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Al Druida: A todos los Druidas
Formulada el domingo, 23 de noviembre de 2003
Número de respuestas: 6
Categoría: Temas Humanos

HISPANIA INVERTEBRADA ?


el mosaico de pueblos que poblaban Hispania y que el destino histórico fue aunando ¿hasta que punto les sería licito exigir su independencia? ¿habría sido mejor la diversidad y división en la historia o la unión?

Respuestas

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  1. #1 Vercinget lunes, 24 de noviembre de 2003 a las 00:00

    Bien. Contesto en relación con el tipo de conocimiento en el que me he declarado druida (temas humanos). No hay más realidad primera que la del cambio y dinamismo continuo. Exigir inmutabilidad es, por tanto, atentar contra la realidad, contra ese mundo sensible declarado irreal por el idealismo helénico principalmente. Por otro lado. Las palabras que siempre han acompañado a todo hombre. Bueno o malo. Mejor o peor. ¿Que definicion puede mantenerse constante ante lo que es la primera realidad? Toda definición está condenada a la autodestrucción y, paralelamente, a la generación de otra nueva. Pero aún así no todo es casualidad. Existen los principios básicos que la voluntad intenta mantener. Poder y permanencia. He aquí las premisas que pueden contestar a tu pregunta.


  2. #2 edetano martes, 25 de noviembre de 2003 a las 00:00

    Hola. En primer lugar, creo que sí es lícito pedir la independencia porque gracias a Dios (y mientras dure) vivimos en un Estado de derecho en el que cabe cualquier opción política. REspecto a qué es mejor, yo no lo se. Pero sí opino que el hecho de que un pueblo quiera la independencia no se debe tanto a la existencia de un mosaico de pueblos (porque ha habido miles de mosaicos en todos los paises), sino al sentimiento de no pertenecia de unas gentes a una entidad superior llamada EStado, a lo que hay que unir factores económicos, políticos, culturales, etec. Yo no soy nacionalista, pero no lo soy en ningún sentido, es decir, ni central ni periférico, lo que no creo es que exista un "destino histórico" como tú dices, sino una serie de acontecimientos históricos y de manejor políticos a lo largo de los siglos que han llevado a que el mapa de Europa sea el actual,pero que podría haber sido perfectamnete otro si los acontecimientos hubieran ocurrido de distinta forma (por ejemplo, Juana la Beltraneja vence a Isabel la Católica y esta no se convierta en reina, no se habría prodicido la unión de las Coronas, o la guera de Sucesión la pierden los Borbones: habría sido completamente distinta la política española apartir de ese momento (quizás se hubiese acercado a Inglaterra y no a Francia, Gibraltar sería español y no hubiésemos apoyado al as colonias americanas en su alzamiento contra la metrópoi inglesa).En fin, que hoy somos lo que somos como perfectamente podríamos haber sido otra distinta. No creo en destinos históricos.


  3. #3 mardanix viernes, 04 de mayo de 2007 a las 21:04

    INTRODUCCIÓN - LA IBERIZACIÓN

    El Mediterráneo occidental fue siempre refugio y paraíso para el desarrollo pleno de culturas que difícilmente hubieran sobrevivido en el oriente de su creación. Las constantes crisis y conflictos que aun hoy sacuden el Creciente Fértil y la llegada de una primavera histórica a raíz del cambio climático, fueron el punto decisivo para que algunas civilizaciones semi-nómadas decidieran echarse a la mar en busca de prosperidad. Occidente recibirá a éstas culturas entonces de una forma tardía.

    La primera ocupación de los pobladores mediterráneos, dolicocéfalos que penetraron por el valle del Ebro dará lugar al Mesolítico que prácticamente se funde en este tramo con la cultura paleolitica anterior y el arte franco-cantábrico y pirenaico. El Neolítico es conocido por su cerámica cardial (primera técnica de impresión), sus ajuares de conchas traídas del Mediterráneo, la habitación de abrigos rocosos, los hogares de piedra y la consolidación de la pintura rupestre levantina. Los recolectores todavía no aprenden a dominar la naturaleza. Este ambiente primitivo y típicamente mediterráneo es el que a raíz de su existencia rupícola originará los sucesivos sustratos prehistóricos y protohistóricos, presentes hasta la desaparición de la etnia ibérica. Entre los pasos del hombre eneolítico hacia la plena edad de los metales, aparecen los primeros poblados semi-nómadas en cabañas y los sepulcros en fosas colectivas (inhumaciones raras veces individuales) que sustituyen el hábitat en abrigos y el enterramiento en cuevas. Así son testigos los talleres de sílex, de este cambio de vida al aire libre. Este nuevo hábito, junto la aparición del primer metal, el cobre, significará un mayor sedentarismo y un nuevo concepto del territorio. Aún perdurará en los tiempos posteriores del bronce y del estaño, la inhumación, el uso de cuevas, la cerámica lisa, bruñida o decorada a mano (incisión y excisión) y la pervivencia de la pintura rupestre, ahora ya más esquemática. El elemento cretense o minoico se impone frente a la invasión de rodios y focenses, ausentes en esta evolución.

    Así como las respuestas del Neolítico no se dejan ver en la península hasta entrado ya el Eneolítico, sucede lo mismo con la Edad de Hierro, y no será hasta la 2ª Edad de Hierro cuando se defina plenamente esta fase. Un esbozo esquemático y perfilado sería este:

    ÉPOCA PREHISTÓRICA
    ESTADO EN LA PENÍNSULA
    NEOLÍTICO MESOLÍTICO
    EDAD DE LOS METALES NEOLÍTICO
    HIERRO I
    HIERRO II -PROTOHISTORIA-
    EDAD DE COBRE
    EDAD DE BRONCE
    HIERRO I (s. VII - VI a.n.e)
    HIERRO II (s. V - IVa.n.e)

    Si el primer concepto de protohistoria puede remontar en Ugarit hasta el s.XIV a.n.e, a partir del s.VII a.n.e, será la península quién entre de lleno en la Protohistoria. Se va a producir una revolución que queda patente primero a lo largo de las costas del Sur y del Levante (Hierro I), y más tarde en los valles del Guadalquivir, Segura, y Ebro (Hierro II). Es en este último, donde éste proceso cultural sea denominado Iberización.





    Inmediatamente anterior a la edad de Hierro, se producen una serie de movimientos de pobladores braquicéfalos del Sur y Sureste de Francia (Valle del Ródano), emparentados con los celtas y los ligures, que llegan en el S.XI a.n.e al valle del Ebro a través del Segre y se establecen definitivamente. Entre las posibles causas se produjo una bajada de las temperatuas, una europeización del clima (más fresco) y del ambiente respecto a la fauna y la flora. Esta unión entre pobladores mediterráneos y europeos es el auténtico y definitivo sustrato indígena y autóctono ibérico que ha permanecido hasta el siglo XX en el nordeste peninsular. Se asientan sobre lugares elevados de fácil defensa, generalmente fortificados y próximos a uno o al interfluvio de dos ríos, fuentes de agua u otro tipo de cursos fluviales, que son además vías, caminos, corredores naturales y ubicados idóneamente para el control del territorio. Es el principio de la territoriedad (un territorio delimitado), de un estado o ciudades-estado, de un sedentarismo definitivamente estable, de un urbanismo regular con materiales no perecederos como la piedra, de una cultura endémica propia, resumidamente de la primera civilización. Estos pobladores traen importado el cobre, y en especial el bronce (llega a nuestra zona con cierto retraso, ya que aquí debió ser un material lujoso). Por ello, ante la aparición del hierro, no dudarán en utilizarlo para herramientas y armamento, relevando el bronce a complementos y usos suntuarios, de lujo o de culto. La agricultura, por tanto, no se practica de un modo definitivo hasta esta época, en la que aparecen los primeros molinos de mano, semillas de cereales introducidas de Europa (trigo, cebada), legumbres (arveja, lenteja, veza, yero, almorta), hoces, azadas y pesas de telar para la confección de tejidos de lino o lana. También es introducido el arado de ruedas y el carro, representado en el arte de esta época. Estos pobladores son en su mayor parte campesinos. La primeras especies domesticadas para la producción de lana y leche también se relacionan con este llegada, como las distintas razas de oveja y la cabra blanca celtibérica.

    Por lo que más se concoce este momento es por el nuevo ritual funerario: la incineración, influencia de los campos de urnas de Hallstat y con gran similitud en el Cabezo de Monleón de Caspe y los túmulos de piedras de la Loma de los Brunos. La urna se deposita en una cista enterrada en una fosa (tradición anterior) y sobre la sepultura se alza un túmulo. Estos enterramientos son individuales. Esto indica que por primera vez se le da una mayor importancia al individuo y existe un culto por los difuntos. Los ajuares depositados en la cista junto a la urna dan prueba de ello, así como las estelas que deberieron acompañar las sepulturas. Un ejemplo representativo de esta cultura es la necrópolis de El Calvari (El Molar).

    1ª EDAD DEL HIERRO

    Centrándonos en el valle del Ebro, ya desde la primera Edad de Hierro, estos pobladores, tan próximos al Mediterráneo, recibieron influjos de los fenicios y los foceos a partir del S.VII a.n.e.. Tres yacimientos en Mazaleón (Escondines, San Cristóbal y Piuró del Barranc Fondo) y uno en Batea (Tossal del Moro de Pinyeras) iluminan estas influencias primerizas que siguiendo el camino del Ebro y sus afluentes de la margen derecha, llegarán a extenderse por todo el Bajo Aragón.







    El alfabeto es el eje central de esta aculturación. A este periodo orientalizante, también llamado pre-ibérico, o proto-ibérico, se adscriben las primeras cerámicas a torno alfarero rápido, importadas o indígenas, y el molino rotatorio. Son los inicios de la metalurgia del hierro en nuestra tierra, finalizada ésta etapa del Ibérico antiguo, aunque deban citarse los intentos de producir hierro autóctono localizados en la cuenca del Guadalope y los afluentes Bergantes y Guadalopillo, trazando una línea perpendicular: Villardecastillo (Molinos), Terraceras, Monte Catma, Vallipón (Castellote) y la extracción en la mina de Valdestrada. Estos intentos se repiten en más áreas del somontano aragonés, como el hallazgo de escorias férreas y puntas de lanza ferruginosas. El resultado suele ser original (lanzas, faláricas, soliferrum) pero muy pobre, por ello se descarta la introducción prematura del hierro en el momento del Bronce Final y primera Edad de Hierro. La existencia de moldes de fundición, de arenisca principalmente y para la fabricación de armamento básico, como hachas, en Villalonc y Tossal Redó (Calaceite), El Molar, Aldovesta y La Ferradura reafirma en el campo de la arqueometalurgia que aún usaban el bronce y todavía no conocerían el hierro hasta la llegada de materiales importados desde las factorías costeras (Piuró del Barranc Fondo, Les Ombríes de Calaceite) en el s.VI a.n.e. Estos materiales supondrán un desarrollo de la técnica siderúrgica local. En Monte Catma (La Ginebrosa) data el primer intento de fusión del hierro, todo un avance técnico. Las fíbulas de codo y con mayor seguridad las de doble resorte, también llegarán entonces a lugares como Morella la Vella. Si bien en el caso de las necrópolis tumulares, la incineración (practicada también por celtas, ligures, fenicios y tartessos) comienza en este periodo, el uso de urnas (Els Peters – Salsadella y Torelló del Boverot – Almassora) no nos adelantó el hierro, y parece más lógico esperar a la etapa orientalizante para la definitiva transición al uso de este metal en Piuró del Barranc Fondo (Mazaleón), Loma de los Brunos (Caspe), Tossal Redó y Mas Flandi (Calaceite). En el Levante orientalizante, una influencia más concisa se observa en las bocas del Ebro, en Sant Jaume (Alcanar) y la Ferradura (Ulldecona).

    EL HIERRO
    El hierro, útil en armas (falcata), llaves y herramientas, es el fósil director de la iberización. Da nombre a toda una edad, que comprende el último milenio antes de nuestra era. Introducido su uso en la península por los fenicios, fue descubierto en Anatolia 2000 años antes por la civilización hitita. En las montañas litorales y del Sistema Ibérico (Idubeda) se podía encontrar el hierro en tres formas:
    I -Areniscas ferruginosas II-Pizarras arcillosas ferruginosas III -Calizas ferruginosas

    EL HIERRO MINERAL
    En su superficie aparecen los óxidos de hierro, de color rojizo. En el caso de los hematites rojos u oligistos, el mineral se encuentra en estado natural. Su uso no sólo se limita a la obtención de hierro, si no que con éste mismo empiezan a utilizar éstos óxidos en alfarería, como pigmento para la decoración de terracota pintada color sanguina que tanto caracteriza las producciones cerámicas peninsulares. También la arcilla roja se empleará para la realización de engobes o barnizes rojos, ineludible imitación fenicia: Coll del Moro (Gandesa), San Cristóbal (Mazaleón). A partir de ahora, los óxidos van a ser cotidianos en el mundo de los íberos.







    Ésta época marca claramente unos hitos diferenciadores en el poblamiento: en cuanto al urbanismo, los nuevos asentamientos, el abandono definitivo de materiales perecederos; el uso, o bien del adobe o bien del tapial de tierra elevado sobre un vial o basamento de mampostería con aparejo de “piedra en seco” o con algo de barro, a modo de zócalo (la caliza fue muy empleada en esta zona, calcárea por excelencia, e incluso en el Baix Maestrat); la techumbre, cubierta de caña o cañizo (Valdevallerías, Alcañiz) a una vertiente que caía hacia el interior del poblado, sustituyendo a los ramajes (la caña se encuentra en toda la región mediterránea) y para acabar enfoscado de yeso o una capa de arcilla impermeable, todo consecuencia de las influencias marítimas. La tarea principal dentro de la casa era la textil, ya desde esta primera fase. El único testigo de esta temprana actividad doméstica son las numerosas fusayolas y pondus, pesas de telar encontradas. Coll del Moro (Gandesa) incluso fue un importante centro de producción y manufacturación de lino. El lino, del que se hacían túnicas blancas con una banda o tintado púrpura, era la principal fibra de vestir junto al palmito costero (Chamaerops humilis), el esparto de la estepa, la lana para el sagum o el sayo, la piel y el cuero. Similar es la indumentaria sarda y púnica.

    La mayoría de poblados, siempre en altura y diseminados, utilizan un sistema de defensa y fortificación hasta ahora desconocido. En toda su estructura se repiten casas adosadas de recintos rectangulares con varias estancias, una calle central, foso, muralla y una o varias torres fortificadas. La pared trasera de las casas cierra y se apoya en el muro exterior, mientras que la puerta da al interior del recinto amurallado. Como en Ugarit, una tradición milenaria que practicaron los iberos fue el enterramiento infantil debajo de las viviendas, ya que a los niños no se les incineraba como a los adultos. Los pobladores ocupan también el valle: la agricultura de antaño se revela en los numerosos silos y molinos abarquillados de aceite o cereales recuperados. Fuera de la acrópolis se situaban las necrópolis de incineración, de la mayoría de ellas ya no queda rastro. Seguían los grandes túmulos circulares de piedra sobre las cistas, y en su interior, sepultadas, las urnas cinerarias conteniendo las cenizas, y en ocasiones se acompañaba a los difuntos con escasos ajuares y estelas figuradas. Destacan las cistas de piedra monumentales de Mazaleón y Calaceite, de más de 1 metro de altura. Posiblemente ocuparon vaguadas, laderas o valles indefensos: Les Escondines (Mazaleon), necrópolis orientalizante de Els Calars, Coll del Moro (Gandesa). Romanos y paleocristianos fueron partícipes de ésta destrucción y empotraron, en construcciones posteriores, bellos ejemplos de estelas ibéricas de arenisca. Por último, algunas ciudades llegaron a ocupar más de una hectárea: pero por lo general seguían un hábitat disperso: Les Ombries (Calaceite), Mas de Magdalenes (Cretas), Vilallong (Calaceite), La Gessera (Caseres), Torre Gachero (Valderrobres) entre el Algars y el Matarraña.

    El Culto a Santa Bárbara

    Patrona de las fortificaciones, arquitectos, mineros, fundidores de metal y sepultureros; ninguna mejor para indicarnos un posible asentamiento, necrópolis o mina pre-romana. Todas las innumerables colinas donde se ubica una ermita de Santa Bárbara, o simplemente llamadas con este nombre, no son más que el intento de cristianizar los antiguos centros “bárbaros” y paganos ibéricos en plena época de romanización. Santa Bárbara se convertiría así, en la gran devoción popular de todo el territorio.






    LA METALURGIA Y LA OBTENCIÓN DEL HIERRO

    La explotación y comercialización arcaica del hierro en el levante peninsular se inicia en el s.VII a.n.e. El contacto y las relaciones comerciales con los fenicios son observables en Vinarragell (Burriana) , Punta d´Orley (La Vall d´Uixó) y el Abric de les Cinc (Almenara). Su rastro se deja ver en el centro de producción y distribución de hierro de la Torrassa (La Val D´Uixó). La extracción de hierro en el Castillico de Ayódar, demuestra el transporte desde estas minas, cuya torre, al igual que la de Foios (Llucena) y otras más, controlaba la ruta del Mijares (Udiva) hacia los centros de producción, situados en la costa. La existencia de minas de hierro en la Tossa (Benicarló), Ulldecona , La Senia y Rossell, data las primeras fechas de esta temprana explotación.

