Realizada por: kaerkes
Al Druida: A todos los Druidas
Formulada el martes, 13 de diciembre de 2005
Número de respuestas: 11
Categoría: Antropología

Antropofagia cristiana


Queridos druidas! Me gustaria saber desde cuando está instaurado el rito cristiano de comerse el cuerpo de cristo y beberse su sangre (en sentido figurado desde luego). ¿Dice algo así el nuevo testamento?. También me gustaría saber cuales son las imagenes más antiguas (esculturas o pinturas) del estilo cristiano: es decir jesucristos yacentes sangrantes, virgenes llorando apuñalándose el pecho y cosas gore similares.

Respuestas

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  1. #1 Brandan martes, 13 de diciembre de 2005 a las 15:31

    Parece que no preguntas nada Kaerkes. La Eucaristía es la piedra angular del Cristianismo.
    El Antiguo Testamento tenía establecida La Pascua como una de las principales celebraciones judías.
    Muy abundantes son los casos de sacrificios que se nos refieren: Abel, Moisés, Abraham, que casi sacrifica a su hijo, Noé, etc...
    Y ese día le explicarás a tu hijo: "Esto es por lo que el Señor hizo en mi favor cuando salí de Egipto". Te servirá como señal en el brazo y recordatorio en la frente, para que tengas en los labios la Ley del Señor, que con mano fuerte te sacó de Egipto. Guardarás este mandato todos los años, en su fecha.
    Ex 13, 8-10
    Estas son las palabras con las que los padres judíos recuerdan a sus hijos el sentido de la cena de la pascua. Esta cena es, en primer lugar, una celebración de alabanza, de acción de gracias a Dios por la liberación de la esclavitud de Egipto.
    Lo normal era sacrificar un cordero. Jesús asimila la figura del sacrificio al ser proclamado “Cordero de Dios, que, en virtud de su sacrificio personal, quita los pecados del mundo”.
    Con estos antecedentes y la celebración de la Última Cena, recogida por Lucas de la siguiente forma:

    Tomó entonces una copa, dio gracias y dijo:
    -Tomad esto y repartidlo entre vosotros: pues os digo que ya no beberé del fruto de la vid hasta que llegue el reino de Dios.
    Después tomó pan, dio gracias, lo partió y se lo dio diciendo:
    -Esto es mi cuerpo, que se entrega por vosotros; haced esto en memoria mía.
    Y después de la cena, hizo lo mismo con la copa diciendo:
    -Esta es la copa de la nueva alianza sellada con mi sangre, que se derrama por vosotros.
    Lc 22,17-20

    Sin duda hay similitudes con otros cultos, sobre todo Mitráicos, donde se había ya sustituido el sacrificio de animales por vino, significando la sangre del toro, que anteriormente se sacrificaba. El pan ácimo era ya conocido y valorado en tiempos de Hammurabi. Entre los griegos, el pan ácimo -sin fermentar- era considerado un manjar.
    Este alimento es nombrado en varios escritos de poetas y filósofos griegos: Homero, Platón, Aristófanes, Ateneo, lo que representa que la cultura del pan ha estado presente en las más destacadas culturas.
    Para algunos mitólogos el mito de Jasón en busca del Vellocino de oro es una metáfora de las rutas griegas en busca de trigo.

    Pero el Cristianismo va más allá En la Eucaristía se produce la transustanciación, estos es, el pan y el vino se convierten en el cuerpo y la sangre de Jesucristo, que es Dios, y de esta forma es fagocitado por los fieles en Comunión, no solo como participación en lo común, sino como la unión con Dios, a través del Sacramento.
    Fueron por esto muy criticados los cristianos al interpretar, otras religiones, que era la cumbre de la barbaridad comerse el cuerpo de su propio Dios y beberse su sangre. Pura escatología, en el sentido más puro de la palabra.

