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  1. #151 Virio 05 de mayo de 2006

    Biblioteca: caracteres raciales de los cantabros

    Ainé , esos nombres no son euskeras y no se ha dicho que los vascones no sean euskaldunes (valga el salto cronólógico), sino que los que habitan las actuales vascongadas no eran vascones (vardulos, caristios y autrigones) sino que fueron culturizados por aquellos (los vascones).

  2. #152 Virio 05 de mayo de 2006

    Biblioteca: ¿Manipulación informativa de los avances arqueológicos?

    Ya que nadie comenta, comentaré yo el primero....

    He editado el artículo incluyendo los dos que no había leído en La Nueva España; esto me creó confusión pues pensé...

    "Vaya he metido la pata y La Nueva España se extiende mucho más, incluso ha incluído alguna que otra imagencilla, sin embargo debo ser honesto y pegarlos..."

    Pero releyendolo todo sigo pensando lo mismo:

    A pesar de la economía de medios y extensión, y a mi modo de ver las cosas, La Voz de Asturias da una noticia mucho más exacta y desnuda de tufillo tendencionalista.

  3. #153 Virio 08 de mayo de 2006

    Biblioteca: ¿Manipulación informativa de los avances arqueológicos?

    El problema principal es el enfoque de los titulares:

    "La Carisa. La Batalla que no fué."


    No es cierto que no haya sido, así como tampoco es cierto afirmar que se haya producido un choque (pero esto ya se decía con precaución).

    Ese titular, desmiente lo que no hace falta desmentir, pues sencillamente no se sabe.

    Me parece casi un insulto que , después de que se publicara todo un libro :

    Title: Carisa, La "Astures y romanos frente a frente"
    Author: Camino Mayor, Jorge
    Publisher: Cajastur
    Year: 2005 Nº edition: 1
    Language: Castellano
    Author(s): Viniegra Pacheco, Yolanda, Estrada García, Rogelio

    Binding: Rústica
    Pages: 286
    Subject: Historia de Asturias, Castros asturianos, Arqueologia
    Book Status: General


    Dónde se explica la correlación entre estructuras indígenas y el c.romano y todo a su vez perfectamente encuadrado dentro del marco bélico del "bellum cantábricum", se puedan hacer afirmaciones tan categóricas como la que inplícitamente indica el titular, que por otra parte, es lo que lee todo el mundo sin falta de comprarse el periódico.

    A mi modo de ver, es cuando menos, engañoso.

    Por lo demás; es cierto que La Nueva España ha cambiado mucho y ha dado cobertura informativa a la carisa, por eso se entiende menos aún ese giro.

    Si se ha hecho por sensacionalismo, todavía se puede perdonar. Espero que haya sido eso y no las ganas de hacer hincapié en una etapa histórica más "tradicionalista" como son los albores de la Reconquista en Asturias.

    No es posible que con una sola datación de C14 se un fragmento de muralla, pueda cambiarse toda una estructura argumental histórica.

    Si La Mesa y La Carisa, son las puertas a la región, es lógico que se hubiera reutilizado cientos de veces, pero no se debería afirmar nada hasta comprobar claramente que debajo de esa no hay otro sustrato de iguales condiciones anterior.

    ¿Qué coño hace todo un campamento romano mirando justo de frente, muralla contra muralla, a una fortificación medieval, y todo a 1700 metros de altitud?



  4. #154 Virio 08 de mayo de 2006

    Biblioteca:

    Yo me he leído dos veces el libro publicado :

    Title: Carisa, La "Astures y romanos frente a frente"
    Author: Camino Mayor, Jorge
    Publisher: Cajastur
    Year: 2005 Nº edition: 1
    Language: Castellano
    Author(s): Viniegra Pacheco, Yolanda, Estrada García, Rogelio

    Binding: Rústica
    Pages: 286
    Subject: Historia de Asturias, Castros asturianos, Arqueologia
    Book Status: General


    Y es que vaya... Todo es absolutamente relacionable con la época en cuestión.

    Las monedas ( absolutamente coherentes cronológicamente con la sucesión de hechos), las armas encontradas, la construcción hecha bajo presión ( prisas), el aprovechamiento del agua a esa altitud como medida de reserva excepcional, todo... Sería forzadísimo no establecer un paralelismo entre la muralla astur de Homón de Faro y el campamento romano de Monte Curriechos.

  5. #155 Virio 09 de mayo de 2006

    Biblioteca: ¿Manipulación informativa de los avances arqueológicos?

    En latín es Castra, ¿no?; Yo también abogo por un movimiento envolvente a través de la mesa, ya que allí hay derribo pero no hay campamento romano, luego no es descabellado suponer que mientras el asedio continuaba en La Carisa, fuerzas de asalto (quizás una legión) , penetrasen por la mesa tratando de crear una pinza.

    La defensa de la mesa pudiera haber estado a cargo de los Paésicos, pero también es de imaginar que buena parte de estos se encontrasen coaligados a los Luggones en La Carisa, por ser este el punto principal de entrada del ejército romano y el que dominaba todo el centro de la región, mientras que una tercera parte o quizás menos, de las fuerzas ástures taponarían la entrada por La Mesa y notificarían rápidamente a sus homólogos en la Carisa un posible intento de asalto romano.

    En la Carisa el asalto directo era casi un suicidio. Por los flancos era imposible subir, simplemente por el desnivel y frontalmente hubieran tenido que enfrentarse a las lineas defensivas astures más a la lluvia de proyectiles desde la muralla hasta poder desalojarla y acceder a ella.

    Allí los romanos debieron tener clavados a los ástures mientras escaramuceaban y preparaban el asalto por La Mesa.

    En un momento dado, rebasaron la defensa ástur de la mesa y éstos avisarían a sus hermanos de La Carisa.

    Entonces en La Carisa debió producirse un gran revuelo:

    Por una parte habría líderes partidarios de dividir sus fuerzas y trabar batalla en el valle antes de que fuera demasiado tarde.

    Por la otra, algunos serían partidarios de no dividir más sus fuerzas, pues si se menguaba en demasía el poder defensivo de La Carisa y era tomada, la situación estaría definitivamente perdida.

    Debió ser el momento más duro en la Historia de Asturias y uno de los más cruciales en la de Hispania.

    Al final, se optaría por dividirse en dos y trabar batalla en el valle mientras otra parte se quedaría en La Carisa y... ya se sabe "divide y vencerás" ... probablemente otro contingente romano saliera del campamento de La Carisa y apoyase al que había entrado por La Mesa, ejerciendo una doble presión y dando un respiro a los que trataban de abrirse paso desde ésta.

    Los astures debieron ir enviando reservas con cuentagotas desde La Carisa, hasta mermar sus fuerzas, tanto en el valle como enla plaza defensiva.

    Si hubieran optado por un ataque sorpresa y masivo al campamento romano en el momento en el que parte de sus fuerzas lo desalojaron para apoyar el asalto por La Mesa, quizás habrían matado dos pájaros de un tiro, pues toda vez deshecha ésta posición, la batalla estaría perdida para los romanos que se encontrarían totalmente desprovistos de posiciones defensivas y no podrían explotar el avance.


    Pero todo esto sí que son conjeturas. :)

  6. #156 Virio 09 de mayo de 2006

    Biblioteca:

    Por cierto, Piniolo; ¿Me puedes explicar dónde está el águila de la que hablas?

  7. #157 Virio 09 de mayo de 2006

    Biblioteca: ¿Manipulación informativa de los avances arqueológicos?

    En cualquier caso, tanto los hijos de Marte como los de Taranes se lo jugaban todo a una sola baza en aquellos días...

  8. #158 Virio 09 de mayo de 2006

    Biblioteca: ¿Manipulación informativa de los avances arqueológicos?

    Sencillamente, ahí le has dao, pero de pleno vaya, a eso me refería con lo de centrar el protagonismo en la manida Reconquista.

    Chapeau!!!

  9. #159 Virio 09 de mayo de 2006

    Biblioteca:

    Ah ok ya me das la respuesta en el artículo sobre la manipulación informativa. Gracias.

    Saludos:)

  10. #160 Virio 15 de mayo de 2006

    Biblioteca: ¿Manipulación informativa de los avances arqueológicos?

    Por cierto; Ayer tuve una especie de "cosmovisión" de lo que representa la nueva datación de la muralla de La Carisa.

    Imaginaos el siguiente titular:


    "LOS ASTURES NO SÓLO DEFENDIERON SU TERRITORIO EN LA ÉPOCA ANTIGUA SINO QUE MANTUVIERON SU CONCIENCIA DE UNIDAD ÉTNICA Y TERRITORIAL A LO LARGO DE LA HISTORIA.

    LO AVALAN LOS RESULTADOS QUE LA DATACIÓN DEL CARBONO 14 DE LA MURALLA , ACABAN DE ARROJAR INDICANDO COMO FECHA DE CONSTRUCCIÓN EL SIGLO VII DESPUÉS DE CRISTO, DE LO QUE PODRÍA DEDUCIRSE QUE LAS "PUERTAS ASTURES" NO FUERON UNA CONSTRUCCIÓN EXCEPCIONAL EN UN MOMENTO CLAVE DE LA HISTORIA SINO QUE EL ENCLAVE FUÉ REUTILIZADO CADA VEZ QUE LA REGIÓN SE VIÓ AMENAZADA DE INVASIÓN."


    ¿Os dais cuenta de cómo se pueden interpretar las cosas según el color del cristal con que se mira? o mejor dicho;
    según la tendencia política que quiera dársele a la noticia.

    Sinceramente piendo que vivimos en un mundo mediático donde se nos trata como niños, arrojándonos caramelitos todo el santo día. Desvirtuando el hecho y refirmando el despropósito según convenga.

    Venga hombre, estoy harto de que cada uno arrime el ascua a su sardina. ¿Por qué el Hombre no piensa en global?

    ¿Por qué tanta mezquindad intelectual y espiritual?

    ¿Por qué soy de los pocos que piensa que si una verdad puede actuar contra uno mismo debe decirse igualmente por el mero hecho de que es la "verdad" y que a la postre, ésta es más conveniente que la mentira?

  11. #161 Virio 15 de mayo de 2006

    Biblioteca:

    Según he leído en el libro recientemente publicado La Carisa, Astures y Romanos frente a frente, y por lo que ahora mismo recuerdo ( no tengo el libro a mano, toy en el curro, mañana te lo confirmo), creo que tiene que ver con homón de home ( hombre) y faro no lo sé, pero desde luego no está en la costa (¿ estuvo en la antiguedad iluminada la zona permanentemente? ).

    También relata que se encontró un esqueleto de un humano enorme (gigante) el siglo pasado o el anterior y que desde entonces le llaman homón (hombrón de faro sería la traducción).

    Es todo lo que puedo aportar de momento.

  12. #162 Virio 15 de mayo de 2006

    Biblioteca:


    Esto último no es broma.:)

  13. #163 Virio 15 de mayo de 2006

    Biblioteca: ¿Manipulación informativa de los avances arqueológicos?

    Wamba sometió a los ástures según las crónicas a finales del siglo VII. Creo que eso contesta a tu pregunta, aunque sólo en parte, pues también habemos partidarios de un distanciamiento entre los asturromanos y los visigodos. Quizás a los astures les proporcionase cierto regusto saberse protectores de los que hasta entonces habían sido señores terratenientes alejados del pueblo llano o quizás Pelayo tuviera un ascendente especial sobre éstos al ser hijo de visigodo y asturromana ( esto último es una teoría que te podrá explicar Davicíaco).

  14. #164 Virio 15 de mayo de 2006

    Biblioteca: ¿Manipulación informativa de los avances arqueológicos?

    La muralla está datada precisamente de la época en que Wamba somete a los astures y fué quemada hasta hacer sudar el hierro que contenía la piedra. Vamos que no les debió hacer gracia esa muralla ahí.:)

  15. #165 Virio 15 de mayo de 2006

    Biblioteca: ¿Manipulación informativa de los avances arqueológicos?

    También en la zona hay leyendas populares que hablan de una gran batalla contra un tal general Carús... y que los combatientes astures finalmente quedaron reducidos en un pequeño espacio donde fueron rodeados con fuego y terminaron muriendo todos.

  16. #166 Virio 15 de mayo de 2006

    Biblioteca: ¿Manipulación informativa de los avances arqueológicos?

    Mi teoría es que el tal Carús es el nombre que les quedo a los ástures de Carisio ( por deformación de generación en generación terminaría diciéndose Carús -Carisio, Carís, Carús y que la batalla que cuentan no fuese la de los astures contra roma sino la defensa contra los visigodos , es decir; la narrativa popular tomó retazos a lo largo del tiempo de los diferentes avatares surgidos allí y los convirtió en una leyenda que tomaría de varios de ellos.

  17. #167 Virio 15 de mayo de 2006

    Biblioteca: ¿Manipulación informativa de los avances arqueológicos?