    En cuanto a la obtención, solamente se aprovechaban los óxidos de hierro, ya que los hidróxidos no se encuentran en las capas superficiales y resultaría más difícil de explotar para los antiguos. La extracción era pues superficial: allí dónde hubiera afloramientos de óxidos. En primer lugar se disponían al desmonte del terreno. Era imprescindible la presencia cercana de un río o agua para lavar el mineral.

    La reducción se realizaba en hornos que poco distan de los actuales hornos de carbonero, como en el Vallipón de Castellote. En Villardecastillo (Molinos) la práctica de la transformación del metal se intuye ya en la minúscula barranquera colmatada de cenizas que baja desde el mismo horno metalúrgico. A ambos lados aparecieron restos cerámicos y escorias de hierro sedimentadas entre el carbón vegetal, posiblemente de romero y otras especies arbustivas de la zona. Este tipo de hornos aprovechaban el desnivel en laderas y los pequeños abrigos para su ubicación.

    En principio, debido a la elevada temperatura de fusión del hierro, ni la utilización de fuelles, ni la inmejorable situación de los hornos permitía el uso de moldes de fundición. Los lingotes de hierro se obtenían reduciendo el mineral a base de “forja continua”. La temperatura adquirida sí permitía en cambio, poderlo trabajar modelándolo hasta conseguir la forma deseada. En frente, el Castilluelo de Villarcastillo, parece el lugar idóneo para el control de la antigua ferrería. La vaguada unía el taller metalúrgico hasta la cima. El asentamiento, en lo alto, pudo ser una pequeña instalación para el almacenamiento, carga y distribución del metal. Así lo mostrarían los tipos de cerámicas, todas ellas de gran capacidad, propias para el transporte. El poblado ibérico del Vallipón presenta las mismas características.

    Las armas, el uso del hierro y la orientalización corren procesos paralelos. Incluso más tarde, muchos ilergavones, aliados de los cartagineses, se enrolaron como mercenarios a favor de éstos en Cerdeña y Sicilia, lo que mantuvo el contacto de ambas culturas.

    LA 2ª EDAD DEL HIERRO

    Entre los s.VI y V, se va a presenciar en la península un abandono generalizado de los centros vinculados al mundo fenicio, para resurgir poco más tarde el nuevo esplendor púnico, que renovará el proceso orientalizante anterior. Es la denominada “crisis del Ibérico antiguo”, pero tal crisis no es más que una evolución en la sociedad. Es una cohesión, defensa y arraigo por el territorio. Además de los primeros asentamientos fencios, muchos poblados ibéricos son abandonados . El poblamiento se concentra en “oppida” o ciudades estado fortificados debido a que la sociedad se ha enriquecido y está muy convulsionada. Existen razzias entre los mismos iberos y entre distintas ciudades-estado. En ésta época se erigen los torreones defensivos fortificados (en su mayoría circulares o curvilineos) típicos del Matarranya/Terra Alta (turres).
    Este cambio hacia una mayor territoriedad si cabe y un abandondo del hábitat disperso se da en otros muchos lugares. Los fenicios se concentran alrededor de la metropoli de Cartago y en su arte se percibe una sustitución de lo fenicio hacia lo púnico, mucho más elaborado y más propio, sin tantas importaciones. En Europa la sociedad hallstática de los principes celtas se traslada a La Téne y también esto implica un cambio en su cultura. Del mismo modo los rodios, y en especial los focenses de las costas ibéricas se concentran alrededor de otra metropoli: Massalia y a partir de ahora se conocen como massaliotas. Hay que destacar las fundaciones anteriores de los foceos en el Golfo de León (Niza, Alalia, Agde, Pech Mahó, Emporion...). Siguen siendo las mismas civilizaciones pero se produce en ellas una atomización que articula su área de poder. Esto mismo sucede en el área ibérica así como en el sur de la península y en la meseta. A parte de los cambios estructurales en la sociedad, también aparecen cambios de carácter cultural, como los producidos en los enterramientos y los rituales funerarios. Los cartagineses, por su parte, dieron nombre a la península: “Hispania” (tierras, costas del norte), pero nunca ambicionaron unificarla. Esta etapa del Ibérico pleno, quizá la edad de mayor esplendor en todo el valle del Ebro, que culmina en el 250 a.n.e con la aparición de la escritura ibérica, queda sepultada hacia el año 218 a.n.e., cuando Roma desembarca en las últimas fundaciones griegas y arrasa todo lo que encuentra a su paso. Castellot de la Roca Roja (Benifallet), Coll del Moro (Gandesa), Punta de la Gessera (Caseres), Castellans (Cretas), Torre Cremada (Valdetormo), San Antonio (Calaceite), sufrieron su ataque y opusieron resistencia con su enfrentamiento. El desequilibrio y destrucción de estas ciudades, durante la segunda Guerra Púnica, no se alejaría de los asedios de Sagunto y Numancia: su similitud en los incendios y el ideal de sus habitantes, al final del S.III a.n.e. De ésta época datan las fíbulas anulares y algunos esquemas helenos. A los periodos ibero-romanos posteriores, del Ibérico tardío, se les puede considerar una pervivencia de valores ibéricos anteriores, y una muerte lenta, pero irrecuperable, en el año 44 a.n.e. El fin de una época: el poniente de Occidente y el nombre de rebeldes como Indibil y Mandonio, o Hampsicora entre los sardos.

    Hay que considerar la iberización como un movimiento unificador artístico-cultural de influencia mediterránea y europea, fruto de la exportación-importción (cuyo máximo símbolo lo representa la aparición de ánforas fenicias y las imitaciones), limitado en un momento histórico (época ibérica), y en un área concreta: el valle del Ebro, que debido a su carácter axial y dinámico, estaría poblado por variedad de pueblos independientes y etnias de distinta procedencia, que tabién poseían un arte endémico (por ejemplo, en cerámica, el kálatos ibérico figurado, llamado también vaso o sombrero de copa, la olla ibérica con cuello de cisne y la tinaja o dolium con borde reentrante tipo “Ilduratin”). Por ello se puede afirmar que lo ibero no es una raza, es una cultura la que cohesiona los distintos oppida que forman el conglomerado de pueblos ibéricos . Un nacionalismo no se puede basar en la sangre o en una raza, y menos en estas épocas. Pero sí en una cultura y en una tierra.

    En el interior, la iberización llega más tardía, pero una vez con ella, llega una edad de esplendor en ciudades(oppidum - ciudadela) como Castellet de Banyoles, Coll del Moro de Gandesa, San Antonio de Calaceite, Castellans de Queretes, Orta de Sant Joan y Cabezo Palao (Alcañiz). Es el origen de los “castel.la”, tipos de asentamientos fortificados de la Edad de Hierro. Oppida, en algunos casos ciudades-Estado llamados en ibero Iltur/Iltir (castros, castella, fortalezas en la alto de un cerro, tozal, turón para un mejor control del territorio). De ellos derivarán los castillos de la Edad Media. Sus ruinas lucen una perfecta red viaria, con una o dos calles centrales y varias secundarias, muchas veces enlosadas, bien pavimentadas y aceras altas. Su complejidad urbanística se acentúa. Se engrandecen con barrios extramuros, en ladera, formando terrazas. Cuentan con barrios comerciales y barrios industriales que disponen de almacenes.
    En su cerámica consta con un grafito el nombre del artesano o mercader. Decoraciones a bandas, motivos florales y aves (tordos, tórtolas) son los principales testigos de su antigua factura.

    Se hace presente la influencia del sudeste peninsular en los pilares-estela y monumentos funerarios, en honor a los guerreros iberos. Sobresale el de La Vispesa (Tamarite de Litera), más conocido como el de Binefar. Es un pilar-estela con manos, guerrero muerto, un animal, caetra y lanza, además de la inscripción “Neitin”, divinidad indígena. Indibil o Mandonio fueron heroizados en dos estatuas sedentes en los Castellazos de La Albelda de Litera (poblado cercano al lugar donde probablemente tuvo su última batalla). Es un periodo de luchas y conflictos con el ejército romano, cuya meta era la conquista del Valle del Ebro. En este momento se alzan las estelas del Bajo Aragón / Matarranya en honor a los guerreros difuntos en el campo de batalla. Son en su mayoría estelas figuradas de arenisca, rara vez de caliza. Unas representan un importantísimo valor epigráfico en sus textos, y otras, las que no presentan ninguna inscripción, son decoradas con jinetes, équidos, lanzas y motivos geométricos. Las representaciones artísticas de esta época son concretas: guerreros y jinetes con sus caballos y con lanzas, lo que representa el momento de defensa del territorio, convulso y bélico en el que se encontraban los iberos y que termina con la destrucción de sus ciudades y con el fin de su cultura. San Jorge/Jordi con su lanza y caballo, es el símbolo de la Corona Catalano/Aragonesa y tiene su origen en la representación de los guerreros ibéricos, a caballo y con lanza.
    El casco ilergete de la Pedrera de Vallfogona, perteneciente a la tumba de un caudillo, pertenece al tipo montefortino-zama, como los hallados en Albacete y se deben al ejército cartaginés y romano y a las batallas en las que se vieron envueltos los ilergetes. Los mismo sucede con la falcata de la misma tumba, las falcatas no son muy típicas del Noreste peninsular, en esta zona son más típicas los lanzeros, pero el guerrero de esta tumba pertenece a la época de máximo contacto con los púnicos del sudeste.
    De Cartago proviene la adopción de nuevas normas urbanísticas y el innovador uso de acuñaciones monetales en plata y bronce con sellos propios escritos en caracteres ibéricos y jinetes en el envés.

    Il/Ili = ciudad
    Tir = alto/altura/turón
    Iltir = (altura) ciudad elevada / ciudad en alto = oppidum, castro ibérico fortificado

    Topónimos de este tipo de asentamientos : Castellans, Castellassos, Castellets ...



    CECA IBÉRICA CIUDAD Símbolo Territorio Habitantes
    Iltirka / Iltirke / Iltirkesken / Ilerca Nave con prótomo de caballo
    Lobo
    Ilercaonia
    Ilergaonia / Ilergecia
    Ilercaones
    Ilerketes
    Ilergaones
    Ilergetes / Ilaraugates
    Iltirta/ Iltirte/ Iltirtar Ilerda (Lérida)

    Ilerca = Iltirka
    Ilerda = Iltirta
    Dertosa = Tertossa (las terminaciones –ossa –ussa y –essos significan isla. Onussa Cherronessos significa Isla península, Peñíscola ).

    Tert- lo encontramos también en Tertis o Kertis (Río Guadalquivir), en cuya desembocadura se hallaba Tertessos o Tartessos. Proviene del ibérico Kerten que en euskara se traduce como “asa”. De este modo el nombre del río Tertis o Kertis proviene del curso serpenteante de éste y de las formas meandriformes que dibuja antes de su desembocadura. Estos meandros en forma de asa, “Kerten” son típicos de los cursos bajos de los ríos más caudalosos de la península, por ello no es de extrañar que encontremos topónimos como Xerta (a la orilla del meandro serpentiforme que forma el río Ebro) y Xert (en el meandro en forma de asa que produce a su paso la rambla de Cervera)

    Tertossa o Tertussa vendría a significar “la isla en forma de asa” o “la isla del meandro” refiriéndose a un meandro acusado, a una isla fluvial o mejana o a un galacho, frecuentes en todo este tramo del río y en el Delta. El mismo significado lo encontramos en los topónimos ibéricos Use-kerte u Ossi-kerda, en Tartessos, o en el topónimo actual Ger-tusa , donde el Ebro traza un meandro muy acusado en las cercanías de Sástago.




    LA ETNOS IBÉRICA – LOS ILARAUGATES

    Tal como dijo Bosch Gimperá, los auténticos íberos se extendían desde el cabo de La Nao hasta el valle del Ródano y el Golfo de León e incluso más allá, siendo el epicentro el valle del Ebro, que les da nombre. Parece que la Corona Catalano-Aragonesa reencarno en época más reciente el antiguo país de los íberos. Así, todos los gentilicios acabados en –-anos u –ones connotan un origen y época acordes (Contestanos, Deitanos, Edetanos, Ilergavones, Lobetanos…). Estos mismos pueblos, antes de su iberización los denominarían con otra forma, que coincide con la terminación –etes o –etas (Gimnetes, Esdetes, Ilaraugates, Ilergetes, Turboletas…). Con la misma amplitud semántica, si los habitantes de la Orospeda fueron los Oretanos, los habitantes de la Idubeda, con seguridad , los Idetanos-Edetanos, siendo Adeba, Udiva y Edeta términos similares. La opinión mantiene el límite de etnias hasta Les Forques (Borriol) sobre el Mijares. Con probabilidad serían los ilaraugates, cuya denominación mantiene Hecateo de Mileto, el primer pueblo en habitar esta costa, desde Liria/Laurum. Los ilergetes, menos civilizados quedarían en las tierras del interior, y los ilergavones, ya iberizados, permanecerían en la franja costera y en el valle del Ebro. La voz siria “iler” (altura) implica la costumbre que tenían sus habitantes de asentarse sobre elevaciones que dominaran el paisaje, Ilerca/Ilerka/Iltirka es pues sinónimo de “ciudad alta” e Ilercavonia “tierra alta” o “Terra Alta”, abarcando entonces las montañas desde Gúdar hasta las sierras de Cavalls y Pándols.

    Estrabón dice “...no tenían unión entre sí por su terquedad de manera que fueron endebles contra los extranjeros que les atacaban. La terquedad entre los iberos era aún mayor añadiendo su naturaleza pérfida y nada sencilla, porque en su vida eran guerreros y bandoleros...”
    Los iberos eran guerreros. Se les imponía una austera educación deportiva. Estrabón dice acerca de ellos “...habías penas muy severas para los jóvenes cuya cintura pasase de un cierto límite máximo”.

    En cuanto al componente griego y la helenización, la arqueología ha demostrado que la cerámica ática y etrusca son importaciones del mercado mediterráneo-púnico y si acaso foceo, al igual que duante el Eneolítico final llegaron influencias micénicas y del Egeo o del mismo modo que difundieron el arte minoico, hitita, egipcio y chipriota por todo el Mediterráneo. Introdujeron mercancías de lujo hasta más allá donde acaba lo conocido y aparece lo insondable, en factorías como Alone, Lebedontia y Onussa.