    Por otra parte, como en casi todas las religiones, se hace necesaria la intervención de un oficiante que, mediante el rito y la palabra, haga posible la fusión de elemento material y Espíritu Divino. Y por si fuera poco, establece el precepto de la Confesión previa, con el fin de recibir la Eucaristía en las necesarias condiciones de pureza, dado que de otro modo, se arriesga el comulgante a cometer pecado mortal.

    En cuanto a las imágenes, el Antiguo Testamento prohíbe tajantemente su uso con fines religiosos. Sin embrago, muy pronto tuvieron que aceptar los Padres de La Iglesia que para conseguir adeptos no podían prohibir la adoración de ídolos, a la que todo el mundo estaba tan acostumbrado. Para ello, estableció el argumento de que el Antiguo Testamento había quedado obsoleto, como en algunas otras cosas, por ejemplo la ley del talión o la lapidación de las mujeres, etcétera...y dado que, Dios, Uno y Trino, había tomado forma humana y se había manifestado así a los hombres, no había razón para prohibir una imagen antropomorfa de la divinidad. También es otra de las principales críticas, por parte de otros credos, la “adoración” de imágenes que representan a Dios, La Virgen o los santos. Para diferenciar los cultos, la Iglesia establece para el Creador el culto de latría, para la Virgen del de hiperdulía y para los santos el de dulía, no sea que en la confusión, alguien adore a quien no debe o de la forma en que debe.

    Parece ser, sin embrago que muchas imágenes, sobre todo de la virgen, fueron respetadas, allá donde la Iglesia no intervenía muy directamente. A propósito de este asunto, es curiosa la leyenda que nos cuenta que Mahoma, al tomar La Meca, ordenó destruir todos los ídolos que en la ciudad existiesen, más...al reconocer en una estatua de la Virgen y el niño (¿Isis y Horus?) como la estatua que su misma madre también veneraba en Arabia, no solo mandó que se respetase, sino que la hizo guardar en lugar secreto que, hasta hoy, se desconoce.

    Parece sin embargo que las primeras imágenes cristianas fueron los iconos. Transcribo parte de un artículo que me ha parecido interesante.
    “Los iconos se remontan a los orígenes del cristanismo (siglo I al IV d.C.). Estas primeras imágenes conmemorativas son similares a las realizadas en la época de las momias de Fayum de Egipto, cuando era acostumbrado guardar en el hogar a los muertos momificados junto con su retrato efectuado en una tablilla de unos veinte por cuarenta y cinco centímetros Estaban pintadas con colores diluidos en cera bajo el efecto de un fuerte calor, aunque también solían emplear colores al temple, o una mezcla de ambas técnicas, lo que se conoce como “colores al temple diluidos en la cera”. La tablilla se introducía bajo las bandeletas que encerraban la cabeza, el cuello o la parte superior del pecho e intentaba conservar eternamente el recuerdo de los seres queridos. Pero lo que enlaza estos retratos con los iconos es, fundamentalmente, el culto que se profesa a unos y otros. Con el mismo espíritu que los retratos conmemorativos del final de la antigüedad, las provincias del Imperio Bizantino eran especialmente fieles al uso de los retratos que recordaban a los mártires. Fue probablemente en el siglo V cuando se dio el paso hacia el retrato conmemorativo de los mártires que sacrificaban su vida en la lucha en pro del cristianismo. Estos retratos se convirtieron en imagen de culto, dignos de veneración y, por consiguiente, en iconos. En el siglo VI, la iglesia aprobó la veneración de los iconos que, entre los creyentes, tomaron un lugar importante en las iglesias y en la vida privada.”
    SILVIA BORISSOVA

    En el Arte hay producción para todos los gustos. Yo no soy religioso, pero te aseguro que hay pocas cosas que me satisfaga más contemplar, que una Virgen Románica. Seguiremos hablando...supongo. Un saludo.


