Realizada por: Maktub
Al Druida: Hannon
Formulada el domingo, 06 de marzo de 2005
Número de respuestas: 14
Categoría: Temas Históricos y Artísticos

El Itinerario de Hannon


Hola Hannon:

Quiero preguntarte acerca de un tocayo tuyo...

He leído estos días acerca del itinerario de Hannon. Fundó varias colonias en las costas atlánticas de Marruecos, Sahara y Mauritania.

La pregunta es: ¿Se sabe cuánto duraron tales asentamientos? ¿Qué posibilidades caben de que perduraran incluso más allá de la caída definitiva de Cartago?

Dada su situación, pues algunas de ellas estaban lejos del límite sur de la frontera del imperio (el río Um-er-Rbia, creo) podría ser que se autoabastecieran, ¿no crees?

Cuéntame lo que creas oportuno. Saludos.

Respuestas

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  1. #1 Hannon lunes, 07 de marzo de 2005 a las 10:22

    Saludos:

    Antes de nada, debo disculparme, pero la falta de tiempo me impide investigar un poco en profundidad algo sobre las novedades respecto al Periplo de Hannon.



    Veamos primero qué es lo que dice el texto del Periplo:


    “Esta es la historia del largo viaje de Hannón rey de Cartago a las tierras libias más allá de las columnas de Herakles que él mismo dedicó al templo de Kronos (Baal Hammón) en una tablilla.

    I. Los cartagineses decidieron que Hannón había de navegar más allá de las Columnas de Herakles y fundar ciudades libio-púnikes. Se hizo a la mar con sesenta pentekónteras y unos treinta mil hombres y mujeres así como provisiones y todo lo necesario.

    II. Después de navegar dos días más allá de las Columnas fundamos la primera ciudad que llamamos Thimiaterion. Detrás de ella había una gran llanura.

    III. Navegando desde allí hacia Occidente llegamos a Soloeis un promontorio libio cubierto de árboles. En él fundamos un templo a Poseidón.

    IIII. Caminamos medio día hacia el este y encontramos un lago no lejos del mar cubierto de una gran aglomeración de altas cañas en las que pacían elefantes y muchos otros animales salvajes.

    V. A una jornada de ese lago fundamos ciudades en la costa que se llamaron Karikon Teijos, Gytte, Akra, Melitta y Arambys.

    VI. Dejando aquello llegamos al ancho río Lixos (río Draa) que viene de Lybia junto al que unos nómadas llamados lixitas hacían pastar sus rebaños. Estuvimos algún tiempo con ellos y quedamos amigos.

    VII. De allí hacia el interior habitaban los inhospitalarios etíopes en un país cercado por altas montañas y lleno de animales salvajes. Dicen ellos que el río Lixos nace allí y que entre las montañas viven trogloditas de raro aspecto y que según los lixitas puden correr más rápidamente que los caballos.

    VIII. Tras tomar a algunos lixitas como intérpretes navegamos hacia el sur a lo largo de la costa del desierto durante dos días y después un día más hacia el este y encontramos una islita de cinco estadios de circunferencia en el extremo más lejano del golfo (¿cercana al delta del río Senegal?). Nos establecimos allí y le llamamos Cerne. Por nuestro viaje consideramos que el lugar estaba completamente opuesto a Cartago ya que el viaje desde éste a las Columnas y desde éstas a Cerne era completamente semejante.

    IX. De allí remontando un gran río llamado Jretes (Senegal) llegamos a un lago en el que había tres islas más grandes que Cerne. Para terminar la jornada llegamos desde allí al final de lago dominado por algunas altas montañas pobladas por salvajes vestidos con pieles de fieras que nos apedrearon y nos golpearon impidiéndonos desembarcar.

    X. Navegando desde allí llegamos a otro amplio río lleno de cocodrilos e hipopótamos. Desde allí volvimos atrás y regresamos a Cerne.