    1. Melita (Malta)
    2. Pantelleria-Pantelaria
    3. Utica y Cartago (Tunis-Túnez)
    4. Hippo Acra - Hippo Zarrhytus (Bizerta)
    5. Hippo Regius – Hippona (Bona-Annaba)
    6. Cirta (Constantina)
    7. Rusicade (Skikida)
    8. Chullu (Col•lo-Collo)
    9. Igiligi (Jijel-Gigel y Bugía-Bejaja)
    10. Icosium (Alger-Argel)
    11. Tipasa (Tipaza)
    12. Iol (Sersell-Cherchell)



    FUENTES Y TOPONIMIA:
    LA ORA MARÍTIMA (Fragmento del texto de Avieno)


    …Pityussae (1) et inde proferunt sese insulae
    Baliarium (2) ac late insularum dorsa sunt.
    et contra Hiberi in usque Pyrenae iugum
    ius protulere propter interius mare
    late locati (3). prima eorum civitas
    Ilerda surgit. litus extendit dehinc
    steriles harenas (4). Hemeroscopium quoque
    habitata pridem hic civitas. nunc iam solum
    vacuum incolarum languido stagno madet.(5)
    attollit inde se Sicana civitas (6),
    propinquo ab amni sic vocata Hibericis.
    neque longe ab huius fluminis divortio
    praestringit amnis Tyrius oppidum Tyrin(7).
    dumosa late terga regio porrigit(8).
    Berybraces illic, gens agrestis et ferox,
    pecorum frequentis intererrabat greges.
    hi lacte semet atque pingui caseo
    praedure alentes proferebant spiritum
    vicem ad ferarum (9). post Crabrasiae iugum
    procedit alte ac nuda litorum iacent

    ad usque Onussae Cherronesi terminos (10).
    palus per illa Naccararum extenditur (11).
    hoc nomen isti nam paludi mos dedit
    stagnique medio parva surgit insula
    ferax olivi et hinc Minervae stat sacra (12).
    fuere propter civitates plurimae.
    quippe hic Hylactes Hystra Sarna et nobiles
    Tyrichae stetere. nomen oppido vetus,
    gazae incolarum maxime memorabiles,
    per orbis oras. namque praeter caespitis
    fecunditatem, qua pecus, qua palmitem,
    qua dona flavae Cereris educat solum,
    peregrina Hibero subvehuntur flumin.(13).
    iuxta superbum mons Sacer caput exerit
    Oleumque flumen proxima agrorum secans
    geminos iugorum vertices interfluit (14) .
    mons quippe Sellus nomen hoc monti est vetus,
    ad usque celsa nubium subducitur
    adstabat istum civitas Lebedontia (15)
    priore saeclo, nunc ager vacuus lare
    lustra et ferarum sustinet cubilia.
    post haec harenae plurimo tractu iacent.
    Interpretación:

    (1) Próximas de allí están las Pitiusas (Islas de Pinos), al occidente de las Baleares y frente al cabo de la Nao. Una de ellas fue Eboussos o Ebyssos (Ibiza) y otra Ophioussa (Isla de las Serpientes) lo que explica la escasa ocupación de Formentera durante la Edad de Hierro.
    (2) Más lejana, la silueta de las Baleares o islas Gimnesias, ya que los gimnetes (hombres desnudos) que habitaban el cabo de la Nao, ocuparon estas islas. Eran Kromyoussa y Meloussa (Mallorca y Menorca)
    (3) Los iberos se extendían frente a las islas, en el litoral, a lo largo de la orilla del mar interior, hasta los Pirineos y alrededor del río Ebro y el Sistema Ibérico.
    (4) Ilerda fue la primera ciudad de los iberos.
    (5) Se extienden estériles arenas (en la costa) Aquí se halla la ciudad de Hemeroscopion (Atalaya) que estuvo habitada en tiempos y hoy deshabitada y sus campos bañados por un lánguido estanque. Estrabón cita más arriba de Hemeroscopeion una laguna de 400 estadios de perímetro (una antigua albufera que corresponde a la que formaba la desembocadura del Segura o Tader, poblada de fenicios según Avieno). También cita dos islas, una de ellas la isla Planesia (Illa Plana o Tabarca) y otra Ploumbaria (¿Santa Pola?), unas minas de hierro y un promontorio en el que se ubica un santuario en el que se venerba a Ártemis Efesia, el santuario del Castillo de Guardamar. Las estériles arenas no podrían ser otras que las Dunas de Guardamar, mientras que la atalaya diurna haría alusión a la luminosidad de éstas arenas durante el día. La Fonteta y Cabezo de Estaño podrían verificar sobre el terreno la localización de esta polémica y falsa fundación massaliota.
    (6) Se levanta luego Sicana, Sueca (de nuevo, reemprende la descripción hacia el norte). Llamada así por el río del mismo nombre, Sicano (Júcar) que hace las veces de frontera entre gimnetes e iberos. Exactamente el Castillo de Cullera y la Illa dels Pensaments (Cabo de Cullera), la ciudad más meridional de los iberos, en recuerdo el nombre de las guerras de Sicilia, aunque Diodoro dice que la denominación de la isla tiene su origen en los mercenarios iberos del río Sicano.
    (7) No muy lejos de la desembocadura del Sicano, el Tyrius (Turia) cerca la ciudad de Tyrin. “Itur” o fuente, da nombre al río y equivale a Lliria, la Edeta ibera.
    (8) Después la región en que la tierra se adentra (a partir de la provincia de Castellón aparecen cimas paralelas al mar y valles perpendiculares que se adentran hacia el interior), extiende a lo lejos del mar una superficie cubierta de maleza (sin duda los bosques de maquia de la Sierra Calderona y de Espadán).
    (9) Los Beribraces, salvajes y feroces, malviven allí con sus rebaños procurándose la leche y el queso del ganado. (Olcades y Beribraces fueron dos pueblos del norte en el Bronce Final capaces de adentrarse hasta la orilla del mar Mediterráneo, tierra de iberos, que contrastaba con su vida de fieras). Los olcades llegaron a habitar el Este del Sistema Sub-bético final (Orospeda) y los Beribraces el sur del Sitema Ibérico y el Maestrat (Idubeda), donde penetró con ellos la cultura de las urnas en nuevos asentamientos: Tossal del Castellet (Castellón), El Boverot (Almassora), Vinarragell (Burriana), el depósito de Nules, Punta d’Orleyl (La Val d’Uixó), Castell (Almenara)...hasta Segorbe y el Pic dels Corbs (Sagunto), ocupando la Plana de Castellón. Éstas infiltraciones provenían del Alto Mijares y del Alto Palancia, valles de paso del Sistema Ibérico)
    (10) A lo alto, el cabo Krabrasia. Desde aquí se prolonga desnudo el litoral hasta dónde termina la despoblada Onussae Cherronesi. Otros autores citan en cambio el cabo Tenebrium, a la altura del Cap y Corb. Tanto el cabo Tenebrium como el cabo Crabrasia remiten al incierto origen etimológico de “Al-cossebre”. Los acantilados de la Sierra de Irta responden al virgen y desnudo litoral del Maestrazgo, que no acaba hasta el promontorio de Peñíscola, ésta sin duda alguna la citada Onussae Cherronessi. De Oin-oussa, la terminación -oussa hace alusión a una isla, como las Pitiusas, Eboussos y Ophioussa, Kromyoussa y Meloussa. Cherronessos parece significar por igual ínsula que península.
    (11) Más allá, en estas costas, se extiende la isla o Marisma de Nácar, Palus Naccararum. La costumbre dio el nombre a esta marisma. Delta del Ebro, llamado por Estrabón “el gran lago del Iber”. El fragmento habla de dos zonas humedas: un estanque de lánguidas aguas en las orillas de Hemeroscopium (que corresponde a una albufera) y una gran región palustre, marisma de nácar, pasado Peñíscola (dando ésta la sensación de arrecife, estuario o delta de un río que se adentra al mar, alejándose de la costa, y que lo diferencia de un marjal interior)
    (12) En medio de la laguna sobresale una pequeña isla consagrada a Minerva, ya que es fértil en olivos. El Delta tal y como lo conocemos ahora sería antes un conglomerado, en menor extensión, de arenas sedimentadas, aguas profundas e islas de difícil acceso que conformarían una auténtica marisma. La antigua isla de Minerva (isla fluvial, isla en el río, Dertosa) posee muchas similitudes con el Bordissal (cuyo nombre proviene precisamente de los acebuches u oliveras bordes de estas tierras), único asentamiento reconocido en el área del Delta del Ebro, y dónde se hallaron decenas de thymaterion dedicadas a divinidades agrícolas: Demeter/Ceres o Atenea/Minerva en este caso.
    (13) Aquí, en los alrededores hubo muchas ciudades: Hylactes, Hystra, Sarna y la noble Tyrichae. Su nombre es viejo y famosísimas fueron sus riquezas (Tesoro de Tivissa) en todas las costas del mundo. Sus habitantes crían ganado y la tierra de sus campos es fértil en viñas (antiquísima tradición la del vino de la Terra Alta y Priorat) y los dones de la rubia Ceres (de nuevo las divinidades agrícolas Demeter/Ceres asociadas a los cereales). Así se transportan mercancías de fuera por el río Ebro. Tyrichae, ciudad mítica, comerciaba con otras costas, especialmente frecuentada por tirios, de allí las innumerables ánforas de vino y aceite de Aldovesta, mercado del Ebro, fruto del comercio fluvial que remontaba río arriba los intercambios foráneos. Tortosa ha sido en la historia uno de los grandes puertos exportadores de trigo del Mediterráneo y prueba de ello es su lonja.
    Proviene de Tortosa una ceca de monedas traducida como Iltirkesken, el gentilicio de Iltirka, al igual que Sedeisken lo es de Sedeis. Hylactes rememora la cría de ganado y el aprovechamiento lácteo. Se trataría tal vez de la posterior ceca de Kili o Cili, localizada en Cálig y el Puig de la Nau. Sarna/serna es una voz de origen hispano que indica separación, en este caso el río y que podría coincidir con la Moleta del Remei. Hystra conserva la toponimia en Irta, pero aun con todo su exacta situación es incierta, si bien parece el Baix Maestrat. Irta se conserva en el euskara como Irten (saliente, promontorio).
    (14) A un lado (del río) se levanta el Mons Sacer (monte sacro – Montsagre o Mons Acer, monte de los arces o acirones) y su cima suprema (Caro y la Barcina). El río Oleum (río Ebro, eje del transporte del aceite) surca los campos de alrededor y se desliza entre las cumbres de los dos sierras (Puertos de Tortosa y Sierra de Cardó). Aquí mismo el monte de nombre Sellus (Selus, Montsia, Montsianell), se remonta hasta las nubes del cielo. Sacralizado por los iberos, El Montsiá, Els Ports y su serralada no pasaban desapercibidos por los navegantes que surcaban estas costas y el río.
    (15) En sus faldas se hallaba en otra época la ciudad de Lebedontia (Delta), ahora sin más despoblada y sus campos llenos de madrigueras y abrigos de fieras. Estos cubiles son frecuentes en las estribaciones orientales del Montsiá y el Montsianell, y en las costas de l’Ampolla y l’Ametlla. Pasadas ya estas tierras, se despliegan los arenales durante largo trecho... (Costa Daurada) . En cuanto a las fieras, quizás se tratase del llop marí (foca monje mediterránea), que habitaba hasta hace un siglo estas grutas marinas.(Cova del llop marí en l’Ametlla)

    Este fragmento de la Ora Marítima nombra tres ciudades despobladas del pais de los Iberos. Sea quién fuere quién escribió el periplo, fenicio según Villard o ya sea la fuente de un explorador del Egeo, fue anterior a la fundación de Ampurias, y sacado a la luz años más tarde por Avieno (con sus respectivas adiciones), pero no tan anterior, ya que estas ciudades ya estaban deshabitadas en la época del escrito y fueron si duda antiguas factorías fenicias, abandonadas a partir de la crisis del S. VI. Hemeroscopion o Herna, hasta ahora considerada una primitiva creación focea, utilizada siglos más tarde como base de operaciones de Sertorio, demuestra quienes fueron los fenicios y hasta donde abarcó su expansión. Las ciudades habitadas, por otra parte, pertenecerían a la población nativa, por lo tanto estable.

    DESHABITADAS HABITADAS
    Hemeroscopium
    Sicana
    Tyris
    Onussae Cherronesi
    Hystra
    Hylactes
    Sarna
    Tyrichae
    Lebedontia
    Ilerda

    A Hemeroscopion la citan muchas fuentes como focea, pero no a Lebedontia ni a Onussae. Incluso Oinusa parece volverse a ocupar más tarde por los cartagineses.
    Estrabón cita Kartalias, Cherronesos y Oleastron en las cercanías de Sagounton. Kartalias o Cartalam, sitiada en el 221 a.n.e por Aníbal (según Tito Livio), antes de Althaia y Sagunto, se sitúa al sur, mientras que al norte, tras Sagunto, se encuentran Cherronesos y Oleastron.

    Mientras Aníbal se preocupaba de defender las tierras del Ebro, acampando al norte y prosiguiendo su marcha hacia Roma, dejó descuidado el sur. La flota de los Escipiones desembarca en Enusa (Oinussa) y sitia la ciudad púnica en el año 217 a.n.e , después de derrotar a Hannon (dos años después de la conquista de Sagunto por Aníbal*), llevándose un buen botín, entre ello mujeres, según Polieno. Según Polibio la ciudad fue saqueada y sus habitantes fueron hechos prisioneros y rehenes, entre ellos la esposa de Mandonio, quien pide que respeten la dignidad de las mujeres. Él hecho de que se encuentre aquí no es casual, ya que para entonces Mandonio apoyaba la causa cartaginesa, como otros aliados y es habitual que en estos casos Cartago se ocupara de la protección de sus familias. Asdrúbal, el hermano de Aníbal, logrará detener el avance romano en Arse/Sagunto. De la presencia cartaginesa, menos duradera al norte de lo que fue la fenicia, y establecida en el sur principalmente, quedaron algunos hallazgos de monedas de Amílcar Barca, junto a cerámica de fino barniz rojo en la zona del Maestrat, donde se presumen indicios de la primera dominación púnica, paralela a la fundación de Akra Leuke.

    *A través de los años, el emplazamiento de Sagunto se ha hecho coincidir con Murviedo, sin que dejen de existir dudas al respecto.

    En el caso de Lebedontia, el puerto de los ilergavones, posterior Port Fangós, pudo sobre ésta reorganizarse el campo de batalla de la posterior Hibera, en bocas del Ebro y aliada de los cartagineses, quienes fueron derrotados igualmente por la flota romana y massaliota en la batalla del mismo nombre el año 217 a.n.e al mando de Asdrubal.

    Según Tolomeo, ciudades de la Ilergavonia fueron Adeba, Theava y en la costa, el promontorio y el puerto Tenebrium, alrededor de la Sierra de Irta o en el Delta del Ebro.

    VÍAS DE LA ANTIGÜEDAD:

    En el tramo que va desde Tarragona a Sagunto, las fuentes antiguas localizan siete nucleos, excepto el itinerario de Antonino, con sólo seis:

    Itinerario de Antonio Anónimo de Rávena Guido
    Geographica Localización
    Terracone Tarraconem Terragona Tarragona
    Oleastrum (Ullastre) Saltum Saltum
    Pinon Pinum
    Traia Capita Trea Capita Tria Capita
    Dertosa Dertosa Dertosa Tortosa
    Lubricatum Laubricatum Amposta
    Intibili Tivissa
    Ildum Ildum Idum Ulldecona
    Intibili Intibili Tivissa
    Sebelaci Burriana
    Saguntum Saguntum Saguntum Sagunto

    Tanto el Anónimo de Rávena como el Guidonis, tras Dertosa, hacen pasar la vía por Laubricatum e Ildum (Ulldecona), y antes de seguir hacia el sur por St. Joan del Pas, toman una bifurcación hacia Intibili (Tivissa) que pasaba por La Miliana y La Galera, recorriendo la vía pre-romana que existe paralela al canal de Senia-Xerta, para subir por la vertiente derecha del Ebro hasta L’Assut de Tivenys, dónde el río era vadeable. Este mismo camino pareció seguirse en sentido contrario en la ruta de Aníbal, ya que aquí se asentó tras cruzarlo, y en el Itinerario de Antonino, cuya fuente parece más antigua y aún no sería posible atravesar el río en su desembocadura, teniendo que llegar hasta la altura de Intibili para cruzarlo. Julio César, tras una crecida de los ríos Cinca y Segre que dejan incomunicado su campamento, alude a Tivissa, plaza ribereña de los ilergetes a varias millas más abajo, como único punto vadeable del Iber, referencia obligada y de paso en las batallas de Ilerda contra Pompeyo. En teoría, Ildum se podría buscar más al sur, por considerarse que está a la distancia óptima del Pirineo justificada en los textos romanos, pero entonces no se tiene en cuenta que el trazado no es en línea recta, paralelo al mar, si no que desde Tortosa subía hasta Intibili para volver a bajar. La distancia y el nombre corresponden pues a Ulldecona. Más adelante, sí se debió habilitar esta ruta paralela a la costa, que cruzaría por la Foia para pasar el Senia a través del Pont dels Estretets (Alcanar).

    Acerca de Sebelaci/Sepelaci, o Sepelacon, proviene del fenicio Spali (como Hispals): plana, llana, baja. Esta alquería costera castellonense, atribuible, tanto por su origen como por su colocación a Vinarragell, en Borriana y bordeada por el río Mijares, fue la capital de la Plana Baixa (la muralla del tell de Vinarragell es gemela a la muralla del dromos de la tumba 3 de Salamina (Chipre) en torno al 600 a.n.e). En los vasos de Vicarello aparece Ad Noulas, puesto que la vía continuaría hasta Nules para seguir su camino.

    Lebedontia es un helenismo, botella, por la forma de la desembocadura del Ebro en l’Ampolla. La “lebede” la portaban los fenicios en la cabeza. El actual núcelo de Balada, perteneciente a Amposta, conserva la evolución del nombre. Lubricatum, lugar de paso y morada de navegantes, debió ser el puerto de la ciudad, donde se situaban los prostíbulos, los jardines y los templos de las divinidades dedicadas a largos viajes. Durante el viaje, encomendado a Melkart/Baal y a Astarté, era prohibida la prostitución a los marineros, navegantes y comerciantes como un voto a esta divinidad marina. Al llegar a puerto, existían templos donde se veneraba a la diosa y al amor. En el emporio/karum de la Illeta dels Banyets de la Reina se alzaba uno de tres naves, consagrados sus vestíbulos a “strt”. Era la prostitución sagrada, en la que se unían los dos amantes o hierógamos, como signo de bienvenida: el extranjero y una mujer de la aristocracia local. Aún queda la esencia portuaria en las ruinas del barrio del Grao en Amposta, y en general en toda la franja costera del Montsiá (Monte Selus / Salus).

    Tria Capita, en la orilla izquierda del Ebro y antes de llegar a Dertosa, corresponde a La Palma / Mas de Mussols, donde se halla una aglomeración de ciudades de fase orientalizante, otra ibera y otra romana.