  2. #2 kaerkes martes, 13 de diciembre de 2005 a las 19:01

    Oye Brandan, muchísimas gracias por toda la información. Desde que era un tierno infante siempre me dieron pavor esas imágenes de Cristos con corazones palpitantes en sus manos y Virgenes con puñales llorando (cosa que interpretaba como señoras suicidándose). En alguna casa familiar las tuve incluso encima de mi cama y en la penumbra de la oscuridad me parecía que se movían. Mi hermano mayor me decía que si te movías la mirada de esas figuras te seguía. (mi hermano era bastante cabroncete con su hermano pequeño). Recuerdo una vez que en casa de una señora del pueblo había una virgen metida en una capsula de plástico transparente que una vez que apagaron las luces relumbraba fosforescente como una enorme luciernaga flotante. No pegué ojo en toda la noche.

    Ya se me había olvidado ésto, cuando el año pasado un buen amigo marroquí de Nador, vino a mi casa a pedirme un favorcito: consistía en que había alquilado una casa de pueblo y estaban todas las paredes llenas de imágenes terroríficas de cristos, crucifixiones y virgenes doloridas. Espantado el pobre Mohamed, me pidió por favor que se las retirara, ya que él no se atrevía ni a tocarlas. Su cara era todo un poema.

    Me imaginaba que mucho tenían que ver los antiguos ritos judíos en todo este asunto. Las aportaciones posteriores con los iconos y demás las desconocía.

    Pues nada, aprovechando que vienen estas tan señaladas y entrañables fiestas pues me pareció oportuno hacer la pregunta. Gracias de nuevo.


  3. #3 paco martes, 13 de diciembre de 2005 a las 19:10

    Hola.
    No resisto a comentar , en relación a los iconos rusos (simplificando), el hecho de que la veneración al icono acababa siendo física, es decir, se veneraba físicamente el continente, además del contenido, tanto era asi que, y era una práctica muy habitual, cuando alguien caía enfermo le daban a ingerir un trocito del icono para que sanase. De hecho muchos iconos acabaron desapareciendo porque literalmente fueron devorados por los fieles.
    En este mismo orden de cosas recuerdo un par de casos en los que, asediada una ciudad euiropea en época moderna, no recuerdo donde ni cuando ahora mismo (sorry), se intentaron paliar las distintas epidemias producidas por la misma situación de asedio moliendo huesos de santo y dándolos a tomar en infusión (más o menos caliente), así que no es broma lo de los huesos de santo el dia de difuntos.
    ¿A la santidad por el estomago¡


  4. #4 kaerkes martes, 13 de diciembre de 2005 a las 19:19

    !Juro por mis muelas que no vuelvo a probar yemas de Avila!, porque ahora seguro que las originales las hacían con un picadillo al huevo filato de los dedos de la santa teresa. !por favor!


  5. #5 paco martes, 13 de diciembre de 2005 a las 19:28

    Pues deberias saber karkes que hasta finales del XIX se seguía comercializando polvo y betun de momia (humana of course) como remedio a no pocos jamacucos , pretones y retorijizones varios. Esto supuso un tráfico bastante importe de momias, no sólo egipcias, por todos los caminos de la Europa moderna.
    Por cierto, esto me recuerda que durante las guerras carlistas, no se que parte refugiada y atrincherada en la colegiata de caspe, ante el hambre y la descomposición intestinal severa que padecían, trocearon y pulverizaron huesos de santos varios (entre ellos los restos del maestre Fernandez de Heredia) y se los empuajron sin pan ni nada, a lo vivo (o a lo muerto, segun se mire).


  6. #6 lucusaugusti martes, 13 de diciembre de 2005 a las 19:31

    Kaerkes otro posible origen de beber el vino, comer el cereal:

    A lo largo de milenios, Eleusis ha sido el centro espiritual más importante de la antigüedad Griega. Los misterios de Eleusis tienen su origen en la diosa del grano, la diosa Démeter; ella originó estos misterios como agradecimiento por haber vuelto a encontrar a su hija Perséfone. Perséfone había sido secuestrada por Hades, el dios del Tártaro, y como muestra de agradecimiento la diosa del grano regaló a la humanidad los cereales, así como los Misterios de Eleusis.