    XI. Desde allí navegamos doce días hacia el sur pegados a la costa que estaba toda habitada por los etíopes quienes no se quedaban en sus tierras sino que huían de nosotros. Su lengua era ininteligible incluso para nuestros lixitas.

    XII. El último día echamos el ancla junto a unas altas montañas cubiertas de árboles cuya madera era de suave aroma (Cabo Verde).

    XIII. Durante dos días las rodeamos y llegamos a un inmenso golfo (la desembocadura del Gambia) en cada una de cuyas orillas había una llanura en las que de noche veíamos hogueras grandes y pequeñas que ardían a intervalos por todas partes.

    XIIII. Hicimos aguada allí y navegamos durante cinco días a lo largo de la costa hasta llegar a una gran bahía que nuestros intérpretes llamaban El Cuerno del Oeste. En ella había una amplia isla y en la isla un lago de agua salada dentro del que había otra isla en la que desembarcamos. De día no podíamos ver nada más que el bosque. Mas por la noche distinguíamos muchas hogueras y oíamos sonido de flautas, tañer de címbalos y tímpanos y gran estrépito de voces. El terror se apoderó de nosotros y los adivinos aconsejaron abandonar la isla.

    XV. Navegamos pues apresuradamente y pasamos frente a una costa ígnea llena de incienso ardiente. Grandes corrientes de fuego y lava fluían hasta el mar y era imposible acercarse a tierra a causa del calor.

    XVI. Dejamos aquello deprisa por temor y durante cuatro días de navegación vimos la tierra envuelta en llamas. En medio había una llama altísima mucho más que las otras que llegaba al parecer a las estrellas. De día vimos que se trataba de una montaña muy alta llamada El Carro de los Dioses (¿el Monte Camerún, de 4070 metros?).

    XVII. Navegando desde allí durante tres días pasamos corrientes ardientes de lava y llegamos a un golfo llamado el Cuerno del Sur.

    XVIII. En el extremo más lejano de esta bahía había una isla como la anterior también con un lago en el cual había otra isla llena de salvajes. Desde lejos la mayor parte eran mujeres con cuerpos peludos a las que nuestros intérpretes llamaron gorilas. Los perseguimos pero no pudimos capturar a ningún hombre pues todos ellos acostumbrados a trepar por los precipicios se escaparon defendiéndose tirándonos piedras. Cazamos tres mujeres que mordieron y magullaron a los que las cogían no dispuestas a seguirles. Las matamos al fin y desollándolas llevamos sus pieles a Cartago. No navegamos más allá porque se acabaron nuestras reservas”

    El texto está copiado de la siguiente dirección:
    http://blogia.com/terraeantiqvae/index.php?idarticulo=200411303

    La colonia más meridional que fundó Hannon fue Kerne, que, en opinión de Werner Huss (Los cartagineses, Madrid, 1993, p. 47, del alemán Die Karthager, München, 1990)sólo puede haber sido la isla de Herne en la Bahía del Río de Oro o una de las islas de la Bahía Arguin.

    Sobre la fundación de colonias, la colonización de Marruecos es bastante temprana y bien conocida, incluso en zonas del interior. Que yo sepa, la colonia conocida más al sur es Mogador. Así que, de las supuestas fundaciones de Hannon, ni idea.

    Me parece muy poco probable que duraran más que la propia Cartago, máxime, cuando el modo de ocupación de los fenicios, incluyendo a la propia Cartago (no olvidemos la tradición de la piel de Toro), se basaba en pactos con las oligarquías nativas. Cartago era una potencia económica, pero su presencia militar no podía compararse, en modo alguno, a la de otros imperios. Así pues, imagino que las colonias demasiado alejadas quedaban a su suerte. Claro que no creo que la ocupación de la costa atlántica, más al sur de Mogador, si la hubo, se pueda comparar a la conocida en la península para épocas más avanzadas. Es de suponer que fueran factorías a la manera de las primeras colonias occidentales, totalmente orientadas al comercio.