    Para un aldeano asturiano de hace siglos, lo mismo le daría hablar de una batalla medieval que antigua, pues solo algunos curas y algún que otro espabilao sabrían distinguir lo uno de lo otro:)

  18. #168 Virio 18 de mayo de 2006

    Biblioteca:

    Pego aquí el párrafo del antedicho libro de donde extraje la información ( La Carisa, Astures y Romanos frente a frente, en el capítulo de Historias,Tradiciones y Montañas).:

    "Respecto a Homón de Faro, J.Concepción recogió entre los lugareños noticias acerca del antiguo hallazgo de un gran esqueleto humano, que pertenecería a una raza de gigantes que combatieron contra los conquistadores romanos y del que derivaría el nombre del monte.

    A dos centenares de metros del campamento, en la ladera septentrional, una gran piedra en posición vertical, aparentemente un afloramiento natural, fue inscrita con una cruz de tipo potenzado -todos sus brazos son cerrados por una corta línea perpendicular-, de tipología antigua en el mundo cristiano. Sin duda alguna es un aclaro signo de cristianización de creencias relacionadas con el lugar -¿Adoración a las piedras? - que pudiera relacionarse con los acontecimientos históricos de la Antiguedad.

    En definitiva, da la impresión de que muchas de esas noticias recogidas por diversos autores, que encuentran eco en la transmisión oral y que pudieran tener una cierta base legendaria, guardan bastante conexión con los contenidos de la obra de Tuñón y Quirós. el cual afirma o sugiere la intervención de su razonamiento personal en casi todas ellas. Así que es difícil determinar hoy en día si hay una fuente tradicional que se utilizó en la argumentación, o si, a la inversa, prima una difusión popular posterior a su teorías"


    He omitido otras leyendas que se describen antes como la que se sitúa en El Mayéu de Buschumoso, un pequeño rellano localizado bajo el monte Curriechos y al lado de La Vía Carisa, la resistencia final de los guerreros ástures y cántabros, y donde habría tenido lugar su inmolación con el veneno extraído del tejo. Quien primero narra esta noticia es Tuñón y Quirós en 1858, sin especificar la procedencia ni los motivos que se basa, siguiéndole después L. Menéndez Pidal en su aportación al concejo de Lena para la obra Asturias de O. bellmunt y F. Canella. Es bastante probable que el origen de esta pretendida tradición sea culto, pues arranca del texto de Floro en que narra los trágicos sucesos del monte Medulio. De hecho Tuñón y Quirós da a entender que es conjetura suya el que allí se hubiesen asentado los ástures.

    También se narran otras leyendas como la que mencioné del tal Caris que recogen E.García Jove y R.Pando Argüelles (redactores del texto del concejo de Ayer en la citada Asturias) que exponen que hay una tradición de una batalla en La Carisa, siendo probablemente la misma que consigna medio siglo más tarde C.Cabal, en la que dice intervino un general de nombre Caris, y a la que confiere una procedencia popular entre la gente mayor . Nuevamente asalta la duda por el cultismo que supone la alusión a Caris, en clara derivación de Carisio, que pudo difundirse a partir de la historia elaborada un siglo antes por Tuñón y Quirós.

    Sin embargo he mencionado expresamente la de El Mayéus porque curiosamente es en esa zona donde se están realizando las últimas excavaciones que han confirmado el hallazgo de puntas de flecha en cantidad sospechosamente desproporcionada yque podría estarse ante los inidicios de los restos de un choque armado. En los titulares de prensa que hablaron al respecto el otro día se comentó incluso la posibilidad de que fuese el lugar del choque final entre las dos fuerzas.

    Ahora con las nuevas conclusiones arrojadas por el C14 habrá que ampliar el puzzle de las posibilidades.

  19. #169 Virio 18 de mayo de 2006

    Biblioteca: caracteres raciales de los cantabros

    Según el estudio de Loreal:


    "Las mujeres que acuden con más frecuencia a la peluquería son las gallegas, asturianas y cántabras el 68% lo hace una vez al mes), seguidas de cerca por las canarias (el 55%).

    Esto es un rasgo típicamente celta, la vanidad:)

    ¿Más pruebas? XDDD

  20. #170 Virio 18 de mayo de 2006

    Biblioteca: caracteres raciales de los cantabros

    No, ahora en serio, debido a mi "mestizaje" (madre astur y padre valenciano), sí que he podido comprobar a lo largo de los veranos que pasaba el mes de agosto en el pueblo de mi padre (Camporrobles) que se da una circunstancia muy curiosa en esos lares ( concretamente me estoy refiriendo a la Valencia castellana ), y es que es raro encontrarse el típico castaño oscuro , pecoso de piel clara que ves por el norte, pero sí observas que los rubios que hay son demasiado rubios (parecen casi nórdicos) y suelen ir acompañados de ojos claros también, y los morenos, son más oscuros de tez y algunos con el pelo encrespado, es decir, falta lo que desde mi punto de vista (absolutamente subjetivo en este caso concreto ), me atrevo a llamar factor celta, es decir; pálido de piel, de pelo y ojos castaños unas veces claros y otras oscuros pero nunca en exceso en ningún sentido. Además la coloración es más caoba o rojiza que el rubio platino que se observa en otras zonas del sureste y del interior de la península y la frecuencia de ojos verdes superior a la de ojos azules.

  21. #171 Virio 18 de mayo de 2006

    Biblioteca: caracteres raciales de los cantabros

    Antes he dicho:

    "Además la coloración es más caoba o rojiza que el rubio platino que se observa en otras zonas del sureste y del interior de la península y la frecuencia de ojos verdes superior a la de ojos azules."

    Refiriéndome al factor celta, no a la descripción de la zona mencionada.

  22. #172 Virio 18 de mayo de 2006

    Biblioteca: caracteres raciales de los cantabros

    Ojo , que nadie interprete que cuando digo factor celta hablo de una raza celta específica, no, simplemente he constatado que en los lugares que llamamos célticos se da esa circunstancia, no que esa sea la raza celta, si bien en toda mentira hay algo de verdad, ya que aunque lo celta no sea una raza, es lógico suponer que los pueblos que comparten una cultura primigenia semejante (arco atlántico) han podido además compartir un sustrato etnográfico también semejante sin tener que atribuirlo necesariamente a lo celta ( léase halogrupo b1).

  23. #173 Virio 19 de mayo de 2006

    Biblioteca: caracteres raciales de los cantabros

    Hombre no seais tan duros que parece que os va la vida en ello, es cierto lo que decís pero sin columpiarse hacia el otro extremo pues en toda incorrección, en toda "mentira" hay algo de verdad.

    Suponiendo que el estudio de Loreal ( http://83.175.206.50/2005-11-12/gente/gente1.htm) sea certero, lo cual no dudo pues no son motivos políticos lo que mueven dicha estadística sino motivos de mercado, estamos diciendo que hay un 5 % más de rubios en una zona específica de la península.

    Para que se llegue a ese porcentaje hace falta que hayan sucedido una de dos:

    - O bien la base etnográfica de los habitantes de esas tierras era mucho más rubia en la antiguedad con índices que superarían el 5% con distancia sobre el resto de la península en general,( por ser este un factor regresivo que va desapareciendo con el tiempo y que para que 2000 años después se siga manteniendo tuvo por fuerza que ser significativo entonces).

    - O bien la base etnográfica de los habitantes de esas tierras era igual a la del resto de la península pero se conservó ligeramente mejor al vivir aislada de invasiones (sobre todo las de origen bereber y árabe) y se mantuvieron ligeramente más próximas al sustrato original donde el ser rubio sería más frecuente que en la actualidad.


    ¿Es posible que siendo el color rubio o ausencia de pigmentación un factor regresivo, pudiera haberse mantenido la misma diferencia proporcional (5%) sobre la media de la península a lo largo del tiempo o tuvo por fuerza que ser más acusada para que hoy en día de esos índices?


  24. #174 Virio 19 de mayo de 2006

    Biblioteca: caracteres raciales de los cantabros

    El hecho de que entre las mujeres morenas de Asturias (85%) haya un porcentaje cuyo moreno es más negro que el de las restantes morenas de España no significa que fenotípicamente hablando sean más "iberas que celtas" sino que el sustrato étnico del que proceden no sólo da índices de tonos rubios superiores a la media peninsular sino que además posee individuos cuyo tono de pelo es más oscuro. Ni siquiera nos está hablando de la pigmentación de la piel de esas morenas. De hecho existe el mito de que tanto el vasco como el irlandés típico es el chicarrón morenazo y bien hecho más que el rubito, sin embargo son morenos de piel clara e incluso pecosos y ojos azules y eso no quita que su moreno capilar sea más oscuro que el moreno capilar que tienen los andaluces o los marroquís ( en su mayoría no son morenos sino castaño oscuros incluso siendo muy morenos de piel).

  25. #175 Virio 19 de mayo de 2006

    Biblioteca: caracteres raciales de los cantabros

    Y qué opináis sobre el fenotipo "tipo Induráin" para el nordeste de la península.

    ¿Os habéis fijado que abunda un fenotipo delgado, fibroso, alto , dolicocéfalo y de cabello y cejas muy negras?

    ¿Podríamos estar hablando de un sustrato étnico vascón preindoeuropeo? ¿Se debe al sustrato megalítico peninsular?

    ¿Entra este fenotipo dentro de lo que llamaríamos vasco actual, o sería más bien Navarro-aragonés?

  26. #176 Virio 19 de mayo de 2006

    Biblioteca: caracteres raciales de los cantabros

    Lo curioso es que este fenotipo parece irse acentuando en la cornisa cantábrica a medida que vamos hacia el este, es decir; entre los cántabros ya es frecuente observar este tipo de individuos, más entre los vascos y más aún entre los navarros.

    Y curiosamente en las medias de estatura en España se observa el mismo orden: Cántabros más altos que asturianos, Vascos más que cántabros y navarros y aragoneses los más altos de España (sin contar a los canarios).

    ¿curioso?

  27. #177 Virio 19 de mayo de 2006

    Biblioteca: caracteres raciales de los cantabros

    ¿No será que el sustrato atlántico que identificamos con lo céltico sea en realidad el que da una estatura media menos elevada, cabellos más claros y miembros más orondos que los que provienen del sustrato preindoeuropeo que se supone tiene la zona navarroaragonesa (origen de los vascones) o incluso el que se le atribuye al megalitismo peninsular?

  28. #178 Virio 19 de mayo de 2006

    Biblioteca: caracteres raciales de los cantabros

    Repito el orden de media de estatura porque no me ha quedao muy bien descrito semánticamente:

    asturianos más altos que gallegos, cántabros más que asturianos, vascos más que cántabros, navarros más que vascos y aragoneses más aún que los navarros.

  29. #179 Virio 23 de mayo de 2006

    Biblioteca: caracteres raciales de los cantabros

    No, Hartza. Tampoco es así como tú lo dices. Todas esas influencias de las que hablas son, genéticamente hablando, gotas de agua en el océano. En realidad la población de Cantabria actual apenas ha variado en ese aspecto, al igual que la del resto de España. Al menos creo que es la opinión más aceptada académicamente. si quieres podemos discutir el por qué.

    En cuanto a esa particularidad de que en los pueblos y aldeas se percibe mejor el fenotipo del que habla Frammadina, pues estoy de acuerdo, al menos en la parte que conozco (Asturias) pasa igual.

    ¿Os acordáis de la película Braveheart; recordáis al rubio aquel fortachón que le acompañaba a todas partes? (no recuerdo el nombre del actor), pero vaya, no sólo porque fuera rubio sino esa expresión (nariz chata, ojos almendrados) o recordáis la película El hombre que subió una montaña y bajo una colina? ¿el galés aquel pelirrojo de nariz colorada y con esa expresión característica?

    Pues bien; yo ya había visto esa expresión. La vi en la familia de mi madre (la nariz achatada y ligeramente abombada, la expresión, la sonrisa), y en muchos paisanos que te encuentras en los pueblinos de Asturias. Colorao, arubiao, pecoso... roxu, que decimos aquí y curiosamente, no suelen ser grandones sino más bien fortachones y de estatura mediana.

    La característica existe Hartza. El párroco de Selorio (villaviciosa) la achacaba a los vikingos. Mi profesor de latín a los visigodos.

    Y yo la achaco, al igual que Frammadina, al sustrato más primitivo conocido que poblaba la región. Solo que el lo llama celta y yo prefiero no mojarme tanto por el momento. Si bien, sea lo que sea, estoy seguro de que se asemeja al de los llamados pueblos celtas.

  30. #180 Virio 23 de mayo de 2006

    Biblioteca: caracteres raciales de los cantabros

    Si la rubicundez que encontramos en los españoles debiéramos achacarlas a influencias externas como godos, vikingos, eslavos, etc... Tendríamos que admitir que fuimos invadidos por millones de individuos de esas características que superpusieron a los indígenas y esto, obviamente no fué así.

    De acuerdo que hay aportes y muchos, pero la mayoría de los rubios o morenos que vemos, son prácticamente "producto nacional", es decir resultado del componente original hispánico ( habría que definir original, pero creo que se me entiende).

    Es lo más sensato, lo más racional, suponer que la generalidad de la población actual ha mantenido la mayor parte de su porcentaje genético intacto ( léase Halogrupo b1), de lo que también debería deducirse que si nos encontramos un porcentaje relativamente alto de "rubicundez", en toda una cornisa cantábrica y galicia, no nos estamos topando con elementos aislados que se han añadido después ( godos, vikingos, francos...), pues de haber sido así, estos se habrían terminado diluyendo entre el resto de población y apenas quedarían indicios, es utópico querer rastrear algún fenotipo vikingo entre estos individuos y por ende, no lo es, suponer que ese rastro debe buscarse en el sustrato étnicoracial antiguo, pues es el que se mantiene a lo largo de los siglos, con más o menos "accidentes genéticos".