    En estos misterios se enseñaron una serie de reflexiones sobre la vida y la muerte del hombre; se sirvieron como ejemplo del mismo grano del centeno; el grano del centeno es plantado en la tierra y muere allí para dar pie a nueva vida. Forman parte de estos misterios toda una serie de personajes conocidos en la antigüedad: Píndaro, Cicerón, Platón, todos estos personajes fueron allí en peregrinaje y les estaba prohibido decir lo que allí habían visto, era un secreto; pero lo que sí les estaba permitido era contar cual era la importancia que para ellos tenían los Misterios de Eleusis; y de forma unánime todos manifestaron que allí les había sido permitido comprender los mismos orígenes de nuestra vida, y también habían logrado vislumbrar el final de la vida: habían empezado a comprender de dónde venían y adonde iban.

    Se sabía que los adeptos que peregrinaban a Eleusis después de largos preparativos, al final de su viaje recibían una bebida sagrada; esta bebida es la que les proporcionaba la iluminación, y de siempre había sido un problema para los investigadores y para la ciencia el averiguar los ingredientes de esta bebida sagrada capaz de iluminar la mente humana. Se formularon las más diversas hipótesis y teorías, y yo, conjuntamente con unos amigos -con el señor Wasson y el señor Ruck- he formulado la hipótesis que tenía que haber una combinación del tipo de LSD que estaba contenida en esta bebida sagrada. Llegamos a esta conclusión por la razón siguiente: cerca de Eleusis, y en realidad en todo el ámbito del mediterráneo, crece entre la hierba salvaje un cornezuelo de centeno muy especial, y en este cornezuelo de centeno nosotros descubrimos sustancias -combinaciones muy cercanas a la LSD. En realidad sólo están caracterizadas por una variante química mínima, muy poco importante, y por consiguiente me parece probable que los sacerdotes de Eleusis fuesen recogiendo este cornezuelo de centeno; lo tenían muy cerca, no tenían mas que triturarlo, y es muy probable que sea ésta la sustancia que se mezclaba en la bebida sagrada para convertirla en una bebida completamente psicodélica. (del griego psico/psique, alma-mente-espíritu y delos, visible patente, por lo tanto, reveladora del alma, relativo a la manifestación de elementos psíquicos que en condiciones normales están ocultos.)ALBERT HOFMANN


  7. #7 kaerkes martes, 13 de diciembre de 2005 a las 19:37

    Por mirad lo que pego aquí rebuscando por paginas cristianas. ¿Interesante no?