    No obstante, quizás haya que pensar que el viaje de Hannon tenía otros motivos además de los colonizadores, como la búsqueda de nuevas fuentes para la obtención de metales.

    Tampoco hay que olvidar que, para comerciar, los fenicios no necesitaron necesariamente una presencia permanente en las costas, puesto que recurrían al llamado “comercio silencioso”. Pero tampoco creo que haya por qué dudar del establecimiento de colonias más al sur de Mogador.

    Finalmente, me gustaría resaltar que es cada vez más lo que se conoce de la navegación púnica, y que los hallazgos no dejan de sorprender a los investigadores. ¿Quién iba a imaginar que los cartagineses ya fabricaban sus naves “en serie”?, ¿verdad?

    Como mi respuesta dista mucho de ser satisfactoria, te recomiendo varios enlaces que te pueden ayudar:

    El primero es un artículo de Fernándo López Pardo (Profesor de la UCM que excava precisamente en Mogador) sobre la colonización en el África noroccidental:

    http://www.ucm.es/info/antigua/cefyp/actualiz1.htm

    Además, puedes entrar en el foro del Centro de Estudios Fenicios y Púnicos de la Universidad Complutense. Uno de los moderadores es Carlos González Wagner, profesor de la UCM y uno de los grandes expertos que tenemos en España sobre el mundo púnico:

    http://miarroba.com/foros/ver.php?foroid=39469

    Y otros dos enlaces sobre la navegación fenicia en África y sobre la navegación fenicia en sí:

    http://phoenicia.org/proutes.html

    http://phoenicia.org/ships.html

    Espero que, si bien no te haya aclarado gran cosa, si te ayude a emprender tu propia investigación.

    Seguro que algún druída añade algo interesante.


    Saludos.


  2. #2 jeromor lunes, 07 de marzo de 2005 a las 10:50

    A proposito de los hallazgos en Huelva, éstos confirman lo que algunos mantenemos hace mucho tiempo, que Huelva es la clave para identificar la Tartessos de los textos.


  3. #3 Maktub lunes, 07 de marzo de 2005 a las 11:16

    Una cosa más...

    ¿Dónde podríamos establecer el límite de las tribus que empiezan a ser de color negro, en aquella época? Hannon habla de pastores nómadas amigables, y de etiopes (=negros) belicosos. ¿Estamos hablando del antiguo SH español? ¿de Mauritania...?


  4. #4 Brigantinus lunes, 07 de marzo de 2005 a las 15:22

    Sin embargo, hay muchos autores que dudan de la historicidad del periplo: las descripciones de sufrimientos y angustias no concuerdan con los tonos triunfalistas de las inscripciones públicas de los púnicos y otros pueblos. Por lo demás, no consta una expedición de esa envergadura en ningún otro sitio.
    Tal vez no sea más que un relato ficticio de algún autor griego que le dio un aire de periplo púnico, buscando verosimilitud.

    La polémica se trata de manera muy detallada en "Relatos de viajes en la literatura griega antigua" Luis García Moreno, Alianza. Es una recopilación de varios periplos griegos -incluido el de Hannon (cuyo texto está redactado en griego)- anotados y comentados.


  5. #5 kaerkes lunes, 07 de marzo de 2005 a las 15:53

    Una cosita: he leido a Haefs que según su documentación Hannon el Marino en su periplo a traves de la costa africana, encuentra gorilas cuya piel lleva a Kart Hadtha como presente. ¿está esto recogido en alguna fuente o es simplemente literatura?.


  6. #6 Brigantinus lunes, 07 de marzo de 2005 a las 16:00

    Bueno, la cosa es un poco más compleja:
    Como he dicho antes, se duda de la autenticidad del Periplo, texto en griego que muchos consideran un simple ejemplo de literatura paradoxográfica (=descripción de maravillas y lugares ficticios) griega.

