanada domingo, 11 de enero de 2004 a las 00:00

    ASTURIAS
    Asturias y los toros

    Circula el tópico, antiguo y muy extendido, de que en Asturias, y en general, en las provincias del Norte, no hay toros ni afición taurina. Y muchos se ufanan de esto, deduciendo que, por tanto, el Norte de España es más «progresista».
    Entre los antitaurinos asturianos figura en primer lugar Jovellanos; porque el primer lugar debe reservársele en todo. Pero, al no celebrarse en Asturias demasiadas corridas, es preciso reconocer que los antitaurinos de aquí no son tan militantes ni tan virulentos como los de otras latitudes; podríamos denominarlos «antitaurinos estacionales».
    El poeta llanisco José García Peláez, «Pepín de Pría», también se alineaba, a comienzos del siglo pasado, con los antitaurinos, desde las páginas de «El Oriente de Asturias».
    Mi antiguo e ilustre amigo Jesús Evaristo Casariego, autor del libro de título más «políticamente incorrecto» que encontrarse pueda, «Romances modernos de toros, guerra y caza», afirmó en reiteradas ocasiones, oralmente y por escrito, la antigüedad de los festejos taurinos en Asturias, llegando a señalar que los hubo en esta tierra antes que en ninguna otra de España. No todo lo que escribió Casariego debe ser tenido por dogma de fe. Sobre todo si anda Luarca por medio, ya que, según él, marinos luarqueses llegaron a incendiar Londres, navegando Támesis arriba.
    En lo que a Asturias se refiere, Casariego acude incluso a un episodio maravilloso para probar que «el espectáculo y arte de lidiar reses bravas era inmemorial en Asturias», recordando «aquel toro milagrero que se negó, a finales del siglo X, en una plaza de Oviedo, a embestir al calumniado obispo Ataúlfo II de Compostela; y es más, castigó a cornadas a los calumniadores y dejó humildemente sus pitones en manos del buen prelado injustamente perseguido. Este suceso taurino-judicial, especie de juicio de Dios, está recogido en la crónica del obispo don Pelayo de Oviedo, de principios del siglo XII, y fue muy divulgado después por las tan extendidas historias de “Tudense y el Toledano”». El obispo Pelayo, de Oviedo, era tan fabulador como don Jesús Evaristo Casariego. Esta leyenda piadosa no prueba mucho, salvo que, a finales del siglo X, no resultaba sorprendente que un toro bravo actuara como verdugo en una plaza de Oviedo. Si se empleaba a los toros en esos menesteres, forzosamente tenían que encontrarse a mano, en los campos próximos, pues sería incongruente, además de costosísimo, tener que ir a las otras vertientes de los «montes firmísimos» en busca de ellos. Y en las leyendas milagrosas, ya que se relatan sucesos en principio poco verosímiles, se procura que cuando menos los elementos circunstanciales tengan verosimilitud. Con esto quiero decir que el toro bravo tenía que ser un animal familiar para el obispo Pelayo, y no fabuloso, como podrían serlo el dragón o Leviatán.
    Y dejando atrás la historia fabulosa, vayamos a la «Crónica General» que mandó hacer Alfonso X, en la cual se refiere que, con mucha anterioridad al sucedido milagroso del obispo Ataúlfo, en el año 815, el rey Alfonso II el Casto convocó Cortes en Oviedo, «e mientras que duraron aquellas Cortes lidiaban cada día toros e bofordaban de cada día e facían muy grandes alegrías». Con toda probabilidad, ésta es la primera mención de corrida de toros que registra la historia de España. Posteriormente, hay noticia de que cuando el rey Alfonso VI hizo un viaje a Oviedo en 1075, en el curso del cual fue abierta el Arca Santa de la Catedral, igualmente se «corrieron toros», interviniendo en el festejo Rodrigo Díaz de Vivar, más tarde conocido como el Cid Campeador, que venía con el séquito del rey. Encontramos noticias documentadas de corridas de toros a lo largo de la Edad Media, sobre todo a partir del siglo XV, y en el siglo XVII, abundantísimas. «La constancia de corridas de toros en la Asturias medieval no ofrece dudas», resume Casariego, «y las celebradas, sobre todo a partir del siglo XIII, debieron ser numerosas, pues los novillos tenían lugar en las fiestas y conmemoraciones de los pueblos. En el siglo XVI tal festejo resultaba imprescindible en las poblaciones de alguna importancia».