    LA CULTURA MATERIAL, EL FACTOR FENICIO Y EL SUBMUNDO PÚNICO



    Mercados, núcelos y procedencia de los materiales.
    s.VII a.n.e (Fenicio) Vinarragell (Castellón)
    s.VII a.n.e - s.VI a.n.e (Fenicio) Aldovesta (Tarragona), Vinarragell (Castellón) y Alicante
    s.VI a.n.e - s.V a.n.e (Púnico) Alicante y Almería
    s. V a.n.e (Púnico) Ibiza y Almería
    Queda patente en la costas del Ebro un intercambio incluso cultural, mas allá de lo comercial durante los siglos VII y VI a.n.e. A partir del siglo VI a.n.e se comprueba sustancialmente una regresión de estos mercados, muchos de ellos se abandonan, pero se verán redistribuidos con la factorización nuevamente de la isla de Ibiza en el s. V a.n.e.


    1. CERÁMICA A TORNO:

    1.1. FENICIO-PÚNICA:

    1.1.1. Ánfora fenicia

    - Vuillemot R-1: (ánfora piriforme de hombro carenado sin pintura, de Rachgoun, Argelia, sur de la península, Vinarragell, Ibiza y Sulcis, Cerdeña. Se trata de una pasta gris cubierta por uno o ambos lados de una capa sieno-rojiza. Como desgrasante, arenilla roja o negra):

    Aldovesta (Benifallet), Puig de la Misericordia (Vinarós), Puig de la Nau (Benicarló), La Ferradura (Ulldecona), Mas de Mussols / La Palma (Tortosa), Moleta del Remei (Alcanar), Coll del Moro (Gandesa), Piuró del Barranc Fondo (Mazaleón), Tossal Redó (Calaceite), Coll del Moro (Rossell), El Polsegué (Rosell), St. Jaume - Mas d’en Serra (Alcanar), El Castellet (Peñíscola), Barrancs y la Valterra (Peñíscola – Sta.Magdalena de Pulpis), El Palau (Alcalá de Xivert – Vilanova d’Alcolea)

    Esta forma, como vemos, no es nada rara en el interior ya que se hará llegar a las explotaciones minerales o agrícolas en territorio indígena debido a su uso pragmático.

    - Mañá – Pascual A/4:

    Ibiza, Na Guardis (Mallorca), Puig de la Nau (Benicarló), Abric de les Cinc (Almenara), Sulcis (Cerdeña), Cartago y Sicilia.

    - Cintas – 268 (de Sa Caleta y Puig de Molins, Ibiza):

    Aldovesta (Benifallet), Torre la Sal (Cabanes - Torreblanca), Alt de Benimaquia. También en Argelia.

    - Ánfora globular (s. VII a.n.e): Vinarragell y La Pobla Tornesa.

    - Más ánforas fenicias:

    Castell (Ulldecona), Les Senioles (La Senia), Castell (Amposta), Mas de Flandi (Calaceite), San Cristóbal (Mazaleón), La Gessera (Caseres), Turó d’en Serra (Tivenys), Les Valletes (Aldover), Plana de la Mora (Tivenys), Castellot de Roca Roja (Benifallet), Turó de Xalamera (Benifallet), Martorell (Benifallet), Turó del Calvari (Villalba i els Arcs), Mas del Senyor (Sta. Magdalena de Pulpis), Castellets (La Jana), L’Oriola (Amposta), Mas de Mianes (Sta. Bárbara), Pouaig (Peñíscola), Castell (Cervera).



    1.1.2. Ánfora púnica

    - Punico-ebusitana PE12 : Peñíscola, El Tirao (Burriana), El Calamó (Burriana), El Solaig (Betxí), La Morranda (Ballestar), Puig de la Nau (Benicarló), La Tossa (Benicarló), La Misericordia (Vinarós), Torre la Sal (500 a.n.e.)
    - Púnico-ebusitana PE10: Aldovesta
    - Púnico-ebusitana PE13-14: Puig de la Nau (450-400 a.n.e.)
    - Púnico-ebusitana 16-17: La Parreta




    1.1.3 Alfarería

    - Cerámica de engobe (engalba) o barniz rojo:

    La Moleta del Remei (Alcanar), imitación de vaso de la Bastida de les Alcuses (Mogente) S.VII a.n.e, Coll del Moro (Gandesa), San Cristobal (Mazaleón).

    - Cerámica policroma: Pithos de 2 o 4 asas, contenedor, vaso-urna, oinochoe, tinaja y jarra globular u ovoide (generalmente de pasta clara y decoración con bandas anchas y rojas limitadas por líneas o filetes negros, s. VII y s.VI a.n.e):

    Aldovesta (Benifallet), La Ferradura (Ulldecona), St. Jaume Mas d’en Serra y La Moleta del Remei (Alcanar), Mas de Mussols (Tortosa), Turó de Xalamera (Benifallet), La Misericordia (Vinarós), Vinarregell (Borriana), La Solivella (Alcalá de Xivert), El Polsegué (Rossell).

    - Pátera a torno y plato trípode (s.VII a.n.e) :

    Moleta del Remei (Alcanar), Mas d’en Serra (Alcanar), Puig de la Misericordia (Vinarós), Puig de la Nau (Benicarló), Vinarragell (Borriana).


    - Vasija y olla bicónica a bandas y orejetas perforadas (s. VI y V a.n.e):
    Los Saladares y el Molar (Alicante), La Oriola (Amposta), Mianes (Sta.Bárbara), Massalió, Els Peters (Tírig-Salsadella)

    - Vasija y olla de boca ancha y borde en forma de cuello de ánade o cisne: Procede de Almería y llegará a ser la mayor influencia cerámica en el interior ibérico a principios del s.V a.n.e, aunque un poco antes en Mas de Vito (Rossell).


    1.2. IBERA:

    Imitación a torno de época fenicia: Vasija bicroma o policroma (ya sea de cuello indicado o de cuerpo panzudo: aquí entraría el llamado pithos o urna Cruz del Negro):

    Los Saladares (Orihuela), El Molar (Rojales), Alt de Benimaquia (Denia), Vinarragell (Burriana), La Solivella (Alcalá), Puig de la Nau (Benicarló), Puig de la Misericordia (Vinarós), Mas de Vito (Rossell), St.Jaume/Mas d’en Serra (Alcanar), La Palma (Tortosa), Coll del Moro (Gandesa), Tossal Redó (Calaceit), San Cristóbal (Massalió)


    Ánfora de imitación de época fenicio-púnica (ánfora policroma en forma de saco, procedente de Almería): Massalió (es una forma extraña para el valle del Matarranya)

    Ánfora ibérica

    Tinaja, Dolia (grandes recipientes o contenedores)

    Vajilla de cocina (gruesa, representa una mayor funcionalidad en el hogar)

    Cerámica ibera según el tipo de cocción y decoración*:

    Cerámica oxidada
    Cerámica oxidada pintada monocroma
    Cerámica oxidada pintada policroma (del rojo al negro)
    Cerámica reducida (gris)
    Cerámica reducida pintada

    Entre las formas destacamos el “Kalathos” o sombrero de copa, de pervivencia púnica y presente durante los s. IV y III a.n.e (Calaceite).

    2. MATERIAL CERÁMICO NO RECIPIENTE:

    Fusayola: Piuró del Barranc Fondo (Massalió), Coll del Moro (Gandesa)
    Terracota: Mas de Magdalenes, S.Antonio
    Thymateria: Tossal Redó
    Thymateria / Pebetero busto femenino: El Bordissal (Camarles)



    3. MATERIAL LÍTICO:

    Pondera: Pondus en conjuntos como en Massalió, Mas de Vito (Rossell), Mas d´en Serra y la Ferradura. Relacionados a partir del s. VII a.n.e con la actividad de la hilatura y tintura del lino.
    Estela


    4. OTROS*:

    Armamento u otro utillaje/herramienta de hierro: La Solivella, Mianes (St. Bárbara), Mas de Vito (Rossell)
    Fíbula de doble resorte (u otros tipos orientalizantes): Mas de Mussols (Tortosa), Tossal Redó (Calaceite), Morella la Vella, San Cristóbal (Mazaleón), Nules (fíbula siciliota).
    Escarabeo y escaraboide : Ibiza, Puig de la Misericordia (Vinarós), Tossal del Moro (Pinyeres-Batea), Mas de Mussols (Tortosa), La Solivella (Alcalá de Xivert).
    Amuleto, colgante, cuenta de collar de vidrio, pasta vítrea: Ibiza, Torre de les Comes (Palanques), La Covalta (Albaida), Bastida de les Alcuses (Mogente), Tossal del Moro de Batea



    * Los alfareros iberos utilizaban arcilla roja más desgrasantes para sus producciones (mica, cuarzo...)
    * Señalar que la mayor parte de los objetos de lujo conservados pertenecen a los ajuares de las necrópolis.
    * La erosión del suelo producida en las zonas altas y en las cimas, lugar de asentamiento durante la Edad de Hierro, descubre en superficie estratos antiguos que deberían encontrarse en capas más profundas.









    RELACIONES ENTRE IBERIA E IBIZA

    Las ánforas fenicias VR-1 se encuentran en todo el litoral de las Pitiusas, en el Puig de la Vila, en el Puig de Molins, en Sa Caleta, Punta de J. Tur Esquerrer... A finales del siglo VIII a.n.e, los fenicios de la cuenca Segura se asientan en la isla, instalándose en Sa Caleta, para expandirse a principios del siglo VII a.n.e por Levante y las costas del Ebro y fundar Ebussus. A partir del año 654 a.n.e, Cartago se ocupará del control de la isla y las rutas comerciales, influyendo también sobre las Baleares, Mallorca y Menorca.

    El trabajo de metales importados del Ebro está presente en Sa Caleta, especialmente el hierro, el plomo, la plata y los anteriores cobre y bronce. También mantuvo contactos con la Serra de les Santes o Desert de les Palmes, donde se extraía plomo y galena argentífera cerca de los poblados de L’Assut (Borriol) y Mas del Pi (Benicassim). La máxima altura, el Puig Bartolo, estuvo consagrado a un dios, posiblemente un Baal metalúrgico. El intercambio se verifica en las ánforas y ollas fenicias de los yacimientos de Les Platgetes y Orpesa la Vella.

    Bajo las dunas de Guardamar, intacta hasta ahora, se escondía una ciudad comercial mediterránea de más de ocho hectáreas y fechada por los arqueólogos en el siglo VIII a.n.e, anterior a la expansión fenicia en Ibiza. Su excelente conservación y sus murallas que afloran sus más de seis metros de altura, dan la esperanza de poder encontrar algún día la Lebedontia perdida en bocas del Ebro, quizás entre los términos de Alcanar, la Rápita y Amposta. De nuevo en el sur, se descubre la factoría de La Fonteta, cercana a las ruinas de la Rábita y en término de Guardamar del Segura, cuyo nombre ha sabido guardar su secreto, frente al mar. Los zócalos, vial de piedra y las paredes de tapial, tal como la fase orientalizante de Vinarragell (que sustituye el simple adobe por estructuras pétreas no perecederas y fosas de cimentación), pero aquí, ligeramente anaranjadas. Suelos de adobes anaranjados también, techumbres de cañas y algas. Cerámicas arcaizantes de engobes y barniz rojos, pastas grises, ánforas, trípodes, oinochoes y huevos de avestruz pintados. Se intuye una anterior tradición en el cobre y del bronce. El fortificado Cabezo del Estaño defiende a lo alto el fluir del Segura hacia el mar.

    Arriba, en el santuario del Castillo de Guardamar, se disponía una serie de pebeteros, que atribuibles tanto a Tanit como a la Ártemis o Diana de los autores greco-latinos, dicen mucho acerca de la ubicación de Hemeroscopion. También lo dice la existencia de dependencias en La Fonteta, destinadas a la metalurgia del hierro en mayor medida, y de la plata, la galena y el plomo en menores cantidades, tal como Estrabón cita sobre la presencia de cercanas minas de hierro.
    Por otra parte cabe añadir que las inscripciones encontradas tanto en Guardamar como en Penya Negra aluden a Reshef-Melkart, divinidades en las que creían e incluso hay hallazgos de dos figuras chipriotas, una de Astarté y la otra de estos u otro dios de los metales en El Oral. El foco metalúrgico de la Sierra de Crevillente, posiblemente de plomo o las minas de hierro de Estrabón, preludia el contacto indígena con el mundo fenicio desde el siglo IX a.n.e. La Fonteta, puerto comercial, donde se llevarían a cabo las grandes transacciones e intercambios, fue también un lugar de culto. La presencia de betilos o simples piedras hincadas en el Cabezo Lucero, la Fonteta y la Illeta dels Banyets, y la existencia de templos en este último, a parte de los de Elche, El Oral, La Escuera, Tossal de la Cala y Tossal de Manises insisten en la evidencia de su religiosidad exógena. Esté último, Alonis o Alonai se alzaba primordialmente entre toda la Costa Blanca y la Nao, en lo que fuera Akra Leuke / Lucentum, la actual Alicante, próximo a la desemocadura del río Alebus (blanco) o Vinalopó.




    LA CERÁMICA IBÉRICA, LA ESCULTURA PRIMITIVISTA Y LOS MONUMENTOS FUNERARIOS

    Entre el resto de los oficios ancestrales y artesanales de los ilergavones, el mayor peso lo ejercían el hierro, con su metalurgia y armamento, y la tierra con su alfarería y cerámica. Herreros y terreros creaban al unísono un arte difícil de corromper en el tiempo. El temprano uso del torno alfarero se da entre las urnas de incineración de las necrópolis del bajo Ebro (La Carrova, L’Oriola, Mianes, Mas de Mussol, El Bovalar, Mas de Caperó y Puig de la Nau). Los nuevos devotos de ésta práctica funeraria consideran primordial que el fallecido herede ese objeto de lujo desde la ultratumba (La Solivella – Alcalá de Xivert). Con el tiempo y la aculturación, la riqueza material de las necrópolis irá degenerando hasta suprimir incluso el contenedor de las cenizas.

    Las incineración alcanza en las necrópolis de Els Peteres (Salzadadella) y El Gaido (Pobla Tornesa-Cabanes) el límite de la relación entre la importación y el significado exótico de la vida y la muerte, como viaje al más allá, adoptando formas y ritos de las necrópolis de cremación del sur: Les Moreres (Crevillente) Al igual que la cerámica, los huevos de avestruz pintados son un símbolo suntuario de vida de uso púnico y norte-africana, pero desaparecen más allá la Albufereta y El Oral.

    El origen de la cerámica en Iberia esta relacionado con modelos orientalizantes, chipriotas y fenicios, foco pictórico de aculturación desde el arte levantino neolítico hasta la Edad de Hierro en Vinarragell. Una comunidad mixta se forjó entre la población indígena, muy orientalizada, y el barrio de artesanos fenicios en la factoría alfarera de Penya Negra (Crevillente).En Iberia, la dama del espejo y los recolectores de granadas de Lliria son hitos importantes para conocer la frecuente decoración cerámica en todo Levante (Lliria-Oliva). Sus imágenes revelan todo un mundo de creencias y realidades subjetivas. El artesano representa símbolos en sus productos de alfarería, aunque a primera vista puedan resultar representaciones de escenas naturalistas. Es más conocida la religiosidad en el sur. El signo de Tanit, el árbol de la vida, las flores y los frisos vegetales están representados sobre la cerámica orientalizante de Lliria y Alcoy. Las danzas ibéricas de las gentes de Lliria se asocian a Chipre, Fenicia e Ibiza. A parte de las danzas fúnebres, las danzas sagradas edetanas, culto a la fecundidad y la naturaleza, revelan hombres y mujeres unidos unos con otros de la mano, lo cual se refleja también entre los sedetanos y parece ser un baile en redondo de origen sardo, del que derivaría la sardana.

    Las artes menores y la orfebrería orientalizante son muy ricas: pendientes de metales preciosos, perlas, cuentas de collar de ágata o cornalina, de pasta vítrea turquesa, blanca, amarilla o cristal azul. Sin embargo la escultura ibérica (relizada su mayor parte en arenisca) parece más tosca, vaga, primitiva y simbólica, finalmente iconoclasta. No hay “culto al cuerpo” en los desnudos, no hay naturalismo, y en los casos figurados el desnudo es abandonado, reflejando una postura meramente ritual y no tan estética o superficial como en las artes helénicas. En Iberia no se evidencia con tanta claridad la presencia de símbolos anicónicos, pero la religión y la escasa figuración forman parte de todo su conjunto. Un ejemplo claro son las figuras de équidos en el bajo Aragón, desde las terracotas zoomorfas encontradas en distintos puntos hasta las dos esculturas de caballos en piedra del Cabezo Palao. Esto en cuanto a escultura exenta, ya que el relieve funerario de las estelas y monumentos destaca por su originalidad y mayor desarrollo entre las artes ibéricas.

    Entre los iberos del Maestrat, una serie de estelas funestas epigráficas, de estilo Sinarcas, de roca calcárea, anicónicas y la mayoría de inscripciones tan sólo con el antropónimo del difunto (siguiendo un modelo oriental), asciende desde el Pla de l’Arc hasta las montañas.