    El Periplo dice que se encuentran con unas mujeres monstruosas, de gran tamaño y cubiertas de pelo. Los seres son definidos en el texto con la palabra "gorillaí". Según el texto, los púnicos matan a tres de ellas, y se llevan sus pieles a Cartago.

    El Periplo tuvo cierta fama a lo largo de los siglos. Cuando los europeos vieron los primeros primates gigantescos africanos, creyeron ver en ellos los "gorillai" que mencionaba, así que usaron esa palabra para designarlos.

    Sobre las fuentes contrastadas, no hay ninguna constancia del Periplo y lo que en él se dice, salvo el periplo mismo.


  7. #7 hartza lunes, 07 de marzo de 2005 a las 16:02

    En algunas traducciones al castellano del periplo se utiliza directamente el termino "gorilas"; le echare un vistazo esta tarde al libro que cita Brigantinus, que anda por casa (el libro, no el brigan) a ver que palabra usan.

    Y... es que Gisbert Haefs se pasa un poco (bastante) en su poenifilia. Incluso en su novelita de Anibal aparece una piel de... llama.

    Por cierto, que las novelas de este hombre me parece van cuesta abajo y sin frenos. La ultima que he intentado leer (La primera muerte de Marco Aurelio), ni he podido acabarla, oiga.


  8. #8 hartza lunes, 07 de marzo de 2005 a las 16:06

    Creo recordar, corregidme o completadme por favor, que en tiempos del dominio persa en Egipto, se "castigo" a un pariente lejano de Ciro a partir en un viaje similar al de Hannon (aunque sin colonos).

    Por lo visto el projimo en cuestion se limito a remolonear alla por Cartago regresando al cabo de dos o tres anyos diciendo que habia dado la vuelta a Africa. Le pillaron enseguida (ya se sabe que se pilla antes a un mentiroso que a un cojo) y le crucificaron, por listo.

    Creo que recuerdo la anecdota del libro "Creacion" de Gore Vidal... a alguien le suena?


  9. #9 Hannon lunes, 07 de marzo de 2005 a las 19:21

    Hartza:

    Supongo que te referirás al viaje del persa Sataspes en época de Jerjes.

    Brigantinus:

    Creo que a estas alturas, habría que dar un poquito más de margen a las capacidades púnicas de navegación (recordemos que estamos hablando de cabotaje). Insisto; recientes investigaciones están demostrando que la industria náutica cartaginesa estaba mejor preparada de lo que nos imaginábamos.

    Sobre la autenticidad del relato, siguiendo de nuevo a Huss (y creo que el autor alemán es una autoridad en estos temas), la versión griega no aspira a ser una traducción directa de la inscripción púnica.

    Esta es la bibliografía comentada en el enlace con el artículo de López Pardo:


    J. DESANGES "Des interprètes chez les "Gorilles". Reflexions sur un artifice dans le "Periple d'Hannon". I Congresso di Studi Fenici e Punici. Roma Nov. 1979, Roma, 1983.
    El autor, uno de los mayores estudiosos del tema, considera que el anónimo redactor del texto griego del S. II a.C. hace de los lixitas "intérpretes" como un artificio literario para ir mostrándonos de vez en cuando el nombre de accidentes geográficos remarcables, de pueblos, etc., sin necesidad de atribuir al grupo expedicionario de Hannon la creación de tal toponimia.

    - "Le point sur le "Periple d'Hannon". Controverses et publications recentes." Enquetes et documents, Nantes, 1981, 6.
    Trabajo de carácter historiográfico donde se recogen las últimas discusiones hasta la fecha sobre este problemático documento, que todavía da lugar a nuevos análisis y toma de posturas contrapuestas.