    CORPUS CRISTI

    Es la fiesta del Cuerpo de Cristo (la sangre ha quedado en segundo lugar, y no por casualidad). Detrás de todo dios hay un hombre, y debajo de todo misterio divino se oculta un trascendente misterio humano. Aplicando las leyes de la investigación antropológica, bajo las especies del Cuerpo y de la Sangre del Hombre-Dios hay que buscar el cuerpo y la sangre del hombre. Porque para un antropólogo es imposible e incoherente e insostenible la antropofagia ritual, sin un firme sustrato de antropofagia real. Más aún: es imposible que el mayor rito y misterio de una religión tenga carácter antropofágico, sin que tenga también ese carácter todo el fundamento mítico de esa religión. Y el mito, con sus ritos y sus preceptos, implica finalmente un determinado diseño antropológico, unas veces explícito y otras implícito. Las líneas maestras de la antropología judeo-cristiana son bien patentes: el origen del hombre tal como lo conocemos está en una gravísima transgresión alimentaria (sólo puede ser la más grave); y si por el remedio, que es antropofágico, hemos de inferir el mal, sólo queda un camino: que el mal que hizo precipitarse al hombre, fuese la antropofagia. A la luz de esta hipótesis antropológica, la lectura de los textos, de los ritos y de los preceptos en que se condensa el drama humano, tiene resonancias peculiares: tras la primera referencia a la creación del hombre, dice el Génesis (1, 29-30): Dijo Dios: "Mirad que os he dado toda hierba de semilla que existe sobre la haz de toda la tierra y todo árbol que lleva fruto de semilla: eso os servirá de alimento. Y a todo animal terrestre, a toda ave de los cielos y a todo ser animado que se arrastra sobre la tierra, les doy por alimento toda hierba verde." Y así fue. No hay derramamiento de sangre en toda la creación. Todos, absolutamente todos los animales son herbívoros. ¿Y qué pasa luego? Pues que Dios prohíbe explícitamente al hombre comer el fruto del árbol de la vida y el árbol de la ciencia del bien y del mal (que los exégetas tienden a verlo obviamente como un solo árbol): Y Dios impuso al hombre este mandamiento: "De cualquier árbol del jardín puedes comer, mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás, porque el día que comieres de él, morirás sin remedio." (Gén 2, 16). Este texto necesita exégesis: primero está claro que después de haber comido el hombre del fruto prohibido, no murió literalmente; en segundo lugar lo del árbol de la vida y de la ciencia del bien y del mal no puede ser más que una metáfora, puesto que tampoco es posible que exista literalmente un árbol de esas características. En tercer lugar, si la antropofagia es para el pueblo de Israel la gran transgresión (de hecho es la máxima justificación de Dios para quitarles la tierra a los palestinos y dársela a su pueblo elegido; y es también la razón del exterminio sagrado, puesto que si Israel sometiese a servidumbre a los palestinos, correría el riesgo de dejarse arrastrar por ellos a inmolar a sus hijos en el altar de Moloc), es obvio que sea tabú y que por consiguiente haya que evitar nombrarla. Eso hace que desde una perspectiva antropológica sea muy difícil eludir la lectura antropofágica del pecado original y vincularla a una lectura análoga del misterio del Cuerpo y de la Sangre de Cristo, porque es en esa lectura donde también encaja el mayor valor del Misterio Eucarístico, que es la caridad, el amor al prójimo: Tanto amó Dios al mundo, que para evitar que fueran los unos alimento de los otros, se inmoló él como alimento de todos. Y a cambio pidió nada más y nada menos, que nos amásemos los unos a los otros: el único antídoto de las refinadísimas fórmulas modernas de antropofagia.


  8. #8 kaerkes martes, 13 de diciembre de 2005 a las 19:49

    Interesante tambien este fragmento que extraigo de la pagina romana del Opus Dei y referencias a las acusaciones de antropofagia en los primeros tiempos del cristianismo:

    "Aunque ya hemos aludido a ello, puede resultar conveniente recordar aquí, las grandes dificultades de la vida cultural y política que impregnaban la sociedad en la época imperial romana, y que los primeros fieles tuvieron que superar. Permítasenos traer a la memoria, al menos de forma enumerativa, algunos de los más importantes obstáculos que hubieron de remontar: las persecuciones del Imperio Romano68, con su secuela de martirios69 a lo largo de tres siglos; los ataques de la élite intelectual, entre los que destacan los de Frontón de Cirta, Celso y Porfirio70; las chanzas burlescas de autores como Luciano71; la condena de la opinión pública72; las acusaciones de ateísmo, de cultos extranjeros, de charlatanismo y de magia, de convites tiesteos, de antropofagia, etc.73. La respuesta cristiana, aunque existan variantes en su formulación, es inequívoca: proclamar la verdad, cumpliendo el mandato de Jesús74, aún a fuer de que esa actuación le acarree la muerte a quien la manifieste. "


    Ese número 73, corresponde a una referencia bibliográfica que es:

    Cfr. H. LECLERCQ, Accusations contre les chrétiens, en «Dictionnaire D'Archeologie Chrétienne et de Liturgie» 1, 265 y ss.