    De esto último poseemos un testimonio irrecusable, el relato del desembarco y primer viaje del futuro rey Carlos I por España, hecho por su cronista, Laurent Vital. Como es sabido, Carlos de Gante, que más tarde sería Carlos I de España y V de Alemania, pero que todavía no lo era, vino a España en 1517, a tomar posesión de la corona, herencia de su abuelo, Fernando el Católico. La armada real partió de Flesinga en dirección a Santander, pero vientos contrarios la desviaron hacia las costas asturianas, por lo que los pilotos, vizcaínos y buenos conocedores del mar Cantábrico, «quedaron muy avergonzados», según apunta Laurent Vital. Dado el mal estado de la mar, el rey desembarcó en Villaviciosa, en Puente Huetes (y no en Tazones, como equivocadamente se dice) con parte de su séquito, mientras el resto de los cortesanos continuaron a bordo de las naves hacia Santander, adonde llegaron al cabo de dos días. El viaje por tierra del futuro rey fue más azaroso. El desembarco en Villaviciosa se produce al atardecer del día 19 de septiembre; al día siguiente era domingo, y los gobernadores de la villa fueron a hacerle reverencia, llevándole como regalos seis vacas, veinticuatro corderos, doce cestas de pan blanco y varios pellejos de vino. Y al otro día, «el 21 de dicho mes», refiere Vital, «los de la villa, para distraer al rey y a las damas, hicieron una corrida de toros delante del alojamiento del rey, cuyos toros le hicieron pasar un buen rato, porque eran muy fieros y se defendían bien; mas, para dar fin a esta diversión, fueron desjarretados a fuerza de espadas, y, finalmente, muertos». Ésta es, sin duda alguna, la primera referencia a las corridas de toros salida de la pluma de un autor extranjero; con lo que Laurent Vital se convierte, de este modo, en el precursor de Merimée, Hemingway, Mohtherlant y Jean Cau.
    Continuando su viaje hacia el Este, Carlos, que con el tiempo llegaría a ser un buen aficionado, según nos cuenta Zapata de Chavews (llegó a alancear un toro fiero, que recibía el muy apropiado nombre de Mahoma), presenció corridas de toros en Ribadesella, Llanes y San Vicente de la Barquera.
    De todas estas corridas presenciadas en la cornisa cantábrica, al de Llanes es la que está descrita con mayor meticulosidad. Vital describe cómo era el ruedo («se escoge una plaza amplia y espaciosa para mejorar la diversión y correr los toros, cuyo lugar se cierra para la seguridad de los espectadores y preservarlos de los peligros que les podrían ocurrir»), quiénes eran los toreros («un gran número de rudos compañeros, a pie, todos con justillos para mejor correr y defenderse contra los dichos toros, teniendo cada uno espada en la mano») y qué hace el toro. Vital es buen observador y se fija en todos los detalles: señala que el toro «se muestra muy sorprendido de ver a tanta gente por todos lados, porque por todas partes adonde va encuentra el paso cerrado, y además, para engañarle más y enfurecerle, los compañeros le clavan banderillas de diez pies de largas, que tienen en el extremo una punta de hierro enfilada como una lezna». La faena termina dando muerte al toro, después de desjarretarle. En esta corrida, en la que hubo gran diversión, «los toros eran bravos, malos y valientes a maravilla, como lo demostraron luego después de haberse enfurecido, que hirieron a varias gentes, entre las cuales hubo un hombre puesto en peligro de muerte». Esta jornada taurina le hubiera encantado a Ernest Hemingway, quien, cuando iba a los sanfermines, entraba en una iglesia de Pamplona a rezar para que el vino fuera fresco, los toros bravos y los toreros, valientes.