    - " Le sens du terme "corne" dans le vocabulaire géographique des Grecs et des Romains: à propos du "Periple d'Hannon." Bulletin Archéologique du Comité des Travaux Historiques, 20-21, 1984-1985 (1989), pp. 29-34.
    En el contexto de la discusión de la autenticidad o falsedad del "Periplo de Hannon" contra la opinión de M.G.-Ch. Picard de que la palabra "cuerno" empleada en el "Periplo" significa sólo golfo, el autor considera que el "Cuerno del Sur" mencionado en este documento es comparable al "Cuerno del Sur" de Artemidoro, citado por Estrabón que designa un cabo de Etiopía. Además recoge las más importantes citas clásicas en las que se utiliza el término "cuerno" y llega a la conclusión de que éste no designa en griego y en latín un golfo sino el cabo que lo cierra. De esta manera se deduce que dicho accidente geográfico descrito por el "Periplo" es fruto de la imaginación ya que no existe semajante cabo en la costa atlántica africana.

    F. LóPEZ PARDO "El Periplo de Hannon y la expansión cartaginesa en el Africa Occidental." V Jornadas de Arqueología Fenicio-Púnica (1990)(= Trabajos del Museo Arqueológico de Ibiza, Nº 25, 1991), pp 59-70.
    El autor hace repaso a aquellos vestigios que pudieran estar relacionados con la obra "El Periplo de Hannon", y en segundo término, aquellos que de una manera más difusa aparecen asociados a la presencia cartaginesa en la zona o a su influjo inmediato.

    O. MUSSO "Il periplo di Annone ovvero estratti bizantini da Senofonte di Lampsaco." En Mediterraneo Medievale. Scritti in onore di Francesco Giunta. Cosenza, 1989, pp. 955-963.
    En primer lugar hace el autor una historia de los trabajos sobre el "Periplo de Hannon" desde los estudios más antiguos, dedicándose especialmente a señalar las diversas opiniones sobre la falsedad, amplificación o autenticidad del documento. Siguiendo a Plinio el Viejo llega a la conclusión de que se trata de un comentario escrito por Jenofonte de Lampsaco, escritor griego del S. II-I a.C. y siguiendo a H. Tauxier, estudioso poco conocido del siglo pasado, considera que lo que ha llegado a nuestros días es una redacción abreviada de un escolar del Bajo Imperio.

    C. PICARD "Le Périple d'Hannon." Phoniziers im Westen. Köln, april, 1979, Mainz, 1982, pp. 175-180.
    Tras rechazar las hipótesis que niegan o limitan la veracidad del "Periplo de Hannon", sobre todo el trabajo de G. Germain (1957), sostiene la opinión de que el manuscrito de Heidelberg es la traducción de uno o dos escritos púnicos.

    R. REBUFFAT "Les Nomades de Lixus". Bulletin Archéologique du Comité des Travau


  10. #10 Maktub lunes, 07 de marzo de 2005 a las 21:04

    Me muestro en desacuerdo con Brigantinus, y en acuerdo con Hannon.

    Brigantinus: Las "invenciones" del periplo de Hannon suenan muy bien para salir de boca de alguien que JAMÁS ESTUVO ALLÍ. Es más, al menos contamos con esta documentación escrita, que ya es bastante. Creo recordar que Himilco habló del mar de los sargazos... ¿imaginación desbordante o realidad que es preferible silenciar?

    De las sagas de los vikingos no hay más que tradición oral, o de los viajes por Polinesia, y asumimos que existieron. ¿Por qué no asumir el relato de alguien que entre otras cosas, midió ensenadas, describió la isla de Bioko, ex provincia española, y el monte Camerún, entre otras cosas?

    Hannon tiene razón. Yo he leido en alguna parte que los romanos iniciaron su industria naviera a raíz de "secuestrar" una nave cartaginesa encallada en sus costas y copiarla. Desde entonces batallaron en el mar en igualdad de condiciones.

    Es más, entre la batalla de Zama y la definitiva caída de Cartago, los cartagineses, según he leído, tenían prohibido como clausulas del tratado de rendición, disponer de más de 10 naves, y no podían tener armas, ni na... No podían defenderse cuando les hostigaban los vecinos numidas... y aún así, se rehicieron y fueron tan osados como para ofrecer un préstamo a los romanos o de invitarles a ver sus nuevos templos forrados en oro...