    Pla de l’Arc: Coves de Vinromá, Benlloch del Pla, Cabanes.
    Alt Maestrat: Ermita del Cid (Iglesuela): “Ikonmkei-mi iltubeles eban” Yo Ikonmkei Iltubeles eban (piedra o estela), La Vilavella (Vilafranca), Benassal, S.Antoni La Vespa, Morella, Moleta dels Frares (Forcall), Albocàsser.
    Baix Maestrat: Sant Mateu, Els Vinyets (Canet lo Roig): “Sosintaker” y “Tarbanikor-mi” (Yo Tarbanikor).

    Letreros pintados en rojo, al igual que en las cerámicas, se encuentran en los abrigos del Barranc de la Bonanssa (San Mateu) y el Mas del Cingle (Ares del Maestre), sacralizando con sus textos, estos lugares que antaño ya fueran habitados. Pertenece a esta modalidad un grafito, sobre estuco esta vez, ubicado en San Antonio de Calaceite.



    ARQUITECTURA

    La Casa Peñiscolana

    Heredera directa del urbanismo de la ciudad de Cartago es la vivienda urbana de Peñíscola. Su volumetría cúbico-mediterránea, de una sola crujía y revocada de cal en un blanco absoluto, todavía permanece en algunos rincones del peñasco entre la avenida Pigmalión y la avenida Akra Leuke. Sencilla, humilde y sin ornamentos, una simple casa de pescadores, luce su estrecha y luminosa fachada levantina de tres alturas o incluso más. La casa de pisos es originaria de algunas metrópolis de la franja costera del Líbano, donde la aglomeración urbana se solucionó con un mayor desarrollo en altura y profundidad de planta.
    En la planta calle, el acceso compartía una pequeña despensa o almacén para las artes de pesca y las vasijas junto a una cisterna o pozo. El agua en las casas fue una novedad importante y hasta ahora imprescindible. En el centro, las estancias se basaban alrededor de un patio o escalera central y arriba, en la cubierta, todas las casas disponían de azotea y algunas de cobertizo, ideal para adornar con macetas la parte menos sobria de la vivienda. Sistema de recogida de aguas se observa también en la Illeta del Banys (El Campello).

    Pocos rincones de Peñíscola conservan esta lejana imagen, pero sin duda son el testigo más longevo de la presencia púnica en estas costas.



    La Caseta de campo

    Aún hoy día quedan muestras respecto a lo que fue la herencia de la genuina arquitectura ibera, conservada en un sentido rural y con alta presencia en el Pla de la Galera y la Foia d’Ulldecona. Su color blanco, su estética sencilla y su funcionalidad en torno a la recolección y a la poda del olivo, la diferencian por su distribución de los mases de todo el Montsiá. La pequeña habitación dispone de un corral adosado para guardar animales, excedentes o herramientas de trabajo, la estancia central con la “pallissa” arriba, a la que se accedía por unas escaleras y una cocina y hogar donde se almacenaban los alimentos. El tejado orientado a una sola vertiente, formado por vigas de madera inclinadas, recuerda a las viviendas ibéricas. Esta inclinación ayudaba a recoger el agua de lluvia en una cisterna. Actualmente en las fachadas es común observar el aprovechamiento de las bajantes de agua, que van a parar a un recipiente que en sus días pudo ser una gran ánfora o tinaja.

    También asociables son el mas del Maestrat con algunas construcciones del Puig de la Nau (con la vertiente del tejado apuntando hacia un corral interior y cercado), la arquitectura ancestral de piedra en seco del interior, la blanca casa levantina de volúmenes cúbicos de la Plana de Vinarós y Benicarló con muchos ejemplos del Mediterráno oriental y la barraca, casa-templo ibérica paralela a las del Campello.

    LA ARQUITECTURA DEL TAPIAL

    En la depresión de La Ginebrosa, Aguaviva y Mas de las Matas, así como en Monroyo, existen canteras de “tierra de tapial”, donde se extraía la tierra arenisca para este tipo de construcciones.




    TIPOLOGÍA DE LOS POBLADOS

    Asentamiento en ladera: El poblado cae en forma piramidal por una o dos vertientes del tozal o puig donde se asienta. En la cima se situa el primer núcleo de habitación, y más adelante se situará el castillo. El foco de asentamientos en ladera se origina durante el ibérico pleno en el Puig de la Nau (Benicarló), que es el máximo representante de esta tipo de ocupación, y ejerce su influencia desde la Plana de Vinarós hasta la comarca del Ports y el Matarranya a través de la rambla de Cervera, el río Bergantes, el rio Servol y el valle del Ebro. Claros ejemplos de esta herencia los observamos en modelos posteriores de arquitectura serrana, como Peñíscola, Cervera, Morella, La Todolella, Vallibona, El Boixar, Castell de Cabres, Herbes, Pena-roja, Monroyo, Beceite, Paüls, Valderobres, La Fresneda y Calaceite.

    Asentamiento en la cima : El poblado en altura se alza irreductible sobre un cerro o un espolón rocoso, que le proporciona una excelente defensa natural. Sobre un cerro tuvo origen la Moleta del Remei (Alcanar) y sobre un espolón la Ferradura (Ulldecona) en los inicios del ibérico antiguo. Este modelo, que encontramos inicialmente alrededor del Montsiá, influiría hasta la Terra Alta y la Tinença de Benifassá a través del río Senia y del valle del Ebro, así como al Maestrazgo por la rambla de Cervera: Bellestar, Bel, Herbeset, Arnes, Horta d’Ebre, Ares del Maestre, Castellfort, Cantavieja, Cañada de Benatanduz, Villarluengo, Gúdar.

    INTERCAMBIOS CULTURALES

    La génesis autóctona o alóctona de la población peninsular durante el neolítico está condicionada en parte por la migración de tipos mediterráneos occidentales, isleños y norte-africanos, habitantes de los oasis en este último caso, como son los capsienses saharianos y más tarde camíticos y bereberes del África blanca. En cuanto a su formación, ésta tiene un carácter original a la vez que difusor oriental: el extranjero busca ya desde el Eneolítico la plata o argente de Tartessos, el plomo y la galena del Sudeste y el hierro del Levante, así como excedentes agrícolas y otros recursos. Después el nativo buscará no sólo el intercambio económico y la subsistencia, sino también la forma de aculturación, que el mercader fenicio no les va a imponer, y el desarrollo que tampoco les va a negar. Testigos de este intercambio y de las intensas relaciones comerciales son los dos hombres con el brazo levantado, a modo de trato o juramento, entre la granada o ánfora en las cerámicas sedetanas, que se venía interpretando como un saludo.



























    La escritura surge durante el periodo orientalizante, para seguir nutriéndose en el
    ibérico pleno, con el contacto de los cartagineses. El Signario ibérico del Noreste (el auténtico), por el sur llega hasta los Edetanos y por el Norte hasta más allá del Languedoc, el río Ródano. Se ha hallado el mismo signario ibérico en Ullastret que en escritos sobre cerámica del oppidum narbonense de Pech Mahó. Las inscripciones cerámicas suelen aparecer como marcas de alfarero y en alfabeto fenicio las primeras de Camara y El Monastil (Elda), La Fonteta (Guardamar), Penya Negra (Crevillente), La Illeta dels Banyets (Campello), Tossal de Manisses (Alicante) y San Antonio (Calaceite). Grafitos ibéricos en rojo sobre cerámica se encuentran en L’Assut (Borriol), La Balaguera (La Pobla Tornesa), Albocàsser, Morella, Foz-Calanda, Poneriol (Cálig) y Peñíscola. Desde el plomo de Castellón hasta el plomo del Solaig de Betxí se ha ido esclareciendo toda una época de misterio y desconocimiento hacia la lengua de los antiguos ibero-levantinos. De ahí al vaso caliciforme y al plato, la ultima de las importaciones mediterráneas para su uso oculto y recóndito en libaciones y cuevas-santuario iberas edetanas, la arqueología se centra al fin en la primitiva cultura de la alimentación. La agricultura forma la base estructural de la dieta mediterránea, y con ella un concepto nuevo de cultura, ya que hasta este momento, descendientes de los anteriores recolectores, la mayor parte de las etnias seguían siendo sociedades frugívoras, cerealísticas o basadas en el cultivo de leguminosas. El cartaginés Magón y su tratado de agricultura serían, en parte, responsables directos de la revolución agrícola protohistórica, que producirá excedentes y estos llevarán a incluir a los iberos en los circuitos comerciales.

    El río Ebro y sus tierras (Terra Alta, Baix Ebre, Bajo Aragón, Montsiá) llevarían el monopolio del aceite de oliva al este de la península, a modo de una primera y auténtica denominación de origen, que posteriormente llamarían los romanos Oleum Flumen. La Ora Marítima menciona una isla fértil en olivos en las tierras del Ebro y dedicada a Minerva-Atenea-Tanit (el olivo también era consagrado a Afrodita-Astarté) . Próxima a él se extendería, ya que éstas tierras son las mayores herederas de su cultivo en todo el Levante. El olivo fue símbolo de prosperidad, culto a la divinidad y tesoro de la exportación hacia otras tierras.

    Entre las ciencias auxiliares de la arqueobotánica figuran la palinología (granos de polen fosilizados), la antracología (maderas carbonizas) y la carpología (semillas y frutos conservados), que en el caso del Ebro, remontan a una vegetación mediterránea, un paisaje de montes muy similares, sin tener en cuenta las desmesuradas devastaciones antrópicas y cambios hidro-geológicos del llano.

    Los iberos utilizaban al máximo los recursos de la naturaleza. Entre las plantas asilvestradas, el lino (Linum ussitatissimum), de aparición sinantrópica (introducida por la actividad humana, como el mijo) sustituyó al lino blanco silvestre (Linum suffruticossum) para aprovechamiento textil. Este nuevo lino, procedente de Canaan y Egipto, vino acompañado de los frutos de la vid, las uvas (Vitis vinifera), las granadas (Punica granatum), los higos (Ficus carca), los membrillos (Cydonea oblonga), los dátiles (Phoenix dactylifera), las aceitunas del olivo (Olea europaea), los piñones (Pinus pinea), los guisantes (Pisum sativum), los garbanzos (Cicer arietinum), el cardo, la alcacocha. Su difusión, se debe a los años en que los fenicios llegaban desde el Mediterráneo con sus mercados de flores, expertos ellos en la introducción de especies exóticas, y en su traslado y cultivo en macetas. Ya desde el Bronce valenciano se distinguen restos de algarrobo (Ceratonia siliqua) en la Ereta del Castellar (Villafranca).
    Entre los frutos originales y no exógenos predominan en los yacimientos la borraja (Borago officinalis), el cardillo (Scolymus hispanicus), la lenteja (Lens culinaris o Lens esculenta) la bellota de encina (Quercus ilex) , de carrasca (Quercus rotundifolia) o de quejigo (Quercus faginea), así como de coscoja (Quercus coccifera). También se conservan frutos de sabina (Juniperus phoenicia), enebro (Juniperus oxycedrus), madroño (Arbutus unedo), almez (Celtis australis) y rosáceas como el espino albar (Crataegus monogyna), el serbal (Sorbus domestica) o la mora de zarza (Rubus ulmifolius) Los cereales adelantaron el uso de silos en Tortosa y Amposta u hórreos elevados en la Moleta del Remei y Valletes de Aldover, para almacenar excedentes, especialmente trigo. El vino y mosto de parra, la miel, el aceite de acebuche y la cerveza de cebada completaban la dieta ibérica.
    Bosques sagrados los encontramos precisamente en el Montsiá, Montsant y Montsagre (Monts sacer). En el Montsiá, el Bosc del Burgar y el Bosc de Miralles: de sus bosques vendrá el nombre. La encina y carrasca, relacionada con el fuego, forma una parte fundamental de esta relación, atribuible a un dios de la vegetación o una diosa protectora de la fertilidad. Relacionado con los cereales, el ritual en que mujeres vírgenes vestidas de blanco portaban un cesto o kalathos en lo alto de la cabeza con “panistre” o pan bendecido, espigas, semillas, flores, hojas y frutos, ofrenda a la Ceres-Demeter mediterránea, pervive en la ceremonia actual de las panbenditeras en el Aragón oriental (Mas de las Matas, Abenfigo, Beceite, Mazaleón...). El culto hacia Adonis está bien representado en la cerámica edetana, estilo Lliria. La decoración vegetal y floral añade al lenguaje ornamental, el significado suntuario y funerario a la vez que presentan estos motivos fitomorfos. Las hojas acorazonadas, las flores, las espinas y de ellas dos zarcillos trepadores que brotan son de zarzaparrilla (Smilax aspera), la hiedra o madreselva de los iberos, especie abundante en los bosques de encinas ligeramente húmedos y a lo largo y ancho de la maquia mediterréna.
    Similar es la tuca (Bryonia cretica subsp. dioica), presente hasta la saciedad en los bosques y ríos próximos al mar en la isla de Creta y extendida por toda la ribera del Mediterráneo. Todas ellas están consideradas como un renacer, de carácter dionisiaco, de la vida sobre la muerte vegetal y por ello hecha arte en recuerdo de Adonis, en Vinarragell, Cervera, Calaceite. (Durante el equinoccio de otoño se practicaban ofrendas vegetales y no sacrificios animales, a Adonis/Pigmalion/Eschmun). En estas dos últimas el fruto y la rama del granado de sus cerámicas permanecen simbolizando un carácter fúnebre, del que Perséfone/Core interpreta el paso al mundo de ultratumba.
    El mirto y en menor medida la adelfa se presentan en el Perengil / La Parreta (propios de ramblas mediterráneas y autóctonos en el Baix Maestrat), también asociados a la dualidad vida / muerte de los jardines y la naturaleza.

    L.Siret proponía el significado de Los Millares y la Sierra de Gádor. Un millar es un lugar donde guardar el rebaño o mil cabezas de ganado, y a la vez, Gador, Gadur o Gadir es una palabra fenicia que designa también un lugar para guardar rebaño. Del mismo modo, aquí en el norte, la Sierra de Gúdar comparte este nombre junto al río Mijares. Esta curiosa asociación nos remite a los beribraces que se alimentaban de leche y queso de sus rebaños. Idubeda en ibero vino a ser “camino, vía pecuaria”. Estos pastores han perdurado hasta hoy en el Maestrazgo. La capra hispánica aún corretea salvaje por estos montes. Hasta hace pocos siglos los pueblos del Maestrazgo fueron paso obligado de la “ruta de la lana” que exportaban de las ovejas a Italia como ya lo hicieran en época romana. El popular queso de Tronchón podría ser el queso de los beribraces del que habla la Ora Marítima. De ésta época se han encontrado queseras para leche de ovicápridos. Carneros o cabras de metal colgaban de los cuellos de las tribus de Els Ports: Mianes (Sta.Bárbara). La ruta de la lana es uno de los recuerdos de la transhumancia cuyo testimonio más remoto nos lleva a la Ora Maritima de Avieno.
    Del cuero aprovechaban sus cualidades junto a las prendas. Llevaban cinturones a base de hebillas o placas metálicas y broches sujetos por aros a correas que lógicamente no se han conservado. Son extremadamente cortos, por lo que se ajustaban a la parte más estrecha de la cintura. Las abarcas era el calzado típico, de cuero en las suelas y sujeto por correas o cuerdas. La fibra del esparto y el palmito servían también para la artesanía de la casa o del campo.


    DE PESCADORES A ACUICULTORES

    La pesca y el mar

    En el Puig de la Nau quedan muestras de tres anzuelos de plomo. Su toponimia aún lleva reminiscencias del modo en que vivían sus antiguos ocupantes, que navegaban de cabotaje a lo largo de toda la costa y en vías fluviales. Los cartagineses hundían las embarcaciones extranjeras, pecios romanos que faenaban en su territorio.
    También quedan espinas y escamas en algunos poblados cercanos a la costa.

    La acuicultura (malacología)

    La recolección de moluscos con fines alimenticios o productivos (tintura) como en el caso de los múrices (caracoles de mar o caracoles de la Púrpura) en Peñíscola y Mas d’en Serra (Alcanar): Murex brandaris (cañadilla) y especialmente en este último Murex trunculus (busano), constituía un mundo simbólico entre las gentes del mar. Ocurre en el Cardium, berberecho, desde el neolítico, por sus 21 aristas en Vinarragell o el Puig de la Nau, en el dátil de mar, en las veneras de algunos cuadrantes y sextantes edetenos: Lakine y Kili en las Cipreas de Vinarragell y Torre de Onda (Burriana) y Nules, o en los moluscos y conchas, como amuletos de la Bastida de les Alcuses. Podrían participar como objetos de un culto primitivo a Astarté, venerada en estos mares.