    En rigor, el relato de la corrida de Llanes por Laurent Vital es la primera «revista» taurina que se ha escrito. De modo que tenemos los siguientes datos incuestionables: la primera mención histórica de festejos con toros tiene lugar en Oviedo; la primera «crónica taurina» relata una corrida celebrada en Llanes. ¿Podrá negársele, en consecuencia, a Asturias, como se hace, tradición taurófila?
    No nos extenderemos sobre otros testimonios. Bástenos recordar, relativo al siglo XVIII, el que figura en el cuestionario de Gil de Jaz, publicado con el título de «Timbres históricos de la ciudad de Oviedo», donde un anónimo informador señala que en Oviedo se celebraban varias corridas por el mes de septiembre y en otras fechas, «por una tradición que iba añadiendo fuerzas a las costumbres y tocando en una casi inmemorial tradición», añadiendo que en 1732 hubo dos corridas con un costo de mil pesos, cantidad muy alta.
    Si hay toros, es normal que haya toreros, y lugares donde se celebren las corridas. Las plazas de toros de Asturias son, por orden de antigüedad, las de Gijón (1888), Oviedo (1889) y Llanes (1895).
    En cuanto a los toreros asturianos, encontramos al banderillero Francisco de Diego Benigno, «Corito», de la cuadrilla de Mazzantini, y a quien acompañó a México en 1887. La lista desde los que actuaron en Villaviciosa hasta Rafael de Pelayo o Pepe Rosales es abundante. Sin pretender una nómina exhaustiva, citaremos a Antonio Argüelles, que, según Casariego, «fue matador de tronío y banderillero excelentísimo, cuyos pares ponían en pie las plazas; fue también muy conocido fuera del ruedo por sus amoríos y desplantes, y tuvo un hermano llamado Esteban que fue novillero diestro y también muy notable en el arte de poner rehiletes».
    En la época de Fernando VII destacó Roque Miranda, «Rigores», que tuvo dos hermanos banderilleros, Juan y Antonio, apodado este último «el Asturiano». Andrés Infiesta es, según José María Lorenzo, el primer gijonés que vistió el traje de luces; actuó como banderillero en Sevilla, Orán, Madrid, Aranjuez, Gijón y Oviedo, falleciendo en 1893 de resultas de haberse dado un fuerte golpe contra una barrera, lo que agravó la enfermedad pulmonar que padecía. Por su parte, Rufo Fernández, «el Barbián», también de Gijón, fue banderillero, novillero y peón de brega, a caballo entre los siglos XIX y XX.Tres matadores de alternativa registran las crónicas: José Antonio Suárez Iglesias, nacido en Oviedo en 1828; Severino Díaz Busto, «Praderito», nacido en Gijón hacia el año 1887, de efímera carrera, truncada trágicamente en 1920, pero no de una cornada, sino de un tiro de revólver que le disparó su empresario en la terraza del café Lion d’Or, cuando le fue a reclamar beneficios. Y Bernardo Casielles, el más importante de todos, pues toreó en casi todas las plazas de España y México, alternando con Joselito, Belmonte, Sánchez Mejías, Pablo Lalanda, Gaona y otros muchos. Incluso llegó a insinuarse una cierta competencia entre él y Belmonte, a la que alude el revistero Francisco Ramos de Castro en estos versos:
    Los belmontistas están hechos
    totalmente unas furias,
    porque, comprendiendo van,
    que derrotará a don Juan
    el don Belmonte de Asturias.
    Cuando murió, en la residencia de ancianos de Colmenar Viejo, el 9 de mayo de 1983, ocupaba el decanato, tanto de edad como de antigüedad de los espadas de alternativa.
    Su hermano Miguel Casielles fue novillero y banderillero, pero una cornada puso pronto fin a su carrera en la plaza de Madrid.
    No puede quedar sin mención Julián Cañedo, caso excepcional de aficionado que bajaba a los ruedos a torear de corto. Tan notable con la pluma como con el estoque, podía enfrentarse en «mano a mano» en las páginas de «ABC», principalmente, con Ramón Pérez de Ayala, José María de Cossío, Antonio Díaz Cañabate y Gregorio Corrochano.
    Este texto es un extracto de la conferencia que el escritor José Ignacio Gracia Noriega pronunció en Oviedo, con motivo de las Jornadas taurinas que organizó la peña Julián Cañedo.
    José Ignacio Gracia Noriega