    Por lo tanto, y siempre bajo mi punto de vista, no es descabellado atribuir esa rubicundez a un tipo de gente que ya habitaba aquí en la época de los cántabros, lo que no quiere decir que todos fuesen así, sino que entre aquellas gentes debió existir una proporción aún mayor de la que encontramos hoy en día. Pero no demasiado más, pues también los morenos y otros tipos forman parte de ese sutrato básico, tal como se observa hoy en día.

  31. #181 Virio 23 de mayo de 2006

    Biblioteca: caracteres raciales de los cantabros

    No, he dicho que los rubios forman parte de ese sustrato tanto como los morenos, lee bien. Ese sustrato no está compuesto por un solo fenotipo, pues ya es diverso en la edad antigua. Pero diverso en una proporción un tanto diferente a la de hoy en día y donde probablemente habría un porcentaje mayor de rubios y también de morenos , siendo el castaño menos frecuente que en la actualidad. De ahí que también haya más morenas en las zonas donde ese sutrato permanece más "puro".

    Además ser más moreno de cabello no implica serlo de piel, en ese estudio no se especifica cómo son esas morenas.

  32. #182 Virio 23 de mayo de 2006

    Biblioteca: caracteres raciales de los cantabros

    Hartza dices:

    "Incido en lo mismo: por que se defiende que esas adiciones poblacionales llegadas entre el 500 y el 800 a. de JC si influyeron drasticamente y de manera duradera en la poblacion cantabra y las demas citadas se califican de meras "gotas geneticas en el mar"???"

    Creo que ahí esta parte de la clave de todo; esas adiciones como tu las llamas, caso de ser ciertas, no son adiciones sino auténticas oleadas migratorias, suficientes como para cambiar la cultura de la zona (castreña) y sino conformar el sustrato más importante, cuando menos mezclarse en una cantidad decisiva.

    Es decir; la que da forma a la población que existe hoy en día, al margen, por supuesto, de los diversos aportes históricos posteriores.

    ¿Por qué?

    Porque como driría Juan Uría Ríu ( no quiero equivocarme), si los pueblos norteños fueron siempre tan refractarios al exterior (romanos, visigodos, árabes) , cómo explicar una adopcion cultural (refiriéndose al elemento céltico en el norte de la península) tan categórica y consustancial por parte de una gente así, a menos que no fuera mera adopción cultural ni sometimiento por parte de unas élites guerreras que la impongan, sino una auténtica migración humana que se asentase con todo su elemento cultural.


    Lo cierto; es que las mismas gentes que plantaron cara a Roma, a los godos, a los árabes,¿ no hubieran podido aguantar a cuatro celtititas de na? Pensadlo bien. No se pudieron imponer si eran cuatro, a menos que no fueran cuatro sino cuatrocientosmil y fueran éstos y no otros los verdaderos refractarios que aguantaron a Roma después.


    Y si al final debiera descartarse la teoría invasionista (como se viene haciendo desde hace tiempo), entonces habrá que admitir que esa cultura "celta" es en realidad más antigua de lo que creemos y que realmente existió una población llamémosle "paneuropea" que sería el anticipo de lo celta y que aunque en un principio ocupase media europa, al final su cultura, que no su raza, quedó relegada básicamente a los finisterres europeos, mientras que su raza sigue siendo la que era en todas partes pero con menos aportes de otras, en estas zonas.

  33. #183 Virio 23 de mayo de 2006

    Biblioteca: caracteres raciales de los cantabros

    Joer parece un trabalenguas, las prisas....:)

  34. #184 Virio 23 de mayo de 2006

    Biblioteca: caracteres raciales de los cantabros

    Coño, creaste escuela y agora quéjaste...:)

  35. #185 Virio 23 de mayo de 2006

    Biblioteca: caracteres raciales de los cantabros

    Acabo de encontrar este artículo que me parece interesante:



    7.1- Grupos humanos de la Península Ibérica: orígenes y evolución

    Los datos genéticos y moleculares conocidos indican que la línea humana se escindió de la del chimpancé (con quien comparte más del 98% de su información genética total) hace 5,5 millones de años. El homínido más antiguo encontrado es el Ardipithecus ramidus,un australopithecus que habitó en Etiopía hace 4,4 millones de años. A partir de ahí se han sucedido diferentes especies homínidas (Homo habilis, Australopithecus robustus, Homo erectus, etc.) hasta llegar al ser humano actual. En este espacio de tiempo, el primer homínido de la península no hace su aparición hasta una fecha relativamente reciente: 800.000 años antes del presente. Los restos humanos peninsulares de mayor antigüedad han sido hallados en Atapuerca (Burgos). Aquí se han exhumado más de ¾ partes de los materiales fósiles mundiales correspondientes al Pleistoceno Medio (730.000-120.000 antes del presente). Hasta junio de 1998 la Sima de los Huesos, principal gruta excavada, con 54 metros de profundidad, había dado a la luz los esqueletos de 32 individuos de unos 300.000 años de edad y más de 2000 fragmentos fósiles (80 con una datación superior a los 780.000 años). La especie de Atapuerca ha sido denominada Homo antecessor. Según Antonio Rosas, paleoantropólogo del Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN) y miembro del equipo investigador: <>. El Homo antecessor sería la versión ibérica del Homo ergaster[1], una especie africana que vivió hace un millón de años. El hombre de Atapuerca está considerado como el homínido precursor de los neandertales. Sin embargo, se encuentra apartado de la línea que condujo al Homo sapiens sapiens.
    La paleoantropología ibérica también ha exhumado numerosos restos correspondientes al hombre de Neanderthal. Los caracteres anatómicos de los esqueletos hallados (bien de forma completa o bien fragmentados) y su concordancia con el ámbito paleofaunístico y cultural ha llevado a los investigadores a afirmar la existencia de una asociación entre el prototipo Neanderthal clásico y los instrumentos musterienses. Los principales documentos osteológicos de dicha especie encontrados en la Península son: el cráneo de Gibraltar; los restos portugueses de Salemas y Furinha; y los hallazgos españoles de Bañolas, Cova Negra de Játiva (Valencia) y Carigüela (Piñar, Granada). La aparición de los neandertales se explica a partir de una adaptación geo-climática de tipo regional. El ser humano salió de África hace poco más de un millón de años, especializándose en dos variedades, el Homo erectus en Asia del Este y Java, y el Homo sapiens neanderthalensis en Oriente Medio[2], Norte de África y Europa. La cronología de este homínido se sitúa entre 230.000 y 30.000 años antes del presente. Tenía un cerebro más grande que el humano actual (1450 cm3) y un mentón poco acusado. Los hombres de Neanderthal fueron los primeros en enterrar a sus muertos hace 100.000 años.
    La aparición de la especie humana actual se remonta a un período comprendido entre 200.000 y 150.000 años antes del presente. La paleoantropología estima que el Homo sapiens sapiens[3] tiene su raíz en África y Oriente Medio. La ocupación de Europa se produjo a partir de Asia occidental hace 40.000 o 35.000 años. Durante 10.000 años el ser humano moderno estuvo compartiendo su nicho ecológico con el hombre de Neanderthal. En esta época la Península estaría habitada por representantes de la heterogénea <> de Cro-Magnon, acabando como predominante el tipo de Combe Capelle y reduciéndose los restantes a persistencias más o manos residuales, salvo en el País Vasco y Navarra, donde el Cro-Magnon prototípico quizá originaría la subvariedad pirenaico-occidental. De entre los restos datados en el Paleolítico Superior cabría destacar los siguientes (Da Cunha y Fusté, 1962):

    1.- Una calota incompleta de la gruta de Camargo (Cantabria). Es pequeña, dolicoforma y femenina.
    2.- Una mandíbula infantil del período Aurignaciense de la cueva del Castillo (Cantabria).
    3.- Un fragmento de parietal y una mandíbula adulta probablemente masculina. Su industria asociada es del tipo Auriñaciense, pero con persistencias musterienses. Los huesos hallados se asemejarían más, como en los casos anteriores, a las formas de Oberkassel, Predmost o Combe Capelle que al arquetipo de Cro–Magnon.
    4.- El cráneo juvenil (Cro-Magnon) fragmentado de la cueva del Parpalló.
    5.- El frontal de varón hallado en Barranc Blanc (Gandía). Se interpreta como del tipo cromañoide norteafricano de Mechta-Afalou más que del Cro-Magnon europeo. En elmismo nivel (Epigravetiense) de este yacimiento se halló un cráneo juvenil dólico–ovoide de aspecto mediterránido.
    6.- Restos magdalenienses de Seriña (Gerona).
    7.- El cráneo tardomagdaleniense de la cueva de Urtiaga (Guipúzcoa). Según algunos autores podría considerarse como precursor del tipo vasco (pirenaico-occidental), aunque con algunos rasgos cromañoides.
    8.- Los cuerpos momificados de un hombre adulto y un niño encontrados el La Galera (Granada). Corresponden a la Edad del Bronce.

    Tanto en el país Vasco como en las islas Canarias perviviría el tipo de Cro-Magnon, el cuál aparecería junto a elementos de carácter mediterránido. La persistencia del prototipo cromañoide se encuentra asociada a los yacimientos neo-eneolíticos. La subvariedad de Combe Capelle[4], y no el Cro-Magnon clásico, sería la precursora de la raza mediterránea actual.
    Las poblaciones mesolíticas peninsulares están bien representadas por el yacimiento de Muge, en el valle del bajo Tajo. Basándose en la industria lítica, asociada con la de las culturas norteafricanas, se ha pensado que los restos de Muge datarían de la época Capsiense-Tardenoisiense. Pertenecerían a dos tipos distintos, uno dolicocéfalo, leptoprosopo y mesorrino que sería el predominante; otro menos abundante, braquicráneo de forma alpina, similar a los cráneos de Ofnet. Quizá estos hombres del Mesolítico representen el final de la oleada migratoria que, procedente del Cercano Oriente (natufienses)[5] y tras recorrer toda la cuenca del Mediterráneo, habría concluido en la Península Ibérica y en Marruecos (Da Cunha y Fusté, 1962). En Euskadi se han hallado, en un nivel superior al Magdaleniense, dos cráneos en la cueva de Urtiaga (Itziar, Guipúzcoa). Ya Aranzadi consideró estos ejemplos del Aziliense como más similares a los vascos actuales que al tipo Cro-Magnon. Ello demostraría la presencia remota en el País Vasco de la subvariedad pirenaico-occidental, que habría quedado, junto con el resto del litoral Cantábrico, aislado de la influencia racial mediterránida y haría pensar en un origen local de dicho tipo racial a partir de alguna forma del Paleolítico Superior.
    En el intervalo transcurrido entre el Mesolítico y la Protohistoria se van conformando los caracteres raciales que definirán a los habitantes de la Península Ibérica hasta la actualidad. De esta época existen abundantes documentos osteológicos que permiten un mejor conocimiento de la tipología de las poblaciones hispánicas. Tales restos abundan particularmente en la región levantina. En el ámbito ibérico aparecen los siguientes elementos raciales según la antropología física tradicional (aquí no se incluyen los casos vasco y gitano, tratados más detenidamente a lo largo de este capítulo):