    Entre las factorías marítimas, las almadrabas de atún, presentes en Túnez, Calpe, Jávea e Ibiza, las conservas en aceite, los salazones y el comercio de la sal marina, corrían a cargo de los fenicios de Gadir, quienes incorporaron la salsa de pescado garum/garon de atún, caballa, morena y esturión. De este pez con color y forma de ciprés (Alcipreser sturio) extraían el caviar en la antigüedad, cuando aún abundaba en el Ebro

















    EL DELTA DEL EBRO –MARISMA DE NÁCAR (PALUS NACCARARUM)



    Avieno dice acerca de la Marisma de Nácar: “la costumbre dio nombre a esta marisma”. Las gentes del Delta ya se dedicaba pues a recoger nácar y todo tipo de conchas, lo que no excluye tampoco que pudiera situarse aquí un conchero o lugar de explotación de la malacofauna de la zona. Más abajo, Peñíscola parece remontarse a una vieja factoría de murex.
    El Ebro, a parte de ser eje vertebrador para la actividad mercantil desde épocas proto-históricas, sirvió de sustento a los pueblos ribereños y marineros, volcados en la vida portuaria y en el intercambio de mercancías.
























    LOS PUEBLOS ILERGAVONES (Terres de l’Ebre, Montsiá, Maestrat, Matarranya, Els Ports, Terra Alta)



    ALCANAR


    Kalathos de la Moleta


    La Moleta del Remei o de L’Antic

    La Moleta del Remei fue sede de la aristocracia y elite ilaraugate. Los nombres de Ilerca e Ilercavonia recuerdan a Alcanar y Ulldecona, y su emplazamiento entre estas dos poblaciones señala el centro indiscutible de los ilercavones/ilergavones de la costa. La acrópolis se levanta sobre la llanura de oliveras y algarrobos. Su urbanismo se asemeja al de otros oppida levantinos. Centro cultural y cultual para los iberos, morada proto-palacial de próceres, ha dejado varios testamentos de su religiosidad: entre ellos, edificios o templos, enterramientos infantiles bajo las casas. No se han encontrado braserillos de uso litúrgico como en Tivissa, pero sí indicios de metalurgia. En cuanto a la realidad social, los moradores de La Moleta se dedicaban principalmente a la exportación de cereal.


    Sant Jaume – Alt del Más d´en Serrá

    Domina el mar, el barranco de Les Cases y el litoral hasta Peñíscola. Un olivo señala en lo alto el asentamiento paleo-ibérico. Pesas de telar. Hilatura. Tintura del lino (púrpura). Múrex. El periplo de origen pre-romano de la Ora Marítima preludia la llegada de las embarcaciones fenicias al Mons Selus en la desembocadura del Ebro, actual Montsiá. Este macizo calcáreo, exuberante y pseudo-selvático, era un lugar sagrado tanto para las gentes ibéricas como para los navegantes.

    Serreta de Tana – La Punta

    Estribación costera en el extremo meridional de la Serreta de Tana (Montsiá), y paso de acceso al Alt del Mas d’en Serra. Aquí, como en el monte Aitana, en Alicante, se veneró a la diosa Tanit. Permanecen casas de pescadores junto a las extintas tiendas de mercaderes en la orilla.

    Santo Cristo
    La Torreta (Montsiá – torre o faro de señalización)
    La Ferrería - La Martinenca
    Sol de Riu (Fondeadero y puerto del río Senia)

    Subsisten aún los típicos huertos cara al mar, los “prats” o jardines marinos que ahora se extienden a lo largo del Marjal y l’Estanyet, y la idea de una orientación agrícola venida de ultramar, como ocurre en el Prat de Cabanes/Torreblanca.

    ALCAÑIZ

    El Palao

    Estela de un jinete con lanza y caetra (escudo redondo), cánido, buitres, cadáver, mano cortada. Los guerreros no aristócratas muertos en el campo de batalla eran devorados por los buitres.

    Dos esculturas de caballos y una cabeza humana de piedra.

    ALDOVER

    Les Valletes (ánforas fenicias, pithoi, almacenaje de trigo en hórreos elevados)
    Terriseríes d´Aldover (Artesanos. Tradición milenaria)

    AMPOSTA

    Amni-Impostia (Puesta sobre el río). Mercado, emporio o karum en la desembocadura del Ebro.

    Museu del Montsiá

    La Carrova

    Necrópolis. Incineración ibérica.

    Kalathos de la Carrova

    Mas Roig
    Mas d’Irla
    Castell d´Amposta
    Íbero. Silos

    Barrio de El Grau (Silos. Molinos)
    Pla d’Empuries
    Montsianell (Hornos de cal en los alrededores)
    Lo Tapá
    L’Ametler – Ametlers (Edad de Hierro)
    El Cabiscol (Necrópolis de la Edad de Hierro)
    L’Antic – Les Faixes Tancades de l’Antic (ibérico antiguo)
    Necrópolis de L´Oriola

    Necrópolis del ibérico antiguo, algo más abajo del núcleo de Amposta y por proximidad relacionado con él.

    ARENYS DE LLEDÓ

    Vinya d’en Valle


    ARNES

    La Picossa

    BATEA

    Tossal del Moro (Pinyeres)

    Despoblado a orillas del río Algars, defendido por estructura de planta curvilinea. La penetración de las antiguas decoraciones orientalizantes en la Terra Alta se alterna con artes típicamente ibéricas, lo que demuestra su estrecha relación. La presencia de un cow-roid o escaraboide egipcio y una cuenta de collar de pasta vidriada policroma e iridiscente de amarillo y azul, sella tierra adentro el mundo ibérico con las importaciones de influencia costera. Durante la primera mitad del siglo VI a.n.e. un vaso a mano imita la típica urna de orejetas a torno (fenicia), en este caso con forma de cabeza de carnero, que se corta justo por encima para dejar lugar a la tapadera. En su periodo pre-ibérico, este asentamiento demuestra estar muy relacionado con San Cristobal de Massalió.

    Coll del Moro de Borrasquer
    Castell de Sant Joan
    Término de Batea (Inscripción ibera en roca)


    BENICARLÓ



    Puig de la Nao

    Poblado y necrópolis ibérica, clave para entender las relaciones de los fenicios con los pobladores levantinos de la Plana y la orientalización tierra adentro, en els Ports de Morella y el Maestrazgo, ya que controlaría las rutas comerciales Entre sus hallazgos, depositados en el Museo Arqueológico de Benicarló, se encuentran algún escarabeo y kylix de gran valor, que junto a las páteras como las del Castillo de Guardamar y La Escuera (San Fulgencio) se utilizaban para las ofrendas. La necrópolis, en la falda del Puig, una cantera y un depósito ritual engrandecen la importancia de este oppidum.


    BENIFALLET

    Los fenicios arcaicos comerciaban con los iberos del Ebro, ribera arriba, ribera abajo y a lo largo de la costa. De este primer comercio fluvial nos han quedado como herencia los últimos “llaguts” conservados (del fenicio gaulos o gôlah), que antaño navegaban hasta donde el río lo permitía, y las torres o faros desde tiempos de los cartagineses, cuyas ruinas todavía son visibles a uno y otro lado del Ebro (este tramo de navegación se dejaba para la noche a fin de evitar los vientos en contra). También algunos hippos de poco calado remontaban por estas costas fluviales con sus prótomos o proas de caballo, portando mercancías. En las monedas de HIBERA DERTOSA ILERCAVONIA aparecen naves de esta tipología. En una moneda con la ceca de Iltirkesken aparece una nave con prótomo de caballo. Éstas recorrían el río Ebro debido al transporte y comercio fluvial (vino, aceite, cereales, madera de Els Ports para embarcaciones, caliza para la construcción). El estrecho o congost de Barrufemes o Benifallet estaría frecuentado por estos comerciantes, y su parada obligada, según las pruebas arqueológicas, sería Aldovesta y en frente el Turó de Xalamera. De aquí penetraron más tarde éstas influencias a los iberos dela Terra Alta y el Matarranya (Coll del Moro de Gandesa, Tossal del Moro de Batea) por vía del barranc de Xalamera y quizás el riu Canaletes, que separan els Ports y las sierras de Pándols y Cavalls. Estas dos vías han sido caminos obligados para franquear este paso, que une el interior con la ribera del Ebro. En época contemporánea estas vías naturales sirvieron de paso para la línea de ferrocarril Hijar-Tortosa, ahora convertida en vía verde.


    Evolución de la ceca Iltirkesken hasta Dert Ilercavonia.

    Aldovesta

    Pequeño puerto mercantil y comercial del S.VII-VI a.n.e. (650-575 a.n.e) que significaría el primer prototipo de mercado y almacén en el interior de las tierras del Ebro donde interactuar los fenicios con los aristócratas indígenas y distribuir material a la Terra Alta. Se desconoce si hubo o no embarcadero, así como la presencia de áncoras o cepos. Entre las ánforas más arcaicas, del mediterráneo oriental o central, importaron Cintas-268, posiblemente de Cerdeña. Para su transporte la sellaban a la tapadera con resina. Otras ánforas fenicias arcaizantes son las de Los Saladares (Orihuela) y el Alt de la Benimaquia (Denia).Los pithoi, las ánforas del círculo del estrecho y otras del sud-este son las más numerosas de esta acumulación. Algunas prácticas rituales confiesan su relación con la aristocracia. Entre los puertos de intercambio comercial de orígen fluvial, Aldovesta en el río Ebro y los Saladares en el río Segura, continuan la ruta fenicia hacia el NE. Fue abandonado tras la crisis del ibérico antiguo y el retroceso del comercio fenicio.

    Turó de Xalamera (Mas de Xalamera)

    Pithoi y ánforas fenicias. Control de la ruta del barranc de Xalamera, que subía para la Terra Alta. El nombre de Xalamera alude al nombre de un saludo.
    Las minas de plomo y de galena (sulfuro de plomo) de Bellmunt, El Molar, l’Argentera, Pratdip, eran conocidas anteriormente a la época romana.
    Los fenicios intercambiaron durante los siglos VII y IV a.C estas materias y productos locales con los iberos y las cargaban para llevarlas río abajo, y así consta en el yacimiento del Barranc de Gafols. Desde los yacimientos de Aldovesta, Xalamera, Les Trampes y adyacentes (Castellot de Roca Roja, L’Assut, Coll del Som, Martorell), sin embargo, no cargaban el plomo y la galena del Priorat, si no del Port de Paüls, donde existen pequeñas concentraciones de galena. Hubo una mina de galena en el Pla de Gallifa, explotada hasta los años 20 y una mina de plomo abandonada en 1843. Seguramente también esta galena era argentífera, de donde extraían un tipo de plata. En el Castillo de Pauls, junto a la ermita, este intercambio se demuestra hasta época tardía, debido a la existencia de ánforas púnicas. También se encuentran en Xerta mineralizaciones de plomo sobre las calcareas del Muschelkalk. Es posible que los fenicios estuvieran más interesados en la extracción del argente, mientras que el plomo lo aprovechaban los autóctonos para la escritura.


    Castellot de Roca Roja

    Poblado fortificado del S.VI al S.III a.n.e (protegido por un potente muro de hasta 5 metros de anchura que sorprende frente a sus sólo 30 metros de perímetro) muy bien conservado asentado en la boca del congosto de Barrufemes. Consta también de una torre de defensa. Fue destruido en un incendio durante la segunda Guerra Púnica. Ánforas fenicias. Pithoi

    Roca dels Penjats

    Puesto de vigilancia en el tramo final de Barrufemes.

    Turó de l´Audi

    Los mercaderes llegaba hasta aquí, quizás punto de partida para la redistribución de productos por vía del barranc del Pinell.

    El Martorell – El Murteral

    Ánforas fenicias. Pithoi. Control de la ruta del Canaletes.

    Coll del Som

    Desde lo alto, controla estratégicamente la entrada al paso de Barrufemes.

    Lo Toll

    Imprescindible para conocer la asimilación de los materiales de importación por la población indígena y la posterior decoración ibérica, que aquí se presenta con formas muy arcaicas. Desde aquí penetrarían las influencias por el barranc del Toll.


    BOT

    Topónimo ibérico

    Coll de Bot (Control del paso del Barranc de Xalamera)
    El Vilassos
    Término de Bot (Tramo de calzada prerromana)
    Ermita de Sant Josep


    CALACEIT

    MUSEO JOAN CABRÉ (Arqueología ibérica)

    San Antonio

    Célebre por su estado de conservación, desde su fundación por los ilergavones anterior al S.V a.n.e.y tras su descubrimiento por Cabré como necrópolis. Los altos muros laterales protegen el cerro casi en su total integridad, y sirven de apoyo a las dependencias más exteriores. El acceso amurallado, por el Norte, franquea siete torres defensivas, obra de la alianza ibero-cartaginesa y anteriores a la segunda G.P (datadas del S.III a.n.e para ser destruidas, junto al resto, a finales de este siglo por Roma) y asciende desde un foso o balsa para recogida de aguas hasta el poblado, dispuesto en terrazas (las casas se alzan a distintas alturas, según el planteamiento urbano del terreno). A la calle principal se adosan las distintas estancias de planta rectangular. El inteligente aprovechamiento de la roca se complementa con sólidas escaleras de mampostería. El suelo de la vivienda es en cambio de tierra apisonada y uniformada.


    Algunos recintos, con banquetas adosadas a las paredes en su planta baja, y en el centro aras de mampostería, disponen de series de concavidades para guardar y mantener vasijas u ollas, a modo de almacén o bodega-despensa.

    La cerámica ibérica encontrada en la acrópolis, decorada o no, compite junto a la de importación oriental o punico-ebusitana en sus anforiscos, copas, vasos oinochoes, ungüentarios, ollas, urnas, tapaderas, tazas y jarros. Entre las imitaciones, destaca la decoración típica de la cerámica ibero-púnica y terractoas zoomorfas. Entre la epigrafía, en este caso sin acompañamiento de iconografía, se escondía el grafito con la inscripción “UKUNBAN” sobre un estucado y un fragmento de ánfora de pasta roja con un sello probablemente del alfarero en escritura semítica. En los alrededores se halló una estela funeraria de arenisca con epigrafía ibérica.

    Tossal Redó

    Se extiende desde la plataforma de una pequeña cima hasta abajo. El bloque completo de la muralla, suavizada en su interior, rodea con dos lienzos, las entradas, al Norte y al Sur. Unas toscas escaleras dan acceso a la ciudadela y a su irregular calle central. Las casas que se abren a la calle, están compartimentadas en dos, tres, o más estancias. Aparte de la importancia de las imitaciones fenicias, se presentan cerámicas a bandas y círculos concéntricos. El uso del bronce durante el Ibérico Antiguo fue cotidiano: broches de cinturón, fíbulas, brazaletes, botones (S. VI a.n.e.). La esquina de una mesa de altar estucada en rojo permite reconstruir los altares de ofrendas orientales, como los de Elche y El Campello, donde se depositaban los exvotos o se consumían los inciensos y perfumes. Otro hallazgo interesante es una cabeza de carnero de cerámica, similar a la del Tossal del Moro de Batea.

    El Vilallonc

    Poblado fortificado con torreón circular. Clave para la transición entre la metalurgia del Bronce (de la colina proviene un molde de fundición, hachas y brazaletes) y el final de la 1ª Edad del Hierro, floreciente como Mazaleón, con sus primeras cerámicas a torno y el factor fenicio durante el Ibérico Antiguo.

    Les Umbríes -Ferreres

    A raíz de algunos hallazgos en este asentamiento del Hierro I, a las faldas de San Antonio de Calaceite, se pone de manifiesto el modo de imitar de los indígenas, a partir de cerámicas de importación. A los guerreros y aristócratas se les enterraba con ricos ajuares, como el de la tumba de les Ferreres (Calaceite) que contenía armas (espada), braserillo de bronce litúrgico, una coraza y un thymaerion con caballo, ambos de bronce. El thymaerion es semejante a otros dos encontrados en el Languedoc, en territorio íbero.



    Mas de Flandi (Destacan las imitaciones de cerámica fenicia del Levante)

    Vall de Cabrera

    Penetración de las influencias desde el Algars a la comarca del Matarranya.

    Font d’en Oró
    Mas del Rey
    La Clota
    Camino de Sta. Ana (necrópolis de San Antonio de Calaceite) Estelas


    CÁLIG

    Posiblemente su topónimo provenga de Kylix (Cáliz). Es muy común en todo Levante la ceca KILI o CILI “alto”.

    La Tossa – La Tossa Alta (Oppidum)
    El Bovalar (Necrópolis ibérica del poblado de la Tossa)





    CAMARLES

    El Bordissal

    Entre l’Ampolla y Camarles. Santuario o templo, quizás en una antigua isla-fondeadero en la desembocadura del Ebro. Favissa o depósito con más de cincuenta thymaterion (incensarios, quemadores de perfumes y aceites) en terracota púnica con la imagen de Ceres-Demeter-Tanit con un significado cultual, utilizados como exvotos de un ritual relacionado con la agricultura, parecidos a los del Tossal de la Cala (Benidorm), Illeta dels Banyets (El Campello), la Albufereta (Alicante) y Castillo de Guardamar de Segura. Los hallazgos concuerdan con la descripción y ubicación del santuario de Minerva de la Ora Marítima, donde se quemarían perfumes e inciensos a la divinidad. Posiblemente estuviera relacionado el recinto con el cercano Mas de Mussols en Tortosa.