    Un pueblo que en su peor momento es capaz, casi sin medios, de salir adelante y provocarse asi mismo la ruina, al ser de nuevo considerado enemigo potencial por Roma, recelosa de su rápido resurgir, es capaz perfectamente de explorar las costas de dónde se propongan. ¡Ay, si hubieran encontrado los diamantes de Sierra Leona...!

    Saludos.


  11. #11 Maktub martes, 08 de marzo de 2005 a las 00:03

    Hola, chic@s:

    Procedente de phoenicia.org/proutes.html he encontrado en yespitinglis unos comentarios a los 18 puntos que desarrolla Hannon-2 en su exposición. De momento, por falta de tiempo, copiaré algunos de ellos. A ver que os parecen estas versiones pseudotraducidas en plan coloquial:

    0. Lybia es el nombre griego para "África". Las Columnas de Herakles se refieren al Estrecho de Gibraltar. Kronos es un dios griego que podría ser identificado con el dios Baal Hammon. El título de Hannon de "rey" (en griego: basileus) es la interpretación habitual de un alto magistrado de Cartago, el "sufita", pero en este caso parece tratarse de un magistrado de rango especial.

    1. El número de 30.000 personas está bajo sospecha... Los barcos tendrían que ir demasiado llenos. Unos tales J.G. Demerliac & J. Meirat, Hannon et l' Empire Punique (1983 Paris, pp.64-67) sugieren 5.000. El término Libio-fenicias se refiere a las colonias fenicias en África.

    2. Thymiaterion significa “Altar de incienso” y ha sido identificada con el puerto marroquí de Mehidya, 40 km. al norte de Rabat.

    3. Muchos eruditos emplazan Cabo Soloeis en Cabo Cantin, también conocido como Cabo Beddouza. Sin embargo, es imposible viajar hacia el este desde aquí como se indica en la línea 4. Una alternativa plausible es Cabo Mazagan, las colinas opuestas a Azemmour, desde donde es posible comenzar una expedición de reconocimiento subiendo el río Oum-er-Rbia.

    4. El nombre griego de Poseidón es la traducción del nombre de un desconocido dios fenicio “señor del mar”. Algunos lagos pueden encontrarse en el curso del Oum-er-Rbia; de hecho, debe ser llamado el “Distrito del Lago” de Marruecos.

    5. No está claro en qué dirección viajó Hannon después de dejar el lago. ¿Viajó corriente arriba del Oum-er-Rbia? ¿Navegó a lo largo de la costa? Resulta duro proporcionar una respuesta. Pero quizá la alternativa más plausible es la primera: tal vez el líder cartaginés decidió rendir visita a un jefe local, pidiéndole permiso para establecer un asentamiento en la costa. Este jefe debió haber vivido en el actual Im’fout – un día y medio de viaje corriente arriba – una población que aún contiene en su nombre la antigua denominación del Oum-er-Rbia: Phout.

    Las colonias pueden ser identificadas con:

    Azzemour = Karikon Teichos (o Teikos). EL nombre real de esta colonia pudo haber sido Kir Chares, “Castillo del Sol”. Una teoría alternativa es que Teichos es la traducción griega de la expresión fenicia “banco de arena”. En Azzemour han sido encontradas algunas tumbas cartaginesas. El nombre Azzemour significa “rama de olivo” en lenguaje beréber, indicando lo que Hannon estaba realmente buscando.

    El-Jadida = Gytte. Ha sido excavada una necrópolis cartaginesa allí. El nombre puede derivar de Geth, “manada, rebaño”

    Cabo Beddouza, si la palabra griega Akra se traduce por la fenicia Rash, “promontorio”. Tal palabra griega bien podría leerse como Hakra, ya que el alfabeto griego no dispone de un símbolo para la H, que sería la palabra fenicia para “castillo”

    Oualiddia: el casi invariable nombre de Melitta. La laguna ejerce de excelente puerto. Melitta es mencionada por el erudito griego Hecateo de Miletos, que vivió c. 500 a.C. y ello probaría que Hannon vivió en ese siglo.