    I.- Raza mediterránea. La raza mediterránida propiamente dicha constituye un conjunto heterogéneo ampliamente extendido en las regiones de la cuenca mediterránea, aunque sobrepasa los límites orientales de Europa, donde se individualiza en tipos locales bajo el nombre de subraza sudoriental; aún más al este, donde dicha raza alcanza el norte de la India, se presenta con pocas modificaciones bajo el nombre de subraza indoafgana. En África, la raza mediterránea se extiende meridionalmente hasta los confines del tronco racial melanodermo, formando la subraza sahariana. Durante el Neolítico la raza mediterránea extendía su ámbito de expansión más al Norte, donde habría ocupado buena parte de Centroeuropa, el litoral Atlántico y las islas británicas (substrato precéltico paleocamítico). Prueba de ello serían los restos óseos encontrados en Normandía (Francia), pertenecientes al tipo mediterránido grácil, actualmente conservados en el museo municipal de Caen.
    Esta raza se caracteriza en Europa por una piel mate más o menos morena, con cabellera y ojos oscuros (de color marrón o negro) y por una estatura media o ligeramente baja. La cara es alargada y la cabeza meso- o dolicocéfala. La nariz presenta una forma recta y delgada. La raza mediterránea se subdivide en su zona expansiva occidental en:
    I.1.- Subraza íbero-insular (tipo mediterránido grácil). Aparece en la Península Ibérica, Magreb, Francia Meridional, Italia, islas del Mediterráneo occidental, Grecia continental y archipiélago helénico. La complexión de los individuos es delgada, con el tronco largo y los miembros cortos y delgados. La estatura es baja y no sobrepasa por término medio 1,65 m. El cráneo tiene forma dolicocéfala, aunque puede alcanzar los límites de la mesocefalia. La cara es oval, larga y estrecha (mesoprosopia), la nariz es leptorrina y los labios son carnosos. Las órbitas son grandes y redondas.
    I.2.- Subraza atlantomediterránea (tipo mediterránido robusto o eurafricánido). Esta subraza se extiende por el litoral mediterráneo de España, Francia e Italia; en el país galo se remonta a lo largo de la costa atlántica hasta el Loira. Entre sus caracteres cabe destacar una talla más elevada que la de la subraza íbero-insular, además de una estructura corporal más robusta. Los mediterránidos robustos aparecen actualmente mezclados con gentes de otras razas.
    La raza mediterránea de Europa procedería de la hibridación de dos migraciones sucesivas, una de origen meridional con punto de partida en el Norte de África y otra de raíz oriental surgida en Asia Menor y Siria. Estos diferentes aportes se habrían mezclado con las poblaciones autóctonas del Paleolítico Superior europeo (prototipos de Cro-Magnon, Grimaldi y Chancelade). El aporte mediterránido de la Península Ibérica se completaría con las colonizaciones fenicio-púnica, griega y romana acaecidas durante la Edad Antigua así como con el asentamiento árabo–beréber que tuvo lugar en el período islámico. Con esto se puede afirmar que ya durante el Eneolítico y la Edad del Bronce peninsular existía una gran homogeneidad <>, la cual sólo se vería interrumpida en las zonas cantábrica y pirenaica, conectadas con el foco centroeuropeo de braquicefalia, y en la región levantina, donde aparecen cráneos de tipo dinárico-armenoide. A partir de la Edad del Bronce el ámbito ibérico recibe una serie de influencias de diverso origen que, sin embargo, no consiguen alterar en demasía el panorama antropo-anatómico pre-existente sino que lo complementan. Tales grupos migratorios pueden clasificarse en:
    II.- Tipo o raza de Grimaldi. Denominación dada por ciertos autores (Fusté) a algunos de los caracteres esqueléticos fechados en el Neolítico y en las eras metalíferas. Aquí destacarían los restos barceloneses de Sant Quirze de Galliners así como los gerundenses de Puig d’En Roca y de Sant Juliá de Ramis. Los rasgos óseos encontrados fueron atribuidos a una raza melanoderma pero no se ha llegado a demostrar dicha hipótesis.
    III.- Raza braquicéfala alpina. Ya durante el período Eneolítico el foco de braquicefalización centroeuropeo llega a algunas comarcas del Pirineo catalán. Posteriormente, el elemento alpino se extendería por otras zonas peninsulares a raíz de las invasiones célticas y germánicasy en las colonizaciones llevadas a cabo en el Sur y Levante, tras la expulsión de los moriscos, en los siglos XVII y XVIII. La presencian antigua de braquicráneos se observa en los restos aparecidos en los sepulcros megalíticos de la comarca de Solsona. En al vertiente septentrional de los Pirineos, en el yacimiento de L’Ombrive, Vallois encuentra elementos alpinos en el seno de una población de predominio mediterráneo. Más adelante el factor braquialpino superaría numéricamente al mediterránido en algunas comarcas (por ejemplo cueva de Suisat). La expansión braquialpina comienza antes de las grandes migraciones de Hallstatt y La Tène[6] y continua durante el período protohistórico (primer milenio antes de la era cristiana). En la franja cantábrica la raza alpina acaba insertándose en el tipo pirenaico-occidental. La variedad más frecuente en la parte septentrional de la península es la de cara leptoprosopa (alargada) y cabeza braquicéfala (ancha). Su talla es media–alta, con piernas largas y brazos relativamente cortos. El tronco es robusto, con fuertes espaldas. Según Hoyos-Saínz, el habitante cantábrico sería básicamente una mezcla con o sin fusión de dos conjuntos: el celto-germano, alto y rubio, y el celto-alpino, bajo y moreno, ambos braquicéfalos. P. Gómez añade un tercer arquetipo, el dinárico mediterranizado.
    IV.- Raza dolicocéfala nórdica. Aparece junto con el elemento alpino, aunque en menor número, durante las migraciones célticas. Sin embargo, la verdadera expansión peninsular de la raza nórdica se produjo a raíz de las invasiones germánicas[7] del S. V d.C. A posteriori arrivaron nuevos contingentes procedentes del Norte de Europa a partir del comercio esclavista (“eslavos”) llevado a cabo en Al-Ándalus y de las emigraciones acontecidas en la Edad Moderna. En época contemporánea ha continuado la inmigración de dolicocéfalos-rubios en la península, especialmente en su parte meridional. El prototipo racial “germánico” aparece repartido por toda la geografía peninsular, si bien, éste es abundante en el norte y en algunas comarcas de la Meseta. Entre los restos esqueléticos atribuidos a dicha raza destacan los datados en época antigua aparecidos en la necrópolis galaico–romana de La Lanzada (Pontevedra).
    V.- Tipo racial dinárico–armenoide[8]. Caracterizado por su plano–occipatalia, aparece abundantemente en los yacimientos de La Ladera del Castillo (Chiva, Valencia), cueva de La Pastora (Alicante) y en diversas necrópolis de las Islas Baleares. En todos estos casos el elemento racial dinárico–armenoide se encuentra de forma individualizada entre una mayoría de población dolicocéfala mediterránea. Su origen es probablemente marítimo y quizá corresponde a los pueblos que algunos arqueólogos (por ejemplo Peake) denominan prospectors. Frente a lo que se opinaba hace años, la difusión del tipo dinárico-armenoide parece haber sido un fenómeno independiente de la introducción de la cultura del vaso campaniforme. Los cráneos de tal subvariedad antropo-anatómica presentan las características bóvedas altas, nariz prominente, contorno esfenoide en norma superior y aplanamiento occipital. Actualmente dicha subraza se confunde entre el conjunto demográfico hispano.

    Una excepción dentro del panorama etno-anatómico español la constituye la raza guanche o canaria. Posiblemente éste sea el prototipo antropológico más antiguo del ámbito hispánico, con varios miles de años de antigüedad:
    VI.- Raza guanche o canaria. En las Islas Canarias pervive una variedad racial autóctona anterior a la invasión española, la cual aún destaca entre un fondo antropo–anatómico fundamentalmente mediterránido. Los guanches son los más emparentados con la desaparecida raza del Cro-Magnon, que también tuvo su zona de expansión en el Norte de África (raza de Mechta-el-Arbi). La raza canaria muestra un cráneo muy alargado (hiperdolicocefalia) y el rostro bajo, concentrado en la parte inferior de la cara. La nariz es delgada. Su pigmentación es media y el cabello suele presentar una forma lisa. La primigenia población guanche era afín a la del Magreb occidental y su lengua estaba emparentada con el beréber. El aislamiento geográfico y su exclusión de la zona de extensión árabe permitieron la preservación del elemento guanche en Canarias.

    7.1.1-Características raciales de la población española actual

    El mosaico racial hispano moderno apenas difiere del que existía enla Antigüedad, si bien, se han producido cambios a escala local o regional a causa de las migraciones históricas recientes, la adaptación geo-climática de los grupos inmigrados y su mestizaje con la población autóctona. En ciertos casos, la aparición de elementos raciales foráneos y minoritarios apenas tiene más de dos siglos. Un ejemplo de ello lo constituye la colonización llevada a cabo por contingentes de centro-europeos (valones, alemanes y franceses) en la España meridional y levantina tras la expulsión o dispersión de los habitantes moriscos que antes la poblaban. Los inmigrantes európidos cambiaron el panorama antropo-anatómico de ciertas comarcas peninsulares. Su llegada completaba los aportes alpinos y nórdicos ya existentes en la península. George Borrow, misionero y escritor inglés del siglo XIX, nos relata en su famosa obra La Biblia en España la impresión y curiosidad que le produce encontrarse a una mujer de tez clara y pelo castaño en un pueblo de Córdoba (G. Borrow, La Biblia en España, Ed. Altaza, Barcelona, 1997. Págs. 198-200):

    <<(...) La vega, en que a la sazón entrábamos, forma parte del gran despoblado de Andalucía, antaño risueño jardín transformado en lo que ahora es desde que, por la expulsión de los moros de España, fue sangrada esta tierra de la mayor parte de su población. Desde aquí harta Sierra Morena, que separa la Mancha y Andalucía, las ciudades y pueblos son escasos, muy apartados unos de otros, y aun algunos de ellos datan sólo de mediados del pasado siglo, cuando un ministro español intentó poblar este desierto con hijos de un país extranjero.

    A eso de mediodía llegamos a un sitio llamado Moncloa, donde hay una venta y un edificio de aspecto desolado con cierta apariencia de château; una palmera solitaria yergue su cabeza por encima del muro exterior. Entramos en la venta, atamos los caballos al pesebre, y después de mandar que los echaran un pienso fuimos a sentarnos a la lumbre. El ventero y su mujer vinieron también a sentarsea nuestro lado. <>. Miré con atención a los venteros: eran jóvenes; el marido representaba veinticinco años; era un patán de corta estatura, muy recio, sin duda alguna de prodigiosa fuerza; tenía correctas facciones, pero de expresión sombría, y en sus ojos brillaba un fuego maligno. Su mujer se le asemejaba un poco, pero su semblante era más abierto y parecía de mejor humor; lo que más me chocó en la ventera fue el color de su pelo, castaño claro, y su tez, blanca y sonrosada, tan diferentes del pelo negro y atezado rostro que en general distinguen a los naturales de la provincia. <<¿Es usted andaluza? –pregunté a la ventera–. Casi estoy por decir que me parece usted alemana>>.

    –La ventera: No se equivocaría mucho su merced. Es verdad que soy española, pues en España he nacido; pero también es verdad que soy de sangre alemana, puesto que mis abuelos vinieron de Alemania, así como la de este caballero, mi señor y marido.

    –Yo: ¿Y cómo fue venir sus abuelos de usted a este país?

    –La ventera: ¿No ha oído nunca su merced hablar de las colonias alemanas? Hay bastantes por estas partes. En tiempos antiguos el país estaba casi desierto, y era muy peligroso viajar por él, debido a los muchos ladrones. Hará cien años, un señor muypoderoso envió mensajeros a Alemania para decir a la gente de allá que estas tierras tan buenas estaban sin cultivo por falta de brazos, y prometiendo a cada labrador que quisiera venir a labrarlas una casa y una yunta de bueyes, con lo necesario para vivir un año. De resultas de esta invitación, muchas familias pobres de Alemania vinieron a establecerse en ciertos pueblos y ciudades prevenidos para el caso, que aun llevan el nombre de Colonias Alemanas.

    –Yo: ¿Cuántas habrá?

    –La ventera: Varias. Unas por este lado de Córdoba y otras al otro (Sevilla). La más próxima es Luisiana, que está de aquí a dos leguas; de allá venimos mi marido y yo. La siguiente es Carlota, a unas diez leguas de distancia; esas son las dos únicas que yo he visto, pero hay otras más lejos, y algunas, según he oído decir, están en el riñón de la sierra.

    –Yo: ¿Hablan todavía los colonos el idioma de sus antepasados?

    –La ventera: Sólo hablamos español, o más bien andaluz. Verdad que algunos, muy viejos, saben unas pocas palabras de alemán, aprendidas de sus padres, nacidos en aquella tierra; pero la última persona de la colonia capaz de entender una conversación en alemán fue la tía de mi madre, porque vino aquí de muy joven. Siendo yo una chica, recuerdo haberla oído hablar con un viajero, compatriota suyo, en una lengua que me dijeron erael alemán; se entendían, pero la vieja confesaba que se le habían olvidado muchas palabras; ya hace años que se ha muerto.

    –Yo: ¿De qué religión son los colonos?

    –La ventera: Son cristianos, como los españoles, como antes lo fueron sus padres. Por cierto, he oído decir que venían de unas partes de Alemania (Baviera y otras regiones meridionales de confesión católica) donde la religión se practica mucho más que en la misma España.