  27. #77 diviciaco lunes, 12 de enero de 2004 a las 00:00

    Esta extarvagante conferencia establece unas tesis desde unas premisas tan pobres, que el autor ha tenido que escribirla en clave de broma, casi hasta la mitad (citando como fuentes a la calamidad falsificadora del obispo Pelayo y al pintoresco carlista Casariego y sus periplos varios)

    Es natural que nos consideremos mas progresistas. España tuvo un autentico renacimiento a finales del XVIII durante el recto gobierno de Campomanes. ¿Por que los asturianos no hemos de recordarlo?. ¿No hemos de afear, en cambio las acciones del absolutista Fernando VII -epítome de toda barbarie- que, junto al cierre de las Universidades y la prohibición de la constitución liberal y el bárbaro ajusticiamiento de Riego- otro compatriota de Jovellanos- restauró las corridas y creó escuelas para la perpetuación de esa porquería?


    El resto de las "pruebas", apenas pasan de anecdotas y dudo que ni el autor se las crea: La mas fiable es la corrida presenciada en Llanes por Laurent Vital. En realidad podrían encontrase ejemplos, sin revolver mucho de casi cualquier lugar de Europa en el que pusieramos el dedo. Para muestra un boton (palabra que no me tomó ni 2 minutos extraer de la web estos ejemplos):


    Es curioso que, de los países Europeos sin tradición taurina, Inglaterra ha producido más toreros que otro. En el siglo XIX ya, hay soldados del ejército Inglés, encuartelados en Gibraltar, y probando su suerte 'toreando' en plazas de toros españolas. Casi todos llevan el apodo 'El Inglés'.
    El primero era el ex-sargento John O'Hara con gran afición a los toros, que toreó como segundo espada en novilladas en Barcelona, Madrid y Valencia. En 1877 actuó en Alicante. Un periodista local nos informa: "Está claro que el señor O' Hara es guapo y muy valiente, pero no entiende nada del toreo..."

    Entre los años 1948 y 1952 encontramos en los ruedos alrededor de Gibraltar, el Londinense Vincent Hitchcock, ex-marinero y hijo de un joyero rico. Debutó en 1949 como novillero en La Línea como Vicente Charles 'El Inglés' y toreó de novillero una vez sola en la plaza de Las Ventas en Madrid donde resultó herido de gravedad. Nunca tomó su alternativa y tuvo la reputación de un torero temerario y inhábil pero buen estoqueador. Autor de la biografía: 'Suit of Lights' (Traje de Luces, 1956).

    Aunque nació en Colombia, de padre Inglés, el tercer torero Inglés se llamó Henry Higgins 'El Inglés', (también conocido como Enrique Cañadés). Viajó a España para aprender a tocar la guitarra pero en lugar de las cuerdas, él también se aficionó a los toros. En el año 1967 y respaldado financieramente de Brian Epstein, el famoso apoderado de Los Beatles, debutó en Tenerife. Tres años después tomó la alternativa en Fuengirola de manos de Juan Beca Belmonte. Pepe Luis Román actuó como testigo. El maestro Antonio Ordóñez le ofreció un contrato para ocho corridas en la Costa del Sol, pero el Inglés fracasó en las dos primeras y Ordóñez retira la oferta. Higgins murió en 1978 en Mojácar practicando vuelo sin motor. Es co-autor de la biografía: 'To be a matador' (Ser un matador, 1972).

    Por más que treinte años ya el cuarto Inglés, Frank Evans (El Inglés, Salford 1948) trata de aclarar que es torero. Después de leer la biografía de Vincent Hitchcock debutó con 18 años de edad en la Francesa plaza de toros de Arles. Pasan 25 años antes de tomar la alternativa en 1993 en Chillón (Ciudad Real) con su amigo y mentor Vicente Ruiz El Soro como padrino y Antonio Soro II de testigo. El
    toro ceremonial pertenece de la ganadería de Sánchez Arjona, los otros cinco son de José Escobar. Como matador de alternativa, Evans nunca toreó más que dos festejos por temporada, pero en 2000 actuó en ocho corridas (todas en Benalmádena, Málaga) y cortó ocho orejas.
    Según parece, Frank Evans nunca toreará en la santa plaza de Las Ventas aunque siempre tendrá este sueño. Y es un sueño magnifico, porque como todo sus compatriotas, indudablemente forma parte de este gran mundo taurino desde Francisco Romero del siglo XVIII hasta nuestro Francisco Romero.

    (portal taurino)


    Aquí la versión inglesa de las corridas de toros:

    Durante la Edad Media, era muy común observar enfrentamientos entre perros y animales salvajes; uno de los más conocidos, era el “Bear-Baiting”, que se llevaba a cabo con osos. Doscientos años más tarde, a principios del siglo XIII, los toros se convirtieron en el objeto de las peleas, y el "Bull-Baiting" se convirtió en una práctica muy común entre los Ingleses, quienes creían que la carne del bovino se hacía mas tierna después de la batalla. En ella, el toro se encontraba amarrado a un poste del cuello por una gruesa cuerda, y los perros debían sujetarlo de la nariz o del hocico, sin soltarlo, e intentando quedarse lo más cerca posible del suelo para protegerse de la envestida con los cuernos. Por lo tanto, se supone que un perro de grandes dimensiones estaría en desventaja.