    El islote de Mogador frente a Essaouira: Arambys. Su nombre fenicio debemos buscarlo en Har-Anbin, que significa “montaña de uvas” Nuevamente, los descubrimientos arqueológicos indicarían la presencia cartaginesa. De acuerdo con el arqueólogo A. Jodin este lugar habría sido ocupado en la primera mitad del siglo sexto a.C. Algunos de sus pobladores sobrevivirían extrayendo tinte púrpura de los mariscos.

    Y aquí lo dejo, por el momento.

    Comentarios míos:

    He tenido un atlas cerca para ir mirando los recorridos. Os sugiero que lo hagáis, porque realmente resulta curioso comprobar que mucho de lo escrito tiene un reflejo bastante fidedigno con la realidad. Ojo, que estamos hablando de hace 2.600 años, y en ese tiempo la orografía cambia un poquito… El Sahara se secó del todo, por ejemplo. También me ha resultado evocador el parecido de las palabras Ras y Rash, árabe y fenicio respectivamente. En otra página que he encontrado y ya os mostraré, hay versiones distintas, sobre todo acerca del origen y traducción de ciertos nombres de colonias. Parece, así, a ojo, que hasta este punto los habitantes que iban encontrando eran nómadas dedicados a la ganadería y de raza beréber, de talante amigable. También es interesante tratar de calcular cuantas personas pueden forjar una colonia. ¿150? ¿300? ¿1000? 1000 ya son muchas para esa época. Muchos pueblos de hoy en día de ciertas provincias del interior soñarían con tener 1000 habitantes censados. Así que lo de los 5000 pasajeros repartidos en 60 naves suena bastante más real que 30000.

    Hasta mañana, que es tarde.


  12. #12 kaerkes martes, 08 de marzo de 2005 a las 14:59

    Gracias por vuestras intervenciones al respecto de las pieles de los gorilas. En cuanto a las novelas de Haefs a mi me causan una especie de "consternación", ya que tanto las recreaciones de los personajes históricos como fechas y episodios se ajustan perfectamente a las cronologías y fuentes. En la novela "Anibal", la recreación de la personalidad del estratega es absolutamente coherente con las actuaciones históricas. Es creible es personaje que nos presenta Haefs en la novela. También me parece interesante el prologo que fuera de todo atisvo de cariño ante tamaño personaje lo compara con los grandes dictadores autoritarios de la historia (Hitler, Napoleón, Scipion...). Aunque un "don nadie", desde luego no sería para conquistar Iberia y llegar con elefantes a Roma atravesando los Alpes en invierno.
    La verdad es que es un poco pesado de leer, pero la construccion integral de los personajes que presenta en sus novelas es magistral.