    El autor británico alude a la repoblación de centroeuropeos llevada a cabo durante el reinado de Carlos III. De sus notas se desprende que los inmigrantes perdieron la idiosincrasia lingüística y las costumbres de sus lugares de origen en un par de generaciones, aunque conservando el recuerdo de su procedencia. En menos de un siglo, los colonos adoptaron el modus vivendi andaluz y se empezaron a hibridar con los habitantesoriundos. Su llegada a la península, aparte de la necesidad de mano de obra, estaba condicionada por su confesión cristiano-católica. En una época en la que aún pervivían las persecuciones religiosas y los decretos de “limpieza de sangre”, se prefirió la importación de contingentes demográficos procedentes de la Europa central cristiana que del Magreb musulmán, a pesar de que este último territorio se encontraba más cerca de Andalucía tanto geográfica como culturalmente.
    Actualmente se ve en el ámbito hispano un predominio numérico del prototipo racial mediterránido en sus variantes íbero-insular (grácil) y atlantomediterránea (robusta). Aisladamente o hibridados en mayor o menor medida con esta raza aparecen las formas dolicocéfala nórdica, braquicéfala alpina (con occipital redondeado) y braquicéfala armenoide (con occipital aplanado). Las razas nórdica y alpina han tenido ligeras mutaciones, tanto en su fisonomía como en su pigmentación (oscurecimiento del iris y del cabello), lo que las distingue de las poblaciones europeas originarias. La Península Ibérica presenta una gran “homogeneidad” racial. Sin embargo, ello no significa uniformidad, factor que se aprecia en las diferencias regionales.
    Los españoles están clasificados entre los pueblos de menor estatura de Europa y las variaciones regionales de talla no son demasiado importantes: medias diferenciales de 176,031 cm para los navarros y 174,109 cm para los extremeños. La media nacional se sitúa en torno a 175 cm. Las tallas más altas se registran en el Norte pirenaico (Aragón y Navarra)[9] y Euskadi y las más bajas en Extremadura, Galicia y Andalucía. En los últimos 40 años la media ha crecido 9 cm (7,9 centímetros entre 1973 y 1998), aunque de manera desigual; más en el lustro 1975-80 y menos en el de 1965-70. Las causas de este aumento generacional de talla deben buscarse en la mejora de las condiciones de vida y en el cambio de los hábitos alimenticios de los españoles (variación dietética y mayor consumo de carne y leche). Los valores de altura hispanos se acercan cada vez más a los propios del Magreb y de la Europa septentrional. Ello se explica por la menor incidencia de las enfermedades durante la etapa de crecimiento y por la mejor calcificación de los huesos, venida por un aumento en el aporte calórico, vitamínico y proteínico de la nutrición. En un estudio confeccionado a partir de las cifras absolutas obtenidas en la Estadística de Reclutamiento y Reemplazo del Ejército y publicado por el Instituto Nacional de Estadística (I.N.E) en 1968, se desprendía que la talla media de los varones españoles en edad militar había aumentado en casi dos centímetros entre 1958 y 1967 (Valls, Arturo. Introducción a la antropología. Fundamentos de la evolución y de la variabilidad biológica del hombre, Ed. Labor, Barcelona, 1980, págs. 521-547).
    Distribución de la talla en España (valores medios en centímetros):

    GRÁFICO 10

    En la distribución de la estatura por regiones antropométricas también se observa este fenómeno. Según Hoyos Sainz (Antropodemografía española, 1972), los valores para 1966 y 1967 eran los siguientes:

    GRÁFICO 11

    En cuanto al peso, la media nacional española es de 68,56 kilogramos por persona. Los valores extremos varían entre los 70,26 Kg. de media en Asturias y los 67,05 Kg. de Castilla y León. Los más pesados, según el Centro de Investigaciones Sociológicas (C.I.S.), serían los asturianos, los gallegos, los canarios y los múrcianos; los menos serían los castellano-leoneses, los riojanos, los madrileños y los valencianos. La esperanza media de vida, por su parte, oscila en torno a 77 años por habitante. En este caso los extremos se situarían entre los 78,31 años de media para Castilla y León y los 75,89 para Baleares. Las regiones con mayor longevidad serían Castilla y León, Navarra, Aragón y Castilla La Mancha; las de menor expectativa lo compondrían Baleares, Andalucía, Canarias y Murcia. Como se aprecia aquí, tanto en el peso como en la edad vital media no existen importantes diferencias regionales.
    El índice cefálico presenta distribución irregular en todo el ámbito ibérico, predominando en general la dolicocefalia o la mesocefalia. En una serie antigua realizada con más de 8000 españoles se concluyó que la media del índice Retzius era de 77,7 oscilando entre 76,8 en Valencia y 80,3 en Asturias. Las zonas de dolicocefalia o de mesocefalia moderada (I. C. por debajo de 77) se distribuyen irregularmente: provincia de León, Alto Aragón, núcleos de ambas mesetas, sur de Baleares, etc.; zonas de fuerte mesocefalia o braquicefalia moderada son la Baja Andalucía y sur de Extremadura, centro, región cantábrica y vertiente española de los Pirineos. Núcleos de hiperbraquicefalia no se encuentran más que de forma diseminada en ciertas comarcas de Lugo y el Litoral asturiano (Luarca, 84,1; Llanes, 85,7). En Portugal predomina la dolicocefalia y la mesocefalia moderada. Los españoles son, en general, leptoprosopos y leptorrinos, si bien tanto en el noroeste como en el suroeste los índices nasales se aproximan a la mesorrinia. En la península es común el tipo de nariz recto y en menor medida el cóncavo; aisladamente también aparecen formas con dorso convexo (aguileño o griego).
    Respecto a la pigmentación, en la Península Ibérica y las islas adyacentes predomina un tipo de piel variable entre el moreno claro y el pálido, siendo excepcional el color blanco-rosado o el extremadamente blanco. Según Carletton S. Coon, el marco hispano entraría dentro de la región pigmentaria pálida, zona que abarca toda la franja septentrional del Magreb, la costa mediterránea francesa, el centro y sur de Italia, Europa oriental y una franja de Rusia y norte de Escandinavia (Laponia), Asia Menor, norte de Siria, Cáucaso y el territorio comprendido entre los mares Caspio y Aral (Renato Biasutti, Le Rasse e il Popoli della terra, I, 1956). En España, según otros autores (Valls, 1980), es mayoritaria la pigmentación oscura de la piel, sobre todo en Galicia, Extremadura y litoral mediterráneo.
    La coloración del cabello y de los ojos, por su parte, es en proporción mayoritariamente oscura. En una serie andaluza Hulse y Coon encuentran un 90% de cabellos castaño-oscuros y negros y un 60% de ojos oscuros. En el centro y noroeste del país hay proporciones más fuertes de pigmentación clara (Hoyos, 1952). C. S. Coon incluye a la península dentro de las latitudes de pigmentación capilar y ocular oscura (según el mapa de Elmer Rising, 1939). La coloración oscura es plenamente predominante en la mayor parte del litoral mediterráneo español (incluidas las Islas Baleares), el Sur y todo el occidente peninsular (incluido Portugal), apareciendo proporciones minoritarias de pigmentación mixta y clara para ojos y pelo en Madrid, norte de Castilla La Mancha, Castilla y León, Cantábrico central y oriental, La Rioja, Navarra, Aragón y Cataluña. Dentro del contexto geo-pigmentario, la mayor parte de la Península Ibérica presenta analogías con el norte de África, las islas mediterráneas, el sur de Italia, Grecia, Asia Menor, Oriente Medio y Península Arábiga; frente a eso, el centro ynoreste hispanos muestran una relación de color (oscuro>mixto y claro) similar a la de Córcega, sureste francés, la mayor parte de Italia, norte de los Balcanes y retazos de la costa magrebí. La heterocromía, no siendo un denominador común en la población ibérica, sí que aparece esporádicamente repartida por todo el territorio hispano. De este modo, no es raro ver a individuos de piel morena, cabello castaño y ojos claros junto a otros de piel blanca, pelo arrubiado y ojos oscuros, o de tez pálida, cabello negro y color ocular gris, verde o azul.
    En un estudio llevado a cabo por la empresa Max Factor entre 1992 y 1993 para determinar los hábitos de maquillaje de la mujer española, se concluyó –entre otras cosas– qué:

    I.- Color de piel. No existe uniformidad en cuanto al color de piel de las españolas: un 28 por ciento la tiene clara; un 25 por ciento, ni clara ni oscura; un 17 por ciento, algo clara; mientras que otro 17 por ciento, oscura. Aquí hay que tener en cuenta que la percepción del color de la piel es variable en función del contexto geo-cultural que se tome como referencia. De este modo, las españolas se verán más morenas con respecto a las europeas y más blancas frente a las magrebies. Igualmente, no hay que olvidar que la coloración de la piel cambia según su mayor o menor grado de exposición a la radiación solar; así, las pieles que presentan de por sí un color pálido adquieren un tono moreno claro por efecto del sol, mientras que las pieles morenas se camuflan bajo un bronceado achocolatado. Dicho esto, se puede afirmar que la península es una zona de transición pigmentaria entre el tono epidérmico blanquecino de Centro-Europa y el moreno oscuro del África sahariana.
    II.- Color de los ojos. La gran mayoría tiene los ojos marrones (66 por ciento). Un 17 por ciento los tiene verdes, otro 10 por ciento grises, negros o mixtos y sólo un 7 por ciento los muestra azules. El tono de los ojos suele cambiar con la edad, oscureciéndose durante la pubertad y la etapa adulta y reaclarándose (porpérdida de melanina) en el período senil.
    III.- Color de pelo. El castaño en todas sus tonalidades es el color de pelo predominante: castaño (20 por ciento), castaño claro (21 por ciento) y castaño oscuro (21 por ciento). Le sigue el cabello negro, con un 10 por ciento , y el amarillo, con un 8 por ciento. En este aspecto se ha hecho un estudio demasiado general, sin tener en cuenta la suma de las variables regionales. A simple vista se puede apreciar que la península –salvando los tintes artificiales y las diferencias entre sexos– presenta un dominio de los tonos castaño oscuro y negro sobre el marrón, el castaño claro y el rubio. El color anaranjado (pelirrojo) es excepcional. La coloración capilar, al igual que la ocular, tiende a cambiar[10] con la edad. Algunos individuos nacen con el pelo claro y éste se les va oscureciendo con la edad, mientras que a otros les ocurre el efecto contrario. La calvicie masculina es común en la raza mediterránea occidental y la aparición de canas suele ser tardía y en menor proporción que en los países del Norte de Europa, donde el cabello se vuelve de un color blanco frente a los tonos grises de la población anciana española. La forma del pelo varía entre el tipo rizado y el liso, siendo lo más normal el cabello con onda, puente transicional entre el bucle o rizo norteafricano y la morfología semilacia europea.

    Desde el punto de vista serológico (grupos AB0) España presenta algunas diferencias regionales. En el país aparecen las siguientes divisiones geo-sanguíneas: una galaico-leonesa definida por frecuencias relativamente altas de grupos A y B, pero con baja frecuencia de 0; otra en las provincias de Málaga y Granada con valores elevados del grupo B; y otra tercera a ambos lados de los Pirineos, caracterizada por un gradiente que va desde el extremo occidental al oriental de la cordillera, donde aumenta el grupo A la vez que disminuye el B. Dentro del marco español existe una cierta homogeneidad para los valores del grupo 0, sólo interrumpida por su escasez en la zona galaico-leonesa y sus altas frecuencias en Euskadi. La misma característica de repetitividad se da en las huellas dermopapilares, las cuales entrarían dentro de la gama atribuida al tronco racial caucasoide.

    7.1.2-Antropología genética: la hipótesis íbero-africana

    Una de las cuestiones que más ha dado que hablar a los antropólogos ibéricos durante generaciones ha sido la de las relaciones filogenéticas existentes entre la Península Ibérica y el Norte de África. Tras décadas de especulación hoy en día se pueden apuntar los primeros resultados concluyentes con un mínimo de fiabilidad. Las modernas técnicas científicas permiten un conocimiento más preciso del panorama genético de la población hispana. Aquí, como se sospechaba, ha quedado al descubierto el puente biológico establecido durante milenios entre ambos lados del estrecho. No obstante, antes de entrar en cuestión hay que dar unas breves notas sobre los caracteres etno-anatómicos del África Septentrional.
    La población actual del África mediterránea es el resultado de la confluencia y mestizaje de diversos elementos raciales. Al norte de la línea virtual Dakar-Yibuti se ha fijado la zona de predominio leucodermo. Con todo, la variedad antropomórfica de esta región es enorme y los estudiosos de la etnoanatomía no han conseguido establecer más que ciertas líneas de generalidad entre los distintos conjuntos. Algunos grupos, como los beréberes, han conservado más intactos sus rasgos primitivos mientras que otros se han mestizado fuertemente con poblaciones négridas meridionales (por ejemplo tibu o algunas castas tuareg).
    En el África “blanca” la agricultura y la ganadería fueron introducidas hace unos 6.000 años a partir de su límite oriental, avanzando desde allí hasta la costa atlántica. Desde entonces dicho ámbito ha sufrido diversas oleadas migratorias: fenicios (S. IX-V a.C.);helenos (S. IV-II a.C.);romanos (S. I-IV d.C.); vándalos (S. V-VI d.C.); árabes y europeos. Las invasiones árabo-musulmanas que tuvieron lugar entre los siglos VII y XI d.C. dieron lugar al mestizaje de los beduinos sudorientálidos con los beréberes autóctonos. Igualmente, el tráfico de esclavos que establecieron los árabes determinó un flujo génico con las poblaciones négridas subsaharianas. Entre algunas comunidades beréberes se conservan casi intactos los caracteres primigenios a causa del aislamiento geográfico y de su negativa a hibridarse con otros conjuntos.
    A partir de lo dicho se hace difícil la descripción de una fisonomía común desde Egipto hasta Mauritania, ya que los grupos originales aparecen en proporciones distintas según los lugares. En general, la pigmentación de la piel es algo más oscura que en el Mediterráneo europeo. El cabello suele ser ondulado (media onda) y únicamente aparece espiralado en ciertos colectivos de contacto con los melánidos. La estatura es media-elevada, salvo en ciertas regiones, como Cirenaica, donde disminuye sensiblemente. El índice cefálico es bajo (71-77 en promedio), pero en el altiplano argelino, en la costa oriental de Tunicia y en la isla de Gerba hay cierta tendencia a la braquicefalia. De manera global, se puede afirmar que en las regiones costeras predominan la leptoprosopia, la leptorrinia y la braquicefalia, y en el interior la mesoprosopia, la mesorrinia y la dolicocefalia. En algunas tribus aisladas aparecen altas frecuencias de cabellos rubios (20%) y en el Rif el rutilismo alcanza los niveles de Irlanda o Escocia, con un 4%.
    En la composición racial del África septentrional intervendrían (Biasutti, 1959) los siguientes elementos, según la antropología física tradicional:

    I.- Un componente beréber de estatura no muy elevada en Cirenaica, Tripolitania y Atlas, pero de mayor corpulencia en Argelia.
    II.- Un elemento árabe, sudorientálido, que es siempre numéricamente poco importante y aparece irregularmente diseminado; caracterizándose por una cara oval, nariz recta, mayor pilosidad y estatura elevada.
    III.- Un tipo mediterránido grácil que predomina en la parte occidental (talla media, nariz de dorso recto, piernas no muy desarrolladas respecto al tronco, etc.).
    IV.- Un tipo dinárico-armenoide importado durante las migraciones fenicia, hebrea y árabe, el cual se incluye en la constitución racial de las poblaciones de Siria y Arabia. Sin embargo, en Gerba, en el Mzab y en el Atlas la braquicefalia plano-occipital se podría deber a contactos con európidos.
    V.- Un componente európido[11] de tipo nórdico y alpino. Su origen probablemente sea prehistórico, aunque la invasión vándala y la importación de esclavos cristianos europeos durante la etapa andalusí[12] añadió nuevas remesas de esta raza a las ya existentes.
    VI.- Un influjo de la raza etiópida (estatura media-alta, longilineidad, dolicocefalia, pigmentación muy oscura, cabello encrespado...), manifestado de manera evidente entre los barabra (primera a tercera cataratas del Nilo).
    VII.- Un elemento négrido en los oasis meridionales de Marruecos, Argelia y Libia. Dicho componente se introdujo a raíz de la importación de esclavos sudánidos llevada a cabo por los árabes.