    Aparte de las cisternas en el interior de los poblados, existen otros depósitos o cisternas cultuales, como la de Nules. Las divinidades acuáticas, asociadas a Melkart/Reshef/Herakles en Gadir, tienen casualmente como origen el brote de un olivo, en las puertas del templo. El culto al agua se repite en las piscinas de Biblos, en los pozos circulares y votivos de la Alcudia de Elche, en las balsas de Torres (Villajoyosa).

    Torre de la Granadella

    CANET LO ROIG´

    Casco antiguo
    Els Vinyets

    En la confluencia del Barranc de les Moles y el Barranc de la Font de la Roca. (Estelas con textos iberos)

    CASERES

    Punta de la Gessera

    Destruido a partir de la segunda G.P, formó un núcleo estratégico en el valle del Algars.
    Existe un horno y un depósito de yeso (guix, algez), abudante en el río Algars (de ahí su nombre). Los iberos utilizaban el yeso en la arquitectura, para enlucidos y seguramente le dieran más utilidades.

    El Puig
    Serra Mitjana
    Els Corralets
    Cerámica ibera del río Algars
    Coll del Moro (Almudefer)
    Castell d’Almudefer

    CASPE

    El Acampador
    Pilar-estela ibérico (monumento-funerario) de arenisca, epigráfico y figurado con un animal sin cabeza tumbado sobre cuatro escudos (felino, caballo). Figuras de felinos también se han hallado en Monzón y en Tivissa

    CASTELL DE CABRES

    Castell


    CASTELLOTE


    Vallipón (Edad de Hierro – Ibérico. Metalurgia: En un horno de reducción se transformaban los óxidos de hierro mineral extraídos de la Mina Valdestrada, situada en sus proximidades. El resultado era una pseudo-fundición muy cercana al hierro metálico. Todavía quedan escorias, recipientes y moldes de sílice y arcilla de lo que fue el primer prototipo de farga, y que conserva la tradición en un topónimo a la orilla del Guadalope: el Martinete. El poblado fue destruido durante la 2ª G.P.

    Valdestrada (Seno) Edad de Hierro. Mina. Explotación metalúrgica proto-histórica. La mena rojiza de hierro se ubica en una val de naturaleza calcárea. Para su extracción y posterior trabajo se utilizaron primitivos percutores o machacadores que trituraban el mineral, así como afiladores que alisaban la superficie.

    CATÍ

    El Bovalar
    Mola Cabrida

    Pondus del S.V a.n.e

    Mas de Gimeno
    La Cantera


    CERVERA

    Desde Benicarló sube la rambla de Cervera

    Mas d’Aragó

    Las alfarerías centralizan la producción cerámica ya desde el ibérico antiguo con la industrialización del torno. En Borriol, su horno cerámico de cocción (de cúpula de doble cámara) tiene similitudes con el alfar fenicio de Mozia (Cerdeña). Esta labor productora continua en el ibérico tardío, con ejemplos tan claros como el Mas d’Aragó.

    Pou Neriol - Poneriol

    Destaca un rótulo ibérico encontrado sobre una de sus cerámicas.

    Coll de la Bassa
    La Picossa

    Castell de Cervera

    En los estratos inferiores del castillo son innumerables los hallazgos cerámicos. Fue un importante centro territorial y alfarero.


    CHIPRANA

    San Marcos
    Estela ibérica de arenisca figurada con caballo y carro.

    CINCTORRES

    San Cristóbal
    La Roca de L’Heurera
    Mas Roig
    Castellans de Mas Maciá

    LA CODONYERA

    Sta. Bárbara (Reproducción de casa ibera) Sobre el río Mezquín.

    QUERETES

    Valle de Calapatá (Estela ibérica)

    Las estelas del Bajo Aragón / Matarranya representan la heroización de un guerrero difunto. Al jinete, iconográficamente, se le acompaña en su tumba de numerosas lanzas o puntas de lanza (Aristóteles señala que los iberos colocan alrededor de la tumba del guerrero difunto tantas lanzas como enemigos ha vengado en vida.) que también recuerdan cipreses (Cupressus sempervirens) que se elevan al cielo, asociados a las diosas fúnebres Prosperina/Perséfone. Al jinete también se le representa con lanza en mano y con el caballo. El topónimo de Calapatá, seguramente ibérico, hace referencia o bien al galápago de río (tortuga) o al calápet (sapo), ya que este barranco siempre mantuvo un nivel de agua permanente y esto ocasionó que fuera habitado desde tiempos remotos.

    Pedra Caballera (santuario, altar de ofrendas)
    Mas de Sigala
    La Miraveta
    Els Castellans

    Nos encontramos ante un inteligente y complejo asentamiento íbero, de planta alargada y fortificado en su totalidad (torreones curvilineos), a modo de una ciudad, que vió la luz gracias a Bosch Gimperá. Tras la muralla de sillar, con su acceso al Oeste, un sistema de escaleras, y detrás, dos muros exteriores de pared tosca que defienden el Norte de la plataforma rocosa, similar a San Antonio de Calaceite. Su primera ocupación es anterior al S. V a.n.e. (1ª Edad de Hierro) y su destrucción final en la 2ª Guerra Púnica.

    Mas de Madalenes

    Similar a los asentamientos vecinos de Calaceite, aunque de reducidas dimensiones, se ubica sobre una cumbre cercana. (S.V a.n.e.). Las escasas construcciones se contrarrestan con la presencia de epigrafía funeraria de arenisca, escrita en caracteres ibéricos “Kalun Seltar” (pilar-estela en altura, perteneciente a una tumba, con el nombre del difunto, al estilo de las de Batea y Caspe “Osortasbanesba Siltar...aribor...arrebore” de despedida), fusayolas con epigrafes ibéricos, entre las pesas de telar con interesantes grabados aparece la de un jinete ibérico, y una terracota de figura femenina (ex-voto)



    Tossal de les Forques (Ibero)
    Pla de les Campanes (Ibero)


    FONDESPATLA

    La Torreta (exposición sobre los torreones iberos del Matarranya)


    FORCALL

    Ermita de S.Antoni de la Vespa (lápida con la inscripción ibera “Lassira” procedente de la Moleta dels Frares y ahora en la fachada de la Casa Piquer de Morella.)
    Moleta dels Frares o Liborio (Ciudad ibera. Lessera. Lápidas. Hierro I - Ibérico tardío)
    Maset de la Trampa


    LA FREIXNEDA

    Exposición permanente de arqueología
    Gallipons
    Les Miravetes

    LA GALERA

    Terriseríes de la Galera (Artesanos)







    GANDESA



    Coll del Moro

    Centro importante para las relaciones comerciales con el interior desde el S. V e incluso anterior. La población se enriqueció a cambio de la manufactura de lino y otras fibras textiles. El tejido, como resto orgánico que es, no ha llegado hasta nuestros días. El trabajo del lino se manifestó anteriormente en Alcoy y Xátiva. Los topónimos llinar/llinars son testimonio del antiguo cultivo del lino (Llinars en Alfara de Carles). El lino de las Tierras del Ebro era transportado aguas abajo para darle tintura y tejerlo en la costa para después ser exportado (se han hallado importantes pruebas de esta actividad en el poblado de S.Jaume/Mas d’en Serra de Alcanar, entre ellas telares y conchas de Murex ). En Gandesa, además de un taller de hilatura existió un taller alfarero. Del poblado destaca una gran torre curvilinea en espiral y cisternas. Las importaciones cesan con la crisis mercantil y la actividad finaliza con su destrucción en la 2ª G.P.


    Els Calars/Teuler (Necrópolis iberas orientalizantes pertenecientes al Coll del Moro)
    Les Serres
    Xollat


    LA GINEBROSA

    Monte Catma -Tossal de la Catma

    Poblado ibérico: domina el río Bergantes. Siderurgia ibérica con hierro mineral de Valdestrada (por las escorias halladas) y perduración de otros metales. Restos de un horno metalúrgico, al parecer, de fundición. Un molde de arcilla y un goterón de hierro metálico indican que aquí se llegó a la fusión de éste metal, un hecho novedoso relacionado con la amplia experiencia metalúrgica local y las corrientes culturales a través del Valle del Bergantes, que acerca el Bajo Aragón a la zona de influencia levantina. Cerámica del ibérico pleno. Fue destruido por Roma en la 2ª Guerra Púnica.

    Al sur de la Ginebrosa a la altura de Torre de Arcas se situan unos restos que se han venido asociando hasta ahora con una necrópolis proto-histórica.


    GODALL

    Castell dels Moros

    HORTA DE SANT JOAN

    Lo Parot (Olivo bimilenario plantado en época ibérica tardía)
    Orta (parte alta del pueblo)

    Els Vilans
    El Collet
    Muntanya de Santa Bárbara
    Penya del Gall

    Puesto de vigilancia de la ruta entre el litoral y el interior.

    Mas de Manresa – Coll de l’Olla : Poblado fortificado

    LA JANA

    Castellet (Edad de Hierro)
    Villaroig: Vajilla de importación (fina, de lujo)


    MAS DE LAS MATAS



    MUSEO MAS DE LAS MATAS (Arqueología y Palebotánica)

    Sta. Bárbara (Edad de Hierro – ibérico) Utensilios de hierro.

    Sta. Flora (Edad de Hierro – ibérico) Antigua Florenza
    Las influencias culturales externas, semíticas, originadas en la costa levantina, se aprecian en la difusión de la metalurgia del hierro. Las escorias presentes provienen de la mina de Valdestrada.
    Fue destruido durante la 2ª G.P por Roma.

    Terraceras (Este yacimiento marca el inicio de la 1ª Edad de Hierro) Un instrumento férrico hallado, obtenido en el s.VII a.n.e. por reducción, inicia la metalurgia primitiva del hierro pre-ibérico en el Maestrazgo.


    MASSALIÓ

    Escodines Baixes

    Al sur de Mazaleón, desde el S. VII a.n.e., sus murallas subían alargada y perpendicularmente a los muros de las casas rectangulares, apoyados sobre ellas, e independientes unas de otras. La técnica de construcción arcaica en aparejo de piedra y adobe se repite en otros puntos del Matarranya para ésta época. En su interior, hogares, bancos adosados y algunas pesas de telar. La techumbre aún sería a base de ramajes.

    Escodines Altes

    La posterior ocupación del valle, en el cerro próximo, se produce un siglo más tarde. A ambos lados de la muralla, las viviendas, distribuidas apretadamente y aisladas unas de las otras por gruesos muros, encierran una complejidad que se irá solucionando en las fases siguientes.




    San Cristóbal

    Las ruinas de San Cristóbal (s.VII y V a.n.e) yacen a la otra orilla de Mazaleón, en una terraza sobre el río. En un extremo se observa, a modo de restos de fortificación, una torre de planta circular. Restos de necrópolis. Los muros, de aparejo irregular, se disimulaban con estuco y se decoraban con pintura o relieves geométricos. Aparecen durante la 1ª Edad de Hierro, la cerámica pintada a torno (urnas de orejetas) y las primeras manifestaciones orientales e iberizantes, cuando aún se conservan brazaletes de bronce y otros ornamentos. Los alfareros locales, sin dominar todavía el torno, recrean a mano las formas de la cerámica a torno , imitan su decoración pintada, así como las tapaderas. La urna de orejetas fue la primera importación que acogió el mundo ibérico (S. VI a.n.e.), cuya prioridad siempre fue lo funerario. En el S.V se difunde la cerámica típicamente ibérica, la taza bicónica del sur de la península y un repertorio de representaciones que alcanza todo su esplendor decorativo y deja huella en sus producciones. Entre las figuraciones más desarrolladas se encuentran pájaros y cabezas de bóvidos.

    Era de los Rayos

    Necrópolis

    Piuró del Barranc Fondo

    Sobre un montículo que domina el valle medio del Matarranya se asienta El Piuró, con una evolución considerable en el aprovechamiento de la roca para el alzado de las paredes. La cerámica a torno ibérica y fenicia (s.V a.n.e.) consta de platos, grandes contenedores de líquidos esféricos y ovoides, vasijas con varias asas, para el almacenaje de alimentos, tapaderas. También se encuentran pondera (pesas de telar) de piedra y fusayolas cerámicas. En parte, son piezas introducidas tardíamente, como el oenochoe, cuya forma ya existía un siglo antes en el bajo Ebro y el Puig de la Nau.


    Caidas del Salbime

    Necrópolis del S.V a.n.e relacionada con el Piuró.



    EL MOLAR

    El Calvari
    Necrópolis


    MONTROIG

    Els Germanells – Los Hermanillos
    Entre Monroyo y Torredarques, dirección a Morella, a mano izquierda.




    MORELLA

    El río Bergantes sirvió para comunicar la vía de iberización desde la costa al interior

    Tossal de la Perera
    Roques de Beneïto
    Casco antiguo: Casa Piquer (lápida “Lassira” empotrada como placa en la fachada)
    Hostal Nou (pequeña figura)
    Roca del Migdía o Mola Garumba
    Vega del Moll (útiles domésticos)
    Mas de Carceller
    Mas de Maciá Querol
    Tossalet del Mas de Sabater
    Els Castellets
    Tossalet de Torre Escola
    Campament del Mas de Valent
    Mas de Gisbert
    Serra del Mas de Martí del Moll
    Morella la Vella


    OLOCAU DEL REY

    Castell d’Olocau
    La Torrassa

    ORTELLS

    La Foia de la Torre

    PALANQUES

    La Torre de les Comes (Cuentas de pasta vítrea azul turquesa)

    LAS PARRAS DE CASTELLOTE

    Casejo del Tio Anico

    Poblado ibérico destruido en la 2ª G.P por Roma

    Pilón de San Pablo

    Poblado ibérico destruido en la 2ª G.P por Roma

    PAÜLS

    Castell de Paüls
    Barranc de les Fonts

    PEÑÍSCOLA

    Peñíscola pudo ser una antigua factoría-taller de púrpura. Su nombre deriva (es el diminutivo) de peñasco, cuya acepción más apropiada significa múrice o caracola (murex, muricis) y no península; siempre Peñíscola fue una isla. Los fenicios no se asentaban directamente en costas indígenas, si no en islas cercanas, aunque algunas, debido a su proximidad hoy forman tómbolos costeros (Gadir). En las proximidades de Tiro existió un gran conchero o montaña de peñascos.
    La primera ocupación fiable de la peña es de la Edad de Hierro. Algunas factorías del sur ya fueron fundadas antes del S. VII a.n.e. Un fácil embarcadero sería el noroeste de la ínsula, de donde provendrían naves del sureste y de Ibiza que ya antes habían desembarcado en otros de los yacimientos submarinos del litoral: Torre la Sal o Albalat dels Ánecs (Ribera de Cabanes- Prat de Torreblanca). El primer ejemplo son las ánforas proto-púnicas ebusitanas PE-12.



    Uno de los peldaños del Parque de la Artillería lo formaba una piedra armera con una nave y una inscripción fenicia . Bajo el peñasco se han encontrado anclas y ánforas, expuestas en el Museo del Mar. En la Plaza de les Caseres se desenterraron cerámicas ibéricas, una olla con un grafito también ibérico, más ánforas y una concha perforada como colgante. Algo queda de Onussa, situada al pie de la Sierra de Irta, Hystra según la Ora Marítima.

    Es difícil asociar una necrópolis a la isla. El ritual de enterramiento habitual en estos casos era una simple fosa cuadrangular con una urna, lo que parece más asimilable en las costumbres de incineración y sus ajuares, adoptada entre los indígenas de la costa: ánfora fenicia como contenedor en la necrópolis de el Gaido (La Pobla Tornesa). Dado el escaso espacio del reducto y su marcado carácter portuario, no es arriesgado pensar en la ausencia de un cementerio.

    Durante época púnica (S.IV a.n.e.) podría llegar a haber tenido hasta dos mil almas, ya que en el urbanismo, sus casas de pisos subían alto y en parte debido a la sólida roca con sus manantiales de agua dulce. Aún así, la abundancia de cisternas de agua en la planta baja, incluso el actual uso de pozos y distribución práctica del agua para traerla hasta el interior de la propia casa, recuerdan a la Baria púnica y el desarrollo hidráulico que efectuaron los cartagineses en avance de la comodidad. En la 2ª G.P, Peñíscola, la isla de los fenicios, con su óptimo asentamiento y puerto defensivo se alzará fortificada (primer posible amurallamiento) como baluarte anti-romano.

    La Valterra
    Castellet
    Pouaig
    Els Barrancs


    LA POBLA DE BENIFASSAR

    Abundancia de hierro en la zona (Barranc del Ferro)


    La Morranda (Ballestar)

    Los fenicios, nostálgicos de sus cedros y cipreses del Líbano, influyeron en la explotación de coníferas (pinos) y otras maderas de la Tinença de Benifassá. Está constatado su trabajo artesanal y su uso para embarcaciones a lo largo de la Edad de Hierro. El río Senia pudo ser de las sendas más rápidas para que bajaran al litoral estos recursos.