    A finales del siglo XIII, la pelea con Toros se convirtió en un famoso deporte en Inglaterra, y en lugares como Tutbury en Staffordshire, la tradición continuó a lo largo de cinco siglos.



    http://www.cbcm-bulldog.com



  28. #78 Tineo domingo, 08 de febrero de 2004 a las 00:00

    Hola a todos.

    Segun tengo entendido, el Toro fue y es para muchas civilizaciónes, el símbolo de las fuerzas ciegas e instintivas en el hombre,a saber: fuerzas
    sensuales, sexuales y emocionales, fuerzas brutas, que se buscaban sublimar y encauzar, de cara a un desarrollo espiritual del hombre.
    Es por eso que en los antiguos Misterios, como los Cretenses, se le enseñaba a los candidatos a ciertas iniciaciones, una representación del dominio que debía poseer el hombre sobre sus fuerzas más ciegas. Para tal fin un varon realizaba tal representación frente a un toro, realizando acrobacias y saltos, mostrando su "dominio" sobre el animal (sin lastimarlo ni degradarlo claro).
    Estos nobles origenes, eventualmente degeneraron (como suele ocurrir con todas las cosas) y el vulgo degeneró tales elevados rituales, ayudados por civilizaciónes como la romana, civilización de gran decadencia moral y espiritual.
    No es de extrañar que las arenas españolas, hayan querido ser remedo de los circos romanos, fiestas de lujuria, sangre y decadencia moral y espiritual.
    Aunque el ritual degenerado, eventualmente existiese en España antes de la dominación romana, los colonizadores romanos tienen que haber acentuado la degeneración local (este sub-tema al desconocerlo me interesaría estudiarlo más).

    Saludos a todos y OLé!!


  29. #79 Tineo domingo, 08 de febrero de 2004 a las 00:00

    Otra pista muy interesante acerca de lo que representaba el Toro para los antiguos, lo encontramos en el mito de Hércules y sus 12 trabajos, que conforman una alegoría de todas las etapas que debía trascender el hombre para llegar a cierta realización espiritual.
    Uno de los trabajos que se le indican a Hércules (el Hombre),es el de llevar a un Toro bravo que habitaba en ciertas tierras, hacia una isla donde tres hombres sabios lo esperarían.
    Hércules domina al Toro (sus fuerzas instintivas) con sus propias manos, y una vez domado, lo monta y lo conduce a través del mar hasta la presencia de los tres sabios instructores (los principios superiores del hombre, hacia los cuales esas fuerzas ciegas representadas por el Toro, debían canalizarse).
    Nótese que en ningún momento se habla acerca de lastimar o matar al animal, lo cual tendría por sentido matar esas fuezas y no encauzarlas.

    PD:Libro para ampliar el tema "Hora de crecer interiormente, el mito de Hércules hoy" del autor Trigueirinho. Editorial Kier.


  30. #80 flavio martes, 09 de marzo de 2004 a las 20:23

    Hola a todos:

    Solo quiero informar a los "zoófilos" que en las próximas elecciones se presenta el "Partido Antitaurino Contra el Maltrato Animal".

    ... a ver cuantos votos saca...

    Un saludo


  31. #81 Sucaro miércoles, 10 de marzo de 2004 a las 09:16

    Aparte del gran simbolismo que encierra el toro, si no existieran las corridas de toros, hablaríamos de él como hablamos del mamut: un animal extinguido. Porque la única razón de la existencia del toro bravo es la lidia. Veo que hay mucha gente que ignora lo que es un toro de lidia.
    Y a aquellos que dicen que es un acto de cobardía "torturar y matar a un pobre animalito inocente", les pediría que cogiesen un capote y se pusieran delante de un animal de 500 kilos con astas, y luego me lo cuentan.

    Un saludo.