    Dentro del África septentrional, el ámbito que presenta más similitudes con la Península Ibérica es el Magreb occidental. En África menor el elemento racial predominante es el beréber –particularmente en Marruecos y Argelia–, con dolico-mesocefalia y perfiles nasales rectos o convexos. Los beréberes de pigmentación más clara son los rifeños; en los shluh del Atlas y del valle del Souss hay un 10% aproximado de pelo crespo y pliegue epicántico; los rifeños, kabila y susi tienen mesoeuriprosopia (cara media), mandíbulas robustas y narices más anchas. Los antropólogos franceses reconocían en esta región tres tipos morfológicos diferenciados (Marquer, 1967): los dolicocéfalos morenos de talla baja (subraza íbero-insular), que predominan en el norte



    José María (Las Caras del Racismo, www.celtiberia.net) [06.09.2005 21:44] - 3042 lecturas - 7 comentarios
    Artículo/noticia publicado/a en Kaosenlared.net en el apartado de Libre Publicación NO seleccionada por el Kolectivo Editorial

  36. #186 Virio 24 de mayo de 2006

    Biblioteca: LA LENGUA CELTA EN GALICIA

    Amalur, cuando digo que hay zonas de Asturias donde se llama a la gente cantando, no es una impresión subjetiva, es literal.

    En cuanto a la similitud vasco/resto de españa astur/resto de españa, pues en eso sí que no puedo hablar de mera objetividad ya que me baso en mi percepción particular y ésta me dice que los vascos son más similares en "indiosincrasia" a la forma castellana que el asturiano .

    Será que Castilla fué repoblada con cántabros y vascones, no lo sé. El hecho de que habléis otra lengua no os da visos de estar en una "onda" direrente ya que no es vuestra lengua lo que os define a la hora de contrastaros con otros españoles, sino la manera que tenéis de hablar la lengua que no es vuestra y, en ese sentido, sois más parecidos al castellano del norte que lo que se puede parecer el asturiano o el gallego.

    El hecho de tener una lengua preromana es históricamente circunstancial. No representa una resistencia a las invasiones (léase pacto con roma durante el bellum cantábricum) sino una adaptación mejor a las circunstancias y , sobre todo, el hecho de que al no tener un sustrato linguístico indoeuropeo os resutase más difícil la transición al latín (lengua indoeuropea, y emparentada por tanto con el céltico hablado en el noroeste).

    Pero eso no significa que estéis alejados étnicamente del resto de los hispanos en ese momento, sino que vuestro grado de indoeuropeización es menor y por tanto, resulta más fácil conservar vuestra lengua, amén de la coyuntura geográgica y política que os mantuvo al margen de la latinización.

    De todos modos, da igual lo que argumente, porque de lo que hablo es de cómo os percibo yo en relación al conjunto de España. Así que no deja de ser mera opinión.

    Me tiré un año en el país vasco (en la mili , claro) , junto a vascos, maños, catalanes, gallegos y castellanos principalmente.

    Desde el primer momento quise buscar esa "particularidad" que me hiciera pensar que un vasco se alejaba indiosincráticamente más que el resto de España de lo que ya lo estaba un gallego o un asturiano y, me sentí más alejado del aragonés , por poner un ejemplo, de lo que sentía que podía estarlo uno de los vascos con los que conviví, que por otra parte, con quienes mejor se llevaban era con nosotros (vascos/asturianos), quizás porque reconocían en nosotros una particular y marcadísima forma de ser que nos hacía singulares sin pretenderlo, quizás porque al igual que ellos, éramos un grupo numeroso.

    Claro que percibía diferencias, por supuesto, pero creo que las mayores estaba entre noroeste y centroeste, más que entre nordeste y centroeste.

    Un saludo.

  37. #187 Virio 24 de mayo de 2006

    Biblioteca: caracteres raciales de los cantabros

    Gracias, Don Régulo :). No sé por qué pero tu nick me suena a alimento para adelgazar:)))

    Aquí pego el artículo al que haces alusión, saludos:):


    LOS ÁRABES NO INVADIERON LA PENÍNSULA IBÉRICA





    Hace un par de años que llegó hasta mí el texto de un libro que desconocía hasta entonces y que me resultara estremecedor, tanto por lo novedoso e inesperado de sus teorías como por el sólido entramado, de carácter técnico y científico en que fundamentaba sus argumentaciones. Esta obra, que ya muchos conocen se titula “La Revolución Islámica de Occidente”, versión en lengua castellana de la que en 1968 publicara el historiador Ignacio Olagüe en Francia con el relevante título “Les arabes n’ont jamais envahi l’Espagne”.



    Olagüe estructura su obra cimentada en varios pilares que son:

    - El determinismo geográfico, derivado de las crisis climáticas regionales y basado en los entonces relativamente recientes estudios de Emberger, Huntington, etc.

    - Una profunda revisión de las fuentes escritas (supuestamente históricas) que abarcan tanto las latinas o cristianas (crónica mozárabe, crónica de Alfonso III) como las árabes o musulmanas (Ajbar Machmua, Crónica de Rasis, al-Muqtabis de Ibn Hayyan,,,,)

    - Un exhausto examen de las actas conciliares de la Iglesia Católica.

    - El análisis de los vestigios arqueológicos y el legado arquitectónico, realizado por los expertos del momento, sobre todo Gómez Moreno en relación con la mezquita de Córdoba, G. Marçais, E. Lambert,...)



    El resultado son unas cuatrocientas páginas, perfectamente cohesionadas y respaldadas por otras tantas notas o referencias a las obras de los investigadores, autores o testimonios escritos, en los que apoya cada uno de sus argumentos. Las conclusiones principales de la obra son:



    - Que la historia de la Península Ibérica en el siglo VIII es oscura y confusa, existiendo pocos testimonios fiables.

    - Que los eventos militares de casi un siglo y medio tras la pérdida de la hegemonía visigótica, no es sino una sucesión de guerras civiles entre los fragmentos de aquel reino medieval, los de la Tarraconense apoyados en sus huestes centro y norte peninsulares, los de la Bética apoyados en sus huestes del sur y de la Tingitana, al otro lado del Estrecho de Gibraltar.

    - Que la arabización de la Península se produce principalmente a partir de la primera mitad del siglo IX y que dicha arabización y consecuente islamización es debida ante todo a las estrechas relaciones humanas existentes entre el sur peninsular y la costa norte africana. Es lo que viene a llamar la transmisión de una idea-fuerza, frente a la idea de la conquista por un contingente militar procedente de Arabia o cuando menos del norte africano.



    Esta magna obra, que sigue las tesis en cierto modo de Américo Castro, causara gran sensación, es de suponer debido sobre todo a lo sólido de su argumentación. Tan debió ser así, y el impacto tan notable frente a las tradicionales historias de Rodrigos, Pelayos y Abderrahmanes transmitidas por aquellas monolíticas enciclopedias de bachiller, que una vez superada su salida a la luz bajo los auspicios de la Fundación Juan March en 1974, se perdió para el resto de los tiempos siendo de muy difícil localización de no ser por la rebusca en alguna biblioteca o la edición furtiva que algunos hicieron del libro para alimentar las bases teóricas de la identidad andalusí.



    Resulta curioso comprobar como esta obra ha sido vilipendiada en su posterioridad con una ligereza tal que cuando menos resulta escasa frente a la cantidad de argumentaciones que aquella presenta. Solamente he encontrado una referencia que sigue las tesis de este historiador (GARAUDY, 1987).



    Cuando se lee el libro de Olagüe, la apreciación que resulta no es ni más ni menos que estar ante el producto de un erudito, de aquellos que produjo la rancia España de la posguerra y que vilipendiados en su tierra, tuvieron magnífica acogida en suelo ajeno. La obra pues, es una síntesis de muchas teorías, investigaciones y resultados ajenos o propios basados en la climatología, la arqueología, historia, actas conciliares eclesiásticas, producto sin duda de innumerables horas de trabajo de unos y otros.



    Frente a ello, los autores que se oponen a dicho autor, a veces con ciertos visos iracundos presentan alegatos como los siguientes:



    “la majadera mixtificación histórica de I. Olagüe, según la cual no hubo invasión islámica sino una integración espontánea –y suponemos que también gozosa- de la Hispania romano-visigótica en el ámbito cultural árabe, por simple ósmosis. La repetición resumida de las boberías de Olagüe (pedimos perdón por usar estas palabras, pero por mor de exactitud no hay otras) lleva al autor a deslizar nuevos dislates...” (FANJUL, 2000)



    “...en el año 1969 Ignacio Olagüe publicó en París, un sorprendente libro cuyo título era Les Arabes n’ont jamais envahi l’Espagne. Unos años después dicha obra fue traducida al español. ¿En qué quedamos? ¿Hubo o no invasión de las tierras hispanas por los árabes? Es indudable que el libro de Olagüe por muchas supuestas razones que lo acompañaran, tenía un propósito provocador. En cualquier caso lo cierto es que esa hipótesis ha terminado por naufragar.” (VALDEÓN BARUQUE, 2001).



    “ El producto más reciente y no el menos curioso de esta tendencia a minimizar el “impacto” de la conquista musulmana sobre la sociedad y la civilización españolas es la obra publicada en 1969 por Ignacio Olagüe y titulada: Les Arabes n’ont jamais envahi l’Espagne, en la cual su autor demuestra con la mayor seriedad del mundo –a no ser que se trate de cabo a rabo de una mistificación- que no hubo conquista en el año 711, y que gran parte de los relatos que se refieren a este acontecimiento y a sus efectos inmediatos se han inventado a posteriori para proporcionar una explicación satisfactoria a la lenta y caótica conversión de la sociedad hispánica, ya en su mayoría conquistada por el arrianismo en el curso del s. VIII, al Islam que en esta época se extendía desde el Oriente por toda el área mediterránea”. (GUICHARD, 1973)



    “Entre las consecuencias de las polémicas que han rodeado la historia de la España musulmana, habría que citar la curiosa obra publicada en el año 1969 por un historiador español residente en Francia, Ignacio Olagüe, con el llamativo título de: Les Arabes n’ont jamais envahi l’ Espagne. Este libro, que no se arredraba ante la paradójica negación de la conquista árabe de comienzos del siglo VIII, pretendía restablecer la <> sobre las condiciones en las que tuvo lugar la incorporación de la Península Ibérica al área de la civilización arabo-musulmana en la Alta Edad Media....Tales tesis, históricamente insostenibles, no han sido totalmente enterradas con el olvido del libro de Olagüe y reaparecen de vez en cuando; por ejemplo un universitario americano, Norman Roth,...Tales afirmaciones no necesitan comentario. Sus motivaciones <> o <> y el proceso demostrativo que pretende fundarlas merecerían un examen más profundo.” (GUICHARD, 2000).



    Como puede apreciarse, en apenas diez líneas se rebate todo un compendio de variadas argumentaciones como es el libro de Olagüe cuando en justa lid, debería haberse hecho cuando menos enfrentándole una revisión alternativa de cada una de las fuentes en las que aquella se basa y las conclusiones que de ellas deduce. Por lo que conozco, solamente este último autor, Pierre Guichard publica en 1974 un trabajo titulado “Les Arabes ont bien envahi l’Espagne” como contestación a aquella y aunque no he tenido acceso a su contenido, es de suponer, por lo expresivo de sus comentarios, que en dicha obra rebate suficientemente los argumentos presentados por Olagüe, si bien la extensión del mismo, con unas cuarenta páginas es mucho más reducida.