    Otro recurso, a parte de la madera, era el hierro. Al sureste del poblado se precipita de las montañas de Benifassá el barranc del Ferro.


    Moleta del Mas de Sinfores (La Pobla)
    Mola de Sorolla o de Corachar

    Situada al este de Coratxá.


    RÁFELS

    La Moratella
    Poblado situado en un morrón cercano al pueblo

    LA RÁPITA

    El Port dels Alfacs fue un lugar idóneo para la pesca, la acuicultura de moluscos marinos y la explotación y el comercio de sal marina (aun hoy se extrae, ya en pocas cantidades de las Salinas de la Trinitat, en la Punta de la Banya)

    La Guardiola (fortificación)
    Font del Burgar (BERO-UR-GA : lugar de aguas calientes. El topónimo Salus - Selus al que se refiere la Ora Marítima, hace alusión a las surgencias salutíferas y antiguamente termales de este manantial, una de las numerosas fuentes del Montsiá)
    La Mundana (figura zoomorfa)




    ROSELL

    Existe un poblamiento ya desde el Bronce Final (Moleta de Pau, Cova de les Bruixes). Existen 2 minas explotadas ya desde la 1ª Edad de Hierro. Todavía en el río Senia y Servol se mantienen en pie algunos martinetes (fargas o ferrerías), factorías de este mineral, que era extraído de las montañas de Benifassar, donde abundaba: El Martinet o “fábrica de ferro “(propiedad de Benifassá), el Molí de Malany, el Molí del Hospital... El agua de los ríos y el carbón de los bosques de carrascas no había que buscarlos muy lejos. De las misma manera debieron de ingeniarselas los antiguos moradores de estas tierras, quienes entraron en la élite del comercio fenicio (El Polsegué) gracias al hierro. Camino a Vallibona, se situa el Barranc de les Ferreres, que va a parar a la margen derecha del Servol, y en la otra margen se alza la Peña de Bel, donde aparecen escorias de mineral de hierro, así como en el asentamiento ibérico del Mas de Vito.

    La Carrasqueta

    Mas de Vito: Poblado. Explotación agrícola y metalúrgica.

    Coll del Moro (camino de S.Rafael del Río)

    Rosell también tuvo su época orientalizante.

    Peña de Bel (Hierro)
    El Polsegué (Hierro)
    El Mas Nou (Hierro)
    Mola Tancada (Hierro)
    Font de l’Argent

    LA SALZADELLA

    Mas Nou del Bernabé
    Els Petrers (Edad de Hierro)


    Necrópolis de incineración de Els Petrers en urnas de orejetas. Hebillas de cinturón de bronce orientalizantes, fíbulas, collares, torques, broches, cadenas, brazaletes y anillos. Cuchillos de bronce y hierro. Ajuares similares a los de la Solivella.
    SANT JORDI DEL MAESTRAT

    La Coloma
    Molí del Pas









    SANTA BÁRBARA

    Mianes

    Poblado y necrópolis de incineración ibéricos. Urnas, ajuares, armamento. S. VI a.n.e.
    Amuleto femenino con forma de paloma (representa a Tanit), y otro amuleto con cabeza de carnero o cabra.

    La paloma, símbolo de Astarté-Tanit, e introducida junto a la gallina en todo el Mediterráneo por los fenicios, formó parte del colorido de los poblados ibéricos y dibujada en numerosas ocasiones en sus cerámicas junto a más peces, pájaros (tórtolas, codornices, perdices), aves de corral (patos, gallos) y otras figuras zoomorfas (caballos, asnos salvajes, jabalies, gatos moneteses, cabras, corzos, ciervos, bueyes, conejos, lobos y perros). Palomas también las hay representadas en la necrópolis de Corral de Saus (Mogente), La Albufereta (Alicante), Vinarragell (Burriana).


    Palomas (amuleto femenino de Mas de Mussols y cerámica de Vinarragell)

    TANIT: TNT (la que llora) Diosa funeraria. Sus símbolos eran la granada, la paloma o la diosa alada. Su culto fue extendido de Ibiza a la península, y son efigies suyas las damas del sudeste.

    En lengua ugarítica se conocía por el nombre de Tharrumagi una montaña en cuyo interior se encontraba el infierno y una puerta daba acceso a él. Probablemente se trataría de un volcán esta montaña, y la puerta sería su sima. En la isla de Ibiza pesiste este topónimo, probablemente introducido por los fenicios, para designar el islote de Tagomago, que sería considerado como la morada de los muertos por los habitantes de la isla.

    SANTA MAGDALENA DE PULPIS

    Lloma Pulpis
    Mas del Senyor

    LA SENIA

    Les Senioles








    TIVENYS

    L´Assut

    La cerámica fenicia data la primera ocupación del poblado para el S. VII o VI a.n.e. A orillas del Ebro, situado al final del estrechamiento del valle, consta de un estratégico sistema defensivo, cuya torre y muralla encierran al menos siete recientos habitados.

    Coll de Som
    Punto de gran control visual sobre el río Ebro y torre de vigilancia. Restos del Castell de Som. Ánforas fenicias. Pithoi

    Punta del Rojal – Les Planes
    Plana de la Mora (entre Tivenys y Bitem) Ánforas fenicias. Pithoi
    Les Planetes – Barrugat

    Poblado ibero. Torreón curvilineo. Ánforas y cerámica pintada. S.III a.n.e.

    Turó d´en Serra

    Ánforas fenicias. Pithoi

    TIVISSA

    Castellet de Banyoles

    Posiblemente la antigua TYRICHAE – TIVISSAE / TIVISSA y la INTIBILI del Anónimo de Rávena y la Guido Geographica. Sede del caudillo Indibil (Intibili)

    Gran oppidum de varias hectáreas que se extiende a lo largo de una terraza fluvial a orillas del Ebro. Dos torres pentagonales custodian la entrada a la ciudad. Centro especializado en el trabajo de la plata y el plomo de la galena del Priorat. S. IV y III a.n.e. Gran horno con escorias de plomo. Orfebrería en oro, platos y vasos de plata
    Monedas pre-romanas de la ceca Iltirta, Iltirtar

    Tesoro de plata:
    Páteras: ofrendas y ritual de libación. Similares hallazos en el oppidum ibérico de Enserune (Béziers). Otro antiguo rito funerario, variante de la libación, que consistía en tirar voluntariamente copas, vasos, tinajas u otros recipientes cerámicos contra el suelo, con el fin de su ruptura. Romper el continente y derramar el contenido en honor al difunto, como señal de la muerte de cuerpo y evaporación del alma vertida (esta costumbre de afrenta tiene símiles con algunos rituales bíblicos). La práctica en sí, posee casos idénticos con restos encontrados en Elche, Alcoy, Vinarós, Alcanar y Benifallet.
    Pátera 1 de Tivissa (con cabeza de lobo). Diosa entronizada con un niño (su hijo) (representa a la Gran Diosa Madre), Jabatos, Centauro o jinete, caballo, gato montés, hombres alados, cornamenta de cérvido (ritual), cérvido, ave rapaz sostenida por un hombre (halcón, cetrería), nutria o similar (comadreja), gran depredador (lobo o lince), jinete con escudo y lanza, joven agachado y tres jabalies.
    Pátera 2 de Tivissa: Personas en carro de caballos
    Pátera 3 de Tivissa: Cabeza de Jabalí en el centro rodeada de bellotas
    Pátera 4 de Tivissa: Peces de río (influencia mediterránea)

    Bueyes de Bronce (arado). Los bueyes se utilizaban con animal de tiro, como demuestra este bronce. La forma de tratar los ojos en los bueyes de Tivissa, en algunas terracotas y en la cerámica ibérica, con formas redondeadas, son típicas a algunas figurillas centroeuropeas.

    Braserillo litúrgico (estos hallazgos demuestran la existencia de un santuario o templo en el interior del oppidum)

    TODOLELLA

    Els Castellans

    TORTOSA

    Ciudad de tradición fluvial, mercantil y portuaria. Cerámica tortosina dispersa, desde el Delta hasta el valle. Los antiguos topónimos Ilerda y Dertosa están muy relacionados, así como Iltirta, y la actual Tortosa. Al norte se sitúa la pedanía de Bitem con su toponimia orientalizante, Beit es casa: así, Beit-el o betilo es “casa de Dios”, otras son Bit-hilani “casa-palacio siria”, Bitinia, Betania o la que más se aproxima, Bethlem o Bait-lehem, en hebreo: “casa del pan”.

    Antigua Hibera (Ribera): “MUNICIPUM HIBERA IULIA ILERCAVONIA DERTOSA”. Símbolo de la ciudad: una nave.
    Batalla de Hibera durante la 2ª Guerra púnica entre cartagineses y romanos.

    El poblado de Mas de Mussols y la necrópolis de la Palma ocupaban una antigua isla y fondeadero en la desembocadura del Ebro.

    Carreró del Seminari

    Necrópolis ibérica

    Mas de Mussols – Racó del Mussol - Necrópolis de la Palma – Mas de la Palma (L´Aldea)

    Poblado y necrópolis paleoibérica, una de incineración y otra de inhumación con altos porcentajes de materiales fenicios: cerámicas de engobe rojo, cerámicas pintadas con bandas policromadas, ánforas, pithoi, fíbulas de doble resorte y escarabeos egipcios.


    Ampolla fenicia de Mas de Mussols y de la Fonteta

    Única, es la ampolla piriforme ovoide datada del s. VII a.n.e y que solamente encuentra parecidos en Ibiza y la Fonteta (Alicante), así como un vaso chipriota de la misma época y otro semejante a los de Agadir.

    Pont de la Pedrera
    Tossal Redó (Edad de Hierro)
    Torre de la Candela

    Las torres de control jalonaban el Iber a ambas orillas. Según Tito Livio a los lados del río se alzaban faros o torres cartaginesas que emitían señales ópticas, y seguirán en pié en posteriores remodelaciones (Torre de Túbal, La Candela, La Carrova, Burjassénia, Campredó)

    Castell de la Suda – Torre de Túbal

    Pla de Sitges - Barranc de Sant Antoni – Barranco de Xies (Vinallop)

    Campo de Silos para almacenamiento de excedentes. Molinos barquiformes

    Molí de Soldevila (Camp-redó)

    Silos. Próximo a las canteras de jaspe y mármol.

    TRAIGUERA

    Su nombre proviene de un tipo de cereal, la traigüera o cañamón.

    Núcleo antiguo . Bronce ibérico atribuido a Dionisos. Molino de cereales. Ánforas.
    Talleres de alfarería y cantarería de antiquísima tradición
    Punta Àliga

    Ruinas iberas cercanas a la Vía Edetana

    Mas de Caperó

    Poblado y necrópolis al noreste de Traiguera

    ULLDECONA

    Explotación de madera, canteras de piedra, cal y minas de hierro. Posiblemente la controvertida Ildum, tierra de paso. Lo evidencian el trazado regular de sus calles y la proximidad de la Torreta en el fondo la Foia d’Ulldecona.

    Castellets / La Ferradura

    Poblado pre-ibérico (Hierrro I) en una de las estribaciones de la falda norte del Montsiá. Talleres metalúrgicos y textiles. Fenicios. Por aquí pasaron caminos de herradura desde tiempos inmemoriables, los típicos “lligallos” de la Sierra del Montsiá. También pasaba uno por St. Jaume – Mas d’en Serra.

    La Cogulla (torre de vigilancia) restos iberos.
    Les Esquarterades (Les Ventalles)
    Castell d’Ulldecona (torres)
    Les Tosses (St. Joan del Pas) Cerca pasaba un ramal de vía edetana.
    La Torreta
    La Miliana (calzada ibérica)



    VALDEALGORFA

    Las Torrazas
    La Atalaya/Les Talayes Torreón de base circular

    VALDELTORMO

    Tossal Montañes
    Torre Cremada

    Destruido durante la segunda G.P, esta fortificación es un enclave relevante en las influencias del comercio fenicio y la iberización. Torreón circular.

    El Cerrao Torreón de base circular
    Les Torrasses
    Mas d’en Rius

    VALDERROBRES

    Torrre Gachero (Ibérico) Pilar-Estela con caballo. Torreón de base circular
    Mas de Moreno
    Lo Sant
    Mas de Perchades (Ibero) Estela
    Mas Pere la Reina
    Mas de Fabriá

    VALJUNQUERA

    El Lirio
    El Castellar (Mas del Llaurador) Torreón de base circular
    Mirablanc Torreón de base circular


    VALLIBONA

    Mas de Cocons (Ánfora fenicia)

    VILLALBA I ELS ARCS

    Turó del Calvari

    S.VII y VI a.n.e. (650-575 a.n.e). Estructura rectangular y circular en uno de sus extremos. Dos habitaciones, una de ellas, la principal, con bases de columna y de probable uso público. Ánforas VR-1 y cerámica indígena de imitación, ánfora ebusitana PE-10, terracotas y tablas de uso cultual, kernos (quema-perfumes) y un punzón con mango de cuerno. Fue abandonado tras la crisis del ibérico antiguo.






    VINARÓS

    Puig de la Misericordia , Sant Sebastiá y La Closa (Poblado. Hallazgos fenicios. Escarabeo. El eremitorio fue un antiguo templo)

    La Parreta, Perengil

    Edificio-santuario ibérico protegido en lo alto de un puig con gran visibilidad. El lugar esta rodeado por un perímetro defensivo y en el interior del recinto se adivina lo que fue un templo en antis a dos alturas, escalera y altar. Ausencia de motivos icónicos. La ofrenda o libación sacra, ceremonia religiosa en la que el oferente ofrece el vaso de libación: vasos caliciformes importados e imitados (abundantes entre los edetanos hasta el río Mijares) copas, a la divinidad. Esta práctica purificadora diferencia la vasija del agua impura y la vasija de agua pura, simbolismo de vida. En el Templo de los Obeliscos, Biblos, la derramación era un rito cultual, pero no funerario, y consistía en verter el líquido (vino, aguas salutíferas) sobre los betilos o mojones dispuestos verticalmente en el suelo, acompañados de fuentes. Otras son las fuentes del Herakleion gaditano y de Elche. Antecesores de los pilares y pilones del Maestrazgo, y que también se usaron a modo de estelas, en este caso se sustituyen por estructuras de mampostería de piedra caliza, de extracción cercana. Dos de ellas circulares y también un betilo de caliza que se asemeja a la base del fuste de una columna, de igual origen al capitel chipriota oriental encontrado en Nules. Apenas quedan vestigios de este comportamiento religioso preservado con mejor suerte en la Illeta dels Banyets y la Fonteta. El culto de los betilos (beit-el; casa de dios), localiza las presencias divinas a modo de ídolos o fetiches.



    XERT

    Les Clapises
    Mola del Cementeri
    Mola Llarga
    Mola Murada

    XERTA

    Les Trampes (ánforas fenicias)
    Els Arenalets



    XIVA DE MORELLA

    Collet del Vent (figurilla de bronce)
    Cova del Castell de Xiva









    PRIMERAS INVESTIGACIONES

    Alrededor de dos organismos: el Boletín de Historia y Geografía del Bajo Aragón, editado por la imprenta Querol (Tortosa) (1907-1909) y el Institut d'Estudis Catalans (1915-1923), se realizarán las primeras excavaciones durante la primera mitad del siglo XX. Anteriormente, Valdeltormo y sus cercanías fueron prospectados por Cólera Soldevilla. A partir de allí se centró la investigación en valle del río Matarraña. Pallarés y Vidiella trabajaron en Calaceite, junto a Cabré. San Antonio de Calaceite también interesará a Pérez Temprado y Bosch Gimperá, así como Els Castellans de Cretas. Pellicer aportara nuevos descubrimientos en Valjunquera. Mazaleón corrió a cargo de Pérez Temprado y Bosch Gimperá investigó a fondo Tossal Redó y la Gessera. Serra Ràfols, Corominas y Durán colaboran además en Calaceite y Torre Cremada. Así se completa el primer estudio exhaustivo de la protohistoria en la zona.

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  4. #4 Amerginh viernes, 04 de mayo de 2007 a las 21:51

    O_O

    No había un enlace para verlo... o podías ponerlo en Artículos, vamos digo yo...


  5. #5 berserker viernes, 04 de mayo de 2007 a las 22:51

    Madre mia casi me quedo ciego de leer, y yo que pensaba que era un pequeño comentario.......yo apoyo a la moción de Amerginh , esto es para artículo tio.....ufff
    de todos modos buena información
    Saludos


  6. #6 Reuveannabaraecus sábado, 05 de mayo de 2007 a las 02:38

    Acerca del sucinto post de Mardanix, una de dos:

    -Si es de cosecha propia del firmante, meritorio es y, como tal, merecería por parte de éste mejor tratamiento que el de un comentario en este foro.

    -Si no lo es, me reafirmo en mi opinión de que el uso del copi-pega en la internete debería estar más controlado por las autoridades que el consumo de alcohol y tabaco, pues sin duda es muuuuuucho más pernicioso...


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