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   #1 JOSE ROJO 05 de feb. 2003

   Poblamientos: Monasterio de Alveinte

   Durante los siglos Xv al XIX fue notoria en Salas la presencia e influjo de los Franciscanos del Convento de Santa María de Alveinte, en cuanto a formación religiosa, devociones y hasta comercio.
   En concreto se formuló y mantuvo un compromiso, renovado en los años 1688 y 1785, por el cual Salas proporcionaba al monasterio limosnas y socorro, y los frailes enviaban para las dos parroquias preicadores en Semana Santa.
   La afluencia al convento de fieles de Salas y alrededores era frecuente, principalmente en las fiestas de San Francisco, la Porciúncula, San Pedro...
   Este convento fue refundado en 1441 por FR. Lopez de Salinas franciscano, y patrocinado por don Pedro Fernández de Velasco, conde de Haro, señor de estas tierras, con quien estaba emparentado.
   Establece el convento sobre un anterior priorato benedictino del año 1044 dependiente de San Pedro de Arlanza, junto a un villar llamado Alveinte y sobre dos Ermitas, dedicadas a la Virgen de los Lírios y a San Luís.
   Era un monasterio de estricta observancia y en un marco de aislamiento y austeridad singular, lo cual daba paz a los buenos frailes como Fr. Lope de Salinas, entusiasmado con estas agrestes soledades.
   Este convento primero se llamó de "San Luis de los Menores", después "de Alveinte"; este nombre lo toma del villar cercano, y viene derivado de albens, albentis, albo, blanco, por ser un lugar de frecuentes y persistentes nieves, y hasta por la flor blanca de espino y otras palntas en primavera.
   Aquí fueron martirizados por los moros San Februario y San Camilo.
   Este convento fue expoliado por la francesada en 1810, que lo quemó también, y por la desamortización de los años siguientes. Diversas imágenes y objetos litúrgicos del Convento fueron repartidos por las parroquias vecinas.
   Hoy quedan unos pocos resos de la edificación de la iglesia, unas ruinas rodeadas de maleza y envueltas en nostalgias, evocadoras de vivencias cargadas de ascetismo y de fervor.

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