  32. #82 Euskera domingo, 19 de diciembre de 2004 a las 11:23

    TORO/ IDI: De la aglutinación de IDI+URO resulta TORO. Este animal, por su fuerza y fecundidad era considerada como mascota de la divinidad solar UTU “sol sumerio”, del que analogiza IDI y HORUS “familia de Ra “sol egipcio” del que se analogiza URO.

    Según la mitología Utanipistin sacrifica en honor de UTU un “buey” IDI, por lo que es justificado y salvado del Diluvio. Isthar amenaza a los desplantes de Gilgamés con el “TORO del cielo” (el Ishkur sumerio que en vascuence es “xekor”) que trota sobre la TORmenta, palabra derivada de TORO.
    Gilgamés acepta el desafío de la diosa y mata en la plaza de Ur al TORO con la ayuda de Enkidu. Si bien Gilgamés sufre el castigo de sus desmanes, queda en el pueblo la idea de que el TORO, animal sagrado e intocable, pueda ser domesticado y sacrificado para la propia alimentación, idea tan extendida luego en la cultura mediterranea. Fue uno de los logros de la sabiduría antropológica, frente a la sabiduría cósmica anterior.
    Pero, según el ritual festivo o la costumbre, ese dominio sobre el animal hay que demostrarlo y para eso están los nuevos Gilgameses, los toreros, que ya en la época de la sabiduría ecológica, hacen el ... (pongan el adjetivo que más les guste)


  33. #83 Euskera domingo, 19 de diciembre de 2004 a las 11:23

    TORO/ IDI: De la aglutinación de IDI+URO resulta TORO. Este animal, por su fuerza y fecundidad era considerada como mascota de la divinidad solar UTU “sol sumerio”, del que analogiza IDI y HORUS “familia de Ra “sol egipcio” del que se analogiza URO.

    Según la mitología Utanipistin sacrifica en honor de UTU un “buey” IDI, por lo que es justificado y salvado del Diluvio. Isthar amenaza a los desplantes de Gilgamés con el “TORO del cielo” (el Ishkur sumerio que en vascuence es “xekor”) que trota sobre la TORmenta, palabra derivada de TORO.
    Gilgamés acepta el desafío de la diosa y mata en la plaza de Ur al TORO con la ayuda de Enkidu. Si bien Gilgamés sufre el castigo de sus desmanes, queda en el pueblo la idea de que el TORO, animal sagrado e intocable, pueda ser domesticado y sacrificado para la propia alimentación, idea tan extendida luego en la cultura mediterranea. Fue uno de los logros de la sabiduría antropológica, frente a la sabiduría cósmica anterior.
    Pero, según el ritual festivo o la costumbre, ese dominio sobre el animal hay que demostrarlo y para eso están los nuevos Gilgameses, los toreros, que ya en la época de la sabiduría ecológica, hacen el ... (pongan el adjetivo que más les guste)


  34. #84 Txepetxa domingo, 19 de diciembre de 2004 a las 19:17

    IDI+URO aglutinado resulta ser TORO ? joer pues no lo veo por ninguna parte, como no lo expliques mejor.


  35. #85 flavio domingo, 19 de diciembre de 2004 a las 20:06

    Pues me parece una IDI/OTEZ

    por cierto... ¿Cuantos escaños y votos sacó el partido ese?


  36. #86 Alainn lunes, 20 de diciembre de 2004 a las 11:41

    Sucaro, se te olvidó comentar el estado en el que llegan los toros. supongo que sabras lo de las drogas, cansancio,... puedes preguntar sin miendo en cuarquier asociación ecologista que tendrá documentación de sobra, o preguntar a algún veterinario ralecionado con el tema, o facultad de veterinaria, y veras como, hoy en día, el peligro no es tal, puede que antes lo fuera, pero HOY no.


  37. #87 Gaditano lunes, 20 de diciembre de 2004 a las 15:46

    Creo que en este debate habria que olvidar las valoraciones sobre si nos gusta o no el mundo taurino. Lo que realmente importa es el tema de que se trata. Por mi parte pienso que las fiestas taurinas deben tener un origen remoto, discrepo con los supuestos origenes orientales que siempre se le suele dar a cualquier tema "ligeramente" original que hay en España. no existe nada similar en ningun parte del mundo mediterraneo o atlantico. A pesar del tradicional esterotipo de relacionar toros con Andalucia, la zona en donde hay mayor número fiestas taurinas y más originales (sin entrar en valoraciones)es la meseta. En Andalucia es más el toreo "clasico "en grandes plazas, solo hay encierros en contados lugares. Muy diferente a amplias zonas de Castilla en sentido amplio, Aragón o Valencia.