  13. #13 Brigantinus martes, 08 de marzo de 2005 a las 15:45

    Lo cierto es que cada vez que se examina un texto de este tipo, siempre se acaba cayendo en la misma cuestión: ¿hasta dónde podemos llegar interpretando de manera positivista los datos que en ellos se contienen? Los antiguos percibían el mundo como una superficie en cuyos extremos había todo tipo de prodigios y seres extraordinarios. Cuando el Periplo de Pitheas dice que llegaron a un lugar donde se mezclaban tierra, mar y aire ¿debemos entender que se refiere a la banquisa, lo que demostraría que llegaron a zonas árticas? ¿O más bien que el Periplo, al narrar un acercamiento a lo que se consideraban los límites del mundo "se ve en la obligación" de describir portentos de este tipo? Pensemos tal vez en el límite donde la cúpula celeste se encuentra con el borde de la Tierra, etc...
    Sobre el periplo de Himilcón, lo mismo: habla de algas que dificultan la navegación. ¿Ello nos debe hacer pensar en los Sargazos? Curiosamente, los investigadores más crédulos con el periplo de Hannón, a la hora de enfocar el de Himilcón entienden que dicho navegante bordeó las costas atlánticas de Europa, llegando acaso a las islas británicas; por lo tanto, no rozaría el mar de los sargazos.
    Incluso el propio periplo de Hannón ha dado pie a varias interpretaciones. Algunos autores sostienen que el volcán que aparece al final sería el Teide, ya que el relato, siendo real, describiría una navegación no más allá de las Canarias.
    Sobre la fiabilidad que Maktub atribuye a los relatos vikingos y polinesios, ambos están contrastados por la arqueología. En el caso vikingo, hay pruebas incluso en América (L´Ansé-aux-Meadows). En el polinesio, además de la arqueología, la lingüística nos permite seguir y reconstruir la expansión de los navegantes polinesios. Por desgracia, no tenemos indicios semejantes en el caso de Hannón (por cierto, la semejanza entre Ras y Rash es normal, siendo el fenicio y el árabe lenguas semitas).


  14. #14 Brigantinus martes, 08 de marzo de 2005 a las 16:00

    A continuación añado una lista de "peros" que los historiadores escépticos han establecido para rechazar la verosimilitud de los hechos narrados en el relato:
    -En principio, resultaría chocante -al menos inédito- un relato griego que fuera la traducción de un documento oficial púnico. Los estudios filológicos indicarían que se trata no tanto de una traducción de un documento púnico del siglo V a. C., sino de una creación literaria "ex novo" probablemente de mediados de la época helenística.
    Iniciar el periplo diciendo que es una traducción de otro documento es una práctica muy extendida en la literatura paradoxográfica de este período, para dar mayor verosimilitud. Antonio Diógenes afirma traducir un códice de la época de Alejandro; Filóstrato dice que su vida de Apolonio de Tiana es una copia de las memorias de su amigo -de Apolonio- Damis... y la costumbre permanece (pasando por ese Geoffrey de Monmouth que afirma que su "Historia de los reyes de Britania" es una tradución de un libro antiguo en lengua británica) hasta la literatura contemporánea.
    -Resulta extraño que los púnicos airearan de modo tan descarado una ruta comercial, teniendo en cuenta el celo con el que las mantenían en secreto. Acordáos de la anécdota estraboniana sobre el almirante que encalla su barco para no desvelar a sus perseguidores romanos la ruta de las Cassitérides.
    -La referencia en el texto a vacilaciones y temores contrasta con el tono triunfalista de los documentos oficiales de las civilizaciones semitas y orientales.
    -¿Cómo pudieron regresar? Para los portugueses del siglo XV no fue tan fácil dar -después de varias navegaciones- con la "volta". Es decir, con la ruta para volver desde el golfo de Guinea a la península eludiendo corrientes y vientos adversos. Hannón y los suyos la habrían descubierto a la primera...
    -Las excavaciones arqueológicas efectuadas en la zona parecen indicar que el inicio de la explotación del oro fue más tardía.
    -La presencia de salvajes, monstruos.. ¿describe el África ecuatorial o nos remite a los tópicos de barbarie y fantasía de los confines del mundo? Los salvajes cubiertos de pieles que los reciben a pedradas... ¿un encuentro con indígenas o un lugar común desde los cíclopes y los lestrigones de la Odisea (acaso inspirado en éstos)?
    -Los griegos atribuían a África forma trapezoidal o triangular. El cuerno del Oeste sería el confín más occidental del continente. El cuerno del sur, el meridional. En la medida en que tras dicha punta sur se abría -creían ellos- el mar Rojo- la "tierra de los aromas" por antonomasia, es en ese contexto que hay que entender la referencia en XII; es lógico que según avanzan al sur, se encuentren con plantas y árboles aromáticos. (obsérvese la referencia al incienso ardiente en XV)


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