    Siento mucho que esta introducción haya sido un tanto extensa y tal vez farragosa, sobre todo para aquel lector que desconozca la trama principal. El motivo de estas líneas no es otro que recomendar a muchos de los que supongo interesados en la temática que consulta estos foros, un reciente artículo titulado con el nombre que reseñamos en el título inicial “Genética e historia de las poblaciones del norte de África y la Península Ibérica.”, publicado en el número de febrero 2003 de la revista “Investigación y Ciencia”,



    Dicho artículo es obra de los autores E. Bosch, F. Calafell, S. Plaza, A. Pérez-Lezaun, D. Comas y J. Bertranpetit, pertenecientes a la Unidad de Biología Evolutiva de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona.



    Y toda la trama inicialmente expuesta en esta mi composición no es sino porque inevitablemente me ha venido a la memoria la obra y figura del profesor Olagüe, tan versada y multidisciplinar a la que solamente le faltó el apoyo en algo como la novedosa tecnología de la investigación molecular aplicada al análisis genético de poblaciones, como demuestra la exposición de resultados que se hace en este artículo.



    La mayor parte del artículo al que aludimos, consiste en una amplia introducción sobre la genética aplicada al estudio de poblaciones. Deriva genética. Flujo génico. Patrones de herencia: autosomas, cromosoma Y, ADN mitocondrial, conceptos que introducen al lector para poder entender el hilo conductor que va desarrollando. En varios de sus párrafos dice entre otras cosas:



    El Magreb y la Península Ibérica

    “Sabemos ya que la distribución y la antigüedad de la diversidad genética a escala mundial son compatibles con un origen reciente y africano de la humanidad actual...Desde la genética de poblaciones podemos abordar cuestiones que atañen a la Península Ibérica y al noroeste de África...¿Se puede hablar de un origen común para ambas poblaciones a sendas orillas del Mediterráneo?...¿Qué fracción del acervo genético magrebí proviene de la invasión árabe? ¿Podemos identificar la contribución magrebí a las poblaciones peninsulares?... Para resolver esa gavilla de cuestiones sobre el poblamiento y las relaciones genéticas entre la península Ibérica y el Magreb, hemos recurrido al análisis de marcadores clásicos, microsatélites autosómicos, inserciones Alu, secuencias de ADN mitocondrial, polimorfismos de un solo nucleótido (SNP) del cromosoma Y y microsatélites del cromosoma Y en muestras de poblaciones ibéricas, beréberes del norte, centro y sur de Marruecos y del centro de Argelia, árabes marroquíes, argelinos y tunecinos, y saharauis.”



    Orígenes remotos de norteafricanos y habitantes de la Península Ibérica

    “Con pocas excepciones, todos los marcadores genéticos analizados muestran una separación clara entre las poblaciones magrebíes y las de España y Portugal, incluidas, sin embargo, en el rango de las poblaciones caucasoides...De acuerdo con nuestro análisis de marcadores clásicos, las distancias genéticas entre ibéricos y poblaciones del Oriente Medio son menores que la que existe entre ibéricos y magrebíes...En la Península Ibérica predominan, lo mismo que en el resto de Europa Occidental el linaje R1b y sus inmediatos derivados, en tanto que dos tercios de los cromosomas Y magrebíes pertenecen al linaje E3b2....El grupo de linajes R1b, por su antigüedad y distribución geográfica, se habría originado en Oriente Medio y se habría difundido por Europa con las colonizaciones iniciales del Paleolítico superior.”



    El Neolítico: un avance paralelo

    “El linaje magrebí E3b2 se ha hallado en otras poblaciones, aunque con frecuencias mucho menores....Hay razones para postular que los linajes F, G, J y J2 del cromosoma Y se originaron en Oriente Medio. Desde allí se difundieron hacia el oeste por ambas riberas del Mediterráneo con la expansión del Neolítico....la frecuencia de F y G es más elevada en la Península Ibérica que en el NO de África, lo que es compatible con la hipótesis de expansión durante el Neolítico, siguiendo pautas independientes, por ambas orillas del Mediterráneo; la península Ibérica y el Magreb representarían los extremos occidentales de ambas expansiones”.



    Árabes y Beréberes

    “...Así las cosas, podemos plantearnos si las invasiones árabes implicaron una aportación demográfica significativa, o si, por el contrario, una élite numéricamente limitada, pero culturalmente prestigiosa consiguió difundir una nueva lengua y religión, sin que ello conllevara una aportación de genes notable....El ánalisis de gran cantidad de marcadores nos revela una llamativa ausencia de diferencias entre poblaciones árabes y beréberes. Sólo el ADN mitocondrial separa de los beréberes a los árabes argelinos y tunecinos (pero no marroquíes). Debemos concluir pues, que la arabización del Magreb fue un fenómeno básicamente cultural, en que una reducida élite impuso su lengua y religión, sin que hubiera cambios sustanciales en la población local, incluso la actualmente arabófona.”



    Más allá del Sáhara

    “...son de origen subsahariano los linajes L1, L2 y L3, que constituyen una media del 25% de los linajes magrebíes (con un rango entre 3% en rifeños y 40% en mauritanos). En la península Ibérica, presenta una frecuencia media del 3%, oscilando entre su ausencia en vascos y un 6% en portugueses del centro.



    Tráfico en el estrecho de Gibraltar

    “...Dejamos constancia al principio de la nítida separación entre ambas poblaciones, debido probablemente a un sustrato paleolítico distinto...Las personas y, si se reproducen, sus genes, han cruzado el estrecho de Gibraltar con distinta intensidad a lo largo de la historia. En algunos períodos dicho flujo aumentó. Además se trata de una corriente bidireccional...Respecto al total de linajes del cromosoma Y, la contribución norteafricana al acervo genético ibérico se puede estimar en un 8%...Por lo que respecta al ADN mitocondrial, el U6, de origen magrebí se halla en un 10% de los magrebíes y en un 1.5% de los habitantes de nuestra península....En un sentido inverso, los cromosomas Y del grupo R1b que hay en el Magreb pueden ser de origen europeo, si bien no podemos precisar que fuera específicamente ibérico...ello supone una contribución europea del 3.6% al acervo genético magrebí. Por lo que respecta al ADN mitocondrial, el linaje V, de origen europeo se encuentra en una frecuencia del 6.8% en norteafricanos.



    Conclusiones

    Los datos genéticos, con sus limitaciones, han permitido trazar un primer marco comparativo entre ambas orillas del Mediterráneo, con la reconstrucción consiguiente de la historia e intercambios mutuos de sus poblaciones...Los cambios y sustituciones en el credo religioso, en la lengua o en los perfiles de las excavaciones arqueológicas nos hablan de interrelaciones y desplazamiento culturales. El alcance de los procesos demográficos asociados a esas transformaciones culturales halla un correlato genético, cuya magnitud se va desentrañando merced al avance en el conocimiento del genoma. Es una de las múltiples sorpresas que la biología actual nos depara.”



    Como puede comprobarse, no son tan desacertadas las tesis que se exponen en la obra de Ignacio Olagüe y en las que se basan los argumentos de quienes reivindican la identidad andalusí sosteniendo la originalidad de aquella cultura asentada sobre un sustrato humano autóctono de la Península Ibérica y que fuera sometida definitivamente en los inicios del siglo XVII hasta la supuesta libertad religiosa aprobada por la Constitución de 1978.



    Nota: En el mismo número de la citada revista, aparece un artículo muy interesante titulado: “Ibn Sahl, descubridor de la refracción de la luz”. Un manuscrito revela que Ibn Sahl, matemático árabe había descubierto la “ley de Descartes” ya en el siglo X, un motivo más para hacerse de este interesante número.





    BIBLIOGRAFÍA:



    · BONNASSIE, P.; GUICHARD, P.; GERBET, M.C: Las Españas Medievales. Editorial Crítica. Barcelona 2001

    · BOSCH, E., et al.: Genética e historia de las poblaciones del norte de África y la Península Ibérica. Investigación y Ciencia, nº 317 Febrero 03, pp. 62-69.. Edita Prensa Científica. Barcelona 2003

    · COLLINS, R.: La Conquista Árabe (710-797). Historia de España dirigida por J. Lynch, Tomo III. Editorial Crítica, Serie Mayor. Barcelona 1991

    · FANJUL, S.: Al-Andalus contra España: La forja del mito. Siglo veintiuno de España editores. Madrid 2001

    · GARAUDY, R.: El Islam en Occidente. Córdoba, capital del pensamiento unitario. Editorial Breogán. Madrid 1987

    · KARDABUS, IBN Al-: Historia de al-Andalus (Kitāb al Iktifā’) Traducción de F. Maíllo. 2ª ed. Ediciones Akal. Torrejón de Ardoz. 1.993

    · GUICHARD, P.: Los árabes si que invadieron España. Las estructuras sociales de la España musulmana. Estudios sobre Historia Medieval. Valencia 1987, pp.27-71

    · GUICHARD, P.: Al-Andalus. Estructura Antropológica de una Sociedad Islámica en Occidente. (2ª ed.). Universidad de Granada. Colección Archivum. Granada 1998

    · GUICHARD, P.: De la Expansión Árabe a la Reconquista: Esplendor y Fragilidad de Al-Andalus. Fundación “El Legado Andalusí”. Granada 2002

    · SANCHEZ ALBORNOZ, C.: España, Un Enigma Histórico. Colección Ensayo Histórico. Editorial Edhasa. Barcelona 2000.

    · OLAGÜE, I.: La Revolución Islámica de Occidente. Fundación Juan March. Barcelona 1974

    · VALDEON BARUQUE, J.: Abderramán III y el Califato de Córdoba. Editorial Debate. Madrid 2001







    Maktub fi yibal al-hama wa al-minxara, dhu-l-hiyya 1423

    Antonio Pulido Pastor. Málaga



  38. #188 Virio 25 de mayo de 2006

    Biblioteca: caracteres raciales de los cantabros

    Pego aquí un artículo publicado en el foro www.celtas.org

    http://www.narceadigital.com/hospedaje/taranus/modules.php?name=News&file=article&sid=45


    Siempre pensé que el vate Asterio debía ser un sacerdote cristiano de la época con más o menos reibetes de druida y profesante de una pseudoreligión a caballo entre la primitiva cristiana y la indígenoromana.

    Sin embargo aquí se trasluce paganismo puro. ¿Dónde está la frontera?