  38. #88 Gaditano lunes, 20 de diciembre de 2004 a las 15:54

    Lo dicho anteriormente de que el toro bravo es un animal de marisma, es un poco extraño ya que no se crian toros bravos en las marismas del Guadalquivir. Los toros se crian sobretodo en grandes dehesas, como las del interior de Cádiz, Extremadura y el lugar en donde hay mayor numero de ganaderias bravas, Salamanca. Tambien en Madrid, Navarra, Teruel y La Mancha. Nada en sitios que supuestamente deberian ser los apropiados si el toro fuese un animal de marisma como en Doñana, Delta del Ebro, Albufera de valencia,..etc. Por otra parte seria interesante saber si durante la Edad Media este ritual sobrevivia en las zonas islamicas o solo en los territorios cristianos ya que parece que solo se recogen cronicas de autores cristianos sobre "toros, etc.." y que posteriormente con el avance de la rEconquista ...


  39. #89 Gaditano lunes, 20 de diciembre de 2004 a las 16:10

    El primer festejo de toros en el reino de León, cuya memoria se conserva, nos lo cuenta una especie de crónica “General” de las cortes de D. Alfonso II el Casto, rey de Asturias (789-842), que se celebró el año 815…, dice: “… e mientras que duraron aquellas cortes lidiaban cada día toros e bofordaban –se divertía al público con mojigangas diversas- e facían muy grandes alegrías.”


  40. #90 diviciaco lunes, 20 de diciembre de 2004 a las 17:50

    Hombre gaditano, las fuentes sobre el reino de Asturias giran alrededor de las crónicas Rotense, Albeldense, de Sampiro todas en latin y contemporáneas al reino. Tambien tenemos los diplomas de los reyes y el testamento de Alfonso II.

    Tu me das una fuente entre 300 y 400 años posterior a los (presuntos) acontecimientos y de un cronista castellano ¡es que no hay ni rastro de asturleonés en esa frase! ¡pero que asturiano queda eso de "mojigangas diversas"!

    Pues eso: no cuela


  41. #91 Gaditano lunes, 20 de diciembre de 2004 a las 18:22

    En el fondo no creo que sea tan importante "el cuando" sino que festejos taurinos existen en practicamente toda la peninsula, actualmente hay festejos taurinos populares en Asturias, no solo "corridas oficiales", no creo que se trate de una costumbre importada desde más alla de la Cordillera Cantábrica. Es lógico que haya menos festejos taurinos en el Principado ya que esta lejos de los lugares tradicionales de cria de las reses de lidia. Pero que se torea en Asturias y que hay fiestas populares en torno al toro es un hecho real.


  42. #92 Gaditano lunes, 20 de diciembre de 2004 a las 18:24

    Ah! curiosamente la unica capital de provincia en la peninsula sin plaza de toros es....CÁDIZ. Curioso no?


  43. #93 Gaditano lunes, 20 de diciembre de 2004 a las 18:36

    Lo que creo que es importante señalar es que el toro de lidia, posiblemente uno de los animales más hermosos, no existiria si no existiese el toreo. Por que este animal a sobrevivido a lo largo de los siglos? Si solo se hubiese empleado como fuente de carne a nadie en su sano juicio se le habria ocurrido dedicarse a la cria de toros bravos, para eso hay otras razas vacunas que producen más carne y son más dóciles como el ganado retinto o la negra avileña. algunos autores hablan de manadas salvajes en plena Edad Media. El toro es un animal adaptado a vivir al aire libre, no es una vaca lechera. sin enemigos naturales (no creo que ningún lobo se acercase a un ternero protegido por una vaca brava)el toro bravo habria podido sobrevivir en plena libertad, se encuentra desde las frías tierras salmantinas a lo más profundo de Andalucia. Que nuestros antepasados se fijaran en este animales es casi lógico y que lo fijasen como símbolo totémico. Yo no encuentro otro animal en la Peninsula Iberica que pueda competir con el toro bravo. Alguien tiene datos sobre la utilzación del toro como animal de guerra?