  9. #9 Brandan martes, 13 de diciembre de 2005 a las 21:02

    A los primeros Cristianos les acusaron de muchas cosas, de comerse a su Profeta, de matar niños, de envenenar las fuentes y hasta de quemar Roma. Y es curioso comprobar, ya lo he dicho en algún otro foro, que siglos más tarde, a los judíos, salvo de quemar Roma, se les acusaba prácticamente de los mismo, cuando interesó su expulsión.
    En mi opinión, la Eucaristía, instituida hace solo dos mil años, no puede recoger mitos tan primigenios como la prohibición de la antropofagia. Hacía milenios que los humanos no la practicaban; no era necesario en absoluto que nadie se lo recordara.
    La Eucaristía es un acto de Magia Ritual de los más completo. El Mago (sacerdote), entra en comunicación con Dios, a quien convence de que se manifieste ante los fieles, recordemos la recomendación de arrodillarse y mirar al suelo cuando se produce la acción, trasmute la sustancia que se le ofrece y habite en el cuerpo del comulgante, llenándolo de su Gracia y eliminando el mal (el pecado). En esta acción, no es el hombre el que se come a Dios, cosa que por otra parte jamás podría ocurrir, sino Dios el que decide habitar en el hombre.
    Lo de la antropofagia parece más cosa de Satanismo que de Cristianismo.
    En cuanto a las imágenes de cristos con llagas, sagrados corazones, vírgenes de las angustias, santas casilda, san sebastianes, etcétera, ¡claro que dan miedo! Recuerdo que en la película Carrie, se utiliza un Cristo Crucificado, iluminado desde su interior, en una de las secuencias que más sobresalto producen. Un recurso muy bien utilizado, a mi juicio.
    En la Alta edad Media, cuando la Iglesia ya no tenía competidoras, se produjo una exacerbación religiosa y un retorcimiento general del culto, además de una competición de pureza de sangre, motivada en gran medida por el asunto de los conversos y sus descendientes. Se pusieron de moda los estigmas, las posesiones diabólicas el culto directo a los mártires y los éxtasis místicos. Esto se plasmó en la imaginería religiosa, como es natural. Siglos de oscurantismo promovido desde las altas instancias eclesiásticas, inculcaron en el subconsciente colectivo de Occidente el miedo al Diablo y a su Infierno, con el fin, en muchas ocasiones, de vender mejor sus bulas y afianzar su dominio sobre la feligresía dominando su mente, a través de los símbolos. En eso y no en la salvación real de las almas, se convirtió el oficio de cura. El Mago, pasó a ser mero recaudador de tributos Vaticanos y Estatales. Francamente lamentable.
    Es un período oscuro, ciertamente, del Arte, pero no por ello debemos olvidar otra gran cantidad de obras, muchas financiadas por la Iglesia, dignas objetivamente de admiración y respeto desde el punto de vista artístico.


  10. #10 Medraina martes, 13 de diciembre de 2005 a las 21:06

    Existe aún en Andalucia la costumbre de que cuando a algún familiar se le "estropea" parte de su cuerpo, sea una pierna, un ojo, una oreja.... etc., se regala como ofrenda a algun santo o virgen, dicha parte, claro que para beneficio de joyeros y plateros locales, ya que la ofrenda en cuestión suele ser de plata y si lleva incrustada pedreria fina, mejor que mejor, (antes te cura el santo).

    Solo hay que ir al santuario de Santa María de la Cabeza que hay en Jaen o el de Nuestra Señora de Araceli en Lucena (Córdoba), para que se le pongan a una los vellos como escarpias al ver infinidad de ojos, bracitos, higados, pelos....... todos ellos fabricados en orfebrería fina, o sino infinidad de cabelleras de madres desesperadas que aún creen que ofreciendo su pelo a la imagen de la virgen se va a curar su hijo, los más modestos suelen poner una foto del enfermo, el cual, normalmente no sale demasiado favorecido.

    Lo que me recuerda a los famosos exvotos iberos que encotraron en una cueva en despeñaperros con la diferencia de que estos últimos eran de piedra.

    Salud,


  11. #11 silmarillion martes, 13 de diciembre de 2005 a las 21:31



    Obra del artista plástico León Ferrari

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