    ¿Druidas en la vieja Asturia? Parte II


    Algunos indicios sobre la existencia de un orden druidico en la antigua Asturia. El tiempo del reino de Asturies.El siguiente indicio que podemos considerar es la fundación de la iglesia de la Santa Cruz, en Cangues d'Onis. En la vega de Contraquil tenemos una pequeña iglesia, fundada por el rey Favila hijo de Pelayo, que tras varias reconstrucciones, llega hasta la época de la guerra civil en que resultó destruida. Ambrosio de Morales cronista de de Felipe II, recoje la existencia en la iglesia de una cripta con la tumba de Favila. Mas adelante el padre Carvallo relata la tradicion de tomar tierra sagrada de la cripta, para hacer curas milagrosas. Esta iglesia fue erigida sobre un dolmen, probablemente a causa de la necesidad de afirmar la autoridad del naciente reino de Asturias con la dignidad secular que tenía aquel lugar como centro de ceremonias colectivas de las tribus comarcanas y como panteón de notables. En esta iglesia, pues, fue enterrado Favila que la había fundado y guardó también durante mucho tiempo la santa cruz de roble que Pelayo había usado de estandarte en Covadonga. Antes de la existencia de esta iglesia el padre de Favila, Pelayo, fué enterrado en otro campo megalítico, en las inmediaciones del dolmen que existía al lado de la iglesia de Abamia. Parece necesario que esta elección de emplazamiento para la primera iglesia fundada por el reino fuera realizada por religiosos locales, cristianos, pero con un profundo conocimiento de la cultura y costumbres locales, que podríamos asimilar a los finn irlandeses. Podemos concretar esto un poco mas gracias a la lápida fundacional de la iglesia que dice así: Resurgit ex preceptis divinis hec macina sacra, opere exiguo comtum fidelibus votis perspicue clareat oc templum obtutibus sacris demonstrans figuraliter signaculum alme crucis. Sit Chr(ist)o placens ec aula sub crucis tropheo sacrata, quam famulus Faffila sic condidit fide promta cum Froiliuba coniuge ac suorum prolium pignora nata, quibus, Chr(ist)e, tuis muneribus pro hoc sit gratia plena ac post uius vite decursum preveniat misericordia larga. Hic vate Asterio sacrata sunt altaria Cristo diei revoluti temporis anni CCC, seculi etate porrecta per hordinem sexta, currente era septingentesima septagesima quintaque. Vemos que se llama "Vate" a Asterio, el fundador de la iglesia, una denominación, de la que aunque hay algún ejemplo con significado de Obispo, resulta inusual. ¿Quienes eran lo vates? eran los sacerdotes que se dedicaban al arte augural Eran un orden de adivinos, conocidos como "vates" (uates) en la Galia y "filidhs" en la tradición irlandesa. ¿Estaban tan teñidas de paganismo las funciones de este religioso como para llamarle Vate? Lo cierto es que su cristianismo era tan peculiar o más que aquel de la iglesia irlandesa: Funda su templo sobre un dolmen plagado de exvotos paganos, y poco después quizá el mismo oficiase el entierro de su rey ...dentro del dólmen. El término que Plinio utiliza para referirse a los vates (Magos) nos lleva a la siguiente pista: Es un fragmento de la crónica albeldense que relata la represión que Ramiro I de Asturias llevó a cabo sobre los magos: 10. Ranemirus rg. an. VII. Uirga iustitie fuit. Latrones occulos euellendo abstulit. Magicis per ignem finem inposuit, sibique tyrannos mira celeritate subuertit atque exterminauit. Prius Nepotianum ad pontem Narcie superauit et sic regnum accepit. Eo tempore Lordomani primi in Asturias uenerunt. Postea idem Nepotiano pariter cum quodam Aldroitto tiranno occulos ab eorum frontibus eiecit, superbumque Piniolum uictor interfecit. In locum Ligno eclesiam et palatia arte fornicea mire cons truxit. Ibique a seculo recessit et Ouetao tumulo requiescit sub die Kalendas Februarias era DCCCLXXXVIIIª. Es un hecho extraño para compilarlo en una crónica si no tuviera una cierta importancia. ¿No estará llamando "magos" la crónica a aquellos miembros de la iglesia más teñidos de paganismo -cuando no definitivamente paganos- y que habían ganado una peligrosa posición en los reinados anteriores, como para ser necesario desembarazarse de ellos? Claudio Sánchez Albornoz, relata alguna muestra de la importancia del paganismo en el reino de Asturias en tiempos del Rey Casto: "Atestiguado por algunos pasajes de autores hispano-musulmanes que califican de mayus (idólatras) a los moradores en las regiones mencionadas. Por esos autores sabemos que Alfonso II peleó muchas veces junto a sus súbditos paganos, lo que atestigua a las claras la importancia numérica de los mismos y el reconocimiento de una realidad no sorprendente. Y Ramiro I (843-850) hubo de enfrentarse con la extremada difusión en sus estados de la magia, de tradición idólatra indiscutiblemente" Otra posible prueba del paganismo existente en esa época lo tenemos en el testamento de Alfonso II, cuando dice "...(Pelayo) abatió a los enemigos y defendió ,vencedor,al pueblo cristiano y ástur ,dándoles gloria." Diferenciando extrañamente entre cristiano y ástur. Algo parecido a la medida de Ramiro, pero menos enérgico, lo intentó la asamblea de Druim-Cetta en el Ulster para disolver a los fili. Pero San columbano, que era tambien uno de ellos, abogó por su permanencia para preservar la cultura gaélica. Sin embargo en el reino de Ramiro no hubo un San Columbano, y si alguna vez hubo un sacerdocio celta en Asturias, sin duda termino ahí. La siguiente pista son dos curiosos trozos de una pizarra cohetánea a los primeros reyes astures, según M. Gómez Moreno. Fue hallada en Carrio (Villayón) y se conserva en la Real academia de historia. Los dos trozos llevan la siguiente inscripción: Acuro vos omnes patriarcas Micael, Grabriel, Ceciteil, Oriel, Rafael, Ananiel, Marmoniel, qui ilas nubus coptis tinetis in manu vuestras estote livera de vila nomine Ciuscau, ubi avitat famulus eius Auriolus cum meum cineterius cum fratribus vel vicinibus sui vel de omnis posesiones eiusdem ediciantur de vila e de ilas avitaciones eius; per montes vada et revertam ubi neque galus canta neque galina cacena, ubi neque aratore neque seminator semina ubui neque nula nominare sun. cuya traducción es la siguiente: Conjuro a vosotros, todos los patriarcas Miguel, Gabriel, Ceciteil, Oriel, Rafael, Ananiel, Marmoniel, que tenéis las nubes cogidas con vuestras manos: estén exentas de la villa con nombre de Ciuscau, donde habita su fámulo Auriolo con mi cementerio, con los frades y vecinos suyos, y de todas las posesiones del mismo; sean expulsados de la vila y de sus habitaciones; por montes vayan y vuelvan, donde ni el gallo canta ni la gallina cacarea, donde ni el arador ni el sembrado obtuvo semilla ni nada es de nombrar Con su triple pentalfa parece el conjuro de un "mago" profesional , con la función de los tempestarii romanos, los auyentadores de tormentas o las Gallisenae en Sena en el litoral de los osismios que trataban de calmar con sus cantares a los vientos y tormentas segun Pomponio Mela (III-VI-48). Aquí se mezcla la tradición cristiana con la pagana ¿un conjuro al Nuberu, que perdura en la tradición asturiana, recuerdo de Taranis, que ha dejado orónimos tan impresionantes como TarañosDios? quiza sea esta pizarra, con su conjunción de cristianismo y paganismo a partes iguales, la obra de uno de estos sacerdotes cristianos, mal bautizados y llenos de resabios de la vieja religión. Algunas de estas costumbres han perdurado hasta los tiempos modernos, como la tradición de Llugás (Villaviciosa) donde el cura se subía al púlpito en un tejo, para oficiar la misa el día de Covadonga.



    SEGUNDO ARTÍCULO:

    Somna, hijo de Atlanto, nació en el año 691, en el valle de Cahórnega del Ducatus Cantabriae. Desde muy joven demuestra un gran interés por las artes y las letras, aunque finalmente se decida por el oficio de las armas. Tras la invasión musulmana, participa en la defensa de Amaya en el año 712, aunque finalmente ha de huir hacia el norte. Seis años después, en Cosgaya, en la comarca de Lebana, participa en la emboscada a los restos del ejército árabe derrotado en Covadonga.
    Ese mismo año es enviado a la corte de Cánicas junto con Alfonso, hijo del dux Pedro, en su boda con Ermesinda, hija de Pelayo. Allí permanecerá como miembro de la guardia de gardingos del futuro monarca asturiano. No obstante, pese a este prometedor futuro, su afiliación a la religión pagana, junto con su amistad con el vate Asterio, hacen que en la corte se encuentre en una situación un tanto comprometida.

    Siglo XXI
    Yeyo Balbás (Torrelavega, 1972) es el alter-ego de Somna en el siglo XXI. Diseñador gráfico, director de cortometrajes e ilustrador, es también aficionado a la historia militar y a la mitología antigua. Entre sus proyectos mas inmediatos figuran el seguir escribiendo historias raras y poder rodar alguna de ellas. Como recreacionista, forma parte de la asociación Complutum.

    http://www.complvtvm.com

  39. #189 Virio 25 de mayo de 2006

    Biblioteca: caracteres raciales de los cantabros

    Perdón , el segundo artículo se me escapó, está tomado de otro sitio y es ficción basada en la historia y en los nombres reales de personajes, sacada de:


    http://sca.historiaviva.org/tiki-index.php?page=nombresasturianos

  40. #190 Virio 25 de mayo de 2006

    Biblioteca: caracteres raciales de los cantabros

    Por cierto; el vate Asterio según las crónicas, profetiza a Pelayo una victoria en la misma cueva en donde se refugia un malhechor al que persigue y por el que intercede el vate. Pelayo le deja ir y el vate le profetiza la victoria en nombre de LA VIRGEN; ¿Posterior adaptación de las crónicas más adecuadas al status quo religioso ulterior?

  41. #191 Virio 26 de mayo de 2006

    Biblioteca: CRÓNICA HISTÓRICA DE GALICIA (716-914).

    "Siglo y pico duraría la monarquía asturiana (718-914)"

    ¿No es más exacto decir "casi dos siglos"?

  42. #192 Virio 26 de mayo de 2006

    Biblioteca: CRÓNICA HISTÓRICA DE GALICIA (716-914).

    El único "mestizo" que conozco de la monarquía asturiana es Mauregato, y no se sabe, simplemente se deduce que era un hijo bastardo que Alfonso I tuvo con una mora ( se deduce de su nombre del que se piensa es apelativo "mauregato" ), pero es una conjetura , ni siquiera se afirma con certeza.

  43. #193 Virio 26 de mayo de 2006

    Biblioteca: CRÓNICA HISTÓRICA DE GALICIA (716-914).

    Sobre la leyenda de las 100 doncellas, es Fruela el que se niega al tributo. Claro que todo esto de las 100 doncellas sólo lo he leído en "leyendas y mitos asturianos". Así que ahí debe quedar. Yo cuando lo leí ( siendo un mozalbete) no me lo creí y eso que apenas tenía uso de razón.


    Lo único que saco en conclusión es que los gallegos tienen una imaginacíón desbordante (¿herencia céltica?), pero las más de las veces, demasiado infantil para el adusto público hispano.:)

    No obstante; siempre es de agradecer la molestia y de todo se pueden extraer conocimientos.

    Un saludo.

  44. #194 Virio 29 de mayo de 2006

    Biblioteca: ETIMOLOGÍAS PARA DISCUTIR - I -

    Si ye de mar ( pesca) , llámase Xorra ( násturianu).

  45. #195 Virio 29 de mayo de 2006

    Biblioteca: ETIMOLOGÍAS PARA DISCUTIR - I -

    llámase o nómase, como prefiráis :)

  46. #196 Virio 01 de jun. 2006

    Biblioteca: Los arqueólogos buscarán ahora vestigios de batallas para explicar el origen de La Carisa

    Gracias Frodo. Sí, supongo que ahora que ya se han calmado los ánimos especulativos después del "efecto rebote" del artículo sobre la primera datación del carbono 14, creo que es hora de comenzar a dejar hablar a los arqueólogos.

    Veremos que nos van contando; sean cuales sean los resultados que vayan arrojando los esperaremos como agua de mayo, jeje.

    Saludos:)

  47. #197 Virio 02 de jun. 2006

    Biblioteca: Los arqueólogos buscarán ahora vestigios de batallas para explicar el origen de La Carisa

    Es que las informaciones que van dando, son un tanto nebulosas, porque según se desprende de éste último , no se sabe si da a entender que la datación está hecha en La Mesa , en La carisa o en ambas. Sea como fuere, la cuestión a dilucidar es qué hay debajo de esa , suponiendo que sea medieval y desde cuando comienza a usarse el enclave.

    El indicio de batallas puede ser el camino más recto para cerciorarse de la época del teatro bélico, pero también es el más arriesgado ya que se barajan varios sitios aunque creo que habían centrao la búsqueda en El Mayau; lugar próximo dónde se encontró la punta de flecha.

    Me da un poco de corte lo que voy a decir ahora, pero el caso es que me ha dao por utilizar el famoso código B o código de la biblia para hacer coincidir palabras relacionadas con la carisa.

    Na, ha sido medio jugando, por distraerme un poco, no lo he vuelto a usar, pero me llamó la atención que al introducir la palabra Mayau para hacerla coincidir con La Carisa, resulta que sale una sola coincidencia, pero chocantemente superpuesta justamente encima de las letras ( en hebreo ) que conforman la palabra Carisa. En fín , un dato anecdótico para darle un poco de sensacionalismo al artículo :).

  48. #198 Virio 05 de jun. 2006

    Biblioteca: Los arqueólogos buscarán ahora vestigios de batallas para explicar el origen de La Carisa

    Saludos Alejandro. Pues na, Piñolo , se trata del famoso codigo B o código de la Biblia. No conozco el que tú dices. En este introduces una palabra y luego buscas coincidencias en toda la Torá o en partes en concreto. Te busca como si fuera una sopa de letras, hilvanando todas las coincidencias que encuentra en las mismas páginas dónde ha encontrado la palabra que has introducido.

    He realizado pruebas con varias palabras. Recuerdo que no saía ninguna coincidencia con lanza o con flecha, pero sí, en cambio con pilum o con agua o fuego, así como tampoco salía ninguna coincidencia con la palabra Carisio, ni Gausón (protagonistas ambos del Bellum Astúricum- si bien es fiable solo Carisio-), y sí, en cambio palabras como Aravo, Virio u Ode.

    la palabra Mayau, al contrario que las demás que salen cruzadas o distantes, en paralelo, diagonal, orden inverso, etc; sale superpuesta encima de la misma palabra Carisa, leyéndose del revés y de dos en dos letras.:)

  49. #199 Virio 05 de jun. 2006

    Biblioteca:

    Bien , bien... se va confirmando poco a poco la idea de la romanidad tardía en el prerománico astur y la hipótesis que defiende al reino asturiano como garante del mundo hispanoromano.

    Es curioso cómo lo blanco y lo negro suelen ir de la mano y sólo los separa un lapso de tiempo.

    Aquellos que más resistencia opononen a Roma en un primer momento, con la misma tenazidad y entrega, la defenderán y mantendrán después.

  50. #200 Virio 07 de jun. 2006

    Biblioteca: REVE vs IUPPITER (TARANNIS) CANDAMIOS (el más luminoso)

    Relacionados con Rhiannon:

    Riaño en Langreo ( Asturias), Riaño en León, Ranón en Avilés (Asturias).

    Con Candamo:

    Candás ( de la raíz kando/blanco), candasu (pañuelo blanco)


    Con Taranis o taran:


    Taranes y Taranín en Asturias

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