  44. #94 Dingo lunes, 20 de diciembre de 2004 a las 18:46

    http://vm.kemsu.ru/en/palaeolith/lascaux-korrida.html


  45. #95 diviciaco lunes, 20 de diciembre de 2004 a las 19:10

    Era completamente infundada la creencia en antiguas tradiciones taurinas en Asturias (o en Galicia) y tambien es falso -de remate- que haya corridas "populares" en Asturias. Ya me diras cuales, yo ni las conozco ni tengo noticias.

    Lo único que remotamente se parecería a eso sería la ya felizmente difunta corrida de Candás, iniciada en 1924 (contemporánea de Alfonso II como se ve) por unos residentes andaluces y madrileños, pero ni salió de los asturianos ni tampoco de sus tradiciones.

    Dices que hay "festejos" taurinos. Toma ya, ultimamente tambien en China, a base de talonario puedes hacer lo que quieras ¿que tiene eso que ver con la cultura y la tradición de una comunidad? Luegoo pasa lo que pasa: Entradas regaladas a todos los jubilados por el morrete, y facturas milmillonarias porque, aún con esas, palman millones, las plazas no se llenan.

    ese es el hecho real. Leete a Jovellanos anda.


  46. #96 zu2wait lunes, 20 de diciembre de 2004 a las 20:51

    En las vizcainas Encartaciones, especialmente en la parte mas occidental, las plazas de toros son especialmente abundantes, encontrandose generalmente junto a ermitas.
    Evidentemente, son modestas construcciones populares, y de bastante antiguedad, por ejemplo de San Roque, en Trucios, es de 1692.
    Tambien es de destacar la presencia en esa zona y en la contigua de Cantabria de la "vaca monchina", raza autoctona de especial bravura.
    Aunque no exactamente sobre el toro, aunque tambien, se hablo aqui mismo hace ya meses.
    http://www.celtiberia.net/verrespuesta.asp?idp=3153


  47. #97 Alainn martes, 21 de diciembre de 2004 a las 08:37

    Hombre, en Avilés se monto hace unos años una plaza de toros de madera, los naturales del concejo la iban a quemar y decidierón desmontarla. Así que en la actualidad no goza de mucho arraigo.
    A mi me sorprendio la primera vez que vi la plaza de toros en Xixón, no sabía de su existencia.


  48. #98 Gaditano martes, 21 de diciembre de 2004 a las 10:44

    En 1517, Llanes corrida en honor de Carlos v ofrecida por el pueblo. Los mozos que participaron en dicha corrida dudo mucho que viniesen de la Andalucia profunda. Los toros en la playa de Candás. no soy aficionado a los toros, eso que conste y que las valoraciones personales de si estamos a favor o en contra no es lo que importa. que nuestros antepasados no eran unos "celtitas new age" sino más bien un poco brutotes. Que la afición taurina en el norte es menor es cierto, en Galicia y Asturias pero en Euskadi y Navarra...ya sabemos. y más contando que en Navarra hay algunas de las ganaderias más famosas. De lo que hay que hablar es de lo que va el tema. Pregunta: Los toros de fuego podrían ser reminiscencias de algun antiguo ritual celtibero? Es curioso que festejos de este tipo se dan en zonas como Soria y Teruel. Tambien en la zona levantina.


  49. #99 diviciaco martes, 21 de diciembre de 2004 a las 11:13

    Ni los italianos tienen tradiciones taurinas, a pesar de numerosos ejemplos de corridos de toros en Roma, durante el tiempo de los Borgia, ni mucho menos un único ejemplo de costumbres de moda importadas por la nobleza (o traidas con ella) sirve para endosar a los asturianos semejante sambenito, como se trató de hacer con las zarrapastrosas fuentes anteriores.

    De lo que hay que hablar es de la manía que tienen algunos de explicarles y de inventarles si hacer falta a otros sus propias tradiciones y cultura y esto si que tiene que ver con antepasados brutotes.


  50. #100 diviciaco martes, 21 de diciembre de 2004 a las 11:44

    Con el último comentario no me refiero a tí, Gaditano, sino a individuos foráneos como los iniciadores de la (felizmente difunta) corrida de Candás o a los elementos que desde las instituciones asturianas tambien fomentan y mantienen con desvergüenza a costa del erario público la pervivencia de esta vergüenza. Estos tambien son foráneos y bien conocidos y tambien unos cuantos provincianos, de estos de gesto caracoleante que describía Clarín en la Regenta, siempre atentos a hacerse perdonar su acento cantarín.


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